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En el post de hoy comparto contigo las claves del protocolo autoinmune con un
menú completo para la semana y las listas de alimentos permitidos y no permitidos
para que te las puedas imprimir si quieres colgarlas en tu nevera o tenerlas siempre
a mano.
El “protocolo autoinmune” que aquí describo está basado en del libro La solución
autoinmune de la doctora Amy Myers que, por cierto, te recomiendo
encarecidamente. En él, la doctora explica cuáles son las principales causas de la
autoinmunidad y del papel que juega el intestino en el desarrollo de las mismas.
Hay otros autores que también utilizan este protocolo para tratar enfermedades
como el hipotiroidismo, la enfermedad de Crohn, el lupus, la esclerosis múltiple… (te
recomiendo también la web y los libros de Sarah Ballantyne)
En este caso, nos centraremos en nuestro bienestar intestinal, la clave para recuperar
nuestro bienestar integral.
Si estás afectado por una enfermedad autoinmune o estás dentro del grupo de
personas susceptibles de padecerla por tu cuadro sintomático, este protocolo puede
ayudarte a manejarlo.
Sufres o has sufrido alguno de estos síntomas/enfermedades:
Tienes una enfermedad autoinmune: hipotiroidismo, lupus, esclerosis múltiple, diabetes,
fibromialgia, colitis ulcerosa…
Problemas de piel: eccemas, acné, piel atópica, rosácea, caída de cabello, hongos, pie de
atleta, cándida…
Problemas digestivos: gases, distensión abdominal, malas digestiones, reflujo
gastroesofágico, diarrea, estreñimiento, colon irritable, dificultad para ganar/perder peso…
Problemas hormonales: síndrome premenstrual, cólicos menstruales, exceso de
estrógenos, endometriosis, síndrome de ovario poliquístico,…
Problemas emocionales: depresión, ansiedad, TOC, estrés, emociones desmesuradas,
tristeza excesiva…
Si has contestado que sí a alguna de estas afirmaciones, el protocolo autoinmune te
interesa.
Se eliminan diferentes grupos de alimentos como las legumbres, los cereales, los
huevos, los lácteos, los frutos secos y las semillas. Si hay problemas de resistencia a
la insulina, también se limita el consumo de frutas y verduras con alto índice
glucémico (boniato, mango, plátano…)
Mi consejo es que prepares siempre varios litros de caldo de huesos. Si puedes, hazte
con una olla de cocción lenta como la Crock-Pot para preparar caldo en gran
cantidad. Así puedes congelarlo e ir sacando así como lo necesites.
En cuanto a las verduras, yo suelo preparar siempre a principio de semana una buena
cantidad de tubérculos al horno y así los voy sacando de la nevera cuando los
necesito. Duran varios días bien guardados en un tupper de cristal hermético en la
nevera.
Si preparas carne, intenta preparar también varias raciones de aquellos platos que
sean más dificultosos en su elaboración, como los estofados. Prepara siempre
cantidad para dos o tres raciones y congélala para cuando te haga falta.
Los fermentados son un alimento que puedes adquirir a buen precio en las tiendas
o también prepararlo tu en casa. Lo ideal es que los hagas caseros, con los
ingredientes que más te gusten y tengas siempre una buena colección en tu
despensa. Piensa que necesitan un mes aproximadamente para fermentar, así que
pon etiquetas en los botes y ve preparando así como vayas consumiendo para tener
siempre una buena dosis de bacterias buenas para tu intestino.
-Caldo de huesos
-“Restos” de verduras
-“Restos” de carne
-Sauerkraut o chucrut
2/3 partes del plato deben ser verduras y el resto proteínas y grasas de calidad. Las
verduras incluyen también hortalizas y tubérculos, que nos aportarán los hidratos
necesarios en cada comida.
Las grasas de calidad las componen alimentos como la leche y el aceite de coco, el
aceite de oliva, el aguacate y el pescado azul.
Comer frutas está permitido en el protocolo autoinmune pero suelen ser alimentos
con elevado índice glucémico, por lo que si tienes problemas de resistencia a la
insulina debes limitar su consumo. Aplica el mismo consejo para el consumo de
tubérculos: boniato, remolacha, plátano macho, yuca…
Las mejores frutas serán las de bajo índice, como los frutos rojos o la manzana verde.
Come hasta que te sientas saciado, no lleno. Deberás reeducar tu sensación de
saciedad, comer despacio y con atención y ajustar la ingesta a tus necesidades
particulares.
Ejemplo de plato: pollo orgánico, aguacate, boniato, berros y calabacín con AOVE.
En algunos casos en los que el intestino esté en muy mal estado, puede ser necesaria
la suplementación con probióticos, enzimas, glutamina… Si hay infecciones también
pueden ser necesarios algunos suplementos para erradicar los posibles patógenos
(candidiasis, Lyme, etc).
En casos en los que hay permeabilidad, es probable que haya un exceso de
fermentación en el intestino, por lo que el hinchazón y los gases no parecen remitir
con el protocolo. En estos casos, sería recomendable realizar el protocolo con la dieta
FODMAP y así eliminar los alimentos susceptibles de provocar esta reacción en el
intestino.