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Valeria Kormysh Sociología de A mérica Latina

Reflexión sobre la lectura “Proceso e implosión de la Venezuela rentista” de Edgardo de Lander

El tema de esta semana tenía como objetivo analizar el proceso transitorio de lo que se han
denominado gobiernos “progresistas” de la región Latino Americana. La lectura principal analizaba
la transición venezolana desde una sociedad post dictadura militar a las transformaciones y efectos
durante el gobierno progresista de Chávez hasta las trágicas condiciones de hoy en día en el país.
He especialmente apreciado, en esta lectura, el lenguaje y estilo de escritura del autor del texto, el
sociólogo Edgardo de Lander, que a detrás de un análisis detallada de los varios sectores de la
sociedad venezolanas y los diferentes procesos históricos que han influido a la crisis hodierna, pone
un énfasis personal en el texto haciendo captar al lector las trágicas condiciones de su país.

El proceso Bolivariano de Chávez, como la mayoría los progresismos de la región en los últimos
años, se compone de dos momentos principales: el primero, de euforia caracterizado de la “gran”
esperanza de reconstruir la propia nación, y otro caracterizado por graves crisis políticas donde el
sueño del desarrollo nacional se disgrega.

Importante es, antes de todo, entender el rol fundamental que el petróleo ha tenido en la historia
política y económica venezolana, responsable de los grandes progresos y de las peores desgracias
del país.

El petróleo fue fundamental para reunir las diferentes partes de la elite política del país después de
la caída de la dictadura en el 1958 y formar unos de las realidades políticas más estable de la región
de aquel tiempo. El gobierno, que era mayormente de centroizquierda, se caracterizaba por un
Estado atento al gasto público y en mejorar la calidad de vida de los venezolanos a través de la
creación de servicios esenciales (educación, salud, etc.) gracias a la comercialización del oro negro.

Por otra parte, el gobierno de centroizquierda hizo el gran error de no considerar el petróleo como
una commodities el cuyo valor podía fluctuar en el mercado internacional. De hecho, la caída del
precio del carburante, que constituya el 96% del valor total de las exportaciones, en las décadas
sucesivas, provocó una crisis de legitimidad del sistema político que junto a las deudas contraída en
los años llevaron a un deterioro del Estado y de las condicione de vida de los venezolanos.

La crisis del petróleo convierte Venezuela en uno de los países más desigual y corruptos del mundo,
suprimiendo los procesos democráticos obtenidos después de la dictadura. Como en todos los
regímenes progresistas, el papel de los media de comunicación y de la opinión pública fueron muy
importantes. Los canales de comunicación funcionaron como medio de difusión de la violencia
durante las protestas contra el neoliberalismo (como en el Caracazo) y durante el golpe de Estado
del 1992 y después como maquina ideológica y de instrumentalización del Estado.
Característicamente, trabajando sobre los sentimientos y la emociones del publico ciudadano (como
se podrá ver también, en contexto diferente, en Argentina con el gobierno de Cambiemos).

Asimismo, Chávez empezó a construir su personaje político a través de los medios de


comunicación, gracias una aparición televisiva donde comentada sobre el recién golpe de estado.
En el contexto del descontento general por las políticas neoliberales del gobierno, Chávez, optimo
locutor, gana las elecciones del 1999, “seduce” el público hablando de un programa democrático
participativo, de la idea nacional, citando mitos de la historia venezolana (Simón Bolívar, Samora,
etc.) y de las relaciones con América Latina. Incita a un modelo nuevo que podía evitar los
problemas del socialismo soviético y las consecuencias del capitalismo salvaje.
Valeria Kormysh Sociología de A mérica Latina

Chávez una vez al poder, empezó su programa político en manera muy acelerada con la propuesta
de “Refundar la Republica” a través de múltiples innovaciones: crear una agenda elaborada de
derechos humanos y, especialmente, derechos para las poblaciones indígenas; recrear una nueva
Constitución no anticapitalista, preservar los poderes de la democracia liberal y añadir a los tres
clásicos poderes del Estado un poder autónomo electora y un poder ciudadano. En la idea de
Chávez, Venezuela tenía que permanecer una democracia representativa enriquecida de varios
sistemas que promueven la participación ciudadana y mejorar los servicios dedicados a los
ciudadanos.

Al mismo tiempo, el poder del Estado en esta idea era muy céntrico, el cual, no obstante, se
establece una economía mixta, pasa a tener el monopolio sobre el control y la explotación del
petróleo. Así que, en toda la época del proceso bolivariano la economía se fue haciendo
mayormente más dependiente del ingreso del petrolero, ingresos sin los cuales no era posible
importar bienes de necesidad básica a la población.

Petróleo Venezuela “operaba como un Estado dentro del Estado”, con un monopolio y potencia que
dejaba el sistema político sin ningún control sobre la empresa. Esto status de la compañía petrolera
empieza a dividir la elite política y militar nacional, que termino en un golpe de palacio en el 2002.
Además, se redujo la pobreza de ingreso sin alterar las condiciones estructúrales de la exclusión y
los mecanismos de corrupción.

Con sucesivas nacionalizaciones de diferentes empresas, el socialismo de Chávez se convierte más


en un estatismo, con la problemática que el gobierno expandió también la esfera estatal mucho más
allá de sus capacidades de gestión.

Las crisis del precio del petróleo durante el gobierno de Chávez hubo diferentes consecuencias
importantes: una crisis interna en el gobierno (con una crecente oposición), la tasa de inflación más
elevada al mundo y una crisis económica que conduce a una grande crisis humanitaria en el país.

Los venezolanos desde aquel momento tienen dificultad a comprar comida, medicinas y sobrevivir
en sus casas sin servicios básicos. El gobierno intenta frenar el descontento a través de las Misiones
(distribución de comida, ayuda desde Cuba de medicamentos y doctores, etc..) sin mucho éxito y
aumentando la desconfianza de los ciudadanos en el gobierno y l perdida de las mejorías sociales
que se habían logrado en los años anteriores. Además, el gobierno en manejar la política económica
en esto status ha dado prioridad al pago de su deuda externa sobre las necesidades de los civiles.

Esta condición, ha hecho que Venezuela se trasforma en uno de los países más violentos, desiguales
y corrupto al mundo, con un gobierno que no reconoce sus responsabilidades porque esto
significaría una admisión del fracaso del proceso bolivariano. Durante su mandado Chávez anuncia
que el proyecto de la revolución bolivariana es una revolución socialista, y se pasa a un Socialismo
del siglo XXI, acercándose siempre más al Marxismo y a Cuba y creando un Estado siempre más
centralizado en manos de los militares y que se enfrentaban a la crisis de sus innovaciones de
participación ciudadana echas en los primeros años de su gobierno.

Esto de afrentarse a una contradicción, es muy típico del progresismo venezolano y se prolonga
hace hoy en día con Maduro. Desde el principio del bolivianismo se habían contradicciones
profundas. Lo primero en plan económico como: las malas inversiones del petróleo, la economía
mixta que no ayudaba los emprendedores, el manejo de la divisa como herramienta de corrupción,
la imposibilidad de hacer frente a la inflación y la indiferencia del gobierno sobre el fenómeno del
bachaqueo, y el interés del gobierno más en resolver sus deudas exteriores que manejar la crisis
humanitaria del país.
Valeria Kormysh Sociología de A mérica Latina

En política, se ve claramente como el Estado en frente a una oposición siempre más creciente no ha
alterado su fuerza y centralización. Haciendo que los órganos importantes, como la Asamblea
Nacional, fue un espacio más de debate que un poder legítimo con capacidad de tomar decisiones
importantes sobre el país. Especialmente con el fallecimiento de Chávez en el 2013 y la presidencia
de Maduro, se nota como el mayor objetivo del gobierno fue su preservación del poder a todos los
costes. Con Maduro el proceso “revolucionario” venezolano sigue apelando al enfrentamiento
capitalista y dando las culpas a los agentes exteriores por la situación contemporáneo del país
negando la responsabilidad de cualquiera deterior económico y social. La instabilidad política
interna tiene también consecuencias por Venezuela en sus relaciones internacionales y regionales,
donde Venezuela se quedó aislada y sin importante partner políticos o pactos regionales.

Además, es evidente desde la prensa política y los eventos de estos últimos años como el gobierno
está viviendo en una grande crisis estructural, hecha de incongruencias y conflictos entre las ideas
revolucionaria del proceso bolivariano y la dura realidad del país. Ejemplos claros de esto son las
ineficacias de contemplar la constitución ejerciendo el referendo revocatorio, el sistema judicial y el
sistema de control de armas y el uso de la fuerza (mayoría militares) no respectado, la opresión de
los derechos de los pueblos indígenas por un rentismo de los recursos naturales del país y la
suspensión de derechos civiles y políticos a favor de un crecimiento económico inestable donde la
población no tiene voz decisional.

En síntesis, el proyecto bolivariano venezolano, como todos los programas progresivos, ha y esta
pasando los momentos fundamentales de estos regímenes: desde un momento de bien estar gracias
a sus reformas revolucionarias e uno de grande crisis donde los progresos obtenidos son instables
por una estructura política interna corrupta y mal organizada.

El sueño de Chávez de un gobierno socialista, revolucionario y anticapitalista se ha desarrollado en


un estado que ha “decretado la subordinación del país a los intereses de grandes corporaciones
transnacionales minerales (y de petróleo)” que compromete el futuro y la sobrevivencia de su
población en un gobierno de facto.

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