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Doctora Miriam Rodríguez Betancourt,

Profesora Consultante de la Facultad de Comunicación de la


Universidad de La Habana.

Según la mayoría de los estudiosos, el Periodismo Especializado surge


en Estados Unidos hacia la década del sesenta del pasado siglo en áreas
como salud, medioambiente y economía doméstica.

Algunos afirman que pertenece a los años 50. El reconocido profesor


José Luis Martínez Albertos, asegura que "hasta los años posteriores a
la II Guerra Mundial, era inexistente en los periódicos la llamada
crónica científica. Sólo existía -precisa- una cierta tradición
periodística fuertemente especializada en el campo de la información
económica" (1).

José María Sanmartí, que clasifica el P.E. como fase superior del
Periodismo Interpretativo, opina que de este último derivan el
periodismo especializado, el de investigación, el de precisión, el de
servicio y el local (2).

Pero la fecha exacta de su nacimiento como tal corriente o tendencia


importa menos que las causas por las cuales surgió. Respecto a una de
ellas, sobre todo, concuerdan sus principales teóricos: los nuevos
intereses de los receptores.

Otras son la fuerte competencia en el mercado mediático y el desarrollo


y extensión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC) que aceleran la especialización periodística.

El avance tecnológico, a su vez, demanda mayor capacitación y


expertización de los emisores (3), y la competencia aviva las exigencias
de las audiencias, cada vez más selectivas ante la superabundancia de
informaciones y canales.
Se teje de este modo una compleja relación causa-efecto en el entorno
global de la comunicación justamente en una época que va
abandonando y superando la era de la cultura de masas para dar paso
a la convivencia de modelos comunicativos diferentes, como indican
los especialistas.
Las audiencias, ahora "selectivas y segmentadas" (4), requieren
explicaciones de la naturaleza de los hechos, asuntos y temas; no les
interesa únicamente qué ocurrió y qué puede ocurrir en el futuro,
también cuáles son los antecedentes y qué opinan los expertos.

Para satisfacer estas exigencias, propias de un receptor obligado a


seleccionar sólo lo que le es útil de una información que le cae encima
en forma indiscriminada y abrumadora, se necesita un profesional
"capaz de traducir a un lenguaje divulgativo y fácilmente comprensible
para todos la cada vez mayor complejidad política, económica, cultural,
demográfica, social y humana que caracteriza a las sociedades
modernas". (5)

Bien lo previó James Reston hace ya varias décadas:

"El futuro de la información depende de comunicar inteligentemente lo


que está sucediendo en el mundo, el mundo es cada vez más
complicado, no se puede comunicar meramente la verdad literal, hay
que explicarla".

BUSCANDO UNA DEFINICIÓN

Muchas y variadas son las definiciones y aun las denominaciones sobre


Periodismo Especializado, al que indistintamente se le llama
también Especialización Periodística e Información Periodística
Especializada, término este último que nos parece el más adecuado
puesto que incluye a los reporteros y no sólo a los articulistas,
generalmente considerados expertos por emitir opiniones in extenso en
torno a ámbitos específicos.

La diferencia de clasificaciones y descripciones revela, de entrada, que


debe andarse con cuidado por estos predios porque no todo lo que en
ellos brilla responde a lo que debe ser entendido como producto de tal
hacer periodístico caracterizado, como atributo esencial, por el
tratamiento riguroso que, sobre un determinado ámbito, realiza un
periodista especializado. Al mismo tiempo, la "indefinición sobre las
definiciones" muestra, como ha dicho Múñoz-Torres, que se trata de
una tarea pendiente.

Coinciden varios estudiosos, sin embargo, en que este tipo de trabajo


es una tendencia del Periodismo contemporáneo (6). Francisco Esteve
apunta, incluso, que "junto con las innovaciones tecnológicas, (la
Especialización Periodística) es uno de los fenómenos más
significativos del Periodismo actual (7).

Por su parte, Montse Quesada, la profesora de la Universidad catalana


Pompeu Fabra, pondera las cualidades del Periodismo Especializado, al
que ella llama también Información Periodística Especializada,
subrayando, asimismo, su importancia.

Ella destaca que esta modalidad profesional es capaz de explicar no solo


el qué, sino sobre todo el porqué de los hechos, las consecuencias que
ello puede significar, y "qué es lo que no ocurrió, aunque tal vez debiera
haber ocurrido" (8).

Por similares razones, otros autores hacen equivaler el P.E. a la


Información de Calidad o a la Información de Profundidad.

Héctor Borrat destaca que esta manera de producir textos periodísticos


se caracteriza por "la coherencia interna de esos textos, la
correspondencia de sus afirmaciones con la realidad, y la pertinencia de
los conceptos, las categorías y los modelos de análisis aplicados, fuere
cual fuere el tipo de texto y el tipo de lenguaje escogidos, el tipo de
periódicos y el tipo de audiencia". (9)
Cabe detenerse en la anterior afirmación de Borrat en tanto ya está
puntualizando que no sólo determina el tipo de texto, lenguaje,
publicación y audiencia para catalogar un trabajo como Periodismo
Especializado.

Muñoz-Torres considera que los criterios válidos para calificar a un


texto periodístico como especializado no pueden basarse en los criterios
formales, sino sustantivos.(10). No porque lo escriba un especialista o
porque aparezca en un medio especializado, automáticamente se debe
considerar un texto propio de este tipo de Periodismo.

Borrat está de acuerdo con ello cuando concluye que "el criterio último
de especialización son los textos" (11). Hay que analizar el tema, el
contenido y los enunciados de carácter informativo para el correcto
criterio de clasificación.
También es necesario distinguir en los modos de hacer si se aplica
minuciosamente la metodología periodística de investigación, como
recuerda Quesada; la actitud evaluativa y de opinión, las fuentes
utilizadas, la contextualización, entre otros aspectos definitorios (12).

Para ganar claridad en cuanto a la autenticidad de los trabajos que


responden al P.E. vale la pena recordar sus diferencias con el llamado
Periodismo Generalista o Presentista. Mientras este se guía
fundamentalmente por el concepto de noticiabilidad, que tributa en
primer lugar a la actualidad y a la información emergente, aquel se
empeña en trascender la inmediatez y el conocimiento básico.

El carácter diario, dice Concha Edo, impone un ‘culto a la rapidez' que


dificulta la capacidad de llegar a todos los asuntos y la posibilidad de
tratarlos con la profundidad y el detalle que requiere un público
diversificado e inteligente. (13).

Por el contrario, el P.E. no cultiva la rutina propia del diarismo, de la


información orientada a satisfacer la curiosidad inicial. Al "ir más
allá", profundiza un saber específico desde el rigor del conocimiento y
el análisis, sin olvidar jamás, como expresión que se genera a partir de
la profesión periodística, los intereses del público y los
condicionamientos del medio por el que se trasmite.

Muñoz-Torres lo explica claramente cuando se refiere a la distinción


entre un texto científico y uno periodístico: lo que los diferencia es el
enfoque.

"El periodista especializado no busca conocer una rama del saber como
lo haría un especialista, sino en la medida en que tal saber puede y debe
ser objeto de información periodística por su interés para la sociedad"
(14).

A ello se subordinan el estilo y el lenguaje, la perspectiva de


comunicación del texto, su presentación y ubicación espacial o
temporal, según el canal; la selección de las fuentes, los métodos de
investigación, entre los elementos técnico-profesionales más
importantes.

Frente al efecto igualatorio en el tratamiento de las noticias que produce


el Periodismo Generalista (15), el P.E. o la Información Periodística
Especializada, posibilita una mirada diferenciadora, singular, lo que
significa el aporte de "una nueva función sintetizadora" (16).
Otra función que se atribuye al P.E. es la de "servir de puente entre
cada especialidad y la audiencia, así como entre las distintas
especializaciones entre sí" (l7) como forma de contrarrestar la tendencia
al aislamiento provocado por la excesiva especialización que convierte
a cada investigador y a cada área en territorios independientes y
excluyentes.

COMO DEBE SER

Los trabajos pertenecientes a este modo de hacer siempre deben buscar


un equilibrio, lo que pudiéramos llamar un "término medio" porque
tanto la super especialización como su insuficiencia puede alejar a los
receptores.

Por supuesto, el periodista especializado debe tener un conocimiento


sólido de la materia a la que se dedica y, en medida similar, de las
técnicas periodísticas para expresarla. Son muchos, y bien
convincentes, los ejemplos de quienes, conocedores indudables de un
tema, no pueden atraer la atención y el interés de los públicos por
desconocer los códigos comunicativos del Periodismo.

No se trata, por cierto, de que el periodista especializado sepa tanto de


la materia en cuestión como un experto-aunque en varias áreas pueda
llegar a serlo-sino que, como método, acuda a fuentes de primera mano
para elaborar su información.

Igualmente importante resulta la contrastación de fuentes, no depender


de una sola y mucho menos si esa es la institucional. Las fuentes
protagónicas y/o especializadas son claves por cuanto ofrecen
información testimonial y crítica indispensable.

La documentación del tema, es decir, el relacionar la noticia o el asunto


con sus antecedentes mediatos, constituye una premisa del periodismo
especializado. Sólo así, con esta búsqueda de los orígenes más que de
los elementos del entorno visible, el receptor estará en condiciones de
conocer el contexto de la información, y esto sólo puede hacerlo un
periodista especializado.

Utilizar técnicas documentales ha dejado de ser terreno exclusivo del


documentalista. Hoy en día, un periodista, sobre todo el especializado,
está obligado a conocer y emplear estas técnicas para hacer su trabajo
integral, y para hacerlo también de modo más independiente.

La labor de documentar el tema requiere de mayor tiempo que el


empleado por el periodismo generalista que prioriza, ante todo, la
rapidez en el proceso de selección, elaboración y presentación de la
información, no por insuficiencias técnicas sino debido a los ritmos
urgentes de producción.

Para el periodismo especializado, el rigor de la investigación está por


encima del rigor de la urgencia noticiosa. El objeto de este tipo de
periodismo no es llegar primero, sino llegar con la mejor información,
la más completa y profunda, por ello, como es obvio, no puede depender
de los estándares usuales espacio-temporales del periodismo
generalista.

LA FORMACIÓN: ESTE PERIODISTA SE HACE

Si para otros trabajos periodísticos las habilidades profesionales tal


vez puedan adquirirse de modo empírico, con el autoestudio y el talento
personal, en el P.E. es prácticamente indispensable que quienes lo
ejercen reciban una preparación sistémica, formalizada.

Por otra parte, como advierte José María Sanmartí (18) "el proceso de
especialización se está acelerando, lo cual exige perfeccionar aún más
los métodos periodísticos para poder dar la visión global de la noticia y
no quedarse en el detalle, la anécdota, el fragmento o la superficie".

Por eso Núñez Ladeveze afirma:"Un periodismo al servicio de


necesidades públicas o de las necesidades derivadas de la difusión del
conocimiento es completamente distinto y requiere una formación
intelectual mucho más exigente que un periodismo orientado a
satisfacer las necesidades de entretenimiento o a alimentar la
propensión a la pasividad de las grandes audiencias" (19)

La vía más reconocida para la formación del periodista especializado se


inscribe en el nivel superior de estudio. En reciente artículo, el
periodista cubano Carlos González afirma que desde la educación de
pre-grado se perfila la expertización, complementada en la etapa
postgraduada con cursos de distinto nivel. (20).
González cita en su trabajo al investigador Pedro Ortiz Simarro, quien
asevera que la formación del periodista especializado "no implica una
parcelación de su conocimiento (...) sino que se trata de un valor
añadido a su saber profesional" (21).

Pero sí se encuentran criterios contrapuestos en los enfoques de los


programas y de los contenidos de estudio, así como también en la
denominación de la asignatura, a la que se bautiza como Periodismo
Especializado, Prensa Especializada, Información Periodística
Especializada y Especialización Periodística.

A MODO DE CONCLUSIONES

Después de este somero recorrido que ha intentado abarcar aspectos


históricos, conceptuales e instrumentales del Periodismo Especializado,
cabe formular algunas reflexiones finales sin pretensión de última
palabra:

1.- La cada vez más fuerte competencia entre los medios, la


espectacular evolución de las TICs, el acelerado avance de la
especialización científica y el surgimiento de audiencias selectivas se
encuentran entre las principales causas del nacimiento y desarrollo del
Periodismo Especializado.

2.- El Periodismo Especializado deviene una tendencia del Periodismo


Contemporáneo en tanto responde a las exigencias de los receptores que
necesitan informaciones particularizadas, rigurosas, completas,
elaboradas por profesionales con conocimientos sólidos de las materias
que abordan.

3.- Esta tendencia seguirá creciendo y desarrollándose; muchos


aseguran que dada la superabundancia de información generadas por
las Nuevas Tecnologías, se hace cada vez más necesaria una
información especializada que responda a las exigencias de los
receptores. No son pocos los que avizoran que el Periodismo
Especializado es el Periodismo del futuro, que representa la
información periodística de calidad frente a la espectacularización
informativa que ni atiende ni explica los complejos problemas del
mundo actual.
4.- Para determinar si un texto responde a este tipo de práctica, debe
analizarse esencialmente la perspectiva desde la cual ha sido elaborado-
enfoque que privilegia el interés que para la sociedad tiene la
divulgación de ese conocimiento--; los métodos investigativos
empleados para lograr el rigor de los contenidos, y el objeto o tema de
los mensajes.

5.- A su función tradicional de puentes entre los públicos y las


especialidad, y entre cada una de estas, se añade la función sintetizadora
"para hacer frente a la actual atomización informativa producida por
una superabundancia de conocimientos y saberes (22) y la de
"contrarrestar los efectos perversos del especialismo a través de una
adecuada divulgación del conocimiento". (23)

6.- El periodista especializado no tiene, necesariamente, que ser o llegar


a ser un experto en la materia, como el mismo científico que la estudia
o produce. Le basta con devenir un interlocutor válido para los
especialistas.

7.- El periodista especializado debe facilitar el conocimiento más


riguroso del tema empleando un lenguaje que pueda ser fácilmente
decodificado por los receptores.

8.- El periodista especializado tiene que conocer y


documentar ampliamente el asunto y área que trata, y en la misma
medida dominar las técnicas de información que posibiliten una
recepción efectiva de su mensaje en los términos profesionales que
caracterizan la comunicación periodística: claridad, comprensión,
amenidad, completitud.

9.- El Periodismo Generalista y el Periodismo Especializado no se


excluyen entre sí, ni son antagónicos: se complementan.

10.- Corresponde al periodista especializado una formación del máximo


nivel tanto en el área objeto de su tratamiento publicístico como en los
conocimientos teórico-prácticos de carácter profesional.

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