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Las causas generadoras de los sismos - dispersión de energía que se manifiesta en forma de
vibraciones en el terreno - siguen en discusión aunque en la actualidad se los asocia con los
movimientos de las placas tectónicas.
Un dato que avala a esta teoría es que casi todos los terremotos se producen en zonas que
coinciden con los límites de las placas litoesféricas, en especial con las zonas de convergencia
como la región andina o con zonas de transformación como la falla de San Andrés, en California.
Una explicación podría ser que los movimientos de las placas no son continuos sino una sucesión
de desplazamientos separados entre sí por períodos de quietud en los que la energía se va
acumulando y que, luego al soltarse, genera una violenta dispersión de ondas longitudinales y
transversales.
El punto, donde se origina la vibración, se llama foco o hipocentro. Su proyección vertical se llama
epicentro y sirve para ubicarlo geográficamente en la superficie.
Convencionalmente se clasifican los focos en: someros, cuando se ubican entre la superficie y
los 70 Km. de profundidad; intermedios, entre 70 y 300 Km. y profundos entre los 300 y 700 Km.
La mayoría de los terremotos importantes son de focos someros. Los profundos son muy escasos
y nunca se detectaron sismos por debajo de los 700 Km.
El gran interrogante es saber si se puede predecir un terremoto, aunque todo parece indicar que
esto aún no es posible.
Sin embargo se debe tener en cuenta que estos movimientos a veces no existen y que otras no
preanuncian nada.
Hoy por hoy se obtienen mejores resultados con la prevención que con la predicción
Placa tectónica:
Una placa tectónica o placa litosférica es un fragmento de litosfera que se mueve como un bloque
relativamente rígido sobre la astenosfera (manto superior) de la Tierra. Cada zona tiene su propia
placa tectónica. Por ejemplo si una placa tectónica produce un gran movimiento terrestre podría
llegar a causar grandes terremotos.
Las placas tectónicas son aquellas porciones de litósfera que se ubican debajo de la superficie o
de la corteza terrestre del planeta. Son de material rígido y se ubican sobre la astenósfera, una
porción del manto terrestre mucho más profundo y complejo. Las placas tectónicas se encuentran
encastradas unas contra otras y aunque son rígidas, no están sostenidas más que por la unión
de unas con otras, por lo cual su movimiento es permanente y muy evidente o claro en algunas
regiones del planeta. En la mayoría de los casos, el movimiento o desplazamiento de las placas
tectónicas es milimétrico y no se siente en la vida cotidiana de las sociedades. Cuando estos
movimientos se hacen evidentes para el ser humano debemos hablar de fenómenos tales como
sismos, terremotos, tsunamis, etc. Muchas veces su movimiento también puede poner en acción
a volcanes.
La litosfera:
Los efectos que producen los terremotos son las consecuencias del paso de las ondas sísmicas
a través de las capas terrestres y de su llegada a la superficie. Los efectos pueden ser
momentáneos como los rumores y maremotos, y permanentes como derrumbamientos de
edificios, grietas, fallas dislocaciones, cambios hidrográficos, etc.
2) PLACAS TECTÓNICAS
En términos geológicos una placa es una porción grande, sólida y rígida de roca. La palabra
tectónica viene de la raíz griega "construir". Cuando unimos estas dos palabras tenemos el
término 'tectónica de placas ' que se refiere a cómo la superficie de la Tierra está construida de
placas. La teoría de tectónica de placas dice que la capa más externa de la Tierra está divida en
una docena o más de grandes y pequeñas placas que se mueven unas respecto de las otras.
Antes de la aceptación de la teoría de tectónica de placas se creía que los continentes actuales
eran los fragmentos de un antiguo supercontinente, según la denominada 'teoría de la deriva
continental'. En estos diagramas podemos ver como ese supercontinente denominado Pangaea
(del Griego "todas las tierras") se fragmentó según la teoría de la deriva continental.
Esta teoría fue introducida por primera vez en 1912 por Alfred Lothar Wegener basándose
principalmente en las coincidencias en formas entre las costas de Africa y América del Sur entre
otras. Aquí podemos ver una ilustración del libro de Wegener sobre estas coincidencias.
Dentro de la Tierra
El tamaño de la Tierra (unos 12.750 kilómetros de diámetro) ya era conocido por los antiguos
griegos, pero hasta el siglo 20 los científicos no pudieron determinar que nuestro planeta está
formado por tres capas principales: corteza, manto y núcleo. La corteza, la capa más externa, es
rígida y muy delgada comparada con las otras dos. Debajo de los océanos la corteza varía muy
poco en grosor llegando generalmente a los 5 km, sin embargo debajo de los continentes el grosor
es mucho más variable con una media de 30 km llegando a los 100 km debajo de las grandes
cordilleras como los Alpes.
Debajo de la corteza está el manto, una capa densa y caliente de roca semi-sólida de
aproximadamente 2.900 km de grosor. El manto contiene más hierro, magnesio y calcio que la
corteza y es más denso y caliente porque la presión y la temperatura aumentan con la
profundidad.
En el centro de la Tierra está el núcleo que es casi el doble de denso que el manto por su
composición básicamente metálica. El núcleo está formado por dos partes: el núclero externo
(líquido), de unos 2.200 km de profundidad y el núcleo interno (sólido), de unos 1.250 km. Debido
a la rotación de la Tierra el núcleo líquido gira sobre el núcleo sólido formando el campo magnético
de la Tierra.
Las placas tectónicas se desplazan unas respecto a otras con velocidades de 2,5 cm/año2 Dado
que se desplazan sobre la superficie finita de la Tierra, las placas interaccionan unas con otras a
lo largo de sus fronteras o límites provocando intensas deformaciones en la corteza y litosfera de
la Tierra, lo que ha dado lugar a la formación de grandes cadenas montañosas (por ejemplo las
cordilleras de Himalaya, Alpes, Pirineos, Atlas, Urales, entre muchos otros) y grandes sistemas
de fallas asociadas con estas (por ejemplo, el sistema de fallas de San Andrés). El contacto por
fricción entre los bordes de las placas es responsable de la mayor parte de los terremotos. Otros
fenómenos asociados son la creación de volcanes (especialmente notorios en el cinturón de
fuego del océano Pacífico) y las fosas oceánicas.
Las placas tectónicas se componen de dos tipos distintos de litosfera: la corteza continental, más
gruesa, y la corteza oceánica, la cual es relativamente delgada. La parte superior de la litosfera
se le conoce como Corteza terrestre, nuevamente de dos tipos (continental y oceánica). Esto
significa que una placa litosférica puede ser una placa continental, una oceánica, o bien de
ambos, si fuese así se le denomina placa mixta.
El total de placas de nuestro planeta es de 28, pero no todas tienen la misma importancia.
Mencionemos las más importantes a continuación:
Existen otras placas, llamadas secundarias (Cocos, Nazca, Filipina, Arábiga, Escocesa, Juan de
Fuca, del Caribe), microplacas (Birmania, Yangtze, Timor, Cabeza de Pájaro, Panamá) y el resto
de las placas (Rivera, Farallón, Ojotsk, Amuria, del Explorador, Gorda, Kula, Somalí, Sunda).
Las diferentes placas tectónicas llegan a tener contacto entre sí, y muchos de estos contactos
son los culpables de terremotos, sismos, erupciones volcánicas y otro tipo de fenómenos
naturales. Existen tres tipos de límites entre placas tectónicas:
Límites divergentes: Cuando dos placas tectónicas se alejan estas comienzan a dejar un
espacio que es luego rellenado por contenido como magma proveniente de las capas
inferiores de la Tierra.
Límites convergentes: Cuando los límites de dos placas chocan pueden suceder
diferentes cosas. Por ejemplo: si choca una placa oceánica con una terrestre se forma
una fosa sobre el agua y una cadena montañosa en la tierra, un ejemplo de esto es la
cordillera de los Andes. Por otro lado si chocan dos placas oceánicas se forman islas,
como el caso de Japón. Y en el caso de que choquen dos placas tectónicas terrestres el
resultado son las cadenas montañosas como la del Himalaya. Además de esto cuando
hay choque de placas la presencia de sismos y terremotos es bastante notoria.
Límites transformantes: Estos límites son menos comunes ya que son aquellos que
chocan pero que demuestran una fuerza pareja entre una placa y la otra. Esto lleva a
fallas terrestres como la falla de San Andrés, ubicada en lo Estados Unidos.
Mapa detallado que muestra las placas tectónicas con sus vectores de movimiento.
µ
υ=√
ρ
45.
6.-FALLAS GEOLOGICAS:
Desde el punto de vista del desplazamiento relativo de los bloques implicados, las
fallas se clasifican en:
Las estructuras vinculadas con las fallas dependen del tipo de régimen tectónico
regional en el que se han formado. Sin embargo hay algunas formas y términos
comunes a todas ellas: es frecuente que las fallas varíen de buzamiento en su
recorrido, mostrando zonas relativamente horizontales, rellanos, alternando con zonas
más inclinadas, rampas. Los bloques delimitados entre rampas de fallas se denominan
escamas tectónicas o horses y el apilamiento de estas escamas se denomina duplex.
Las formas más comunes asociadas a la compresión son producidas por fallas
inversas: cabalgamientos y mantos de corrimiento, típicos de las zonas externas de los
orógenos de colisión, en lo que se denomina «cinturón de cabalgamientos» y se
corresponde con el estilo tectónico de piel fina.
Los dos casos posibles de estructuras en abanico en la zona de alabeo de una falla de
desgarre dextral: giro a la izquierda con elevación tipo push-up y giro a la derecha con
hundimiento tipo pull-apart.
En las grandes fallas de desgarre, cuyo componente de desplazamiento es
principalmente horizontal, pueden delimitarse áreas de compresión o extensión locales
que producen movimientos de elevación o hundimiento. El relevo o puente entre dos
fallas próximas o la curvatura local de una falla en dirección produce una zona en que
la dirección local de la fracturación es oblícua o perpendicular a la dirección de
desplazamiento principal, formándose escamas y duplex asociados.
Según sea el relevo o giro de las fallas, a derecha o izquierda, y según sea el
desplazamiento horizontal de las mismas, dextral o sinestral, la zona de enlace entre
ambas tendrá un comportamiento compresivo o distensivo de las escamas y duplex
que se hubieran formado, desarrollándose elevaciones en abanico, tipo push-up, o
depresiones tectónicas de tipo pull-apart.
11 FALLAS EN BOLIVIA
Hay al menos 11 fallas geológicas presentes en ocho departamentos del país (menos
en Pando) que pueden alertar sobre sismos, según un mapa elaborado por el Servicio
Geológico Minero (Sergeomin). En Bolivia se identificaron seis zonas sísmicas.
Una falla geológica es una grieta en la corteza terrestre. “(Éstas) pueden alertar sobre
riesgos desde deslizamientos hasta sismos con cierto grado de certeza”, explica el
director ejecutivo del Sergeomin, Roberto Pérez Morales. El Observatorio San Calixto
tiene ocho estaciones sísmicas digitales que monitorean estos fenómenos las 24 horas,
en el país.
Existen dos principales tipos de fallas geológicas: inversas e inferidas. Según Pérez, las
primeras son las más importantes. “Son las (cortezas) que han sufrido un
desdoblamiento mayor a 10, 15 y 20 metros en el tiempo y, en algunos casos, hasta
cientos de metros”. Las inferidas no presentan mucho movimiento.
Hay también fallas que tienen las dos características al mismo tiempo, es decir, una
parte son inversas y el resto inferidas.
Según la Teoría Tectónica de las Placas, las cortezas van fundiéndose o separándose
cada año por lo menos un par de centímetros, pero si un año dejan de sumar “en algún
momento la corteza tiene que recuperar esos centímetros perdidos y ese fenómeno
puede ser de golpe”, añade Pérez. Esos movimientos intempestivos pueden traducirse
en sismos, como el ocurrido en 1998 en las comunidades de Aiquile y Totora,
Cochabamba.