Preparación para la Sesión 2

Fe Cristiana y Credos

En el Curso 3D no hay “tareas para el hogar” formales, pero sí hay cierto material
sobre el cual reflexionar durante la semana previa a cada sesión. Hallarán este
material en las “Hojas de Preparación”. Esperamos que cada integrante del grupo
realice esta preparación. Les tomará probablemente una hora. Esto les dará la
oportunidad de entrar en tema antes de que el grupo se reúna, y les ayudará a obtener
un mayor provecho de cada sesión.

Antes de la Sesión se les solicita que reflexionen sobre un pasaje de la Biblia. Este es un
pasaje que re-afirma las bases de la fe Cristiana. Mientras lo leen, traten de elegir 2 o 3
palabras o frases que expresen aspectos importantes de sus propias creencias.

El pasaje es este:

 1 Pedro 1:3 - 21

Cuando hayan elegido sus 2 o 3 palabras o frases, escríbanlas en el casillero de abajo:

Si disponen de tiempo, vean la página de Cuando vengan a la Sesión,

los Credos (al final de la Sesión 2) traten de traer algo que les sirva
de ayuda en sus oraciones
Si tienen reflexiones o preguntas sobre (Notas de Estudios Bíblicos,
éstos, anótenlos: íconos, libros de oración, etc.)
Si no pueden traerlos, quizás
puedan describirlos.

Sesión 2 Página 1
 Sesión 2
Fe Cristiana y Credos
El material para esta sesión nos permitirá

 Orar juntos
 Verificar que estemos aprendiendo los nombres de todos
 Compartir un poco acerca de cómo oramos y vivimos como discípulos Cristianos
 Ver cómo esto se relaciona con algunas afirmaciones de la fe Cristiana compartidas
ampliamente

Nota general sobre los materiales del Curso 3D:

Este cuadro al comienzo de cada sesión indica lo que se espera cubrir. En estas sesiones, cada grupo diferente
tendrá su propia dinámica para hacerlo, con la guía de su Tutor. Nuestra intención es proveer un variado
material de ayuda para elegir, pero no esperamos que los grupos trabajen con todas las hojas de referencias.
Esperamos que a medida que progrese el curso 3D, la carpeta se vaya convirtiendo en una provechosa guía de
trabajo que los miembros del grupo sigan usando en el futuro.

Tiempo de oración de Apertura

Quizás guiado por miembros del grupo

1. ¡Revisión de nombres!

Nuestra propia fe y experiencia

2. De a dos, compartan sobre cómo oran y viven su fe Cristiana – incluyendo el culto en la
iglesia, otros tiempos de oración, y lo que significa para ustedes ser un Cristiano en su
vida cotidiana.

3.  Vuelvan a leer 1 Pedro 1:3-21

Juntos en el grupo, lean las palabras y frases que anotaron en su hoja de Preparación.
Luego discutan las siguientes preguntas:

Sesión 2 Página 2
 a) ¿Qué nos dice este pasaje sobre la fe
Cristiana?

b) ¿Qué es lo que nos dice sobre la vida

Cristiana? (versículos 13-21)

c) ¿Qué es lo que nos dice que Jesús hizo

por nosotros?

4. Usando el pasaje de 1 Pedro como ayuda –

¿Qué concordancia creen que existe entre lo que ustedes creen y cómo ustedes
viven?

Afirmaciones de Fe
5. A lo largo de su historia la Iglesia Cristiana ha usado afirmaciones de sus creencias,
llamadas “Credos”. En el Nuevo Testamento, estas afirmaciones podrían ser bastantes
cortas: “Jesús es Señor” (1 Corintios 12:3)

¿Qué es un Credo?

Un Credo es una declaración de puntos importantes en la fe y enseñanza de la Iglesia.

La palabra CREDO proviene del Latín, y fue la que se usó en los primeros Credos escritos
en Latín. “Credo” se traduce como “Yo creo”, pero esto puede ser engañoso. “Creo en
Dios” no significa “Creo que Dios existe” (los primeros Cristianos daban por sentado que
Dios existía). Significa más bien algo como “Mi corazón está en Dios” o “Me comprometo
con Dios”. Nos acercamos más a esta idea en el estilo de preguntas y respuestas usado en
los servicios de Bautismo:

¿Crees y confías en Dios el Padre?

Creo en Dios, Padre Todopoderoso
Creador del cielo y de la tierra.

¿Crees y confías en su Hijo Jesucristo?

Creo en Jesucristo, Su único Hijo, nuestro Señor...

¿Crees y confías en el Espíritu Santo?

Creo en el Espíritu Santo... Amén.

Sesión 2 Página 3
La Iglesia ha usado los Credos de varias maneras:

CONTRASEÑA
En la Iglesia primitiva, los candidatos para el bautismo debían aceptar una breve
fórmula de creencias, que solía comenzar con - “Creo en...” (queriendo con esto
decir “Abrazo como propias aquellas cosas en las que cree la Iglesia”). Luego estas
afirmaciones bautismales de fe se hicieron más largas. El Credo de los Apóstoles es
un ejemplo.

DELIMITACIÓN
Un segundo tipo de Credo fue el que se formuló como una declaración conjunta al
finalizar los primeros Concilios de las Iglesias (reuniones en las que los líderes de
las iglesias de todo el mundo Mediterráneo discutían sobre algún conflicto o
problema en la Iglesia). Estos credos se llaman “conciliares”, y se convirtieron en
definiciones autorizadas de la fe verdadera. Todo aquel que se rehusara a
pronunciarlos era un potencial hereje o paria.

ALABANZA
Los Credos también se usan como parte de la liturgia de la Iglesia, en la que la
declaración de nuestra fe se vuelve un acto de alabanza y adoración.

Piensen en estas tres maneras de usar los Credos. ¿Cómo se usan los Credos en su
Iglesia?

6. Vean los varios tipos de Credo impresos en las siguientes páginas. Noten que las
diferencias entre ellos guardan cierta relación con las diversas circunstancias en las
que fueron escritos. (La “Preparación para la Sesión 3” les brinda la oportunidad de
volver a ver estos Credos, de modo que no se preocupen si no hay tiempo suficiente
para analizarlos en detalle ahora).

7. El Credo de los Apóstoles comienza con las palabra “Creo...”, mientras que el Credo
Niceno comienza con la palabra “Creemos...”.

¿Por qué creen que se hizo este cambio?

¿Cuál prefieren ustedes? ¿Por qué?

8. Los Credos pueden sonar muy formales. ¿Está bien que los Cristianos tengan
dudas? Quizás quieran discutir esto de a dos primero, luego en el grupo si hay
tiempo.

Oraciones de Cierre

Sesión 2 Página 4
 Credo de los Apóstoles
Este credo se origina en la vida de la iglesia
durante el primer siglo, 100dC, y en especial a
partir de la mitad del siglo 2. Refleja una
afirmación Trinitaria de fe breve y simple,
probablemente usada por adultos en su bautismo.
Su forma actual se encuentra en documentos del
siglo 8 y generalmente se refieren a él como el
credo común de la Cristiandad Occidental que
surgió de Roma en esa época.
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del
cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su
único hijo, nuestro Señor. Fue concebido por
obra y gracia del Espíritu Santo y nació de la
Virgen María. Padeció bajo el poder Poncio
Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos. Al tercer día
resucitó de entre los muertos. Subió a los
cielos, y está sentado a la diestra de Dios
Padre. Desde allí vendrá con gloria a juzgar a
vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la
santa Iglesia católica, la comunión de los
santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de los muertos, y la vida eterna.
Amén.
Credo Niceno
Este credo proviene del Concilio Eclesiástico de
Nicea (325dC) el cual buscaba afirmar cómo
Jesucristo era Dios, en respuesta a la creencia de
Arrio que negaba la naturaleza divina de Jesús. La
forma de este Credo que recita hoy la iglesia surge
del Concilio de Constantinopla (381dC) que
afirmaba el credo de Nicea y añadía una sección
sobre la deidad del Espíritu Santo. El credo fue
particularmente apto para uso litúrgico y se usaba
tanto para credo bautismal como para la Santa
Comunión.
Creemos en un solo Dios, Padre
Todopoderoso, creador de cielo y tierra, de
todo lo visible e invisible.
Creemos en un solo Señor Jesucristo, hijo
único de Dios, nacido del Padre antes de
todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
Sesión 2
engendrado, no creado, de la misma
naturaleza que el Padre, por quien todo fue
hecho; que por nosotros y por nuestra
salvación, bajó del cielo: por obra del Espíritu
Santo se encarnó de María, la Virgen, y se
hizo hombre. Por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato:
padeció y fue sepultado. Resucitó al tercer
día, según las Escrituras, subió al cielo y está
sentado a la derecha del Padre. De nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creemos en
el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el
Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creemos
en la Iglesia, que es una, santa, católica y
apostólica. Reconocemos un solo Bautismo
para el perdón de los pecados. Esperamos la
resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro. Amén.
Credo de Atanasio
Este Credo se llama así por San Atanasio, un
obispo y teólogo Egipcio del siglo 4. Fue uno de
los líderes de la iglesia que tomó parte en el
Concilio de Nicea (ver nota sobre el Credo
Niceno). Probablemente el Credo Atanasio fue
escrito posteriormente a la época del obispo, pero
muestra la misma preocupación por explicar cómo
Jesús fue tan divino como humano. Existe una
versión completa de este Credo en el Libro de
Oración Común (en la página 726), pero no suele
usarse hoy en día en los cultos, quizás debido a
que dice fuertes cosas sobre la fe (“Todo el que
quiera salvarse debe...”). A continuación hay una
adaptación moderna que se usa en algunos cultos
de la Iglesia Anglicana en otros países.
Proclamamos la fe de la Iglesia en Jesucristo:
creemos y confesamos que nuestro Señor
Jesucristo, Hijo de Dios, es Dios y hombre;
Dios, de la sustancia del Padre, engendrado
antes de todos los siglos; y hombre, de la
sustancia de su madre, nacido en el mundo.
Perfecto Dios y perfecto Hombre, subsistente
de alma racional y de carne humana; igual al
Padre, según su Divinidad; inferior al Padre,
según su Humanidad.
Página 5
Quien, aunque sea Dios y Hombre, sin
embargo, no es dos, sino un solo Cristo; Uno,
no por conversión de la Divinidad en carne,
sino por la asunción de la Humanidad en
Dios; Uno totalmente, no por confusión de
sustancia, sino por unidad de Persona. Pues
como el alma racional y la carne es un solo
hombre, así Dios y Hombre es un solo Cristo.
La Palabra se hizo carne y vivió entre
nosotros; hemos visto su gloria, la gloria del
único Hijo engendrado del Padre, lleno de
gracia y verdad.
Declaración de Fe
Iglesia Unida de Cristo
Este Credo fue escrito cuando las Iglesias
Cristianas Congregacionales y las iglesias
Evangélica y Reformada se fusionaron para
formar la Iglesia Unida de Cristo en 1959. Intenta
ser moderno en su lenguaje y teológicamente
sensible.
Creemos en Dios, el Espíritu Eterno, Padre de
nuestro Señor Jesucristo y Padre nuestro; y
acerca de sus actos atestiguamos los
siguiente: El llama a la vida al universo, crea
al hombre a su propia imagen, y le señala los
caminos de la vida y de la muerte. El, en
santo amor, busca salvar a todos los hombres
de su estado de desolación, su desorientación
y su pecaminosidad. El juzga a los hombres y
a las naciones conforme a su justa voluntad
manifestada por boca de los profetas y
apóstoles. En la persona de Jesucristo, el
hombre de Nazaret, nuestro Señor crucificado
y resucitado, El ha venido hacia nosotros para
compartir nuestra suerte común, lograr la
victoria sobre el pecado y la muerte, y
reconciliar consigo al mundo. El derrama
sobre nosotros su Santo Espíritu, crea y
renueva la iglesia de Jesucristo, y une en un
pacto al pueblo creyente de todas las edades,
lenguas y razas. El nos convoca como “su
iglesia” para que aceptemos el costo y el gozo
del discipulado, para ser siervos suyos en el
servicio a los hombres, para proclamar el
evangelio al mundo entero y resistir a las
fuerzas del mal, para compartir el bautismo
de Cristo y comer en su mesa, para ser
Sesión 2
partícipes suyos en su pasión y victoria. El
promete a todos cuantos en El confían, la
remisión de los pecados y la plenitud de su
gracia, valor en la lucha por la justicia y la
paz, su presencia en días de aflicción y de
alegría, y la vida perdurable en su reino que
no tendrá fin. A El sea la alabanza y el honor,
la gloria y el poder. Amén.
Credo Nicaragüense
Escrito en la década del 80, esta es una
declaración de fe de los Cristianos en Nicaragua
quienes están muy preocupados en la lucha por la
liberación de los pobres de la opresión de los
ricos. Fue incluido en la Misa Campesina
Nicaragüense.
Yo creo en vos, Cristo obrero, luz de luz y
verdadero, unigénito de Dios, que para salvar
al mundo en el vientre humilde y puro de
María se encarnó, creo que fuiste golpeado,
con escarnio torturado, en la cruz martirizado
siendo Pilatos Pretor, el romano imperialista,
puñetero y desalmado que lavándose las
manos quiso borrar el error. Yo creo en Ti
compañero, Cristo humano, Cristo obrero, de
la muerte vencedor, con el sacrificio inmenso
engendraste el hombre nuevo para la
liberación, siempre estás resucitando en cada
brazo que se alza para defender al pueblo del
dominio explotador, porque estás vivo en el
rancho, en la fábrica, en la escuela, creo en tu
lucha sin tregua, creo en tu resurrección.
¿Qué tipo de Credo
se usa comúnmente en sus Iglesias los
Domingos?
Página 6