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LA TUMBA KV55 Y EL MISTERIO DE LA MOMIA DE AKHENATON

RAFAEL AGUSTÍ TORRES

EGIPTÓLOGO, EX PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE


EGIPTOLOGÍA

MIEMBRO DE LA AMERICAN ASSOCIATION OF ANCIENT HISTORIANS


INTRODUCCIÓN

Sin duda alguna el descubrimiento de la tumba KV55 del Valle de los Reyes es uno de
los más controvertidos en la historia de la arqueología egipcia. A día de hoy y, casi 110
años después de realizarse el hallazgo, son muchas las preguntas que dicho
descubrimiento plantea. Pero siguen siendo, fundamentalmente dos, las cuestiones
principales por resolver; en primer lugar la identidad de los restos humanos allí
encontrados y, en segundo lugar, la naturaleza misma de la tumba. ¿Quién fue el
misterioso ocupante de la tumba KV55?, sobre este particular se han propuesto a día
de hoy más de treinta hipótesis distintas, las cuales, en vez de arrojar luz sobre el
asunto, lo que hacen es complicar y confundir más las cosas. La persona interesada en
el tema que se acerque buscando un mínimo de comprensión sobre el asunto, se verá
superada por multitud de opiniones (todas legítimas) y terminará perdiéndose en una
madeja de posibilidades que, en vez de aportarle alguna claridad, lo que hará será
confundirle aún más. A día de hoy dos son los candidatos con mayores posibilidades
para poder identificar los restos humanos hallados en la KV55, estos dos candidatos
son: Akhenaton (Amenhotep IV) y Smenkhkare. La segunda cuestión es ¿por qué estos
restos humanos y los diferentes objetos hallados en la KV55 se colocaron en esta
tumba y no en otro lugar más adecuado dado el caso de que son objetos
pertenecientes a distintos miembros de la familia real (y poseedores del derecho a una
tumba individual) de finales de la XVIII dinastía y directamente relacionados con el
periodo de Amarna?. ¿Es la KV55 una cachette, una sepultura provisional o se trata de
un enterramiento originalmente intencional?. Estas son, a mi juicio, los dos grandes
enigmas de esta tumba. Si pudiésemos dar respuesta a ambas cuestiones, mucho de lo
que hoy nos falta por conocer del periodo final de Amarna y sus protagonistas se vería
aclarado.

En el presente trabajo se exponen los hechos más relevantes sobre la KV55 y su


contenido, se muestran las principales líneas de trabajo y sus controversias (sin abusar
de hipótesis tras hipótesis) sobre la identidad de los restos, el contenido de la tumba y
la tumba propiamente dicha y, finalmente, se dará una conclusión sobre el tema y una
opinión personal, todo ello basado en las evidencias disponibles. Finalmente, será el
lector quien, con las evidencias en la mano, podrá decidir, o no, que respuestas son las
más adecuadas al misterio de la tumba KV55.
I

EL DESCUBRIMIENTO DE LA TUMBA KV55

La tumba KV55 del Valle de los Reyes fue descubierta por Edward R. Ayrton el 6 de
enero de 1907. Tres días antes del descubrimiento de la KV55, Ayrton había
descubierto una cavidad en la roca (ahora designado como KVC) situada
inmediatamente por encima de la entrada de la KV55 y que contenía recipientes
típicos de la XX dinastía (Davis, 1990, p.v). Esta cavidad pudo haber sido el comienzo de
una tumba inacabada, y su contenido pudo ser análogo al de la cachette de
embalsamamiento que se encuentra en KV54, pero debido a que este hallazgo nunca
fue publicado correctamente, la naturaleza exacta de su contenido, la fecha de los
recipientes, y su relación (si la hubiera) con la KV55 no están claros (Davis, 1990, p.v,
172; Bell, 1990, p. 137).

El patrocinador de Ayrton, el millonario norteamericano Theodor M. Davis quien tenía


la concesión para excavar en el Valle de los Reyes, fue informado un día después del
hallazgo de la tumba KV55, en ella se entró por primera vez el 9 de enero, formando
parte del grupo Ayrton, Davis, Joseph Smith Lindon y, como representante del Servicio
de Antigüedades, Arthur Weigall. El día 11 de enero se fotografiaron los hallazgos
(Davis, 1990, p.vi). Ayrton comenzó a continuación, el despeje de la tumba. El día 25 de
enero de 1907, el sarcófago y la momia allí encontrados fueron investigados in situ
(Davis, 1990, p. vii). De acuerdo con una carta de Davis a Gaston Maspero, algunos de
los objetos que se encontraban originalmente en la KV55 todavía estaban en su lugar
en enero de 1908, y su estudio e intentos de conservación aún estaban en curso en
esta fecha posterior (Davis, 1990, p.vii; Reeves, N., 1990, pp. 335-336). En 1910 Davis
publicó un resumen de la excavación con el título de “The Tomb of Queen Tîyi”. En
1921 durante sus excavaciones en el Valle de los Reyes, Howard Carter descubrió
varios elementos que parecían tener como origen la KV55 (Davis, 1990, p.ix). Estos
incluían un bruñidor de jaspe y algunos fragmentos de rosetas de cobre pertenecientes
a un manto funerario. Después de su excavación, se colocó en la entrada de la tumba
una puerta de hierro, que posteriormente fue retirada y sustituida por bloques de
piedra. En 1923, Harry Burton utilizó la tumba KV55 como cuarto oscuro para revelar
sus fotografías durante la excavación de la tumba de Tutankhamon por Howard Carter.
En 1944 este muro de bloques se derrumbó llenando de escombros la entrada de la
tumba KV55. En 1993 la tumba fue despejada de nuevo por Lyla Pinch-Brock. En 1996
se llevó a cabo trabajos de conservación en las escaleras y en el enlucido interior de la
cámara funeraria gracias a una subvención del American Research Center in Egypt
(“Kv55 Tiye (?) or Akhenaten (?). The Theban Mapping Project”).

II

LA TUMBA

La tumba KV55 tiene un tamaño total de 84,3 metros cuadrados y un volumen total de
185,25 metros cúbicos, una altura máxima de 3,93 m., un mínimo de ancho de 1,34 m.
y un máximo de ancho de 6,63 m. Es una tumba relativamente pequeña, su longitud
total es de 27,61 metros y posiblemente se excavó al mismo tiempo de que la tumba
KV46 (Thuya y Yuya) y la KV62 (Tutankhamon). Está situada junto a la KV6 (tumba de
Ramsés IX), encima de la KV7 (tumba de Ramsés II) y cerca de la KV62 (tumba de
Tutankhamon). Su entrada está abierta en la roca, en dirección este. A la tumba se
accede por un tramo de 20 escalones, cortados en la roca y cubiertos por un saliente
de roca. Las escaleras conducen a un pasillo ligeramente inclinado y a la cámara
funeraria. Después de ser hecha la entrada inicial, esta se ensanchó, como parecen
sugerir las marcas de albañil que se encuentran en las paredes de la entrada de la
tumba, un dibujo en un ostracon hallado por Lyla Pinch-Brock en 1993, ha sido
interpretado como el plano de la tumba. Al parecer el hueco de la escalera fue
ampliado, el techo se elevó y se aumentó el número de escalones. Cuando la tumba
fue descubierta en 1907, la escalera estaba cubierta de escombros, probablemente
procedentes del trabajo de excavación de la tumba KV6, situada directamente encima
de la KV55. La capa superior de estos escombros consistía en fragmentos de
mampostería unidos con cemento y agua; debajo de ellos, la superficie se encontraba
seca y limpia (Davis, 1990, p.7).

Cuando la tumba fue descubierta, la puerta exterior estaba bloqueada por dos paredes
consecutivas. El bloqueo principal consistía en una pared de bloques de piedra caliza
cementada, enlucida y sellada con el sello de la necrópolis real (un chacal y nueve
prisioneros) (Reeves, 1990, p.42). Weigall indicó más adelante que un fragmento con el
sello de Tutankhamon había sido recuperado de entre estos bloques originales
(Weigall, 1912, p.108), sin embargo su declaración no está corroborada por cualquiera
de los otros informes que datan desde el descubrimiento inicial, por lo que la
afirmación de Weigall queda abierta al debate (Davis, 1990, p.vi; Bell, 1990, p.133). La
primera pared había sido derribada parcialmente en la antigüedad, y la tumba fue
cerrada de nuevo por una segunda pared hecha de fragmentos de piedra caliza sueltos
que fueron levantados frente a los restos de la primera pared. Debido a que Weigall
describió estas paredes de forma ambigua no está claro si la pared secundaria se
encontró intacta o si ya había sido parcialmente desmantelada, al igual que la primera
pared (Davis, 1990, p.v; Bell, 1990, p.133).

Entrada a la tumba KV55 KV55 plano de la tumba

Portada del libro de Davis edición de 1910

El corredor de acceso a la tumba, inclinado, estaba lleno de escombros más allá de la


entrada. Puesto que la pared secundaria fue construida, en su parte superior, de
material originario de estos escombros, el relleno parece datar de la época del
enterramiento original. En 1907 estos escombros se había extendido hacia abajo en la
cámara funeraria (Reeves, 1990, p.42). Las manchas en el techo y las paredes del
pasillo indican que el agua se había infiltrado en la tumba en el pasado (“KV 55….”. The
Teban Mapping Project). En la parte superior del relleno de escombros fueron hallados
un panel y la puerta de un gran santuario dorado aunque no está clara la posición
exacta de estos objetos en el momento de su hallazgo (Reeves, 1990, p.45; Bell, 1990,
p.110 y 116), piezas adicionales del mismo santuario fueron recuperadas de la cámara
funeraria.

Las paredes de la cámara funeraria son alargadas pero, por lo demás, se encuentran
sin decorar. El enyesado parece haber sido hecho algunos años después de haberse
excavado la tumba en la roca, y las reparaciones son evidentes. Los escombros que
cubrían el pasillo se habían extendido hasta la cámara funeraria y la habían cubierto
parcialmente. En otras partes de la cámara numerosos objetos situados en el piso
estaban cubiertos con fragmentos de yeso caídos de las paredes y con piedras caídas
del cielo raso del techo (Bell, 1990, p.116). En el lado sur de esta cámara hay un acceso
a una pequeña antecámara, y marcas rojas de albañilería en la pared este indican la
planificación de otra sala, que de haberse construido habría igualado la disposición de
la tumba de Tutankhamon.

III

EL CONTENIDO DE LA TUMBA

Los problemas en torno a la interpretación de la KV55 se deben en gran parte a las


deficiencias de la publicación original de Davis con respecto a la excavación. De hecho,
su mezcla de suposición, error y omisión ha dificultado desde entonces un
entendimiento completo del depósito (Davis, 1990, p.iv). La culpa de estas deficiencias
recae, por lo general, en Davis (como editor de la publicación) y de Ayrton (como
arqueólogo supervisor) (Davis, 1990, p.iv; Bell, 1990, p.97), estudios repetidos y
cuidadosos (Reeves, 1990, pp.42-49; Bell, 1990) de la publicación original, de informes
de testigos y de fotografías tomadas antes de que la tumba fuera despejada han traído
un poco de claridad a la situación. A pesar de que la tumba había sido claramente
alterada en la antigüedad, y aunque su contenido ha sido descrito como desordenado
y caótico (Reeves, 1990, p.43), Martha Bell ha argumentado que este desorden es más
aparente que real. Su reconstrucción de la disposición de la tumba indica una
colocación ordenada y deliberada de los objetos, y sugiere que la impresión de caos
puede deberse al colapso en los objetos de madera debido a la caída de yeso y piedra
sobre ellos (Bell, 1990, p.116). Los fragmentos “cementados” y las manchas en el
pasillo indican que el agua entró en la tumba a lo largo del techo del pasillo, pero esta
cantidad de agua no debió de haber sido grande y la mayoría de los daños podrían
haber sido causados por el aumento de la humedad del lugar en contacto directo con
el agua. Bell también sugirió que la humedad debajo de la momia podría resultar de las
precipitaciones que hubo poco después de la apertura de la tumba en 1907. Otros
daños causados a los objetos de madera podrían deberse al ataque de insectos (Bell,
1990, p.132).

KV55 interior de la tumba KV55 cámara funeraria

KV55 ataúd

Los objetos encontrados en la cámara funeraria de la KV55 pueden ser agrupados en


diferentes categorías (Reeves, 1990, pp. 46-47; Bell, 1990, pp. 110-119):

1. Partes de una capilla dorada (Museo Egipcio de Antigüedades de El Cairo, Nº de


Inventario JE 57175) desmantelada relacionada con el panel y la puerta encontrados
en el corredor de acceso; grandes paneles de esta capilla estaban tendidos en el suelo
y apilados contra la pared oriental, los elementos más pequeños (como marcos de
puertas, un dintel y, posiblemente, partes de la cornisa) yacían en el suelo. Una
reciente reconstrucción de la capilla (Bell, 1990, p.127 y ss.) hecha sobre la base de
pruebas fotográficas, dibujos, descripciones de testigos y dos tablones que se exhiben
en El Cairo, indican que se parecía a las capillas segunda y tercera de Tutankhamon en
apariencia y tamaño general. La presencia de rosetas de cobre indica que una cortina
funeraria recubría la capilla, de forma también comparable a las de Tutankhamon (Bell,
1990, p.129). Sin embargo, la decoración e inscripciones en la capilla son
notablemente distintas de las de Tutankhamon: la decoración estaba dominada por
grandes escenas de ofrendas en lugar de una multitud de escenas mitológicas más
pequeñas; el texto era mucho más breve principalmente compuesto por títulos,
nombres y la dedicación de la capilla, en lugar de fórmulas de textos funerarios; el
interior de la capilla estaba sin decorar y tampoco había inscripciones (Bell, 1990,
p.120 y 129). El texto en la capilla indica que ésta fue hecha por Akhenaton para su
madre Tiyi. Con una excepción, los nombres de Akhenaton fueron borrados y en
algunos lugares sustituidos en tinta por los de Amenhotep III (Bell, 1990, p.129). En el
texto hay una referencia a la “Casa de Aton en Akhetaton”, tal vez indicando que la
capilla fue hecha y utilizada originalmente en Amarna (Bell, 1990, p.132). La
decoración, que parece haber sido muy similar en todos los lados de la capilla, cuenta
con escenas de ofrendas hechas por Akhenaton y Tiyi a Aton, con un enfoque principal
sobre la figura del rey en lugar de la de su madre. Al igual que con sus nombres, la
figura de Akhenaton fue borrada de las escenas, con una sola excepción (Bell, 1990,
pp.120-129).

Capilla de la reina Tiyi

La disposición ordenada de las partes de la capilla dentro de la tumba parece indicar


que fue introducida dentro de la tumba totalmente montada, con las puertas
orientadas hacia el sur, y que posteriormente fue desmontada en el interior de la
tumba (Bell, 1990, p.120). Al parecer sólo se utilizó una única capilla en la KV55, en
lugar del conjunto de cuatro capillas superpuestas como en el caso de la tumba de
Tutankhamon (Bell, 1990, p.129). La presencia de una capilla dedicada a Tiyi se
interpreta generalmente como evidencia de que la momia de la reina estuvo
depositada dentro de la capilla de la KV55. Otros objetos (mobiliario) inscritos con su
nombre y con los de Amenhotep III son interpretados como pertenecientes a su ajuar
funerario. Las impresiones de sellos que se encuentran cerca de la pared este podrían
indicar otros elementos que fueron retirados, junto con la momia de la reina, en un
momento posterior (Bell, 1990, p.135). Harold Jones hizo un dibujo de la pared
posterior de la capilla en la que se reproducen las inscripciones.

2. Restos de cajas y su contenido: al menos dos cajas en mal estado de conservación se


encontraron en la esquina sur-oriental de la cámara, su contenido se hallaba esparcido
por el suelo. Estos objetos, incluidos algunos de loza, se han relacionado con la
ceremonia de la “apertura de la boca”.

3. Impresiones de sellos: se encontraron varias pequeñas impresiones de sellos debajo


de los paneles de la capilla dorada. En ellos se encuentra el prenomen de
Tutankhamon (Nebkheperure) y son idénticos a los sellos tipo N encontrados en su
tumba (KV62).

4. Ataúd, vasos canopos y ladrillos mágicos: el ataúd se hallaba recostado contra la


pared sur y se apoyaba sobre los restos de un catafalco con cabeza de león, la tapa del
ataúd se hallaba abierta y su caja se había podrido, la momia que contenía estaba mal
conservada. La caja de madera estaba prácticamente desintegrada, sólo restaban
partes de los elementos decorativos que la adornaban, estos restos se componían de
piezas de vidrio e incrustaciones de piedras semipreciosas junto a una gruesa lámina
de oro tabicada con un patrón Rishi y una banda de inscripciones que se extendían a lo
largo del borde del ataúd. Estos elementos desaparecieron misteriosamente de Egipto
y volvieron a reaparecer en el Staatliches Museum Ägyptischer Kunst de Múnich donde
estuvieron expuestos, ya reconstruidos, entre los años 1980-2002, en este último año
(2002) fueron devueltos a Egipto y actualmente expuestos en el Museo Egipcio de
Antigüedades de El Cairo. El ataúd está hecho de madera de ciprés recubierta con
láminas de oro e incrustaciones de azul cobalto, vidrios de coloración turquesa,
transparente y de color rojo calcedonia. Este ataúd es del tipo denominado “Rishi” (los
Rishi son un tipo de ataúdes característico del Segundo Periodo Intermedio de entre
los años 1650-1550 a.C., su nombre procede de la palabra árabe “risha” que significa
“pluma”. Su decoración típica es la del difunto tocado con un paño nemes, estando
cubierto su cuerpo con una decoración de plumas (de ahí su nombre), suele
encontrarse una inscripción en el medio que va desde la parte superior a la inferior del
ataúd y el pecho muestra una decoración de buitre y cobra, ambos símbolos reales, así
como un gran collar. Los primeros ejemplos seguros de este tipo de ataúd pertenecen
a la XVII dinastía y fueron encontrados en Luxor durante el siglo XIX. La decoración de
este ataúd es muy parecida a la del segundo de los ataúdes interiores de Tutankhamon
y también a la de los cuatro pequeños ataúdes canopos encontrados en su tumba
(KV62), junto al ataúd de la KV55 constituyen ejemplos únicos para este periodo de la
dinastía XVIII. Está expuesto en el Museo Egipcio de Antigüedades de El Cairo desde
1915 (Nº de Inventario JE 39627). Así mismo algunos fragmentos de láminas doradas
procedentes tanto de la tapa como de la caja fueron encontradas en el ataúd, estas
láminas fueron identificadas erróneamente como bandas para la momia.
KV55 ataúd

Cuando se abrió inicialmente la KV55, Theodore Davis creyó que había encontrado la
tumba de la reina Tiyi. Sin embargo, se reconoció rápidamente que los restos humanos
sepultados allí eran de sexo masculino. Georges Daressy dedujo, además, que el ataúd
dorado que se halló en la tumba fue hecho originalmente para una mujer y sólo más
tarde adaptado para dar cabida a un rey, a través de las alteraciones en sus
inscripciones y la adición de una falsa barba, un uraeus y los cetros reales (Daressy,
1916, p.145; Davis, 1990, p.viii). Weigall había señalado que las inscripciones del ataúd
hacían referencia a un rey y menciona la expresión “Hermoso niño del Sol” en ellas.
Por su parte, Alan Gardiner tras estudiar las inscripciones llegó a la conclusión de que
el ataúd fue hecho para Akhenaton (Gardiner, 1957, pp.10 y ss.). Sin embargo, el
consenso general es que el ataúd fue fabricado originalmente para una mujer y luego
adaptado para el entierro de un hombre. La identidad de la propietaria original del
ataúd ha sido tema de discusión desde hace muchos años, con Tiyi, Nefertiti,
Meketaton y Meritaton propuestas como candidatas (Davis, 1990, pp.viii-x).
Actualmente es ampliamente aceptado que el ataúd fue destinado originalmente para
Kiya (Davis, 1990, p.xii), la esposa secundaria de Akhenaton; en 1978 Perepelkin (GC,
1978) señaló que tanto las inscripciones del ataúd como las de los vasos canopos
hacían referencia directa a Kiya. Por tanto, también se acepta que los cuatro vasos
canopos descubiertos en un nicho situado cerca y por encima del ataúd pertenecen a
Kiya y que las tapas con cabeza humana y rostro de mujer son un retrato de ella. No
hay casi ninguna duda de que las inscripciones borradas en los canopos pero con
rastros de jeroglíficos indican que estos fueron originalmente hechos para Kiya, así
mismo la peluca de tipo nubio que adorna las cabezas de los vasos se asocian también
con esta esposa real. En los últimos años del reinado de Akhenaton las inscripciones y
las imágens de Kiya fueron usurpadas y retalladas con los nombres y cargos de la
princesa Meritaton. Kiya desaparece en torno a los años XI-XII del reinado de
Akhenaton. Kiya tenía un título único para ella: Hemet AAT mereryt “Gran Esposa
amada”. Este título está atestiguado en numerosos objetos tales como jarros de
calcita, tubos para kohl, bloques (procedentes mayoritariamente de Hermópolis),
además de un fragmento de estela procedente del complejo de Maru-Aton en Amarna
que tiene la siguiente inscripción:

“(Heka-Aton) dada la vida para siempre continuamente, gran Aton viviente, Señor de
los Jubileos, señor de todo lo que Aten rodea, señor del cielo, señor de la tierra, en el
parasol de la esposa y gran amada Kiya en el Maru-Aton en Akhetaton. El Señor de las
Dos tierras (Neferkheperure-Waenre), dado de vida, Señor de coronas (Akhenaton)
grande en su vida. La esposa y gran amada del rey del Alto y del Bajo Egipto, que vive
en Mâat, Señor de las Dos Tierras (Neferkheperure-Waenre), dada la vida (….) (el
hermoso niño) de Aton (viviendo) que vive continuamente para siempre, Kiya, la hija
del cuerpo del rey, su amada…. Nacido a la esposa y gran amada del rey del Alto y Bajo
Egipto, que vive en Mâat (Neferkheperure-Waenre) (el niño bonito de Aton viviente
que vive continuamente para siempre, Kiya)”.

Este último fragmento de inscripción fue usurpado y reescrito con el siguiente texto
“para la hija del rey Meritaton”.

Estos vasos canopos están hechos de calcita, tres de ellos se encuentran en el Museo
Egipcio de Antigüedades de El Cairo, dos de ellos guardados en una bóveda y el otro en
exposición; el cuarto canopo se halla expuesto en el Metropolitan Museum of Art de
New York. Al igual que con el ataúd, los vasos canopos fueron alterados para formar
parte del entierro del rey a través de la supresión del nombre de Kiya y la adición de un
uraeus real para cada cabeza de las tapas (Davis, 1990, p.xii). Todos los nombres
personales inscritos en el ataúd y los vasos canopos fueron eliminados en la
antigüedad, haciendo así que la identidad de los restos humanos encontrados en el
interior del ataúd sea objeto de un intenso debate. Durante el siglo pasado, los
principales candidatos para esta identificación han sido o bien Akhenaton o bien
Smenkhkare, otro miembro masculino de la familia real de Amarna (Davis, 1990, p.viii,
xiv; Aldred, p. 205; Gabolde, pp.2-6).

KV55 canopos Canopo (detalle)


Dentro de la cámara funeraria se hallaron también cuatro ladrillos mágicos (los
ladrillos mágicos podían ser utilizados de diversas formas y para distintas finalidades,
en el parto la mujer egipcia se apoyaba sobre cuatro ladrillos considerados mágicos y
que representaban a unas entidades femeninas beneficiosas llamadas Meskhenet que
estaban relacionadas con los nacimientos. También eran usados en los depósitos de
fundación de diferentes edificios. En los enterramientos también se utilizaban cuatro
ladrillos que se colocaban orientados a los cuatro puntos cardinales, uno para el norte,
uno para el sur, uno para el este y otro para el oeste, estos ladrillos servían para
proteger al difunto de la acción de fuerzas negativas que pudieran dañarle, estos
ladrillos solían contener algún amuleto o estar dedicados a una divinidad específica).
Dos fueron inscritos en hierático, pero se encuentran en mal estado de conservación y
el nombre de su propietario se ha perdido (ladrillos este y oeste). Los otros dos
(ladrillos norte y sur), sin embargo, son de mejor calidad, con inscripciones jeroglíficas
que nombran a Wsir Neferkheperure Waenre, una referencia al nombre de coronación
de Akhenaton (Reeves, 1990, p.58). El hecho de la existencia de estos cuatro ladrillos y
que tres de ellos (un cuarto estaba situado bajo el catafalco donde se ubicaba el ataúd)
fueran colocados en estrecha asociación con el ataúd sugiere que fueron concebidos
como un conjunto y se hicieron para el ocupante definitivo del sarcófago (Bell, 1990,
p.134) que, por lo tanto sería Akhenaton.

5. Otros artículos: su ubicación exacta en la cámara no está del todo clara, entre ellos
se incluyen un soporte florero, fragmentos de muebles, una cabeza de ganso hecha de
plata, discos de cobre dorados, hojas de papiro, el zócalo de una estatua, vasos con los
nombres de Amenhotep III, Tiyi y Sitamon (hija de Amenhotep III), uraeus de bronce,
figuras del dios Bes, amuletos de oro, lapislázuli y cornalina, entre otros. Algunos
objetos de madera de la cámara funeraria parecían haber sufrido daños por el agua,
más particularmente el ataúd y las cajas; sin embargo los elementos de la capilla
dorada aparecían razonablemente sólidos (Bell, 1990, p.132). La humedad es también
la causa probable de la decoloración visible en algunos objetos de loza, aunque otros
objetos similares no parecían afectados (Bell, 1990, p.132). Los objetos encontrados en
la KV55 cubren un periodo de tiempo que abarca desde el reinado de Amenhotep III
hasta el reinado de Tutankhamon.

Los objetos encontrados en la KV55 presentan una mezcla de anomalías cronológicas y


religiosas (Bell, 1990, p.134). Objetos inscritos con nomen y prenomen de Amenhotep
III podrían ser contemporáneos de este rey e interpretarse como posesiones de la
reina Tiyi. Otros elementos inscritos con el nombre de Tiyi (tales como elementos de la
capilla y mobiliario) también pertenecían claramente a la reina. La presencia de
Akhenaton se indica mediante la presencia de objetos inscritos originalmente para él
(como los ladrillos mágicos) y artículos que fueron adaptados para su uso (como los
vasos canopos y el ataúd). Sin embargo, es muy poco probable que cualquiera de estos
dos enterramientos dentro de la KV55 fuera original. En el caso de Tiyi, la evidencia
encontrada en la tumba WV22 (tumba de Amenhotep III) sugiere que Amenhotep III
preparaba el entierro de la reina en su propia tumba. Sin embargo, el hecho de que
Tiyi sobreviviese a su marido, al menos unos 12 años, parece haber interrumpido
dichos planes (Reeves, 1990, p.43). A partir de la evidencia de las inscripciones de la
capilla de la KV55, parece posible que Tiyi fuese enterrada en Amarna por su hijo
Akhenaton. En el caso de Akhenaton parece casi seguro que fue sepultado
originalmente en la tumba que se preparó para sí mismo (TA26 ver más adelante) en la
necrópolis real de Amarna (Reeves, 1990, p.43). Aunque no está claro si la puerta que
bloqueaba originalmente la tumba KV55 fue sellada con el sello de Tutankhamon,
varias pequeñas impresiones de sellos que llevan su prenomen se relacionan muy
probablemente con los entierros de la KV55 aunque no participara en los entierros
originales de Tiyi ya que murió varios años antes de que Tutankhamon llegara al trono
o de Akhenaton, quien presumiblemente fue enterrado por su corregente y probable
sucesor inmediato Smenkhkare (Reeves, 1990, p.44), sobre este último punto y su
correspondiente polémica volveremos más adelante.

Un escenario, sugerido por Nicholas Reeves, es el siguiente: Akhenaton y su madre, la


reina Tiyi, fueron enterrados en la nueva capital de Akhetaton (moderna Tell el-
Amarna), pero sus momias fueron trasladadas a la KV55, tras el abandono total de
Akhetaton durante el reinado de Tutankhamon. La puerta de la KV55 fue sellada con el
nombre de Tutankhamon. Allí las momias permanecieron durante unos 200 años,
hasta que la tumba fue descubierta por obreros que excavaban la tumba de Ramsés IX.
Por este tiempo, Akhenaton fue vilipendiado como “rey hereje”, en consecuencia, el
ataúd de la reina Tiyi se retiró a toda prisa de su presencia profanadora, a excepción de
su capilla de madera dorada que lo rodeaba, por lo que tendría que haber sido
desmontada. La imagen de Akhenaton fue borrada de la capilla. Por otra parte, la
máscara de oro fue arrancada del ataúd de Akhenaton así como el cartucho que
contenía su nombre, condenando por tanto a su ocupante, al olvido. Como ofensa
final, una gran piedra fue arrojada contra el ataúd (Reeves, 2005, p.83). Sin embargo,
sobre la cabeza de la momia aún se hallaba, rodeándolo, un fino pectoral en forma de
buitre, símbolo de la realeza.

IV

LA MOMIA ENCONTRADA EN LA KV55

La momia encontrada en la tumba KV55 se encontraba en mal estado de conservación


los restos, actualmente, se limitan a partes del esqueleto incluyendo el cráneo, se
conserva en el Museo Egipcio de Antigüedades de El Cairo (nº de inventario CG 61075)
sobre su cuello había un collar de cuentas de oro rematado con flores de loto, en su
brazo izquierdo llevaba tres brazaletes de oro y en su brazo derecho otros tres, en la
zona lumbar del cuerpo se encontró una lámina de oro donde aparecía un cartucho
borrado con el nombre de Akhenaton, además se hallaron con la momia doce láminas
de oro, rodeando el cráneo se hallaba un pectoral dorado con forma de buitre. Fue, en
un primer momento, identificada como perteneciente a una mujer. En esta primera
identificación participaron dos médicos visitantes de la zona que examinaron los restos
in situ, un tal Dr. Pollock y otro al que se le presentó como “un obstetra
estadounidense prominente”. Esto llevó a Theodore Davis a la conclusión de que había
encontrado la momia de la reina Tiyi, y que, por tanto publicó su relato del
descubrimiento como “The Tomb of Queen Tîyi”. Como posibles razones de esta
identificación inicial se encontraba la posición (típicamente femenina) de los brazos de
la momia (Reeves, 1990, pp.44-49), daños post-mortem de los huesos de la pelvis
(Aldred, 1988, p.199) y la ausencia de genitales masculinos (Bell, 1990, p.133). Pero
cuando el anatomista Grafton Elliot Smith examinó el cráneo y los huesos en El Cairo
unos meses más tarde se llegó a la conclusión de que se trataba de un varón joven, con
las caderas anchas, una barbilla pendiente y el cráneo deformado por una hidrocefalia
crónica (Davis, 1990, p.vii). Estimó que la edad de la muerte de este individuo era de
alrededor de 25 años (Davis, 1990, p.vii) aunque posteriormente se sugirió la
posibilidad de que el cuerpo pudiera haber sufrido el síndrome de Frölich que retrasó
la maduración normal del esqueleto, es decir, que podría ser de mayor edad. Estos
resultados se observaron para apoyar las sugerencias iniciales de Weigall, Maspero y
Smith que, basadas en las otras evidencias encontradas en la tumba, señalaban que los
restos eran los de Akhenaton (Davis, 1990, p.ix).

KV55 cráneo KV55 restos

Posteriores re-exámenes de los restos confirmaron la identificación inicial de Smith


como pertenecientes a un varón joven aunque con tendencias femeninas (Aldred,
1988, p.201), pero ajustando la edad estimada de la muerte de nuevo sobre los 20
años (Aldred, 1988, pp.201-202). Estos nuevos exámenes también indicaron que el
cadáver no presentaba signos de retraso en la maduración (Davis, 1990, p.xi) y que,
mientras el cráneo era de forma inusual, desde luego, no era anormal (Aldred, 1988,
p.201) y no mostraba ningún indicio de hidrocefalia (Davis, 1990, p.ix). La
reconstrucción de los rasgos faciales del cráneo también indicó que no había ningún
parecido con la representación de Akhenaton en sus monumentos (Aldred, 1988,
p.201; Davis, 1990, p.xi), hay que recordar, sin embargo, que las representaciones de
Akhenaton son muy estilizadas. Tras el descubrimiento de la tumba de Tutankhamon
se observó una estrecha relación entre su momia y el cuerpo encontrado en la KV55 y
las pruebas posteriores demostraron que ambos compartían el mismo grupo
sanguíneo (A2) y el antígeno sérico (MN), todo lo cual sugiere que Tutankhamon y el
individuo de la KV55 estaban estrechamente relacionados entre sí (Aldred, 1988,
pp.201-202), ya sea como padre e hijo o como hermanos. Sobre la base de estos
resultados se concluyó que el cuerpo encontrado en la KV55 era demasiado joven para
ser Akhenaton y fueron utilizados para apoyar la afirmación de que la momia era la de
Smenkhkare, una hipótesis propuesta por primera vez por Rex Engelbach en 1931
(Engelbach, 1931, pp.98 y ss.; Davis, 1990, p.ix). A día de hoy los dos candidatos
principales para identificar los restos humanos encontrados en la KV55 son Akhenaton
y Smenkhkare, del primero conocemos muchos datos de su vida y reinado (aunque son
muchas las lagunas por cubrir todavía), del segundo, nuestro conocimiento es mucho
menor, dado su papel protagonista en esta controversia pasaremos seguidamente a
revisar los datos principales conocidos sobre Smenkhkare.

SMENKHKARE

Podríamos definir a Ankhkheperure Smenkhkare Dyeser Kheperu (1335-1334 a.C.)


como un efímero rey de finales del periodo de Amarna. Su nombre se traduce como
“Vivientes son las Formas de Re” y “Vigorosa es el alma de Re Santo de Formas”
(Clayton, p.120). Ha de distinguirse de su predecesor o sucesor inmediato, la mujer
gobernante Ankhkheperure Neferneferuaton (usualmente identificada con Nefertiti). A
diferencia de Neferneferuaton, Smenkhkare no utilizó epítetos en su nombre real
(Dodson, 2009, pp.31-32). Muy poco se sabe de Smenkhkare con seguridad porque los
reyes posteriores, comenzando con Horemheb, trataron de borrar de la historia todo
el periodo de Amarna. La fecha de reinado (1 año aprox.) atestiguada para
Smenkhkare procede de la etiqueta de una jarra de vino que tiene la inscripción “la
casa de Smenkhkare”. Sin embargo, esta fecha podría referirse bien al reinado de
Smenkhkare o al de su sucesor, pero es dudoso que Smenkhkare reinase más de un
año (Allen, 2006, p.5). Dodson ve a Smenkhkare como corregente de Akhenaton
alrededor de un año a partir de, aproximadamente, el año 13 de su reinado (Dodson,
2009, p.39), mientras que Allen (2006) representa a Smenkhkare como sucesor de
Neferneferuaton. Hay quienes ven la posibilidad de un reinado de 2 o 3 años para
Smenkhkare. Existen varias etiquetas para vino procedentes de Amarna con fechas de
reinado “año 2” y “año 3”, pero falta el nombre del rey. Unos pocos egiptólogos
(Miller, J., 2007, p.275; Krauss, R., 1997, p.247; y Hornung, E., 2006, p.207) han
argumentado que estos deben ser atribuidos a Smenkhkare, sin embargo, esto está
abierto a discusión e interpretación y no puede considerarse decisivo (Miller, 2007,
p.275). Aún no se ha encontrado evidencia clara de un reinado en solitario de
Smenkhkare.

Las evidencias esgrimidas hasta el momento para demostrar la existencia de


Smekhkare como rey son, fundamentalmente, las siguientes:

1. Una jarra globular de calcita procedente de la tumba de Tutankhamon, lleva el doble


cartucho de Akhenaton junto con el doble cartucho de Smenkhkare. Este es el único
objeto en el que los nombres de Akhenaton y Smenkhkare aparecen juntos (Allen,
2000, p.2).

2. Una etiqueta en una jarra de vino con la inscripción “Año 1 el vino de la casa de
Smenkhkare”.

3. Dibujos de un bloque (hoy perdido, pero registrados antes de la pérdida) en los que
se representan los nombres casi completos de Smenkhkare y Meritaton como Gran
Esposa Real.

4. Flinders Petrie documentó 5 anillos con el nombre “Ankhkheperure”, 3 rodillos con


el nombre “Smenkhkare” en las excavaciones del palacio (Petrie, 1894, pl. xv). Un
ejemplo es la pieza UC 23800 conservada en el Petrie Museum of Egyptian
Archaeology de Londres, que muestra claramente el “dyeser” y elementos “kheperu” y
una parte del jeroglífico “ka”, elementos constitutivos del nombre Ankhkheperure
Smenkhkare Dyeser Kheperu.

5. Un anillo con su nombre hallado en Malqata (palacio de Amenhotep III en Luxor).

6. Quizá el más impresionante sea una gran sala de 125 metros cuadrados y que incluía
más de 500 columnas. Esta adición tardía al palacio central en Akhetaton (El Amarna)
se conoce como el Salón de la Alegría, el Salón de la Coronación o simplemente el
Salón de Smenkhkare debido a que un número de ladrillos estampados con la
inscripción “Ankhkheperure en la Cámara de Regocijo en Aton” se encontraron en el
lugar (Dodson, 2006, pp.31-32).
7. Una inscripción en la tumba de Pahiry (TT139) (Gardiner, 1928, pp.10-11 y pls.5-6).

Varios objetos procedentes de la tumba de Tutankhamon llevan el nombre de


Smenkhkare:

A. Una prenda de lino decorado con 39 margaritas de oro, junto con 47 lentejuelas que
llevan el prenomen de Smenkhkare junto con el nombre de Meritaton.

B. Un chal de lino (nº 101 de Carter) con el nombre “Ankhkheperure”.

C. Un arco compuesto (Carter 48h) y bandas de momia (Carter 256b) que fueron
reelaboradas para Tutankhamon (Reeves, 1990b).

D. Menos seguro, pero mucho más impresionante es el segundo ataúd antropoide


perteneciente a Tutankhamon. El rostro representado es mucho más cuadrado que el
de los otros ataúdes y bastante diferente de la máscara de oro u otras
representaciones de Tutankhamon. Como hemos mencionado más arriba, el ataúd es
de tipo Rishi con incrustaciones de cristales de colores, esta característica sólo se
encuentra en este ataúd y en el de la KV55. Dado que los dos cartuchos del ataúd de
Tutankhamon muestran signos de haber sido reelaborados, Dodson y Harrison
concluyen que probablemente este ataúd fuese hecho originalmente para Smenkhkare
y reinscrito para Tutankhamon (Reeves, 1990b; Dodson, 1992 y 2009, p.41).

La reelaboración de objetos procedentes de los ajuares funerarios de miembros de la


realeza de Amarna es, con casi total seguridad, un hecho evidente; estos objetos
fueron reutilizados para el enterramiento de Tutankhamon y podrían proceder de los
ajuares funerarios de Smenkhkare, Akhenaton y Nefertiti.

Los argumentos a favor de identificar los restos humanos de la KV55 con Akhenaton
proceden, principalmente, de los ladrillos mágicos y en la reelaboración de algunos
elementos del ataúd. En el caso de Smenkhkare provienen principalmente de la
presunta edad de la momia. Sin embargo, no hay nada en la tumba que se haya
identificado positivamente como perteneciente a Smenkhkare, ni se encontró su
nombre allí, la tumba no es acorde con el enterramiento habitual de un rey, ni siquiera
para Akhenaton, por tanto debemos pensar que se trata de uno o varios
enterramientos secundarios. Si la momia de la KV55 es, de forma definitiva, un
pariente muy cercano de Tutankhamon, sino su padre, ¿por qué un entierro de mala
calidad?. Puede ser que no se dispusiera a tiempo de una tumba adecuada para la
sepultura, como parece haber sido el caso de Tutankhamon. La familia real se había
estado preparando tumbas en Amarna en lugar de en Tebas. Como se desprende de la
tumba de Meryre, estos trabajos parecen haberse detenido bruscamente en las
tumbas de Amarna tras el año 13. Es en ese momento cuando un número significativo
de personas salen de escena incluyendo a tres de las hijas de Akhenaton, a Kiya y a la
reina Tiyi. En la Carta de Amarna nº 35, el rey de Alashia (Chipre) se disculpa con
Akhenaton por haberle hecho un pequeño regalo de cobre, explicando que una plaga
había matado a muchos de sus mineros que trabajaban en la extracción de cobre
(Moran, 1992, pp.107-119). Algo muy similar pudo haber golpeado a Amarna, sino a
todo Egipto. Después de que la capital se trasladó de Amarna a Tebas, el sucesor de
Akhenaton pudo haberse enfrentado a una grave escasez de tumbas para nuevos
entierros reales (Giles, 1970, pp.101-105). Si Smenkhkare fue ese sucesor, estaría en
una situación especialmente complicada. Dado que murió joven y reinó de forma
breve no habría tenido tiempo para fabricar y acumular los objetos propios de un ajuar
funerario real. Al final, la tumba parece haber sido sellada con la momia utilizando
como ajuar lo que hubiera disponible (Giles, sic.). Se habría entrado posteriormente a
la tumba, sellándola por segunda vez (Bell, 1990, p.133), los sellos indican que este
nuevo acceso y sellado por segunda vez de la tumba se realizó durante el reinado de
Tutankhamon. La naturaleza del muro de contención de escombros, el relleno de
escombros y cemento sugieren que la profanación no ocurrió hasta más tarde (Bell,
1990, pp.133-135).

La tumba volvió a ser abierta una vez más tiempo después, en las dinastías XIX, XX o
XXI (las opiniones varían). Esta nueva entrada correspondería con el traslado de
momias reales llevadas a cabo durante la dinastía XXI y motivó el traslado del cuerpo
de la reina Tiyi desde la KV55 a la tumba KV35. Fue, posiblemente, en esta época
cuando fueron dañadas las imágenes y el nombre de Akhenaton. La momia se respetó
así como los envoltorios, pero se retiró la insignia real, dejando algunos objetos de oro
incluyendo el pectoral en forma de buitre que quedó en la cabeza de la momia. Se ha
sugerido que en esta época los sentimientos negativos hacia Akhenaton se habían
mitigado un poco calificándolo de “rey sin nombre, pero al fin y al cabo, un faraón
consagrado” (Bell, 1990, p.137). Otros han sugerido que después de la profanación de
la tumba de Akhenaton, incluyendo tal vez la destrucción de su momia, Smenkhkare
fue colocado en el ataúd de Akhenaton (Perepelkin, 1978, pp.163-164). Tal vez nadie
en el interludio de Amarna ha sido objeto de tanta especulación como Smenkhkare
(Dodson, 2009, p.30). Hay evidencia suficiente para decir con cierta certeza que él es
un individuo independiente de Neferneferuaton (corregente o inmediato sucesor de
Akhenaton, sea quien sea este personaje). Las teorías a este respecto son muchas y
van desde ser identificado como el príncipe hitita Zannanza (Gabolde), Nefertiti
(Reeves, Samson). Pudo reinar durante semanas o años. Pudo ser un corregente de
corta duración pero sin reinado independiente (Dodson) o pudo ser el sucesor de
Akhenaton (Allen). Los egiptólogos mueven a Smenkhkare como una especie de peón
según interese a sus propias hipótesis.

La representación (cuestionada) en la tumba de Meryre de Smenkhkare tanto como


rey y yerno de Akhenaton junto con la inscripción en una jarra parece indicar que
Akhenaton y Smenkhkare fueron corregentes y se interpretó desde un inicio para
significar precisamente eso, según esta interpretación, en la escena aparecen
Smenkhkare y Meritaton, que lleva el título de Gran Esposa Real, recompensando al
propietario de la tumba, los nombres del rey ya han desaparecido, pero habían sido
registrados por Lepsius alrededor de 1850 (De Garies Davies, 1905). Sin embargo, la
escena de la tumba de Meryre no está fechada y Akhenaton no está representado ni
mencionado en ella (por otra parte, algunos investigadores identifican a la figura
masculina real con Akhenaton y no con Smenkhkare). De igual manera, el recipiente
puede ser simplemente el caso de un rey asociándose con su predecesor. La simple
asociación de nombres, sobre todo en objetos de uso cotidiano, no es concluyente de
una corregencia (Murnane, 1977, pp.213-215; Allen, 2006, p.3). Para confundir aún
más las cosas, aparece como el principal candidato como corregente y sucesor de
Akhenaton, una mujer, Ankhkheperure Neferneferuaton (¿Nefertiti?, ¿Meritaton?). Se
da por sentado que la mayoría de los miembros de la familia real de Amarna fueron
enterrados en la necrópolis real de Akhetaton, entonces ¿cómo llegaron sus cuerpos al
Valle de los Reyes?, ¿quiénes de estos miembros pudieron ser sepultados en la KV55?,
¿dónde están los cuerpos de los miembros de la familia de Akhenaton?. Seguidamente
expondremos algunos datos que nos darán una visión de contexto del problema y nos
ayudarán a excluir o incluir a determinadas personas de la familia real en su relación
con la KV55 y su presencia en el Valle de los Reyes.

VI

LA TUMBA REAL DE AMARNA Y LA FAMILIA DE AKHENATON

La tumba TA26, llamada también Tumba Real, es la tumba destinada originalmente


para Akhenaton, se ubica en el denominado Valle Real de Amarna. Entre 1893 y 1894
fue excavada por Alexandre Barsanti que levantó planos y trazó dibujos, copiando los
relieves de sus muros. La decoración está muy deteriorada debido a las inundaciones,
pero en el año 2004 se hizo un gran trabajo en el lugar, protegiendo la entrada a la
tumba y construyendo canales para que desvíen el agua lejos de ella. La tumba fue
descubierta por buscadores de tesoros alrededor de 1890, quienes después de
expoliarla avisaron a Barsanti. Éste se encontró la tumba vacía y en muy mal estado. En
1892 Howard Carter visitó la necrópolis por encargo de la Egypt Exploration Fund, y
copió las escenas representadas en las tumbas. La TA26 está orientada al este, tanto su
trazado como su decoración rompe con la tradición de las tumbas del Valle de los
Reyes, como la construcción de un corredor recto, que se usó en tumbas posteriores.
La tumba se halla excavada en el suelo de roca; una bajada con veinte escalones
conduce a la puerta y tras ella aparece un un largo corredor descendente de 3 metros
de alto y 28 de largo. A la mitad de este corredor hay una serie de cámaras sin
terminar, y más adelante una segunda serie de tres cámaras, justo antes de que el
corredor termine en una escalera que lleva a una antesala de la cámara funeraria, se
trata de un amplio recinto situado a unos tres metros y medio de profundidad. La
cámara funeraria mide 10,5x10,5x3,5 de altura. Hay dos pilares y existen indicios de
que hubo otros dos. En una zona en la que el subsuelo está a unos 30 cm. más bajo, se
encontró el sarcófago, hecho de granito, destruido de Akhenaton (hoy reconstruido, se
encuentra en el exterior del Museo Egipcio de Antigüedades de El Cairo). En la pared
derecha se abre paso a otra cámara, que está sin terminar. La cámara está decorada
con representaciones de Nefertiti en forma de diosa protectora y por los discos solares
de Aton.

La mala calidad de la roca caliza del wadi donde se encuentra la tumba, obligó a los
artesanos a enyesar las paredes para poder grabar los relieves, por lo que las
frecuentes inundaciones han destruido casi todos. La antecámara o pozo está muy
estropeada, pero originalmente estaba decorada con relieves de Akenaton y Nefertiti
adorando a Aton. Actualmente sólo quedan los restos de dos relieves de flores. La
cámara funeraria estuvo decorada con escenas del entierro del faraón, con diversos
personajes rindiendo tributo y con relieves del ajuar funerario. También había
representaciones de la familia real, pero la humedad ha destruido prácticamente todo.
Quedan algunos cartuchos junto al techo, donde se pueden leer los nombres de
Akhenaton, Nefertiti y Aton.

La segunda serie de tres cámaras (llamadas Alfa, Beta y Gamma), se cree que pudo ser
usada para el entierro de Meketaton, la segunda hija de Akhenaton. Dos de las
cámaras (Alfa y Gamma) están decoradas con escenas muy parecidas: en la cámara
Alfa, Akhenaton y Nefertiti se inclinan sobre el cuerpo inerte de una mujer, llorando y
apoyándose uno en el otro. Cerca hay una niñera con un bebé en los brazos,
acompañada por el portador del abanico, lo que indica la condición real del bebé. Los
nombres que figuran han sido destruidos. En la cámara Gamma se muestra una escena
muy similar; aquí los jeroglíficos identifican a la joven muerta como Meketaton. En la
misma cámara otra escena muestra a Meketaton de pie bajo un dosel que se asocia
normalmente con el parto, pero que también puede representar el renacimiento de la
princesa. Delante de ella, entre los cortesanos, están Akhenaton, Nefertiti y tres de sus
hijas ; Meritaton, Ankhesenamon y Neferneferuaton-Tasherit. La presencia de un bebé
real hace que muchos crean que la joven princesa murió en el parto (con la posibilidad
de que el padre haya sido el propio Akhenaton, que se hubiese casado con su hija),
pero no hay prueba de ello. La princesa Neferneferure no aparece en sí mencionada, y
nada se dice de la princesa Setepenra, la menor de ellas. Akhenaton fue enterrado en
la TA26 (se piensa que esta tumba estaba también destinada a ser el lugar de sepultura
de Nefertiti y quizá de Kiya), al momento de concretarse la restauración del tradicional
panteón egipcio, con el traslado de la corte a Tebas también se efectuó el traslado de
la necrópolis real desde Amarna al Valle de los Reyes. Otras tumbas de la necrópolis
real que pudieron ser originalmente destinadas a miembros de la familia de Akhenaton
son la TA27 (sin terminar, sin restos de sepultura y que pudiera haber sido destinada al
entonces príncipe Tutankhaton/Tutankhamon); la TA28 (la única terminada, destinada
posiblemente para la reina Tiyi y la princesa Beketaton); la TA29 (sin decorar y
conteniendo una lista del año 1, se cree pudo ser destinada a una esposa real de rango
inferior); y la TA30 (la más pequeña de todas y sin terminar, por lo que se cree que
pudo servir como pozo de embalsamamiento).

Ya que estas tumbas están vacías y no se encontraron restos de sus ocupantes dentro
de ellas ¿qué fue de sus cuerpos? ¿Dónde están o pueden estar?, seguidamente
trataremos de responder a alguna de estas preguntas sin olvidar que, a día de hoy, no
hay unanimidad en cuanto a la identificación de los restos de varios de los miembros
de la familia real de Amarna, incluyendo, al ocupante de la KV55.

En 1898 Victor Loret descubrió en el Valle de los Reyes la tumba denominada KV35
(tumba de Amenhotep II) esta tumba, junto a la tumba DB320 (TT320), fue utilizada
como cachette (escondrijo) de momias reales durante los traslados acaecidos en la XXI
dinastía (comienzos del Tercer Periodo Intermedio) con objeto de poner a salvo los
cuerpos de los reyes, reinas y miembros de la realeza de la acción de los profanadores
de tumbas (ver mi trabajo sobre la Cachette Real de Deir el-Bahari tumba DB320
también publicado en Academia). En esta tumba (KV35) fueron encontrados los
cuerpos de diferentes reyes, entre ellos Amenhotep III, el padre de Akhenaton. Dentro
de la tumba, en una cámara lateral, se encontraron los cuerpos de tres personas, dos
mujeres y un joven de corta edad. El cuerpo del joven, de entre 10 y 12 años en el
momento de su fallecimiento, ha sido identificado como el príncipe Webensenu hijo
de Amenhotep II pero también se ha propuesto identificarlo con el príncipe Tutmés,
hijo de Amenhotep III y, por tanto, hermano de Akhenaton, las pruebas necesarias
para establecer esta identidad no han sido hechas todavía. El estudio (Hawass et al.) de
2010 (ver más adelante) ha recibido bastantes críticas por lo que no hizo. Wente había
observado que las momias tanto de Tutankhamon como la de la KV55 tenían un
elevado grado de similitud craneofacial con la momia de Tutmés IV, sin embargo, esta
momia no ha sido analizada. Dylan Bickerstaffe llama “casi perverso” el que la
misteriosa momia juvenil encontrada en la KV35 no haya sido analizada. Este joven
podría ser muy bien (como se ha señalado más arriba) el hermano mayor de
Akhenaton, muerto prematuramente, o inclusive Smenkhkare dado que las dos
momias femeninas encontradas junto a él están relacionadas directamente con
Tutankhamon (Bickerstaffe, 2010), se especula con la posibilidad de que Smenkhkare
fuera hijo de Akhenaton y de Kiya y por tanto hermano de Tutankhamon, si esto es así,
entonces la momia de la KV55 no podría ser la de Smenkhkare. Las momias de las dos
mujeres son muy importantes para el tema del presente estudio. Se trata de las
momias de una mujer de mayor edad (KV35 EL) y de una mujer más joven (KV35 YL). La
momia de la mujer mayor ha sido identificada como la de la reina Tiyi, esposa de
Amenhotep III y madre de Akhenaton. Se trata de una momia muy bien conservada, de
unos rasgos muy bellos y poderosos, que conserva una preciosa cabellera rojiza y una
gran dignidad. La identidad de esta momia ha sido motivo de controversia hasta hace
unos años, algunos investigadores la han señalado como la momia de la reina Nefertiti,
pero esta identificación ha sido prácticamente descartada por la comunidad
egiptológica, se trata de una mujer que debió morir alrededor de los 50 años de edad,
en 1978 se hicieron estudios genéticos utilizando cabellos de esta momia y
comparándolos con parte del mechón de cabellos perteneciente a la reina Tiyi que
fueron encontrados en la tumba de Tutankhamon, el resultado coincidió totalmente,
se trataba del mismo cabello, era la reina Tiyi.

Momia de la reina Tiyi Busto de la reina Tiyi

La otra momia femenina presenta mayores dificultades en cuanto a su identificación.


Se la conoce popularmente como Dama Joven (Young Lady o KV35YL nº de inventario
61072). A través de pruebas recientes de ADN esta momia ha sido identificada como la
madre del rey Tutankhamon e hija del rey Amenhotep III y de la reina Tiyi, madre,
padre e hija en una misma tumba que no es la de ninguna de ellos. Amenhotep III y Tiyi
tuvieron varias hijas (Sitamon, Isis, Henuttaneb, Nebetah) y no se puede descartar
ninguna otra desconocida, siendo una candidata importante la esposa real de
Akhenaton, Kiya, su también hermana y relacionada directamente con la tumba KV55.
Hace unos pocos años la egiptóloga británica Johan Fletcher causó una gran polémica
al asegurar que esta momia era la de la reina Nefertiti, las pruebas científicas parecen
descartar esta identificación aunque para algunos esta cuestión todavía permanece
abierta. Grafton Elliot Smith proporcionó una amplia descripción de esta momia en su
estudio, a principios del siglo XX, de las antiguas momias reales. Se ha determinado
una altura de 1,58 mts. y se le estima una edad de alrededor de 25 años en el
momento de su muerte (Smith, 2000, p.40). La momia presenta una amplia lesión en
parte de su rostro y una laceración en uno de sus costados con la correspondiente
pérdida de tejido. El resultado de los análisis radiológicos realizados recientemente a
esta momia parece demostrar que estas lesiones fueron hechas en vida, por tanto
podemos encontrarnos ante el caso de un trágico accidente o, incluso, ante un caso de
asesinato (Hawass et al., 2010, 303 (7): eAppendix p.3). De igual manera se ha hecho
referencia al daño causado (presumiblemente por ladrones de tumbas) en el pecho de
la momia y el desprendimiento del brazo derecho justo debajo del hombro (Smith,
2000, p.41).

Momia KV35YL

En 1817 G. B. Belzoni descubrió en el Valle de los Reyes una tumba denominada KV21.
Esta tumba contenía dos momias femeninas, las pruebas de ADN realizadas en 2010 a
una de estas momias (KV21a) han puesto sobre la mesa la discusión sobre la identidad
de esta momia, la cual se ha señalado como perteneciente a la reina Ankhesenamon,
esposa de Tutankhamon (Lorenzi, 2010), ya que se ha demostrado que es la madre de
los dos fetos encontrados en la tumba de Tutankhamon. Sin embargo no se pudo
obtener el suficiente ADN del cuerpo de esta momia para establecer una identidad
positiva, todo lo que se pudo obtener sirvió para determinar el hecho anterior, que
esta mujer, miembro de la familia real, es la madre de estos dos fetos (Lorenzi, 2010).
La suposición de que ella es Ankhesenamon parte del dato (cuestionable) de que
Tutankhamon sólo tuvo (o se le conoce) una sola esposa. Sin embargo, existe un
problema con esta identificación: si la momia KV21a es Ankhesenamon, entonces la
momia KV55 no puede ser Akhenaton, conocido por ser su padre en los registros
históricos; el ADN recuperado de la momia KV21a encaja con ser la madre de los dos
fetos, pero no como la hija del ocupante de la tumba KV55. Por lo tanto:

A. Esta momia no es la de Ankhesenamon, sino una esposa desconocida de


Tutankhamon.
B. La momia KV55 no es Akhenaton, sino un hermano suyo, quizá Smenkhkare.
C. La momia KV55 sí es Akhenaton y la momia KV21a sí es Ankhesenamon, pero
Akhenaton no fue su padre biológico.

Se ha propuesto identificar la tumba KV63 del Valle de los Reyes como perteneciente a
Ankhesenamon debido a su proximidad con la tumba de Tutankhamon. En esta tumba
se encontraron varios ataúdes, ropas de mujer, joyas y natrón. Fragmentos de
cerámica hallados en la tumba llevan el nombre parcial “Paaton”, la única persona
conocida de la realeza en llevar este nombre fue Ankhesenamon, cuyo nombre original
fue Ankhesenpaaton, sin embargo no se han encontrado momias en la KV63.

Llegados a este punto tenemos lo siguiente:

Tutankhamon fue encontrado en su tumba del Valle de los Reyes (KV62) en 1922. Las
momias de Amenhotep III, Tiyi y una de sus hijas (madre de Tutankhamon) fueron
halladas en la tumba KV35 (tumba de Amenhotep II) en 1898, junto al cuerpo del joven
del que desconocemos su identidad pero que los resultados de un análisis científico
completo pudieran arrojar luz decisiva en este misterio. La madre (¿ Ankhesenamon?)
de los fetos hallados en la tumba de Tutankhamon, fue hallada en 1817 en la tumba
KV21. Y en 1907 fue hallado un cuerpo en la tumba KV55 que puede ser el de
Akhenaton o el de Smenkhkare. Del resto de la familia Amarna, incluida Nefertiti, no
sabemos prácticamente nada. Nefertiti, sin embargo seguirá dándonos sorpresas,
durante mucho tiempo se consideró que la legendaria reina había fallecido alrededor
del año 12 del reinado de Akhenaton ya que desapareció de la escena pública, pero
esto no es así, en diciembre de 2012 la Leuven Archaeological Mission anunció el
descubrimiento de una inscripción en escritura hierática que, aunque estaba bastante
dañada, pudo leerse el texto que indicaba una fecha del año 16 del reinado de
Akhenaton donde se menciona a Nefertiti como esposa de Akhenaton (Dayr al-Barsha
Project, 2012). La inscripción completa no se publicó ni se estudió oficialmente en ese
momento, pero partes de ella se han publicado y demuestran claramente que Nefertiti
estaba viva a finales del año 16 de Akhenaton. La inscripción está fechada en “Año 16
III Akhet día 15” del propio reinado de Akhenaton y menciona la presencia de la reina
Nefertiti, o la “Gran Esposa Real, Su Amada, Señora de las Dos Tierras,
Neferneferuaton Nefertiti” (en su 3ª línea de texto). El texto, de cinco líneas apenas
legible, se encuentra en una cantera de piedra caliza en Deir el-Bersha (en la cantera
de Dayr Abu Hinnis). La inscripción se ha publicado totalmente en 2014 (van der Perre,
2014, pp.72-73, 76-77) y la existencia de Nefertiti para esta fecha ha sido confirmada.
Su nombre, género y ubicación en tiempo permite argumentar con bastante fuerza
que Nefertiti sea la gobernante femenina conocida como Nefernefrureaton (van der
Perre, JEH 7, 2014, PP.82-87, 96-102). Por lo cual la secuencia de reinados propuesta
quedaría así:

Akhenaton 17 años de reinado aprox.

Ankhkheperure Nefernefrureaton 2 (+) años de reinado aprox.

Ankhkheperure Smenkhkare 1-2 años de reinado aprox.

Tutankhaton/Tutankhamon 10 años de reinado aprox.

Ay 3 años de reinado aprox.

Horhemheb 14 años de reinado aprox.

Por otra parte queda por confirmar la teoría de Nicholas Reeves acerca de la
posibilidad de que la tumba de la reina Nefertiti se halle oculta tras las paredes de la
cámara funeraria de la tumba de Tutankhamon, dos espacios huecos se han detectado
detrás de esta cámara funeraria, actualmente se están analizando los sondeos hechos
durante el año pasado y el presente, al parecer van a realizarse nuevos sondeos en el
lugar, esperemos los resultados que, de ser positivos, nos podría abrir una serie de
posibilidades inimaginables siempre, desde luego, de que Reeves tenga razón y no se
trate de dos oquedades naturales y vacías, personalmente no lo creo. Desde hace
mucho tiempo creo que Nefertiti no murió en Amarna, sino en Tebas, durante el
reinado de Tutankhamon y que su tumba definitiva debe estar situada en el Valle de
los Reyes, no muy lejos (quizá más cerca de lo que se cree) de la tumba de
Tutankhamon.

En la lista anterior de familiares de Tutankhamon no incluyo las momias de Yuya y


Thuya, padres de la reina Tiyi, encontrados por Th. Davis en 1905 en su tumba KV46
del Valle de los Reyes y que fueron analizadas durante los estudios realizados en 2010
(ver más adelante).

VII

LOS ANÁLISIS DE 2010. LA CONTROVERSIA.

El esqueleto perteneciente a la momia encontrada en la KV55 fue examinado en varias


ocasiones a lo largo de los años, Smith (1912), Derry (1931), Harrison (1966), Strouhal
(1998/2010) y Filer (2001). En este contexto Wente utilizó el análisis craneofacial en
1995 (así como el examen con Rayos-X) para examinar varias momias procedentes en
su mayoría de la XVIII dinastía, con la finalidad de establecer las relaciones e
identidades verdaderas de cada uno. Pruebas serológicas sobre los restos de la momia
KV55 y de Tutankhamon se realizaron y fueron publicadas en la revista Nature (1974).
La momia KV55 fue examinada también por Harris en 1988, pero sólo se publicó un
resumen de dichos análisis, la edad estimada se encontraba en torno a los 35 años; los
restos fueron, más recientemente examinados por Hawass, Gad y col. en 2010. Las
conclusiones de Filer eran en gran parte representativas de los exámenes pre-2010,
señalando que “……este hombre no era un adulto completamente maduro, entre 18 y
21 años cuando murió”. Llegando a la conclusión de que “los restos humanos de la
tumba 55, tal como se me han presentado, son los de un hombre joven que no tenía
anomalías aparentes y no era de más de 20 años en el momento de su muerte y
probablemente un poco más joven” (Filer, 2002, p.4). Estas conclusiones estaban en
gran parte de acuerdo con los resultados anteriores (edad en el momento de la muerte
de entre 18-26 años) que permitían las tecnologías entonces disponibles. Por ejemplo,
Derry estimó una edad de alrededor de 23 años y Strouhal dio un rango de edad de
entre 19 y 22 (Strouhal, 2010, pp. 97-112). El estudio de Wente encontró similitudes
craneales entre las momias de Tutankhamon, KV55 y Tutmés IV (Wente, 1995), hay
que recordar que Tutmés IV era bisabuelo de Tutankhamon. Las pruebas serológicas
indicaron que la momia KV55 y Tutankhamon compartían el mismo tipo de sangre
poco común (Nature 224, 1974, 325F). Por otra parte, estudios antropológicos,
radiológicos y genéticos dirigidos por Zahi Hawass en colaboración con los doctores
Ashraf Selim (radiólogo) y Hani Abdel Rahman (TC) efectuados entre 2007-2009 y que
analizaron la consanguinidad, los trastornos hereditarios y las posibles enfermedades
infecciosa, concluyeron que la momia KV55 podría tener una edad muy superior a la
estimada por análisis anteriores. Estos análisis pusieron de manifiesto que las momias
de Tutankhamon y la KV55 compartían escoliosis, dolicocefalia y paladar hendido (no
fusionado), características que pueden ser trasmitidas genéticamente de padre a hijo.
En conjunto, la momia KV55 se suponía que es el padre o el hermano de
Tutankhamon.

En 2010 se realizaron pruebas genéticas (ADN) y de TC teniendo como parámetros,


entre otros, el estudio de los haplotipos, la segregación generacional de alelos, la
correlación de enfermedades relacionadas, la evidencia arqueológica y el registro
histórico escrito. Estos resultados fueron publicados en la revista JAMA (Journal of
American Medical Association) y reportados en National Geographic, incluyendo un
especial para televisión. Hay que recordar que los análisis genéticos de este tipo (que
deben realizarse a partir de muestras muy antiguas, y en ocasiones muy deterioradas
por el propio proceso de embalsamamiento) no siempre ofrecen resultados
concluyentes. En este estudio se analizaron 11 momias emparentadas (o con sospecha
de parentesco) con Tutankhamon, además de otras 5 momias reales anteriores (del
periodo de entre 1550-1479 a.C., es decir de la XVIII dinastía). El principal de los
resultados genéticos (las pruebas de ADN fueron realizadas por dos laboratorios
independientes) fue: “El análisis estadístico reveló que la momia KV55 es más que
probable que sea el padre de Tutankhamon (probabilidad de 99,99999981%), y la
mujer más joven de la KV35 puede ser identificada como su madre (probabilidad de
99,99999997%)” (Hawass, Gad, eAppendix, 2010). Los resultados añadieron además el
dato de que la momia KV55 y la momia KV35YL eran, además, hermanos entre sí
(pruebas de ADN mitocondrial y autosómico) lo que excluye casi por completo que la
momia KV35YL pueda ser Nefertiti. Que Thuya y Yuya eran bisabuelos de
Tutankhamon (a través de la reina Tiyi) y que Amenhotep III y la momia KV35EL (Tiyi)
eran sus abuelos. También este estudio reveló la ausencia del síndrome de Marfan.
Antes de febrero de 2010, se había señalado que la fiabilidad de los métodos
empleados para evaluar la edad de la muerte de las momias en general era incierto
(Gabolde, p.14 y ss.). Por esta razón, la exactitud de las estimaciones de edad fue
puesta varias veces en tela de juicio (Aldred, 1988, p.202; Reeves, 1990, p.49; Gabolde,
p.16; Bell, 1990, p.135). Esta opinión encontró apoyo en el análisis de los restos óseos
que ha indicado una edad para la muerte del individuo de la KV55 en torno a los 35
años (sobre la base de estudios dentales) e incluso más tarde (según los estándares
antropológicos y nuevas radiografías de los huesos largos) (Reeves, 2001,p.84;
Fletcher, 2004, p.180); por tanto, mientras unos exámenes sitúan la edad del cuerpo
de la KV55 en el momento de su muerte en torno a los 20-25 años, otros estudios
sitúan esa edad en torno a los 35.

Relaciones de parentesco establecidas por las pruebas genéticas


Por otra parte es conveniente tener en cuenta que G. E. Smith ya había señalado la
posibilidad de que la momia KV55 pudiera haber padecido el síndrome de Frölich
(también llamado distrofia adiposo-genital), se trata de una enfermedad con múltiples
patologías entre las que destacan, obesidad general (pero especialmente en los puntos
de desarrollo feminoide: caderas, pelvis y senos), retraso del crecimiento y del
desarrollo sexual, atrofia o hipoplasia de las gónadas y alteración de las características
sexuales secundarias, además de un deficiente crecimiento del esqueleto (en los niños
se observa tendencia feminoide con pelvis ancha, rodilla con tendencia a la separación
de las piernas, aspecto delicado y femenino de las extremidades y los dedos,
acumulación de grasa en el abdomen). Estas manifestaciones clínicas es pertinente
recordarlas sobre todo al observar las representaciones artísticas de la familia real de
Amarna en general y de Akhenaton en particular, así como el hecho de que el primer
diagnóstico médico hecho a la momia KV55 (in situ) la identificó como la de una mujer
debido, en parte, a la anchura de sus caderas.

Las tomografías computarizadas (TC) también se practicaron en la momia KV55


llegándose a la conclusión de que la edad al momento de su muerte era mucho mayor
que lo que se había estimado anteriormente:

“Nuevas tomografías computarizadas de la momia KV55 revelaron una degeneración


relacionada con la edad en la columna vertebral y la osteoartritis en las rodillas y las
piernas. Parece que había muerto más cerca de los 40 años que de los 25, como se
pensaba originalmente. Por lo tanto, con la discrepancia de edades resuelta,
podríamos concluir que la momia KV55, el hijo de Amenhotep III y Tiyi y padre de
Tutankhamon, es casi seguro que es Akhenaton (ya que sabemos tan poco de
Smenkhkare, no puede ser totalmente descartado” (Hawass, NG, December 2012, p.6).

La evidencia para apoyar la afirmación de una mayor edad para la momia KV55 no fue
más allá del argumento de la degeneración espinal. Rápidamente empezaron a
aparecer publicaciones que ponían en tela de juicio esta afirmación de que la momia
KV55 era la de Akhenaton (Strouhal, 2010; Nature 472, 2011; JAMA 303 (24), 2010,
pp.2471-2475; Bickerstaffe, KMT Vol.22, n2, 2010; Duhig, 2010. Por otra parte la
bioarqueóloga Brenda J. Baker, de la Arizona State University, envió una carta a los
editores de la JAMA. El contenido de esta carta apareció en el sitio web Archaeology
News Network (2012) y es representativa de una parte de la disidencia:

“Una especialista en osteología humana y paleopatología, Baker está en desacuerdo


(Baker, Brenda J. Archaeology News Network (24 June 2010) con la identificación del
esqueleto de la momia KV55 como padre de Tutankhamon, Akhenaton. Los autores
(Hawass et al. en JAMA) sitúan la edad de la persona en el momento de su muerte
entre 35-45 años, a pesar de no producir ninguna evidencia que rechace los exámenes
previos conocidos que datan la edad en el rango de 18-26. Estos análisis anteriores –
documentados con breves descripciones escritas, fotografías y radiografías- muestran
un patrón de las epífisis fusionadas y no fusionadas (tapones en los extremos de los
huesos en crecimiento) en todo el esqueleto, lo que indica un hombre mucho más
joven de lo que se cree era Akhenaton en el momento de su muerte. Baker también
utiliza una fotografía de la sínfisis púbica de la pelvis para reducir la edad de 18-23 a la
momia KV55 basándose en técnicas redientes utilizadas en osteología y antropología
forense”.

CONCLUSIÓN

Estos son los hechos principales y los elementos de juicio de que disponemos (de
momento) para llegar a una conclusión, el misterio de la tumba KV55 y de su
misterioso ocupante llevan presentando interrogantes desde el mismo momento de su
descubrimiento. Por un lado tenemos lagunas importantes en cuanto a la
reconstrucción histórica del final del periodo de Amarna, por otro lado, los diferentes
resultados de los exámenes científicos no terminan de ponerse de acuerdo, se han
elaborado cerca de treinta hipótesis distintas, aquí hemos utilizado sólo algunas de
ellas, hacerlo in extenso hubiera llenado de confusión al lector. Sin duda alguna el
tiempo, nuevos descubrimientos y nuevos exámenes científicos así como nuevas
reinterpretaciones arrojarán una nueva luz sobre este fascinante misterio. Egipto es un
pozo inagotable de sorpresas, la ciencia avanza y perfecciona cada vez más sus
instrumentos de trabajo, deberemos esperar a los resultados acerca de los espacios
ocultos tras la cámara funeraria de la tumba de Tutankhamon así como sería deseable
realizar un estudio científico completo de la momia del joven personaje de la KV35.
Faltan datos, no poseemos todos los eslabones para poder completar la cadena de
acontecimientos, quizá un pequeño objeto, una pequeña inscripción, una nueva
interpretación que sea capaz de arrojar luz en este misterio venga en nuestra ayuda
más pronto que tarde. Hoy en día, dos son los candidatos principales para identificar
los restos humanos encontrados en la KV55, Akhenaton y Smenkhkare, ambos cuentan
con elementos a favor y también en contra. De Akhenaton conocemos bastante, de
Smenkhkare bastante poco, los años finales del periodo de Amarna y los primeros del
reinado de Tutankhamon son poco conocidos, fuerzas interesadas y ocultas se movían
en la corte egipcia en esta época, sin duda esas fuerzas tuvieron un papel protagonista
en nuestro enigma, fuerzas e intereses que trataban de sobrevivir al final de un tiempo
convulso y que trataban de adaptarse a un nuevo tiempo. Tiempos de intriga y
endogamia, de matrimonios incestuosos y de damnatio memoriae, lo cual complica el
contexto histórico que rodea al misterio de la KV55 y de su ocupante. Sin duda hubo
más de uno en esa tumba, no sabemos cuántos, pero sólo quedó uno de los
protagonistas del periodo de Amarna, ¿quién es?, hay opiniones para todo, analizando
las distintas pruebas, los objetos, la epigrafía, la arqueología de la tumba, el contexto
histórico, los resultados de los análisis científicos realizados y, siendo consciente de los
elementos en contra, mi opinión personal es que a día de hoy y en ausencia de
elementos más concluyentes, el principal candidato para identificar los restos
humanos encontrados en la tumba KV55 es Akhenaton. El tiempo dirá si esta
conclusión es, o no, errónea, pero creo que reuniendo todas las evidencias disponibles,
hay un mayor número de elementos a favor del rey Akhenaton como el misterioso
ocupante de la KV55. El misterio sigue ahí, elusivo, presentando sus retos, estoy
seguro de que conoceremos por fin las respuestas a tantas preguntas; hace miles años
alguien trató de borrar de la existencia y del recuerdo a un hombre, eliminando su
nombre para no ser recordado jamás, es un acto de justicia que nosotros lo
impidamos.

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