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UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI

Facultad de Ciencias de la Salud

Escuela Profesional de Psicología

PROBLEMAS EN EL AREA FISICA Y MOTORA

Presentado por:

- Lima Llaique, Paola


- Zuñiga Calsin, Alfredo

Curso:

Psicología educativa

Ciclo:

VIII – B

Moquegua, 14 de noviembre del 2018


PROBLEMAS QUE AFECTAN EL AREA FISICA Y MOTORA
1.- Trastorno de déficit de atención/hiperactividad

- Déficit de atención: El niño no escucha, no logra concentrarse ni perseverar en la


realización de su trabajo escolar o de sus juegos. Le resulta difícil cualquier esfuerzo
de atención y el menor elemento parásito lo desvía rápidamente de la tarea en curso.
De tal modo, puede abocarse a los elementos no pertinentes del trabajo que está
realizando y perder de vista el objetivo principal. Pierde sus cosas, ya se trate de la
indumentaria, el material escolar o los juguetes. Existen diferentes grados de
gravedad, que van desde la tendencia a la distracción episódica hasta la imposibilidad
de mantener una misma actividad por más de algunos minutos. La motivación del
individuo respecto de la actividad también puede participar y las manifestaciones
pueden ser situacionales. Douglas se refiere a la incapacidad para «detenerse, mirar y
escuchar» (stop, look and listen). Los trastornos de la atención permanecen
relativamente estables durante el desarrollo mientras que las otras manifestaciones
tienden a disminuir

- Impulsividad: Se trata de una respuesta muy rápida ante una situación dada sin
considerar las informaciones disponibles que podrían llevar al niño a modificar su
comportamiento. Interviene tanto en el plano motor como en el social o cognitivo. De
tal modo, zambullirse en una piscina profunda sin saber nadar o absorber el contenido
de un frasco de productos domésticos constituyen el tipo de accidentes a los que a
menudo se exponen los niños hiperactivos. Frecuentemente realizan intervenciones
intempestivas o carentes de tacto en la escuela o el medio familiar y soportan
difícilmente esperar su turno en un juego de salón. No toman el tiempo para reflexionar
antes de responder y no consiguen inhibir sus respuestas motoras o verbales.

- Hiperactividad: Menos frecuente en la población femenina, la hiperactividad


constituye la queja principal del maestro o de los progenitores y motiva la consulta. El
niño está en perpetuo movimiento y no puede detenerse. La incesante actividad
motora aparece incluso en un ambiente nuevo, al contrario de lo que sucede con el
niño no hipercinético, que tiende a calmarse en un ambiente desconocido. Todo lo que
está al alcance del niño resulta manipulado, llevado a la boca y asimismo rápidamente
rechazado. Los padres destacan el anormal desgas-te de la indumentaria, en
particular de los zapatos. La evaluación cuantitativa por actígrafo indica que los niños
con TDA/H presentan escasos períodos de reducción de la actividad durante el día,
contrariamente a los otros niños, incluso los que tienen un trastorno bipolar maníaco,
característica que persiste en los pacientes adultos con una sintomatología residual
.Estas diversas conductas ocasionan a menudo conflictos con el entorno, trastornos
del aprendizaje escolar que pueden conducir al rechazo, incluso a la expulsión del
medio escolar, y a veces se acompañan de un sentimiento de desvalorización o de
una pérdida de la autoestima reactivos

2.- Trastorno de adquisición de la coordinación

Las disparidades observadas se pueden situar en cuatro planos. Un primer elemento


de variación se encuentra en la extensión de las dificultades de coordinación: algunos
niños son incapaces de realizar una acción motora cualquiera, remitiendo
posiblemente al cuadro, por demás discutible, descrito por Dupré con el nombre de
«debilidad motora»; el lenguaje puede asimismo carecer de claridad mientras que para
otros, el déficit no se manifiesta sino en algunas actividades cotidianas o
exclusivamente en el plano manual. El segundo nivel es el representado por el grado
de gravedad del problema, que va desde la simple lentitud en las actividades motoras
que perturba la escolaridad, a la incapacidad total para aprender ciertos gestos o para
realizar algunos aprendizajes. En tercer lugar, la aparición de los trastornos puede
situarse en los primeros gestos del recién nacido o, por el contrario, aparecer recién al
ingresar en la escuela primaria, cuando el grado de exigencia aumenta. Finalmente,
las incoordinaciones motoras pueden ser aisladas o asociar-se con otros trastornos
como el TDA/H o la dislexia.

Entre los signos de alerta se incluyen:

- Dificultades en las actividades cotidianas, como vestirse, lavarse, emplear los


cubiertos y un retardo en el desarrollo psicomotor (marcha, carrera, salto,
lanzar o atrapar una pelota, etc.). Para los más grandes, el trastorno
visuoconstructivo ocupa a menudo un primer plano: les resulta difícil, incluso
imposible, armar rompecabezas, figuras geométricas o maquetas;
- Una lentitud importante en las diferentes actividades motoras. En clase, el niño
se destaca por su incapacidad para finalizar un trabajo en el tiempo acordado.
Si se lo obliga a darse prisa, la premura favorece la torpeza. Algunos han visto
en esta manifestación una tentativa de control de la incoordinación motora por
disminución del tiempo de ejecución
- Un trastorno del aprendizaje escolar con disgrafía, dificultades en aritmética, en
geometría, en el aprendizaje de la lectura y, de modo general, una escolaridad
perturbada a pesar de una inteligencia por lo general media.

3.- Disgrafía

La escritura es lenta, cansadora, no conforme a la edad ni a las posibilidades


instrumentales del niño. Estos autores distinguían cinco tipos de disgrafías, poco
individualizadas: lenta y precisa, rígida, blanda, impulsiva, torpe. La escritura no se
desarrolla en forma monótona: a una mejoría en los rendimientos le sigue
momentáneamente un deterioro. Esta característica del desarrollo está ligada al hecho
de que el individuo sustituye una estrategia precedente por otra nueva, la que, antes
de resultar más eficaz a largo plazo, conlleva una pasajera perturbación. Las
perturbaciones de la escritura van desde el simple error de sustituir las letras hasta la
total incapacidad para escribir. Pueden agruparse en cuatro secciones:— alteración de
la escritura (temblores, letras mal formadas, interpenetraciones o ausencia de enlace,
ausencia de bucles,trazos repasados, micrografía por ejemplo);— trastornos
espaciales (alineamiento defectuoso de las letras, palabras comprimidas, ausencia de
márgenes, líneas ascendentes o descendentes);— trastornos sintácticos (dificultad
para escribir respuestas gramaticalmente correctas a una pregunta, mientras que la
expresión oral no presenta esa dificultad);— aversión por escribir. La alteración
grafomotora y los trastornos espaciales constituyen el aspecto psicomotor. Es común
distinguir las disgrafías lingüísticas de las disgrafías motoras, lo que remite a la
distinción entre los procesos declarativos y los procesos procesales. Es cierto que
alguna confusión reina todavía en lo que se llama trastorno de la escritura en el niño.
4.- Trastornos del tono muscular

- Distonía: es una contracción muscular anormal e inadaptada que aparece en el


transcurso de un movimiento (calambre profesional) o en el mantenimiento de una
postura (tortícolis) y que puede verse acompañada de espasmos originados por una
serie de contracturas. De Ajuriaguerra describen en el niño un cuadro de esbozo de
calambres cuyos rasgos comunes son una crispación intensa que involucra a la vez la
espalda, el antebrazo y los dedos, como incluso variaciones tónicas importantes,
fenómenos dolorosos permanentes en el transcurso de la actividad gráfica o que
surgen en ocasión de una consigna de velocidad, una interrupción forzada de la
actividad gráfica durante la cual el individuo se frota la muñeca o sacude la mano.
Pueden sumarse: lentitud en la escritura, incoordinación de los movimientos,
sincinesias, hiperhidrosis palmar, mala sujeción del instrumento utilizado que sufre
modificaciones durante la escritura, y cambios en la postura del sujeto que intenta
compensar la aparición de la sintomatología

- Sincinesia: trastorno del tono inducido, son contracciones o movimientos que


involucran uno o varios grupos musculares mientras que otros movimientos activos o
reflejos ocurren en alguna otra parte del cuerpo. Esta actividad muscular y/o motora
aparece en regiones ajenas a la ejecución del movimiento principal

- Paratonia: es una anomalía del tono de fondo. Consiste en una imposibilidad para
realizar a pedido un relajamiento muscular. En vez de la relajación deseada, se
produce una contractura tanto más irreductible cuanto más esfuerzos hace el sujeto
para intentar dominarla. A partir del noveno mes el niño puede balancear los
miembros. La maniobra clásica para ponerla de manifiesto es la prueba del
relajamiento braquial en la cual se pide al niño «dejar los brazos flojos como una
muñeca de trapo», y en la que se observan las resistencias opuestas al movimiento
pasivo conferido al brazo. Cuando este último es llevado a la posición horizontal y se
lo priva de todo apoyo, no cae de inmediato o dicha caída se ve frenada. También
puede emplearse el examen de la extensibilidad de los miembros.

5.- Los movimientos anormales

- Tics: es una vocalización o un movimiento súbito, rápido, recurrente, no rítmico y


estereotipado (DSM IV). Una vez iniciado, el tic no puede interrumpirse. Tiene a veces,
pero no sistemáticamente, la apariencia de un movimiento activo dirigido a un fin,
expresivo o defensivo, como reacción a una herida física o a un trauma psicológico,
carácter que ha perdido por el hecho de su automatización. Para algunos autores,
tiene cierto valor de comunicación con el prójimo; pero este aspecto no surge sino
secundariamente, cuando el medio responde de alguna manera a la aparición del tic,
éste se torna un mecanismo capaz de engendrar comportamientos en el entorno. Los
tics forman un continuo que va desde los tics transitorios simples hasta la enfermedad
de Gilles de la Tourette.

Los tics motores simples pueden involucrar la cabeza (parpadeos, desviación ocular,
blefarospasmo, muecas, sacudidas de la cabeza, protrusión de la lengua, movimiento
de los labios), el cuello, los hombros (alzamiento). Los movimientos anormales que
aparecen en los miembros inferiores y superiores deben, en su mayor parte,
considerarse como estereotipias motoras; la noción de tics motores complejos se
utiliza a veces sin mayor discernimiento. El DSM IV consigna como ejemplos de tics
motores complejos, comportamientos tales como tironearse la ropa, saltar, tocar,
patalear, oler objetos.

Los tics vocales simples son numerosos: carraspeo, gruñido, resoplidos, tos,
ronquidos, ladridos, gritos agudos, expiración ruidosa, silbidos, risas, suspiros, sonidos
guturales, succión, escupitajos, rugidos, chasquidos, aullidos, regurgitaciones y
vómitos. Los tics vocales complejos comprenden la repetición de palabras o frases
fuera de contexto, la coprolalia (uso de palabras obscenas), la repetición de palabras o
de sonidos emitidos por el mismo sujeto (palilalia) u oídos por él (ecolalia).

Un cierto número de factores agravan los tics, tales como la ansiedad, el cansancio y
el aburrimiento, mientras que el sueño, la relajación, la fiebre, la concentración en una
actividad agradable, la práctica de un deporte o de un instrumento musical producen el
efecto contrario

- Estereotipias motoras

Se trata de movimientos complejos, repetitivos, desprovistos de finalidad a pesar de


que pueden parecer o ser considera-dos movimientos adaptados, en los que
intervienen grupos musculares coordinados más importantes que en el caso delos tics,
y que escapan por lo general al control del paciente. Tanto el DSM IV como la CIE 10
se refieren al «trastorno de movimientos estereotipados» cuando esos movimientos
producen heridas físicas o constituyen una molestia para el paciente y si no existe
trastorno generalizado del desarrollo, de compulsión o de tic. Las estereotipias
motoras comprenden manipulaciones del propio cuerpo del sujeto: succionarse el
pulgar, retorcer los cabellos con ayuda de los dedos o de la boca
(titilomanía),arrancarse los pelos (tricotilomanía), morderse la piel, comerse las uñas
(onicofagia), rechinar los dientes (bruxismo), hurgarse en diferentes orificios corporales
(nariz, orejas, ojos, ano) y rascarse (excoriaciones). Otras están constituidas por
movimientos del cuerpo generalmente rítmicos: balanceo de la cabeza acompañado a
veces por un choque contra una superficie (cruomanía), agitación rítmica de una parte
del cuerpo o del cuerpo entero. Las manipulaciones, finalmente, pueden involucrar
objetos (llaves, lápices) o parte de la vestimenta (botones, corbata)

6.- Las incapacidades del aprendizaje no verbal

Las IANV se describieron como la asociación de trastornos del aprendizaje de las


matemáticas o discalculia, de trastornos psicoperceptivomotores y de trastornos de la
competencia social, concernientes especialmente a la capacidad para decodificar y
para utilizar las comunicaciones no verbales. El aspecto no verbal incluye a la vez
mecanismos perceptivos y sistemas de comunicación que son, ambos,
desorganizados. Por lo tanto, se trata de un subgrupo de las incapacidades del
aprendizaje. Las dificultades en aritmética están estrechamente relacionadas con los
trastornos visuoespaciales, los que, por otra parte, precederían a las primeras. Se
observa una mala organización espacial y una mala caligrafía de los números,
omisiones (unidades, comas, cantidades que se «llevan») y errores de procedimiento,
de perseveración, trastornos del juicio matemático. Se pueden agregar los defectos de
retención o de ubicación en la memoria verbal inmediata. Los trastornos
psicoperceptivomotores son variados: mala discriminación táctil más pronunciada en el
lado izquierdo, incoordinación manual (tablero con agujeros, laberintos),déficit
visuoconstructivo acompañado por un coeficiente intelectual de desempeño (CID)
inferior al coeficiente intelectual verbal (CIV) en el WISC. En algunos niños, las
dificultades en las habilidades motoras generales y las actividades deportivas son
importantes sin que se lo pueda generalizar. Las dificultades grafomotoras están
presentes desde el comienzo del aprendizaje de la escritura —con lentitud, cris-
paciones, mala sujeción del lápiz, vacilaciones, variabilidad de las formas y de los
espacios—, pero mejoran durante la escolaridad. Los trastornos de la capacidad social
se manifiestan en los siguientes componentes:— perceptivos, con decodificación
incorrecta de las comunicaciones no verbales, especialmente cuando se trata de la
expresión de emociones;— cognitivos, con una mala anticipación del comportamiento
del otro y de sus motivaciones;— expresivos, con anomalías del contacto visual que se
haya disminuido o se evita, mímica emocional pobre, mala regulación del espacio
social y aprosodia en los primeros años, tanto más desconcertante que la producción
verbal es abundante. Los individuos afectados por la IANV se describen a menudo
como personas inmaduras, que buscan la compañía de niños más jóvenes, carentes
de motivación y frecuentemente desorientadas por la novedad de una tarea a la que
responden de modo estereotipado e inadaptado, tanto en el plano cognitivo como en el
psicomotor. Experimentan dificultad para categorizar y manipular conceptos. Los
estudios sobre la sintomatología psicopatológica indican que están ausentes en
contados casos. Las manifestaciones son numerosas: ansiedad, depresión, conducta
de evitamiento, retraimiento social, rasgos psicóticos.

7.- Debilidad motriz

Este trastorno, afecta al infante en sus dimensiones psicológicas, biológicas y físicas,


retrasando el proceso de maduración en los movimientos y su correcta ejecución. La
debilidad motriz se caracteriza por: la torpeza de movimientos, es decir dificultad para
ejecutarlos; las sincinesias que representan inestabilidad motriz al realizarlos de
manera involuntaria, y la paratonia siendo esta última una incapacidad para relajar los
músculos de forma voluntaria. Los trastornos más frecuentes se especifican en la
coordinación, el tono y el equilibrio. Es necesario entonces identificar las falencias que
el niño tenga en sus áreas sensoriales, psíquicas y motrices, con el fin de prever
trastornos posteriores o asociados, que terminen por afectar la vida personal y social
del niño.

8.- Inestabilidad motriz

Los niños con inestabilidad motriz, son niños que a nivel escolar, representan un factor
complejo de manejo. Los maestros se quejan de su bajo rendimiento académico y su
mal comportamiento, pues regularmente no atienden a las actividades e instrucciones
y realizan en cambio acciones que perturban la atención de otros niños. Son niños
incapaces de realizar un esfuerzo constate, reflejando una incapacidad para inhibir los
movimientos. Así mismo presentan alteraciones en su coordinación, hiperactividad,
déficit de atención, problemas de memoria y se asocian además el desinterés por el
aprendizaje y los problemas de percepción, lenguaje y comprensión.

9.- Inhibición motriz


En la inhibición motriz, la característica más relevante es el miedo a la interacción
social y personal. Es decir, el niño se muestra tenso, pasivo y apático al realizar
algunos movimientos que lo comprometan como individuo, de manera que va a preferir
evitarlos. Además estos infantes tienden a significar mucho lo que pensarán los demás
niños de ellos, si no realizan las acciones que la mayoría si pueden lograr. Este niño
por lo general no utiliza su cuerpo, no corre, no juega en lugares públicos, no salta y
se entretiene más fácil con actividades pasivas en donde no se comprometa su
desempeño: ver televisión, juegos de mesa, videojuegos, entre otros. Por lo regular,
desarrollan capacidades cognoscitivas más elaboradas, de acuerdo a su dedicación,
es decir que, sus capacidades intelectuales evidencian un mejor desarrollo, que
cualquiera que comprometa la psicomotricidad. (Lenguaje, coordinación y motricidad)

RESUMEN DEL LIBRO PSICOLOGIA EDUCATIVA


Niños pequeños: Los niños en edad preescolar son muy activos. Sus habilidades
motrices gruesas mejoran de manera importante durante estos primeros años. Entre
los dos y cuatro o cinco años de edad, los músculos de los preescolares se vuelven
más fuertes, su cerebro se desarrolla para integrar mejor la información acerca de los
movimientos, su equilibrio mejora y su centro de gravedad baja de posición, de
manera que son capaces de correr, saltar, trepar y brincar. La mayoría de estos
movimientos se desarrollan de manera natural si el niño cuenta con habilidades físicas
normales y con la oportunidad de jugar. Sin embargo, los niños con problemas físicos
podrían necesitar un entrenamiento especial para desarrollar esas habilidades.
Las habilidades motrices finas, como atarse los zapatos o abotonarse, y que requieren
la coordinación de pequeños movimientos también mejoran mucho durante la etapa
preescolar. A los niños se les debe dar la oportunidad de trabajar con brochas grandes
para pintura, lápices y crayones gruesos, trozos grandes de papel para pintar, bloques
grandes y arcilla o plastilina suave adecuados para sus habilidades.
Durante esta época, los niños empiezan a desarrollar una preferencia de por vida por
su mano derecha o izquierda. Existen más niños zurdos que niñas zurdas (Feldman,
2004). Esta preferencia tiene una base genética, por lo que no es correcto insistir en
que los niños la cambien.

La etapa de la escuela primaria: el desarrollo físico es bastante estable en la


mayoría de los niños; se vuelven más altos, más delgados y más fuertes, de manera
que son más capaces de dominar deportes y juegos. Sin embargo, un niño en
particular podría ser mucho más grande o mucho más pequeño que el promedio y
estar perfectamente sano.
A lo largo de la escuela primaria, gran parte de las niñas tienden a ser tan altas o más
que los niños de su salón de clases. Entre los 11 y los 14 años, las niñas son, en
promedio, más altas y más pesadas que los niños de la misma edad (Cook y Cook,
2005). Esta diferencia en el tamaño podría darles ventaja a las niñas en las
actividades físicas, aunque algunas de ellas podrían sentir un conflicto por esto y
restar importancia a sus habilidades físicas.

La etapa de la adolescencia: La pubertad marca el inicio de la madurez sexual. Se


trata de una serie de cambios que implican a casi todas las partes del cuerpo. Las
diferencias sexuales en el desarrollo físico que se observan durante los últimos años
de la escuela primaria se vuelven aún más pronunciadas al inicio de la pubertad. Por
lo general, las niñas inician la pubertad entre los 10 y los 11 años. En promedio, las
niñas inician la pubertad uno o dos años antes que los niños. Las mujeres alcanzan su
estatura final entre los 15 y los 16 años, en tanto que la mayoría de los varones
continúa creciendo hasta alrededor de los 19 años; sin embargo, tanto los hombres
como las mujeres continúan creciendo un poco hasta aproximadamente los 25 años
(Thomas y Thomas, 2008; Wigfield, Byrnes y Eccles, 2006). Alrededor del 80 por
ciento de las niñas estadounidenses presentan su primer periodo menstrual entre los
11 y los 14 años. Un motivo de tensión para los adolescentes es el hecho de que
alcanzan la madurez física y sexual varios años antes de que estén preparados
psicológica y económicamente para enfrentar las responsabilidades adultas del
matrimonio y la crianza de los hijos.
Los cambios físicos de la adolescencia tienen efectos importantes sobre la identidad
del individuo.
Los psicólogos están especialmente interesados en las diferencias académicas,
sociales y emocionales que han encontrado entre los adolescentes que maduran de
manera temprana y los que lo hacen más tarde. La madurez temprana parece implicar
ciertas ventajas especiales para los varones. El cuerpo más alto y las espaldas más
anchas de los niños que maduran primero se ajustan al estereotipo cultural del hombre
ideal. Los varones que maduran de manera temprana suelen tener más ventajas en
los deportes y disfrutar de un mayor estatus social; sin embargo, al menos un estudio
también encontró que los niños de quinto grado que maduran antes presentan más
síntomas de depresión (Wigfield et al., 2006). Además, tienden a involucrarse más en
conductas delictivas; esto se ha visto en niños blancos, afroestadounidenses y méxico-
estadounidenses (Cota-Robles, Neiss y Rowe, 2002).
Por otro lado, los varones que maduran más tarde podrían enfrentar más problemas.
Sin embargo, algunos estudios indican que los varones que maduran más tarde
tienden a ser adultos más creativos, tolerantes y perceptivos. Quizá las vicisitudes y la
ansiedad de madurar más tarde les enseñe a algunos niños a solucionar mejor los
problemas (Brooks-Gunn, 1988; Steinberg, 2005).
En el caso de las niñas, estos efectos son a la inversa. Madurar antes que los
compañeros de clases puede ser una clara desventaja. En muchas culturas, el hecho
de que una niña sea la más alta de la clase no es una característica valorada (Jones,
2004). Es probable que la niña que empieza a madurar de manera temprana sea la
primera en su grupo de pares en iniciar los cambios de la pubertad. La maduración
temprana está asociada con problemas emocionales como depresión, ansiedad y
trastornos de la alimentación, especialmente en las sociedades que consideran la
esbeltez como una característica atractiva (Steinberg, 2005). Las niñas que maduran
más tarde parecen tener menos problemas, aunque podrían sentirse preocupadas al
pensar que algo anda mal. Todos los estudiantes se podrían beneficiar al saber que el
rango “normal” de la maduración es amplio, y que existen ventajas tanto para los que
maduran de manera temprana como para los que maduran más tarde.

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