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JCALIDAD DE AGUAS DE LOS RÍOS PARIA, QUILCAY Y CASCA DE LA

CIUDAD DE HUARAZ UTILIZANDO EL INDICE BIÓTICO ANDINO.


SEPTIEMBRE - DICIEMBRE 2009
Mario Vladimir Leyva Collas, Fernando Castillo Picón, Luis Alberto Taramona Ruíz
Jorge Manuel Balmaceda Lozada, Cristina La Borda Dueñas Tovar,
Rosario Aguedo Barreto

RESUMEN
El uso de los macroinvertebrados acuáticos (y muy especialmente los insectos) como
indicadores de la calidad de las aguas de los ecosistemas (ríos, lagos o humedales) está
generalizándose en todo el mundo. Los conflictos entre la explotación y la preservación
de los ecosistemas son frecuentes en América del Sur y en algunos casos su efecto sobre
los ecosistemas acuáticos es incluso más dramático. El uso de bioindicadores para
determinar la salud de los cuerpos de agua, es de suma importancia por la información
actual y retrospectiva de los impactos que podría estar sufriendo y seleccionarlos
implica determinar los valores numéricos de indicación primaria del taxón respecto a los
factores ambientales.
Por ello se relacionó las variables ambientales con el Índice Biótico Andino de los Ríos
Pariac, Quilcay y Casca, que evidencia entrada de contaminantes orgánicos; a través de
muestreos períodicos entre Setiembre y Diciembre 2009, se evaluó el zoobentos y
variables físico – químicas. Se calculó el Índice Biótico Andino.
Se aplicó un análisis de correspondencias múltiples. Se estableció la relación entre las
variables y el IBA con el coeficiente de Spearman e igualmente un análisis de regresión
múltiple por pasos.
Se concluyo que la calidad del agua de los ríos Pariac y Casca es moderada y del
Quilcay mala.

Palabras clave: Bioindicador, Índice Biótico Andino, Macroinvertebrado, calidad.


WATER QUALITY OF THE RIVERS PARIAC, QUILCAY AND CASCA OF
HUARAZ's CITY USING THE BIOTIC ANDEAN INDEX. SEPTEMBER -
DECEMBER, 2009

ABSTRAC
The use of the aquatic macroinvertebrates (and very specially the insects) as indicators
of the quality of the waters of the ecosystems (rivers, lakes or humedales) is generalized
in the whole world. The conflicts between the exploitation and the preservation of the
ecosystems are frequent in South America and in some cases your effect on the aquatic
ecosystems is even more dramatic. The use of bioindicadores to determine the health of
the water bodies, performs supreme importance for the current and retrospective
information of the impacts that might be suffering and to select them implies
determining the numerical values of primary indication of the taxón with regard to the
environmental factors.
For it one related the environmental variables to the Biotic Andean Index of the Rivers
Pariac, Quilcay and Casca cracks, that demonstrates entry of organic pollutants; Across
samplings períodicos between September and December, 2009, physicist evaluated the
zoobentos and variables - chemistries. There was calculated the Biotic Andean Index.
There was applied an analysis of multiple correspondences. The relation was established
between the variables and with Spearman's coefficient and equally an analysis of
multiple regression for steps.
I conclude that the quality of the water of the rivers Pariac and Casca it is moderated
and of bad Quilca.

Key Words: Bioindicator, Andean Biotic Index, macroinvertebrate, quality.


INTRODUCCIÓN

El uso de los macroinvertebrados acuáticos (y muy especialmente los insectos) como


indicadores de la calidad de las aguas de los ecosistemas (ríos, lagos o humedales) está
generalizándose en todo el mundo. Un resumen de esta tradición y de los métodos
actualmente usados, así como una valoración de sus ventajas e inconvenientes se puede
encontrar en Bonada et al. (2006) donde se incluye una visión histórica del tema, y una
extensa bibliografía. Los beneficios del uso de herramientas integradoras y no solo las
características fisicoquímicas del agua para la medida de su calidad han sido
explicitados también en muchos libros y manuales (Chapman, 1996; Boon y Howell,
1997), y forma parte de la legislación de muchos estados. Particularmente interesante es
el proceso abierto en la Unión Europea donde la indicación biológica es el núcleo de
todo el sistema de monitoreo y evaluación de la calidad del agua de sus 27 países, dando
incluso a luz a un nuevo concepto, el “Estado Ecológico”, y ello ha significado una
revolución en la forma como los gobiernos europeos deben contemplar los indicadores
biológicos de calidad del agua (DOCE, 2000).
Los conflictos entre la explotación y la preservación de los ecosistemas son frecuentes
en América del Sur (Parra, 1992) y en algunos casos su efecto sobre los ecosistemas
acuáticos es incluso más dramático (Pringle et al., 2000). Existe una abundante
literatura sobre el tema en América del Sur, tanto en zonas altoandinas como en
tropicales. También existe una buena tradición en la evaluación biológica de los efectos
de la contaminación para conocer el efecto de los vertidos de ciudades (Roldan et al.,
1973; Molineri y Molina, 1995; Roldán, 1996, Ballesteros et al., 1997; Machado et al.,
1997; Zúñiga et al., 1997; Jacobsen, 1998; Roldán, 1999; Monaghan et al., 2000;
Posada et al., 2000; Figueroa et al., 2003, Roldán, 2003), de los impactos producidos
por sólidos en suspensión (Fossati et al., 2001) o la actividad minera (Pringle et al.,
2000). Los efectos de la contaminación han generado una gran cantidad de estudios de
impacto ambiental en dichos países, pero muchos de ellos nunca son publicados, por lo
que existe una extensa, pero restringida en su difusión, literatura gris que no se refleja
en publicaciones científicas y además raramente estos estudios han originado protocolos
estandarizados. Este hecho ya fue indicado en Prat et al. (1999) y posteriormente puesto
de manifiesto en una revisión sobre el uso de los macroinvertebrados como indicadores
de calidad en los ríos altoandinos (Ríos et al., en prep).
Los índices bióticos son una de las maneras más comunes de establecer la calidad
biológica de los ríos. Se suelen expresar en forma de un valor numérico único que
sintetiza las características de todas las especies presentes. Habitualmente consisten en
la combinación de dos o tres propiedades de la asociación: la riqueza de taxa y la
tolerancia/intolerancia a la contaminación para los índices cualitativos, y estos junto a la
abundancia (absoluta o relativa) para los índices cuantitativos.
El índice biótico más antiguo y conocido es el índice de los saprobios (Kolkowitz &
Marsson, 1908) en el que se combina la presencia, la abundancia y el grado de
intolerancia a la contaminación de los organismos acuáticos reconocidos a nivel de
especie. Este índice usa no solo los macroinvertebrados sino toda la comunidad de
organismos acuáticos y el valor de tolerancia de las diferentes especies a la
contaminación se llama valor de saprobiedad (que va de oligosaprobio a polisaprobio).
El nivel taxonómico usado es de especie y se diseñó originalmente para centro Europa,
con el objetivo de evaluar la contaminación orgánica y la falta de oxígeno disuelto en el
agua y no responde a otras perturbaciones (Segnini, 2003; Bonada et al., 2006), de
todos modos, la formulación del índice ha servido como base para el diseño de otros
índices, como los basados en diatomeas o en macrófitas.
Otra familia de índices bien conocida es la de los índices que combinan la riqueza de
taxa con el grado de tolerancia o intolerancia a la contaminación de los mismos, siendo
este último factor el más importante para la determinación del valor final. El primero de
estos índices se diseñó para el río Trent en Inglaterra. Su cálculo es muy sencillo pues se
basa en una tabla de doble entrada. El nivel taxonómico requerido puede ser variable,
para cada uno de los grupos de organismos indicadores, hasta especie para algunos
grupos como los plecópteros, limitado a género en otros (coleópteros habitualmente) o
familia (Dípteros) o incluso orden (Oligoquetos). El mecanismo para la obtención del
índice consiste en una tabla de doble entrada que combina el número de taxa presentes
en la muestra (la columna) con el valor de intolerancia más alto posible (la fila). El
índice requiere una adaptación para los diferentes tipos de ríos y por ello hay versiones
para diferentes países europeos con diferentes nombres (IBGN, en Francia, BBI en
Bélgica, EBI en Italia o BILL en España). Fue un índice muy utilizado en los años
setenta y ochenta del pasado siglo que tiende a sustituirse por otros.
El índice biótico más antiguo y conocido es el índice de los saprobios (Kolkowitz &
Marsson, 1908) en el que se combina la presencia, la abundancia y el grado de
intolerancia a la contaminación de los organismos acuáticos reconocidos a nivel de
especie. Este índice usa no solo los macroinvertebrados sino toda la comunidad de
organismos acuáticos y el valor de tolerancia de las diferentes especies a la
contaminación se llama valor de saprobiedad (que va de oligosaprobio a polisaprobio).
El nivel taxonómico usado es de especie y se diseñó originalmente para centro Europa,
con el objetivo de evaluar la contaminación orgánica y la falta de oxígeno disuelto en el
agua y no responde a otras perturbaciones (Segnini, 2003; Bonada et al., 2006), de
todos modos, la formulación del índice ha servido como base para el diseño de otros
índices, como los basados en diatomeas o en macrófitas.
Otra familia de índices bien conocida es la de los índices que combinan la riqueza de
taxa con el grado de tolerancia o intolerancia a la contaminación de los mismos, siendo
este último factor el más importante para la determinación del valor final. El primero de
estos índices se diseñó para el río Trent en Inglaterra. Su cálculo es muy sencillo pues se
basa en una tabla de doble entrada. El nivel taxonómico requerido puede ser variable,
para cada uno de los grupos de organismos indicadores, hasta especie para algunos
grupos como los plecópteros, limitado a género en otros (coleópteros habitualmente) o
familia (Dípteros) o incluso orden (Oligoquetos). El mecanismo para la obtención del
índice consiste en una tabla de doble entrada que combina el número de taxa presentes
en la muestra (la columna) con el valor de intolerancia más alto posible (la fila). El
índice requiere una adaptación para los diferentes tipos de ríos y por ello hay versiones
para diferentes países europeos con diferentes nombres (IBGN, en Francia, BBI en
Bélgica, EBI en Italia o BILL en España). Fue un índice muy utilizado en los años
setenta y ochenta del pasado siglo que tiende a sustituirse por otros.
En Argentina, este tipo de índice fue adaptado para ríos pampeanos IBPAMP
(Rodrigues Capítulo et al., 2001) diferenciando las zonas rhitral y potamal. Fue
evaluado durante dos años en siete ríos al Noreste de la provincia de Buenos Aires y
tuvo correlaciones positivas altamente significativas con otras medidas bióticas de la
calidad del agua y negativas con la mayoría de los parámetros físicoquímicos
contemplados (DBO5 y nutrientes) en la evaluación. Anteriormente Guerrero y Lloyd
(1992) aplicaron el Índice Biótico de Trent y el Score Biótico de Chandler para evaluar
el impacto de la actividad minera y los vertidos domésticos en el Río Rímac (Perú),
detectando diferencias asociadas a las perturbaciones. Sin embargo, el gradiente de
perturbaciones estudiado contemplaba principalmente situaciones extremas, las
perturbaciones intermedias son difícilmente detectadas en estos índices ya que los
puntajes de tolerancia no fueron adaptados a la fauna propia de la zona de estudio. Este
y otros estudios que han aplicado distintos índices y metodologías desarrolladas en otras
áreas climáticas, por ejemplo, no han considerado la baja riqueza natural de especies de
Plecoptera y Ephemeroptera en la región Andina (Illies, 1969; Jacobsen et al., 1997) por
lo que la calidad ecológica de algunas localidades se subvalora.
Asimismo, se debe mantener precaución en aplicar estos índices para evaluar
condiciones de perturbación diferentes para las que fueron diseñados (contaminación
orgánica) ya que las tolerancias de los grupos suelen ser diferentes e incluso
desconocidos. En este sentido, la determinación de los niveles de tolerancia de las
familias neotropicales ha sido principalmente realizada en base a la experiencia previa
de los expertos más que a un estudio detallado de sus umbrales de adaptación a las
variables abióticas críticas. Hay géneros ampliamente distribuidos (p.ej.: Anacroneuria,
Hydroptila, Baetodes, Thraulodes, y Leptohyphes), los cuales presentan distintos tipos
de adaptaciones al medio donde se encuentran (alta especiación) lo cual hace que su
rango de tolerancia varíe ampliamente y al considerar un valor medio, para el género o
familia este podría no reflejar la calidad ecológica real del río (Illies, 1969; Jacobsen et
al., 1997; Tomanova y Tedesco, 2007).
Uno de los primeros índices bióticos y muy frecuentemente usados en Estados Unidos
es el índice de Hilsenhoff (Hilsenhoff, 1988) cuyo valor es un promedio ponderado de
la abundancia de los diferentes taxa identificados a nivel de familia. En América del
Sur, Strieder et al. (2006) aplicaron este índice para estudiar la calidad del agua del Río
Sinos en el estado de Rio Grande do Sul, Brasil.
Pero sin duda los índices bióticos para macroinvertebrados mas populares actualmente
son los basados en el método BMWP (Biological Monitoring Working Party)
(Armitage, 1983). Este índice también combina el número de taxa totales con un valor
de tolerancia/intolerancia, pero en este caso el nivel taxonómico es el de familia y el
valor final se obtiene de una sumatoria de los valores de intolerancia de cada una de las
familias, que van de 0 a 10. El índice se incrementa cuantas más familias intolerantes
haya, aunque pueden darse valores altos con muchas familias de puntuación intermedia.
También se calcula el ASPT (Average Score Per Taxon) dividiendo el valor final del
índice BMWP por el número de familias que representa el valor medio de tolerancia de
la comunidad. Este índice se ha adaptado a muchos países como España (IBMWP,
IASPT) (Alba-Tercedor y Sánchez Ortega, 1998; Alba-Tercedor et al., 2004) o
Australia (SIGNAL) (Chessman, 1995). En América del Sur hay también diversos
ejemplos de su aplicación en biomonitoreo (Zúñiga de Cardoso et al., 1993; Jacobsen,
1998; Riss et al., 2002; Vásconez, 2000; Fernández et al., 2002; Leiva 2004; Strieder et
al., 2006; Silva et al., 2007). En algunos casos, la adaptación de estos índices a
determinadas regiones en América del Sur ha originado la creación otros, tales como el
Índice Patagónico Andino (IAP) y el Biological Monitoring Patagonian Streams
(BMPS) de Pizzolon y Miserendino (2001), diseñados para evaluar la contaminación
orgánica en la región norte Patagónica. Igualmente el BMWP’ y el ASPT’ fueron
diseñados para los ríos de montaña en Tucumán y otras provincias del noroeste de
Argentina (Domínguez y Fernández, 1998; Fernández et al., 2006, 2008). Otros casos
son los del BMWPA Roldán (1999) adaptación del BMWP para la región de Antioquia
(Colombia) y la adaptación del BMWP para la zona de Minas Gerais (Brasil) (Junqueira
y Campos, 1998; Cota et al., 2002).
El ABI (Andean Biotic Index) que es una adaptación para los Andes de este tipo de
índice. En este caso se parte de una lista de taxa que tienen la distribución por encima de
los 2000 m.s.n.m. y después de una exhaustiva revisión de los valores de
tolerancia/intolerancia para cada familia, a partir de cruzar los datos de distribución de
las familias con los datos de contaminación del medio (Ríos et al., en prep), tomados de
la bibliografía existente. Uno de los problemas de este índice es su adaptación a
diferentes zonas donde las familias presentes no son las mismas y su grado de tolerancia
o intolerancia a la contaminación no se conoce. Incluso los taxa dentro de una misma
familia puede tener una respuesta a la contaminación diferente en una zona geográfica
respecto a otra. Por ello hay que asegurar que las puntuaciones otorgadas en cada lugar
se corresponden con la realidad de la zona donde se aplica. En el caso del A.B.I. la
adaptación se ha realizado después de consultar numerosos estudios hechos en los
Andes y comparar la distribución de las diferentes familias con la contaminación (Ríos
et al., en prep; Acosta et al., en prensa). Pero lo ideal es tener algún tipo de relación
directa de las presiones con el valor de intolerancia. Bonada et al. (2004) comprobaron
que para las familias de Tricópteros y en los ríos mediterráneos de la Península Ibérica,
el valor de la puntuación de cada familia era en general correcto.
Por lo anteriormente expuesto, el presente trabajo tiene como objetivos, Determinar la
calidad de las aguas de los Ríos Paria, Quilcay y Casca de la Ciudad de Huaraz,
utilizando El índice Biótico Andino.
MATERIAL Y MÉTODOS

La ciudad de Huaraz ubicada en el departamento de Ancash, se encuentra a una


altura de 3,052 m.s.n.m., siendo sus coordenadas geográficas, 09º25’ – 9º75’ de Latitud
Sur y 77º25’ – 77º75’ de Latitud Oeste del Meridiano de Greenwich. Las características
del entorno de la ciudad de Huaraz corresponden a las de un valle interandino.
Geográficamente, está localizado en el Callejón de Huaylas, limitado por las Cordilleras
Blanca y Negra, cuyo Río principal es el Santa que la atraviesa y los Ríos Quilcay,
Casca y Pariac que la cruzan de este a oeste (figura 01).

Figura 01. Ubicación geográfica de la ciudad de Huaras y de los ríos Pariac,

Quilcay y Casca.
Los muestreos se realizaron en los ríos Pariac, Quilcay y Casca que atraviesan la
ciudad de Huaraz entre setiembre y diciembre 2009. Se seleccionó 2 estaciones de
muestreo por río, cuya ubicación se definió según representatividad del área en términos
de distancia e influencia de actividad antrópica y por la trama de caminos rurales que
facilitarán el acceso a los puntos de muestreo

En cada uno de ellas se tomaron muestras de macrozoobentos (método


multihábitat (Figuras 2 ) y agua. Para la colecta de macroinvertebrados se utilizó una
red “ D net” con malla de 300 µm. En cada estación se removió el sustrato delante de la
red. Esta operación se realizó tres veces en cada estación.

Figura 02. Colecta de macrozoobentos utilizando el método multihábitat y red “D net”

Las muestras extraídas fueron introducidas en “vials” etiquetados, conteniendo


alcohol al 96%, ayudándose de pinzas entomológicas flexibles para no los dañarlos;
además se añadió 3 o 4 gotas de glicerina para mantener blandas y flexibles las
estructuras de los organismos, luego fueron trasladadas al laboratorio de bilogía de la
Facultad de Ciencias de la UNASAM para su determinación.

La determinación se realizó utilizando las claves de Ward y Whipple, (1945);


Delong y Borror, (1963); Needham, (1978); Domínguez, Hubbard y Pescador, (1994);
Fernández y Domínguez, (2001). Se midió in situ pH, oxigeno disuelto, conductividad y
temperatura utilizando multiparametro.
En Laboratorio se analizaron los parámetros químico-biológico como: nitratos
(mg/l NO 3- ), DBO5, coliformes fecales y coliformes totales.
Se calculó por primera vez para la región el Índice Biótico Andino; para el cálculo
del índice se sumaron las puntuaciones parciales que se obtuvieron de la presencia de
cada familia y de esta forma se obtuvo la puntuación global del punto de muestreo. Si
en el tramo aparecieron más de un individuo de una familia esta sólo se puntuaron una
vez; y con los valores obtenidos, se estableció la clase de calidad del agua basándose en
las cincoestablecidas por este Índice (Tabla 01) (Rios et al., 2006).
Para establecer la relación entre el Índice Biótico Andino y las variables, se utilizó
el coeficiente de correlación de Spearman y su correspondiente test de significancia
debido a que los datos no presentan distribución normal (Elliot, 1977).
Posteriormente, para determinar cuales de los parámetros explican mejor las
variaciones del Índice Biótico Andino, se realizó un análisis de regresión múltiple por
pasos (Dixon y Jennrich, 1983; Armitage et al., 1983; Moss et al., 1987; Rodríguiez y
Wright, 1991 y Zamora – Muñoz et al., 1995). Para el análisis estadístico se utilizó el
programa SPSS VER. 15.0.
Tabla 01. Valores de tolerancia de los diferentes taxa para calcular el Índice Biótico
Andino (Acosta, 2009)
RESULTADOS

Macro invertebrados bentónicos como indicadores biológicos de calidad de agua


de los ríos Paria, Quilcay y Casca.

Composición Taxonómica:

El listado general de familias registrado en el área de estudio son presentados en


la Tabla 1, y está constituida por 12 taxones, la mayoría de los cuales corresponden a
estados inmaduros de insectos, principalmente de los órdenes Diptera (6 taxa),
Coleoptera (1 taxa), Ephemeroptera (1 taxa), Trichoptera (1 taxa), Gasteropoda (1 taxa),
Oligochaeta (1 taxa) y Hirudinea (1 taxa).

Aspectos generales de la morfología de los órdenes más importantes


encontrados en el río Chicama.

Orden Diptera.

Su fuente de alimento es bastante variada, la que incluye desde detritus fino y


microorganismos, a partes de plantas, madera en descomposición y otros insectos y
vertebrados, además las preferencias y hábitos de algunas larvas cambian con la edad y
la estación del año. Se encuentran en cada tipo de hábitat y como grupo, los adultos
voladores son los más ampliamente adaptados de todos los órdenes existentes (Jara
2002) (figura 03y 04).

Orden Ephemeroptera.

Todas las especies del orden Ephemeroptera son acuáticas en su estado larval, en
cambio los adultos son terrestres y éstos generalmente son de vida corta; de aquí la
ilusión de su estado alar efímero en su nombre científico. La mayoría de las especies
son detritívoras y/o hervíboras y son además el alimento preferido de muchos
carnívoros de agua dulce, que incluyen otros insectos y peces; ellos forman una unión
fundamental en la cadena trófica de los ecosistemas acuáticos y en general se afirma que
presentan un amplio espectro dietario (figura 05).

Este orden habita el bentos de aguas corrientes, pozas y áreas estrechas de lagos,
encontrándose en ambientes muy predecibles o específicos dentro de ellos. Sus
requerimientos de oxígeno disuelto son moderados y muchas especies son altamente
susceptibles a la contaminación del agua; por esta razón las Ephemeras han demostrado
ser muy útiles en el biomonitoreo de la calidad del agua donde habitan. (Jara 2002)

Orden Trichoptera:

Es común en fauna de profundidad, la mayoría se ubica en ambientes lóticos y lénticos


y se encuentran en muy variados hábitats. Algunos se dan en asociación con vegetación
acuática, ubicada bajo el agua. Muchas han logrado como mecanismo adaptativo
construir vainas o casitas, cuya forma y función de las Trichoptera que las construyen
son muy particulares, pero en general es permitirles vivir en los ríos, a especies más
frágiles fisiológicamente. Las especies de este orden son catalogadas de tolerantes a
muy intolerantes a la materia orgánica, pudiendo formar con ella un gradiente de
respuesta frente a este tipo de transformación; en cambio todas las especies de
Trichoptera en general no toleran los niveles bajos de pH (entre 1 y 6) en las aguas
donde viven, siendo las primeras en desaparecer en los sistemas que empiezan a
acidificarse. Por otro lado, tienden a preferir aguas con corrientes, lo cual indica que sus
requerimientos de oxígeno en el agua, no son bajos. (Hellawell, 1989).
Tabla 02. Matriz de presencia y ausencia de los distintos taxones en los dos muestreos

realizados en cada río (Setiembre – Diciembre 2009).

Ríos Pariac Quilcay Casca

Taxones

HIRUDINEA 1 0 0

OLIGOCHAETA 1 1 1

GASTEROPODA 0 0 1

EPHEMEROPTERA

Baetidae 1 1 1

TRICHOPTERA

Hidrobiosidae 1 0 0

COLEOPTERA

Elmidae 0 0 1

DIPTERA

Simulidae 1 1 1

Tipulidae 1 1 1

Ceratopogonidae 1 1 1

Empididae 1 0 0

Chironomidae 1 1 1

Culicidae 1 1 1
Tabla 03. Estadísticos descriptores de las variables físico químicas tomadas en los ríos

Pariac, Quilcay y Casca (Setiembre – Diciembre 2009).

Río Pariac Río Quilcay Río Casca

Media Medn D.S CV Media Medn D.S CV Media Medn D.S CV


(%) (%) (%)

Tº (ºC)
11.68 11.65 0.82 7.0 12.6 12.4 1.311 10.4 13.7 13.8 2.3 16.8
O D (mg/l
5.87 5.85 0.18 13.3 5.6 5.6 0.751 13.4 5.5 5.2 0.8 14.5
pH
7.75 7.70 0.31 4.0 5.1 5.1 0.351 6.9 7.4 7.4 0.1 1.4
Conductividad
(µS/cm)
51.80 51.25 6.31 12.2 186.3 190.0 24.705 13.3 132.8 42.1 188.1 19.56

Tabla 04. Promedio de las variables químico biológicas analizadas de los ríos Pariac,
Quilcay y Casca (Setiembre – Diciembre 2009).

Río Pariac Río Quilcay Río Casca

Nitratos
1,0 3,55 3,85
-
(mg/l NO 3 )
DBO 1,47 26,95 29,96
5

Coliformes fecales
(NPM/100ml) 175 11000 15000

Coliformes totales
(NPM/100ml) 1020 24000 36000
Tabla 05. Valores del Índice Biótico Andino (IBA) de los ríos Pariac, Quilcay y Casca
(Setiembre – Diciembre 2009).

Ríos Río Pariac Río Quilcay Río Casca


IBA 34 17 34
Calidad Moderada Mala Moderada

ESCALA : MUY BUENO > 74; BUENO 45 A 75; MODERADO 27 A 44;


MALO 11 A 26; PÉSIMO< 11 (Acosta, 2006)

Tabla 06. Coeficientes de correlación de Spearman entre los parámetros físico-químico-


biológico y el Índice Biótico Andino.

Índice Biótico Andino

Parámetros físico- químico- Coeficiente de Correlación de Valor de


biológico Spearman Significancia
PH 0.237 0.275
Oxígeno -0.009 0.966
Conductividad 0.102 0.644
T°C 0.2128 0.3417
Nitratos -0.0553 0.8020
DBO5 -0.0094 0.9660
p*  0.05

El Análisis de correlación indica que ninguna de los parámetros físico- químico-

biológico de las aguas los tres ríos presentan correlaciones estadísticamente no

significativa (p>0.05) con el índice biótico andino es decir que el pH, Oxigeno,

Conductividad, Temperatura, Nitratos, DBO5 y Coliformes de los ríos son

independientes con el IBA.


Tabla 07. Coeficientes de Correlación de Spearman de la presencia y ausencia de los
taxones y el Índice Biótico Andino.

Índice Biótico Andino

Presencia o ausencia de los Coeficiente de Correlación de Valor de


taxones Spearman Significancia
Hirudinea -0.268 0.217
Oligochaeta 0.450* 0.031
Limnaeidea -0.151 0.491
Baetidae 0.364 0.088
Hydrobiosidae 0.409 0.053
Simulidae 0.419* 0.047
Tipulidae 0.576* 0.004
Ceratopogonidae 0.073 0.741
Empididae 0.161 0.462
Chironomidae 0.478* 0.021
Culicidae 0.292 0.176
p*  0.05

El Análisis de correlación indica que la presencia o ausencia de los taxones


Oligochaeta, Simulidae, Tipulidae y Chironomidae guardan una relación
estadísticamente significativa (p*<0.05) con el Índice Biótico Andino, mientras que la
presencia o ausencia del resto de los taxones son independientes de éste índice biótico.
Análisis de Regresión Lineal Múltiple
Métodos tan análogos como Análisis de Regresión por Pasos (Dixon & Jennrich, 1983,
Edwards, 1985, Socal y Rolh, 1979) utilizado para los mismos propósitos en otros
trabajos similares (Armitage,et al., 1983; Mosss et al.,1987; Rodríguez &Wright, 1988;
1989; entre otros).
Para el Análisis de Regresión Lineal Múltiple se hizo un minucioso análisis de varios
modelos tentativos para ver cuál de las variables independientes es de interés en la
estimación del Índice Biótico Andino o cuales explican mejor la variación del Índice
en mención. También se tuvo que analizar cada uno los supuestos que deben cumplir
los modelos de Regresión Lineal Múltiple (Normalidad, Esperanza cero, Varianza
constante, e independencia de los errores aleatorios y no correlación de las variables
independientes).
Tabla 08. Variables en estudio para el análisis de regresión lineal múltiple.

VARIABLE DEPENDIENTE Y; ABI

VARIABLES INDEPENDIENTES Xi

X1 PH
X
2 Oxígeno
X
3 Conductividad
X
4 T°C
X
5 Nitratos
X DBO
6 5

Entonces el Modelo de Regresión Lineal múltiple para estimar el Índice Biótico Andino
a partir de los parámetros físico-químico-biológico es de la forma:
Y= β0+ β1X1+ β2X2……………..+ β7X7+ ε

Tabla 09. Resultados del análisis de regresión lineal múltiple del índice Biótico Andino
y los parámetros físico – químico – biológico.

Variable dependiente : IBA


Coeficiente de Correlación Múltiple: R = 0,912
Coeficiente de Determinación Múltiple: R2 = 0,8317
Coeficiente de Determinación Múltiple Ajustado: R2adj = 0,640
F (0,05,7,15) = 6,304 ; p = 0,001< 0,01
Intercepción o Constante: 67,364 ; p = 0,000< 0,056
Variables Beta βi Error t-Student Valor de
Estándar t(7) Significancia
S. E. p=
X2 : Oxígeno -3.532 1.460 -2.419 0.029*
X3 : Conductividad .028 .007 3.959 0.001*
X5 : Nitratos -.006 .001 -5.578 0.000*
X6 : DBO5 -1.056 .491 -2.150 0.048*
Después de analizar el cumplimiento de los supuestos de los modelos de Regresión
Lineal Múltiple llegamos a la conclusión que dichos supuestos se cumplen es decir que
los errores aleatorios se distribuyen normalmente con media cero y varianza constante
(No Heterocedasticidad ). Además estos errores no evidencian la presencia de
Autocorrelación(Los errores son independientes unos de otros).
Finalmente al realizar la detección de la multicolinealidad de las variables
independientes la prueba respectiva nos indicó que este problema es muy leve y no es
un problema. Como se cumplen los supuestos de regresión Lineal múltiple , entonces
las conclusiones a que llegaremos mediante este análisis serán consistentes y
estadísticamente confiables
DISCUSIÓN

La composición de la fauna bentónica en los ríos Pariac, Quilcay y Casca, es


semejante a lo reportado por Acosta (2009), en el río Cañete de la Región Lima Perú; y
por Fernández et al. (2002) en el río Lules de la Provincia de Tucumán Argentina, cuyos
rangos de altitud de la zona muestreada son muy similares.
Podemos anotar que el orden dominante fue Díptera, seguido de Oligochaeta y
Ephemeroptera; Esta alta riqueza de Díptera se debe principalmente a la familia
Simulidae, Tipulidae y Chironomidae. Lo que concuerda con Lizarralde de Grosso
(2000), quien indica, que el orden Díptera, abarca la mayor cantidad de especies
acuáticas, aproximadamente la mitad de las especies que constituyen el orden tienen
relación con el agua. Sin embargo, el conocimiento de la diversidad de estos es
extremadamente escaso. Familias como Chironomidae, Simuliidae, Ceratopogonidae y
Ephydridae han sido muy pobremente estudiadas y se sospecha, por ejemplo, que solo
se tienen descritas un 5% del total de las especies existentes de Chironomidae (Reiss,
1981).
La familia Chironomidae es frecuentemente el grupo de insectos acuáticos más
diverso en los sistemas fluviales, con cerca de un total de 15000 especies en el mundo,
juegan un rol importante en todos los niveles de las cadenas alimenticias (Armitage et
al., 1995; Merrit y Cummins, 1996). Son conocidas también por ser especies
oportunistas y rápidas colonizadoras que se adaptan a condiciones fluctuantes (Ruse,
1995). Además, son la familia de macroinvertebrados más ampliamente distribuida,
habitando prácticamente toda clase de hábitats acuáticos. Debido a estas características,
ha sido considerada frecuentemente como potenciales organismos indicadores en el
monitoreo de perturbaciones. Según varios autores para la detección de impactos
antropogénicos, la determinación a nivel de familias de macroinvertebrados es
suficiente, especialmente cuando las diferencias entre los sitios son grandes como
consecuencia de los impactos. Por lo anteriormente expuesto, observamos la presencia
de este grupo en los tres ríos (Tabla 02).
La presencia de una alta densidad de Oligochaeta en los tres ríos nos estaría
indicando, que las aguas presentan una alta cantidad de detritus, así mismo Roldan en
Dominguez et al., (2002), indica que son indicadores de contaminación acuática, sin
embargo habría que hacer una determinación a nivel de género para ver si se trata de
una taxa indicadora de contaminación acuática.
La presencia de Ephemeroptera (Baetidae ) en los tres ríos, como consumidores
primarios, son un componente importante de la fauna bentónica, tanto en número de
individuos. Procesan una cantidad importante de materia orgánica, ya sea triturando las
partículas grandes, o filtrando las pequeñas. Debido a su abundancia y ubicuidad, así
como a la tolerancia diferencial de las diferentes especies a distintos grados de
contaminación o impacto ambiental, han sido utilizados desde hace ya algún tiempo
como indicadores biológicos de calidad de agua (Dominguez et al., 2002).
En el caso de Trichoptera, viven en todas las regiones del mundo tanto en aguas
frías y corrientes como en las estancadas y más bien cálidas, cada especie tiene una
reducida tolerancia a cambios de las condiciones ambientales. A lo largo de un río las
especies de tricópteros se van reemplazando entera o parcialmente en tramos sucesivos,
definiendo zonas biocenóticas distintas. En esta distribución tiene influencia entre otros
factores, la velocidad de la corriente, ya que actúa sobre la distribución del alimento, la
construcción del capullo, y ejerce un efecto directo sobre el fenómeno de la deriva: las
especies atenúan el efecto de la corriente a través de diversos mecanismos usando
capullos pesados. La velocidad de la corriente y la temperatura, tienen un efecto directo
sobre la concentración de oxigeno, siendo este probablemente, uno de los limitantes
más severos en la distribución de los tricópteros. Es uno de los órdenes más importantes
en las cadenas alimentarias de arroyos; desoves, larvas, y adultos son parte de la dieta
de peces de agua dulce, o intervienen en algunos de los pasos intermedios que culminan
en ellos. Los adultos diurnos y los desoves no acuáticos son alimento de aves ribereñas,
también son predados por anfibios, murciélagos y otros animales nocturnos que
merodean alrededor de las luces hacia las cuales vuelan los tricópteros( Angrisano y
Korob. 2002 ). Sin embargo, a pesar de que existen en todos los ríos del mundo, su
presencia se ha limitado al río Pariac, y su ausencia en los ríos Quilcay y Casca esté
condicionada, por los factores anteriormente mencionados.
Las características físicas y químicas de los ríos Pariac, Quilcay y Casca, se
podrían caracterizar como una comunidad Rithron según la clásica teoría de Illies
(1969) debido a la dominancia del substrato rocoso, las altas concentraciones de
oxígeno disuelto y las bajas temperaturas.
Existe una serie de factores que interactúan para determinar la composición y
riqueza de una comunidad bentónica en los cursos de agua. Dichos factores comprenden
factores biogeográficos, tamaño y topografía de la cuenca, diferencias en la calidad de
las fuentes de energía y relaciones bióticas dentro de las cadenas tróficas (Covich,
1988). Por lo tanto, dado que dichos factores son casi similares en las estaciones de
muestreo, no es extraño esperar una semejante similitud entre ellos. Covich (1988)
señala por ejemplo que muchos taxas de insectos acuáticos están aparentemente
restringidos a quebradas de aguas frías en el neotrópico. Por lo anteriormente expuesto,
se puede observar, una similitud en la composición taxonómica encontrada en los tres
ríos.
Con respecto a las variables físico-químicas determinadas in situ, se pudo
observar que los valores promedio de la temperatura no son muy dispersos entre los ríos
( tabal 03) ; sin embargo, Jacobsen (1997; 2008) indica a la temperatura del agua y la
presión parcial del oxigeno como los factores más importantes que determinan la
riqueza y distribución de las familias de macroinvertebrados en los Andes; en nuestro
estudio, ni la temperatura ni el oxigeno disuelto resultaron parámetros significativos
para explicar la variabilidad existente. En ese sentido, Carter et al. (1996) señalaron que
aunque la temperatura es un factor muy importante en la estructura de la comunidad, su
influencia rara vez es detectada, debido principalmente a causas metodológicas. Así, en
ecosistemas con un amplio rango térmico horario, como los altoandinos, la medida
continua de la variabilidad horaria de ambos parámetros durante varios días es más
apropiada que las medidas puntuales para detectar patrones de variación (Jacobsen,
2008). En nuestro caso, por motivos logísticos, ambas variables fueron medidas
puntuales y probablemente debido a esto el efecto directo de ambas variables no fue
detectado.
Los resultados sugieren que en los ríos Pariac, Quilcay y Casca, la composición
de la comunidad de macroinvertebrados se estructura en un primer momento a partir de
factores a gran escala como la altitud y el orden del rio dentro de un contexto de
limitaciones fisiológicas de naturaleza térmica y de saturación de oxigeno no detectadas,
debido a la forma de realizar los análisis fisicoquímicos (Illies, 1969; Jacobsen et al.,
1997; Jacobsen y Brodersen, 2008). El efecto del orden de rio es otro factor que tiene
también un efecto directo sobre la riqueza de taxa, el cual muchas veces es difícil de
separar de la altitud (Vannote et al., 1980; Jacobsen et al., 1997). Sobre esta primera
base de factores a gran escala, las comunidades son nuevamente modificadas por
factores locales como por ejemplo la calidad del hábitat fluvial, la composición
geológica y el uso de la tierra que influencian la fisicoquímica del agua.
Así mismo, la riqueza de taxa está fuertemente influenciada por el hábitat
fluvial. Sin embargo, la manera en la que interactúa con los otros factores locales y de
gran escala, es aun en parte desconocida. Así por ejemplo, en los ríos Pariac y Casca
podemos distinguir una forma de interacción: 1) En determinadas situaciones los
factores locales pueden tener gran importancia, así, una vegetación de ribera
estructuralmente compleja y diversa aumenta la heterogeneidad del hábitat fluvial y con
ello la riqueza local de taxa. Lo que no sucede en el río Quilcay.
El oxigeno disuelto es uno de los indicadores más importantes de la calidad del
agua de un río, los valores normales deben variar entre 7,0 y 8,0 mg/l (Roldan, 2003);
sin embargo, se observó que los valores para los tres ríos están por debajo de estos
valores (tabla 03), pero si los comparamos con los Estándares Nacionales de Calidad
Ambiental del Agua (DS 002-2008-MINAM), las concentraciones son mayores al límite
mínimo que exige tener una concentración mayor o igual a 4 mg/l; según la norma
nacional se puede afirmar que existen buenas condiciones de oxigenación en los tres
ríos.
Con respecto al pH, se observó que en los ríos Pariac, y Casca (tabla 03)
presentan una alcalinidad bicarbonato (menor pH = 8,3) ( Roldan, 2003); presentar estas
características son muy importantes, por que presenta una alta capacidad de
tamponamiento, y por tanto amortiguan mejor los posibles impactos producidos por
vertidos o agentes contaminantes. Por lo general las aguas naturales no contaminadas
exhiben un pH en el rango de 5 a 9, es importante señalar que la coagulación, la
remoción de la turbiedad es eficiente por lo general en un rango de pH de 6,0 a 7,8. Para
el río Quilcay el pH se encuentra influenciado por uno de sus tributarios, ya que de
manera natural presenta un pH muy bajo. Si comparamos los valores con los Estándares
Nacionales de Calidad Ambiental del Agua (DS 002-2008-MINAM), se observó que los
ríos Pariac y Casca estarían dentro los límites permisibles según esta norma (pH de 6,5
a 8,5), lo que no sucede con el río Quilcay.
La conductividad fluctuó entre 51,80 µS/cm para el río Pariac y 186,3 µS/cm
para el río Quilcay, siendo todos los valores menores a 2000 µS/cm, establecido para la
categoría 3 Riego de vegetales y bebidas de animales de los Estándares Nacionales de
Calidad Ambiental del Agua (DS 002-2008-MINAM). El máximo valor de
conductividad está relacionado directamente con la máxima concentración de sólidos
totales disueltos. En general, la superficie de la cuenca drenada, la distancia al origen
del río , provoca una mayor concentración de sales disueltas en las aguas y una
estabilización de la composición química de las aguas , la discontinuidad hídrica
espacial en algunos afluentes de los ríos, puede dificultar esta estabilidad química
progresiva de los ríos. Aunque otros factores como la vegetación, los usos del terreno y
los vertidos contaminantes influyen en los valores de conductividad de las aguas, el
aporte de nutrientes de agricultura de las aguas existentes en algunos tramos también
contribuyen al incremento de los valores en los ríos Quilcay y Casca (tabla 03).
Los Nitratos (sales de acido nítrico, HNO3) varían desde 1 mg/ l en el río Pariac
a 3,85 mg/ l en el río Casca, y son valores menores a los valores establecidos para la
categoría 3:Riego de vegetales y bebidas de animales, y la categoría 4 : Conservación
del Ambiente Acuático de los Estándares Nacionales de Calidad Ambiental del Agua
(DS 002-2008-MINAM). En general son muy solubles en agua debido a la polaridad del
ion. En los sistemas acuáticos y terrestres, los materiales nitrogenados tienden a
transformarse en nitratos (tabla 04).
Branco (1984), indica que la Demanda Bioquímica de Oxigeno de un río, no
debe exceder los 4 mg/ l, por el riesgo que significa para sus habitantes aeróbicos; así
mismo, para la categoría 3:Riego de vegetales y bebidas de animales no debe exceder
los 15 mg/ l, y para la categoría 4 : Conservación del Ambiente Acuático, debe ser
menor de 10 mg/ l, según los Estándares Nacionales de Calidad Ambiental del Agua
(DS 002-2008-MINAM; sin embargo se observó que el río Casca presento valores
menores a la norma ( 1,47 mg/ l) y los Quilcay ( 26,95 mg/ l) y Casca ( 29,96 mg/ l )
exceden ampliamente los parámetros establecidos por la norma (tabla 04). Lo
anteriormente expuesto, nos indicaría que los ríos Quilcay y Casca se encuentran
impactados por una fuerte carga orgánica, o sea por una determinada cantidad de
desecho biodegradable o químicamente reductora o “consumidora de oxigeno”. Es
importante resaltar, que conocer este fenómeno, permite comprender el balance de
oxigeno de una masa de agua, y que la influencia de los contaminantes orgánico sobre
este balance constituyen el aspecto más grave y el perjuicio más generalizado desde un
punto de vista ecológico, que resulta de la contaminación de las aguas por desechos
domésticos o industriales orgánicos. Al disminuir la concentración normal de oxigeno
en las aguas pueden destruirse peces, invertebrados, al igual que sus huevos y larvas,
alterando significativamente los ecosistemas y perjudicando su utilización en la
acuicultura (tabla 04)..
Con respecto a los coliformes fecales, los valores fluctúan de 175 NPM /100 ml
para el río Pariac, hasta 15000 NPM/ 100 ml para el río Casca. Si los comparamos con
la categoría 3:Riego de vegetales y bebidas de animales no debe exceder los 1000 NPM/
100 ml, y para la categoría 4 : Conservación del Ambiente Acuático, debe exceder los
2000 NPM/100 ml, según los Estándares Nacionales de Calidad Ambiental del Agua
(DS 002-2008-MINAM), se observó que el río Casca estaría dentro de los parámetros
estándares y los ríos Quilcay y Casca excederían ampliamente los estándares. La misma
situación estaría sucediendo con respecto al parámetro coliformes totales (tabla 04).
Esta situación preocupante en los ríos Quilcay y Pariac, se debería al fuerte impacto
antrópico por el vertimiento de sus efluentes con alta concentración de heces fecales y
otros desechos orgánicos.
Los valores del Índice Biótico Andino, se determinaron después de sumar los
valores de tolerancia (tabla 01) de las diferente familias de macroinvertebrados
encontrados en cada estación de muestreo. Se observó que los valores del IBA
incrementan su valor un función del período de sequía, es decir a mas sequía mayor
valor del IBA, Lo que concuerda con Jacobsen (1998), quien reporta que en épocas de
estiaje se encuentra un mayor número de taxa y por consiguiente incremento del valor
del IBA. De manera general se puede considerar que la calidad de las aguas del río
Pariac y Casca es moderada y la del río Quilcay es mala según el valor del IBA (tabla
05). Sin embargo recientemente, otro factor ha sido puesto de manifiesto en cuanto a la
baja riqueza de familias en hábitats altoandinos; según. Jacobsen y Marín (2007), han
reportado una riqueza de familias extremadamente baja en los ecosistemas de la puna
del altiplano Boliviano en comparación a los páramos ecuatorianos y lo han atribuido no
sólo a los factores anteriormente mencionados, sino también a las severas fluctuaciones
diarias de temperatura y oxigeno disuelto, que implican fuertes presiones fisiológicas
limitando una elevada riqueza de familias y especies. Al incorporar el efecto de las
distintas presiones antrópicas, independientes del tipo de ribera, la riqueza de familias y
especialmente el valor del IBA decae notablemente, hasta llegar a graves extremos de
perturbación.
Según Prat y Ward (1994), es difícil predecir la respuesta de la comunidad; sin
embargo la calidad del agua, medida con el Índice Biótico Andino, indica que existe
contaminación importante, lo que se corrobora con las observaciones visibles de las
alteraciones en las áreas marginales de las estaciones de muestreo y que se manifiesta en
la estructura de la comunidad bentónica y en su alto grado de deterioro en la calidad del
agua según el índice biótico. Sin embargo, Fernández et al. (2002), indica que a pesar de
una primera impresión desfavorable partir de las alteraciones visibles en las áreas
marginales del río Lules en la Provincia de Tucumán Argentina, de por lo menos dos
estaciones; la calidad del agua, medida por índices bióticos y análisis químicos, indican
que no hay contaminación orgánica relevante, ni se manifiesta en la estructura de la
comunidad; la no concordancia posiblemente se deba a que en los ríos Quilcay y Casca
exista una mayor presión antrópica y como consecuencia un deterioro marginal de sus
riberas y de la calidad de sus aguas. Graca y Coimbra (1998), indican, que para adoptar
un índice, desarrollado originalmente por otra región , es necesario realizar estudios de
validación, así como adaptar los puntajes de los taxones indicadores; además, se debe
tener en cuenta, que muchas de las especies locales y taxones supraespecíficos
cosmopolitas vienen de linajes evolutivos propios y diferentes de aquellos de la región
holártica, por lo cual pueden presentar niveles de tolerancia diferentes a los que
muestran en Europa o Norteamérica.
El pH, oxigeno disuelto, conductividad, nitratos, y la DBO5, son independientes
del ÍBA (tabla 06), esto no concuerda con lo que afirma Alba – Torcedor ( 2002),
cuando reporta que existe una correlación negativa entre parámetros químicos que
denotan contaminaciones tales como amonio, nitritos y fosfatos.
Sin embargo, a pesar de que ninguno de los parámetros físico – químico, tienen
correlación significativa (α = 0,05 ) con el IBA de manera individual (tabla 06); sin
embargo, la presencia o ausencia de los taxones Oligochaeta, Simulidae, Tipulidae y
Chironomidae guardan una relación estadísticamente significativa (p*<0.05) con el
Índice Biótico Andino, mientras que la presencia o ausencia del resto de los taxones son
independientes de éste índice biótico (tabla 07).
Por otro lado, el aporte de varios de los parámetros físico – químico en conjunto
si explican la variable ABI, realizando análisis de regresión múltiple por pasos (tabla
08) ; en tal sentido, el ABI se puede predecir a partir de los parámetros físico-químicos
de las aguas de los ríos Pariac, Quilcay y Casca; es decir, en un 83.17% de la
variabilidad (varianza) del IBA es explicado, de forma significativa por cuatro
parámetros físico-químicos , conductividad en forma positiva, nitratos, oxígeno
disuelto y DBO5 en forma negativa, el resto de la varianza es explicado por los
macroinvertebrados u otras variables; método que ha sido utilizado para los mismos
propósitos en otros trabajos similares (Dixon y Jennrich, 1983;Armitage et al., 1983;
Moss et al., 1987; Rodríguiez y Wright, 1991; Zamora – Muñoz et al., 1995).
AGRADECIMIENTOS

Especial Agradecimiento a la Oficina General de Investigación y Cooperación


Técnica y al Vice Rectorado Académico de la Universidad Nacional Santiago Antúnez
de Mayolo, ya que sin su apoyo no hubiera sido posible la ejecución de la presente
investigación.
CONCLUSIONES

- La calidad del agua de los ríos Pariac y Casca es Moderada (IBA = 34)

- La calidad del agua del río Quilcay es mala (IBA = 17)

- Un 83.17% de la variabilidad (Varianza) del IBA es explicado, de forma

significativa por cuatro parámetros físico-químicos Conductividad en forma

positiva, Nitratos, DBO5 y Oxígeno en forma negativa, el resto de la varianza es

explicado por los macro invertebrados u otras variables.

- En el Río Pariac se determinaron 6 ordenes y 8 familias de macroinvertebrados;

en el río Quilcay 3 ordenes y 6 familias de macroinvertebrados y en el Casca 5

ordenes y 8 familias de macroinvertebrados.

- El orden díptera predominó en los tres ríos.

- Los ríos Quilcay y Casca presentan una elevada contaminación orgánica.


RECOMENDACIONES

Se recomienda, implementar métodos eficaces de diagnóstico rápido de la calidad de


aguas, así como validar de dichos métodos; con la finalidad de hacer comparables los
estudios de calidad de agua entre ríos o entre países, de modo que se puede llegar a
generalizaciones válidas que puedan ser usadas como herramientas por los organismos
públicos y privados gestores de los recursos hídricos en los países de la región.
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ANEXOS
ORDEN DÍPTERA

Figura 03. Ejemplar de la Familia Tipulidae

Figura 04. Ejemplar de la Familia Simulidae


ORDEN EPHEMEROPTERA

Figura 05. Ejemplar de la Familia Baetidae

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