La congelación de embriones se realiza actualmente en todo el mundo, como
una consecuencia inevitable de la fecundación in-vitro, a fin de abaratar costos, de no exponer a la madre a molestias y riesgos que conlleva la extracción de óvulos, y como objetivo final, a fin de garantizar el embarazo deseado. Estas razones, si bien desde el punto de vista médico y económico, pudieran ser consideradas razonables, desde el punto de vista ético y jurídico dan lugar a severos cuestionamientos, ya que la congelación de embriones expone a los embriones al riesgo de ser destruidos o reutilizados con fines experimentales y a la inevitable sobrepoblación de ellos.
Los centros especializados en fertilización en el mundo que criopreservan
embriones humanos tienen muchos motivos para destruir a los embriones congelados abandonados por sus padres después de un cierto plazo, por la saturación de estos. La pregunta que se encuentra en el centro de este conflicto ético y jurídico es: ¿son personas los embriones in-vitro? ¿merecerán una protección? El tema se viene debatiendo desde hace años entre juristas, religiosos, filósofos y moralistas, y las diferencias de criterios se acrecientan en lugar de decrecer. El tema de investigación es acerca de si estos embriones criocongelados debían suceder, heredar a sus padres biológicos si estos fallecían; si estos debían ser introducidos en el cuerpo de una mujer ajena o familiar de los causantes, para poder suceder patrimonialmente perotodas las manifestaciones sobre si estos embriones criocongelados puede ser acreedor de derechos patrimoniales o sino exclusivamente derechos extrapatrimoniales, por ello la investigación se dirige hacia si se debe considerar al embrión criocongelado como “ser humano”, capaz de adquirir derechos esenciales e inherentes a su calidad de ser humano. Es mejor considerarlo como ser humano y adquirir los derechos que merece por su calidad de ser humano que considerarlo “material de estudio”; ya que internacionalmente hay muchos que no lo consideran ni siquiera como concebido y menos como persona, por el contrario señalan que el embrión criopreservado jamás en una sucesión legal va ser considerado como descendiente, por no estar introducido en el útero materno.
Debido a ello la investigación efectuada prefiere proteger al embrión
criocongelado, para que no se experimente con el, al decir experimente queremos indicar de que no se lo descongele y se le extraiga células y se lo vuelva a congelar deteniendo su crecimiento, para luego reiterar este procedimiento. Ya que son pocos los criocongelados que llegan a culminar su estadio en el seno materno con un “nacido vivo”, por ello creemos que es importante protegerlos mientras estén criopreservados.