Você está na página 1de 3

El surgimiento del nacionalismo de derecha como fuerza política en argentina

no puede separarse del golpe de estado de 1930.

A partir de la segunda década del siglo XX comenzó a difundirse el discurso


nacionalista. Uno de sus principales voceros fue Leopoldo Lugones. El título
del texto es porque en 1824 cuando en Perú se conmemoraba la batalla de
Ayacucho pronuncio un discurso que se conoce como LA HORA DE LA
ESPADA: “La espada dio a la Argentina el único logro real por el que puede
enorgullecerse: La independencia. A partir de ahí, los argentinos han vivido
en desorden y frustración debido a la democracia y la demagogia. Al presente
se encuentra amenazado por el socialismo y ese peligro solamente puede
eliminarlo la espada y solo el ejército, la última aristocracia, puede lograrlo.”
Nació en 1874 fue un reconocido poeta. La primera guerra mundial despertó
el espíritu político de Lugones, cansado de la política neutralista de Yrigoyen
comenzó a promover una campaña por la intervención argentina en la
guerra; trato de convencer que la línea que debía estar el país era unirse a los
aliados contra el militarismo barbaro de Alemania. Profeso su admiración por
estados unidos y especialmente Francia. El poeta insistió que la argentina
necesitaba una renovación completa de sistema, instituciones nuevas, el fin
del sufragio universal y la supresión de los políticos profesionales que solo
querían enriquecerse. Se lo reconoce como el primer vocero del
nacionalismo de derecha en la Argentina, el primer no izquierdista que
condeno en forma abierta el proceso democrático, que pidió al ejército que
se convirtiera en arbitro de los conflictos políticos, el primero que declaro
amor a la patria como único valor moral y político aceptable.

Durante este periodo las exigencias de los trabajadores era sinónimo de


traición, los pedidos de aumento, las huelgas eran consideradas de
extremistas rebeldes y antinacionales. En la argentina, al igual que el resto
del mundo, aumento la violencia obrera (Huelgas, crímenes políticos,
asesinatos). Los extranjeros habían organizado los primeros sindicatos
obreros; ahora la condición de extranjero era suficiente para convencer a
ciertos grupos que la intranquilidad social del país se debía a la influencia
externa o de los agentes extranjeros que habían infiltrado las filas obreras.
1927 Se crea la Nueva Republica un periódico conservador, a partir de este
momento los discursos de Lugones comienzan a tener mayor audiencia. Dado
el fracaso de la clase alta los redactores declaraban que La nueva república
había asumido la responsabilidad de formular la ideología que reclamaba el
país. Los editorialistas no explicaban que tipo de gobierno preferían como
alternativa, referían solamente a los logros de países no democráticos.
Indicaban que se necesitaba un gobierno fuerte, capaz de garantizar el orden
y eliminar la anarquía provocada por el radicalismo de Yrigoyen. Para este
grupo de jóvenes el nacionalismo giraba en torno a: Orden, jerarquía y
autoridad; no se dirigía al pueblo sino a una minoría inteligente, consiente de
los males provocados por la democracia. Dicha minoría tenía que unirse en
una liga sin compromisos electorales elite que desplazara al gobierno. Esto
no podía fracasar porque el pueblo siempre acepta lo que le es impuesto,
palabras que provienen de Charles Maurras: La turba siempre sigue a las
minorías inteligentes y estas minorías son las que hacen historia.

El nacionalismo de la nuevo republica estaba inspirado en Francia. Sus


fuentes eran la acción francesa y en especial Charles Maurras. Esta influencia
no fue casual; la oligarquía siempre se había acercado a la cultura francesa,
reflejado no solo en sus gustos, forma de vida sino también cualquier modao
movimiento literario. Pero esta influencia no resulta suficiente para explicar
el mantenimiento del nacionalismo en argentina. La explicación está en la
Argentina misma, en las transformaciones sociales y políticas que surgen a
partir del siglo XX y en particular desde que Yrigoyen asume el poder. WEBER
señala que los movimientos influenciados por la acción francesa se
transformaron en acción política cuando la situación parecía crítica y la elite
no parecía capaz de reafirmarse.

Los nacionalistas se autoeligieron voceros de una elite que había entrado en


crisis desde la sanción de la Ley Sáenz peña. Manifestaban que la nación
estaba en un periodo muy difícil y la democracia no era la solución. Además
ciertas fuerzas sociales debían ser controladas y ello podía realizarse si las
clases conservadoras, separadas, se oponían en una defensa homogénea.
Ya a comienzos de la segunda presidencia de Yrigoyen, los nacionalistas
habían encontrado al conductor que ejecutaría su golpe: José Félix Uriburu.

Você também pode gostar