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El hombre está ligado con la naturaleza por medio de la producción material. La forma
de este lazo es el trabajo, condición indispensable de la existencia de la humanidad.
Merced al trabajo el hombre conquista a la naturaleza los bienes materiales que
necesita. En el proceso del trabajo los hombres entablan relaciones económicas de
producción, de las cuales surgen otras relaciones: políticas, jurídicas y éticas.
Lenin la llamó esencia y médula de la dialéctica. Esta ley pone al descubierto las
fuentes y causas reales del eterno movimiento y desarrollo del mundo material. Su
conocimiento es de gran importancia para comprender la dialéctica del desarrollo
de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento, para la ciencia y la actividad
revolucionaria práctica.
El análisis de las contradicciones de la realidad objetiva y el descubrimiento de
su naturaleza es una exigencia importantísima de toda investigación científica y de
toda obra práctica.
Se llama contrarios a los aspectos, tendencias o fuerzas internas del objeto que
se excluyen mutuamente y al mismo tiempo, se presuponen el uno al otro. La
relación de indestructible dependencia de estos aspectos constituye la unidad de los
contrarios.
Hemos establecido que los objetos y fenómenos son una unidad de contrarios.
¿Cuál es, pues, el carácter de esta unidad? ¿Existen los contrarios pacíficamente en
esa unidad o entran en contradicción, en lucha, el uno con el otro?
El desarrollo de los objetos y fenómenos más diversos es prueba de que los
extremos contrarios no pueden coexistir pacíficamente en un mismo objeto, el
carácter contradictorio de las tendencias contrapuestas que se excluyen
mutuamente, provoca necesariamente la lucha entre ellas. Lo viejo y lo nuevo, lo
que nace y lo que muere en los objetos, no pueden menos de entrar en
contradicción. La contradicción, la lucha de contrarios, constituye la fuente esencial
del desarrollo de la. materia y la conciencia. “El desarrollo —escribió Lenin— es la
'lucha' entre tendencias contrapuestas” * recalcando con especial vigor que esta
lucha es absoluta, como absolutos son el desarrollo y el movimiento.
MULTIFORMIDAD DE LAS CONTRADICCIONES
Las contradicciones internas son la fuente del desarrollo, porque ellas determinan
la faz y la naturaleza del propio objeto. Fuera de sus contradicciones internas el
objeto no sería lo que es
Las influencias exteriores ejercidas sobre un objeto se reflejan siempre a través
de las contradicciones internas que le son propias, y en esto se revela también el
papel determinante que desempeñan en el desarrollo.
Para comprender la esencia de esta ley debemos aclarar, ante todo, qué es calidad y qué es
cantidad.
En torno de nosotros hay muchos objetos y fenómenos de lo más diversos, y todos ellos se
mueven y cambian sin cesar. No obstante, no los confundimos, los distinguimos y
determinamos. No los vemos fundidos en una masa gris y amorfa, sino que cada uno se
distingue de los otros por particularidades y propiedades inherentes solamente a él.
Lo que hace que un objeto sea lo que es, y no otro, y lo distingue de los demás, se llama
calidad.
Todos los objetos y fenómenos poseen calidad. Eso nos permite determinarlos y distinguirlos.
La calidad se manifiesta en cualidades. La cualidad caracteriza una cosa por algún aspecto
determinado, en tanto que la calidad da una idea de conjunto del objeto.
Además de una calidad determinada, cada objeto posee también cantidad. A diferencia de aquélla,
ésta define al objeto por el grado de su desarrollo o la intensidad de sus cualidades, así como
por su magnitud, volumen, etc. Por lo general, la cantidad se expresa en número. Tienen
expresión numérica las dimensiones, el peso y el volumen de los objetos, la intensidad de sus
colores y de los sonidos que emiten, etc.
El tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos es una ley universal del desarrollo del
mundo material.
Los cambios cuantitativos y cualitativos están, por tanto, ligados entre sí y dependen unos de
otros.
Unidad de la continuidad y la discontinuidad (salto) en el desarrollo
El desarrollo se manifiesta, pues, como la unidad de dos formas o fases distintas, pero
interdependientes: continuidad y discontinuidad (forma de saltos) 1.
La discontinuidad o salto es una fase de cambios cualitativos radicales del objeto, un momento o
período de trasformación de la calidad vieja en otra nueva. A diferencia de los cambios
cuantitativos, lentos y ocultos, el salto, es un cambio más o menos manifiesto, relativamente rápido
de la calidad del objeto. Estos cambios se operan con relativa rapidez incluso cuando las
trasformaciones cualitativas adquieren la forma de tránsito gradual.
Los saltos tienen inmensa importancia en el proceso del desarrollo puesto que ellos destruyen
lo viejo y originan lo nuevo.
Son de particular importancia en el desarrollo de la sociedad los saltos, que a menudo tienen
carácter de revoluciones, que derrocan el viejo régimen e instauran otro nuevo, eliminando al
propio tiempo los obstáculos que impiden el progreso social.
En resumen: la cantidad y la calidad son rasgos inherentes a todos los objetos y fenómenos.
Ambas están vinculadas entre sí, y en el proceso del desarrollo los cambios cuantitativos
graduales e imperceptibles se convierten en cambios radicales cualitativos. Este paso se realiza
en forma de salto.
Tal es la esencia de la ley dialéctica del tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos.
Como hemos visto, el salto es una forma obligatoria y universal de tránsito de los cambios
cuantitativos a cualitativos, pero, como en el mundo existen objetos y fenómenos muy diversos,
los saltos también son multiformes. Detengámonos más detalladamente en esta cuestión.
La ley de la negación de la negación indica la dirección general, la tendencia, del desarrollo del
mundo material.
Para comprender su esencia y alcance se debe aclarar, ante todo, qué es negación dialéctica y
qué lugar ocupa en el proceso del desarrollo.
, el retorno, en cierta medida, al punto de arranque del desarrollo, pero sobre una base
completamente distinta, cualitativamente nueva.
el desarrollo se produce negando lo viejo por lo nuevo y lo inferior por lo superior, y adquiere un
carácter progresista, puesto que lo nuevo, al negar lo viejo, conserva y desarrolla sus rasgos
positivos. Al mismo tiempo se produce en espiral, repitiendo en las fases superiores algunos
aspectos y rasgos de las inferiores.
2 * V. l. Lenin, Carlos Marx y Federico Engels, Moscú, ed, en español, Pág. 14. (Ed.)
CATEGORIAS
2. LO SINGULAR Y LO UNIVERSAL
Todo objeto posee una serie de rasgos peculiares inherentes a él solo. Tomemos, por ejemplo,
el álamo que crece junto a nuestra casa. Tiene ciertas dimensiones, un número y disposición
determinados de ramas, una configuración particular de las raíces y algunos rasgos más.
Cualquier hombre determinado y concreto (Juan, Pedro, etc.) posee también sus rasgos
peculiares, que no se repiten, aptitudes y costumbres, intereses e inclinaciones, manera de
andar y hablar. Estos rasgos lo destacan de los millones de habitantes de nuestro planeta.
Lo singular es, pues, ese álamo concreto, una persona, cada objeto o fenómeno individual del
mundo material.
Sin embargo, cualquier cosa singular, individual, no existe por sí misma, desligada de otros
objetos y fenómenos. Cada individuo vive en la tierra rodeado de muchas personas a quienes
está vinculado con millares de lazos de los más variados. Por lo tanto, tiene con ellas mucho de
común. Posee una profesión, lo cual quiere decir que presenta algunos rasgos propios de todos
los individuos de esa especialidad. Pertenece a una clase y nación determinadas, por lo que le
son inherentes determinadas particularidades nacionales y de clase. En cuanto a su constitución
anatómico-fisiológica, así como a la facultad de sentir, pensar, trabajar y hablar son rasgos
comunes a todos los seres humanos. De idéntica manera, cada objeto presenta rasgos comunes
de otros, excepto los individuales, propios únicamente de él.
Por otro lado, lo universal existe únicamente en lo singular, a través de lo singular. No hay una
sola especie de planta o animal fuera de sus individuos singulares. La especie, general con
relación al individuo, no comprende todos los rasgos de los organismos individuales que la
constituyen, sino los esenciales y reiterativos nada más. Por eso Lenin caracterizaba lo universal
como aspecto o esencial de lo singular.
Lo singular y lo universal no sólo guardan mutua ligazón, sino que cambian constantemente. La
barrera que media entre ellos es muy movediza. Durante su desarrollo, en determinadas
condiciones, lo uno se trasforma en lo otro: lo singular se trueca en universal y viceversa.
En el desarrollo de los organismos, por ejemplo, se observan hechos, en los que algún rasgo
nuevo y útil, adquirido por un individuo singular, se trasmite por herencia y, con el tiempo, llega
a ser patrimonio de la multitud, de una inmensidad de individuos, es decir, se trasforma en
rasgo universal, de la especie. Si un rasgo universal pierde su importancia para la actividad vital
de la especie, se extingue paulatinamente, se atrofia, y, en las generaciones sucesivas, aparece
sólo ocasionalmente como un atavismo, como un retorno a la organización de los antepasados,
en organismos singulares. En este caso lo universal se trueca en singular.
131 Este acontecimiento singular inició la emulación socialista en masa que, posteriormente, se
convirtió en método universal de la edificación comunista, en una ley del desarrollo del
socialismo y del comunismo. Lo singular se convirtió en universal.
131 Los dogmáticos, por el contrario, cierran los ojos a la necesidad de tener en cuenta las
condiciones histórico-concretas en la revolución, consideran que ésta se realiza en todas partes
según los mismos esquemas, elaborados de una vez para y siempre. El daño causado por esta
actitud estriba en que coarta la iniciativa creadora de las masas populares, les quita la
posibilidad de aprender de su propia experiencia y provoca serias dificultades al proceso de su
desarrollo.
Las opiniones de los revisionistas y dogmáticos han sido sometidas a una dura crítica en la
Declaración de la Conferencia de los Representantes de los Partidos Comunistas y Obreros
(1957). Se recalca en ella que la sustitución del capitalismo por el socialismo en todos los países
es un proceso revolucionario único con leyes generales de esencial importancia. Estas leyes son:
Dirección de las masas trabajadoras por parte de la clase obrera, cuyo núcleo es el partido
marxista-leninista, para realizar la revolución proletaria de una u otra forma e instaurar la
dictadura del proletariado de una u otra forma; alianza de la clase obrera con la masa principal
de los campesinos y otras capas de
una intelectualidad numerosa y fiel a la clase obrera, al pueblo trabajador y a la causa del
socialismo; supresión del yugo nacional y establecimiento de la igualdad y amistad fraternal
entre los
pueblos; defensa de las conquistas del socialismo contra los atentados de los enemigos
exteriores e
interiores; solidaridad de la clase obrera de un país con los obreros de otros países:
internacionalismo
proletario.
133 Hemos aclarado hasta aquí qué es lo singular y su indisoluble ligazón con lo universal. Ahora
profundizaremos y concretaremos esas nociones sobre lo singular y aclararemos qué son los
objetos, cosas y fenómenos singulares con los que el hombre tropieza constantemente.
Las categorías de contenido y forma da, ante todo, una noción de lo que es un objeto.
3. CONTENIDO Y FORMA
4. ESENCIA Y FENÓMENO
6. NECESIDAD Y CASUALIDAD
El fenómeno o acontecimiento que ocurre sin falta en determinadas condiciones se llama necesidad
(en nuestro ejemplo es necesidad la germinación de la semilla). El día sigue necesariamente a
la noche, y las estaciones del año se suceden sin falta. El surgimiento e intensificación del
movimiento comunista de la clase obrera en el capitalismo es una necesidad. Este movimiento
está originado por las propias condiciones de vida de los obreros, por su situación en la sociedad
y por la misión que la historia les ha planteado como clase.
La necesidad dimana de la esencia,
de la naturaleza interna del fenómeno en desarrollo. Es constante y estable en un fenómeno
dado.
A diferencia de la necesidad, la casualidad (en nuestro ejemplo, la muerte de la planta
por el granizo) no tiene carácter obligatorio. En las condiciones dadas puede presentarse o no
presentarse, puede ocurrir de esta manera u ocurrir de otra. La casualidad no se infiere de la
naturaleza del objeto dado, es inestable y temporal. Pero la casualidad no se presenta sin causa.
Su causa no está implícita en el propio objeto, sino que reside fuera de él, en las condiciones y
circunstancias exteriores.
POSIBILIDAD Y REALIDAD
Lo nuevo, lo que se desarrolla, es necesario, pero no surge de golpe. Primero se crean sólo las
premisas o factores determinantes de su nacimiento, luego estas premisas maduran, se
desarrollan y, en virtud de las leyes objetivas, aparece el nuevo objeto y fenómeno. Estas
premisas del nacimiento de lo nuevo, implícitas en lo existente, han recibido el nombre de
posibilidad. Así, todo germen tiene la posibilidad de desarrollarse y transformarse en organismo
adulto. El organismo adulto que se ha desarrollado del germen es ya una realidad. Realidad es
la posibilidad realizada.
Puesto que los objetos y fenómenos del mundo son contradictorios, también lo son las
posibilidades. Se deben distinguir las posibilidades progresistas (positivas) y las reaccionarias
(negativas). Cualquier revolución socialista, por ejemplo, lleva implícita tanto la posibilidad positiva
de que venzan las fuerzas progresistas como la negativa de que triunfen las reaccionarias
Posibilidad abstracta (formal) es la que no se puede realizar en las condiciones históricas dadas,
por ejemplo, la posibilidad de que los planetas del sistema solar choquen con otros grandes
cuerpos celestes. El grado en que esa posibilidad se pueda realizar es ínfimo.
La posibilidad
abstracta o formal no se debe confundir con la imposibilidad.
La imposibilidad jamás se puede realizar, ya que contradice las leyes objetivas. Es imposible,
por ejemplo, conciliar los intereses de la burguesía y del proletariado. La posibilidad abstracta,
en cambio, no está en contradicción con las leyes y, en principio, se puede realizar, pero
únicamente cuando maduren las condiciones adecuadas para ello.
Posibilidad real es aquella que en las condiciones históricas concretas cuenta con las premisas
necesarias para su realización. Es real, por ejemplo, la posibilidad de que todos los países
coloniales y dependientes se liberen del yugo del colonialismo. Asistimos precisamente a este
proceso actualmente.
Las diferencias existentes entre la posibilidad abstracta y la real son relativas. La posibilidad
abstracta se puede convertir en real en el proceso del desarrollo. Varios años atrás la posibilidad
de que el hombre volara a otros planetas era abstracta: no existían los medios técnicos
indispensables para ello. En nuestros días, en cambio, se ha convertido en real. La realidad de
esta posibilidad ha aumentado especialmente luego que los astronautas soviéticos realizaron
vuelos en el espacio cósmico por primera vez en la historia de la humanidad