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¿Qué es Cabalá?
Introducción
Cabalá es la sabiduría que lleva a percibir y experimentar Divinidad en el mundo. Este es el tiempo y la
época en que la gente se interesa por la dimensión interior de la realidad. Esto se refleja y enseña en la
Torá por medio de los escritos de cabalá.
El objetivo principal de la cabalá es acercarse a Di-s, el Creador del universo. Para llegar a ese objetivo,
uno tiene que comprehender intelectualmente las etapas de la recreación continua de la realidad. En
cada instante, Di-s crea toda la realidad de nuevo. Se comienza a apreciar esto, con la captación
intelectual de cómo tiene lugar la creación, (no para ser un sabio en la física de la creación, la sabiduría
es sólo una herramienta para acercarse a Di-s, sino para poder estar capacitado para encontrarse con el
Creador), a través de la comprehensión del proceso de creación.
Cabalá es la tradición mística del pueblo judío. Llega hasta nuestros días, luego de atravesar muchos
niveles de revelación, incluso anteriores al tiempo de la entrega de la Torá. Nuestros patriarcas,
Abraham, Isaac y Jacob sirvieron y adoraron a Di-s, y de esa manera se hicieron merecedores, por su
virtud y sinceridad en su deseo de acercarse a Él, de recibir una grande y profunda comprensión de la
Divinidad.
El objetivo de la cabalá, es volverse uno y socio con Di-s en el proceso creativo, y en especial en su
propósito, lo que significa hacer de este mundo una morada para la Luz Infinita de Di-s y Su Esencia
Absoluta. Claramente, cuando uno se dedica a este estudio y sabiduría, día a día y hora tras hora, refina
su personalidad y sus rasgos de carácter, de momento que uno se está conduciendo cerca de Di-s.
Como dicen nuestro sabios, "Así como Di-s es misericordioso, tu debes ser misericordioso". Di-s tiene
atributos que se manifiestan y revelan en la realidad. Toda la cabalá es el estudio de Di-s, dirigido
finalmente hacia Su Divinidad, como así también a ser capaz de emular a Di-s en nuestras vidas. Se
hace evidente así, que cuanto más uno estudia cabalá en forma correcta, se vuelve más cercano a El y
refina su carácter. Todos sus atributos y características se inspiran en Di-s y la Divinidad.
Cuando el alma judía se vuelve una con esta sabiduría y comprehensión, cambia todo sus patrones de
vida, desde la conciencia de la mente hasta las emociones del corazón y su comportamiento.
El estudio de la cabalá, depende de la devoción y el deseo sincero del corazón del estudiante. Este es
un prerequisito: el deseo sincero del corazón de acercarse a Di-s. También depende de una revelación
desde lo alto. El comienzo de la conciencia judía es el deseo de acercarse a Di-s, y por este mérito con
el correr de las generaciones, se produjo un incremento de revelación desde las alturas. La revelación
definitiva, que depende de cuán sinceramente deseamos estar cerca y ser uno con Di-s, es la revelación
del Mashiaj, al que todos estamos esperando.
Abraham, el primer judío, dedicó su vida a vivir con Di-s. En mérito de su gran devoción y autosacrificio,
Di-s le reveló profundos secretos de la creación, permitiéndole experimentar lo que él deseaba, estar
cercano a Di-s. La primera obra acerca de la cabalá, el Sefer Ietzirá, el Libro de la Creación, es atribuido
al patriarca Abraham. Este texto básico de cabalá explica los 32 senderos de sabiduría, todos ellos
operativos y funcionales en el proceso de la creación. Los 32 senderos están compuestos por 10 sefirot
o esferas, luces Divinas que actúan como canales creativos y concientes de creación, y las 22 letras del
alfabeto hebreo. Estos son los bloques básicos llamados recipientes, con los que se forman todas las
combinaciones y permutaciones con los cuales Di-s creó el mundo con palabras. La cabalá enseña que
esas palabras, permutaciones y combinaciones de letras son los instrumentos con los cuales el proceso
creativo se lleva a cabo. El principio de comprehensión del proceso creativo, es descripto en el Sefer
Yetzirá.
Abraham legó su sabiduría a su hijo Isaac, que a su vez la pasó a su hijo Jacob, y luego a las 12 Tribus.
Luego de siete generaciones a partir de Abraham, por su mérito y el de los Patriarcas que decidieron ser
uno con Di-s, fuimos meritorios de recibir la Torá en el Monte Sinaí.
1. El cuerpo, compuesto por las leyes y la voluntad de Di-s. Estas leyes expresan el deseo de Di-s
para con su pueblo, nuestro completo y absoluto bien en este y todos los otros mundos.
2. La cabalá, la dimensión interior o alma de la Torá, es la comprehensión de los secretos de la
creación. La cabalá misma tiene múltiples dimensiones, una dentro de la otra. Hay misterios
secretos, misterios de misterios, y muchas dimensiones del alma dentro del alma. El alma en si
misma posee cinco niveles, uno incluido en el otro.
Desde el tiempo de su revelación en el Monte Sinaí, la dimensión oculta de la Torá, la Cabalá, era
conocida sólo por los sacerdotes y profetas. Sin embargo, después que cesó la profecía y el Templo en
Jerusalem fue destruido, surgió una nueva era para la Cabalá. Aproximadamente en el año 3860 desde
la creación del mundo (100 CE), a Rabí Shimon Bar Iojai —también conocido por el acrónimo de su
nombre Rashbi — le fue dado el poder y el permiso del cielo para revelar a sus discípulos la sabiduría
interior de la Cabalá.
Él explicó las funciones individuales de las emanaciones de luz Divina –las diez sefirot— y cómo se
manifiestan en cada verso de la Torá y en cada fenómeno de la naturaleza. Sus enseñanzas están
contenidas en el gran texto clásico de Cabalá conocido como Sefer HaZohar, "El Libro del Esplendor",
más comúnmente conocido como el Zohar. Durante casi mil años después de la muerte de Rabí Shimón
Bar Iojai, las enseñanzas del Zohar fueron transmitidas de un Cabalista otro, compartido en cada
generación por sólo un selecto grupo de estudiantes considerados dignos de preservar su transmisión.
No fue hasta el año 5000 desde la creación del mundo (siglo XIII CE) que el Zohar se diseminó a un
grupo más grande. En ese tiempo, en España, Rabi Moses de León empezó a hacer público el texto del
Zohar. Sin embargo , incluso entonces, pocos podían entender sus enseñanzas. Durante los 250 años
siguientes, muchos Cabalistas intentaron proveer un marco conceptual dentro del cual colocar las
lecciones desasociadas y altamente simbólicas del Zohar .
Ninguno tuvo éxito como el gran erudito talmúdico y cabalista Rabi Moshe Cordovero de Safed, quien
nació en 5285 desde la creación del mundo (1522 CE), mejor conocido como el Ramak. La meta del
Ramak fue sistematizar racionalmente todo el pensamiento Cabalista de su tiempo, en particular las
enseñanzas del Zohar .
En su obra magna, Pardes Rimonim , "El Huerto de la Granada", el Ramak demostró la unidad
subyacente de la tradición Cabalista por la organización de las variadas enseñanzas, a menudo
aparentemente contradictorias, de la sabiduría oculta dentro un sistema coherente.
El núcleo del sistema del Ramak consiste en una descripción detallada de cómo Dios el Creador, por
medio de las diez sefirot, mediante un proceso evolutivo desarrolló la realidad finita a partir
exclusivamente de la expansión de la Luz Divina infinita llamada Or Ein Sof, "Luz Infinita".
Casi inmediatamente tras la muerte del Ramak, Rabi Isaac Luria, quien nació en el año 5294 desde la
creación del mundo (1534 CE), llamado popularmente el Arí (las iniciales de elokí Rabí Itzjak) o el Arizal
(agregando las iniciales de zijronó librajá, ( “ sea su recuerdo para bendición”), comenzó el siguiente
paso en la revelación de la Cabalá. El Arí nació en Jerusalem pero muy joven fue llevado a Egipto donde
rápidamente se estableció como un prodigio del Talmud. Introducido en los secretos de la Cabalá por
uno de sus mentores, a menudo pasaba largos periodos de aislamiento en meditación. Durante una de
sus experiencias visionarias, el Ari fue instruido por el Profeta Eliahu a regresar a la Tierra de Israel,
donde, en la ciudad de Safed, encontraría a quien estaba destinado a ser su principal discípulo y
exponente.
De acuerdo a la tradición, el Arí llegó a Safed el mismo día del funeral del Ramak. Uniéndose a la
procesión, tuvo la visión de un pilar de fuego sobre el féretro del Ramak, una señal, de acuerdo a la
Cabalá, de que se merece heredar el manto de liderazgo del muerto.
El Arí esperó pacientemente por un año y medio, sin mostrarse en forma directa, hasta el momento en
que su discípulo destinado, Rabí Jaim Vital, quien nació en el año 5303 desde la creación del mundo
(1543 CE), se presentó por sí mismo para ser instruido. El Arí solo vivió por otros dos años (murió a la
edad de 38), pero en ese corto período de tiempo logro revelar un sendero completamente nuevo y
profundido en el estudio de Cabalá. Tan cruciales fueron sus revelaciones que hasta el día de hoy el
estudio de Cabalá es virtualmente un sinónimo del estudio de los escritos del Arí.
El meollo del sistema del Ari es una descripción nueva de la evolución de la realidad. A diferencia del
Ramak, quien vio fuerzas autónomas promoviendo linealmente la evolución de la creación, el Arí vio una
constelación de fuerzas en dialogo activo una con la otra en cada etapa de esa evolución. Describió a las
sefirot no como puntos unidimensionales sino como partzufim, (" personajes") interactuando compleja y
dinámicamente con un carácter simbólicamente similar al humano.
De acuerdo con el Arí, las fuerzas creativas continúan interactuando con la realidad, respondiendo
continuamente a la forma en que los seres humanos manejan el perenne conflicto entre el bien y el mal.
De esta forma, el impacto de las acciones humanas sobre las sefirot —que canalizan la energía Divina
hacia el mundo– pueden tanto facilitar o impedir el avance de la creación hacia su deseado estado de
perfección.
Posteriormente al Arí, hubo otra personalidad más que inspiró un cambio cualitativo en la evolución del
pensamiento cabalístico. Fue el Rabí Israel Baal Shem Tov, conocido popularmente como el Baal Shem
Tov, (5458-5520 [1698-1760]).
Nacido en la provincia de Podolian en el oeste de Ucrania en el año 5458 desde la creación del mundo
(1698 CE), el Baal Shem Tov dedicó la primera parte de su vida a ayudar a aliviar el sufrimiento físico y
espiritual de sus semejantes judíos, y al mismo tiempo explorar en los misterios de la Cabalá con una
fraternidad de místicos, los Nistarim . En el año 5494 (1734 CE), se reveló como un Cabalista y sanador
y procedió a fundar un movimiento con el objetivo de revigorizar las vidas espirituales de los judíos a lo
largo de toda la Europa del este. Este movimiento, que vino a ser conocido como Jasidut, estaba basado
interiormente en la antigua tradición de la Cabalá, aunque exteriormente le dio un nuevo énfasis al
servicio de Dios de simpleza y alegría, particularmente a través de la oración y los actos de bondad.
Fueron los discípulos del Baal Shem Tov, particularmente Rabí Shneur Zalman de Liadi, que nació en
5505 desde la creación del mundo (1745 CE), autor del Tania ("Enseñanzas") y fundador de la rama
Jabad del Jasidut, quien trajo a la luz el profundo entendimiento Cabalístico del Baal Shem Tov. En el
pensamiento Jasídico, las abstractas y a veces impenetrables formulaciones de la Cabalá están
reformulados en términos sicológicos de la experiencia humana.
Al usar la propia experiencia individual como un modelo alegórico para entender los profundos misterios
del universo, el Jasidut fue capaz de elevar la conciencia del judío ordinario y extender el espectro
conceptual del pensamiento cabalístico.
Es una concepción errónea muy común que el Jasidut es un movimiento que existe fuera de la corriente
formal de Cabalá. De hecho, el Baal Shem Tov no sólo influenció el pensamiento cabalístico, sino que
llevó a su apogeo histórico, tanto en términos de su refinamiento conceptual y de su grado de influencia
sobre las vidas de la población judía. Se ha dicho que si la Cabalá es el "alma de la Torá", el Jasidut es
"el alma dentro del alma."
Una vez más, Rabi Schneur Zalman apoyó la cabeza en sus brazos. Finalmente levantó la cabeza, abrió
los ojos y me preguntó: "¿Cómo le explica a sus alumnos el verso "Y se estremeció Isaac con gran
consternación’?"
"Lo explico según la primera explicación de Rashi:” contesté, "que Isaac estaba perplejo."
"¿Y por qué?", me preguntó: "¿Por qué no explicar a sus alumnos lo que Rashi en nombre del Midrash,
que Isaac vio el infierno que se abrió a lo ancho debajo de él?"
"Mi opinión", le contesté, "es que no hay que confundir las mentes débiles de los niños pequeños con
historias de la agadá en general, y ciertamente no con asuntos espantosos como el infierno y similares.
Sobre todo cuando el niño puede encontrar esto bastante problemático: ¿Cómo es posible que el grande
y ancho infierno que está constantemente en llamas, con un fuego ardiente durante más de 5550 años,
deba entrar en la habitación de Isaac, mientras que Eisav con su padre debe permanecer con vida, sin
que siquiera sus ropa queden chamuscadas?"
"Entonces, ¿cómo”, preguntó, “afirma el Midrash que vio al infierno abrirse bajo sus pies?"
Me quedé en silencio y sin responder. Obviamente yo no podía contestar. ¿Era esta era la primera
migaja de sin sentido que se encuentra en el Midrash y el Talmud?
Cuando vio que no tenía nada que responder, dijo: "Esaú entró a ver a Isaac, e Isaac le preguntó quién
es. Esaú le dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú." Esto fue una mentira, porque él ya había vendido
sus derechos de primogénito a Jacob como una venta completa, e Isaac sabía esto. En este punto,
'Isaac tembló con un gran temblor’, por la mentira de que Esaú había dicho para anular las leyes de la
Torá. Y puesto que Esaú era un mentiroso, el infierno fue verdaderamente abierto ante él."
Una vez que hubo terminado de hablar, se inclinó una vez más sobre sus brazos, como al principio.
Luego levantó la cabeza de nuevo, abrió los ojos y tomó una de las dos lámparas que estaba de pie
sobre la mesa. . . Levantó la lámpara, me miró y dijo: "Cuando un hombre es un residente de Vilna y dice
que es de Zamut, cuando pasa a niños por sobre el fuego de Molej del "iluminismo" y dice que él es un
maestro, entonces el infierno se abre bajo sus pies.
"¿Cuántas almas has destruido? ¡Y todavía continúas en tu rebelión! Sí, tú has sido atrapado en tu
herejía, y todos los que llegan a este punto nunca retornarán!"
Del informe de Shimon ha-Kofer, [Simón el hereje] según lo dicho por Rabi Iosef Itzjak Schneersohn
Los que no aman la Torá no son aptos para recibir sus secretos, por lo que la Torá debe hablar con
acertijos y sugerencias. Los que tienen amor y sabiduría en sus corazones captan el secreto de
inmediato. Los que tienen amor, pero carecen de sabiduría, se abren camino a la verdad paso a paso.
Pero los que no tienen amor ni sabiduría simplemente no tienen ni idea de lo que está pasando.
Pero la parábola del Zohar no termina ahí. Con el tiempo, este amante de la Torá se convierte en un
"amo de la casa" en matrimonio consumado con la Torá:
“Eventualmente él se familiariza con ella, y ella misma se revela a él cara a cara. Ella le dice todos sus
secretos ocultos, revelando los caminos ocultos que había en su corazón, escondido desde los primeros
días.”
“Esta persona que ha alcanzado la plenitud, que se ha convertido en el esposo de la Torá, es ahora sin
dudas un amo de la casa. Porque todos sus secretos le son revelados. Ella ya no se distancia ni se
esconde de él en absoluto.
Ella le dice: "¿Ves las misteriosas palabras que te he insinuado al principio? ¿Ves cuántos secretos
había allí? Ahora te diré lo que querían decir."
La Ropa de la Emperatriz
Presta atención a estas últimas líneas: Incluso una vez que el amante de la Torá ha dominado todos sus
secretos, ella todavía lo recuerda las "palabras misteriosas" del Midrash y su agadá. ¿Pero por qué es
eso? Si ya capta los secretos que esas historias esconden ¿por qué no puede desechar el envoltorio en
el que llegaron?
Al parecer, las historias y las misteriosas palabras son más que un envoltorio. Después de todo, como
dice la parábola del Zohar, desde el interior del manto de estas parábolas habla el alma interior de la
Torá. Tal vez deberíamos pensar en estas historias como ropa de alta costura para la sabiduría de Dios.
Ellos son la ropa fina y las alhajas que permiten la expresión de la sabiduría más interior de la Torá,
como un guardarropa de buen gusto deja traslucir la belleza que de otro modo podría eludir los sentidos.
Tan apropiado, tan magnífico es ese vestuario que transporta los secretos de la Torá incluso para el niño
más pequeño. En cierto modo, le transmite al simple niño mucho más que al adulto más sofisticado. Para
el adulto, la ropa es diferente del significado que contiene; la analogía y su análogo viven en dos mundos
diferentes. El niño, cuando se aferra a la ropa, se aferra al cuerpo caliente y al alma que respira dentro.
Todos ellos son uno y el mismo. En su sencilla comprensión de la historia, toca a Di-s.
Para entender mejor cómo es esto así, tendremos que examinar el midrash un poco más en profundidad.
Tenemos que preguntarnos: ¿las historias del Midrash son verdad o ficción? Si son verdad, ¿cómo es
que tan a menudo entran en conflicto entre sí? Y ¿cómo sabemos cuándo el Talmud nos cuenta una
anécdota histórica y cuándo se está hablando en parábolas?
Para responder a esas preguntas vamos a ver algunas de las controversias que rodearon los cuentos
midráshicos históricamente, y cómo el más brillante de los rabinos trata esas controversias. Todo esto en
las próximas entregas.