Você está na página 1de 8

Principios de Cabalá

¿Qué es Cabalá?

Introducción

Cabalá es la sabiduría que lleva a percibir y experimentar Divinidad en el mundo. Este es el tiempo y la
época en que la gente se interesa por la dimensión interior de la realidad. Esto se refleja y enseña en la
Torá por medio de los escritos de cabalá.

El objetivo principal de la cabalá es acercarse a Di-s, el Creador del universo. Para llegar a ese objetivo,
uno tiene que comprehender intelectualmente las etapas de la recreación continua de la realidad. En
cada instante, Di-s crea toda la realidad de nuevo. Se comienza a apreciar esto, con la captación
intelectual de cómo tiene lugar la creación, (no para ser un sabio en la física de la creación, la sabiduría
es sólo una herramienta para acercarse a Di-s, sino para poder estar capacitado para encontrarse con el
Creador), a través de la comprehensión del proceso de creación.

Cabalá es la tradición mística del pueblo judío. Llega hasta nuestros días, luego de atravesar muchos
niveles de revelación, incluso anteriores al tiempo de la entrega de la Torá. Nuestros patriarcas,
Abraham, Isaac y Jacob sirvieron y adoraron a Di-s, y de esa manera se hicieron merecedores, por su
virtud y sinceridad en su deseo de acercarse a Él, de recibir una grande y profunda comprensión de la
Divinidad.

¿Cuál es el propósito de la cabalá y cómo puede afectar mi vida?

El objetivo de la cabalá, es volverse uno y socio con Di-s en el proceso creativo, y en especial en su
propósito, lo que significa hacer de este mundo una morada para la Luz Infinita de Di-s y Su Esencia
Absoluta. Claramente, cuando uno se dedica a este estudio y sabiduría, día a día y hora tras hora, refina
su personalidad y sus rasgos de carácter, de momento que uno se está conduciendo cerca de Di-s.
Como dicen nuestro sabios, "Así como Di-s es misericordioso, tu debes ser misericordioso". Di-s tiene
atributos que se manifiestan y revelan en la realidad. Toda la cabalá es el estudio de Di-s, dirigido
finalmente hacia Su Divinidad, como así también a ser capaz de emular a Di-s en nuestras vidas. Se
hace evidente así, que cuanto más uno estudia cabalá en forma correcta, se vuelve más cercano a El y
refina su carácter. Todos sus atributos y características se inspiran en Di-s y la Divinidad.

Cuando el alma judía se vuelve una con esta sabiduría y comprehensión, cambia todo sus patrones de
vida, desde la conciencia de la mente hasta las emociones del corazón y su comportamiento.

El estudio de la cabalá, depende de la devoción y el deseo sincero del corazón del estudiante. Este es
un prerequisito: el deseo sincero del corazón de acercarse a Di-s. También depende de una revelación
desde lo alto. El comienzo de la conciencia judía es el deseo de acercarse a Di-s, y por este mérito con
el correr de las generaciones, se produjo un incremento de revelación desde las alturas. La revelación
definitiva, que depende de cuán sinceramente deseamos estar cerca y ser uno con Di-s, es la revelación
del Mashiaj, al que todos estamos esperando.

Abraham, Sefer Yetzirah


y los 32 Senderos de Sabiduría

Abraham, el primer judío, dedicó su vida a vivir con Di-s. En mérito de su gran devoción y autosacrificio,
Di-s le reveló profundos secretos de la creación, permitiéndole experimentar lo que él deseaba, estar
cercano a Di-s. La primera obra acerca de la cabalá, el Sefer Ietzirá, el Libro de la Creación, es atribuido
al patriarca Abraham. Este texto básico de cabalá explica los 32 senderos de sabiduría, todos ellos
operativos y funcionales en el proceso de la creación. Los 32 senderos están compuestos por 10 sefirot
o esferas, luces Divinas que actúan como canales creativos y concientes de creación, y las 22 letras del
alfabeto hebreo. Estos son los bloques básicos llamados recipientes, con los que se forman todas las
combinaciones y permutaciones con los cuales Di-s creó el mundo con palabras. La cabalá enseña que
esas palabras, permutaciones y combinaciones de letras son los instrumentos con los cuales el proceso
creativo se lleva a cabo. El principio de comprehensión del proceso creativo, es descripto en el Sefer
Yetzirá.

Abraham legó su sabiduría a su hijo Isaac, que a su vez la pasó a su hijo Jacob, y luego a las 12 Tribus.
Luego de siete generaciones a partir de Abraham, por su mérito y el de los Patriarcas que decidieron ser
uno con Di-s, fuimos meritorios de recibir la Torá en el Monte Sinaí.

La Torá que recibimos allí tiene dos dimensiones:

1. El cuerpo, compuesto por las leyes y la voluntad de Di-s. Estas leyes expresan el deseo de Di-s
para con su pueblo, nuestro completo y absoluto bien en este y todos los otros mundos.
2. La cabalá, la dimensión interior o alma de la Torá, es la comprehensión de los secretos de la
creación. La cabalá misma tiene múltiples dimensiones, una dentro de la otra. Hay misterios
secretos, misterios de misterios, y muchas dimensiones del alma dentro del alma. El alma en si
misma posee cinco niveles, uno incluido en el otro.

El cuerpo de la Torá es la manifestación de la voluntad de Di-s hacia nosotros, y el alma de la Torá es


cómo Di-s opera en la creación. Di-s nos brinda este conocimiento a través de un camino muy profundo y
específico, porque decidió que seamos parte y socios Suyos, en el proceso de creación, a través y por
cuanto que realizamos su voluntad en el mundo. Cumplimos Su voluntad cuando ejecutamos los
mandamientos de la Torá, mientras que el espíritu y la intención de practicarlos es transformarnos en
socios de Suyos en el continuo proceso de la creación, con lo que traemos más luz al mundo. Esta luz es
más elevada quee la luz que conocemos, incluso en el mismo acto de creación; es una luz trascendente,
infinita y por encima de la creación, y pasó a ser parte de nuestra conciencia activa con la entrega de la
Torá.

¿Cuál es el Origen de la Cabalá y el Jasidut?

Desde el tiempo de su revelación en el Monte Sinaí, la dimensión oculta de la Torá, la Cabalá, era
conocida sólo por los sacerdotes y profetas. Sin embargo, después que cesó la profecía y el Templo en
Jerusalem fue destruido, surgió una nueva era para la Cabalá. Aproximadamente en el año 3860 desde
la creación del mundo (100 CE), a Rabí Shimon Bar Iojai —también conocido por el acrónimo de su
nombre Rashbi — le fue dado el poder y el permiso del cielo para revelar a sus discípulos la sabiduría
interior de la Cabalá.

Él explicó las funciones individuales de las emanaciones de luz Divina –las diez sefirot— y cómo se
manifiestan en cada verso de la Torá y en cada fenómeno de la naturaleza. Sus enseñanzas están
contenidas en el gran texto clásico de Cabalá conocido como Sefer HaZohar, "El Libro del Esplendor",
más comúnmente conocido como el Zohar. Durante casi mil años después de la muerte de Rabí Shimón
Bar Iojai, las enseñanzas del Zohar fueron transmitidas de un Cabalista otro, compartido en cada
generación por sólo un selecto grupo de estudiantes considerados dignos de preservar su transmisión.

No fue hasta el año 5000 desde la creación del mundo (siglo XIII CE) que el Zohar se diseminó a un
grupo más grande. En ese tiempo, en España, Rabi Moses de León empezó a hacer público el texto del
Zohar. Sin embargo , incluso entonces, pocos podían entender sus enseñanzas. Durante los 250 años
siguientes, muchos Cabalistas intentaron proveer un marco conceptual dentro del cual colocar las
lecciones desasociadas y altamente simbólicas del Zohar .

Ninguno tuvo éxito como el gran erudito talmúdico y cabalista Rabi Moshe Cordovero de Safed, quien
nació en 5285 desde la creación del mundo (1522 CE), mejor conocido como el Ramak. La meta del
Ramak fue sistematizar racionalmente todo el pensamiento Cabalista de su tiempo, en particular las
enseñanzas del Zohar .

En su obra magna, Pardes Rimonim , "El Huerto de la Granada", el Ramak demostró la unidad
subyacente de la tradición Cabalista por la organización de las variadas enseñanzas, a menudo
aparentemente contradictorias, de la sabiduría oculta dentro un sistema coherente.

El núcleo del sistema del Ramak consiste en una descripción detallada de cómo Dios el Creador, por
medio de las diez sefirot, mediante un proceso evolutivo desarrolló la realidad finita a partir
exclusivamente de la expansión de la Luz Divina infinita llamada Or Ein Sof, "Luz Infinita".

Casi inmediatamente tras la muerte del Ramak, Rabi Isaac Luria, quien nació en el año 5294 desde la
creación del mundo (1534 CE), llamado popularmente el Arí (las iniciales de elokí Rabí Itzjak) o el Arizal
(agregando las iniciales de zijronó librajá, ( “ sea su recuerdo para bendición”), comenzó el siguiente
paso en la revelación de la Cabalá. El Arí nació en Jerusalem pero muy joven fue llevado a Egipto donde
rápidamente se estableció como un prodigio del Talmud. Introducido en los secretos de la Cabalá por
uno de sus mentores, a menudo pasaba largos periodos de aislamiento en meditación. Durante una de
sus experiencias visionarias, el Ari fue instruido por el Profeta Eliahu a regresar a la Tierra de Israel,
donde, en la ciudad de Safed, encontraría a quien estaba destinado a ser su principal discípulo y
exponente.

De acuerdo a la tradición, el Arí llegó a Safed el mismo día del funeral del Ramak. Uniéndose a la
procesión, tuvo la visión de un pilar de fuego sobre el féretro del Ramak, una señal, de acuerdo a la
Cabalá, de que se merece heredar el manto de liderazgo del muerto.

El Arí esperó pacientemente por un año y medio, sin mostrarse en forma directa, hasta el momento en
que su discípulo destinado, Rabí Jaim Vital, quien nació en el año 5303 desde la creación del mundo
(1543 CE), se presentó por sí mismo para ser instruido. El Arí solo vivió por otros dos años (murió a la
edad de 38), pero en ese corto período de tiempo logro revelar un sendero completamente nuevo y
profundido en el estudio de Cabalá. Tan cruciales fueron sus revelaciones que hasta el día de hoy el
estudio de Cabalá es virtualmente un sinónimo del estudio de los escritos del Arí.

El meollo del sistema del Ari es una descripción nueva de la evolución de la realidad. A diferencia del
Ramak, quien vio fuerzas autónomas promoviendo linealmente la evolución de la creación, el Arí vio una
constelación de fuerzas en dialogo activo una con la otra en cada etapa de esa evolución. Describió a las
sefirot no como puntos unidimensionales sino como partzufim, (" personajes") interactuando compleja y
dinámicamente con un carácter simbólicamente similar al humano.

De acuerdo con el Arí, las fuerzas creativas continúan interactuando con la realidad, respondiendo
continuamente a la forma en que los seres humanos manejan el perenne conflicto entre el bien y el mal.
De esta forma, el impacto de las acciones humanas sobre las sefirot —que canalizan la energía Divina
hacia el mundo– pueden tanto facilitar o impedir el avance de la creación hacia su deseado estado de
perfección.

Posteriormente al Arí, hubo otra personalidad más que inspiró un cambio cualitativo en la evolución del
pensamiento cabalístico. Fue el Rabí Israel Baal Shem Tov, conocido popularmente como el Baal Shem
Tov, (5458-5520 [1698-1760]).

Nacido en la provincia de Podolian en el oeste de Ucrania en el año 5458 desde la creación del mundo
(1698 CE), el Baal Shem Tov dedicó la primera parte de su vida a ayudar a aliviar el sufrimiento físico y
espiritual de sus semejantes judíos, y al mismo tiempo explorar en los misterios de la Cabalá con una
fraternidad de místicos, los Nistarim . En el año 5494 (1734 CE), se reveló como un Cabalista y sanador
y procedió a fundar un movimiento con el objetivo de revigorizar las vidas espirituales de los judíos a lo
largo de toda la Europa del este. Este movimiento, que vino a ser conocido como Jasidut, estaba basado
interiormente en la antigua tradición de la Cabalá, aunque exteriormente le dio un nuevo énfasis al
servicio de Dios de simpleza y alegría, particularmente a través de la oración y los actos de bondad.

Fueron los discípulos del Baal Shem Tov, particularmente Rabí Shneur Zalman de Liadi, que nació en
5505 desde la creación del mundo (1745 CE), autor del Tania ("Enseñanzas") y fundador de la rama
Jabad del Jasidut, quien trajo a la luz el profundo entendimiento Cabalístico del Baal Shem Tov. En el
pensamiento Jasídico, las abstractas y a veces impenetrables formulaciones de la Cabalá están
reformulados en términos sicológicos de la experiencia humana.

Al usar la propia experiencia individual como un modelo alegórico para entender los profundos misterios
del universo, el Jasidut fue capaz de elevar la conciencia del judío ordinario y extender el espectro
conceptual del pensamiento cabalístico.

Es una concepción errónea muy común que el Jasidut es un movimiento que existe fuera de la corriente
formal de Cabalá. De hecho, el Baal Shem Tov no sólo influenció el pensamiento cabalístico, sino que
llevó a su apogeo histórico, tanto en términos de su refinamiento conceptual y de su grado de influencia
sobre las vidas de la población judía. Se ha dicho que si la Cabalá es el "alma de la Torá", el Jasidut es
"el alma dentro del alma."

¿El Midrash es Real?

parte 1 - parte 2 - parte 3 - parte 4 - parte 5

Tevet 9, 5774 • 12 de diciembre 2013


Parte 1, de una serie sobre la verdad detrás de las historias talmúdicas
Por Tzvi Freeman y Iehuda Shurpin [traducido del inglés de www.chabad.org]

Una vez más, Rabi Schneur Zalman apoyó la cabeza en sus brazos. Finalmente levantó la cabeza, abrió
los ojos y me preguntó: "¿Cómo le explica a sus alumnos el verso "Y se estremeció Isaac con gran
consternación’?"
"Lo explico según la primera explicación de Rashi:” contesté, "que Isaac estaba perplejo."
"¿Y por qué?", me preguntó: "¿Por qué no explicar a sus alumnos lo que Rashi en nombre del Midrash,
que Isaac vio el infierno que se abrió a lo ancho debajo de él?"
"Mi opinión", le contesté, "es que no hay que confundir las mentes débiles de los niños pequeños con
historias de la agadá en general, y ciertamente no con asuntos espantosos como el infierno y similares.
Sobre todo cuando el niño puede encontrar esto bastante problemático: ¿Cómo es posible que el grande
y ancho infierno que está constantemente en llamas, con un fuego ardiente durante más de 5550 años,
deba entrar en la habitación de Isaac, mientras que Eisav con su padre debe permanecer con vida, sin
que siquiera sus ropa queden chamuscadas?"
"Entonces, ¿cómo”, preguntó, “afirma el Midrash que vio al infierno abrirse bajo sus pies?"
Me quedé en silencio y sin responder. Obviamente yo no podía contestar. ¿Era esta era la primera
migaja de sin sentido que se encuentra en el Midrash y el Talmud?
Cuando vio que no tenía nada que responder, dijo: "Esaú entró a ver a Isaac, e Isaac le preguntó quién
es. Esaú le dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú." Esto fue una mentira, porque él ya había vendido
sus derechos de primogénito a Jacob como una venta completa, e Isaac sabía esto. En este punto,
'Isaac tembló con un gran temblor’, por la mentira de que Esaú había dicho para anular las leyes de la
Torá. Y puesto que Esaú era un mentiroso, el infierno fue verdaderamente abierto ante él."
Una vez que hubo terminado de hablar, se inclinó una vez más sobre sus brazos, como al principio.
Luego levantó la cabeza de nuevo, abrió los ojos y tomó una de las dos lámparas que estaba de pie
sobre la mesa. . . Levantó la lámpara, me miró y dijo: "Cuando un hombre es un residente de Vilna y dice
que es de Zamut, cuando pasa a niños por sobre el fuego de Molej del "iluminismo" y dice que él es un
maestro, entonces el infierno se abre bajo sus pies.
"¿Cuántas almas has destruido? ¡Y todavía continúas en tu rebelión! Sí, tú has sido atrapado en tu
herejía, y todos los que llegan a este punto nunca retornarán!"
Del informe de Shimon ha-Kofer, [Simón el hereje] según lo dicho por Rabi Iosef Itzjak Schneersohn

Los Cuatro Departamentos de la Torá


La Torá, como toda sabiduría, tiene departamentos. Eso es importante saberlo. No se puede estudiar
literatura de la misma manera que se estudia biología, y no se puede criticar la poesía como se lo haría
con el periodismo. Así también, no se puede estudiar un departamento de la Torá de la misma forma que
se estudiar cualquier otro.
Hay más de una manera de dividir esos departamentos. Una forma es hablar de aproximaciones al texto.
En un departamento de la Torá, determinamos el significado literal del texto de los Cinco Libros de
Moisés y el resto de la Biblia hebrea. Aquí, los comentaristas básicos como Rashi, Rambán, Rashbam y
Ibn Ezra están ocupados suavizando los choques tanto como sea posible. A eso le llamamos pshat -lo
que significa hacer las cosas tan sencillas, suaves y simples como sea posible.
Pero no tan simple. Algunos textos nunca se rendirán sus encontronazos. Están prácticamente gritando
que tienen más que decir aparte de su significado sencillo. Y realmente, todos los textos de la Torá tiene
infinitamente más que decir que su significado textual.
Por lo tanto, otro departamento analiza los significados más profundos a los que estos textos pueden
estar apuntando. Incluso los comentaristas que trabajan con todas sus fuerzas para mantener las cosas
lo más simple posibles, no pueden evitar entrar en este departamento de vez en cuando.
Aquí podríamos descubrir algunos tesoros a los que el texto está aludiendo por el uso de una redacción
similar en dos frases claves diferentes, una palabra de más, un fraseo peculiar u otros matices. A
menudo, este tipo de alusiones le permiten al sabio talmúdico determinar la aplicación de esas palabras
en la práctica, conocida como halajá o algún otro significado que complementa la interpretación literal del
texto.
A veces una pista indirecta es provista la guematria, el valor numérico de las palabras. Este enfoque de
alusiones y matices de interpretación se denomina remez.
Encontrar un significado más profundo y lecciones para la vida es otro departamento que llamamos
derush o Midrash, y nuestros comentaristas básicos se volverán a encontrar también en estas salas. El
Midrash a menudo incluye historias, llamadas agadá, algunas alegóricas, algunas anécdóticas, algunas
que van mucho más allá de lo que entendemos que es posible en nuestro mundo. El Midrash se
encuentra esparcido por todo el Talmud, y en muchas antologías compiladas contemporáneamente al
Talmud o posteriormente. La colección más grande y más conocida se llama Midrash Rabá.
Muchos de los midrashim más jugosos son recogidos en el comentario clásico de Rashi. Esto a pesar de
la insistencia repetida de Rashi que "vengo sólo a explicar el significado literal del texto." Debido a que el
texto bulle en significados, a menudo desafiando la aplanadora del estricto literalista, exige a cada paso
una interpretación más profunda.
Luego está el significado secreto, la interpretación que nunca se conoce a menos que sea revelada. A
eso le llamamos el sod, también conocido como la Cábala.
Aquí también encontrarás a aquellos mismos maestros de la simplicidad. El Rambán fue probablemente
el primero en revelar en su comentario estos secretos para el lector general. El comentarista Or ha-Jaim
del rabino Jaim ibn Atar revela mucho más, y aun así en un lenguaje accesible para el lector general. En
el comentario de Rashi también podrá encontrar tales secretos, sólo que tendrás que buscar mucho para
desenterrarlos de allí. De hecho, muy pocos de los comentarios clásicos tienen referencias frecuentes a
"la sabiduría oculta", ya sea en forma abierta o entre líneas.
El Huerto de la Torá
Rabí Itzjak Luria, el Ari, construyó un acrónimo de estos cuatro departamentos, disciplinas o niveles de
peshat, remez, derush y sod: pardes , “el huerto”. Enseñó que cada alma debe ahondar en las cuatro
capas de la Torá, y debe continuar volviendo a este mundo hasta haberlo hecho.
Departamento Hebreo Revela el… Pertenece al mundo de
Peshat ‫ פשט‬Significados simples Acción
Remez ‫ רמז‬Significados aludidos Formación
Derush ‫ דרוש‬Significados profundos Creación
Sod ‫ סוד‬Significados secretos Emanación

El Ari explica cuán vital es esta obligación:


Sabe que la totalidad de las almas es 600.000 y no más. [El Ari está hablando de las almas en general,
que incluye en su interior muchas más almas.] Ahora, la Torá es la raíz de todas las almas judías, porque
desde allí son labradas y dentro de ella tienen sus raíces. Por lo tanto, en la Torá hay 600.000
explicaciones, todas ellas de acuerdo con el peshat. También hay 600 mil explicaciones en remez,
600.000 en derush y 600.000 en sod. Así, encontramos que por cada explicación de los 600.000
explicaciones, llega un alma judía viene a la existencia.
En el tiempo por venir, cada judío captará toda la Torá de acuerdo con la explicación que coincide con la
raíz de su alma -como hemos dicho, fue a partir de esta explicación que esta alma fue creada y traída a
la existencia.
Es raro que la Cabalá tenga un impacto directo en la halajá, pero el Ari fue también una experta
autoridad en la ley judía, y es a menudo la excepción en este sentido. Este es un ejemplo. En sus Leyes
del estudio de la Torá, Rabi Schneur Zalman de Liadi codificó como ley esta obligación de profundizar en
los cuatro niveles de la Torá. Después de delinear exactamente lo que está incluido en la obligación de
cada judío de estudiar y de enseñar a su hijo "toda la Torá", concluye:
“Los sabios de la Verdad [la Cábalá] dicen además, que cada alma, por su tikún, debe profundizar en
todo el Pardes de acuerdo a lo que sea capaz de comprender. Todo aquel que es capaz de comprender
y saber mucho, pero por su propia pereza capta pero poco, tiene que volver a través del ciclo de la
reencarnación hasta que capte y sepa todo lo que su alma le permita captar del conocimiento de la Torá,
ya sea el significado simple de las leyes, ya sea las alusiones, el drush y los secretos.
Esto se debe a que todo lo que su alma es capaz de comprender y saber del conocimiento de la Torá es
un tikun de su integridad. Sin este conocimiento no es posible que se repare a sí mismo y se perfeccione
en su vínculo de vida con Dios, en el origen mismo de donde fue formado.
Es por eso que los sabios dijeron acerca del mundo por venir, "Afortunado el que viene aquí y su
aprendizaje está en su mano", porque entonces no tendrá que volver de nuevo a través del ciclo de vida
a este mundo.

La saludable dieta de la Torá


El mensaje del Ari no es tan esotérico como puede parecer: Al igual que nuestros cuerpos no viven de
carbohidratos solamente, también nuestras almas necesitan una dieta mixta. Para ser un judío completo
abrazando a una Torá completa y sana, no puede satisfacer sus necesidades estudiando en un solo
departamento. Es necesario un plan de estudios bien redondeado en los cuatro niveles.
Tu base firme es tu conocimiento del texto básico del pueblo judío con los comentarios tradicionales de
Rashi, Rambán, Rashbam, Ibn Ezra y otros que explican su significado más simple. Mantienes tu vida
diaria conectado a esa base con una buena comprensión de los harás y no harás de la halajá, y no sólo
lo que son, sino también en dónde se encuentran sus raíces.
Y los cuentos midráshicos y los secretos de la Torá son igual de vitales. ¿Por qué? Debido a que la Torá
es tanto lo que sabes y lo que haces, como la forma en que piensas y lo que sientes. Por más magnífica
que sea el edificio que has construido por ti mismo, sin luz y calor nadie va a vivir allí demasiado tiempo.
Esa es como funciona la vida: sin las chispas encendiendo, el motor deja de funcionar.
El Midrash es tu puerta de entrada para conectarte con el autor de la Torá. "Si quieres conocer a Aquel
que formó el universo", los sabios talmúdicos aconsejan, "aprende agadá." La agadá, los cuentos
midráshicos esparcidos por la literatura de la Torá, se dice que contiene "la mayor parte de los secretos
de la Torá."
Pero los secretos son velados, como escribe Maimónides (vamos a llegar a eso en breve), por lo que
sólo aquellos que son aptos para recibirlos los descubrirán allí. El Zohar ofrece una parábola para
explicar por qué la Torá debe hablar en parábolas:
“Ella era hermosa en apariencia, hermosa en su forma, y se escondió dentro de los secretos de su
palacio.
Sólo tenía un amante. Nadie sabía de su amor. Nadie más que ella, oculta en su apartado palacio.
Impulsado por su amor, su amante fue llevado a la puerta de su casa, sus ojos iban explorando el edificio
al pasar, examinando cada esquina, en busca de ella allí, sólo por una fugaz visión de ella.
Y ella sabía que él estaba allí. Pero ¿qué podía hacer para que sólo él la encontrara, y nadie más?
Entonces ella abrió una pequeña ventana de ese lugar secreto donde estaba escondida dentro de su
palacio, y sólo por un breve momento le reveló su rostro. Y luego volvió y se escondió de nuevo.
Ninguno de los que estaban allí junto a su amante la vio. Ninguno se preocupó por mirar. Sólo vio a su
amante. Y sus entrañas, su corazón y su alma fueron atraídos hacia ella. Porque él sabía que debido a
su amor por él ella se había revelado por un momento, para despertar su amor.”
Hasta ahora, parece que estos secretos son sólo para el amante comprometido que tiene la sabiduría
para captar la primera insinuación. Pero en el siguiente pasaje, el Zohar habla de aquellos que tienen
amor, pero deben dar unos cuantos pasos más para adquirir sabiduría.
“¡. . . Pasa y mira! Este es el camino de la Torá: Al principio ella se permite revelarse a la gente,
insinuándose a ellos en el destello de un instante. El que sabe, sabe. El que no, ella le da la espalda y lo
llama tonto.
Y entonces la Torá dice a esta persona a la que le está dando su espalda: "Dile a ese tonto que vino aquí
que voy a hablar con él."
Esto es lo que significa el versículo (Proverbios 9:4) "¿Quién es el tonto que se dirige aquí, falto de
corazón? Ella le habla a él.
Él se acerca a ella. Ella se permite para hablar con él, pero desde detrás de una cortina. Ella dice
palabras acordes a su entendimiento, hasta que él empieza a ver poco a poco.”
Esto es el midrash.
“Después, ella habla con él desde detrás de un fino velo. Ella habla con acertijos.”
Esto es la agadá.
“El Zohar ve al midrash como el portal a los secretos de la Torá.”

Los que no aman la Torá no son aptos para recibir sus secretos, por lo que la Torá debe hablar con
acertijos y sugerencias. Los que tienen amor y sabiduría en sus corazones captan el secreto de
inmediato. Los que tienen amor, pero carecen de sabiduría, se abren camino a la verdad paso a paso.
Pero los que no tienen amor ni sabiduría simplemente no tienen ni idea de lo que está pasando.
Pero la parábola del Zohar no termina ahí. Con el tiempo, este amante de la Torá se convierte en un
"amo de la casa" en matrimonio consumado con la Torá:
“Eventualmente él se familiariza con ella, y ella misma se revela a él cara a cara. Ella le dice todos sus
secretos ocultos, revelando los caminos ocultos que había en su corazón, escondido desde los primeros
días.”
“Esta persona que ha alcanzado la plenitud, que se ha convertido en el esposo de la Torá, es ahora sin
dudas un amo de la casa. Porque todos sus secretos le son revelados. Ella ya no se distancia ni se
esconde de él en absoluto.
Ella le dice: "¿Ves las misteriosas palabras que te he insinuado al principio? ¿Ves cuántos secretos
había allí? Ahora te diré lo que querían decir."

La Ropa de la Emperatriz
Presta atención a estas últimas líneas: Incluso una vez que el amante de la Torá ha dominado todos sus
secretos, ella todavía lo recuerda las "palabras misteriosas" del Midrash y su agadá. ¿Pero por qué es
eso? Si ya capta los secretos que esas historias esconden ¿por qué no puede desechar el envoltorio en
el que llegaron?
Al parecer, las historias y las misteriosas palabras son más que un envoltorio. Después de todo, como
dice la parábola del Zohar, desde el interior del manto de estas parábolas habla el alma interior de la
Torá. Tal vez deberíamos pensar en estas historias como ropa de alta costura para la sabiduría de Dios.
Ellos son la ropa fina y las alhajas que permiten la expresión de la sabiduría más interior de la Torá,
como un guardarropa de buen gusto deja traslucir la belleza que de otro modo podría eludir los sentidos.
Tan apropiado, tan magnífico es ese vestuario que transporta los secretos de la Torá incluso para el niño
más pequeño. En cierto modo, le transmite al simple niño mucho más que al adulto más sofisticado. Para
el adulto, la ropa es diferente del significado que contiene; la analogía y su análogo viven en dos mundos
diferentes. El niño, cuando se aferra a la ropa, se aferra al cuerpo caliente y al alma que respira dentro.
Todos ellos son uno y el mismo. En su sencilla comprensión de la historia, toca a Di-s.
Para entender mejor cómo es esto así, tendremos que examinar el midrash un poco más en profundidad.
Tenemos que preguntarnos: ¿las historias del Midrash son verdad o ficción? Si son verdad, ¿cómo es
que tan a menudo entran en conflicto entre sí? Y ¿cómo sabemos cuándo el Talmud nos cuenta una
anécdota histórica y cuándo se está hablando en parábolas?
Para responder a esas preguntas vamos a ver algunas de las controversias que rodearon los cuentos
midráshicos históricamente, y cómo el más brillante de los rabinos trata esas controversias. Todo esto en
las próximas entregas.

Você também pode gostar