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Eduardo Robinson
(erobinson@fundtuc.org)
TEMARIO
• Panorama Económico
Internacional
• Panorama Económico
Nacional
• Situación Fiscal
• Endeudamiento de las
Provincias del NOA
• Un indicador del
endeudamiento
provincial
• Sustentabilidad de las
deudas provinciales
• Presión Fiscal
• Mercado laboral
n
1 ‐ Panorama Económico Internacional
En los primeros meses de 2010, la atención internacional está
centrada en cómo harán varios países europeos para recuperar su
solvencia fiscal. En efecto, Grecia, Portugal, España, Irlanda, Italia y
el Reino Unido, son fuentes primarias de incertidumbre originadas
en la fragilidad de sus cuentas públicas.
Por su parte, los países desarrollados enfrentan el desafío de
fortalecer sus economías procurando expandir el gasto privado con
el objeto de reducir los déficits fiscales, que evitaron profundizar la
crisis. Mientras tanto, el FMI advierte que los estímulos fiscales
deben mantenerse durante 2010.
n
Se deduce, entonces, que una variable clave a monitorear es la
evolución de la demanda privada. Al respecto, las señales de esta
variable son, por el momento, contradictorias. En Estados Unidos, se
recupera la inversión en bienes durables y los balances de las
empresas presentan mejores resultados y el consumo se recupera
muy lentamente, pero la confianza de los consumidores todavía no
se consolida y el mercado de trabajo aún permanece anémico. Si bien
la tasa de desempleo no ha aumentado desde octubre, y las caídas de
la ocupación son cada vez menores, la tasa de desempleo encuentra
resistencia a descender por debajo del 9,7%. En el mercado
inmobiliario, predominan los indicadores negativos, aunque es
alentador que los precios de las viviendas constinúen mejorando.
La situación griega se ha distendido parcialmente con la colocación
de 5.000 millones de euros al 6,5 % a diez años, y la aprobación de un
mecanismo de préstamos bilaterales de carácter voluntario por parte
de los países miembros de la UE. Sin embargo, las tensiones sociales
y políticas perduran y las perspectivas no son demasiado alentadoras,
ya que se prevé que Europa crecerá este año alrededor de un 1%.
n3
consolidarse en los países emergentes, el desarrollo de los mercados
internos y su progreso social. En este sentido, China ha dado claras
señales de un cambio gradual de su modelo económico, al procurar
alentar más el consumo y el gasto social y algo menos las
exportaciones. La industria irá virando desde la basada en bajos
salarios hacia otra más apoyada en el valor agregado. Esto es
importante para la economía mundial porque ayudará a reducir el
superávit comercial de China y contribuirá a corregir los desbalances
globales. Es, por cierto, una excelente noticia para América del Sur,
porque aumentará aún más la demanda de sus productos básicos.
En un escenario optimista, se estima en el año 2010 el PBI mundial,
corregido por la paridad del poder adquisitivo, crecería alrededor del
4%. Dependerá de las políticas monetarias expansivas, que implica
4
n4
tasas de interés de referencia en el entorno de 0%, la alta
probabilidad que el comercio mundial se fortalezca, se estima que
podría expandirse un 8% en volumen físico y recupera dos tercios de
la baja estimada en 2009. La recuperación se verá con mayor nitidez
hacia el segundo semestre del corriente año, con Asia emergente
(que incluye China) impulsando la expansión en 2010 con un
crecimiento proyectado por encima del 7%. El otro componente de
importancia es el avance de las soluciones a los países altamente
endeudados de Europa. Para el caso particular de latinoamérica, se
estima un significativo crecimiento en sus principales economías, en
un contexto de moderada apreciación de sus monedas, recuperación
de algunos precios internacionales e ingreso de capitales.
PBI mundial y de países en desarrollo
(tasa de variación interanual)
25,00%
20,00%
15,00%
10,00%
5,00%
0,00%
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 (est.) 2011 (est.)
‐5,00%
‐10,00%
Mundo Economías emergentes y en desarrollo
5
n5
2‐ Panorama Económico Nacional
Claramente en los primeros meses del corriente año el componente
político predominó sobre el económico, y esta será la característica
saliente del año en curso. En efecto, tras las elecciones de junio de 2009, la
composición del Congreso Nacional establece un mayor equilibrio de
fuerzas políticas, de donde resulta que las decisiones del Poder Ejecutivo
tienen menos margen de discrecionalidad.
Considerando estos aspectos, si bien los pronósticos de crecimiento de la
actividad económica, fundamentados en el aumento de la demanda
externa y la producción agrícola, se mantienen, surge el interrogante
acerca de la magnitud del efecto contractivo sobre la actividad ocasionada
n
Sucede que a pocos meses de haberse sancionado la Ley de Presupuesto
Nacional, y sin que se produzcan cambios relevantes en el contexto
externo, que motiven una revisión de los parámetros y las proyecciones
efectuadas, el gobierno, en los hechos, reconoce, que no puede financiar el
gasto con las fuentes explicitadas en el Presupuesto. Con lo cual, plantea la
necesidad de recurrir a las reservas del Banco Central. Así evidencia la
escasa operatividad que tiene el Presupuesto, pues a pocos meses de su
sanción quedó en desuso. Es decir, que el país no cuenta con una
proyección de gastos y recursos creíbles, lo que genera una alta dosis de
incertidumbre, al no poder conocerse la verdadera situación fiscal del país.
Con lo cual se alientan percepciones negativas y se dificulta la toma de
decisiones.
La perspectiva que surge con mayor nitidez, es la de un Banco Central que
cubrirá las necesidades financieras del Tesoro, por encima de los límites
establecidos en la Carta Orgánica, impulsando una política monetaria
expansiva lo que alimenta el proceso inflacionario. A este panorama hay
que agregar las restricciones por el lado de la oferta de productos básicos,
consecuencia directa de la implementación de malas políticas públicas
aplicadas principalmente en los sectores de la carne, lácteos e
hidrocarburos, lo que restringe la disponibilidad de estos bienes.
La raíz económica de esta situación se encuentra en la conducta del
gobierno de incrementar el gasto público, desconociendo restricciones
presupuestarias. Resulta difícil de aceptar el deterioro de las cuentas
fiscales de los últimos años considerando que se contó con un tipo de
7
n7
cambio real elevado, aunque luego erosionado por la inflación, una quita
sustancial de la deuda pública, no se eliminaron, ni moderaron impuestos
altamente distorsivos, como las retenciones agrícolas y el impuesto al
cheque y se contó con un extraordinario marco internacional con precios
record de los productos exportables. Con todos estos factores se podría
haber consolidado una situación de mayor solidez fiscal. Sin embargo, se
recurrió a los préstamos bolivarianos, estatizar las AFJP, financiamiento
mediante colocación de títulos en Anses, AFIP, Lotería Nacional, PAMI,
Banco Nación, reservas del Banco Central y se reabre la operación de canje
de deuda con los holdouts, cuando en el año 2005 se sancionó una ley que
impedía la reapertura de las negociaciones financieras con los bonistas.
En este punto caben las siguientes observaciones: avanzar en la
normalización de la situación financiera de Argentina, constituye un paso
importante a los efectos de mejorar el acceso a los mercados financieros
internacionales. Esto traería oxígeno a la fatiga fiscal del Gobierno, pero
regularizar la situación de la deuda en default, constituye una condición
necesaria, pero no suficiente para mejorar las perspectivas fiscales. La
incertidumbre sobre la sostenibilidad fiscal no terminaría de disiparse,
porque no está clara la magnitud del déficit y la operación se haría sin la
revisión técnica del Fondo Monetario Internacional, lo que daría lugar a
suspicacias respecto a la veracidad de las estadísticas oficiales, y como se
dijo a la real situación del país.
En este marco, las perspectivas económicas de Argentina no son claras,
puesto que se encuentra sujeta a demasiadas condicionalidades: de cuán
robusta resulte la recuperación de la economía mundial, los resultados de
la operación de canje de bonos en default, el acceso a financiamiento tanto
interno como externo, la real situación fiscal, la evolución de la tasa de
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n8
inflación, el nivel de conflictividad política y el manejo de la política
monetaria.
3 ‐ Situación Fiscal
Al obervar el comportamiento de la recaudación y gastos de las provincias
del NOA, en el período 2000 – 2008, se verifica que los ingresos
tributarios propios, es decir los correspondientes a Jurisdicción Provincial,
crecieron en promedio un 128%.
Por el lado del gasto público, se observa que en promedio creció un 75% en
términos reales, en el período 2000 – 2007. En este caso cuatro provincias,
superaron el promedio, Catamarca, en donde el incremento fue del 101%,
Tucumán con 94%, Santiago del Estero 86%, Jujuy 67%, mientras que Salta,
registró el menor creciemiento del gasto público con un 54%.
Se destaca, que en el caso de Tucumán, si bien fue la Provincia que más
incrementó sus recursos, ocupa el segundo lugar en cuanto a expansión del
gasto público se refiere.
9
n9
10
n10
4 ‐ Endeudamiento de las Provincias del NOA
Al observar la evolución de la deuda de las las provincias del NOA, desde el
año 2000, hasta 2008, último año del que se tienen estadísticas, es notorio
el salto que se produce en el año 2002, como consecuencia de la
devaluación del peso argentino. Esto repercutió en las tenencias de deuda
en moneda extranjera, llegando a duplicar los stocks de las obligaciones en
la mayoría de las jurisdicciones. La principal causa es que dicha deuda
había sido contraída con entidades financieras nacionales e internacionales
en divisas.
A partir de 2003, puede verse la formación de tres grupos bien
diferenciados entre sí, el primero, está compuesto por las provincias de
Tucumán y Jujuy, las cuales vieron crecer su stock nominal de deuda entre
2000 y 2008 por encima del 200%, lo cual corresponde con un incremento
de más del 50% en términos reales. El segundo grupo, está compuesto por
las provincias de Catamarca y Salta, cuya deuda creció en un porcentaje
inferior al mencionado y, por último, el tercer grupo que corresponde sólo
11
n11
a la provincia de Santiago del Estero, cuyo stock de deuda disminuyó a lo
largo del período.
4.500
Deuda total provincias del NOA (Millones de pesos)
4.253
4.000
3.736
3.500 3.446
3.371
3.243
3.000 3.015 3.044
2.763 2.707
2.564 2.609
2.500
2.372
2.127 2.103
2.000
1.909
5 ‐ Un indicador del endeudamiento provincial
El Producto Bruto Geográfico (PBG) es una forma de medir la actividad
económica de una provincia, se calcula de forma similar al Producto Bruto
Interno, es decir, que mide el valor agregado total de todos los sectores
productivos en un área geográfica determinada, en un año en particular.
A los efectos de contar con un indicador del nivel de endeudamiento pro‐
vincial, se calcula la relación entre el total de la deuda y el PBG. Lo que está
12
n12
expresando esta relación es, cuánto representa la deuda sobre el total de
la producción de bienes y servicios de una provincia en particular. De esta
forma, se considera este ratio desde el año 2000 hasta el año 2008.
92%
90% 88%
87% 88%
80% 84% 84%
64%
63% 61%
60%
54%
50%
44% 47% 47%
46%
39% 43% 44%
40% 41%
35% 33%
30% 38% 31%
28%
33% 34% 33%
28%
20% 22% 20% 25%
8%
6%
0%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Las provincias para las cuales el valor de ésta razón resulta más elevado
son, Jujuy y Tucumán (102% la primera y 88% la segunda), la Provincia de
Salta exhibe un comportamiento similar, aunque con porcentajes menores,
del 41% en 2008. Por su parte la provincia de Catamarca vio a dicho coefi‐
ciente reducirse del 64% al 31% fruto del crecimiento de su PBG causado
por los mejores precios de los minerales, principal fuente de ingreso de
dicha provincia y Santiago del Estero, que también vio reducido se nivel,
aunque en este caso se debe a una reducción en el monto de la deuda total
de un 67% entre 2002 y 2008.
13
n13
6 ‐ Sustentabilidad de las deudas provinciales
Una forma de medir la sustentabilidad de las deudas provinciales consiste
en calcular cuántos años de recaudación son necesarios para pagar la tota‐
lidad de la deuda contraída en dicho año, suponiendo que todos los años
se recaudan los mismos montos en impuestos provinciales.
36
35
31
30 30
25 25
23
21
20
19
18
17
17
15 15 15 15 15
14
12 12
10 10 10
9 9
8
6 7 7 7
6 6
5 5 5 5
4 4 5 5
4 4 4
4 3
2 3
1 1
0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
El panorama respecto a sustentabilidad, es ahora diferente, puesto que las
provincias de Jujuy y Catamarca son las que necesitan más años de recau‐
dación para poder pagar sus deudas, 15 y 7 años respectivamente, mien‐
tras que las restantes provincias se encuentran dentro del margen de 1 a 4
años de recaudación.
14
n14
En vista de lo mencionado antes, resulta clarificador observar la composi‐
ción porcentual de las deudas de las provincias del NOA en términos de sus
acreedores en el año 2008:
Dicha composición se comportó de manera similar en todas las provincias,
la razón estriba en que, en el año 2001, por medio del Decreto 1387/2001,
dicho Fondo Fiduciario fue autorizado para participar en el canje de la
deuda pública de las provincias, lo que implicó que éste absorbiera gran
parte de las deudas en dólares de las provincias con entidades financieras
las cuales habían crecido notablemente producto de la devaluación de
2002. La mayor parte del total de la deuda pública de las provincias es con
el Fondo Fiduciario para el desarrollo Provincial, con la excepción de Sgo.
Del Estero, para la cual la mayor parte de su deuda es con Organismos In‐
ternacionales.
El caso de Jujuy es el más llamativo porque no sólo es la provincia cuya
deuda representa el mayor porcentaje de su PBG, sino que también es la
que necesita mayor cantidad de años de recaudación para poder saldarla, y
además de esta abultada deuda, el 92% le corresponde a dicho Fondo Fidu‐
ciario.
15
n15
7 ‐ Presión Fiscal
El problema de la presión fiscal equivale a formular la siguiente pregunta:
¿cuánto es o cuánto debería ser el esfuerzo económico de los ciudadanos y
del aparato productivo destinado a financiar las funciones del Estado?. Es
decir, debe analizarse el esfuerzo fiscal o la capacidad impositiva del sector
privado para transferir recursos al sector público. La cuestión, antes formu‐
lada, carece en principio de una respuesta numérica. No hay un valor acer‐
ca del cuánto debe ser lo que haya que transferir al sector público. Un nivel
excesivo de impuestos, implica que se ha sobrepasado un punto después
del cual el sector privado se ve limitado para ahorrar, producir, invertir,
consumir. Es decir, se ven afectadas significativamente las decisiones de los
agentes económicos. Al surgir esta situación se evidencia un claro síntoma
de sobrecarga fiscal, cuya principal consecuencia es el deterioro del sector
productivo. Esto es así, puesto que la presión tributaria no pondera el es‐
fuerzo fiscal en función del sobrante que le queda al contribuyente des‐
pués de pagar todos los impuestos.
Con lo cual el esfuerzo tributario debería ser tal que evite desalentar la ac‐
tividad productiva, erosionar significativamente el ingreso de los ciudada‐
nos, o crear fuertes incentivos a evadir o eludir impuestos. En general, po‐
co se discute sobre la legitimidad de imponer tributos para financiar la pro‐
visión de bienes públicos, pero la condición es que los tributos resulten ra‐
zonables, sensatos y suficientes en cantidad y calidad, de manera de no
debilitar la competitividad de la economía.
16
n16
Si se considera el indicador básico de presión fiscal, esto es, recaudación
tributaria en relación al tamaño de la economía, para cada una de las pro‐
vincias del NOA entre el año 2000 y el 2008, se advierte que el promedio
de este índice en Tucumán es el más elevado de la región. Alcanza al 7%,
mientras que Catamarca arroja el menor con un 2%. Cabe aclarar que el
cálculo se efectúa considerando sólo los impuestos de jurisdicción provin‐
cial. En el mismo período se verifica que la recaudación tributaria de Tu‐
cumán fue la de mayor crecimiento en el NOA, alcanzando un 177% en
términos reales, mientras que su economía se expandió un 30%, y el gasto
público creció un 82%. Si bien la recaudación tributaria tuvo un significativo
incremento, en Tucumán, no fue la economía que mayor expansión tuvo
en el período bajo análisis. En efecto, la economía local que mayor tasa de
crecimiento tuvo fue Catamarca con un 143%, por el efecto del incremento
de la actividad minera.
Otro factor a tener en cuenta es el tamaño del sector público. Como indica‐
dor de la dimensión del sector público, se puede considerar la relación en‐
tre el gasto público y el tamaño de la economía provincial, nuevamente se
verifica que Tucumán es la segunda provincia donde mayor es el tamaño
relativo del Estado, sólo un 1% por debajo de la primera, Santiago del Este‐
ro. En efecto, en promedio entre los años 2000 y 2007, el gasto público al‐
canza en Tucumán al 30% del total de la economía provincial, mientras que
en Salta es el 28%, en Jujuy el 27% en Catamarca el 22% y en Santiago del
Estero el 31%.
Como puede advertirse, la presión tributaria esta estrechamente relaciona‐
da con la evolución del gasto público. Se podría argumentar, entonces, que
la presión fiscal se justifica en la medida que crece el gasto, lo que a su vez,
se traduce en mayor infraestructura y bienestar para la sociedad. Sin em‐
17
n17
bargo, si bien subió el gasto en Tucumán considerablemente, no se percibe
un crecimiento similar en la calidad de las prestaciones. Es decir, la presión
impositiva nada dice acerca de la calidad de los servicios prestados por el
sector público. Además financiar incrementos permanentes del gasto
público, implica soportar impuestos altos y elevado endeudamiento lo que
provoca decadencia social. La experiencia internacional indica que, la causa
de la pobreza de los pueblos radica en gobiernos que gastan más de lo que
tolera el sistema económico.
18
n18
45%
Gasto público total como % del PBG
40%
39%
38%
37%
35% 35%
30%
25%
20% 20%
15%
10%
5%
0%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
10% 10%
9%
8% 8% 8%
7%
8%
7%
6%
6% 6% 6%
5% 6%
4%
5%
4% 4%
4% 4%
4% 4% 4% 3%
3%
4%3% 3%
3% 3%3%
3% 3% 3%
3%
2% 3% 2%
2%
2% 2% 2%
2% 2%
2% 2%
1% 2%
1%
0%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
19
n19
Gasto total de las provincias del NOA (en mill. de $ de 1993)
Gasto total
Prov incia
2000 2007 Variación (%) Variación (Absoluta)
Catam arca 447 897 1 01 % 451
Jujuy 624 1 .043 67 % 41 9
Salta 91 4 1 .41 2 54% 498
Sgo. Del Estero 67 0 1 .244 86% 57 4
T ucum án 891 1 .7 29 94% 838
Prom edio 7 09 1 .265 80% 556
Fu en t e: ela bor a ción pr opia en ba se a da t os de A SA P
Producto Bruto Geográfico de las prov. del NOA (en mill. de $ de 1993)
PBG
Prov incia
2000 2007 Variación (%) Variación (Absoluta)
Catam arca 1 .558 4.833 21 0% 3.27 5
Jujuy 2.1 41 3.1 94 49% 1 .054
Salta 3.1 93 4.1 08 29% 91 5
Sgo. Del Estero 2.268 3.837 69% 1 .569
T ucum án 3.355 4.7 32 41 % 1 .37 7
Prom edio 2.503 4.1 41 80% 1 .638
Fu en t e: ela bor a ción pr opia en ba se a da t os de A SA P
20
n20
8 ‐ Mercado laboral
El mercado laboral tucumano se comportó de manera simétrica al resto del
mercado argentino, esto es, tuvo un constante incremento de las tasas de
desempleo y subempleo en 2000 y 2001, llegó a su máximo durante 2002‐
2003 y luego tuvo un descenso sostenido hasta la actualidad.
Sin embargo, son sus particularidades con respecto a la región y al país lo
que llama la atención, en primer lugar, es que en la mayoría de los años,
con excepción de 2003 y 2004, la tasa de desempleo de Tucumán estuvo
por encima de sus contrapartes del NOA y de Argentina, en promedio, du‐
rante el período 2000‐2009.
Posteriormente se ubicó un punto porcentual por encima tanto de la tasa
de desempleo del agregado de provincias del NOA, como del país. En se‐
gundo lugar, si bien toda la región se comporta de manera similar, existen
disparidades notorias durante el período, por ejemplo, en casi la totalidad
de la década, la provincia de Santiago del Estero registró una tasa de des‐
ocupación inferior al del resto de la región, seguida por Jujuy, mientras que
el resto de las provincias tienen valores casi convergentes.
Fijando la atención a los datos trimestrales, puede verse que el desempleo
en Tucumán tiene un claro patrón estacional, relacionado con la actividad
productiva de la provincia, tendiendo a decrecer cuando comienza la activi‐
dad azucarera y a crecer una vez finalizada.
21
n21
Tasa de desempleo-Promedio anual
21,0
19,0
17,0
15,0
13,0
11,0
9,0
7,0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
19,00
17,00
15,00
13,00
11,00
9,00
7,00
5,00
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
22
n22
21,0
19,0
Promedio: 14%
17,0
15,0
13,0
11,0
9,0
7,0
Mínimo: 7,7% (II Trimestre de 2008)
5,0
III 06
III 09
III 04
III 03
III 02
IV 05
II 00
II 01
IV 00
IV 01
II 05
III 05
IV 08
III 00
III 01
II 08
I 04
I 06
IV 07
III 08
I 09
II 04
IV 04
II 06
II 07
IV 06
II 09
IV 09
III 07
I 02
I 03
II 02
IV 02
II 03
IV 03
I 00
I 01
I 05
I 08
I 07
Tasa de Desempleo
Promedio
Variación
(2000- Máximo Mínimo
(max-mín)
2009)
Catamarca 14 26 7 18
Jujuy 12 21 6 16
Salta 14 21 7 14
Sgo. Del Estero 10 17 5 12
Tucumán 14 23 8 15
NOA 13 21 7 14
Argentina 13 22 7 14
Fuent e: elaboración propia en base a datos del INDEC
23
n23
9 ‐ Panorama de la Inversión
La inversión es una variable fundamental para el crecimiento de la eco‐
nomía. Por ello es de suma importancia las políticas que se desarrollen
para lograr atraerla, la radicación de inversiones es necesaria para mejo‐
rar la cantidad y calidad del empleo, mejorar la productividad y, conse‐
cuentemente, los niveles salariales.
En relación con el panorama de la inversión en las provincias, se desta‐
can los siguientes hechos:
• La región del país que mayor proporción de inversión capta es la
Pampeana, cuya participación relativa fue en el año 2008 del 44%.
Le sigue, un conglomerado de inversiones que por razones de difi‐
cultad a los efectos de su determinación se las incluye como
“Varias” con un 22%.
• La región Patagónica, concentra el 18%, mientras que Cuyo el 7% y
las regiones de NOA y NEA el 5%. Tal como se desprende de estas
cifras es marcadamente significativa la participación de la región
pampeana, en detrimento del resto de las regiones. Por ejemplo,
entre el NOA el NEA y Cuyo suman la mitad de lo que concentra la
región pampeana.
Estos datos fueron extraídos de la base del Centro de Estudios Productivos (CEP). Se basa en el relevamiento de forma per-
manente de los anuncios de proyectos de inversión del sector privado realizados en Argentina, tanto de firmas nacionales y
extranjeras, que son difundidas a través de los medios de comunicación, los distintos niveles de la administración pública,
embajadas, los propios mecanismos de difusión corporativos, entre otros. Es así que los proyectos presentados no represen-
tan la totalidad de los emprendimientos ejecutados o en vías de ejecución en la Argentina durante 2008, sino sólo aquellos
que, por su magnitud o trascendencia, se han hecho públicos. Los resultados obtenidos pueden ser considerados como una
aproximación a las tendencias centrales en los flujos de inversión privada.
24
n24
• Observando el comportamiento de la inversión en el NOA propia‐
mente, se advierte que la región ganó participación relativa, al pasar
de valores del 2% y 1%, en los años 2004 y 2005, respectivamente a
un porcentaje del 5%. Es decir, que hubo una expansión en términos
relativos.
• Al desagregar el comportamiento de la inversión en las Provincias
del NOA, se advierte que la provincia que mayor participación tiene
en el total de inversión del NOA es Salta, con un 38% creciendo 3
puntos en relación con el año 2004. Mientras que en el caso de Tu‐
cumán, que tenía una participación relativa del 32%, cayó al 23%, es
decir perdió 9 puntos.
• Con respecto al comportamiento que ha mostrado la inversión en
las provincias del NOA, puede observarse que las provincias que evi‐
dencian un comportamiento con mayor regularidad son Salta y Ju‐
juy, con algún rezago, mientras que las otras provincias muestran
comportamientos más erráticos.
25
n25
90% 17%
23% 22%
36% 36%
80%
60%
13%
19%
50%
40% 44%
44% 44%
30% 38%
37%
20%
2% 5%
10% 1% 4% 6% 5%
1% 2% 1%
11%
7% 7% 6% 7%
0%
2004 2005 2006 2007 2008
38%
50% 35%
36% 43%
40%
30%
25%
11%
20%
31%
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5% 3%
0%
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n26
27
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300
250
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150
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