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Procesos de escolarización

y nuevas subjetividades

Sandra María G óm ez 1

El presente artículo plantea algunas reflexiones sobre las condiciones desde las
cuales se construyen las nuevas subjetividades. En la escuela hoy observamos mani­
festaciones que reflejan nuevos modos vinculares que se construyen en la
intersubjetividad y como producto de las experiencias que los sujetos tienen. Los mo­
delos sociales vigentes, que se han generado con el avance del neoliberallsmo, han
provocado la colonización de los mundos de la vida. Hemos vivido acontecimientos en
los cuales la ley ha quedado denostada, la impunidad se ha impuesto, se han deterio­
rado los espacios públicos conjuntistas y las prácticas solidarias, se han perdido o
banallzado valores y marcos morales desde donde actuar. Esta realidad incide en los
procesos de subjetivación y socialización, perturbando el reconocimiento de las nor­
mas sociales con parámetros claros que orienten y contengan las acciones de niños y
adolescentes. Es sin duda un desafío en educación abordar, desde las instituciones,
los efectos que ha generado la actual sociedad en los procesos de crianza.

Educación - Subjetividad - Psicología del niño - Socialización

This article proposes some reflections on the conditions from which new
subjectivities are constructed. At school today we see events that reflect new modes
that are built on relational intersubjectivity and as a result o f the experience that
subjects have. The social models, which have been generated with the advance of
neoliberalism have led to the colonization o f lifeworlds. We have lived through events

1 Especialista en Asesoría y Gestión Pedagógica. Licenciada y Profesora en Ciencias de la Educación.


Docente de la Universidad Católica de Córdoba. Docente e investigadora de la Universidad Nacional
de Córdoba. Asesora pedagógica de la Universidad Siglo 21. Córdoba, Argentina.
E-mail: sgom ezvinuales@ arnet.com .ar

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ARTÍCULOS

in which the law has been maligned, impunity has been imposed, joint public spaces
and practices o f solidarity have been deteriorated and values and moral frameworks
from which to act have been lost. This reality affects the subjectivity and socialization
processes, disrupting the recognition of social norms with clear parameters to guide
and contain the actions o f children and adolescents. It is certainly a challenge in tackling
education from the institutions to the effects that society today has generated in the
process o f aging.

Education - Subjectivity - Child psychology - Socialization

Introducción

Este escrito pretende considerar contexto en los que se constituyen los


los procesos educativos a la luz de las sujetos.
nuevas formas de constitución psico-
Adem ás harem os referencias de
social que se vinculan a característi­ autores que son com patibles episte­
cas propias de nuestra época. Estos mológicamente dado que se han a li­
nuevos rasgos atraviesan la cotldia- mentado del psicoanálisis sostenien­
neidad escolar tiñendo las interaccio­ do una misma concepción de sujeto,
nes, las tramas intersubjetivas que se es decir reconociendo aspectos incons­
conforman en las aulas. Se hará es­ cientes. Por último, Zizek nos permiti­
pecial hincapié en un abordaje concep­ rá una mirada política social que inclu­
tual a partir de algunas referencias a ye c a te g o ría s la c a n la n a s que nos
los desafíos que la escuela, como ins­ posibilitan tener otra mirada a los fe­
titución que se ocupa de los procesos nómenos actuales sobre la violencia
ligados al entendimiento y a la repro­ social y escolar, los discursos sociales,
ducción simbólica, debe poder asumir el impacto de los mass media, y final­
en lo que respecta a la constitución mente sobre las posibilidades de la
psicosocial. comunicación.
Consideramos que los aportes del Los subtítulos procuran seguir un
psicoanálisis freudiano y lacaniano hilo conductor pero cada uno puede ser
ofrecen categorías teóricas sustanti­ abordado de forma individual, en el
vas para interpretar y comprender es­ sentido que las categorías teóricas son
tos procesos de constitución, contribu­ comunes pero atienden distintos fo ­
ciones que ponem os en ju e g o cos: una perspectiva psicopedagógica,
recuperando aspectos de las teorías otro eje específicam ente psicoanalítl-
semióticas y el análisis de lo social, a co y, finalm ente, un análisis político
los fines de dar cuenta de procesos social que articula psicoanálisis con
histérico-culturales ep ocales como teoría social.

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Procesos de escolarización y nuevas subjetividades

I- Constitución subjetiva, procesos de tos. El niño al nacer ya ha sido previa­


escolarización e ingreso a la cultura mente nombrado, imaginado, esperado
-de distintas maneras- por los adultos
En este trabajo nos vamos a referir
que lo reciben. Es en el intercambio cons­
al sujeto infantil es decir, a un sujeto
tante con el mundo circundante- suje­
que se encuentra en proceso de consti­
tos y objetos- lo que le permitirá ir di­
tución. Estamos señalando que la es­
ferenciándose como otro distinto, re­
tructuración de la inteligibilidad para lo­
conociendo la diferencia en la semejan­
grar el entendimiento va a depender de
za. Es precisamente esta larga depen­
las sucesivas construcciones que el niño
dencia que tiene el niño en su crianza y
alcance en su crianza. Esta inteligibili­
la sensación de desamparo lo que mar­
dad no se construye en soledad sino en
cará la fuerte influencia de los padres
un contexto intersubjetivo que posibili­
(función materna y paterna) en su cons­
tará la reproducción cultural, la integra­
titución psicosocial. La indefensión bio­
ción social y los procesos de socializa­
lógica del hombre obliga a cuidados sos­
ción (Habermas, 1999, p. 161).
tenidos en el tiempo para lograr la su­
Conocer y reconocer al sujeto en el pervivencia. El ámbito familiar será el pri­
lugar de alumno remite siempre a la his­ mer grupo de encuentro en que inicia la
toria en la trama familiar y en la trama socialización el niño y el psiquismo indi­
escolar. Este lugar ocupado se liga a los vidual resultará de la interiorización de
significantes con los que el niño es o ha esta vida grupal en la que el niño reali­
sido nombrado y con los que éste se za experiencias que luego se extende­
identifica. Los referentes significativos rán más allá de esta instancia de filia­
del niño dejan huellas a través de pala­ ción. Las primeras interacciones en el
bras y de acciones, nombrándolo y mi­ grupo primario dejarán huellas en la sin­
rándolo de una manera y no de otra. gularidad del sujeto, impregnando -de
Hay una historia de vida en el grupo fa­ cierta manera y no de otra- los proce­
miliar y una trayectoria escolar que va sos de interacción de los que es y será
generando significantes a los que el parte.
sujeto queda asido. El grupo familiar, la
El hombre se humaniza a través de
escuela, el maestro, los pares, el profe­
la palabra que se trasmite a través de
sional, pueden emitir palabras de tal
la comunicación intersubjetiva. La pala­
eficacia simbólica que estigmaticen a ese
bra implica que el ser humano ingresó
sujeto. Este proceso se; da de este
al mundo simbólico. Estamos atravesa­
modo porque los sujetos nos constitui­
dos por el lenguaje. La trayectoria es­
mos y socializamos en función de la de­
colar va dejando huellas en la identidad
pendencia con otros. Hay un orden sim­
del sujeto.
bólico que define un horizonte (de posi­
bilidades) determinado por el entrecru- La visión del mundo que cada agen­
zamiento de los reconocimientos de es­ te tiene va a depender también de su
tos otros. La condición humana se ad­ posición en el espacio social. Los agen­
quiere en el vínculo con el otro, en con­ tes tienen una captación activa del mun­
tacto con un orden social mediatizado, do y construyen una percepción de él
al inicio de la vida, por los primeros adul­ bajo condiciones estructurales que no

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son fáciles de captar en las interacciones el incesto. Prohibición donde el objeto


manifiestas, dado que se inscriben In­ de deseo no puede ser su madre ni
conscientemente en los habitus. para la madre su hijo. En la resolución
edípica lo que se pone en juego es el
El lenguaje juega un papel deter­
falo, la falta. Esta falta se vincula al
minante ya que las palabras, los nom­
deseo. De este modo el sujeto se cons­
bres, construyen el mundo social y sus
significaciones. tituye como ser-en-falta, como incom-
pletud. La ley del padre opera un corte
Cuando pensamos las situaciones con la madre, preservando al sujeto del
de enseñanza y de aprendizaje pen­ fantasma de la unicidad e instalando
samos a sujetos que aprenden y a su­ la diferencia. Esta es una ley estructu­
jetos que enseñan enlazados en una rante del aparato psíquico que nos per­
relación educativa. Los procesos del mite separarnos de quien nos dio ori­
aprender son propios en cada sujeto, gen para ser otro distinto. Introyectada
dependiendo de la trayectoria de vida la ley, se inaugura el superyo y con él,
de cada uno, según procesos singula­ la invitación al mundo simbólico. Otras
res en función de rasgos distintivos de normas, otras leyes, las propias del
cada persona. A la hora de aprender mundo social, las que regulan y limitan
estos rasgos se combinan y expresan el campo, son posibles de ser compar­
en cuatro dimensiones: la subjetiva, la tidas y respetadas si la primera ley es­
social, la cognoscente y la corporal.2 La
tructurante del psiquismo ha tenido lu­
subjetiva alude a la constitución psíqui­
gar. Estas n o rm a tiv a s regulan las
ca del niño como sujeto de deseo. Ya
pulsiones del ello, permiten la conviven­
se mencionó la importancia de la pala­
cia, apuestan a la tolerancia y al acuer­
bra en esta constitución. Ella vincula al
do a pesar de pertenecer a mundos de
hombre al mundo simbólico. Esta posi­
la vida diferentes. En este sentido la
bilidad propia de lo humano, esto que
escuela tiene un carácter intermedia­
nos humaniza, deviene de una ley es­
rio entre la producción de sociedad y la
tructurante. La imposición de esta ley,
producción de subjetividad.
advenimiento del Nombre del Padre,
ordena la relación madre-hijo en un En la escuela hoy observamos ma­
nuevo registro simbólico, prohibiendo nifestaciones que reflejan nuevos modos

2La idea de rasgos distintivos se toma del campo de la lingüística como combinatoria de merismas,
fonemas, morfemas y frases. Según se dé esa combinación va a ser el significado. Se establece una
analogía con el campo de la psicología en relación a la combinación de aspectos subjetivos, sociales
y cognoscentes, son propios en cada sujeto con una singularidad particular según el juego de estos
aspectos en su constitución. Los aspectos corporales se vinculan a la idea de subjetividad socializada,
de lo social hecho cuerpo. Concepciones de Pierre Bourdieu (Bourdieu & Wacquant, 1995) quien acuña
la categoría de hexis corporal. Dora Laino (2000) es quien articula aspectos psicosociales en la
constitución del sujeto cognoscente como perspectiva interpretativa en la clínica del aprender. Si­
guiendo esta línea epistemológica, pone en juego aportes de Freud, Piaget, Bourdieu y Habermas para
comprender los procesos por los que el sujeto logra la inteligibilidad.

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vin cu lare s que se construyen en la ser la madre la "que suscribe la enun­


intersubjetividad y como producto de las ciación de la ley paterna al reconocer la
experiencias subjetivas y sociales que los palabra del padre como la única suscep­
sujetos tienen. Como ya se mencionó los tible de movilizar su deseo, atribuye tam­
niños construyen su identidad asiéndose bién a la función del padre un lugar sim­
de significantes enunciados por otros: bólico con respecto al niño" (Dor, 2000,
padres, maestros, pares. Desde su tem­ p. 100).
prana infancia el niño tiene una imagen
La resolución edípica, es decir la
de su cuerpo que Lacan (2003) la abor­
metáfora del padre y la escisión causa­
da desde lo que él llama la fase del es­
da por la represión originaria obliga a
pejo. Es desde ese momento y para ade­
los niños, por mediación del lenguaje, a
lante que el sujeto se va a ir constitu­
yendo según como sea "visto, mirado y reemplazar el objeto perdido por obje­
hablado" por los otros significativos al­ tos sustitutos. Para ello el deseo se hace
rededor de quienes crece. palabra perdiéndose el mismo en la ca­
dena de los significantes del discurso
Este registro imaginario de su pro­ quedando para siempre insatisfecho. La
pia imagen que se construye a par­ metáfora del padre obligará a tomar
tir de la mirada de los otros, es la objetos sustitutos que serán una parte
base de su identificación, que le y no el todo del objeto perdido. La ley
permite reconocerse e identificar­ del Padre introduce al niño en el mundo
se [...] Marcado desde afuera [...] simbólico desprendiéndolo de la atadu­
se constituye viéndose como los ra imaginaria con la madre y posibilitan­
otros lo ven desde una alienación do la emergencia del sujeto deseante.
imaginaria [...] no sabe realmente Interesa puntualmente en relación a la
quién es, sino cómo es para los estructuración psíquica el lugar del niño
otros, según cómo se ve, visto des­ en la trama familiar, la dimensión del
de el decir de los otros. (Ageno & deseo ligado a los procesos de subli­
Collusi, 1997, p. 54) mación y de inscripción vinculado con los
La resolución edípica es una piedra procesos de simbolización en la relación
angular de la constitución psíquica, en con el Otro, la ley y la autoridad, la sus­
lo que refiere la intrusión de la función titución el objeto perdido por objetos
paterna en la relación intersubjetiva que permitan el ingreso a la cultura, la
madre-hijo. En un primer momento del catectización libidinal del conocimiento
Edipo el deseo del niño queda sujeto y más específicamente del conocimien­
totalmente al deseo de la madre. Lue­ to escolar. Esta dimensión subjetiva se
go al aparecer el padre, cuya función se articula con la dimensión social debido
interpone en la relación diádica, otro que a que los procesos de subjetivación y
puede ser objeto de deseo de la madre socialización se dan en simultáneo. Así
y que pasa a ser rival. Esta rivalidad las acciones que despliegue el niño
imaginaria redirecciona el deseo del niño como canalización de la pulsión depen­
remitiéndolo a la ley del Otro a través derán de los mundos de la vida en los
de la madre. Para que el padre aparez­ cuales haya crecido reconociendo como
ca como representante de la ley debe valiosa la inversión en ciertas prácticas,

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libidinizándolas, en tanto su mundo fa­ normas y valores como lugar simbólica­
miliar las reconozca como dignas de ser mente reglado. Hoy ha perdido ese
emprendidas y sostenidas.3 Estas pul­ peso.
siones inhibidas en su fin originario po­
El super-yo se constituye según
drán ser canalizadas a partir de la libi-
d eterm inados ideales y norm as. Su
dinización de otros objetos (culturales),
meta es alcanzar lo que no pudo lograr
desplazando las condiciones de su sa­
la labor cultural, a partir del sentimien­
tisfacción por distintos caminos. Así cier­
to de culpabilidad. La cuestión, si segui­
tas actividades científicas (intelectuales)
mos las reflexiones de Freud, es que el
o artísticas, podrán ser una vía sustitu-
hombre posee pulsiones de vida y pul­
tiva de satisfacción desempeñando un
siones destructivas que se amalgaman,
papel importante en la convivencia de
de este modo, la cultura tropieza con
los sujetos. El desplazamiento de la li­
un gran obstáculo: "la tendencia cons­
bido permite una nueva investidura libi-
titucional de los hombres á agredirse
dinal acrecentando el placer del trabajo
mutuamente". Esta hostilidad original
psíquico e intelectual. El deseo de sa­
pone a la sociedad (civilizada) en un ries­
ber, la búsqueda de explicaciones, la
go perm an en te de d e s in te g ra ció n
catextización libidinal del conocimiento
(Freud, 1997, p. 3046). En los próximos
por sublimación de la pulsión sientan las
apartados seguiremos pensando esta
condiciones subjetivas para sentir el
cuestión recuperando aportes de Lacan
hambre de saber, curiosidad que mue­
y Zizek concernientes a la noción de
ve al trabajo investigativo y la autono­
goce.
mía intelectual (Ageno & Collusi, 1997).
Hoy, a partir del estudio en las escue­
las, nos permitimos pensar que los pro­
II - La escuela hoy y las nuevas sub­
cesos sublimatorios parecieran tener un
jetividades
destino diferente al gusto por conocer.
Para las instituciones educativas se pre­ La escuela se debe al trabajo con
senta todo un desafío. El sujeto pare­ los niños y adolescentes. Es en definiti­
ciera no poder con estas pulsiones que va su motivo de existencia. Es un espa­
no se subliman y que adquieren la for­ cio que está entre la familia y la cultura
ma de actino out. Son expresiones en mediando entre lo privado y lo público
acción de lo que no pudo ser simboliza­ desempeñando un papel privilegiado y
do. La escuela, en un tiempo pasado de determinante en la constitución psico-
mayor eficacia performativa, fue una ins­ social de los niños. Los modos de habi­
titución capaz de instituir un sistema de tar la escuela, las condiciones sobre las

J Mundos de la vida refiere al conjunto de certezas aproblemáticas que conforman una suerte de plexo
siendo el trasfondo a partir del cual una persona va a definir su horizonte. Este conjunto de implícitos
son inconscientes. Aquí aparece una articulación entre lo social (procesos de socialización) y lo
subjetivo (constitución psíquica del sujeto) (Habermas, 1997).

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P rocesos de escolarización y nuevas subjetividades

que discurre la cotidianeidad escolar, los minados contenidos curriculares. La es­


vínculos que allí se generan imprimirán cuela, como espacio público, se enfren­
huellas en las trayectorias de vida de ta a demandas que la exceden en su
los alumnos. La vida en la escuela y su posibilidad de respuesta pero que coti­
peculiar dinámica generará determina­ dianam ente atraviesan sus puertas.
dos vínculos que oficiarán de sostén de Problem as so cio -e co n ó m ico s tienen
las prácticas, afectando los procesos de como consecuencia la desnutrición o
constitución subjetiva y social y los pro­ malnutrición, el desempleo y sus efec­
cesos de construcción cognoscente. Es tos en la constitución familiar, la violen­
precisa una relación intersubjetiva sen­ cia en la familia y en la sociedad, la so­
tada en la confianza al otro y en la au­ ledad de los niños en los procesos de
toridad para que el aprender tenga lu­ crianza, el abandono, los procesos de
gar. Hay d eterm in adas co n d icio n es colonización de los mundos de la vida,
objetivas que afectan esta dinám ica la ausencia de proyectos sostenidos en
sobredeterminando los procesos insti­ sus mundos de la vida, entre otras cir­
tucionales y generando efectos sobre cunstancias que aquejan a gran parte
sus actores. La crisis social más amplia de la población, como consecuencias del
ha resquebrajado el tejido social y con avance de la economía de mercado, la
ello la necesaria contención psicosocial, globalización y el neoliberalismo. Esta
tanto en el ámbito familiar como esco­ realidad afecta a una importante pobla­
lar, quienes han sido históricamente ios ción infantil.4
generadores de la estabilidad impres­
cindible para una crianza saludable y, Las escuelas recibieron entre sus
ciertamente, para la construcción inteli­ primeros mandatos ser civilizadoras de
gente. Este hecho nos obliga a mirar una la sociedad, reguladoras del goce (al
escuela que se encuentra permanente­ entender psicoanalítico). Una verdade­
mente atravesada por situaciones a las ra ilusión de armonía social y de genui-
que no sabe responder. Hoy no es sufi­ na integración sostenía el proyecto. Es­
ciente con plantear, entre los objetivos cribía Sigmund Freud en El porvenir de
institucionales, la transmisión de deter­ una ilusión:

4 En las acciones comunicativas Habermas (1997) distingue entre acciones comunicativas orientadas al
entendimiento de aquellas orientadas al éxito. En estas últimas prima el influjo de una persona sobre otra
para manipularla mediante la influencia con el fin de obtener que realice lo que la primera quiere. En las
acciones comunicativas orientadas al entendimiento se procura un acuerdo intersubjetivo. Las convicciones
compartidas suponen una reciprocidad en la interacción orientada al entendimiento, no a la inducción. Si
en las comunicaciones entre los sujetos se privilegian los fines encaminados a producir determinados
efectos como influencias en el accionar de otros, entonces, éstas pueden generar diferentes perturba­
ciones. Estas perturbaciones se manifiestan como sucesos de violencia. Habermas sostiene que el
avance burocrático y económico sobre los sujetos ha producido una "colonización de los mundos de la vida"
invadiendo con una lógica racional instrumental, originando "patologías inducidas sistémicamente".
Estos mundos de la vida como contextos formadores de sentido, proveedores de convicciones de fondo
y del acervo de saber necesario para los procesos de entendimiento ha sido jaqueado por las transforma­
ciones políticas, económ icas y sociales. Dichos cambios han sacudido estos mundos de la vida y
provoca, en consecuencia, violentaclón, inestabilidad y confusión en los sujetos.

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ARTÍCULOS

Nuevas generaciones, educadas En este contexto las escuelas abren


con amor y en la más alta estima­ sus puertas. La violencia no es solamen­
ción del pensamiento, que hayan te un fenómeno que acontece en el con­
experimentado desde muy tem ­ texto escolar, éste es sólo un espacio
prano los beneficios de la cultura, más donde se manifiesta como parte de
adoptarán tam bién una distinta una violencia simbólica y social.
actitud ante ella, la considerarán
La preocupación por la violencia
como su más preciado patrimonio
emerge cuando son visibles sucesos en
y estarán dispuestos a realizar
los que se manifiestan tangiblemente
todos aquellos sacrificios necesa­
las agresiones verbales y físicas de dis­
rios para su perduración, tanto
tinto tenor y con diversidad de efectos
en trabajo como en renuncia a la
y consecuencias, lo que pone sobre el
satisfacción de los instintos. Ha­
tapete una violencia no visible. Violen­
rán innecesaria la coerción y se
cia simbólica que opera sin ser percibi­
diferenciarán muy poco de sus
da, que obra de modo inconsciente. Esta
conductores. Si hasta ahora no
violencia potencia las pulsiones destruc­
ha habido en ninguna cultura co­
tivas y autodestructivas. Existe enton­
lectividades h um anas de esta
ces una violencia invisible que cobra
condición, ello se debe a que nin­
vida en las familias, escuelas, espacios
guna cultura he acertado aún con
laborales, medios de comunicación, que
instituciones capaces de in flu ir
va impregnando las prácticas cotidianas,
sobre los hombres en tal sentido
y que es caldo de cultivo de la violencia
y precisamente desde su infancia.
visible.
(Freud, 1984, p. 145)
En las escuelas podemos obser­
Es esperable que las instituciones,
var que mucho de lo que no se pone
habitadas por sujetos, alberguen ma­
en palabras se pone en actos (golpes,
lestar. Los conflictos son parte de su
gritos, amenazas, agresiones). Estas
funcionamiento. Pero cuando los hechos
expresiones violentas pueden ser ca­
de violencia se reiteran, existe una re­
nalizadas positivamente según cómo se
petición sistemática de los mismos, es
las aborde, o pueden ser potenciadas
necesario pensarlos como síntoma, lo
según el entorno y las interacciones
que requiere para ser abordado de al­
intersubjetivas que allí se produzcan.
gún dispositivo que facilite el análisis y
la simbolización de los mismos por par­ Silvia Bleichmar plantea la diferen­
te de los sujetos implicados. Si bien cia entre sujeto ético y sujeto disciplina­
siempre ha existido violencia, las formas do, marca en relación a la violencia, que
en que hoy se tramita el malestar en el problema no está en el límite (pre­
las Instituciones educativas tiene una ocupación actual de padres y educado­
modalidad preocupante que se repro­ res) sino en la legalidad que lo estruc­
duce a pasos acelerados. ¿Qué es lo tura, considera relevante la doble fun­
que está pasando?, ¿qué es lo que ha ción del adulto frente al niño, la de ins­
ocurrido en las últimas décadas que ha cribir sexualidad y la de pautar límites
potenciado la violencia? en relación a la apropiación sobre el

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P rocesos de escolarización y nuevas subjetividades

cuerpo del niño, y el reconocimiento de En este apartado se pretende com­


la diferencia de un sujeto aun en la se­ prender el pasaje de aquel ideal del que
mejanza. hablaba Freud respecto del valor de las
instituciones como lugares de integra­
En la medida en que se produce un
ción social y cultural, a las condiciones
reconocimiento ontológico y, al mis­
en que hoy funcionan las instituciones,
mo tiempo, una diferenciación de
necesidades y un reconocimiento en lo que Zizek (2003b) denomina el
de las diferencias, el sujeto no que­ goce posmoderno; haremos una breve
da capturado por una sexualidad referencia pasando necesariamente por
d esorganizante inscripta por el Lacan. Es un recorrido teórico obligado
otro, sino que comienza inscribirse dado que Lacan construye gran parte
en un entramado simbólico que lo de su teoría a partir de Freud tal como
desatrapa, tanto de la inmediatez Zizek lo hace a partir de Lacan.
biológica como de la compulsión a Al definir al sujeto como sujeto es­
la que la pulsión lo condena. cindido estamos ante una manera dis­
(Bleichmar, 2007, párr. 12) tinta de pensar los sujetos según como
lo conciben posturas positivistas, las
cuales se inscriben en una filosofía de
III- Psicoanálisis, estructuración la conciencia. En principio la cuestión del
psíquica. El placer y el goce
sujeto ha sido un punto de debate filo­
Transformar al niño en sujeto de sófico donde encontramos al menos dos
cultura se vincula al tránsito que haga posiciones diferenciadas. Una concep­
este sujeto en la resolución edípica y ción de orientación humanista propia de
como se posicione frente a la castra­ países del continente europeo entien­
ción. Este trayecto dará lugar a una den al sujeto como un yo situado con
estructura psíquica (neurosis, psicosis, un horizonte intersubjetivo como tras-
perversión). Al hablar de subjetividad fondo en las acciones comunicativas.
debemos reconocer que esta consti­ Este paradigma pretende superar la
tución es afectada por el momento his­ idea cartesiana de sujeto de la concien­
tórico, por las características epocales. cia, que recupera los aportes del psi­
Es así que los modos de canalizar la coanálisis y reconoce un sujeto escindi­
pulsión y expresar los síntomas varia­ do, a trave sad o por el leng u aje. El
rán según los contextos. Problem áti­ modelo empirista-positivista, propio de
cas ligadas a cubrir la falta a través los países anglosajones, concibe a un
del consumo, la inmediatez de la sa­ sujeto aislado, da supremacía al objeti­
tisfacción , la negación a un trabajo vismo científico con pretensiones de
esforzado que implique renuncia al pla­ absoluta neutralidad e ignora la proble-
cer inmediato, el no-reconocimiento del matización de la perspectiva. Son sus
lugar de autoridad en los referentes pretensiones la absoluta neutralidad.
adultos, entre otras cuestiones, son Esta noción de sujeto ya deja plasma­
los temas que reflejan la construcción da una postura epistemológica. Hablar
de nuevas subjetividades como pro­ de sujeto escindido implica reconocer lo
ducto de una época. inconciente, el inconciente. De manera

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que el recorrido por el psicoanálisis está ciente es el sujeto, en tanto alienado en
obligado. Lacan retoma la teoría freu- su historia. Hay que ver el Inconsciente
diana y desde allí construye sus propias como los efectos de la palabra sobre el
formulaciones. Recupera los aportes de sujeto, en tanto se constituye por los
la lingüística estructural como así tam­ efectos del significante, en consecuen­
bién los de la antropología estructural cia el Inconsciente está estructurado
(Levi- Strauss). Entonces, en sus distin­ como un lenguaje.
tos momentos de producción teórica,
Dice Lacan:
recuperará a Saussure, a Benveniste y
finalmente a Pierce. Es desde estos el sujeto como tal está en la incer-
aportes que realiza relecturas y revisa tidumbre debido a que está dividi­
sus construcciones teóricas. En todos los do por efecto del lenguaje [...] Por
casos la cuestión del lenguaje ocupa un el efecto de la palabra, el sujeto
papel central. Revisemos brevemente se realiza cada vez más en el Otro,
algunas consideraciones acerca de la pero con ello sólo persigue una
noción de inconciente, vinculado al lugar mitad de sí mismo. Irá encontran­
del significante en su teoría hasta llegar do su deseo cada vez más dividi­
a la letra y el goce, esto es la inclusión do, pulverizado, en la cernida me­
del cuerpo del ser que goza al hablar.5 tonim ia de la palabra. (Lacan,
En un primer momento Lacan (1973) 2005, p. 195)
va a afirmar que el inconsciente está El inconsciente es los efectos que
estructurado como un lenguaje. ¿Qué ejerce la palabra sobre el sujeto, es la
características tiene el inconciente en dimensión donde el sujeto se determi­
Freud y en Lacan? El inconsciente no está na en el desarrollo de los efectos de la
constitutito por lo que la conciencia pue­ palabra. Refiriendo a la estructuración
da evocar, explicitar, detectar, sacar de psíquica y a la resolución edípica es que
lo subliminal, sino por aquello que, por Lacan (2006) va a proponer una noción
esencia, le es negado a la conciencia. central que es el Nombre del padre como
Para Freud, el inconsciente no se define metáfora que simboliza la ley. En este
por lo no consciente, ni como una volun­ punto refiere a tres registros: lo Real,
tad oscura. Es una suerte de desconoci­ lo Imaginario y lo Simbólico. Es en este
do, es aconceptual, algo que no tiene
último registro donde hay Nombre del
representación. Se manifiesta en el chis­
Padre, donde ya hay tercerización, en
te, en los actos fallidos, en el síntoma,
el que ubicamos el discurso, las pala­
en los sueños. Estas manifestaciones
bras, los símbolos.
aparecen en el sujeto de la enunciación,
en la medida en que según las frases, En un segundo m om ento Lacan
según los modos, éste se pierde tanto avanza en relación a la cuestión del in­
como se vuelve a encontrar. El Incons­ conciente y el sujeto. Aparece la noción

5 Para un análisis más detallado consultar Gómez, Mariana (2007).

‘P e d a q ó y ú M i. A ñ o V III, N ° 16, o c tu b re 2010. Pág . 4 0 -5 5 49


P rocesos de escolarización y nuevas subjetividades

de fantasma como imagen que vela la lo Imaginario y lo Simbólico en un cuar­


castración y que se vinculará con su to elemento, el sinthome. Interesa el
modalidad de goce. Se establece aquí hacer del sujeto, el modo de funcionar,
una relación entre el significante y el es decir el sentido de la vida. ¿En qué
goce. Introduce el objeto a y hace ex­ hacer encuentran sentido los niños y
tensivo el registro de estos objetos a jóvenes hoy?, ¿qué discursos los atra­
pan?, ¿con quiénes construyen lazo so­
más allá de los naturales, los de la
cial, en qué espacios encuentran filia­
industria, la cultura, de la sublima­
ción y contención?, ¿qué lugar ocupa la
ción, todo lo que pueda llegar a
escuela en este hacer del sujeto? El sín­
colmar, sin lograr hacerlo de mane­
toma ya no sólo está en el sujeto sino
ra exhaustiva, pero que ayudan a
también en lo social.
taponar la falta de goce, aunque
sea por un instante, ya que la re­
petición no se detiene. (Gómez, IV- Los desafíos en una sociedad
2007, p. 73) permisiva que obliga a gozar. La
El goce se ubica en lo real siendo perversidad y el cinismo
una desmesura, un exceso que tiende Nos aproximaremos ahora a los dis­
la satisfacción de la pulsión sin ser pla­ cursos sociales, la política, el poder y los
cer, es decir una satisfacción en el sufri­ síntomas en lo social. Slavoj Zizek reali­
miento, en el displacer. za un recorrido sobre la pertinencia de
En un tercer momento Lacan aban­ la noción de ideología en la actualidad.
dona el signo binario de Saussure para En la escuela eslovena se insiste en
pasar al signo triàdico de Pierce. En este caracterizar los mecanismos fundamen­
esquema ingresa la dimensión del cuer­ tales de la ideología como la identifica­
po, ya no es sólo significante sino que ción, el papel del significante amo, la
es necesario un cuerpo como sustancia fantasía ideológica; tratando de dar
gozante, lo que denominará parlétre (ser cuenta cómo opera la ideología en el
hablante) -cuerpo más significante-, re­ plano subjetivo. Recupera las construc­
fiere a un rasgo bruto, innombrable, a ciones de otros pensadores para luego
un sentido oculto. La letra implica un formular sus ideas en las que pone en
enigma, es lo más real. Acuña un neolo­ juego a Lacan, Hegel y Althusser.6
gismo designando como lalengua al sus­ Este pensador propone una reno­
trato caótico previo a la lengua que se vación de la teoría marxista a partir de
relacionará con la forma de gozar de la perspectiva lacaniana. Trabaja la vio­
cada cuerpo. Estas últimas categorías lencia en el capitalismo tardío retoman­
teóricas permiten considerar el lazo del do conceptos acuñados en la teoría crí­
sujeto con su goce, lo que nos permite tica (Adorno y Marcuse) como el de
pensar en el entrelazamiento de lo Real, desublimación represiva, adjudica dos

6 Estas categorías teóricas son desarrolladas en la obra de Slavoj Zizek (2003b).

50 l A ñ o V III, N ° 16, o ctu b re 2010. Pág . 4 0 -5 5


ARTÍCULOS

funciones al superyo: la acuñada por con una ideología dom inante sino
Freud como instancia que regula -sede que la ideología obedecería a proce­
de principios morales- y la que obliga a dimientos heterogéneos con distinto
gozar; y encuentra en esta última fun­ alcance y efectos localizados.
ción mecanismos ideológicos donde el
En las discusiones se ha puesto en
goce ha hecho "metástasis" en los ám­
tensión la ideología como espontanei­
bitos políticos y de la cultura. En una de
dad y la ideología como imposición or­
sus producciones sistematiza tres tipos
ganizada, la ideología como realidad y
de presencia de la ideología.
como ilusión, la ideología como falsa
- La ideología en sí. Refiere a la doctri­ conciencia y como verdad. El autor pro­
na, al conjunto de ¡deas, creencias, pone buscar el núcleo preideológico en
conceptos, destinados al convenci­ las formaciones ideológicas, esto es en
miento de la verdad pero que respon­
el hecho de que no hay realidad sin
den a algún interés inconfeso. La crí­
el espectro, de que el círculo de la
tica de la ideología ha pretendido
descubrir este interés no confesado. realidad se puede cerrar sólo por
Zizek acuerda con la idea de la divi­ medio de un misterioso com ple­
sión del sujeto desde ¡a estructura­ mento espectral. Se refiere a que
ción de su espacio simbólico en el cual lo que experim entam os como la
el reconocimiento ideológico es tam­ realidad no es "la cosa en sí", la
bién desconocimiento. realidad nunca es directam ente
"ella misma", sólo se presenta tra­
- La ideología en su exteriorización/
vés de su simbolización incomple­
otredad. Hay una existencia material
ta. ¿Cómo rectificar el sesgo de las
de la ideología en prácticas, rituales
percepciones subjetivas y averi­
e instituciones. Recupera a Althuser
guar el verdadero estado de las
y la presencia del Estado en los apa­
cosas? "Lo que emerge a través de
ratos ideológicos, en donde "la rela­
las distorsiones de la representa­
ción transferencial del individuo con
el poder del Estado, o- en términos ción fiel de la realidad es lo real, es
de Althuser- con el gran Otro ideoló­ decir, el trauma alrededor del cual
gico en el que se origina la interpe­ se estructura la realidad social. (Zi­
lación" (Zizek, 2003a, p. 21). Zizek zek, 2003a, p. 37)
plantea que Althusser nunca logró Toda ideología conlleva un núcleo de
precisar el vínculo entre aparato ideo­ goce que lleva a prácticas transgreso-
lógico del estado e in terpelación ras que se justifican en relatos estruc­
ideológica. Para el autor esloveno la turados sentados en normativas. Estas
internalización en la experiencia ideo­ prácticas tienen, si seguimos al autor,
lógica nunca se logra plenam ente una dosis de cinismo. Veamos un ejem­
por lo que queda un residuo, un res­ plo actual. Con la recuperación de la
to, un plus no integrado de trauma­ democracia las políticas educativas han
tismo sin sentido.
sostenido esfuerzos por democratizar la
La ideología como un mecanismo no educación, es decir que la aprobación
homogéneo de reproducción social de ciertas leyes se orientó en ese senti­

T^iáto^ai. A ñ o V III, N ° 16, o c tu b re 2010. Pág . 4 0 -5 5 51


Procesos de escolarizacíón y nuevas subjetividades

do. Pero a su vez debemos observar que do, y lo hacen de todos modos. (Zi­
en simultáneo el avance del neolibera- zek, 2003a, p. 15)
lismo y de la economía de mercado han
Una denuncia inquietante la de este
corroído estas buenas intenciones. Es
autor. Invita, más bien obliga, a pensar
decir que, aun cuando se hubiera logra­
los desafíos en los procesos de consti­
do la inclusión de todos los niños y jó­
tución psicosocial. Esta denuncia la hace
venes a la escuela (al menos el ingreso
a un discurso en el que el dictamen so­
y permanencia, no hablemos de calidad
cial obliga a gozar al individuo como un
educativa), hay mecanismos sociales de
mandato que culpabiliza al que no goza
exclusión que antes o después los de­
lo suficiente. A su vez, contradictoria­
jan fuera, como resto en el sistema so­
mente, esta sociedad permisiva regula
cial. Los niños denominados con sobre-
más que nunca.
edad, es decir aquellos que portan una
historia de fracaso escolar por sucesi­ La gran paradoja es que el deber
vas repitencias de grado, a los catorce de nuestros días no impone la obe­
años deben finalizar su escolaridad pri­ diencia y el sacrificio, sino más bien
maria. Es decir que aunque no hubie­ el goce y la buena vida, Y quizá se
ran podido incorporar los contenidos trate de un mandato mucho más
básicos para iniciar el nivel medio son cruel. Probablemente el discurso
promovidos por la edad. Esto genera psicoanalítico es el único que hoy
que este adolescente (y son muchos) propone la máxima: "gozar no es
inicie el primer año con muchas posibili­ obligatorio, te está permitido no go­
dades de volver a fracasar, y que final­ zar". (Fernández Vega, 2003, p. 4)
mente abandone sus estudios. Todos
sabemos que es desde la misma insti­
tución que este funcionamiento se legi­ V- Consideraciones finales
tima y, aun conociendo los efectos, es
Los m odelos s o cia le s vig en tes,
el modo en que se instituye y justifica el
que se han generado con el avance del
tránsito escolar de estos sujetos en
neoliberalismo, han provocado la colo­
particular. De allí el cinismo que mencio­
nización de los mundos de la vida. He­
na Zizek:
mos vivido acontecimientos en los cua­
la forma más notable de "mentir les la ley ha quedado denostada, la
con el ropaje de la verdad" hoy es impunidad se ha impuesto, se han de­
el cinismo: con una franqueza cau­ teriorado los espacios públicos conjun-
tivadora, uno "admite todo" sin que tistas y las prácticas solidarias, se han
este pleno reconocimiento de nues­ perdido o banalizado valores y marcos
tros intereses de poder nos impi­ morales desde donde actuar. Esta rea­
da en absoluto continuar detrás de lidad incide en los procesos de subjeti-
estos intereses. La fórmula del ci­ vación y socialización, perturbando el
nismo ya no es la marciana clásica, reconocimiento de las normas sociales
"ellos no lo saben, pero lo están con parámetros claros que orienten y
haciendo"; es en cambio "ellos sa­ contengan las acciones de niños y ado­
ben muy bien lo que están hacien­ lescentes. Urge que sea tema a tratar

52 Pcday<\qcca¿. A ñ o V I I I , N ° 16, o ctu b re 2010. Pág . 4 0 -5 5


ARTÍCULOS

en las definiciones políticas actuales, rado por medio de símbolos. Las expre­
dado que muchos equipos profesiona­ siones violentas, la desconfianza, la
les están ya trabajando en este senti­ amenaza por parte de los adultos sig­
do, visualizando los distintos tipos de nificativos son una manera de manifes­
abandono en las formas de crianza, la tación de lo que Habermas llama coloni­
indiferencia ante los modos de vida de zación de los mundos de la vida. La
una gran parte de los niños para los reproducción simbólica de dichos mun­
cuales los derechos sólo están enun­ dos de la vida se encuentra en crisis
ciados pero no concretizados, las dis­ dada la invasión de los imperativos de
tintas formas de violencia que se viven la lógica mercantil regida por acciones
en la actualidad. comunicativas estratégicas. Para el sos­
tenimiento de la sociedad, la cultura y
Las relaciones con los otros deben
la personalidad -siempre según Haber-
poder insertarse en aquellas prácticas
mas- son necesarias las interacciones
reguladas por principios éticos en los
intersubjetivamente vinculantes facti­
cuales se garantice el bienestar de to­
bles a través de las acciones comunica­
dos. Es en este punto en el que los adul­
tivas orientadas al entendimiento, que
tos se han vuelto vulnerables y han per­
son las que posibilitan la reproducción
dido claridad y firmeza para educar a los
simbólica de los mundos de la vida (es­
niños. El temor de intervenir para inhi­
tructuras normativas: normas de acción
bir y/o postergar la pulsión en la bús­
o valoración). El lenguaje es el que per­
queda de la satisfacción directa e inme­
mite el entrelazamiento de los sujetos,
diata genera esta dificultad para tolerar
la espera o la anulación de la satisfac­ funciona a modo de un transforma­
ción de esa necesidad. Referimos en el dor: en cuanto procesos psíquicos
mismo sentido que Zizek habla de la tales como sensaciones, necesida­
compulsión al goce. El vaciamiento de des y sentimientos se encuadran
los bienes simbólicos como vía de susti­ en las estructuras de la intersub-
tución y canalización de la pulsión afec­ jetividad lingüística, episodios inte­
ta los procesos de escolarización que riores o vivencias se transforman
imponen renuncias imprescindibles para en contenidos intencionales, y por
que la libido circule en relación al cono­ cierto cogniciones se truecan en
cimiento, como algo digno de ser incor­ proposiciones, y necesidades y sen­
porado. La firmeza en las posiciones del timientos, en expectativas norma­
adulto no significa una severidad arbi­ tivas (mandatos o valores). (Ha-
traria sino la intervención obligada y bermas, 1998, p. 26)
responsable en una crianza saludable. El capitalismo ha hecho estragos, ha
La integración social, proceso en el cual generado exclusiones de distinta índo­
la escuela tiene un papel importante en le y ha provocado un discurso vinculado
la vida de los sujetos, hace referencia a al consumo que genera un deseo que
un sistema de instituciones en el que no puede ser satisfecho, insatisfacción
se socializan los sujetos; así los siste­ que potencialmente crea, en lo social,
mas de sociedad aparecen con el as­ distintas formas de delito. Aun cuando
pecto de un mundo de la vida estructu­ se evidencie un vaciamiento del lengua­

" P e d a . A ñ o V III, N ° 16, o c tu b re 2010. Pág . 4 0 -5 5 53


Procesos de escolarización y nuevas subjetividades

je, un empobrecimiento en ia compe­ del deseo de los sujetos. Particularmen­


tencia comunicativa hasta el punto de te en la escolaridad se torna necesaria
pensar en el fracaso del lenguaje en una modalidad ética de respeto hacia los
épocas actuales, es la apuesta a la edu­ otros, que abra posibilidades para que
cación lo que sigue sosteniendo el de­ la palabra circule y los sujetos se expre­
seo profesional de aportar desde una sen desde ellos mismos y no por una
política inclusiva que logre liberarse del especie de exigencia que les obliga a
cinismo. hacer, por la imposición del deseo del
educador.
Entonces, si bien en estos dos últi­
mos siglos la infancia adquirió otro esta­ Para comprender las nuevas sub­
tuto y fue foco de estudio y protección, jetividades debem os considerar a la
en la actualidad debemos asumir el de­ escuela como un lugar de producción de
safío de repensar modos de intervención subjetividades en donde no sólo se
en los procesos de escolarización en los transmiten conocimientos sino en el cual
que la construcción de vínculos sea la tam bién se debe generar el espacio
piedra angular que favorezca una comu­ para la construcción del sentido. Este
nicación educativa que contemple los sentido se vincula al deseo que sostie­
procesos de constitución psicosocial fa­ ne un proceso que se proyecta al futu­
cilitando la construcción cognoscente. El ro, sobre la imaginación de un horizon­
psicoanálisis ha aportado la posibilidad te posible.
de entendimiento, de hallazgo de senti­
do en lo no dicho, de respeto hacia el
otro en su singularidad y de brindar al­ Original recibido: 05-02-2010
ternativas de libertad para la expresión Original aceptado: 12-07-2010

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