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Sacerdote Martín Lutero

EL SANTÍSSIMO SANTORAL
CATÓLICVS, VIDAS Y
EXEMPLOS QUE AVRIRÁN
LAS MENTES Y LAS
ALMAS DE LOS QUE VIBEN
EN LA OSBCURIDAD

Año 1520
El Verdadero Santuario Católico 3

PRÓLOGO DEL RECOPILADOR:

No ha muchos días atrás, di en visitar nuestra Biblioteca Popular Bernardino


Rivadavia, y huroneando entre sus anaqueles y estantes, encontré un libro muy
antiguo que estaba caído y olvidado detrás de un armario, donde entre polvos y
telarañas quizá estuviera desde hace una centuria, y viendo que en su raída tapa
estaba impreso su título y el nombre de su autor, por conocer de Historia Medieval,
me interesó grandemente, y pedí permiso al bibliotecario para llevármelo a mi
casa, que me lo regaló amablemente porque nunca estuvo inventariado y ya le
faltaban muchas de sus hojas, y en la quietud de mi escritorio lo leí detenidamente
desde la primera, y díme cuenta de inmediato que el autor del libro no era el que
figuraba en la tapa, sacerdote Martín Lutero, sino redactado en forma apócrifa por
una mano siniestra que buscaba herir a la Santa Iglesia Católica, por la sencilla
razón que nombra superficialmente en su prólogo a San la Muerte, una creencia
religiosa muy arraigada en el Chaco en su versión masculina, y en México con la
versión femenina de Santa Muerte, que en la época del autor aún no existían.
Y más me afirma ser el libro falso, al mencionar en su prólogo muy suelto de
cuerpo al Gauchito Gil, santo católico muy venerado de Corrientes, y que es una
fábula nacida trescientos años después de la época de Lutero, y por lo tanto él no
podía tener conocimiento alguno de ello.
Muy posiblemente, un vil enemigo del catolicismo escudóse tras su nombre de
gran fama en ésa época, por reformar la religión católica creando el
protestantismo en el medioevo, usurpando su nombre y escondiéndose en el
anonimato detrás de su pluma y diciendo lo que él nunca dijo, ni por pienso pasó
por su cabeza.
Grandes trabajos y sudores pasé acomodando y compaginando el rotoso libro por
los números de hojas y de capítulos, y de ciento treinta y seis mil semblanzas de
santos que escribiera el supuesto autor, solo pude recopilar una veintena, los que
leí ávidamente por estar redactados en un estilo gracioso y maleducado, con
mucha sorna y picardía.
Ruégote que tú también los leas, no para abandonar la idolatría que sientes siendo
católico, sino porque veas que el autor no le va en zaga a cuanto concilio o
canonización decretan las veneraciones a hombres a las que eres tan afecto.
Ahí te enterarás, como yo, quien era verdaderamente San Valentín, San Francisco
de Asís, San Fermín del Toro (que precisamente está en primer lugar), Santa Inés,
San Antonio Gil (que está segundo), Santa Cecilia, Santa Casilda, el indio San
Diego correo de Nuestra Señora de Guadalupe, San Jorge y su batalla con el
Dragón, Santa Teresa de Jesús, Santa Lucía protectora de la vista, Santa Engracia
que fue a casarse y terminó con un clavo atravesado en su frente, y otros cientos de
santos y santas que yo recopilara con gran trabajo y esfuerzo, lamentando
recuperar solamente una pequeña parte de tan prolífica e ingeniosa obra.
4 El Verdadero Santuario Católico

Pero la que a mí más me gustara fue la biografía que hace de San Valentín, el
santo de los enamorados.
Allí explica o relata que al terminar una última carta a su amada, la hija ciega del
carcelero o el verdugo que le decapitó con filosa hacha, puso la frase “De tu
Valentín”, lo que con el correr de los años se transformó en “Día de San Valentín”
que festeja la iglesia católica el 14 de febrero de cada año hasta éstos actuales
tiempos con besos y regalitos a las personas que uno quiere y aprecia.
Por otro lado, amado lector, te cuento que ya terminé “El Viaje Extraordinario” y
“El Gran Circo Infantil”, que son muy entretenidos pero extensos, y no hay otro
modo de hacértelos llegar que en libros que ya se están imprimiendo.

Arturo Beresi
El Recopilador
El Verdadero Santuario Católico 5

Sacerdote Martín Lutero

EL SANTÍSSIMO SANTORAL CATÓLICVS,


VIDAS Y EXEMPLOS
QUE AVRIRÁN LAS MENTES Y LAS
ALMAS DE LOS QUE VIBEN EN LA
OSBCURIDAD
Año 1520

“No me mueve otro motivo al escribir éste santísimo santuario católico, hecho de
burlas y deshecho de veras, que el ofender, insultar y desenmascarar a través del
ridículo y la ironía las tonterías y fábulas que enseña la Santa Iglesia Católica a la
que pertenezco o pertenecía, que a más años, me traen más desengaños, supuesta
heredera de los apóstoles, única y verdadera, cuyos papas y prelados parecieran
trabajar para el mismísimo demonio, o serlo, pues constantemente crean e
inventan devociones y vidas de santos tan fantasiosas e ilusas, que me cuesta creer
que alguien las crea. Esto, las fantasías y las fábulas, llevará al catolicismo a su
propia destrucción en no mucho tiempo más, pues no se debe reemplazar al Señor
Jesús por María ni por santo alguno al que se le brinde veneración o idolatría, y
traerá un cisma tan grave en Roma que papas y elevados dignatarios, de confusos
y desorientados, abandonarán su magisterio y se volverán a las iglesias en las que
el Señor Jesús sea el único y suficiente Salvador y sólo a Él se venere y adore.
Por esta traición del catolicismo de abandonar a Jesús y reemplazarlo por su
madre o por infinitos santos, las sectas cristianas, protestantes y evangélicas se
multiplicarán cada día más, esparciendo la Palabra simple y llana de la Biblia, sin
fábulas ni cuentitos píos que ensalzan a simples hombres, y predicando al Señor
Jesús, resguardándolo de engañosas apariciones del demonio, con tal énfasis, que
llegará el tiempo en que Dios solo estará presente en los templos de las infinitas
sectas cristianas, palpable y milagroso por sentirse a gusto, lejos de las fastuosas
iglesias del catolicismo donde nunca lo tuvieron en cuenta, olvidado entre una
maraña de falsas teorías.
Llegará el día que en un reducido y humilde templo cristiano habrá miles de
fieles a Jesús, y en las fastuosas iglesias católicas sólo bancos vacíos.
Llegará el día en que nadie querrá ser sacerdote católico y los seminarios
desiertos se transformarán en hoteles de alojamiento que medrarán más rápido
ganancias a las iglesias locales.
Llegará el día que los que sufran la injusta ley del celibato, violarán a niños
constantemente, y cometerán asquerosos abusos en niñas, y serán escondidos por el
papa en lejanas tierras donde no les alcance el brazo de la ley. Las sectas cristianas
sin duda ofrecen algo más valioso que las hostias y que los católicos abandonaron:
el ser salvos por la fe puesta en Cristo Nuestro Señor, antes que recurrir a las
bendiciones del papa o al confesionario de un sacerdote tan pecador como el reo.
6 El Verdadero Santuario Católico

Dentro de estas fantasías y quimeras que enseñan como bíblicas, hechas para
desmerecer el poder salvífico de la fe puesta en Jesús, hay santos salvadores para
todos los gustos católicos, marianos y papales: hay quienes vuelan como pájaros,
otros que flotan sobre cúpulas de iglesias, otros que muertos despiden perfumes de
flores por un milenio, quienes decapitados y muertos sus cuerpos, vivieron por tres
días sus cabezas cercenadas; santas que no fornicaron jamás por noventa años
continuos, verdadero milagro, y que viajando a pie por valles y campiñas
durmiendo en graneros, moteles y lupanares, murieron por la fe romana tan
vírgenes como sus madres las parieran; otros, la mayoría, santos que sangran de
manos y pies a imitación del Señor por opacar su grandeza; santas arábigas que
por abrazar al papa y al catolicismo, abandonaron al Alá musulmán, y por ello
fueron decapitadas por su propio progenitor, castigo bien merecido por cierto;
otros que con una simple cruz, o con sus mantos o sandalias detuvieron erupciones
de volcanes o grandes inundaciones; quienes domesticaron leones o lobos
hambrientos con solo hablarles de la autoridad del papa sobre la tierra y darles
una estúpida hostia que no es ni pan ni sangre, o darles vírgenes que reinan en el
cielo; santos para la música, para el dolor de muelas, santos que abrieron en dos la
tierra para que cayeran los enemigos infieles, sanadores de orzuelos o diarreas,
patronos de los horneritos, de los toreros, de los ciegos y hasta santos protectores de
los ladrones. Hay santas que después de ser decapitadas, se fueron caminando
tranquilamente llevando su propia cabeza entre las manos cincuenta kilómetros.
Hay santos que de tan buenos chuparon el asqueroso pus de los leprosos, por
aliviarlos de tan terribles dolores. Hay santos que de tan flacos parecen esqueletos
transparentes y uno de ellos es San La Muerte, y su versión femenina es la Santa
Muerte, el primero muy venerado en el Chaco argentino y la segunda en México,
donde a una calavera se la viste de blanco o de negro, adornado con infinitas
cruces, pelucas, guantes y guadañas, y va por delante de una larga procesión
católica.
¡Tan repulsivo es para Dios y para el buen cristiano la veneración a esqueletos y
huesos putrefactos!
Créase o no, a eso lleva la veneración de los malditos santos, agregada a la
ignorancia supina del vulgo que no lee ni le interesa lo ordenado en la Biblia, y
andan a ciegas entre ellos sin distinguir quién es bueno o malo, quien santo o
quien demonio, porque unos y otros otorgan verdaderos milagros.
Por ir detrás de éstas estupideces, el vulgo abandona la correcta adoración a Dios
y la fe que debe poner en Jesús.
Y verdaderamente creen más en éstas tonterías que en los Evangelios, y
curiosamente no les parece que Jonás viviera tres días en el vientre de una
ballena, y tienen por más cierto y verdadero que una estatua de madera de la
virgen María lagrimee gotas de sangre sobre sus mejillas, o sangren sus manos, vil
engaño al que recurren los sacerdotes para llenar sus templos de tontos fieles y de
los dineros que les quitan.
El Verdadero Santuario Católico 7

Estos millones de santos inverosímiles y estúpidos del Vaticano llevan al católico a


inventar por su propia cuenta otros santos milagrosos locales, -gauchos matreros
como Gil y Lega, niños abusados que se tornan ángeles, jovencitas violadas y
muertas después de salir de un boliche drogadas y borrachas, a las que les hacen
unas pequeñas basílicas donde conceden milagros; perros y gatos intercesores, y
cantantes bailanteros de moda, tan efectivos y salvadores como el Único, ya que
hasta una piedra, con solo adorarla, da al idólatra tantos milagros como una
estatua de yeso.
Heme pues aquí con las sana intención de burlarme de tantas sandeces y soserías
juntas, con otras aún mayores de mi cosecha, impelido por Dios que desde niño me
ocupa para éstas cosas, como es alejar al hombre de las estupideces idolátricas,
agregándole de mi capital a cada santo una vela, es decir, una broma, una burla,
un sarcasmo, una utopía para hacerla entretenida y ofensiva.
Persigo quitar a éstas estúpidas fábulas su condición de santísima o religiosa,
siempre con la intención de desenmascarar a quienes -papas, sacerdotes y laicos-
traicionan al Señor enseñando teorías, doctrinas, leyendas y tradiciones apócrifas
por fuera de los Evangelios, ya que sabiendo que Dios desprecia la idolatría a
personas, estatuas e imágenes, promueven como tal cosa estas aberraciones que
apartan al católico de la presencia salvadora y única de su Hijo Jesús.”

Sacerdote Martín Lutero


(1483-1546)
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El Verdadero Santuario Católico 9

San Fermín del Toro


(Santo de Cornamentas)
San Fermín del Toro (siglo IV), santo, mártir y
evangelizador hispano, fue primer obispo de la ciudad gala
de Amiens y patrono de la española de Pamplona
(Navarra).
Se desconocen con exactitud las fechas de su vida, pero se
sabe que su padre fue Firmo, senador y personaje de gran
autoridad en la ciudad de Pamplona.
Según la tradición, que es como decir ¡vaya uno a saber!,
san Saturnino le convirtió al cristianismo y a los quince
años de edad fue bautizado por san Honesto, con quien
viajó a España en pos de la conversión de los gentiles.
Bajo la tutela de Honesto el joven Fermín aprendió la religión y el arte de la
evangelización.
A los 18 años fue enviado a Tolosa, donde sería ordenado.
Tras predicar en Navarra, marchó a la Galia (actual Francia), y se asentó en
Amiens. Después de organizar la iglesia local, fue nombrado obispo a los 24 años.
La festividad en honor al santo, se celebra el 7 de julio, fecha en que también
comienzan los famosos sanfermines, fiesta taurina que se inicia en la mañana del 7
hasta el 14 de julio, cuando los pamplonicas se reúnen poco antes de las doce del
mediodía en las puertas del Ayuntamiento, o sea la Intendencia para nosotros.
Los sanfermines nacieron en la época medieval como feria comercial y fiesta
secular, usando para ello las fechas de fiestas religiosas cristianas, que a su vez
usaban fechas festivas de orígenes más anteriores, como las del paganismo vasco y
latino. Como las ferias eran lugares de encuentro de mercaderes, ganaderos y
aldeanos, no tenían otro fin que mercar diversos productos entre ellos, pero con el
tiempo se convirtieron en pretexto para festejar onomásticos de santos y
comenzaron a organizarse corridas de toros como parte de la tradición,
coincidiendo también con las festividades religiosas católicas.
Estas ferias y fiestas religiosas, se unificaron en 1592 para aprovechar mejor el
tiempo, comenzando el día séptimo del séptimo mes, aprovechando el fluido
arribo a Pamplona de turistas, mercaderes y ganaderos.
En la tarde del día 6, las autoridades locales y todo el pueblo se dirigen a la iglesia
de san Fermín para rezar las Vísperas en honor a su patrón.
También se entona con gran devoción ésta oración:
“A San Fermín le pedimos por ser nuestro patrón, que nos guíes en el
encierro dándonos tu bendición”.
10 El Verdadero Santuario Católico

Van rodeados por la multitud, la música de los txistus, tamboriles y gaitas, los
gigantes y cabezudos, y los zaldik (hombres a caballo).
La fiesta continúa en las calles, plazas y bares, en espera del primer encierro y
corrida taurina, que se celebran los siete días en que dura el evento.
Todos ellos, hombres y toros, aguardan que suene el estallido del “chupinazo”, un
gran cohete que provoca el júbilo y la alegría entre los asistentes.
A las ocho de la mañana del día 7 se escucha el primer cohete que anuncia el
comienzo de la fiesta y la salida de los bravos toros del corral.
Cientos de nerviosos pamplonicas comienzan a correr por las calles cercadas de
Pamplona, un recorrido que tiene casi nueve cuadras hasta la plaza de toros.
Los mozos, ataviados con camisas y pantalones blancos y pañuelos rojos en la
cintura y el cuello, corren y conducen por delante a los toros, a primera hora de la
mañana, desde el Corral del Gas a la plaza, donde se lidiarán por la tarde.
Es una carrera infernal y frenética que suele durar entre cuatro y ocho minutos y
en la que, a veces, se producen momentos escalofriantes debido a las caídas de los
mozos, con el consiguiente riesgo de cornadas y pisadas de los toros.
Con suerte, cada año muere solamente un pamplonica, o dos.
Hasta la actualidad, la suelta de los toros produjo más de treinta muertes, siendo la
primera registrada en 1924, (no hay datos anteriores) cuando un joven fue
atravesado en el estómago por las astas de un toro que sacóle las tripas al aire, y
que el escritor Ernest Hemingway relata el hecho en su libro “Fiesta”:

«Más tarde supimos que el hombre muerto por el toro se llamaba


Vicente Girones y que venía de cerca de Tafalla. Al día siguiente en
el periódico leímos que tenía 28 años y que tenía una granja, una
esposa y dos hijos. Después de casarse había seguido viniendo a las
fiestas cada año».

Es de suma importancia resaltar que, a diferencia de la libertad que tienen los


toros de cornear y pisotear, en los sanfermines les está prohibido terminantemente
a los pamplonicas maltratar a los animales, propinar patadas, subirse encima,
cogerlas del rabo o similar.
El trasgresor de esta norma suele ser reprendido de forma contundente por la
multitud y además se arriesga a una fuerte multa.
Los puntos de mayor riesgo son la esquina muy marcada de la calle Mercaderes
con Estafeta y la entrada a la plaza, por ser un cuello de embudo que recibe a
todos los que se han ido sumando a lo largo del encierro.
Los “mozos” se suceden y alternan, algunos llegan hasta el final, produciéndose
caídas, revolcones, cornadas, algunas veces heridas gravísimas e incluso mortales.
Por la tarde tiene lugar la corrida de toros, en la que participan grandes figuras
del toreo. Antes se ofrece un culto en la iglesia a la Virgen de la Macarena, que es
la patrona de los criminales toreros, para que los proteja y los guarde.
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Pero, ¿cómo nace esta tradición católica?


¿Qué bases bíblicas tiene esta fiesta?
Para saberlo, nada hay mejor que conocer la vida y obra de san Fermín, y las
vicisitudes por las que atravesara durante su santa vida.
La historia de san Fermín es bastante extraña.
Desde niño le interesaban las vergas de los toros a las que miraba entretenido
mientras éstos montaban a las vacas.
A la edad de doce años, se le dio por torear, y siendo pobre, no tenía aún traje de
luces, que reemplazaba con un vestido rojo de su hermana, o sea, vestido de mujer,
cosa que le agradaba grandemente por tener marcadas inclinaciones
homosexuales. Algunos quieren insinuar que era reputo, cosa que no está probada,
ni lo contrario tampoco.
El toro pasaba y pasaba por su lado como una centella y él lo esquivaba
atléticamente, y la gente vaticinaba que de grande sería un famoso torero como
Manuel Benítez “El Cordobés” o Paquirrí, el esposo de Paloma San Basilio que
murió ensartado por los cuernos de un toro y alguno que otro de su angelical
esposa.
A los veinte años ingresó al Convento de Santa Elida, en Paso de los Toros, España,
estudiando teología, filosofía, dinámica de la teocracia, lavado, planchado, corte y
confección y tejido en crochet.
Su vida santa hizo que sus primeros milagros fueran dentro del mismo convento,
como ser el que no le rompieran el culo cientos de sacerdotes degenerados que
volaban de calientes gracias al celibato impuesto, y gracias también a la
innegable habilidad que aprendiera en las arenas del ruedo de hacerse a un
costado y esquivar vergas similares a cuernos de toros.
Se decía de él que en el convento esquivó más vergas que cornadas de toros en la
arena. La habilidad natural siempre va acompañada de la sabiduría que se
adquiere al sortear las adversidades que se viven en el trayecto de la vida.
Teniendo unas cortas vacaciones retornó a su terruño, y por entretenerse, volvió a
tomar el vestido rojo de su hermana, para meterse después en los corrales a torear
a un ejemplar miura de quinientos kilos, cuya verga de larga arrastraba por el
suelo dejando una gruesa raya marcada en la arena.
En una desgraciada embestida Fermín tropezó cayendo de cuatro en la arena del
ruedo, con tanta mala suerte, que el toro en la primera embestida pasó por encima
de su cuerpo, llevándose su sotana y el rojo vestido de su hermana entre los
cuernos, y bramando furioso volvió contra el santo que estaba culo al aire porque
se le había rajado de punta a punta los fundillos del calzoncillo.
El toro ciego de furia, cubierto sus ojos con la sotana del santo y el vestido rojo,
enfiló derecho hacia el culo del hombre de Dios que estaba en cuatro patas, y en
un soberbio topetazo embocó su larga mandioca en el agujero expuesto, alzándolo
por los aires mientras el pobre Fermín gritaba “¡suelta, toro!”, “¡suelta, toro!” con la
verga del animal asomándole entre sus dientes.
12 El Verdadero Santuario Católico

Las muchas vergas de sacerdotes y de aspirantes a serlo que esquivó en el


convento, vinieron a rematar en una sola larga como una mandioca en la arena de
los corrales taurinos de su familia. Un peón que estaba sentado en la tranquera,
medio pelotudo y algo sordo, entendió que san Fermín decía “suelta de toros”,
“suelta de toros” y la abrió de par en par, dejando escapar doscientos animales
guardados dentro, que frenéticos enfilaron hacia la ciudad de Pamplona, en cuyas
calles hicieron un desparramo de gente entre risas y algarabía bulliciosa cuando
alguno salía destripado por las filosas cornamentas de los furiosos animales.
El santo desapareció por muchos años, pues el toro se lo llevó encajado en su verga.
Desde aquél día, 7 de julio del año 487, (fijaos con qué exactitud se sabe la fecha
cierta) la fiesta se hizo popular repitiéndose año tras año con el nombre de Fiesta o
Suelta de Toros de San Fermín.
Los ocho días que duran los Sanfermines convierten a la ciudad en una fiesta total,
en la que pamplonicas y extranjeros participan noche y día de los encierros y
corridas, desfiles y representaciones folclóricas, pasacalles y fuegos artificiales,
todo ello acompañado de la bebida tradicional: la sangría, un compuesto de agua,
vino, azúcar y limón.
San Fermín es el santo de los cornudos y engañados, y sus estampitas lo muestran
acariciando al enorme toro miura, con el cual se fue a vivir en matrimonio a una
gruta hasta su muerte y la del toro, sin que se sepa quién de los dos se fue al reino
de Dios primero, aunque hay versiones no confirmadas que el toro murió antes y
está sentado a la derecha de Dios, y el santo fue decapitado años después en la
ciudad de Amiens por el sádico gobernador Riccio Varo.
Hoy la gruta donde el santo conviviera con el toro es visitada por millones de
fieles por considerarla milagrosa y otorgadora de los más increíbles deseos y
pedidos. Por el toro, que es el que más favores concede.
A Fermín, pobre, la oposición oficial a la doctrina cristiana le granjeó la cárcel,
donde, tras negarse a cesar su prédica, fue decapitado.
En 1186, setecientos años después de su muerte, el obispo Pedro de París llevó de
Amiens a Pamplona la sagrada cabeza de Fermín como una reliquia milagrosa.
¡Aj, qué asco!
Los sanfermines, dicen los historiadores, al igual que otras fiestas de santos, es otra
leyenda que para muchos estudiosos carece de base histórica, pues no encuentran
ni la más mínima prueba o indicio de que siquiera Fermín existiera.
La leyenda nació hacia el siglo IX en la localidad francesa de Amiens, y desde allí
llegó a Pamplona en el siglo XII, convirtiéndose en un santo de devoción para
cientos de pamploneses.
Recientemente, una tesis elaborada por el historiador Roldán Jimeno, hijo del
prestigioso historiador pamplonés Jimeno Jurío, ha refrendado la conclusión a la
que llegaron en 1970 varios historiadores de la capital navarra y arqueólogos de
Amiens: ambos investigaron por separado, y concluyeron que la historia de San
Fermín no tenía base histórica alguna.
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A pesar de ello, Amiens y Pamplona siguen rindiendo culto a este santo y miles de
personas en el mundo han oído hablar de él gracias a las fiestas de san Fermín.
San Fermín es también el santo patrono de los horneros, sin que se sepa ni
remotamente el porqué, aunque algunos quieren insinuar que fue por la forma en
que quedó su culo al ser ensartado por la verga del toro, muy similar a la puertita
ovalada y retorcida que fabrica éste pajarito para su casita de barro.
El famoso escritor estadounidense Hernest Hemingway, premio nobel en 1946,
conocido borracho y camorrero, autor de “El viejo y el mar”, gustaba de asistir a las
celebraciones de san Fermín, lo que le inspiró a escribir “Sangre y Arena”, cuyo
argumento se llevó al cine interpretado por el actor Tyrone Power, ocupando
aquéllos famosos escenarios naturales de los ruedos españoles.
El 14 de julio, después de la corrida, los mozos se dirigen al Ayuntamiento para
anudar en su reja el pañuelo rojo que han lucido en el cuello durante todos los días
de la fiesta.
Cansados y tristes cantan:

“Pobre de mí, pobre de mí, se han acabao las fiestas de san Fermí…”

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14 El Verdadero Santuario Católico

San Antonio Gil


(Santo Matrero)

San Antonio Gil, “el gauchito milagroso” como se lo conoce


entre los católicos correntinos, nació en Mercedes, Ctes., y de
niño fue callado, tímido y muy introvertido, a tal punto que
sus padres temían que Antonito saliera con el tiempo un
trolo remachado.
De niño le encantaba jugar a las muñecas y hacer tortitas de
barro, aparte de usar pulseritas y aritos, y pintarse de rojo las
uñas y los labios, color al que fue muy inclinado ya que
desde la cuna tenía preferencia por el Partido Autonomista.
Sus maestras de la primaria lo recuerdan como un niño muy educado, respetuoso y
gentil, tanto que al llegar a séptimo grado llevó la bandera como recuerdo de su
paso por escuela de Varones Nº 1 Gral. San Martín, sin que la devolviera hasta el
día de la fecha.
Sin embargo, a los quince años destripó con un facón de medio metro de largo a un
policía que lo quiso detener por estar escuchando chamamés con su radio portátil
a todo volumen en la esquina de la plaza, frente a la Intendencia.
A los veinte, ya había eviscerado con su filoso cuchillo a una docena de personas,
doctores, comerciantes, maestros y obreros, pero se salvó de ir a la cárcel al salir
electo concejal por el Partido Autonomista por corrimiento de lista, siendo
candidato en el puesto número trece del voto de dicho partido.
Los doce postulantes que estaban en la lista antes que él fueron los destripados
misteriosamente, lo que llevó a la Junta Electoral a designarlo concejal sin que
nadie sospechara tan criminal fraude. Es más, por procurar inmunidad, al terminar
su mandato, entró a trabajar en la Intendencia Municipal como Secretario de
Relaciones Exteriores, puesto al que debió renunciar seis meses después por falta
de voluntad, y ser de carácter demasiado bueno, reemplazándolo en ésa
oportunidad el famoso catedrático y licenciado en Literatura don Eduardo Buero.
Antonito Gil se dio cuenta que la política no era para él, que dentro de ella se
escondía la maldad, el engaño, la mentira, la falsedad, la envidia, la traición y el
robo de los dineros públicos, y su vida dio un vuelco profundo en procura de
labrarse un porvenir y un futuro promisorio, basado y acorde con su siempre
rectitud moral y honradez.
Pasó entonces a integrar la banda de forajidos liderada por Mate Cocido y el
Samacola, que asaltaban estancias y countrys de ricos, asesinando y violando a
todos sus dueños, peones y animales.
La crueldad y el salvajismo con que cada uno de ellos viniera desde la cuna,
indiferente a la ajena sangre que derramaban, unidos en sociedad, se
multiplicaron en sus terroríficos vandalismos por los campos correntinos.
El Verdadero Santuario Católico 15

A las mujeres degollaban despiadadamente y a los hombres los violaban


amorosamente porque había tal vandalismo en Corrientes en aquélla época, que
todavía no se sabía muy bien para qué servían las mujeres, igual que ahora.
Tampoco se salvaban patos, ovejas, gallinas ni perros.
El gobierno puso precio a su cabeza: veinte patacones con olor a queso, con la
aclaración que si traían su cuerpo entero, no aumentaría ni un peso el dinero
ofrecido de recompensa, ya que solo su cabeza era la requerida.
Pero… ¿Cuáles fueron las causas de que este milagroso santo hiciera esta vida
disoluta y feliz?
¿Cómo se metió de lleno al atrapante mundo del crimen y de los robos?
Hay tres versiones de su santa inclinación de destripar a personas para justificarlo
fehacientemente.
La primera dice que el Gauchito andaba por el pueblo cogiendo a una viuda rica
y adinerada que lo mantenía, sin regresar a la estancia de sus patrones donde
estaba conchabado con esperanza de jubilarse según pasaran los años.
Esto, el ser mantenido por la viuda, hizo que ganara el odio de sus hermanos, los de
ella, y del comisario don Frutos Gómez, que también la requería de amores,
quienes lo buscaban para matarlo.
Su espíritu de paz y sosiego, por no ver correr la sangre de sus enemigos o la suya
propia, infló camisa y se fue pelear en la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870).
Desertó y volvió a su terruño.
Ahí lo cazaron y lo colgaron de los pies para luego ser degollado amablemente,
que era el castigo que correspondía al delito de deserción.
La segunda versión dice que Gil era un abigeo que se congració con los pobres.
O sea, robaba vacas y ovejas ajenas para repartirlas entre los hambrientos y
necesitados de ollas, perdón, de ellas.
Reclutado para combatir en la Guerra de la Triple Alianza, desertó y fue
perseguido.
Cuando lo atraparon pidió clemencia prometiendo portarse bien de allí en
adelante, diciendo que era inocente de las casi un centenar de muertes que
infringió con su filoso cuchillo cuando era ladrón de ganado.
Pero el sargento hizo oídos sordos a sus súplicas y lo degolló salvajemente.
La tercera versión dice que el Gauchito Gil dirigía un grupo de matones
autonomistas que iban de pueblo en pueblo saqueando, robando a los ricos para
dárselo a los pobres y matando a todo liberal que se cruzara en su camino.
Era devoto de San La Muerte y se decía que era imposible matarlo a balazos.
No le entraba balas en el cuerpo, ni su mente razonaba en nada que no fuera
delinquir.
Las tres versiones terminan diciendo que su sangre inocente sanó al hijo del
sargento que lo degollara, que estaba a punto de estirar la pata con apenas ocho
años de edad, su primer milagro.
16 El Verdadero Santuario Católico

Sí se sabe de su captura que está asentada en el libro de guardias de la Comisaría


Primera de Mercedes, y cuyo suceso fue más o menos así:
Una noche que el Gauchito Gil estaba en una taberna, fue rodeado por una
pequeña partida, cuya formación la componían un sargento, doscientos sesenta
soldados con bayonetas y dos cañones, y un voluntario con el cargo de furrier, los
que sigilosamente se acercaron por detrás para sorprenderlo, pues mucho temían
que los matara a todos con su filoso facón, cosa que no sucedió porque el gauchito
dormía plácidamente el pedo que tenía con la cabeza sobre el mostrador, por
tomar un vasito de vino que su médico personal le aconsejara después de cada
comida.
La partida lo atrapó sin derramar una gota de sangre, y el sargento decidió
colgarlo de un árbol cabeza abajo en un descampado, de los pies, ya que sus bolas
pesaban demasiado, y si lo hacían de otra forma, del cuello por ejemplo, corría el
riesgo de ahorcarse por su propio peso, por boludo.
El reo pidió clemencia en medio de un río de lágrimas, suplicó y lloró prometiendo
portarse bien de allí en adelante si le perdonaban la vida, y hasta amenazó al
sargento contar del atropello a los hermanos Tato y Pocho Romero Feris de
Corrientes, jefes del pacto Autonomista Liberal, gobernador uno y presidente de
la Cámara de Diputados el otro.
El sargento, que era radical y odiaba a ambos políticos porque hacía treinta años
no firmaban su ascenso a sargento primero, despreciativamente sacó su verga al
aire y le orinó en la boca, teniendo cuidado de no acercarse mucho por no perderla
en los salvajes mordiscos y dentelladas que le proponía el reo colgado de sus patas.
-¡Encontrarás tu casa de mierda cuando llegues enfermo y morirá por
derramada de sangre inocente, hijo de puta!- maldijo el santo gauchito al
sargento, que como estaba boca abajo sus palabras también lo estaban, o sea al
revés, y lo que quiso decir fue:
-¡Cuando llegues a tu casa encontrarás a tu hijo enfermo por la sangre
inocente derramada, y morirá, puto de mierda!
El sargento, que entendió la indirecta, sacó su facón y de un certero tajo degolló al
reo, cuya sangre regó el suelo mercedeño como si fuese una ofrenda a la madre
tierra, mezclándose con las otras anteriores que derramó el gaucho con la punta de
su cuchillo, para alegría y alimento de las lombrices de ésos suelos haciéndolas
muy codiciadas para la pesca, por lo gordas y rosadas de su aspecto.
Cuando el sargento regresó a su casa, efectivamente, su hijo ardía de fiebre y
estaba a punto de estirar la pata, con solo ocho años de edad, viendo lo cual
regresó corriendo hasta donde estaba colgado el reo.
Con infinitas oraciones y novenas se hincó ante el degollado, cuidando no
manchar su uniforme con su sangre, y le pidió que intercediera ante Dios para que
su hijo se salvara. Cualquiera, para los católicos, puede ser el Sagrado Intercesor.
Créase o no, sus ruegos fueron escuchados por el santo matrero en el cielo, que
encarándose como único intercesor mercedeño frente a Dios, le dijo:
El Verdadero Santuario Católico 17

-Padre, concede el deseo que solicita el que me degolló, y a cambio, gracias a


la idolatría de los católicos a quienes les encantan éstas pelotudeces, me harán
santo milagroso y me levantarán un altar donde hasta los obispos me ofrecerán
misas, hostias, novenas, décimas y cuantas otras boludeces se les ocurran inventar y
llenaremos las arcas de la iglesia con las ofrendas y las ventas de estampitas,
discos, medallitas, pulseritas y calcomanías para autos e infinitos camiones que
llevarán mi devoción por todo el país.-
-Así sea-le dijo el Padre- Pero trata que no se levanten altares para ti a cada
medio metro de las rutas correntinas, porque muchos son los boludos que habitan
esas tierras, y que fácilmente abandonan a mi Hijo Jesús por cualquier pelotudez
que inventan los curas y los historiadores. Odio la idolatría de los católicos, pero
más me dan por las pelotas los altares con banderas y sillas coloradas, porque
desde el principio de los tiempos yo soy de Rácing, con cuyos colores creé el cielo y
las nubes, los mares y la nieve, no del rojo de Independiente ni del Autonomismo
de los Romero-Feris, y la concha de tu madre…-
Dios es más dado al peligroso y violento futbol antes que a los inocentes y
amorosos partidos políticos.
Ese fue el primer milagro concedido por el Gauchito Gil, pero aún mayor es el que
muchos giles crean semejantes tonterías, y cada 8 de enero en que se recuerda su
fiesta, paguen pasajes en colectivos que parten temprano desde la iglesia católica
de pueblos vecinos y gasten sus dineros para ir a visitar su rojo altar en la ciudad
de Mercedes, de donde vienen gratificados y sin una moneda, pero llenas las
alforjas de vinchitas, pulseritas, estampitas, tijeritas, dos docenas de cidis
diferentes de chamamés en su honor, cuadritos y calcomanías del guevón gauchito
milagroso católico. Se toma la tradición de envolver con banderas rojas o pintar
de rojo los santuarios de veneración al Gauchito Gil, dado que es el color que
caracteriza al Partido Autonomista en la provincia de Corrientes, del cual él fue
uno de los primeros afiliados.
¡Tomá para vos!

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18 El Verdadero Santuario Católico

Santa Catalina de Siena


(Mística)

Santa Catalina de Siena (1347-1380), religiosa dominica


(terciaria), mística y Doctora de la Iglesia, participó de forma
muy activa en los asuntos públicos de su tiempo.
Nadie sabe, ni lo sabrá nunca, en qué asuntos públicos se
concentraba, pero la frase queda bien en cualquier biografía, así
sea la del hombre de las cavernas, y se usa para resaltar su gran
amor al prójimo, lo que tampoco se sabe con certeza si lo tenía, y
se pone especial cuidado en ocupar la frase “asuntos públicos”
para generalizar y expandir su supuesto y constante consuelo para con los pobres.
Se llamaba Catalina Benincasa, (su nombre significa "Pura") y era la menor del
prolífico hogar de los Benincasa.
Allí crecía la niña en entendimiento, virtud y santidad.
Pertenecía a una familia de escasos recursos económicos que vivía en medio de
una gran austeridad, compuesta básicamente por fontaneros y notarios, conocida
como "la fiesta de los 12", quienes entre una revolución y otra, gobernaron en la
república de Siena desde 1355 hasta 1368.
Esto no lo entiende ni Magoya. ¿Eran ricos o pobres? ¿Débiles o poderosos?
Se ignora.
Catalina fue hija de Jacobo Benincasa, tintorero, y de Lapa di Puccio di Piagente,
hija que fuera de un destacado poeta local.
Siendo todavía una niña afirmó tener visiones y vivió con gran austeridad ya que
su familia era de escasos recursos y por lógica no podría vivir en la opulencia, lo
que reduce la primera frase a que solo afirmaba tener visiones.
Lo de las visiones sí está comprobado, y quizá fuese la causa el hambre que
acuciaba a su hogar, lo que hacía que tuviese visiones de chanchos asados a la
parrilla, pollos con papas al horno, helados de chocolate, pescados fritos y
homelettes de queso, y no solo ella las tenía, sino toda su hambrienta familia.
Sus hermanos la apodaron como Eufrosina sin que hasta ahora se sepa el motivo,
aunque en toda su historia o biografía jamás la llamaran así.
A la edad de cinco o seis años tuvo la primera visión religiosa, que la inclinó
definitivamente a la vida virtuosa.
Cruzaba una calle con su hermano Esteban, cuando vio al Señor que le sonreía,
rodeado de ángeles, impartiéndole la bendición.
Sus padres formaron una familia numerosa: Catalina era la hija número veintitrés
de un total de veinticinco partos, lo cual confirma que sus padres, no habiendo
cines, ni “La Casa del Gran Hermano” en televisión, se acostaban muy temprano,
junto con el sol, para hacer el amor.
¡Qué manera de coger, don Benincasa! ¡Veintitrés hijos largaron tus polvos!
El Verdadero Santuario Católico 19

Yo mismo, Martín Lutero, que saqué del convento y del catolicismo a la monja
clarisa que sería después mi esposa, convirtiéndola en verdadera cristiana,
cogiendo tupido, solo pudimos engendrar seis hijos.1
Su hermana gemela Giovanna murió recién nacida.
Ese dato, junto al que sus hermanos le llamaban Eufrosina, son muy importantes,
importantísimos, para la redacción de su biografía, pero nadie sabría ni
remotamente el porqué, porque nunca más se la vuelve a mencionar con ese
nombre ni a Giovanna.
Al año siguiente, durante la epidemia de peste negra que asoló Europa, su madre
tuvo el último parto que no prosperó.
Otro dato vital. ¡Un parto fallido vale más que un millón de documentos!
¿Quién se tomaría el trabajo de asentar en su biografía un parto que no
prosperara de su madre? ¿Para qué?
Catalina no tuvo una educación formal; desde temprana edad mostró su gusto por
la soledad y la oración, y siendo niña todavía, a la edad de siete años, se consagró a
la mortificación e hizo voto de castidad.
A los doce años sus inadvertidos padres comenzaron a hacer planes de matrimonio
para Catalina, pero ella reaccionó rapándose la cabeza y vendiendo todo su
cabello al peluquero, cuyos dineros repartió entre los pobres para después
encerrarse en su cuarto con un velo sobre su cabeza.
Con el objetivo de persuadirla, sus padres la obligaron a realizar fatigosas tareas
domésticas, y sin embargo, Catalina se encerró más en sí misma, aún más
convencida de que antes de lavar platos debía seguir al Señor.
Sólo un evento inusual, una paloma que se posó en la cabeza de Catalina mientras
oraba, convenció a Jacobo de la sincera vocación de su hija.
Sin duda fue un milagro portentoso, tomado del mismo Jesús, cuando fuera
bautizado en el Jordán por el bautista Juan.
A los dieciocho años tomó el hábito de la Orden Tercera de los dominicos.
Se sometía al cilicio y a prolongados períodos de ayuno, sólo alimentada por la
Eucaristía.
Parece que fue santa Catalina de Siena la que difundió y comenzó a la
mortificación del silicio en la versión actual, cuyo uso no produce grandes
molestias y es llevadero, como confirma la experiencia de siglos por todo tipo de
personas.
Se llama así porque la materia provenía especialmente de Cilicia: un vestido de
piel de cabra o de camello que, al contacto con la piel producía pinchazones, y era
un instrumento de penitencia. Un ejemplo entre muchos es el del Canciller de
Inglaterra, santo Tomás Moro, que usó el cilicio de joven hasta su muerte, con lo
cual quizá ganó el cielo sin la fe puesta en Jesús...

1 Primera mención que hace el sacerdote Martín Lutero que da indicios de ser el verdadero
autor de este libro.
20 El Verdadero Santuario Católico

En esta primera fase de su vida, estas prácticas eran llevadas a cabo en solitario,
sin que nadie lo supiera, y de hecho nadie sabe si fuera cierto hasta ahora.
Lo que se afirma sin pruebas, bien puede ser negado sin ellas.
Aunque analfabeta, como gran parte de las mujeres y muchos hombres de su
tiempo, dictó un maravilloso libro titulado Diálogo de la Divina Providencia,
donde recoge las experiencias místicas por ella vividas y donde se enseñan los
caminos para hallar la salvación. En la iglesia católica hay mil caminos de
salvación, menos el de la fe puesta solamente en el Señor Jesús.
Sus trescientas setenta y cinco cartas son consideradas una obra clásica, de gran
profundidad teológica. No se sabe a quién las dictara.
Expresa los pensamientos con vigorosas y originales imágenes.
Se la considera una de las mujeres más ilustres de la edad media, maestra también
en el uso de la lengua italiana.
Es probable que aprendiera a leer a temprana edad, aunque no pudo escribir
hasta que llegó a ser adulta, o quizá escribiera sin saber leer de niña o de adulta,
porque en estas historias de santas o santos, nada es confiable pero si factible.
A los 16 años ingresó en la Tercera Orden de Santo Domingo en su ciudad natal, o
sea la Orden de Predicadores, donde se destacó por su disposición a la
contemplación y por su entrega a los pobres.
Siendo algo fea, se contemplaba todo el santo día frente a un espejo y pobre con el
que se encontraba, pobre al que se entregaba de alma y cuerpo.
Muy pronto comenzó a dictar cartas sobre temas espirituales que le
proporcionaron todavía más admiración ya que no sabía escribir, siendo una
prueba evidente que eran inspiradas por Dios, por semejarla a los profetas
bíblicos, o quizá era tan haragana que no gustaba ni siquiera levantar una
lapicera, lo que también podría ser.
No en balde se puso en su biografía que sabía leer, pero no escribir, o al revés.
Lo que sí se sabe, o no, es que ella dictaba sus escritos a un amanuense.
O quizá quiso asemejar a Juan Milton, el celebrado autor inglés de “El Paraíso
Perdido” que siendo ciego de nacimiento, dictó su obra a una secretaria de punta a
rabo en varios años de trabajo conjunto.
En 1366, Santa Catalina experimentó lo que se denominaba un “matrimonio
místico” con Jesús.
Cuando ella estaba orando en su habitación, se le apareció una visión de Cristo,
acompañado por su madre y un cortejo celestial.
Tomando la mano de santa Catalina, Nuestra Señora la llevó hasta Cristo, quien le
colocó un anillo y la desposó consigo, manifestando que en ese momento ella
estaba sustentada por una fe que podría superar todas las tentaciones.
Para Catalina, el anillo estaba siempre visible, aunque era invisible para los
demás.
¡Oh, si las mentiras fueran visibles como los anillos, de cuántos males nos
libraríamos!
El Verdadero Santuario Católico 21

Esta hermosa y dulce visión da una idea cabal del embrollo que tenía en su
cabeza, y que aun los sicólogos más refutados del mundo no pueden desentrañar
en concordancia, pues unos dicen que estaba totalmente loca y otros medio
pirada.
En 1374 Raymond de Capua, futuro rector general de la orden domínica, se
calentó por ella y se convirtió en su director espiritual y amante, y quedó desde
entonces asociado de forma estrecha a todas sus actividades.
O sea, cogían todos los días estrechamente, con mucha actividad.
El iluso matrimonio con Jesús duró muy poco por culpa del maldito adulterio real
y palpable.
En 1376 viajó a Aviñón para intervenir ante el papa Gregorio XI en nombre de
Florencia, ciudad entonces en guerra con el pontificado.
Por aquélla época los pueblos católicos no sabían bien si el papa era superior a
Dios o Dios mismo, igual que ahora, ya que tenía las facultades de ser infalible y
lavador de los pecados de los hombres a cambio de dineros, y algunos aceptaban
la teoría de la infalibilidad papal que ni por asomo existe en la Biblia, y otros lo
rechazaban violentamente aun yendo a parar a la hoguera de la Santísima
Inquisición de su propia iglesia.
Hoy sí ya se sabe que el papa es superior a Dios, y más lame el pueblo su culo antes
que las sandalias del Pescador de almas.
Antes que existieran los protestantes la iglesia católica se dividió violentamente
en papistas y antipapistas, como también más tarde vendrían los trinitarios y los
anti-trinitarios, y luego los que creyeron en la fábula de la ascensión de la virgen
a los cielos y los que se reían de tamaña tontería.
¿Y Jesús? Por ahí anda, acarreando su cruz…
En la actualidad, muchos católicos continúan ignorando al papa, reemplazándola
por María señora del cielo y de la tierra, sin tener la fuerza y la voluntad para
desechar de cuajo tamañas estupideces y elegir y aceptar al Único y Suficiente
Salvador Jesús el Hijo de Dios.
Catalina, muy preocupada por aquél cisma de Occidente que estalló en 1378,
viajó a Roma en noviembre de ése año para promover el apoyo hacia el papa
Urbano VI y buscar la unidad católica.
Si hoy viviera, aún la estaría buscando entre los viejos sacerdotes y los jóvenes
carismáticos que independientes del yugo del papa están llevando a la iglesia
católica al borde del precipicio, por las fantasiosas modernidades que introducen
por cuenta propia en los cultos de la misa y en sus dogmas.
La aceptación del matrimonio igualitario, por ejemplo, el fin del celibato de los
curas, dar la hostia a los matrimonios separados, permitir el aborto, etc.
La ruptura entre Florencia y Roma se produjo por diferencias doctrinales y, sobre
todo, porque los obispos de iglesias ortodoxas se negaron a aceptar al obispo de
Roma, es decir al papa, como suprema autoridad de todos los cristianos.
22 El Verdadero Santuario Católico

Estalló pues una sangrienta guerra entre romanos y ortodoxos, y empezaron a


circular las bulas y promesas para quien se alistara a los ejércitos de uno u otro
bando, con la promesa que inmediatamente ganaba el cielo al morir en el
combate.
Hasta ahora no se sabe si los soldados muertos ganaron el cielo, pero sí que
murieron por miles en una guerra que duró más de quinientos años, continuando
hasta el día de hoy, si no con armas, con los mismos retorcidos argumentos y
doctrinas.
Nadie sintió por la guerra más acerba pena que la joven y humilde religiosa, como
un ángel de todos los pobres de cuerpo y espíritu, como una heroica enfermera en
tiempo de peste, y como eficaz predicadora de la penitencia, y que ejerció en los
corazones de sus contemporáneos un influjo incalculable, que la gran Catalina de
Siena.
Con penetrante mirada reconoció aquella humilde doncella (“que ha de ser
considerada como uno de los más admirables prodigios de la Historia del mundo”)
las culpas que se cometían por una y otra parte, y animada por una incomparable
libertad de espíritu, manifestó su persuasión a todos, aun a los más encumbrados,
con una elocuencia que conmovía y ganaba los corazones.
Como verdadera esposa de Aquél que vino al mundo para traer la paz y amor, y
de su amante Raymond de Capua, predicaba ella incesantemente a los
contendientes la reconciliación entre hermanos.
- ¿Qué cosa hay más dulce que la paz y el dulce de leche? -escribía, sin saber
hacerlo, a Niccolo Soderini, uno de los ciudadanos más influyentes de Florencia-
No fue otro el testamento y la última exhortación que dejó Jesucristo a sus
discípulos, cuando les dijo: “No se conocerá que sois discípulos míos por los
milagros que hiciereis, o si descubriereis las cosas futuras, o si alardeareis en
vuestras acciones de una gran santidad; sino por el amor y la paz que os tengáis los
unos con los otros.” Mi dolor sobre esta guerra, que a tantos de vosotros arruina los
cuerpos y las almas, es tan grande que de buena gana para detenerla, si fuera
posible, sacrificaría mil veces mi vida.-
Si bien fracasó en su misión de detener una guerra que se cobraba cada día miles
de muertos católicos, en cambio convenció al papa para que regresara a Roma y
concluyera el exilio de los Padres Santos en Aviñón.
¡Ah, menos mal, qué bueno! Algo es algo.
Catalina volvió a la contemplación y las obras de misericordia en Siena, porque
ya extrañaba a su amante y concejero, y no podía estar lejos de su asesor espiritual,
el obispo Raymond de Capua, o Rayman como ella le llamaba íntimamente.
Al mismo tiempo que se encamaba con él, intentó promover la paz en Italia y
organizar una cruzada para recuperar Tierra Santa, uno de sus proyectos más
queridos, no logrando ni lo uno ni lo otro.
Mientras trabajaba afanosamente para extender la obediencia al verdadero papa,
la salud de santa Catalina comenzó a deteriorarse.
El Verdadero Santuario Católico 23

Santa Catalina de Siena, murió en Roma a consecuencia de un ataque de


apoplejía, a la temprana edad de treinta y tres años, el 29 de abril de 1380, y fue
la gran mística del siglo XIV. ¿No murió también Cristo a esa edad?
¡A fe que copió a santa Catalina! Los habitantes de Siena deseaban conservar la
cabeza de la santa, o un pulgar, cosa a la que Roma se negó terminantemente.
Pero hubo un milagro increíble, con el cual sus devotos tuvieron un éxito parcial.
Sabiendo ellos no podían llevar a escondidas todo su cuerpo fuera de Roma,
decidieron robar solo su cabeza y el pulgar de su mano derecha, los cuales
colocaron en un bolso. Cuando fueron detenidos por los guardias romanos, a la
salida de la ciudad, oraron para que santa Catalina los ayudara.
Cuando los guardias abrieron el bolso, parecía que ya no contenía su cabeza sino
que todo el bolso estaba lleno de pétalos de rosas. Sí, señores… ¡pétalos de rosas!
Una vez que regresaron a Siena, volvieron a abrir el bolso y su cabeza estaba
visible nuevamente, con una amplia sonrisa en el rostro y el pulgar levantado
haciendo la señal de okey. ¡Cuánta magia hay en nuestras santas católicas!
Debido a este relato, Santa Catalina a menudo es pintada sosteniendo una rosa, o
haciendo “Ok” con el pulgar, costumbre que perdura en los hombres hasta ahora.
La cabeza incorruptible y el dedo pulgar fueron sepultados en la Basílica de
Santo Domingo, donde se conservan en la actualidad.
El cuerpo de santa Catalina está enterrado en la basílica de Santa María sopra
Minerva en Roma, que se encuentra cerca del Panteón.
Los romanos se quedaron con su cuerpo descabezado y los de Siena con su cabeza
destroncada.
Fue canonizada por el papa Pío II en 1461, nombrada Doctora de la Iglesia en 1970
por Pablo VI, y proclamada co-patrona de Europa (junto con santa Brígida de
Suecia y santa Teresa Benedicta de la Cruz) en 1999 por Juan Pablo II.
Su festividad se celebra el día 29 de abril.
Si hoy viviera, sería recompensada con el premio Nobel de la Paz como Pérez
Esquivel, sin que por ello sea santa ni merezca el cielo, porque de nada valen las
buenas obras sin la fe puesta únicamente en el Señor Jesús.

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24 El Verdadero Santuario Católico

Papa Formoso
(Santo y mártir)

Nada mejor ni más relevante hay entre los santos católicos


como éste papa Formoso para comprender perfectamente
cómo nuestra santísima iglesia católica tuvo sus épocas de
oscurantismo, indecisiones, descalabros y estupideces con
que ha tratado de mejorar y superarse a través de los siglos
sin conseguirlo, hasta llegar a ser hoy peor de lo que antes
era.
Hoy el ambiente eclesiástico se llenó de intercesores fútiles
e inútiles, y Dios, que odia a los ídolos y nos pide que seamos
santos en el comportamiento y fieles en la fe, más odia y rechaza a quienes hacen y
veneran santos inventados como es éste papa Formoso.
Nos prohíbe el Señor que el hombre adore o venere, idolatre o rinda culto a
hombres o mujeres por buenos que sean.
Bueno solo es el Señor
Por ende, puterío no es con el Señor, como ocurrió en la santísima vida del papa
Formoso.
Según la tradición, el papa Formoso (papado 891-896) probablemente nació en
Roma, (quién puede saberlo si todo se puede achacar a “según la tradición” que
usan los curas), y que en el año 864 fue nombrado obispo de Porto, distinguiéndose
con posterioridad en calidad de legado pontificio en los territorios franceses,
germanos y búlgaros.
Más tarde, acusado de conspirar contra la Santa Sede y de abandonar su diócesis,
sufrió destierro por orden del papa Juan VIII, andando por el mundo fugitivo de
sus propios congéneres, hasta que a la muerte de Juan lo sucedió Marino I quien lo
volvió a recibir en la iglesia con pompas y honores en el año 883, hasta que fue
elegido papa en el 891.
Enfrentado con la nobleza italiana que no quería pagar las pesadas ofrendas y
donaciones que el prelado les exigía, solicitó ayuda al rey germano Arnulfo de
Baviera, a quien coronó emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en el
año 896 (afrentando al otro pretendiente, Lamberto de Espoleto de Italia). ´
Esto produjo en la Germanía cruentas batallas que dieron muchas almas al cielo y
cuerpos a los cementerios, hasta que finalmente Lamberto derrotó a Arnulfo, y se
dispuso ir a Roma a decapitar al papa Formoso en venganza de haber favorecido a
su enemigo.
Por suerte, el papa falleció el 4 de abril de ese mismo año.
Tras recobrar el control de Italia, Lamberto obligó al papa sucesor Esteban VII a
exhumar el cadáver de Formoso, que fue juzgado en el denominado Concilio
Cadavérico, en enero de 897.
El Verdadero Santuario Católico 25

A Esteban VII lo había precedido Bonifacio VI, un hijo de obispo que reinó doce
días y murió de gota.
Este papa Esteban, hijo de un sacerdote (en aquélla época los clérigos podían
casarse), tenía un odio ancestral contra el finado papa Formoso por haber
cambiado el obispado de Porto por el de Roma.
En represalia, lo primero que hizo fue anular todas las disposiciones efectuadas
durante su pontificado y ordenó que su cuerpo fuera exhumado aunque ya
llevaba nueve meses muerto, para ser juzgado en el famoso “sínodo del cadáver”
en el que lo revistió de sus ornamentos pontificios, lo sentó en la silla de Pedro, lo
juzgó por tres días y lo condenó por "ambición desmedida de papado".
Le arrancaron las vestiduras papales, aunque se le dejo el cilicio que llevaba
puesto (un instrumento de auto martirio, como un látigo con pinchos), lo vistieron
con harapos, le cortaron tres dedos de la mano derecha para que se curara del
vicio de bendecir, lo arrastraron por las calles entre risotadas y burlas, lo volvieron
a enterrar (ahora en una cueva), lo volvieron a desenterrar, lo desnudaron, y así,
desnudo, mutilado, vejado y putrefacto lo tiraron al Tíber para alegría de todos los
hambrientos pececillos, aunque ya poco de carne quedaba del Santo Padre.
El papa Esteban, además, acabó el concilio enfurecido, porque mientras gritaba e
insultaba al fétido cadáver, este no hacía nada para defenderse, sino que
sabiamente se quedaba callado escuchando, que si llegara hablar huirían del
susto todos los que lo juzgaban.
No puede haber justicia para el vencido, si el que lo juzga es su vencedor.
Su cuerpo fue enterrado en la fosa común de extranjeros, pero, no contento con
ello, Esteban ordenó sacarlo de ahí y arrojar sus restos al rio Tíber.
Se hundieron los restos de Formoso en las aguas del Tíber para que desapareciesen
de la faz de la tierra, pero los huesos se enredaron en las redes de un pescador, que
los extrajo de las aguas y los escondió.
El pueblo romano al conocer los hechos prendió a Esteban VI en el palacio
Laterano, y en el mismo día fue depuesto y asesinado por estrangulamiento, el 14
de agosto de 897.
Y lo sucedió el papa Romano, hermano del papa Marino I y ambos hijos de cura.
No hay entre los hombres ni entre los animales, ni aún en los santos, la abstinencia
sexual de la que hace gala el catolicismo, y ya en aquéllos tiempos a los clérigos
les gustaba fornicar en los ratos libres, igual que ahora, y eran muy dados a las
relaciones carnales más palpables y positivas que las idílicas que supuestamente
guardan con María.
Este desmedido amor fantasioso visible que llevan en el corazón hacia la “madre
de Dios”, sin provecho para ganar el cielo, sin agregar ni quitar nada para ser
salvos, los lleva en la actualidad a ser pajeros u homosexuales, y en la mayoría de
los casos violadores o abusadores.
A Romano, que reinó tres meses y murió en forma sospechosa, lo sucedió Teodoro
II, que murió igual, a los veinte días de su pontificado.
26 El Verdadero Santuario Católico

Sin embargo, el papa Romano alcanzó a recuperar el cadáver de Formoso y a


enterrarlo por tercera vez revestido de nuevo de sus galas pontificias y vuelto a ser
beatificado por su iglesia católica.
Así, entre vestido y desvestido, entre alabanzas y condenas, entre armarlo y
desarmarlo, entre desparramarlo y juntarlo, entre componerlo y mutilarlo, este
papa Formoso pasó su vida y gran parte de su muerte entre idas y venidas,
entierros y desentierros, entre respetos y burlas, siendo demonio para unos y santo
para otros, hasta que finalmente los papas Teodoro II y Juan IX rehabilitaron su
figura, siendo elevado a la categoría de santo y mártir.
Ahora bien, ¿puede Dios manejar tan ineficientemente a través de sus infalibles
papas a su iglesia única y verdadera?
¿O más bien ésta se halla desde el principio de los tiempos en tamañas
oscuridades e interminables zozobras por adorar y venerar a santas y santos, desde
el papa Formoso hasta la angelical y divina madre de Dios?
Si ésta es la iglesia que los cristianos heredaron de los apóstoles, única, santa y
verdadera, regida por un papa más infalible que Dios mismo, la iglesia, los
apóstoles, los sacerdotes y el mismísimo papa, se pueden ir todos a la deposición
natural de hombres y animales, o sea, a la mierda.
Elijamos pues, solamente a la Biblia y a sus Mandamientos antes que estar bajo el
yugo de las mentiras y las fábulas que usa la iglesia católica para recaudar fondos
con éstas tonterías y actitudes que denigran la inteligencia humana y opacan la
infinita de Dios.

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El Verdadero Santuario Católico 27

Santa Inés:
(Virgen hasta donde se sabe)

Santa Inés, virgen y mártir cristiana del siglo IV, venerada


tanto en la Iglesia oriental como en la occidental, tenía
sólo 12 o 13 años cuando fue ejecutada.
¡A la puta, aquí la imaginación y fantasía clerical ya
traspasó todos los límites de la racionalidad, mandando a
la horca a una niña de tan corta edad!
Varios relatos afirman que fue decapitada, violada,
ahorcada, ultrajada, quemada viva, estrangulada,
acuchillada, descuartizada, envenenada, asfixiada o de
cosquillas que le hacían con una pluma en la planta de sus
santísimos pies, pero no en ese orden específico, de manera que en la mucha
diversidad de condenas cada uno puede elegir la forma que más le cuadre en
cuanto a su muerte. La Sagrada Tradición católica siempre deja en libertad la
imaginación del que lee la vida de los santos, dándoles tres o cuatro posibilidades
para elegir su muerte, total todo es mentira, y ni siquiera se puede comprobar que
lo sea.
Inés era una bella joven proveniente de una noble familia romana.
Tuvo varios pretendientes, a los que rechazó por declararse fiel amante de Cristo.
¡Cómo! ¿A los doce años ya tuvo varios pretendientes?
Entonces no era tan santa que digamos. Más bien vendría a ser una putita
incipiente. Entre ellos se contaba el hijo del prefecto de Roma, hijo de la gran puta,
quien la denunció a su padre de ser cristiana.
En aquellos tiempos, los cristianos se encontraban bajo la persecución de
Diocleciano y se les condenaba con la muerte si se negaban a sacrificar a los dioses
romanos. ¡Otra vez este hijo de puta de Diocleciano matando santos!
Se ocupa el nombre de éste déspota solo para poder ubicar a la santa allá por el
año 300, por darle a la fábula visos de ser real al lado de un personaje cruel y
sanguinario que quizá existió. Según la leyenda, ya que nada verdadero se puede
probar fehacientemente en éstas cuestiones santorales, después de rechazar a
numerosos pretendientes, fue denunciada como cristiana por el que te dije y
enviada a una casa de prostitución como castigo.
Prestad atención, por favor, a estos muchos pretendientes que siempre tienen las
santas, los cuales siempre son rechazados, lo que da pie a que uno de ellos,
despechado y furioso, la denuncie ante las autoridades. En las santas, siempre la
misma historia: primero un rechazo y después una denuncia. Los herejes enemigos
de Cristo, o sea la Santísima Inquisición, como quien duerme sobre un angosto
muro, no se andaban con vueltas en esos días, y tenían los más dolorosos castigos
para los que eran acusados de cristianos y que se negaran adorar al papa.
28 El Verdadero Santuario Católico

Ella tenía sólo doce o trece años cuando fue martirizada.


¡Cómo! ¿Siendo menor de edad ya era imputable?
No se desanimó cuando oyó arrastrar con estrépito las pesadas cadenas atadas a
sus santas manos y pies. Llevada contra su voluntad ante el altar de los ídolos, la
tiraron al pozo de los sacrificios donde llamas satánicas le aguardaban, y ella
levantó sus manos puras hacia Jesucristo orando, y desde el fondo de la hoguera
hizo el signo de la cruz, señal de la victoria de Jesucristo. Las llamas se retiraron sin
tocar su piel. Ya que las llamas no le quemaban, la mandaron a trabajar como
castigo a una casa de prostitución o lupanar, donde el ambiente era tan caliente
como el pozo de los sacrificios, pero más acogedor.
Calentura por calentura, vale tanto ir a parar a las llamas como ser prostituta.
¡Oh, ingrato destino el de castigar a una adolescente pura e inocente a trabajar de
puta sin goce de sueldos, ni vacaciones, ni feriados!
Eso no es castigo, -dirán muchos- sino un premio, una bendición, porque ella con
doce años ya andaba medio caliente deseando ser penetrada, con lo cual
solucionaba a mares su acuciante necesidad sexual.
Allí la pobre Inés sufrió mucho más que si le hubieran mandado a las ardientes
hogueras de la Santísima Inquisición católica, cuyas llamas rápidamente
quemaban la carne de los herejes que rechazaban al papa y se aferraban a la
frescura de nuestro Señor Jesús. En el quincho, Inés sufría las calenturas de los
rijosos clientes, unos trescientos cada noche, que entraban a su pieza con las vergas
enhiestas como espadas al rojo vivo en las manos, las que le atravesaban el cuerpo
una y otra vez durante la noche toda, porque el lupanar abría sus puertas
solamente al ocultarse el sol, ya que las rondas de la policía se retiraban a dormir a
ésa hora, cuando más se las necesitan, cobrando sueldos al divino botón, igual que
ahora. La que regenteaba el quincho, una negra llamada Misia Peca, mucho
cuidaba su local de la requisa de los policías, ya que siempre tenía dos o tres
menores secuestradas que ejercían la prostitución sin el permiso ni el
consentimiento de sus padres, o castigadas como Inés, que llevada a la fuerza al
prostíbulo, fue protegida por ángeles y señales celestes.
Según las Actas de su martirio, aunque andaba por el quilombo totalmente
desnuda, los cabellos le crecían de manera que tapaban todo su cuerpo, como si
fuese un ancho y largo tapado de piel y pelos.
Los comercios que vendían ropa, iban al muere con ella si tuviesen que vestirla.
Poco faltó para convertirse en una peluda mona.
Sucedió que cierta noche, más bien de madrugada, llegó al quincho un joven muy
caliente y afrechado que quería coger a toda costa, ya que siendo pastor de ovejas
estuvo perdido en los montes por más de tres meses con dichos animales, y ya
anhelaba coger otra cosa que vaginas lanudas, y aun pagando al contado, santa
Inés no quiso satisfacerlo por estar un poco cansada, ya que eran las cinco de la
mañana y ya habían pasado por su pieza trescientos noventa y dos clientes antes
que él.
El Verdadero Santuario Católico 29

Como el joven tenía el ticket 393, serie B, y ya había gastado todo su sueldo en
beber vinos y cañas en la barra, no quiso conformarse con venir mañana que le
proponía la regente, quien le aseguraba que se respetaría su número y al día
siguiente entraría en primer lugar. El joven, ardiendo de furia y medio borracho,
penetró por la fuerza al cuarto de Inés y la abrazó impúdicamente y acarició sus
partes íntimas sin el permiso de la santa, y ¡oh, milagro!, justo cuando le acariciaba
las tetas para calentarla, en el mismo instante perdió la visión quedando más ciego
que un murciélago.
-¿Quién apagó la luz?- gritaba el joven atropellando los muebles del miserable
cuartucho, yendo a meter el pie en una palangana con agua sucia que santa Inés
ocupaba para lavarse la concha después de cada polvo, por no encargar hijos
santos, ya que aún no se habían inventado los actuales preservativos.
Dice la tradición que el joven ciego al ser de pie grande, quedó éste trancado y
atascado dentro de la palangana sin que hubiera plomero ni deshollinador que
pudiera quitárselo. Tres días después, internados en el hospital la palangana y él,
recuperó nuevamente la vista gracias a las oraciones de santa Inés que en el
quincho, arrodillada en el suelo y en éxtasis espiritual, mientras mamaba las
vergas de otros clientes, elevaba oraciones piadosamente a Dios pidiéndole
fervientemente por la salud del que había dejado ciego y empalanganado.
Pregunto yo: ¿para qué se internó el joven en un hospital si estaba solamente ciego
y no herido? ¿No le hubiera sido mejor comprar un bastón blanco o un perro
lazarillo que lo guiara? ¡Milagro! Ella lo dejó ciego y ella lo sanó y además como
por milagro la palangana atascada se desprendió de sus pies.
Las santas y santos católicos a veces son tan díscolos como los demonios, ya que
hoy pueden darte un ramo de rosas y mañana una ceguera total o una patada en
el culo. Son tan traviesos que pueden darte hoy una de cal y mañana otra de
cemento sin decirte ¡agua va! Más tarde, Inés fue condenada a muerte, y, cuando
iba a ser decapitada, el verdugo intentó que abjurase, a lo que ella respondió:

“Injuria sería para mi Esposo que yo pretendiera agradar a otro. Me


entregaré sólo a Aquél que primero me eligió. ¿Qué esperas,
verdugo? Perezca este cuerpo que no puede ser amado por ojos que
detesto.”

Fue entonces puesta en una hoguera que no la quemó pues las llamas se apagaban
antes de tocar su cuerpo, que ya relaté antes, y luego decapitada en año 304 DC.,
y enterrada luego en la Vía Nomentana, en una catacumba a la que se le puso su
nombre, aunque podría ser en la vía Appia, en la vía Láctea, o bajo las vías de un
tren, y raro sería además que le pusieran a la tumba el nombre de otra santa.
Hoy en día hay infinitas tumbas de santa Inés dispersas por el mundo, todas
verdaderas y originales, que recaudan cuantiosas donaciones y objetos de oro y
plata por los milagros concedidos.
30 El Verdadero Santuario Católico

Milagro sería más bien que estas fortunas fueran a parar a los pobres antes que al
riquísimo Vaticano. Todo es posible viniendo de la Sagrada Tradición Católica.
Dicen que el verdugo lloraba cuando tuvo que decapitarla con su filosa hacha al
ver la pureza y la fidelidad de la santa para con su esposo el Señor.
En las actas, escrito está:

"Reza. Inclina la cabeza. Acomoda sus cabellos a un costado para


preservarlos de la filosa hacha, a los que apreciaba más que su cuello.
Se arregla el vestido planchándolo con las manos, acomoda sus
ultrajados corpiños por el ciego curado. Hubierais visto temblar el
verdugo lleno de miedo, como si fuera él quien estuviera condenado a
muerte. Su mano tiembla. Palidece ante el horror que va a ejecutar, en
tanto que la jovencita mira sin temor la llegada de su propia muerte.
He aquí dos triunfos a un mismo tiempo para una misma niña: la
pureza y el martirio".

Pocos días después de su muerte, su mejor amiga y hermana de leche, una chica de
su edad llamada Emerenciana, rezando junto a la tumba de Inés, fue sacada a
patadas por los soldados de guardia. Furiosa, Emerenciana los mandó a la puta
que los parió e increpó a los soldados romanos por matar a su amiga, y fue muerta a
pedradas, pasando a ser una nueva santa católica con la calidad de mártir.
Hacia el año 350 se construyó una iglesia sobre la tumba de Inés.
En el arte, se la suele representar con un cordero blanco mamando de su teta
símbolo de inocencia y de las mamadas de infinitas guascas por las que tuvo que
pasar estando en el lupanar. El 21 de enero, el día tradicional de su fiesta, se
bendicen dos corderos en su iglesia de Roma, y con la lana se tejen unas bandas
blancas, que el papa coloca sobre los hombros a los arzobispos como un símbolo de
su potestad. Con las finas tripas del animal, rosáceas y transparentes, se hacen
infinitos condones que el santo vicario hasta hoy reparte en un sobrecito entre los
más cojudos sacerdotes de la grey, cansado ya de pagar juicios perdidos por culpa
de las violaciones que éstos cometen a jovencitas dejándolas embarazadas en sus
respectivas diócesis. La iglesia católica, gracias a María y a santa Inés, se
moderniza día a día para evitar los juicios de sus degenerados sacerdotes.
Santo, santo es el Demonio, que puso en manos de los ingeniosos curas estas fábulas
estúpidas que disuelven y ennegrecen los divinos Evangelios de la Palabra, para
que todos se pierdan, y ninguno se salve.

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El Verdadero Santuario Católico 31

Santa Cecilia
(Mártir cristiana, patrona de los músicos)

Según la leyenda, Santa Cecilia (¿-230?), mártir


cristiana, desde niña gustaba tocar los instrumentos
musicales de la época, haciéndose experta en el manejo
del clarinete, oboe, flauta y saxofón, para los cuales tenía
gran facilidad por tener los labios gruesos y carecer de
dientes superiores.
Tocaba el clarinete con tanto amor y dedicación que fue
famosa entre los músicos de las muchas bandas villeras
que integró desde joven y a las cuales acompañaba en sus
giras con la única y expresa misión de limpiar los
instrumentos de los músicos sin derramar una gota, y a cambio de tales favores, la
dejaban participar en la consola de sonidos como operadora sin ganar una
moneda.
A los quince años, fue desposada por un joven de la banda llamado Valeriano, al
que ella le afinaba su instrumento por largas horas en la mayor.
En la mayor verga que ella había visto en toda su vida, y al que convirtió al
cristianismo.
La concreción del matrimonio fue extraña y atípica: sus padres la dieron en
matrimonio a éste noble joven pagano, Valerius (Valeriano) siendo ellos católicos,
aparentemente solo por la fortuna que poseía.
Había ganado ya dos discos de oro con los temas “Despacito” y “Bombón asesino”,
lo que le dieron millonarios dividendos.
Pero he aquí que tras la celebración del matrimonio, la pareja se había retirado a
la cámara nupcial, supuestamente a coger, (¿y si no, para qué se iban a retirar?), y
estando solos, Cecilia dijo a su flamante esposo Valeriano que ella había
entregado su virginidad a Dios y que un ángel celosamente guardaba su cuerpo;
por consiguiente, debía tener cuidado de no violar su concha por nada del mundo.
Según la leyenda, el diálogo entre ambos cónyuges fue así:
Cecilia: Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel
del Señor vela por mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel
se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en cambio, si me respetas,
el ángel te amará como me ama a mí.
Valeriano: Muéstramelo. Si es realmente un ángel de Dios, haré lo que
me pides.
Cecilia: Si crees en el Dios vivo y verdadero, en el Papa y en María
aún más vivos, y recibes el agua del bautismo, verás al ángel.
32 El Verdadero Santuario Católico

Valeriano tuvo una fugaz visión de un ángel totalmente desnudo, con la verga
arrastrando por el suelo, que le sonreía pícaramente, del que tuvo sospechas le
tomaba el pelo. Sintió grande celo, e infinitas sospechas de ser guampudo desde
antes, pero creyó en ella, después de lo cual Cecilia lo envió junto a la tercera
piedra miliaria de la vía Apia, donde debía encontrarse con el papa Urbano I.
Yo quiero saber, a fuerza de ser meticuloso, quién escuchó y escribió el anterior
diálogo entre Cecilia y Valeriano, donde ella le dice que un ángel guardaba su
virginidad. ¿Tenían un apuntador o un escriba al lado? ¿Existían los grabadores?
En fin, ella quedó a solas con el pijudo ángel, que dijo: “por fin solos, mi amada
Cecilia”.
Valeriano obedeció de mala gana y fue al encuentro de Urbano, el papa lo
bautizó y Valeriano regresó como cristiano ante Cecilia.
Entonces el ángel pijudo los coronó como esposos con rosas y azucenas.
Cuando Tiburcio, el hermano de Valeriano, se acercó a ellos, también fue
convertido al cristianismo y a partir de entonces vivió con ellos en la misma casa,
en completa pureza.
Algunos quieren insinuar malignamente que Cecilia tenía tres esposos o amantes
en la misma cama, a saber: Valeriano, Tiburcio y el ángel pijudo, pero eran simples
habladurías. ¡Cómo murmuraba la gente de aquélla época! Hoy ya no es así.
Es peor. Pero, no todo fue felicidad para Cecilia.
Vendrían días de angustias y desgracias en su futuro.
En una gira por Europa, llegando a una gran ciudad pagana llamada Roma para
cantar ante el papa, por negarse a inclinar el cuerpo ante los dioses de la música
san Rodrigo y santa Gilda, cantantes fallecidos en accidentes de tránsito, fueron
martirizados ambos esposos con las más crueles torturas.
A su amado esposo, con cruel saña, le cortaron su descomunal picho con un
cuchillo Tramontina desafilado y herrumbrado, que todavía se conserva intacto
en los Museos del Vaticano. Digo el cuchillo, porque el picho sus verdugos dieron
a una jauría hambrienta compuesta de veintiséis perros que salieron hartos y
satisfechos con un pedazo de diez centímetros de tripa cada uno.
Valeriano, en su celda, muy deprimido rogó a su santo personal el Gauchito Gil
por la pérdida de su guasca, que le consoló desde el cielo diciéndole que para
coger aún le quedaba la lengua. Al día siguiente, le cortaron la lengua.
Volvió a pedir consuelo, y el santo milagroso volvió a consolarlo diciéndole que
para coger, ocupara los dedos. Al día siguiente, le cortaron las dos manos.
Sin atreverse a volver a pedir consuelos al Gauchito Gil, a quien lo tuvo de ahí en
adelante por el más falluto santo milagroso que batía a sus torturadores qué partes
de su cuerpo debían cercenarle, pasó a ser devoto de otro gaucho milagroso, el
Gaucho Lega, pero apenas por pocas horas, ya que viendo que mejor vida es morir
que vivir muerto, a causa de un fuerte resfrío que se complicó con una brutal
pulmonía sin que pudiera sonarse las narices con un pañuelo al carecer de ambas
manos, se dejó morir deprimido y decepcionado.
El Verdadero Santuario Católico 33

Después le tocó el turno a su hermano Tiburcio a quien dicen que decapitaron o


empalaron, no se sabe muy bien.
El funcionario del prefecto, Máximo, fue designado para ejecutar la sentencia.
Pero se convirtió al cristianismo y sufrió el martirio con los dos hermanos, por
reverendo pelotudo. El ángel que los acompañaba, más vivo que Máximo, huyó
con sus alas desplegadas hacia el cielo, salvándose de ser violado por una legión
de soldados a cargo del prefecto Turcio Alamaquio, quien ordenó la muerte de
todos. Cecilia enterró los restos de su esposo, su cuñado y los de Máximo en una
tumba cristiana. Luego la propia Cecilia fue buscada por los funcionarios del
prefecto. Fue condenada a morir ahogada en su propia casa, dentro de una
palangana con agua hirviente sobre una cocina Eslabón de Lujo.
Pero salió ilesa porque el agua no le quemaba ni le hacía mella por estar apenas
tibia, ya que sus verdugos no se dieron cuenta que posiblemente se había
terminado el gas de las hornallas.
Otras versiones indican que en realidad el agua estaba natural, ni fría ni caliente,
y que por ayudarla, un antiguo sacerdote de la santa Inquisición al que de niña
ella le limpiaba la flauta, sin que nadie lo viera, arrojó al agua varios sobrecitos de
polvos digestivos Alka-Seltzer que produjeron burbujas como si estuviese
hirviendo, engañando a sus verdugos que tuvieron al hecho por un milagro.
Por eso el prefecto decidió que la decapitaran allí mismo.
El ejecutor dejó caer su espada tres veces pero no pudo separar la cabeza del
tronco. Cambió la espada por un hacha.
El verdugo volvió a intentar otras tres veces cortarle la cabeza, pero no lo
consiguió, pues el hacha milagrosamente se desafilaba o rompía sobre su cuello.
Santa Cecilia, que era santa pero no boluda, tenía disimulado en el cogote un
grueso cilindro de acero como collar, color carne, el cual se lo regalaran cuando su
conjunto fue a tocar ante la tribu de los “vergotus” en el África, cuyos forzudos y
enormes nativos la acompañaban en su canto tocando tambores y timbales sin usar
los tradicionales palillos, solamente golpeando los parches con sus descomunales
vergas. De ahí el nombre de la tribu, a cuyos miembros se los conoce con el nombre
de vergotudos. De tantos golpes que el verdugo le diera en el cuello, el hacha se
partió en dos, lo que obligó a mandar a un gurisito corriendo a comprar en la
ferretería Lavalle otra flamante ya afilada, cuya fría hoja atravesó su cuello como
si fuese una manteca, junto con el collar de acero. El verdugo, viendo la cagada
que hizo, huyó asustado, dejando a la virgen bañada en su propia sangre, sin
regresar al pueblo nunca más. Aún vivió tres días más, no el cuerpo, sino su cabeza,
que puesta sobre una mesa, hablaba y pedía agua y qué comer, pues decía que la
sed y el hambre le arañaban el estómago.
En ésos tres días, la cabeza de Cecilia aprovechó para dar limosnas a los pobres y
disponer por testamento que después de su muerte su casa se transformara en un
templo.
34 El Verdadero Santuario Católico

¡Epa! ¿Cómo su cabeza falta del cuerpo y sin brazos daba dineros a los pobres?
Dictar su testamento puede ser, pero nunca dar dinero a los pobres, a menos que
escupiera las monedas por la boca.
Sin embargo, cuando ya se estaba curando y recuperando el color rosado de sus
mejillas, murió de inanición, pues por más comida que le dieran por la boca,
siempre tenía un feroz hambre que no se saciaba, ya que el resto de su cuerpo
estaba enterrado lejos de donde estaba su cabeza, y darle de comer era como
echar todo a un saco roto, o como acarrear agua en una cesta de mimbre, como
quien dice. Ningún alimento le aprovechaba.
Su cuerpo murió decapitado y su cabeza murió de hambre, o sea que bien puede
decirse que la santa tuvo dos horribles muertes.
En el año 821 sus restos fueron enterrados en una cripta de la iglesia de Santa
Cecilia en Roma, que si la enterraran en otra cripta de otra santa, sería un
despropósito y una boludez inadmisible.
Pero, ¿cómo supieron que era el cuerpo de ella después de seiscientos años?
¿Le hicieron el ADN? ¿Reconstruyeron su perfil sicológico?
Muy simple, papanatas: porque entre miles de esqueletos enteros, el de Cecilia no
tenía cabeza, las que sí había a montones y de las cuales tomaron una al azar.
Años más tarde, ya que la tradición y la leyenda dicen que su canto hablaba de
Dios en su corazón, se hizo conocida como la patrona de la música.
Los poetas ingleses Geoffrey Chaucer, John Dryden y Alexander Pope la han
celebrado en su literatura, y ha sido tema de numerosas obras pictóricas, desde
Schedel, Francesco Francia, Ambrosio Benson hasta Artemisa Gentleschi, grandes
pintores del medioevo. El conjunto “Penas y Olvido” del paraje Pancho Cué de
Santo Tomé, Ctes., que dirigió Doldre Lemos cuando era joven, antes que le diera
el derrame que lo dejó medio ladeado, compuso un chamamé en honor a la santa,
con la colaboración de Carlos Talavera, que si Dios quiere y el Diablo lo permite,
llevarán a sus autores a pudrirse eternamente en el infierno.
Su fiesta se conmemora el 22 de noviembre, Día de la Música.
El papa Urbano I la enterró en la catacumba del papa Calixto I (155-222), donde
se sepultaban a los obispos y los confesores. No se sabe por qué.
En realidad no se sabe nada de santa Cecilia, pero la fábula creada en torno a ella
es sin duda amorosa y tierna.

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El Verdadero Santuario Católico 35

Santa Casilda
(Santa y virgen española de origen musulmán)

Esta Casilda era hija del soberano del reino taifa de


Toledo, Almanerín Al Manerado, que reinó entre 1038 y
1075 y fue famoso por ser medio puto como su nombre lo
indica, y por el gran número de cautivos cristianos que
hizo.
Que hizo pomada en las hogueras, por ser acérrimo
enemigo de la virgen María, de la cual no soportaba ni
siquiera escuchar su nombre.
Sobre su condición, unos lo describen como un sanguinario
perseguidor de los cristianos, mientras que otros lo
presentan como un hombre apacible y bondadoso, que
repartía caramelos y juguetes a los niños.
No se sabe a ciencia cierta cuándo nació Casilda, pero se cree que murió en el
1050, o en 1051, o 1052, o quizá en 1053, en 1054 o en 1055, que por ahí no más
andaba la cosa.
Aunque bien podría ser en 1049, o 1048 o 1047 o mucho antes o mucho después.
En realidad no se sabe ni lo uno ni lo otro, pero la vida de los santos comienzan
siempre cuando muere, pues sería ilógico que se supiera con exactitud cuando
nace un bebé qué destino tendrá dentro de ochenta o noventa años, cuando ya por
sus martirios y sufrimientos sea consagrado santa o santo.
En las fábulas católicas el nacer es indiferente, pero es muy importante la fecha de
su muerte para poder celebrar su onomástico con procesiones y bombas de
estruendo cuando son patronos de un pueblo o en épocas de fiestas de guardar.
Su propio nombre -Casilda en árabe significa cantar- es como un verso con alas de
canción.
Casilda se dedicó desde joven a auxiliar a los cautivos que su padre hacía, los que
sufrían hambre y sed prisioneros en un gran patio cercado de altas paredes
pegado al palacio.
Estos cautivos eran rescatados por sus parientes a través del pago de una
exorbitante suma de dineros, oro o plata, o bien cambiados por cautivos
musulmanes en poder de los ejércitos españoles.
Miguel de Cervantes, el celebrado padre de las letras castellanas, siendo
prisionero de los moros después de la famosa batalla de Lepanto donde perdiera
un brazo, pasó cuatro años prisionero hasta que sus parientes juntaran los dineros
para su rescate, en éstas míseras condiciones.
Por una ventanita del palacio, desde su habitación, Casilda hacía bajar con una
cesta atada a una piola, los restos de comida que sobraban en los banquetes diarios
que hacía su padre.
36 El Verdadero Santuario Católico

Algunos cortesanos que la vieron, ante esto, acudieron al Emir denunciando a su


hija por su desvelo hacia los cristianos presos, a fin de que la reprendiera.
El Emir entonces quiso comprobar si aquellas acusaciones eran ciertas y persiguió
disimuladamente a su hija hasta sorprenderla portando en su regazo algo que
despertaba sospechas.
Un día, después de cenar, como era su costumbre, Casilda juntó en su cesto y a
escondidas los restos que desecharon los comensales en la mesa, y lo llenó de
chinchulines, tripas, chorizos Paladini y mondongos que los árabes gustan comer
como aperitivo, y que los hace pedar estrepitosamente en la mesa, lo cual hizo que
su padre sospechara y la inquiriera preguntándole qué llevaba en el cesto tapado
con una servilleta.
Ella le contestó que rosas y, según la tradición, cuando el padre miró debajo de la
servilleta, segundos antes las achuras que llevaba para alimento de los presos se
convirtieron en coloridas flores, o sea, ésta es la versión femenina de la tontería del
indio san Diego, en la que en su capa aparecieron ramos de rosas y la imagen de
nuestra señora de Guadalupe, cuya vida viene a continuación en esta interesante
Vida de los Santos Católicos.
Este verdadero e incomprobable milagro de Casilda es para los católicos superior
y más creíble que el de la resurrección de Lázaro por Jesús, descripto en la Biblia.
¿Cómo puede ser que un católico, a quien Dios le dio sobrada inteligencia para
distinguir lo negro de lo blanco y la fábula de lo real, se empecine en creer y tener
por ciertas estas mentiras que lo desvían de la Palabra de Dios, solo porque a
través de los siglos a cientos de papas desocupados y aburridos se les ocurrió
inventar éstas tonterías que embrutecen y ciegan de idolatría al iluso que en su
última hora será irremediablemente condenado?
¿Tan fácil es llegar a ser santos con solo transformar unos resecos chinchulines en
fragantes rosas?
Eso más es de magia de demonios que de santidad venida de Dios.
Días después para Casilda comienza una grave dolencia.
Un incontenible flujo de sangre se apodera de ella, que aumenta día tras día y que
la ciencia médica del palacio es incapaz de curarla.
La pobre sangraba hasta por el culo.
Una visión del cielo le revela que encontrará remedio en las aguas milagrosas de
San Vicente, allá por la Castilla cristiana.
Almanerín prepara el viaje de su hija con una comitiva real, pero él no fue porque
tenía un harén de cincuenta esposas a quienes debía mantener y cuidar que nadie
entrase en sus aposentos en su ausencia para servirlas en su lugar.
Vivía obsesionado por los celos, y a cada media hora él personalmente olfateaba
las conchas de sus cincuenta esposas por descubrir olores de semen extraños o
desconocidos, que no fueran los suyos.
En Burgos recibe Casilda el bautismo y marcha luego a los lagos de San Vicente,
junto al Buezo, cerca de Briviesca.
El Verdadero Santuario Católico 37

Recuperada la salud según se le dijo, decide consagrar a Cristo la virginidad de su


cuerpo milagrosamente curado y resuelve pasar el resto de sus días en la soledad,
dedicada a la oración y a la penitencia.
Murió de muy avanzada edad, siendo sepultada en la misma ermita que ella
mandó construir.
Pronto se convirtió en lugar de peregrinación.
Sin embargo, otros historiadores afirman que su padre mandó doscientos soldados
que del forro del culo la trajeron nuevamente al palacio, donde su excelencia la
martirizó y la decapitó frente a los mismos cautivos a los que ella alimentaba a
escondidas.
Cuentan que los caminantes sintieron desde entonces su especial protección y las
mujeres la invocan contra el flujo de sangre, y hasta dicen que basta que una
mujer pruebe las aguas y eche una piedra al lago san Vicente para tener
asegurada la descendencia.
Su festividad se celebra el 9 de mayo sin que nadie remotamente sepa el porqué,
ya que si no se sabe cuándo nació o cuándo murió, menos se podrá saber el día de
su onomástico para celebrarla.
Que alguien explique con pecho más valiente y certero que el mío… ¿por qué
razón es hoy Casilda una santa?
¿Por los restos de chinchulines que sobraban de las comidas de su padre y que
repartía entre los cautivos? ¿Por la transformación de las achuras en fragantes
rosas? ¿Por su imparable menstruación que el río San Vicente detuviera?
Todo es posible en las viñas del Señor.

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38 El Verdadero Santuario Católico

El indio Juan Diego


(Beato y mandadero)

“Apenas habían transcurrido diez años de la conquista de


México por Hernán Cortéz (1521) –cuenta un historiador-
cuando un pobre indio con un olor a pata que mataba,
llamado Cuatitletoatzen, (se pronuncia como se lee, o
como uno quiera, tratando de acentuar la partícula tle, y
quiere decir en lengua nativa “el águila que habla”) cuyo
nombre después traería muchos problemas a la iglesia
católica para beatificarlo, ya que nadie sería devoto de
tan intrincado apodo, por lo cual en vez de san
Cuatitletoatzen, le ensartó uno más simple y angelical,
san Juan Diego, al cual le apareció la virgen María con
rostro de india y de tez negra en la cima de la colina de Tepeyac, la que le dijo que
fuera a ver al obispo de México y le anunciara que era su voluntad que se
construyera una basílica en su honor en aquél preciso lugar.”
El historiador mejicano escribió la anterior frase tan intrincada y enmarañada que
véome en la necesidad de esclarecer sus términos para una mejor comprensión de
los hechos del indio Juan Diego y para que éste Tratado de la Vida de Santos, sea
leído sin confusiones ni dobles lecturas, es decir, no sea tirado o quemado después
de la primera.
El indio Juan Diego había nacido el 5 o 6 de abril o mayo, o junio, o quizá agosto
de 1474, aunque bien podría ser enero o diciembre de 1473 o 1475, en Cuautitlán,
en el barrio de Tlayácac, región que pertenecía al reino de Texcoco.
La fecha poco importa, lo que importa es que nació. Vaya uno a saber cómo se
logró conocer precisa y certeramente el barrio y la región en que naciera, antes
que la fecha de su nacimiento.
Fue bautizado por los primeros misioneros franciscanos en torno al año de 1524, lo
que quiere decir que no se tiene reputísimamente ni la menor noción de cuándo lo
fuera con certeza. De acuerdo con la tradición, el sábado 9 de diciembre de 1531,
(a sus ya 57 años de edad, que también es incierta porque se ignora el año de su
nacimiento) muy de mañana en el cerro del Tepeyac escuchó el cantar del pájaro
mexicano tzinitzcan, que vendría a ser un canario o un cardenal entre nosotros,
anunciándole la aparición de la Virgen de Guadalupe.
Si el pájaro no le anunciara con bellos y melodiosos trinos, seguro que el indio
pasara de largo. Digo que en la cima de la colina Tepeyac la Virgen María, en
aspecto de virgen negra con rostro aborigen, se le aparece a Juan Diego, y
hablándole en náhuatl, la lengua nativa de la región, le encarga que vaya a pedir
al obispo Juan de Zumárraga que levante para ella una basílica en la cual la
gente de esos lugares la pudiera adorar.
El Verdadero Santuario Católico 39

¿Se imaginan Uds. a la virgen hablando en idioma indígena, ella que era
auténtica judía y solo conocía el arameo que hablaba Jesús?
¿Se la imaginan hablando en quichua, toba o guaraní?
¿No le fuera más fácil, siendo una diosa milagrosa, hacer que el indio entendiera
el arameo o el castellano para hacer su pedido?
Va pues el indio con la misión encomendada corriendo y desesperado como fraile
franciscano invitado a comer un asado, hasta el pueblo que quedaba a unos diez
kilómetros de distancia, pero el obispo lo echó a patadas de su iglesia sin creer en
nada de lo que manifestaba, diciéndole que trajese alguna prueba de la aparición,
ya sea una foto o un papel firmado por la virgen detallando su pedido.
Vuelve el indio pelotudo a donde encontrara a la virgen y se repite el mismo
diálogo y pedido, y por segunda vez retorna con su mandado ante el obispo pajero
que no creyó mucho en su palabra, y vuelve a ser echado a patadas por el prelado,
que quería dormir la siesta.
A la tercera ocasión, ya que no hay dos sin tres como quien dice, vio el rotoso indio
que la colina estaba florecida de rosas, aunque hasta ayer era un páramo
inhóspito y lleno de yuyos, y siendo mediados de diciembre, es decir invierno por
aquéllas zonas donde se mueren hasta las gramíneas de frío, recogió por orden de
nuestra señora unas cuantas de ellas, y las envolvió en su capa de maguey, que son
ésos mantos colorinches que los mexicanos se atan con un gran nudo sobre uno de
los hombros.
La señora le dijo:
-Lleva estas rosas al obispo y dile de parte mía que no sea tan pajero, si no
quiere ser olvidado para siempre sin figurar como santo o beato detrás de los
almanaques.-
Fue el indio a toda puta por tercera vez hasta la iglesia del pueblo para concretar
el mandado, y llegando a la iglesia golpeó insistentemente la aldaba de la puerta
hasta que saliera el obispo, y cuando abrió la tilma o manto a los pies de éste para
mostrarle las rosas, ¡milagro! apareció en la prenda la imagen estampada de la
virgen con cara de india, cual si fuera una firma que atestiguaba la legitimidad
del pedido de una basílica en su honor en la colina.
¡Oh, milagro! ¡Recontra mil milagro!
La tradición católica, más creíble que la Biblia, dice sin dudar que cuando Juan
Diego quiso mostrar al obispo las hermosas flores envueltas en su capa durante
aquél helado invierno, se apareció pintada milagrosamente en su roñosa prenda
la imagen inmaculada de la virgen de nuestra señora de Guadalupe, llamada así
más tarde por los españoles.
En realidad, ella se le apareció al indio san Juan Diego cuatro veces, entre el 9 y el
12 de diciembre de 1531, en diferentes lugares sobre el cerro Tepeyac, los días que
hiciera el mandado y el de su regreso triunfal para avisarle que el obispo
Zumárraga accedía a su pedido.
40 El Verdadero Santuario Católico

El obispo se convenció de la legitimidad del pedido, y sin que en sus escritos


dejara constancia alguna del iluso milagro, ordenó la construcción de cuatro
ermitas donde sucedieron las apariciones, y una choza donde Juan Diego
Cuauhtlatoatzen viviría por el resto de sus días custodiando todas las capillas,
cobrando la entrada a los turistas que las visitaban.
En esas ermitas que parecían los actuales santuarios del Gauchito Gil por lo sucio
y desordenado, se adoraba constantemente a la Virgen Morena de Guadalupe.
El obispo no pudo cumplir con el deseo de la virgen, y se excusó que por faltar
plata suficiente para hacer una basílica lujosa y esplendorosa, que la gente pedía
a gritos para idolatrar a la madre antes que al Hijo, e hizo con unas pocas monedas
las miserables y rotosas ermitas o capillas que cuidaba el indio, por darle un
trabajo para que se rebusque su alimento diario.
De tantos peregrinos que concurrían, el indio San Diego se hizo inmensamente rico
con las ofrendas en dinero que dejaban los devotos. En menos de un año, cambió
sus viejas ojotas de cuero todo descocida y en hilachas, por una moderna
motocicleta de 110 cilindradas marca Honda en dos tiempos.
Un tiempo fue pobre y rotoso, y otro tiempo pulcro y rico.
Años después de una constante promoción de milagros concedidos en cualquiera
de las cuatro ermitas, los fieles comenzaron a dar grandes ofrendas y cuantiosas
donaciones, los curas confeccionaron un contrato de trabajo con el indio Juan
Diego, donde se estableció que toda moneda entrante sería de él, y los billetes,
oros y joyas de propiedad de la iglesia, y se juntó tanto dinero de los bobos
promeseros, que inmediatamente se levantó la majestuosa basílica de Nuestra
Señora de Guadalupe, construcción hecha entre los años 1695 y 1709, y como el
lugar se llenó de comerciantes y chantapufis que vendían estampitas, vinchas,
anillos y pulseritas de la madre de Dios, junto con choripanes, vinos y gaseosas, se
fundó un pueblo a su alrededor llamado Guadalupe Hidalgo, pero desde 1931 el
pueblo cambió el nombre por Ciudad Madero, en honor al destacado político y
presidente de México Francisco Madero, que lo fuera desde 1910 al 1913.
Comprobado y reconocido el milagro de la imagen en la sucia tilma por la Iglesia
católica, sin que nadie sepa cómo lo comprobara ni reconociera, la Virgen de
Guadalupe fue sucesivamente proclamada patrona de la ciudad de México
(1737), coronada como reina de México (1895), declarada Celestial Patrona de
América Latina por el papa san Pío X (1910) y citada por Pío XII como “Emperatriz
de las Américas” (1945).
El papa Pío XII dijo de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe:
-Pinceles de este mundo no han pintado este dulcísimo ícono.-
¡Qué sabias palabras! ¡Qué aseveración innegable!
Esto dijo ocultando la firma del autor y la fecha que está estampada en una de sus
esquinas, ahora recubierta y oculta con pinturas modernas, aunque a trasluz de
rayos laser se las puede ver perfectamente.
El Verdadero Santuario Católico 41

El indio fue beatificado en 1990 y canonizado en 2002, en ambos casos por el


papa Juan Pablo II en visitas que hiciera a la basílica mexicana.
Claro, no se podía dejar fuera de una iglesia tan mentirosa, a un pícaro indio tan
mentiroso como ella, mientras que el bellaco obispo Juan de Zumárraga, que no
dejara nada escrito de estos milagros verdaderos, y por pelotudo al no creer desde
un principio tamaña fábula, no figura en el canon católico ni por las patas, perdón,
tapas.

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42 El Verdadero Santuario Católico

Santa Bárbara
(Mártir Explosiva)

Santa Bárbara (¿235?), mártir y santa de la Iglesia


católica que fuera martirizada en la ciudad de Nicomedia
(Turquía), fue hija de un sátrapa de nombre Dióscoro,
quien la encerró en un castillo cuando apenas tenía doce
años, para evitar que se casara tan joven y se fuera de
casa, evitando el proselitismo cristiano.
Según la leyenda, su padre era muy celoso y para
proteger a su hija de las perversiones del mundo hizo
construir una alta torre donde ella pasó solitaria y
aburrida por algún tiempo, digamos, sus primeros
cincuenta años para ser precisos, cosiendo, tejiendo o
leyendo novelitas de amor de Corín Tellado. Su vida era muy aburrida entre
cuatro paredes. Tuvo, sin embargo, mejor destino que su madre, a quien por los
mismos motivos, sus infantiles celos, su padre la enterró viva a dos metros bajo
tierra. A veces, la tierra echa buenas raíces y suele dar buenos frutos.
Su progenitor tenía celos de cualquier cosa, así sea de una cucaracha que se
arrimara a cualquiera de ellas, sin saber que Dios ya le tenía preparado un
terrible castigo por su pueril defecto.
Pero he aquí que santa Bárbara durante su retiro y encierro tenía frecuentes
visiones donde se le aparecía la virgen y le hacía compañía dándole consuelos y
fortaleza. Consuelos más que otra cosa, porque la torre de su encierro era una
verdadera fortaleza inexpugnable más que suficiente, a la que no podía entrar ni
una mosca, y por ende no necesitaba que la virgen le diera más fortaleza todavía.
Durante este retiro se convirtió al catolicismo contra la voluntad de su padre que
era musulmán, quien más tarde la entregó a las autoridades judiciales.
Yo siempre creí que los padres deberían amar a sus hijas, perdonándolas de todos
sus defectos e inclinaciones, aunque sea una puta remachada, pero éste tipo, el
sátrapa, la entregó sin empacho alguno a las autoridades eclesiásticas, sin
miramientos ni compasión alguna por profesar la religión del papa.
Ella, en tanto, después de su bautizo, ordenó construir una tercera ventana en su
pieza, simbolizando la Santísima Trinidad, aunque bien pudiera ser que las otras
dos estuviesen mal direccionadas y sufriera terribles calores al no entrar fresco
viento por ellas.
En estas fábulas de santas cualquier cosa puede simbolizar cualquier cosa.
Al llegar su padre, ella se declaró mariana y se opuso al matrimonio que le
propuso con un magnate industrial de la leche, quien pasaba cientos de vacas por
una enorme máquina que él mismo inventara, la que rayaba la vaca hasta
hacerlas polvo, leche en polvo.
El Verdadero Santuario Católico 43

Ella se rebeló contra su padre, diciendo que elegía al papa y a María como sus
únicos y verdaderos padres.
Ante tamaña rebelión, su padre se enfadó un poco, queriendo matarla en honor a
sus dioses paganos.
Por eso, Bárbara huyó y se refugió en una cueva que milagrosamente se abrió en
una peña, exclusivamente para su guarida.
Mientras Santa Bárbara huía perseguida, supuestamente corrió a través de un
campo de trigo recién sembrado, que creció al instante detrás de sus pasos para
cubrir, como por arte de magia, las huellas que iba dejando. ¡Já, já, já!
El trigo creció unos dos metros ocultándola de sus perseguidores.
Actualmente este milagro se recrea simbólicamente sembrando semillas de trigo
(o garbanzos, granos de cebada, habas, lentejas, etc.) en un vaso de vidrio con
algodón en la festividad de Santa Bárbara.
Las semillas germinan y sus brotes se usan para adornar el pesebre, y
generalmente se los coloca debajo del árbol de Navidad donde crecen hasta cerca
de 15 centímetros, a tiempo para las fiestas de fin de año.
Esto, el milagro del germinador, lo hacía yo cuando iba al primer año de la
secundaria, en las clases de botánica, pero en los alumnos no era milagro, sino que
el milagro era eximirse en la materia con tamaña tontería.
Atrapada pese al crecimiento del trigo, no del germinador sino del crecimiento de
las plantas que dejaba tras su paso, fue capturada y llevada encadenada ante el
gobernador.
Su martirio fue el mismo que el de San Vicente: fue atada a un potro, flagelada,
desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho de trozos de vidrios y
cerámica cortantes y quemada con hierros candentes.
Nada de éstas tonterías infantiles pudieron hacerla retractar de ser ferviente
mariana y acérrima católica.
-¡Viva el papa, la virgen María y la puta madre que los parió!- gritaba a sus
verdugos.
Finalmente, el mismo rey Dióscoro la envió al tribunal, donde el juez dictó la pena
capital por decapitación.
Su mismo padre fue quien la decapitó en la cima de una montaña, tras lo cual un
rayo le cayó en la cabeza, dándole muerte a él también.
¡Qué tal las cosas que hacen creer los curas a los tontos fieles católicos!
Antes de perder la suya, el padre, sin una pizca de piedad, decapitó a su hija, y una
vez cumplida la terrible sentencia, cayó fulminado por un rayo, saliéndole fuegos
y olorosos pedos, relámpagos y truenos por el ojete, aún y a pesar de que era un día
de radiante sol y alegría para el pueblo.
Este es el motivo por el que se asocia a santa Bárbara con los rayos y se la adora y
reza durante las tormentas.
44 El Verdadero Santuario Católico

Por los tonantes pedos que su padre exhalara, Bárbara es la patrona de la


artillería, y su imagen en otros tiempos presidía con frecuencia arsenales y
polvorines.
Aún hoy el depósito de pólvora de un barco de guerra se sigue llamando
santabárbara, en recuerdo a los bombazos y fuegos que largara el padre por el
culo.
En el ejército, en los almacenes de pólvoras y cartuchos, siempre se estila colgar
detrás de la puerta una imagen de Santa Bárbara para protección, con un
cartelito que dice “prohibido fumar”, porque bárbara sería la explosión si todo eso
explotara por un boludo que entrara con un cigarrillo encendido.
En la iglesia de San Jaime de Moncada (Valencia), se encuentra una falange del
dedo gordo de la mano derecha de Santa Bárbara, el cual fue traído desde Roma a
Moncada, aunque algunos fieles devotos están convencidos que vino a pie,
haciendo dedo por el camino.
El medallón que usó durante su martirio y su encierro, ya que era muy coqueta, se
encuentra perdido.
Entonces, dígase mejor que no se encuentra ni hallado ni perdido.
La última vez que fue visto fue en octubre 1961 enterrado en la parroquia Riochico
del cantón Portoviejo en Ecuador, donde actualmente se levanta el templo
parroquial con el mismo nombre de la santa.
El medallón desapareció después de que fuera colocado en la imagen de Santa
Bárbara.
Se piensa que alguien lo robó, (lo más seguro) o que por voluntad divina
desapareció, para que, tal vez, después reaparezca en otro lugar para así propagar
la fe.
Si sentado esperaras, seguro te cansaras.
Se la suele representar joven, bien con la palma del martirio, bien con plumas de
pavo real, pues este animal es símbolo de la resurrección o la inmortalidad, o de la
magnificencia de los corsos, y aparece ya en las más antiguas representaciones
conocidas, que datan del siglo VIII.
Suele llevar corona, que admite variaciones: en algunas es la de una princesa y en
otras es una corona completa formada de varias torres.
También suele aparecer con su mejor atributo: una torre con tres ventanas,
apareciendo unas veces encerrada en la misma y en otras la torre aparece a su
lado o en miniatura sobre una de sus manos.
El significado de esta torre con tres ventanas es el refugio de la fe en la Santísima
Trinidad, aunque también pudiera representar las altas torres desde donde los
protestantes cristianos eran arrojados al suelo por los marianos católicos en la
edad media.
Todo es según el cristal con que se mire.
El Verdadero Santuario Católico 45

Yo mismo, sacerdote Martín Lutero,2 cuando tenía al papa por Dios y a María por
diosa, antes de abandonar el catolicismo, arrojé desde las altas torres de mi iglesia,
cientos de infelices protestantes que se hacían papillas en el suelo.
Dios me perdone.
El Señor me ordenó salir de tan despótica iglesia, y ahora lucho y me esfuerzo para
proclamarlo como único y suficiente Salvador de todo aquél que deposite su fe
solamente en Él.
La imagen de santa Bárbara también aparece a veces asociada a tonterías
imposibles de creer:

Con la espada con la cual fue decapitada, lo que ha contribuido a que


sea asociada con la guerra, pero dicha espada representa un símbolo de
fe inquebrantable. O puede ser un tiempo de espera a que pase por la
calle el afilador de cuchillos tocando su flauta de plástico.

Con un cáliz, que significa su conversión al catolicismo o las inmundicias


de la mujer escarlata del apocalipsis.

Con el rayo que cayó en su martirio y que fulminara a su padre, lo que la


relacionó con los explosivos, y así es patrona del arma de artillería, cuyo
escudo son dos cañones cruzados y la torre es la heráldica de los
ingenieros y zapadores.

Con una granada en sus manos, que representa el poder de los explosivos
que en Hiroshima dejara 160 mil muertos en segundos, y de los cuales
ella es su santa protectora. De los explosivos digo, no de los muertos.

Con una rama de olivo entre sus manos, que representa su martirio. En la
antigüedad era una rama de ortiga para expresar su dolor, pero hoy se la
reemplazó por el olivo.

Con un manto rojo, que representa la sangre de Cristo, o de la camiseta


de Independiente, del cual es fanático el demonio.

Junto a bloques de piedra por su patronazgo de la cantería, haciendo


alusión a la mujer adúltera que iba a ser condenada a pedradas y que
Jesús salvó con su gran misericordia.

2 Segunda mención que hace el sacerdote Martín Lutero que confirma ser el autor de este
libro.
46 El Verdadero Santuario Católico

¡A la puta, cómo se pueden enhebrar infinitas fantasías desde una imagen!


Cualquier cosa, espada, cañón, ventana, piedra, olivo o manto, representa
cualquier cosa, guerra, inmundicias, explosivos, martirios, la sangre de Cristo o las
piedras que arrojaban a las mujeres adúlteras.
Cualquier cosa representa cualquier cosa.
Su festividad se conmemora el 4 de diciembre.
Ahora bien, ¿son dignas de crédito todas estas tonterías?
¿Puede haber un padre tan estúpido que para proteger a su hija de la mala junta
mande a construir una cárcel para guardarla tan pura y tan virgen como su madre
la pariera?
¿Tan importante es un virgo?
Los sacerdotes, cuando se cansan de masturbarse por las noches, para lavar sus
conciencias, pergeñan estas tontas e infantiles historias durante el día, y la dan a
conocer con bombos y platillos al estúpido pueblo católico, y si logran colocar en
el crédulo vulgo una devoción al que después siguen miles de devotos, es para
ellos como ganar la lotería, más o menos, de contentos que sus egos quedan.
Se sienten ufanos y halagados cuando estas tonterías prenden en el vulgo y se
recogen infinitas donaciones de los estúpidos devotos que acrecientan la vida
fácil, opulenta y satisfecha de los prelados del Vaticano.
Pero detrás, oculto entre bastidores, está el demonio para enredarnos en fábulas
que nos quitan al Jesús Salvador bueno y palpable por una ilusa e improductiva
santa Bárbara muy femenina y milagrosa.

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El Verdadero Santuario Católico 47

San Roque
(Patrono de los perros)

No existe acuerdo entre los historiadores, ni existirá nunca, a la


hora de señalar cuál fue el año de su nacimiento, ni su pueblo,
ni su madre, ni su padre, ni el nombre de su niñera, ni el de su
abuela, ni la escuela a la que concurriera, por la sencilla razón
de que las fábulas católicas deben construirse sin datos
comprobativos que hagan posible desenmascararlas. ¿Cómo
puede el iluso católico comprobar la veracidad de éstas
fábulas tan alejadas de la Biblia, y del tiempo, si solamente le
dan tradiciones que vienen de mil años atrás a través de
huesos de santos, sepulcros sagrados, zapatillas y mantos, flores
y perfumes, carnes incorruptas y cabezas que hablan tres días
seguidos después de cercenadas?
San Roque es una de los grandes santos populares que ha suscitado devoción en
todo el mundo.
Es una de las fábulas más exitosas del catolicismo, y el que la inventó merece el
bronce eterno y la recordación infinita a su memoria.
Este santo, según la tradición, nació en Montpellier, Francia, sin que haya un dato
seguro que tal cosa fuese cierta, en el año 1295, mientras que otras versiones lo
trasladan al siglo XIV, entre los años 1348 o 1350, pero sí se sabe con seguridad el
día de su cumpleaños: el 16 de agosto, y el número que calzaban sus pies, el 45
El nacimiento de Roque habría sido fruto de un voto hecho por sus padres que
sufrían por no tener hijos.
Roque es el santo protector de las pestes y de las epidemias, y sus milagros eran
solicitados por muchos pueblos en donde sanaba de ellas a muchos infectados, lo
que daba lugar a que fuese nombrado santo patrono de la ciudad cuando se
marchaba.
Es además protector de peregrinos y solteros, de las enfermedades de la piel de
ganados y de hombres, contra las acusaciones falsas, de dolores de rodillas, de
adoquinadores, pedreros y marmolistas, enfermeros, cirujanos y cirujas, o perros
vagabundos, entre otros.
Esto último no se entiende muy bien: si era protector de perros cirujas o de
cirujanos perros.
¡Dios mío, cuantas tonterías hace creer la iglesia católica a sus ilusos creyentes!
Su historia, aunque falsa de cabo a rabo, es romántica y candorosa, como si fuese
un cuento de niños o de hadas.
Roque significa fuerte como una roca o sabio como una piedra.
También puede significar, sólido, valiente, indestructible, poderoso, invulnerable,
consistente, que todo vale en estas fábulas católicas.
48 El Verdadero Santuario Católico

San Roque es muy popular en todo el mundo con sus intercesiones a favor de los
enfermos y de los pobres.
O sea, de los pobres enfermos, aunque éste fuese rico.
Su familia era inmensamente rica, que si no lo fuera sería imposible continuar con
su historia, pues dice que cuando murieron sus padres repartió todas sus riquezas
entre los indigentes y se fue como un boludo a visitar Roma y todo santuario o
basílica que encontrara en su camino.
¿Siempre los santos reparten su fortuna heredada entre los pobres para ir a visitar
Roma? ¿Con qué plata se fue si ya no le quedaba ninguna?
Te diré sucintamente porqué todos los santos tienen la manía de repartir sus bienes
entre los pobres y luego peregrinar a Roma: por la sencilla razón que los sacerdotes
que inventaron sus historias pretenden hacerte creer que el camino para entrar a
los cielos es donar todos tus dineros a los más necesitados y lo que sobra llevar al
Vaticano.
¿Y quiénes son los que más necesitan tus dineros?
¡La pobre iglesia católica!
Hecho esto, la venta y el regalo de sus bienes, san Roque emprende su largo viaje
en medio de una epidemia que asolaba a Europa, la maldita tifus.
Los caminos por los que pasaba estaban sembrados de muertos, lo que demoró diez
años su viaje, pues Roque los iba enterrando a su vera a medida que tropezaba con
ellos.
Y a los enfermos de cada pueblo los curaba con solo hacerles la señal de la cruz en
su frente, aunque hay historiadores que afirman que lo que hacía era la señal del
as de espada, que no estaría mal tampoco, no se sabe bien.
Aun así muchos morían, digamos la mayoría, porque el decir que los sanaba era
una sanata, una utopía, y como nadie se atrevía a tocarlos por miedo al contagio,
Roque lo que en realidad hacía era enterrarlos con sus propias manos.
Se cuenta sin embargo que en la ciudad italiana de Cesanea, antes de llegar a
Roma, nuestro santo curó a un cardenal, y que este lo presentó luego al Papa.
Quizá le diera una carta de recomendación.
Así llegó a Roma y de entrada no más curó a un millar de personas, quienes
cuando lo veían pasar por la calle decían: “allí va el santo”.
Regresando a su terruño natal, tantas curaciones y tanto contacto con los
infectados, propició que en la ciudad de Piacenza, un día, su suerte cambiara
diametralmente: se contagió de la terrible enfermedad y su cuerpo se llenó de
manchas negras y úlceras apestosas, y por no molestar a nadie, y quizá por un poco
de vergüenza, se retiró a un bosque solitario, lejos del mundanal ruido.
He aquí que al día siguiente de instalarse en una choza que él mismo fabricara, a
un costado apareció un hermoso aljibe de cristalinas aguas con las cuales se
refrescaba y lavaba sus ropas, sus heridas y sus bolas.
Al otro día, del otro costado, apareció un hermoso excusado con puerta de lona,
inodoro y bidet, pileta con canilla, sin que tampoco faltara papel higiénico.
El Verdadero Santuario Católico 49

Solamente falló la usina (como siempre) que no mandó la camioneta a conectar el


medidor de luz que también apareció asentado en un murito con un caño
galvanizado que se elevaba al cielo y terminaba en una blanca pipeta de
porcelana.
Para mentir, hay que mentir en grande y en forma completa.
Mientras, en la casa de un rico de la ciudad que estaba degustando un opíparo
almuerzo, había un perro flaco y mugriento bajo su mesa que lo miraba con cara
de hambre, y en un descuido el animal arrebató de la mesa un pan entero y salió
disparando de la casa, y se metió en el bosque.
Al día siguiente, el perro repitió la misma acción: se llevó otro pan entero y se
metió nuevamente al cercano bosque.
Después de varios días de igual tenor, el rico se extrañó de los robos del perro y su
huida vertiginosa al bosque con el pan en la boca.
Al siguiente almuerzo, lo siguió sigilosamente con un cuchillo en la mano, para
cortarle los guevos por ladrón, hasta llegar a una humilde choza, donde encontró
al pobre llaguiento san Roque tirado en su cama comiendo el pan que el sarnoso
perro le trajera en la boca.
El animalito robaba el pan de la mesa de su amo, un hombre bien acomodado
llamado Gottardo Pallastrelli, el cual, viendo la triste escena del hombre
moribundo comiendo su pan, se compadeció de él y lo llevó a su casa, y le hizo las
curaciones oportunas a sus llagas y úlceras, bañarlo y darle de comer, aunque no
en ése orden.
El mismo Gottardo, después de comprobar la sencillez de aquél hombre y de haber
escuchado las palabras del evangelio que le enseñó, decidió peregrinar como él.
La curación definitiva de Roque fue gracias a un ángel que se le apareció.
No se entiende bien si fue curado por un ángel o por el buen samaritano de
Gottardo.
Cabe decir que otras versiones populares afirman que fue el perro y no ángel ni
hombre alguno quien lo curara, después de lamerle la herida de su pierna varias
veces cuando el santo estaba en el bosque.
Apenas sanó, el santo regresó a Montpellier que estaba en guerra con otros
pueblos, y los militares lo confundieron con un espía, metiéndole en la cárcel por
cinco años, donde consolaba a los demás ofreciendo sus humillaciones para salvar
el alma de sus prójimos.
Menos mal que solo lo confundieron y lo encerraron cinco años.
¡Qué hubiera sido si lo encontraran culpable sin que lo confundieran!
El día de la virgen de 1378, amaneció muerto en su camastro de preso, y al
desnudarlo para su entierro descubrieron una cruz tallada en su pecho que le
había hecho su padre con un cuchillo cuando niño y comprendieron que era el
hijo de quien en otros tiempos fuera gobernador de Montpellier.
50 El Verdadero Santuario Católico

¡Cómo! ¿Solo por la cruz tallada en su pecho se dieron cuenta que era el hijo del
gobernador? ¿Los gobernadores marcaban a sus hijos con una cruz en el pecho
como si fuesen vacas?
¡A fe que nadie querría ser hijo del gobernador en aquélla época!
Las imágenes que circulan de él lo pintan con su sombrero de peregrino,
señalando con un dedo las llagas de su pierna, su bastón de caminante y un perro
raquítico que a pesar de estar hambriento, ofrece un pan flauta al santo.
Es opinión generalizada que su alma está descansando en el cielo por el gran amor
y caridad que demostró en todos los días de su perra vida.
Perros como ése no se encuentran fácilmente en estos tiempos.
¡Apuesto que creíste ser el santo quien descansaba en el cielo!
No, el perro es el que descansa en paz, papanatas.
San Roque es un invento clerical.
Las estatuas de san Roque dentro de las iglesias siempre lo representan con un
perrito tendido a sus pies, pues es además de santo, patrono de los perros a quien
todos obedecen.
El día después de la onomástica de san Roque, se continúa hasta hoy llevando
cirios a los templos que tienen una imagen suya, pero con la diferencia de que no
son para el santo, sino para el perrito que está a sus pies, ya que una leyenda dice
que en el día de san Roque el perro del santo visitaba la ciudad sanando a otros
canes que tenían rabia, quienes se acercaban velozmente para ladrar o conversar
con él.
¿Se pueden hacer creer éstas falsedades a los ilusos católicos?
Sí se puede.
Se cuenta que quien maltrata a un perro, se atrae toda la antipatía de san Roque
para siempre.
Jamás se debe maltratar a un perro, y antes bien, si un perrito de morondanga, esos
que las mujeres ricas llevan en sus brazos, se escapa y te ataca y ladra, debes decir:
-San Roque, san Roque, que éste perrito no me toque.-
Y santo remedio, el perrito no te muerde, y se vuelve a los brazos de su ama.
Eso sí, la fórmula no funciona ni te da tiempo a decirla cuando un poderoso mastín
Pitbull o Rodwailer se te echa encima con los colmillos al aire y a dentelladas te
arranca un brazo o se te prende de un guevo.
En esos casos, lo mejor que puedes hacer es treparte como puedas a un árbol
cercano y llamar a los gritos al dueño del perro para que se lo lleve.
De cada diez ataques de perros a personas, cinco son la mitad.

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El Verdadero Santuario Católico 51

La virgen de Coromoto
(Leyenda de fantasía)

Había una vez, niños bobos que tomaréis en breve la


comunión, hace muchos años, una tribu de indios patas
sucias que habitaban la región de Venezuela, llamados los
Cospes por haber inventado los cospeles actuales para
viajar en tren, trescientos años antes de que éstos
existieran.
Estos indios rotosos vivían de la caza y de la pesca.
Siempre estaban a la pesca de los viajeros que pasaban
cerca para cazarlos y robarles hasta el último centavo o
cospel.
He aquí que en el año 1591, la legión de los capuchinos
españoles fundó un pueblo de marianos muy cerca de la
tribu, llamado Guanare, o Guanaco, y que levantaron estatuas e ídolos a troche y
moche en sus repulsivas iglesias.
Siendo los capuchinos los más grandes bellacos y asesinos que diera la iglesia
católica, quisieron bautizar y hacer creer sus estúpidas leyendas de vírgenes y
santos a todos los que encontraran a mano, ya sea hablándoles suave y
tiernamente o haciéndolos cenizas en las hogueras.
Los indios, que eran monoteístas desde sus cunas de esterillas y lianas, no querían
ser politeístas como los invasores marianos.
-¡Minga que vamos a ser idólatras como ellos!- dijo el cacique Arturo Sorete
Duro, hijo del anterior cacique Sorete Duro, quien fuera hijo del cacique Duro,
descendientes todos del Rey David y parientes de Abraham, Jacob y de Leví.
A Leví nunca lo vieron, pero se ufanaban de ser sus descendientes.
No querían cambiar a Dios por su madre, ni por otros parientes de Jesús.
Querían seguir siendo fieles a Yavéh, a Eloí, al Elhoím de los ejércitos.
Por ello, ante la invasión católica, huyeron todos en tropel a la selva llevando sus
camas, sus cocinas, sus heladeras y sus baños químicos.
Los capuchinos ardieron de furia porque esto dificultaba la evangelización
sangrienta y terrorífica que los curas y sacerdotes habían emprendido trayendo a
la Santísima Inquisición a éstas tierras.
En realidad lo que querían era esclavizarlos pagándole sueldos elevadísimos, los
que debían donar por entero en concepto de diezmos para el Vaticano, sin los
cuales el papa no podría vivir, y hacerlos trabajar como burros en la construcción
de sus iglesias y basílicas marianas, donde había tantos ídolos de yeso que casi no
se podía caminar por falta de espacio entre ellos.
Además querían que rindieran homenaje a la madre de Dios, cosa incomprensible
porque Dios no tiene madre, ni género, ni barbas ni pelos en el culo.
52 El Verdadero Santuario Católico

Dios no tiene culo siquiera, porque a nadie caga.


Dios está muy por encima de las cosas mundanas y lo creado no puede crearlo a Él.
Nada de lo que el hombre pueda imaginar es mínimamente igual o parecido a
Dios. Dios es original, no fotocopia.
No sabían estos indios de mierda que pronto, en el siguiente renglón, ocurriría un
milagro transcendental que cambiaría sus vidas y sus maneras de pensar para
siempre...
El 8 de septiembre de 1652, se le apareció al cacique Arturo Soreteduro, la
mismísima virgen María en la puerta de su choza.
En realidad no era puerta, sino una loneta mugrienta colgada de una piola.
-Indio pajero y la puta madre que te parió– le dijo la sin pecado concebida-
¿Por qué huyes de mí que soy tu madre y tu reina en el cielo y en la tierra? - al
revés de lo que Nuestro Señor le dijo a Pablo: -“Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigues?”
El cacique Arturo Soreteduro, que estaba armado y protegido con las armas del
Señor, tensó su arco y disparó una filosa flecha contra la Soberana del Cielo, la
que al salir salió tan dura como el picho de un novio que está con su amada en la
oscuridad de un cine, pero a medio camino, se volvió flácida y torcida como la
verga de un viejo choto, y cayó a los pies de la virgen sin dañarla, como si fuese
una flecha de plastilina.
La virgen huyó echando culo. Se borró, desapareció.
Según la tradición oral, que es mejor que la carnal, el cacique Arturo contó lo
sucedido a dos o tres fanáticos de la virgen, hipócritas que abandonaron al Señor
por fantasías, cuyos nombres están anotados en los infiernos y son: el cura, no
padre, Héctor Pernía, sacerdote, Esther Valderrama que fuera la madre del Pibe
Valderrama, Richard Rojas, otro sacerdote; Wilfred Laouhd, Sigreth Belisbeht,
Omaña Marcheña, y una tal Conchita Martínez Del Buen Olor, cuyo corazón
estaba lleno de amor por los marianos y papistas solamente, y vacío de Jesucristo
para con los fieles al Señor, llamándolos de engendros, quienes le pidieron
respetuosamente al cacique que en ocho días estuviese lista y preparada la tribu
toda para ser bautizada, bañados y perfumados, caso contrario les cortarían las
bolas a todos los hombres, excusando solamente a las mujeres.
Muchos nativos de la tribu se bautizaron y se convirtieron en marianos en el
nombre del papa Berboglio, de María Santísima y la puta madre que los parió, y
brotó cercano un manantial donde los gurises, hijos de los conversos, iban a mear y
a buscar agua para beber en baldes, a los que frecuentemente se les aparecía una
señora muy hermosa en ese lugar.
Como no podía ser menos, el agua curaba de todo, sífilis, sida, tos convulsa,
insomnio, caries, y si se la mezclaba con jabón, los malos olores de los sobacos y las
bolas.
Pero el cacique Arturo no se dejaba bautizar, pues sentía gran temor de Dios, que
es el principio de toda sabiduría, el que volvió a huir adentrándose en la selva.
El Verdadero Santuario Católico 53

Pero he aquí que la virgen lo persiguió como un perro de presa, o sea como una
perra de presa, y volvió a enfrentarse con el cacique Arturo Soreteduro, el que no
quería ser sumiso ni lameculos de los curas, que le volvió a arrojar ahora una
puntiaguda lanza, que a mitad de camino se torció y emblandeció como si fuese un
sorete empujado por un chicle laxante.
La lanza salió dura, pero en el trayecto se emblandeció como si fuese una diarrea.
Flácida la lanza cayó a los pies de la virgen, quien se materializó en una estampita
hecha de fibra de árbol, la que trescientos años después se encontró intacta a pesar
de ser de 2x2 cm, como si fuese hecha ayer mismo, la que se idolatra y rinde culto
en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Coromoto, o Culoroto.
Pero la historia no termina ahí.
Falta un milagro que trascienda la leyenda y quede en el corazón de todos los
marianos, para escarmiento y advertencia de los que rechazan a María.
El cacique Arturo, en medio de la selva, fue mordido por una serpiente venenosa y
a punto de morir lo llevan en camilla a la villa de Guanare o Guanaco, a la iglesia
de Nuestra Señora del Culoroto, donde a gritos pide que lo bauticen ya mismo, lo
que fue hecho, y de inmediato se curara y convirtiera en apóstol, inculcando a
otros indios salvajes que siguieran su mismo camino de perdición tras María y el
papa.
Después de esto, el indio Arturo Soreteduro, siendo ya acérrimo católico, cambió
su nombre a imitación de los profetas porque le daba vergüenza tener uno tan feo
y oloroso, ya que sus amigos le hacían bromas y lo cargaban constantemente, por
otro más cristiano y angelical.
Pasó a llamarse en adelante Ángel Soreteduro en vez de Arturo Soreteduro y
murió en buena vejez.
En 1950 el Papa Pío XII declaró a Nuestra Señora de Coromoto o Culoroto
Patrona de Venezuela; el papa Juan Pablo II la coronó en su visita al Santuario
mariano en Guanare y el Papa Benedicto XVI elevó en 2006 al Santuario
Nacional de Nuestra Señora de Coromoto o Culoroto a la categoría de Basílica
Menor, todas cosas importantísimas e imprescindibles para la salvación de las
almas.
Su fiesta idolátrica se festejan tres días diferentes en el año, por falta de uno: el 2
de febrero, el 8 y el 11 de septiembre. Amén…
A religiones estúpidas, leyendas estúpidas

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54 El Verdadero Santuario Católico

CARTAS DE VENEZUELA: (Apéndice)

Maggie Hernández:
¿Sabes quién te impulsó a escribir todo lo anterior? Usted tiene grandes dones, como la habilidad
de escribir. Pero el odio es su enemigo. ¡Y qué ingratitud! ¡Ha sido precisamente la misma Iglesia
Católica la que ha servido de inspiración para muchos de sus escritos! Tal vez usted le simpatiza
hasta a los santos y mártires. Aunque sus escritos no le hagan famoso y lleguen al cine, siga
escribiendo. Le viene bien a su alma. ¡Que no sea el maligno, sino el Espíritu Santo que le ilumine!
Es bienvenido a la Iglesia. ¿Recuerda estas palabras? “Nuestro corazón está inquieto hasta que
descansa en ti”
Jovi Angel
¿Porque tanto odio Arturo? ¿Será que en el medioevo éramos cristianos y cuando aparecieron los
protestantes dejamos de serlo? Y si te liberas del odio, le pediré a María que interceda por vos
como lo hizo en las bodas de Caná.
Padre Richard T. Rojas
Amigo Arturo Beresi: soy venezolano y me gustaría hacerle unas preguntas al respecto... y quisiera
y me gustaría, si es que es CRISTIANO me las respondiera con la amabilidad que le estoy
preguntando o mejor aún que me responda porque muchos no me responden… aunque algunas
preguntas aprovecho y las respondo de una vez.
1) ¿Sobre quién edifico la iglesia y a quien les dejo las llaves del cielo Jesús: SAN PEDRO no?
Entonces si los "evangélicos" no católicos no creen en santos no entran al cielo, es triste para ustedes
Le pediré a la virgen María bajo la ABVOCACION DE COROMOTO que interceda por ustedes.
2) ¿Cuántas iglesias evangélicas hay en todo el mundo? Bueh, yo prefiero calidad y no cantidad…
lastimosamente para ti y muy gustosamente para mi YO pertenezco a la UNICA iglesia católica
apostólica y romana... 3) Ustedes no salen de EXODO 20, 2 - 5 yo te invito a leer EXODO (o sea
ahí mismito) 25, 18 donde manda hacer la alianza a Moisés con seres alados, o sea contradiciendo
EXODO 20, 4 lee también 1ra DE REYES 6,23 donde el MISMO DIOS que prohibió hacer
imagen de cosas del cielo y debajo de la tierra manda hacer SERES ALADOS (para mi ángeles).
Mandó hacer el templo a Salomón... rodeados de los mismos...
Ahora, con respecto con lo de la virgen MI QUERIDA Y AMADA VIRGEN MARIA LA CUAL
AMO PROFUNDAMENTE... solo te diré cosas muy sencillas que espero entiendas, sé que eres
inteligente…A) si la sangre de cristo tiene poder como dicen ustedes... adivina de donde proviene la
sangre de Jesucristo?? O sea, que la sangre de MARIA también tiene poder... B) si dicen que
adoramos imágenes porque nos hincamos prendemos velas y las tocamos. Entonces tu eres PEOR
porque por lo menos adoramos a la virgen María madre de DIOS HECHO CARNE pero tu adoras
a tu mujer y tus hijos cuando los besas y los abrazas, porque LOS ESTAS TOCANDOO, eres ídolo
de la oscuridad porque tu PRENDES VELA CUANDO SE VA LA LUZ cosa que es constante… y
C) si tu amas a tu mama... porque te dio la vida… cómo no vas a amar a la madre de JESUS que
gracias a ella que lo dios a luz (un parto ) a NUESTRO SALVADOR que gracias a EL podemos
llegar al reino de los cielos…? Además solo imagina que tú te molestas cuando le faltan el respeto a
tu mama... ¿cómo se sentirá JESUS que ustedes les faltan el respeto o no le dan el respeto que se
merece? ¡Uy yo estaría muy molesto!... se lo dejo a criterio tuyo… ¿pero es contradictorio no? y
¡puedo seguir hablando de muchas cosas! Pero lo más importante… ya que estas en contra de la
virgen María la cual es una mujer… te invito a leer GENESIS 3,15 me encanta esa parte pero si
deseas lee desde el inicio del capítulo. Una última cosita de tarea… AVERIGUA o INVESTIGA
QUIEN hizo o junto los libros de la biblia... (te respondo por si no lo sabias para ahorrarte trabajo,
VERIFICA de todas maneras) FUE UN PAPA... la máxima autoridad que tenemos los católicos
aquí en la tierra, el sucesor de Pedro (por cierto el mismo de las llaves del cielo) quien a su vez es el
sucesor de Jesús en mandato y obra hasta su venida. CONCLUSION: SIGUEN SIENDO
CATOLICOS EN CONTRA DE SU VOLUNTAD. Je, je, je hermano arrepiéntete y vuelve a la
El Verdadero Santuario Católico 55

verdadera iglesia... aquí te esperamos. Que DIOS santísimo derrame sobre ti y los que te rodean
bendiciones infinitas y la virgen querida y amada por todos los venezolanos coloque sobre usted su
manto protector y amoroso como lo haría su señora madre si usted estuviera en peligro.
Bendito sea y espero se vuelva un SANTO VARON...
Padre Héctor Pernía:
Hoy la Iglesia celebra la fiesta del Santísimo Nombre de María. Ha sido Lucas en su evangelio
quien nos ha dicho el nombre de la doncella que va a ser la Madre de Dios: "Y su nombre era
María". El nombre de María, traducido del hebreo "Miriam", significa, Doncella, Señora, Princesa.
Estrella del Mar, feliz Puerta del cielo, como canta el himno Ave Maris Stella. El nombre de María
está relacionado con el mar pues las tres letras de mar guardan semejanza fonética con María.
También tiene relación con "mirra", que proviene de un idioma semita. La mirra es una hierba de
África que produce incienso y perfume. En el Cantar de los Cantares, el esposo visita a la esposa,
que le espera con las manos humedecidas por la mirra. "Yo vengo a mi jardín, hermana y novia mía,
a recoger el bálsamo y la mirra". "He mezclado la mirra con mis aromas. Me levanté para abrir a mi
amado: mis manos gotean perfume de mirra, y mis dedos mirra que fluye por la manilla de la
cerradura". Los Magos regalan mirra a María como ofrenda de adoración. "Y entrando a la casa,
encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron y abriendo sus cofres, le
ofrecieron oro, incienso y mirra". La mirra, como María, es el símbolo de la unión de los hombres con
Dios, que se hace en el seno de María. María es pues, el centro de unión de Dios con los hombres. Los
lingüistas y los biblistas desentrañan las raíces de un nombre tan hermoso como María, que ya
llevaba la hermana de Moisés, y era muy común en Israel. Y que para los filólogos significa
hermosa, señora, princesa, excelsa, calificativos todos bellos y sugerentes. EL NOMBRE Y LA
MISION En la Historia de la Salvación es Dios quien impone o cambia el nombre a los personajes a
quienes destina a una misión importante. A Simón, Jesús le dice: "Tú te llamas Simón. En adelante
te llamarás Kefá, Pedro, piedra, roca, porque sobre esta roca edificaré mi Iglesia". María venía al
mundo con la misión más alta, ser Madre de Dios, y, sin embargo, no le cambia el nombre. Se
llamará, simplemente, MARIA, el nombre que tenía, y cumple todos esos significados, pues como
Reina y Señora la llamarán todas las generaciones. María, joven, mujer, virgen, ciudadana de su
pueblo, esposa y madre, esclava del Señor. Dulce mujer que recibe a su niño en las condiciones más
pobres, pero que con su calor lo envuelve en pañales y lo acuna. María valiente que no teme huir a
Egipto para salvar a su hijo. Compañera del camino, firme en interceder ante su hijo cuando ve el
apuro de los novios en Caná, mujer fuerte con el corazón traspasado por la espada del dolor de la
Cruz de su Hijo y recibiendo en sus brazos su Cuerpo muerto. Sostén de la Iglesia en sus primeros
pasos con su maternidad abierta a toda la humanidad. María, humana. María, decidida y generosa.
María, fiel y amiga. María fuerte y confiada. María, Inmaculada, Madre, Estrella de la
Evangelización.
Wilfred Lahoud
Arturo Beresi espero que te ilumines con estos versos "Y apareció en el cielo un gran signo: una
Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. (Ap.
12:1). El Dragón, enfurecido contra la Mujer, se fue a luchar contra el resto de su descendencia,
contra los que obedecen los mandamientos de Dios y poseen el testimonio de Jesús. (Ap12:17).
Chonita Martínez
Este no respeta ni a su madre o tal vez a éste lo hicieron en un laboratorio. ¿Y el milagro de las
bodas de Cana por quien fue pedido y la cabeza del dragón por quien va a ser pisada? Esto está en
la Biblia, o estoy equivocada, el primer mandamiento de la ley de Dios es amarás a Dios con todo
tu corazón con toda tu alma y con todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo y este engendro
no lo hace

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56 El Verdadero Santuario Católico

DOS RESPUESTAS A VENEZUELA DEL RECOPILADOR DE ESTE LIBRO:

Arturo Beresi: (1ra. Carta)


Dicen Uds. que los evangelistas quitaron los siete libros no por apócrifos, sino por faltarles dineros
para imprimirla completa. Por favor háganme llegar el nombre de la imprenta, el día y la hora en
la que los cristianos le dijeron: "Como no nos alcanza la plata imprímanos la Palabra de Dios por
importe de CUARENTA libros solamente, y los otros SIETE tírenlos a la basura, que es donde
deben estar". Lo lógico fuera que dijeran: "En vez de mil, imprima señor imprentero solamente
quinientas Biblias completas porque no nos alcanza el dinero para más." ¿O no?
¿Y sabían Uds. que los marianos agregaron los siete libros apócrifos por ambición de recolectar
dineros? En efecto, en el apócrifo Macabeos dice bien claro que orar y dar ofrendas por los muertos
es buena obra, que es lo que Uds. piden a los tontos aún hoy.
A raíz de eso vino la división entre los cristianos del medioevo, entre protestantes y los papistas o
marianos, los primeros huyeron y se llevaron a Jesús en sus corazones, y los segundos se quedaron
con María como Auxiliadora, Redentora, Intercesora y ciento cincuenta estúpidos títulos a cada
cual más boludo, como Madre de los Profetas, Estrella del Cielo, y Reina de todo lo Creado, y aún
de mis bolas. Por otra parte, ante la duda es mejor quitar que agregar, como Uds. hicieron con la
estúpida fantasía de la asunción de María, o que otro hombre perdone nuestros pecados. Las
pelotas de Mahoma me van a perdonar a mí. El papa que me chupe un guevo y las fantasías de
santas que sangran por los ojos, háganlo creer a sus abuelas. No puedo creer que gente a quien Dios
dotó de inteligencia no la use para desbaratar todas estas estúpidas fábulas clericales. Hay que ser
bien pelotudo para creer que santa Rita atravesaba las paredes, por ejemplo. La mayor y mejor
promesa inserta en la Biblia Uds. no la divulgan y dice: CREE EN EL SEÑOR JESUS Y SERÁS
SALVO TU Y TU FAMILIA. Ese es el verdadero cristianismo y no la pelotudez esa "santa María,
MADRE DE DIOS, ruega por nosotros", etc. Es falso que los libros Deuteronónicos o APÓCRIFOS
estuviesen alguna vez como apéndice en las Escrituras Judías, nunca estuvieron y por lo tanto ni
Lutero ni otro ninguno los incorporaron ni los conocían. Por otra parte, los cuatro evangelios
aceptados, andaban mezclados con otros CIEN EVANGELIOS apócrifos como el de María, el de
Santiago, el de Judas, el de Bartolomé, el de José de Arimatea, el del Niño Jesús etc.

Arturo Beresi: (2da. Carta)


En las respuestas de Uds. hay una velada intención de afirmar que estoy poseído por el demonio. Y
sí, siento un profundo asco y repulsión hacia las imágenes y las distorsiones que Uds. enseñan a los
tontos como asunciones de vírgenes, velas, novenas, escapularios, persignaciones, señales, rosarios
e infinitas otras estupideces que no figuran ni en las tapas de las Escrituras.
Tengo el mismo odio y repulsa que Dios tiene a los idólatras como Uds., o sea, estoy poseído por el
Señor. Soy judío y jamás maté un pajarito en mi puta vida, no como san Efrén que a los diez años
mató a pedradas a una vaca solo por hacer el mal y divertirse. Jamás me separé de los Diez
Mandamientos del Señor, ni me hinqué ante santos ni lamí el culo del papa, ni anduve como un
boludo acarreando velas en procesiones tras María. Más el Señor, aún contra mi voluntad, me
ocupa para abrir los ojos de los que cayeron en las fábulas vaticanas. ¿En verdad creen Uds. que la
sangre de María tiene poder por ser la misma de Jesús? ¡Entonces sus orines y sus cagadas también
serían santas y debéis idolatrarlas! Os puedo hacer, en un santiamén, para vuestras ganancias, una
devoción al Santo Orín de María, en donde un pobre niño ciego, untándose los ojos con el Sagrado
Líquido Amarillo, y rezando treinta y tres mil avemarías, ni una más ni una menos, recupera la
vista. Eso sí, de la venta de los potecitos de orines milagrosos, que conseguiremos en cualquier
hospital o laboratorio, o los llenamos nosotros mismos, yo quiero la mitad de los dineros estafados.
Vamos, como quien dice, mitad y mitad. Yo amo solamente al Padre por haberme enviado a mi
Salvador y no a la concha que lo trajo. ¿Clarito? ¿En verdad creéis a una monja puta como gallina
bataraza que dijo: “El que lleve un escapulario en la última hora será salvo de todo pecado”?
El Verdadero Santuario Católico 57

Hay santos patronos para el dolor de muelas, para la vista, de los perros, de los toreros, para las
diarreas, de los enamorados, de las prostitutas y de sus hijos de puta, san la Muerte, san Poronga,
difuntas y gauchitos, hechos todos a medida para disolver el poder salvífico que viene solamente a
través de Jesús. Todo el odio que siento hacia vuestra idolatría traída de los pelos por fuera de las
Escrituras, fortalece el amor y la pasión que siento únicamente por mi amado Jesús. A los seres
alados que mandó hacer Dios, a las columnas de entrada del templo de Salomón, al candelabro de
siete velas, al urín y el tumín, a la víbora colgada de un palo… ¿Mandó el señor a idolatrar y rendir
culto? ¿Quién os mandó a encender velas por los muertos? ¿No os sirvió de nada la adoración del
becerro de oro de Araón? ¿No mató el Señor más de tres mil judíos por idolatrar a una estatua, así
fuese de oro? ¿No fulminó el Señor de un rayo al pelotudo ése que tocó el arca de la Alianza?
¿No dice Pablo “Hijitos, guardaos de los ídolos? ¡Raza de víboras, enseñáis al pueblo exactamente
lo contrario de lo que manda Dios! ¿Creen Uds. que Dios dejaría a su iglesia en manos de un
hombre como Pedro, al que llamó de demonio y horas después le negara cobardemente?
Lean por favor, a san Agustín, que fue borracho y mujeriego, gran jugador de cartas y adepto a las
corridas de toros, “Las Retracciones de San Agustín”, donde dice que Jesús no dijo: “Tú eres o serás
la Piedra, sino TU ERES PEDRO” La Piedra siempre fue y será Jesús, hijos de puta, nunca María, ni
Pedro ni la puta madre que lo parió. Hablo así, un poquitín maleducado, porque ya es tiempo de
destruir estas fábulas que vienen de soñadores concilios hechos para ensalzar al hombre y no a
Dios. Me alegro infinitamente que tengan a un hombre de máxima autoridad aquí en la tierra; yo
tengo solamente a las Escrituras como única fuente de autoridad, que por más que sea
enmarañada, contradictoria, y engorrosa, siempre apunta a amar al Salvador y despreciar a las
doctrinas de los hombres. No me pidáis amabilidad porque los tiempos se acortan y es muy
necesario sacar al pueblo de las garras de María y del demonio que apoya su culo en mullidos
sillones de pana en el vaticano, y volverlos al Salvador.
Sepan además, para que vean el daño que hacen Uds. los marianos con sus estatuas, que pegado a
mi casa se instaló una santería, donde hay ídolos de vírgenes blancas, negras y rosadas, aparte de la
del negro Barromeo y la roja del Gauchito Gil, junto con escapularios, elefantitos para atraer
dineros, sahumerios para la buena suerte, pirámides de vidrio, y otras pelotudeces, y cada vez que
yo tenía dineros, dejando de comer o vestirme, compraba una estatua de María, y poniéndola en la
vereda frente al comercio, le daba un tremendo martillazo en la cabeza haciéndola añicos, y les
decía a los dueños: “Gracias a mí, hay un idólatra menos en el mundo”.
Pero, fue peor el remedio que la enfermedad: la gente pasaba y recogía un pedacito o dos y los
llevaban a sus casas para adorarlos, de manera que en vez de destruir un mariano, hice cientos. Los
dueños del comercio, después de dos o tres destruidas, se negaron a venderme más ídolos, porque
sufrían los martillazos a la virgen como si fuesen en sus propias cabezas. La Sra. del dueño se
desmayaba y había que llevarla al hospital para que le soplen en el culo.
Ah, y a vos te digo cura Richard Rojas, (rojo quedará tu culo cuando ardas en los infiernos por
idólatra) que te libro de la estupidez de pedirle nada a la virgen para mi alma, que yo la odio
profundamente por bellaca y usurpadora de mi Señor, y la puta madre que la parió. Dile además al
imbécil que inventó la ADVOCACIÓN DE COROMOTO, (advocación se escribe con C, no con S,
burro) que el Señor es más fuerte que mil advocaciones a madres santas, y todo lo que pidamos a
través de su Nombre será concedido por el Padre. Para no ser menos que vos, yo pediré al Señor que
los maldiga y los destruya de la faz de la tierra para que nos dejen paso a los cristianos adorar,
venerar, idolatrar y rendir culto a nuestro UNICO SALVADOR JESUCRISTO.
Y con esto damos fin a la conversa, que no quiero tener nada que ver con ustedes marianos y
papistas, que yo soy y seré siempre cristiano, y no los mando a la puta madre que los parió porque
soy una persona muy educada y respetuosa de los pensamientos ajenos. Besos.

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58 El Verdadero Santuario Católico

San Sergio III


(Papa santo 904-911)

Nacido en Roma en el seno de una familia de noble


estirpe, desde su juventud se vio implicado en la lucha
de facciones que hizo de este periodo uno de los más
turbulentos y escandalosos de la historia del papado.
La fecha de su nacimiento es desconocida.
Fue consagrado el 29 de enero de 904 y falleció el 14 de
abril de 911. El papa Sergio III, es el protagonista de uno
de los capítulos más negros en la historia de los papas
romanos. A pesar de su tenebroso papado, Sergio III
figura como uno más de la lista infalible de los sucesores
de San Pedro, y la iglesia católica lo defiende contra viento y marea, diciendo que
es falso lo que de él se cuenta. Con Sergio III comenzó el período conocido como “el
reinado papal de los fornicarios” (904-963). Fue un ardiente defensor del partido
que se oponía al papa Formoso, grupo que no tuvo un éxito final y por tanto los
escritos de quienes lo alaban, si existieron, no nos han llegado.
El quilombo político y eclesiástico venía de la siguiente manera: resulta que el
papa Formoso, enfrentado con la nobleza italiana que no quería pagar las pesadas
ofrendas y donaciones que el prelado les exigía, solicitó ayuda al rey germano
Arnulfo de Baviera, a quien coronó emperador del Sacro Imperio Romano
Germánico en el año 896, afrentando al otro pretendiente, Lamberto de Espoleto,
de Italia. Se armó tal despelote entre los alemanes partidarios de Arnulfo y los
italianos de Espoleto, que ríos de sangre corrieron por todo Europa por ésta
boludez de pretender ambos bandos llevar a la supremacía del Imperio
Germánico a su respectivo candidato. Desafortunadamente, todo nuestro
conocimiento de Sergio proviene de sus adversarios, dice el vaticano, y lo malo
que de él se cuenta, no es digno de crédito, sino de débito.
Años antes, Sergio fue nombrado obispo de Cervetieri por el papa Formoso, y a la
muerte de éste (896) fue declarado hereje por su sucesor Esteban VI.
Sergio anduvo vagabundo y errante perseguido por sus propios congéneres,
disfrazado de titiritero, afilador de tijeras y vendedor de tónicos para el cabello,
hasta que diez años después, en el 898 resultó nombrado papa por una facción de
espoletos y baverianos disidentes que se desafiliaron y alejaron del partido, pero
no pudo asumir porque otro infalible papa ya estaba ocupando el sillón de Cristo.
En efecto, Juan IX le había ganado de mano sentándose en la silla de Pedro por su
propia voluntad, y desde allí emitió la bula “Bolum Cortarum Siverum Cercarum
Romanus” en la que mandaba a cortar las bolas de Sergio si era visto y se atrevía
asomar sus narices por la ciudad santa de Roma.
El Verdadero Santuario Católico 59

Si bien Sergio era un mariano acérrimo, también gustaba de coger a sus feligresas
y catequistas, vírgenes más reales y al alcance de la mano que una celestial María,
por lo que no queriendo quedar eunuco si lo atrapaban, logró huir sin que pudiera
ser apresado en las mismas puertas del Vaticano.
Se llamaba Sergio de Caere y desde muy joven esperaba la oportunidad de
convertirse en “papa de Roma” y respaldado por el pequeño ejército de un señor
feudal y tras algunas matanzas logró asumir el poder papal con el nombre de
Sergio III el 29 de enero del 904 al 14 de abril al 911.
Fue el papa No. 119 de la Iglesia Católica.
Reemplazó al papa Cristóbal quien se había nombrado a sí mismo Vicario de Dios,
y por tal osadía fue puesto en prisión a pan y agua, y los romanos invitaron a
Sergio a ocupar su lugar.
Sergio declaró inmediatamente que las ordenaciones de Formoso eran nulas.
Estas informaciones que son aportadas sólo por sus enemigos, no tiene sentido
comparado con lo que dicen de él respetables contemporáneos.
Protegió al arzobispo Juan de Rávena contra el conde de Istria y confirmó el
establecimiento de un número de nuevas sedes en Inglaterra.
Como se opuso a los errores de los griegos, borraron su nombre de los dípticos.
Mostró su buen sentido al declarar válido el cuarto matrimonio del emperador
griego, León IV.
Sergio restauró completamente la basílica Luterana donde deseaba que sus
huesos descansaran, pero fue enterrado en san Pedro.
Las afirmaciones de su obrar durante su reinado, son unas contrarias y otras
disímiles, sin que nada concuerde, a tal punto que unos lo tienen por santo y otros
por monstruo.
Así por ejemplo, fue descrito por César Baronius, cardenal historiador católico-
romano, como “monstruo”, y por Gregorio y otros escritores eclesiásticos, como un
“criminal aterrorizante, lascivo, maligno y feroz”.
La elección de Sergio III, Conde de Túsculo, supone el inicio de un período de la
historia del papado conocido como "pornocracia", debido a la influencia que en las
decisiones papales jugaron las amantes de los pontífices, dicen los historiadores.
El odio y la maldad de este hombre hecho papa y reconocido como tal, ha sido
patente hasta nuestros días y merece una especial mención.
Durante un lustro Sergio buscó la ayuda de otros nobles hasta que, en el 904,
consiguió entrar triunfante a Roma con la ayuda de los duques de Spoleto, de
Alberico I y del senador Teofilacto (que era amante de su propia hija y con la cual
tuvo un hijo, el futuro papa Juan XI, y futuro papa él también).
La ciudad de Roma se hallaba dividida por la lucha entre el papa León V y el
antipapa Cristóbal, que le había depuesto y encarcelado, para después ir él
también a la cárcel.
Sergio III reemplazó a ambos y los hizo estrangular acusados de ambición
desmedida de papado.
60 El Verdadero Santuario Católico

La infalibilidad de Sergio era muy superior a la de los otros dos papas, y en la


famosa lista de vicarios de Dios que dice tener la iglesia desde Pedro hasta
Benedicto XVI, se saca a todos los malos y sanguinarios que ocuparon el sillón
considerándolos antipapas, y quedan solamente los que hicieron buenas obras y
fueron píos, como sostiene que fue Sergio III.
Durante su pontificado, el papado fue monopolizado por una de las familias
romanas, la del senador Teofilacto y su mujer Teodora.
Sergio III estaba subyugado por ellos.
Además, mantuvo relaciones sexuales ilícitas con Marozia, hija de esos patricios,
de la cual nacería el que luego sería papa Juan XI.
Este Teofilacto, natural de Tusculum, hizo fortuna en Roma gracias a los servicios
sexuales que prestaban su mujer Teodora y su hija Marozia que sabían cómo
conseguir beneficios políticos a cambio de favores amorosos.
Marozia fue amante del papa Sergio III, madre de Juan XI, abuela política de Juan
XII, hermanastra de Teodora la Joven, que era a su vez hijastra de Juan X.
Su poder de corrupción, y la intriga e inmoralidad que desencadenara, le daban
las llaves para dominar a papas, sacerdotes y monaguillos.
En ese tiempo, se hablaba de la “monarquía de Teodora”, ya que era ella la que
verdaderamente ejercía el control sobre Roma, que había caído bajo el dominio
de dos prostitutas, Marozia y Teodora, que se fundaba en sus bellezas y sus intrigas
políticas y amorosas.
A los más vigorosos de sus amantes los recompensaban con la mitra romana.
El hijo, el nieto y el biznieto, bastardos de Marozia, se sentaron en la Silla de San
Pedro por divina voluntad de Dios. -dicen los historiadores.
Sin duda Teodora contaba con un instrumento esencial para ejercer su dominio en
Roma y dominar a Sergio III, a Marozia su hija, que casi sin haber tenido tiempo de
abandonar la pubertad, daba un hijo al pontífice, a los 17 años.
Esto está anotado en el “Líber Pontificalis” (Libro de los papas)”.
Teodora, junto con Marozia, la prostituta del papa, llenaron la silla papal con sus
hijos bastardos y convirtieron su palacio en un laberinto de ladrones.
Teodora era amante del papa Juan X.
Tuvo una educación muy esmerada, llegando una mujer muy preparada y
previsora. Siempre llevaba condones en su cartera.
Se destacaba por su inteligencia y belleza, que cautivaban a los hombres.
Vivía en un ambiente palaciego muy ligada a la vida eclesial romana, bajo la
tutela de su madre Teodora.
Esta Teodora, junto con su hija, la prostituta del Papa, llenaron los cargos eclesiales
y la silla papal con sus hijos bastardos, convirtiendo el vaticano en un laberinto de
ladrones.
Por decirlo más gráficamente, el Vaticano se convirtió en un burdel donde los
eclesiásticos y los ricos de Roma, cogían a granel todo el santo día, y de noche
también, y éstos daban jugosas donaciones y ofrendas a aquéllos.
El Verdadero Santuario Católico 61

El poder de éstas dos putas fue semejante a su capacidad de corrupción, intriga e


inmoralidad y ni tan siquiera en tiempos de los Borgia, el Papado alcanzó tanto
escándalo.
Por espacio de siete años, Sergio III ocupó la silla de San Pedro, mientras que su
concubina, imitando a Semíramis3 madre, reinaba en la corte con tanta pompa y
lujuria, que traía a la mente los peores días del viejo Imperio.
Este periodo, que comienza con el Papa Sergio III en el año 904 y que dura hasta el
año 963, es conocido como el reinado papal de los fornicarios.
Desde entonces Sergio, ya en el sillón de Cristo desde 904, gobernó Roma como un
señor feudal, favoreciendo especialmente a sus partidarios, los espoletanos.
Condenó la memoria de todos sus antecesores desde Esteban VI, considerándolos
antipapas e hijos de puta.
Quemó y destruyó todas las estampitas de los anteriores papas de su época, aún y
a pesar que hacía poco tiempo fueran canonizados por los papas que le
precedieran.
Esto de canonizar al anterior por el posterior, es una costumbre que se sigue
practicando hasta hoy, siempre que no surja un papa envidioso, recto y ortodoxo
como Benedicto XVI que se empecina como mula terca en no canonizar a Juan
Pablo II en pleno 2011, a cinco años ya de su feliz muerte para nosotros los
cristianos, con las evidencias que éste protegía en el Vaticano a cientos de
sacerdotes y obispos pederastas del mundo entero y cuyos respectivos países
querían aprehenderlos.
Dime, tonto católico, ¿a ésta endemoniada iglesia entregas y confías la salvación
de tu alma, antes que poner la fe solamente en el Señor Jesús?
¡Ay, hermano devoto de Sergio III, qué lejos estás de la salvación de tu alma!

*********************

3 En el año 3000 AC., en Babilonia existía una mujer a la cual se la conoce como Semiramis.
La Biblia se refiere a ella como Astoret y Astarté, quien llegó a ser reina del imperio.
Semiramis adopto un niño a quien llamó Nimrod, pero después se convirtió en su esposa.
Los babilónicos llegaron a considerar a Semiramis como una diosa. Todos los que querían
tener acercamiento a Semiramis, y gozar de sus atributos sexuales o ganar privilegios,
tenían que traer un niño recién nacido, que era desbarrancado o tirado en la hoguera, en
un culto diabólico en honor a su esposo Nimrod. Muerto Nimrod, para continuar en el
poder, se embarazó de un sacerdote he hizo creer al pueblo que el niño nacido era hijo del
Sol, al que llamó Tamuz. Ella dejó correr la voz de que el bebé no tenía un padre humano,
sino que le había sido dado el ser mediante un mágico haz de luz del gran dios Sol. Hay en
la historia de Semiramis gran similitud con la virgen María y Jesús, y es ella la que
instituye el 25 de diciembre como día del nacimiento del Sol, o nuestras Navidades. Y es
ella la que impone a la T del nombre de su hijo Tamuz la actual cruz católica, que por su
orden, todos debían colgar del cuello con una cadena.
62 El Verdadero Santuario Católico

Benedicto IX
(Papa-caliente)

Benedicto IX (1012?-1055), papa que ocupó en tres


ocasiones el solio pontificio, en los períodos 1032-
1044, 1045 - ?, 1047-1048.
En la segunda ocasión, vendió el pontificado a su
padrino, ya que Dios, a través del Espíritu Santo,
pone y saca a su placer a los vicarios que lo
representan tan certeramente.
Nacido con el nombre de Teofiláctico era sobrino de
sus dos inmediatos predecesores, los papas Benedicto
VIII y Juan XIX (papas entre 1024-1032) y el último
de los pontífices tusculanos (naturales de la ciudad
italiana de Túsculo).
Su conducta inmoral, ya que era amante de su propia hija con la cual tuviera un
hijo que sería el futuro papa Juan XI, y de otras infinitas feligresas que iban a
pedir su bendición con su sagrado semen, lo que provocó una indignación general
dentro de la curia, y en 1044 una facción romana le apartó de su cargo por
pecaminoso e incompetente para gobernar, cosa que se dieron cuenta después de
doce años de sufrirlo.
En realidad era por degenerado, pero quedaba mejor el término pecaminoso, o sea
pecador, indecente, inmoral e incompetente para gobernar, así como hoy se dice
de un funcionario que roba o cobra coimas, que fue apartado de su cargo por mal
desempeño de sus funciones, por no tildarlo de ladrón y coimero.
La historia de éste papa es más o menos así: su padre, Alberico III, que era un conde
y la autoridad civil de Roma, decidió imponerlo como papa cuando contaba con
apenas ¡diez años! y le llamó Benedicto IX.
Elegido sumo pontífice con tan poca edad parece una leyenda o un error histórico
suponer que tenía 10 o 12 años al empezar su mandato, cuando quizá contaba ya
con 20 o 25 años, afirma la iglesia católica.
Se le conoce como el Mozart o el Rimbaud de los papas.
Pero cuando el pequeñín alcanzó su plenitud sexual, se convirtió en un vicioso
amante de la prostitución, el libertinaje sexual y los ritos satánicos.
Este fue el Papa que más practicó la simonía, que es la venta de objetos sagrados y
cargos eclesiásticos para el enriquecimiento personal.
Se dice que este tipo vendió el cáliz de la primera eucaristía que san Pedro ofreció
como papa, lo cual es una absurda mentira por cuanto ni Pedro fue jamás papa, ni
la eucaristía existía en sus tiempos como tal, sino como una imitación a Jesús en
carne y sangre (pan y vino) que todo cristiano debía perseguir, ya que la teoría de
la transustanciación data de más recientes épocas.
El Verdadero Santuario Católico 63

A Benedicto IX, la población de Roma, harta de que los principales focos de


enfermedades venéreas salieran del Vaticano, se le rebeló y lo depuso.
Estaba muy bien relacionado y debido a corruptelas y a un pequeño ejército que
lo defendía, volvió a ser papa en 1045.
Abdicó a los sesenta días, a cambio de dos bolsas de oro, en favor de su padrino el
arcipreste de Letrán, Giovanni Graziano, que tomó el nombre de Gregorio VI
(papa entre 1045-1046).
Al parecer, Benedicto solo le había alquilado el trono de San Pedro por seis meses,
y venciéndose el contrato, Graziano no quería saber nada de devolver la silla.
Graziano, conocido por su honestidad y piedad, había confiado en liberar al
papado de la depravada conducta de Benedicto y limpiar los excrementos
dejados a su paso, pero fue depuesto, ya que por medio de las armas de su guardia
personal Benedicto recuperó el trono papal en 1047, del que fuera expulso un año
después, debiendo huir de Roma para salvar su pellejo.
Esto sucedió a los pocos meses, porque se enamoró de una joven de quince años y
decidió casarse con ella. Pocos años después, quiso recuperar el papado y para ello
intentó debilitar el poder de Gregorio IV en Roma.
Subvencionó a miles de delincuentes para crear un estado de caos en la ciudad y,
en el tumulto, recuperar la tiara papal.
La jugada le salió mal porque otro noble de la familia de los Crescencio, tenía una
milicia mayor y le venció, poniendo como papa a un primo suyo con el nombre de
Dámaso II. El rijoso papa Benedicto IX murió de viejo, retirado en una abadía.
Esto de la elección de un cardenal para ser papa, y el puesto mismo del papado, es
un invento católico hecho para dominar a un pueblo crédulo en hombres santos y
papas píos que quitan la gloria del Salvador, y está tomado a imitación de la
elección que hicieron los apóstoles para reemplazar al Judas traidor.
¿Qué mejor que una interpretación torcida de la Biblia y las ayudas de las
Sagradas Tradiciones para quitar al hombre de los caminos rectos del Señor Jesús?
¿Qué mejor que un papa traidor a los Evangelios del Señor, avaricioso de poder y
fortunas, en reemplazo de un Judas ávido de dineros?
Es tal el descalabro de papas y antipapas en la historia del catolicismo que hacer
una lista cronológica seria y cierta es imposible, ya que en ocasiones hubo tres
papas en ejercicio a la vez, o largos periodos donde no había ninguno, o bien
pasaban desapercibidos, o no servían por muy viejos o por muy jóvenes, sin que
dejaran recuerdos de su paso por intrascendentes.
Así por ejemplo, Inocencio VIII fue elegido a los 37 años, a la misma edad de
Giovanni de Médicis: pocos comparados con los 78 con que se encaramó al trono
de Pedro nuestro Benedicto XVI, ahora papa suplente de Francisco, pero muchos
frente a los 20 a que fue elegido Juan XI, o los 16 a que fue elegido Juan XII, y ni se
diga de los 11 a que fue elegido Benedicto IX, llamado como dijimos el Mozart o
Rimbaud de los papas.
64 El Verdadero Santuario Católico

Cuatro de los primeros papas eran hijos de curas, y el número 40, San Inocencio,
era hijo del 39, San Anastasio; y San Silverio, el 58, era hijo de San Hormisdas, el
52.
Nadie que tenga hijos puede ser papa, porque tiene la lengua sucia.
El papa que tenga hijos es un criminal, pues bendice a los fieles con sus atrevidos
dedos que antes reconfortaron vaginas.
Para un papa, tener hijos es tan fácil como tocar el piano: basta pulsar la nota justa
en el momento justo y con la intensidad justa.
Así, aviesamente tomado de la Biblia, la iglesia católica romana busca apartarnos
de Jesús para que vayamos tras un santo padre infalible sentado en un sillón de
oro, sobre almohadones de pana granate bajo el culo.
Huid de éstas tonterías católicas y seguid solamente al Padre de los cielos y a su
hijo Jesús, aquel que anduvo caminando sobre la mar.
Para Dios, lo que importa es tu fe puesta sobre su Hijo, y no tu esclavitud sumisa y
estúpida en papas y santos.

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El Verdadero Santuario Católico 65

Santa Teresa de Jesús


(Santa soñadora)

Santa Teresa de Jesús (1515-1582), religiosa, Doctora


de la Iglesia, mística y escritora española, fundadora
de las Carmelitas Descalzas, rama de la Orden de
Nuestra Señora del Monte Carmelo, o Carmelitas.
Teresa de Cepeda y Ahumada, su verdadero nombre,
nació el 28 de marzo de 1515 en Ávila, por lo cual
también es conocida por el nombre de santa Teresa de
Ávila.
¡Por fin una santa con fecha de nacimiento conocida!
Nació un miércoles para más señas, a las cinco de la
mañana como anotó su padre don Alonso Sánchez de
Cepeda. Éste, hijo de un judío converso toledano, se había casado en segundas
nupcias con la noble castellana doña Beatriz de Ahumada, y había aportado al
matrimonio tres hijos de su enlace anterior a los que se sumaron ocho, entre ellos
Teresa. “Éramos tres hermanas y nueve hermanos”, contó la propia santa, que
según ella misma admitía, era la favorita de su padre.
Según relata en los escritos destinados a su confesor y reunidos en el libro Vida de
Santa Teresa de Jesús, desde sus primeros años mostró Teresa una imaginación
vehemente y apasionada.
De niña, en una huerta que había en su casa, hacía infinitas ermitas con piedras, y
en vez de muñecas o jugar al papá y a la mamá, o al doctor que pone inyecciones,
jugaba con otras niñas hacer monasterios simulando ser monjas, y se llamaban
unas a otras de hermanas.
Su padre, aficionado a la lectura, tenía algunos romanceros; esta lectura y las
prácticas piadosas comenzaron a despertar el corazón y la inteligencia de la
pequeña Teresa cuando contaba apenas con seis o siete años de edad.
Por ésa misma época se apasionó, como don Quijote, a los libros de caballerías.
Cuentan que a los 7 años convenció a su hermano Rodrigo para que se fugasen
juntos de casa para ir a tierra de moros, buscando el martirio.
¡A la puta! ¿Hay que buscar el martirio? ¿Acaso no viene solo?
La fracasada intentona da muestra de la religiosidad que marcó su infancia y
también de su carácter enérgico y su fuerte voluntad.
Su siguiente fuga no se quedaría en intento.
En 1535, ante la negativa de su padre para concederle el permiso para ingresar en
el convento de las carmelitas de la Encarnación, se iría de casa para tomar los
hábitos y hacer los votos.
Sus detractores dicen en cambio que salió a putear por el mundo, no sin pena,
como ella misma relató:
66 El Verdadero Santuario Católico

“Aquel día, al abandonar mi hogar sentía tan terrible angustia, que


llegué a pensar que la agonía y la muerte no podían ser peores de lo que
experimentaba yo en aquel momento. El amor de Dios no era
suficientemente grande en mí para ahogar el amor que profesaba a mi
padre y a mis amigos” -decía.

Teresa tenía 20 años. La santa era por ese entonces una mujer hermosa, escultural,
despampanante, pechugona y dotada de una espiritualidad fuera de lo común.
Al parecer, regresó a su casa nuevamente muerta de hambre y andrajosa.
Del mucho leer las vidas de santos, había pasado a los libros de caballerías y en
ellos aprendió a galantear con sus primos y el vecindario.
-Comencé a pintarme las uñas y a buscar la elegancia y el buen parecer y a ser
coqueta de rostro y labios- recuerda la propia santa.
Su padre, preocupado por el puterío que se avecinaba, y por los jóvenes rijosos y
calientes que rondaban día y noche su casa, decidió entonces internarla en el
convento de las Agustinas de Gracia de Ávila, donde se educaban doncellas
nobles. Estudió en el convento de las Agustinas y en 1535 ingresó en el convento
de la Sagrada Encarnación.
En 1555, después de muchos años de sufrir una grave enfermedad y someterse a
ejercicios religiosos cada vez más rigurosos, experimentó un profundo despertar en
el que vio a Jesús, a María sobre una nube, al temible infierno, a los ángeles y a los
demonios.
Esto da una idea cabal del matute o despelote que tenía dentro de la cabeza.
En ocasiones sentía agudos dolores vaginales que, según sus palabras, estaban
provocados por la punta de una corta espada, o a veces por una larga lanza
ardiente de un ángel alado y desnudo que entraba en su celda todas las noches y
se la clavaba en el corazón, decía ella.
Disgustada a causa de la indisciplina de las carmelitas, decidió emprender la
reforma de la orden y se convirtió, con el apoyo del Papa, en una dura oponente
para sus inmediatos superiores religiosos. En 1562 consiguió fundar en Ávila el
convento de San José, la primera comunidad de monjas carmelitas descalzas, en el
que reforzó el cumplimiento estricto de las primitivas y severas reglas de la orden.
Estas normas de las carmelitas eran crueles y sanguinarias pues tenían como
objetivo ganar el cielo a través del dolor infringido por propia voluntad, a
imitación de los sufrimientos de Cristo por el pecado de todos los hombres, pero en
ellas al pedo, y así, andaban descalzas entre piedras y espinas, sedientas sin tomar
agua varios días seguidos, durmiendo sobre camas de piedras o clavos, soportando
el frío desnudas, e infinitas tonterías más que hoy darían risa pero que
antiguamente eran una puerta abierta para el perdón de los pecados, porque el
castigo por voluntad se tomaba como una buena obra que desechaba el sacrificio
del Señor y la fe puesta solo en El, muy de acuerdo con las fantasías católicas.
El Verdadero Santuario Católico 67

Ellas cambiaban la fe en el Hijo de Dios para ser salvos por plantas callosas,
espaldas sangrantes por latigazos, hambrunas y bocas sedientas, vigilias, pobrezas,
votos de silencio, votos de castidad, oraciones e infinitas tonterías más como si el
sacrificio único y suficiente de Jesús fuese un cuento o una fantasía más, o
insuficiente. Sus reformas fueron aprobadas por el director de la orden y en 1567
se le permitió fundar otros conventos similares para religiosos.
Con la ayuda de san Juan de la Cruz, santa Teresa organizó una nueva rama del
Carmelo, pero solo para hombres. Contó también con el apoyo del padre Antonio
de Heredia, que era su asesor espiritual.
Todas las santas, sin excepción, cuando jóvenes y hermosas siempre se ponen bajo
el miembro de un obispo o del papa, que hacen de asesores espirituales y con
quienes convive íntimamente, y cuando viejas y chotas van a encerrarse en un
convento con dolorosas enfermedades y padecimientos porque ya nadie se
interesa por sus vetustos cuerpos.
Los curas no son boludos, y tienen buenos gustos, y novicias y monjas nuevas cada
año. Aunque siempre acosada por poderosos y hostiles funcionarios eclesiásticos,
logró fundar 16 casas religiosas para mujeres y 14 para hombres.
Esto es de sospechar, que sean 30 las casas religiosas fundadas, porque bien
podrían ser 29 o 31, pero en las fábulas se estila mentir siempre en números
redondos.
Dos años antes de morir, en 1580 la Congregación de las Carmelitas Descalzas
recibió el reconocimiento del Papa como orden monástica independiente.
Murió el 4 de octubre de 1582 en Alba de Tormes y fue enterrada en el convento
de la Anunciación de este municipio salmantino.
Hasta exhalar el último suspiro Teresa gozó la dicha de conversar con personas
divinas, o ángeles que la consolaban o revelaban ciertos secretos del cielo; la de ser
transportada al infierno o al purgatorio y regresar para contarlo, y aun la de
presentir y vaticinar lo venidero, cosa repudiada por Dios, como es el arte de la
adivinación. Como anécdota y dato curioso cabe decir que en la celda del
monasterio que ocupó Santa Teresa hay una imagen suya sentada escribiendo en
una pequeña mesa y que sólo se expone una vez cada 100 años en ese lugar.
¿Por qué cien y no noventa y nueve, o doce, o cinco?
El que la ve una vez, no puede verla dos.
Actualmente, en el monasterio viven carmelitas de clausura.
Además de una mística de extraordinaria profundidad espiritual, santa Teresa fue
una organizadora muy capaz, dotada de sentido común, tacto, inteligencia, coraje
y humor.
Purificó la vida religiosa española de principios del siglo XVI y contribuyó a
fortalecer las reformas de la Iglesia católica desde dentro, en un periodo en que el
protestantismo se extendía por toda Europa.
De entonces son sus primeras visiones y sus temores de estar siendo engañada “por
el demonio”.
68 El Verdadero Santuario Católico

Su encuentro en 1560 con el santo franciscano Pedro de Alcántara resultó


providencial para alcanzar la paz. Poco antes había tenido oportunidad de
conocer a Francisco de Borja, que también sería santo, y años después mantendría
una estrecha relación con San Juan de la Cruz.
Sus escritos, publicados después de su muerte, están considerados como una
contribución única a la literatura mística y devocional y constituyen una obra
maestra de la prosa española. Destacan: su autobiografía espiritual, “Camino de
perfección” (1583), libro de consejos para las monjas de su orden; “Castillo interior”
(1577), volumen más conocido por el título “Las Moradas”, que contiene una
descripción elocuente de su vida contemplativa, y “El libro de las fundaciones”
(1573-1582), un documento sobre los orígenes de las carmelitas descalzas.
En esos últimos 20 años de su vida escribió Santa Teresa el “Libro de la Vida”,
“Meditaciones sobre los Cantares”, “Exclamaciones”, “Visita de Descalzas”, las
Constituciones y Ordenanzas para sus monjas, poesías y medio millar de cartas
además de 66 Cuentas de conciencia para sus confesores.
“Ella no podía predicar, pero sí podía decir lo que pensaba a través de las cartas,
en las que no sólo se hablaba de su relación con Dios” –decían sus
contemporáneos.
Acusada de enseñar cosas de alumbrados, Santa Teresa tuvo que defenderse ante
el Tribunal de la Inquisición en 1575, en el que salvó la vida por un pelo.
Al morir, la enterraron allí mismo, en el convento de Alba de Tormes aunque antes
de que se cumpliera el año se procedió a la primera exhumación del cuerpo, que
se encontró incorrupto.
No podía estar de otra manera en la imaginación del sacerdote que inventara esta
fábula, que si dijera que su cuerpo estaba podrido nadie la creería.
El padre Jerónimo Gracián procedió al rito de amputarle una mano que llevó a las
carmelitas de Ávila aunque sin el dedo meñique que se quedó para él.
¿Y las uñas a quién se las dio?
¡Esto sí que es un portentoso milagro!
Su cuerpo aún incorrupto, o lo que queda de él, se encuentra hoy en una capilla de
la Iglesia de la Anunciación de Nuestra Señora de Alba de Tormes, custodiado por
nueve llaves aunque despojado de muchas partes de su anatomía, que cada obispo
o sacerdote visitante, a través de los siglos, iba cercenando para llevarlas a sus
parroquias de origen, donde los tontos devotos dejaban cuantiosas donaciones por
verlas. En Alba de Tormes se conservan sendos relicarios con el brazo izquierdo y el
corazón de la santa, un pie y parte de la mandíbula se encuentra en Roma, la mano
izquierda en Lisboa, un dedo en París, un pelo de su pubis en Bruselas, un moco
suyo en Irlanda, aunque la reliquia de la santa que ha tenido una existencia más
agitada y venerada ha sido la derecha mano que se le seccionó primeramente.
Las carmelitas de Ronda conservan la célebre mano incorrupta de Santa Teresa
que en la Guerra Civil española fue a parar a manos de Francisco Franco y éste la
llevó consigo como un talismán hasta su muerte.
El Verdadero Santuario Católico 69

En su dormitorio del Palacio del Pardo hizo construir un altarcito para venerar la
reliquia.
¡Santo Dios, la idolatría católica en vez hacer santa a Teresa, la hizo añicos y
pedazos a fuerza de venerar sus restos! ¡Qué costumbre asquerosa!
La historia de Santa Teresa es bastante coherente y creíble, pues sin duda fundó
congregaciones y escribió libros que están a la vista, pero lo que oculta la iglesia
católica es que era una mística delirante a la cual le patinaba la cabeza, cayendo
constantemente en profundos ensueños y visiones en los cuales veía dragones,
ángeles que portaban cortas y agudas espadas o largas lanzas rojas, demonios e
infiernos que le llevaban a delirar semanas enteras.
Este padre Antonio de Heredia nombrado anteriormente, con la ayuda de san
Juan de la Cruz, viendo que santa Teresa tenía lindo cuerpo y lindo culo, que
divagaba y vivía en una nube de pedos con sus fantasías místicas, se propusieron
curarla a través del amor sexual, y combinaron disfrazarse de ángeles para entrar
a su aposento y penetrarla.
-Está tan rayada que ni cuenta se dará que somos nosotros cuando entremos a
su celda. -se dijeron los dos pícaros sacerdotes.
Juntaron pues un montón de plumas blancas de gallinas que se criaban en el
convento, con las cuales se disfrazarían de ángeles para fingir una aparición
celestial ante la monja soñadora.
Como las plumas blancas eran escasas por no tener el gallinero muchas aves de
ése color, las mismas solo alcanzaron para hacer un único disfraz de ángel que se
ocuparía alternadamente uno después del otro.
Se pegaron pues con cola una por una las plumas en los brazos, quedando como dos
enormes alas del Espíritu Santo y como blancas palomas, y de los dos pícaros curas
solo uno entraba cada noche, para que la hermosa y joven monja no junara el
engaño si el otro entrara sin disfraz, el que esperaba afuera hasta la siguiente
noche su turno de ocupar las plumas y coger, para continuar la tarea dejada por el
anterior.
Era un trabajo de locos el despegar las plumas del uno para pegárselas al otro.
Como los ángeles que veía santa Teresa aparecían desnudos sin tener un miembro
a la vista, ya que son híbridos y carecen de ellos al no haber casamientos en el
cielo, y que solo portaban una corta espada o a veces una larga lanza
resplandeciente en la mano derecha, los atorrantes sacerdotes entraban al cuarto
de Teresa de la misma forma, desnudos con los brazos cubiertos de plumas, y a falta
de armas portaban solamente sus ardientes vergas en la mano derecha.
Según la tradición, el primero en entrar fue el padre Juan de Heredia, y la noche
siguiente lo hizo su compinche Antonio, y así por largos años, sin jamás cambiar los
lugares y los turnos, porque eran hombres justos y piadosos, y ninguno quería ser
más que el otro, ni menos tampoco.
70 El Verdadero Santuario Católico

Santa Teresa, pobrecita, cayó en la trampa, y sus alucinaciones le hicieron ver a un


ángel alado antes que a los peludos curas en bolas que la visitaban noche tras
noche, uno por vez sosteniendo su verga como una ardiente espada o roja lanza.
Y la confusión de ella en creer que unas veces le atravesaba una corta espada y
otras una larga lanza, se debe seguramente a que fray Antonio era garchudo y
bien dotado sexualmente, con una poronga tan larga como una lanza, de veintitrés
centímetros de largor, mientras que fray Juan tenía una verga normal y corriente
de no más de diez centímetros, como una espada cortita de juguete.
La pobre santa afirmaba que los ángeles la visitaban en sueños, por lo cual fue
santificada y canonizada como la primera Doctora de la Iglesia, y aunque tenía
acólitos que la endiosaban, tenía también obispos y cardenales enemigos que la
defenestraban diciendo que era la más puta mujer que madre echara al mundo.
Quizá por esto, a Teresa se la quitó del santuario católico por dos siglos.
En 1970 volvió a entrar en la lista de santas (junto con santa Catalina de Siena)
gracias al papa Pablo VI, como la primera mujer elevada por la Iglesia católica a
la condición de Doctora de la Iglesia. Dentro de la iglesia, Santa Teresa aún tiene
críticos que la defenestran diciendo que su encuentro con el ángel de la larga
lanza o corta espada, (ya vimos que eran dos pícaros curas los que entraban a su
celda) debía haber sido más sexual que espiritual.
Una cita conocida, las propias palabras de Santa Teresa en su libro “Las Moradas”,
dejaban poco a la imaginación:

“... su gran lanza dorada... henchida de fuego... me penetró varias veces...


hasta mis entrañas... una dulzura tan extrema que nadie habría podido
desear que se detuviera.”

En 1614 fue beatificada por Paulo V y en 1622 el Papa Gregorio XV la canonizó


junto a San Isidro Labrador, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San
Felipe Neri.
Hubo que esperar hasta 1970 para que fuera nombrada por Pablo VI Doctora de
la Iglesia, junto con Santa Catalina de Siena.
Su fiesta se celebra el 15 de octubre.
Ay, hermanos católicos, pedid a vuestros obispos que os cuenten bien la historia de
vuestros santos, pues si os enseñan estas mentiras y fábulas, y las creéis, te alejarán
cada día más de los Evangelios y de Nuestro Señor Jesucristo.

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El Verdadero Santuario Católico 71

Santa Flora
(Virgen y mártir hispana)

Como casi todos los santos católicos, no se sabe en


qué año nació Santa Flora, virgen y mártir hispana,
pero sí que murió el 24 de noviembre del año 851.
Esto está muy de acuerdo con éstas fábulas pues
sería ilógico que cuando naciera una niña, sin
prever que treinta años después sería una santa y
mártir, alguien se tomara el trabajo de anotar la
fecha de su nacimiento para recordarla.
Para ello solo basta la fecha de su supuesto martirio.
En algunas de estas fantasías, se cometen graves
errores, pues hay santas que pasaron a mejor vida
en el año tal o cual, y luego se agrega que “murió a los treinta y cinco años después
de sufrir horrorosas torturas,” cuando al principio se puso que se desconocía la
fecha en que viniera al mundo, como en este caso.
¿Cómo saben los historiadores su cierta edad si no saben el año de su nacimiento?
¿No saben restar o solo están entretenidos en restar la gloria al Señor?
Sí se sabe aunque no con certeza que era hija de padre musulmán y madre
cristiana, y que nació en Sevilla durante el reinado de Abd al-Rahman II que
estuvo en el trono más de ochenta años, lo que hace por lo largo del tiempo que
ningún mago o astrólogo pueda fijar la fecha del nacimiento de Flora, y el
nombrar a éste personaje de la historia, persigue solamente el dar un tizne verídico
al cuento.
En ochenta años de reinado, ¡cuántas Floras habrán nacido en Sevilla!
Santa Flora se aferró a la religión de su madre, siendo devota católica a escondidas
de la gente, lo cual trajo la envidia de su hermano porque él quería ser pastor
evangelista y no sacerdote católico, y cuyo nombre se desconoce, y llevado por los
celos la denunció ante su padre de ser acérrima papista y mariana, cosa muy
rechazada y prohibida por la Biblia.
Alrededor del año 1324, la santa ingresó al convento de las monjas "hospitalarias"
de la orden de San Juan de Jerusalén.
Desde su ingreso Flora tuvo que hacer frente a toda clase de pruebas espirituales.
En una época le asaltó el deseo insidioso de volver al mundo.
A consecuencia de esto sufrió una depresión nerviosa, y la tristeza que se revelaba
en su rostro enfadaba a sus compañeras, las cuales insistían en tratarla como
demente.
Sin embargo, bajo la ayuda de un confesor que sí creyó en ella, la santa hizo
grandes progresos en la vida espiritual, y Dios le concedió al fin las más
extraordinarias gracias místicas.
72 El Verdadero Santuario Católico

Hum, ya apareció un confesor a su lado.


Tal vez, la más curiosa de estas experiencias fue la sensación que tenía la santa de
llevar dentro de su cuerpo una cruz de madera donde pendía el cuerpo del
Salvador.
¡A la mierda, éste sí que es un suplicio jamás imaginado por una mente cuerda!
Los brazos de la cruz de madera le perforaban las axilas y le producían
hemorragias.
Unas veces eran bucales y otras la sangre manaba de una herida que tenía en el
costado en las costillas de la derecha, bajo una de las tetas.
Igualito al suplicio de Jesús, ¿vio?
Otras veces andaba con los brazos extendidos como si fuese un espantapájaros, ya
que decía llevar dentro de su cuerpo la sagrada cruz del martirio de Jesús, que a
veces era pequeña y en ocasiones del tamaño original.
Cuando se escribe la biografía de una santa, el historiador no debe reírse de las
vicisitudes que pasa la misma en su vida, pero yo no aguanto la risa que me causan
estas fábulas tan estúpidas e irracionales… ¡ja, ja, ja!, y me río, me río hasta
desternillarme de risa.
¡Una cruz de madera dentro del cuerpo! ¡Esto es cosa de locos!
¿Qué era esta mina: una santa de carne y huesos por fuera y un espantapájaros de
madera por dentro?
El padre, cuando se enteró que ingresó a un convento ayudada por su madre, la
volvió a traer a casa y encerrarla bajo llave en un cuarto.
Pero para él fue peor el remedio que la enfermedad: ardió de furia porque encima
que tenía que soportar las estampitas, crucecitas, velitas y estatuas de su esposa,
ahora tenía que sufrir los rosarios y avemarías en los que su hija se enfrascaba por
días en su cuarto, y que repercutían en toda la casa durante la noche.
El padre y su musulmán hermano que la denunciara, la someten entonces a
crueles torturas para que renegara a santos y papas y siguiera solamente al divino
Alá y a Mahoma su profeta.
En su cuarto es azotada cruelmente para hacerla abdicar de sus creencias, es
desollada la cabeza por flagelación (azotada por dos verdugos sin compasión en la
cabeza hasta que quedó al desnudo su cráneo pelado), en un desesperado intento
de convertirla al Islam, pero Clara la tenía clara, no reniega de su fe y nuevamente
huye.
Permanece un tiempo en casa de un cristiano y luego en Osaria, en Jaén, donde
santa Flora tardó varios años en recuperarse de las heridas superficiales que con
un látigo o cinto su padre le curtiera el lomo, y de paso para que le soldaran y
enderezaran ambas piernas que su queridísimo hermano musulmán se las quebró
con una pesada maza a la altura del fémur.
Como su padre y hermano matan a algunos sacerdotes acusándolos de esconderla,
(127 curas en cuatro años), regresa a su casa movida por la compasión que le
generan estas muertes injustas por causa suya.
El Verdadero Santuario Católico 73

De vuelta a Córdoba, fue llevada nuevamente ante el cadí (juez musulmán)


acompañada de otra virgen de nombre María (posteriormente también
santificada como santa María de Córdoba), religiosa del convento de Guteclara.
Esta María era hija de cristianos que habían puesto a su hermano Walabonso bajo
la custodia de un sacerdote con el encargo de educarlo en un monasterio; mientras,
ella entraba en el cenobio de Guteclara.
Muerto mártir su hermano, María se dirige ahora a la iglesia de san Acisclo
después de haber tomado una firme resolución de ser fiel al papa y a la puta
madre que lo parió.
Las dos jóvenes se conocen y coinciden a los pies de san Acisclo.
Se hacen amigas entrañables.
El saludo de la paz les ha facilitado abrirse mutuamente las almas y se encuentran
en comunión de sentimientos, deseos y resoluciones.
Se juran amistad para siempre, una caridad que dura hasta el Cielo.
Como no querían entrar en razones y abandonar al Santo Padre, o sea al papa,
ambas fueron encarceladas junto con prostitutas y gente de mal vivir, y luego
condenadas por los jueces a morir decapitadas, no sin el consuelo, ánimo y
bendición de san Eulogio que las conoció a ambas personalmente.
Hecha la señal de la cruz, primero será la cabeza de Flora la cortada por el alfanje;
después rueda la de María.
Murió en 1347, el día 24 de noviembre, antes del mediodía, a los 38 años de edad,
(entonces nació en 1309). En sus tumbas se dieron numerosos milagros.
Sus cuerpos quedan expuestos, para disuasión de cristianos y demostración de
poder musulmán, al apetito despiadado de las aves y los perros.
Al día siguiente los arrojaron al Guadalquivir.
Detrás de sus cuerpos arrojados al río, se hundieron también sus cabezas
decapitadas, las que fueron recogidas días después por los cristianos devotos y las
trasladaron a la iglesia de San Acisclo.
Dícese que sus cabezas que aún se conservan intactas, incorruptibles y fragantes
puestas en una vitrina, son otorgadoras de numerosos milagros.
Como ven, sí se sabe con certeza las fechas del fallecimiento de todos los santos, ya
que de otra forma no podrían entrar en los almanaques para que sus fieles
recordaran su onomástico.
Ahora bien, cualquiera sabe que la cabeza de una persona es lo más pesado del
cuerpo, y se hunde en el agua como una piedra, de lo cual se deduce que el río
Guadalquivir tendría por ésos años veinte o treinta centímetros de profundidad,
que si fuera de más hondura jamás se las podría encontrar.
Algunos historiadores afirman que sus cabezas nunca se arrojaron al río y otros
sostienen que por esos años ya había buzos y hombres ranas, a los cuales les
introducían una manguera gruesa en el culo, por la que, cuando estaban
sumergidos, le suministraban oxígeno con un inflador de bicicletas, los que
seguramente rescataron con éxito las reliquias de las dos santas decapitadas.
74 El Verdadero Santuario Católico

La fuente más fiable sobre las vidas y martirios de Flora y María es San Eulogio,
que las conoció personalmente y fue testigo de sus martirios.
La festividad de las santas se celebra el 24 de noviembre, y se cumple en ambas lo
que suele decirse comúnmente cuando dos trabajos se simplifican con victoria en
uno solo: que el amado padre musulmán mató a dos pájaros de un tiro.
Lo que no concuerda con lo lógico es lo siguiente, ¿cómo se sabe que la madre de
Flora era mariana católica?
¿Ese musulmán marido era tan pelotudo que perdonó a la vieja chota de su esposa
y decapitó a su joven y hermosa hija?
¡Yo lo haría al revés!
¿Tan idiota era el hermano que quería ser pastor dando la vida por los fieles y sin
embargo denunciar a su propia hermana quitándosela por ser católica?
¿Quién se metió al fondo del río para recuperar las dos cabezas?
¿No había en su ciudad yesos y hueseros para enderezar las piernas quebradas de
la santa, castigo bien merecido por cierto, para lo cual Flora fuese a Jaén?
¿Cómo santa Flora se trasladó a Jaén si tenía las piernas quebradas?
Ay, hermanos marianos, tened por seguro que si tus sacerdotes te enseñan éstas
patrañas y fantasías y no los Santos Evangelios, tarde o temprano el Señor
destruirá esta iglesia de demonios porque sus cimientos están asentados sobre las
arenas de las fábulas, y antes que caiga el edificio, debes huir de allí para ser libre
conociendo solamente la verdad que emana de la Palabra de Dios.
Debes esperar un poco más para que el Señor te saque de la telaraña en que estás
atrapado, pero si puedes y confías en Jesús... huye lejos de tan detestable iglesia
antes que venga el Salvador a destruirla y te encuentres dentro de ella con tus
imágenes y estampitas, pues arderás junto con sus estúpidas fábulas.
Quedas debidamente notificado.

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El Verdadero Santuario Católico 75

Santa Quiteria
(Virgen y mártir hispana)

Santa Quiteria fue hermana de santa Librada y se


cree que anduvieron por el mundo en los finales del
siglo IV, por lo cual poco se sabe sobre las dos,
excepto que procedían de familia noble gallega.
Casi todas las santas católicas son de origen noble o
de buena cuna aunque fueran tan pobres como ratas
y cogieran por dinero sobre las alfalfas de una
caballeriza, y siempre la madre es católica y el padre
musulmán, de manera que los hijos católicos son
decapitados y los hijos partidarios de Alá viven en
grandes palacios en medio de la riqueza y opulencia.
¿Cómo saben todos éstos datos si realmente se ignora
en qué época precisa anduvieron por el mundo?
Lo que se afirma sin pruebas, fácilmente puede ser
negado sin ellas.
¿Para qué entonces se casan una católica y un musulmán?
¿Este es el método que usa Dios, los casamientos disímiles en creencias religiosas,
para crear nuevas santas católicas?
La leyenda habla de Quiteria como una de las nueve hijas que de un solo parto
tuvo Calsia, la esposa del entonces gobernador romano en Braga, Lucio Castelio
Severo.
Calsia quedo preñada, preñadísima, y de un día para otro echó nueve hijas al
mundo ayudada por una vieja partera del pueblo llamada Sila.
Fijaos que en la historia se sabe hasta el nombre de la partera pero poco se sabe de
santa Quiteria. Avergonzada de tal evento, por considerar diabólico parir nueve
mujeres al hilo, decide no comunicárselo a su esposo por temor de que la acuse de
infidelidad con ocho o nueve amantes que ella tenía siempre escondidos bajo la
cama o dentro del ropero.
Su esposo andaba lejos de campaña para su reelección como gobernador en su
segundo mandato, que duraban en aquélla época treinta años.
Después del numeroso parto, ella quedó muy dolorida, hecha percha, y le dijo a la
partera, muy suelta de cuerpo y sin remordimiento alguno:
- Sila, cuando regreses a tu casa, hazme el favor de comprarme de la farmacia
de turno una docena de curitas y tintura yodo para cerrar y curar mi cajeta, que
me quedó dolorida y ardiente por el parto. Ah, y de paso lleva a todas las niñas
dentro de una bolsa negra de residuos para que no las vean, tratando que no se
lastimen entre ellas en el acarreo, y ahógalas en el cercano río, y que en paz
descansen, pobrecitas, buenas almitas de Dios.-
76 El Verdadero Santuario Católico

La vieja Sila, para que no muera esta fábula junto con las nueve infantes, siendo
cristiana, evitó la muerte de las niñas que repartió entre familias cristianas que
aun cogiendo a cada rato no podían concebir, quienes las criaron y las bautizaron
individualmente.
Así se salvaron de morir ahogadas Quiteria y sus ocho hermanas, gracias a la
partera Sila.
Sí se saben los nombres de las ocho hermanas de Quiteria: Ginevera, Librada (que
también fue santa), Victoria, Gema (también mártir), Germana, Basilia, Marsia, y
Eumelia la más chica y más puta de todas, que desgraciadamente no fue santa.
Ni ahí.
A Quiteria, en cambio, que no salía más allá de la puerta de su casa, su padre
quería ensartarle un riquísimo pretendiente, industrial de la carne que hacía
matambres y embutidos a pedido y por encargue, a lo cual ella se negó
rotundamente. Hay indicios que el enojo del padre fue tremendo, furioso y salvaje,
porque se le escapó de las manos la jugosa dote con que el rico pretendiente
quería comprarla, ya que era un jugador empedernido de cartas y estaba
endeudado hasta las pelotas, y necesitaba de esos dineros para saldarlas.
Es muy probable que su padre fuera además un necio, pues teniendo a su hija
Eumelia vaga y puta que volvía borracha y recogida por las madrugadas, siendo
ambas parecidas como dos gotas de agua, si la cambiara en lugar de Quiteria para
contraer matrimonio y cobrar la dote, pasaría desapercibida por el pretendiente.
Pero no, hizo decapitar a Quiteria por negarse a casar con el postulante.
Antes, el padre la encerró en un cuarto bajo llave, donde la virgen María se
aparece a Quiteria en una visión y la libera para que huya.
Escapa a través del campo, y en su huida se encuentra con un pastorcito hijo de
puta que la esconde en el hueco de un árbol, prometiendo a la santa que si alguien
preguntara por ella, jamás la delataría.
Su padre ordena al general romano llamado Germano que la persiga, y éste
encontrándose con el hijo de puta del pastorcito, le pregunta si por allí pasó
Quiteria, que le daría unas monedas de plata si le dijera.
El pastorcito, al mismo tiempo que negaba con la cabeza, le señaló con el dedo
donde estaba escondida la fugitiva.
¡Hijo de puta y la puta madre que te parió, pastorcito de mierda!
Todos los pastores son unos hijos de putas, que más ambicionan la lana antes que
las almas de sus ovejas.
La sacan de su escondite y Germano la decapita con su filosa espada puesta al
servicio del orden y de las buenas costumbres y que jamás derramara sangre
inocente. Tras ser degollada, Quiteria se puso en pie y tomó su cabeza con ambas
manos y caminó hasta el pueblo de Aufragia, distante a unos treinta kilómetros de
allí, llegando muy cansada y exhausta con los pies doloridos y ensangrentados,
donde paró y fue sepultada por cristianos.
El Verdadero Santuario Católico 77

Me gustaría saber cómo la cabeza estando desprendida del cuerpo ordenaba a los
pies ir por el camino a Aufragia sin volcarse a la derecha o a la izquierda.
Al parecer, la cabeza desprendida, iba dictando al cuerpo las indicaciones para
guiarlo por el buen camino, diciendo: “tírate un poco a la derecha”, “cien metros
más al frente hay una curva cerrada” o “frena un poco que el camino tiene una
loma de burro adelante”, como si de un auto se tratara.
El cronista dice: “llegando a Aufragia, paró de caminar y fue enterrada por
cristianos”.
¿Y qué otra cosa podrían hacer? ¿Invitarla a bailar? ¿Regalarle una corbata?
¿Ahorcarla? ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!
Este remate es excelente para dar fin a la fábula de Quiteria.
Imaginad que su historia siguiera, y la santa recorriera el mundo haciendo
milagros con la degollada cabeza en las manos, sería una historia sin fin que
duraría hasta nuestros días.
Los restos de la santa jamás fueron encontrados, por suerte, ya que la historia se
ubica muy lejana en el tiempo, en el año 391.
Ay, hermano católico, ¡cómo me asustan estas crueldades que ocupan los
fantasiosos curas para obligarte a que seas mariano y santulario en vez de cristiano
simple y creyente!
¡Huye de éstas fantasías que te pierden en idolatrías que odia el Señor!
Ahora bien, ¿dónde está la virtud de ésta santa para ser venerada e intercesora
entre Dios y los hombres?
¿No fueron suficientes los martirios de Jesús?
¿Qué milagro viene de Dios, resucitar a los tres días o caminar treinta kilómetros
con la cabeza en las manos? ¿Por cuál cruz pasó esta sufrida mujer sino es la de
tener un padre jugador y loco que mandara a decapitarla por rebelde al
casamiento? ¿Esta es la Mesías que esperaron los católicos para ser limpios de
pecados? ¿Solo por no querer coger con el pretendiente impuesto se llega a la
santidad?
Si es así esperad a que me muera que seré vuestro santo e intercesor, ya que, aun
queriendo, estoy sin coger desde la muerte del papa Pío XII, allá por 1958, y no
porque no quiera, sino que siendo viejo, pobre y feo, ni las putas quieren hacerlo
conmigo en la actualidad, en el 2014.
¡Sesenta y seis años de virginidad y pureza, que es mi edad, bien merecen mi
beatificación!
Pero, sigamos con la fábula.
El primer milagro de la santa fue la curación del pastorcito que la delatara, ya que
los perros que cuidaban las ovejas lamieron la sangre de la santa, rabiaron y lo
mordieron.
Produjo esto heridas cortantes y sangrantes, que al lavárselas con el agua de una
fuente salida por milagro para calmar la sed de Quiteria en su huida, antes de ser
decapitada, le sanaron.
78 El Verdadero Santuario Católico

¡Qué portentoso milagro!


Quizá por ello es invocada como virgen y mártir de Galicia, venerada como
patrona y auxiliadora por los atacados de rabia y de los perros rabiosos, sin que se
tenga la más repútisima idea de si esto es verdadero y factible.
Se dice también que los perros rabiosos, aunque echaran espumas por la boca, se
calmaban y movían la cola de contentos ante la angelical presencia de Quiteria.
¿Quién puede probarlo?
Rabia siente el Señor cuando los traidores de su Evangelio inventan estas tonterías
estúpidas e infantiles.
Todas sus hermanas, menos Eumelia que siguió mejor en el alegre y dichoso
camino de la prostitución, fueron perseguidas, capturadas y finalmente
decapitadas unas, otras ahorcadas y algunas muertas en la hoguera, que la iglesia
católica no tiene gran imaginación para terminar sus fábulas de santas y santos.
Santo, Santo es el Señor.
En la historia de Quiteria hay un gravísimo error que no se explica y es: ¿cómo el
padre recuperó y trajo de vuelta a su casa a las nueve hijas que pariera su esposa
Calsia, que fueron regaladas a nueve familias diferentes?
¿El gobernador Lucio Severo nunca notó la extremada grandeza del vientre de
Calsia portando nueve hijas dentro?
¿La partera Sila no las había regalado a diferentes matrimonios y mujeres
estériles del barrio que no embarazaban ni de casualidad?
¿Cómo las recuperaron? Misterio y milagro.
La festividad de Quiteria se conmemora el 22 de mayo.
Se la representa en las imágenes llevando su cabeza en las manos.
Su atributo en el siglo XV era un diablo en forma humana, sujeto con cadena al
cuello.
A partir del siglo siguiente es un perro rabioso con la lengua fuera de la boca.
A veces es un perro, o dos, que con las cabezas bajas, están en actitud sumisa.
Un corte al cuello, las cadenas y la espada o cuchillo se refieren al martirio,
simbolizado por la rama de palma que porta.
Es posible que muestre también una azucena, símbolo de la virginidad, por
conservarla al escapar de su casa cuando su padre quería casarla con el joven muy
rico, y encima bello, pero pagano.
Hermano, muy necesario es que salgas de éstas fantasías y quimeras, y que
tomaras con gran devoción e interés las Sagradas Escrituras, donde infinitas veces
dice que no hay santos bajo los cielos y que solamente el Señor Jesús es nuestro
intermediario para con Dios.
Huye de ésta asquerosa Babilonia, que los tiempos se acortan

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El Verdadero Santuario Católico 79

San Francisco de Asís


Místico (1182-1226)

Místico italiano y predicador, fundador de la orden


de los Primeros Franciscanos, Giovanni Francesco
Bernardone nació en Asís, en el seno de una
acaudalada familia, aunque al parecer no recibió
una gran formación intelectual.
Su padre era un próspero comerciante de telas que
formaba parte de la burguesía de Asís y que
viajaba constantemente a Francia, a las ferias
locales, a comprar mercaderías.
Francisquito era un burro con dos patas y más
cuadrado que una sandía, y durante su juventud
llevó una vida mundana y despreocupada, dilapidando los dineros de su padre.
Aunque era un joven de alcurnia de cierto renombre, dado al juego y a la bebida,
a veces ayudaba a su padre en el comercio de paños, telas y alfombras que tenía la
familia en el centro de la ciudad.
Se vestía y empilchaba bien, (su padre vendía finas telas, camisolas y jubones),
lucía lujosas joyas en el cuello y en los dedos, llevado por su afición a la elegancia
y a la pulcritud.
También se dedicaba a la caballería, paseando con hermosos ejemplares por las
calles. Las niñas con edad de merecer se meaban al verlo pasar enhiesto sobre su
montura, hermoso, bien peinado, oliendo a perfumes, con la silla y las riendas
recubiertas de oro, y las joyas brillando fulgurosas al sol.
Era lindo y atractivo, (como se lo ve en la estampita), eso sí, virtudes morales no
tenía ninguna, pero era completo en defectos: borracho, mujeriego, fumaba como
un sapo y bebía hasta caerse al suelo, volvía de los boliches sucio y rotoso sin un
peso y dormía toda la mañana para despertarse al mediodía para comer y luego
dormir la siesta. Otros defectos que resaltaban en su personalidad era su atracción
por la música, ya que coleccionaba todos los discos de los Rolling Stone y los del
famosísimo chamamecero correntino Edgar Duarte.
Su padre estaba repodrido de su comportamiento y quería que cumpliese los diez
y ocho años para hacerlo ingresar en gendarmería o prefectura, o por lo menos que
hiciese el servicio militar.
En 1202 fue encarcelado a causa de su participación en un altercado entre las
ciudades de Asís y Perugia.
Tras este lance, en la soledad del cautiverio y luego durante la convalecencia de
una enfermedad que sufrió una vez vuelto a su tierra, sintió hondamente la
insatisfacción respecto al tipo de vida que llevaba y se inició su maduración
espiritual.
80 El Verdadero Santuario Católico

Mientras estuvo prisionero, sufrió una grave enfermedad cuyo nombre se ignora, la
que le hizo reflexionar espiritualmente, y decidió cambiar su forma de vida.
Del encarcelamiento y lo de la enfermedad no hay pruebas que lo demuestren,
pero están puesto exprofeso para darle forma a su vida de santo, tejiendo
lentamente la telaraña con que se envuelven estas tradiciones para hacerlas
creíbles y verdaderas.
Todos los santos que son encarcelados, sin excepción, salen de sus celdas con una
terrible enfermedad sobre sus espaldas, como si fuese un castigo de Dios para
obligarlos a cambiar de vida.
En 1205, al regresar a su ciudad natal, realizó obras de caridad entre los leprosos y
comenzó a trabajar en la restauración de iglesias en ruinas, en respuesta, según se
dice, a una visión en la que el crucifijo de la iglesia de San Damián en Asís le
pedía que reparara su casa.
La cruz del pequeño templo de San Damián, medio abandonado y destruido, a
través de Cristo, le habló en el silencio de su muda y amorosa contemplación:
-Mira, Francisco, repara mi iglesia. Ya ves que está hecha pelota. -
Sí señor, el crucifijo colocado en lo alto de la iglesia le habló y ordenó con voz
pausada que reparara el edificio que se derrumbaba de viejo y abandonado, ya
sin puertas, techos ni ventanas.
El joven Francisco no vaciló: corrió a su casa paterna, tomó unos cuantos rollos de
paño del almacén y fue a venderlos a Feligno, una ciudad contigua; luego entregó
el dinero así obtenido al sacerdote de San Damián para la restauración del
templo.
En ésa época no eran pocas las críticas que se infería a la iglesia, ya que algunos de
sus ministros se preocupaban más por el crecimiento patrimonial personal y sus
relaciones políticas de conveniencia, dejando los templos de pueblos en el más
absoluto abandono.
El templo de san Damián era un edificio en ruinas, rajadas sus paredes,
descascarado y a punto de derrumbarse, que Francisco reparó con la venta de los
paños dejándola más lujosa que el Vaticano.
El cambio de vida de Francisco, mística y soñadora, y sus gastos en obras de
caridad enfurecieron a su padre, que era medio amarrete y cuidaba su dinero
ganado con el sudor de su culo como para gastarlo en pelotudeces, y lo desheredó
legalmente.
Francisco renunció a sus lujosas ropas a cambio de una humilde túnica y dedicó los
tres años siguientes al cuidado de los leprosos y de los proscritos en los bosques del
monte Subasio.
Para sus oraciones, Francisco también restauró la ruinosa capilla de Santa María
de los Ángeles.
No podía quedar María fuera de la fábula.
El Verdadero Santuario Católico 81

En el año 1208, durante una misa, escuchó una llamada diciéndole que saliera al
mundo y, siguiendo el texto de Mateo 10, 5-14, “no poseyera nada pero hiciera el
bien en todas partes”.
Cuando regresó a Asís ese mismo año, Francisco empezó a predicar, y se convirtió
en el fundador del movimiento de renovación de la espiritualidad cristiana del
siglo XIII.
Reunió a los 12 discípulos que se convertirían en los hermanos originales de su
orden, más tarde llamada la Primera Orden, y que le eligieron su superior.
En 1212 recibió en la comunidad franciscana a una joven monja de Asís de buena
cuna, de lindos pechos y llamativas nalgas, llamada Clara, y ambos se enamoraron
perdidamente; se hicieron carne y uña, es decir hacían el amor con tanta fogosidad
que se arrancaban las carnes con las uñas.
A través de ella se fundó la orden de las Damas Pobres (las clarisas, más tarde
Segunda Orden franciscana), pues tenía la misma locura de su amante: cosechar
legionarios que predicasen los evangelios de María.
Probablemente ese mismo año Francisco emprendió camino hacia Tierra Santa, a
Palestina, pero una tempestad le obligó a volver.
¡Cómo! ¿Una sola tempestad lo hizo regresar?
¿Cuánto tiempo dura una tempestad?
Seguramente, mientras volvía a Asís, la tormenta ya desapareciera.
En medio de grandes dificultades para cumplir su labor misionera de predicar al
Santo Padre, o sea al papa, viajó y llegó a España para evangelizar a los
musulmanes.
En todos estos viajes le acompañaba la monja santa Clara, pues eran culo y calzón.
En 1219 se encontraba en Egipto, donde ejerció su labor misionera pero no
consiguió convertir al sultán Al Fatad Faneyín, que no sé yo qué andaría haciendo
por esas tierras de faraones, lejos de Arabia.
Francisco viajó después a Tierra Santa permaneciendo allí hasta el año 1220.
De éstos viajes no hay pruebas, solo se saben por dice que, por las sagradas
tradiciones, y por los relatos apócrifos de sacerdotes biógrafos.
Quería ser martirizado y se alegró mucho al saber que cinco monjes franciscanos
habían muerto decapitados en Marruecos mientras cumplían sus obligaciones, lo
cual demuestra patente su gran compasión y bondad hacia el prójimo.
A su regreso, encontró oposición entre los frailes y renunció como superior.
Dedicó los años siguientes a planear lo que sería la Tercera Orden franciscana, la
orden terciaria.
Oiga… ¿hay que planear para inventar estas boludeces?
En septiembre de 1224, tras cuarenta días de ayuno, mientras rezaba en el monte
Averno sintió un dolor mezclado con placer; y en su cuerpo aparecieron las marcas
de la crucifixión de Cristo, los estigmas.
Yo jamás supe de dolores mezclados con placeres, salvo cuando te rompen el culo.
82 El Verdadero Santuario Católico

Los relatos sobre la aparición de estas marcas difieren, pero parece probable que
fueran protuberancias nudosas de carne, parecidas a la cabeza de un clavo de
techo, o a la cabeza de la verga de un burro, no se sabe con exactitud.
Francisco fue llevado de regreso a Asís, donde pasó los años que le quedaban
marcado por el sufrimiento físico y por una ceguera casi total, acompañado, muy
bien acompañado, por santa Clara. Sus padecimientos y su amor por santa Clara
no hicieron disminuir su amor a Dios y a la Creación, como queda de manifiesto en
su “Cantico delle Creature” (Cántico de las criaturas), que se cree fue escrito en
Asís en 1225, en el que el sol y el resto de la naturaleza son alabados como
hermanos y hermanas.
También es famosa su predicación a los peces de un lago, en el que miles de ellos
asomaban el pico fuera del agua sin que se asfixiaran, para escuchar mejor la
oratoria del santo, o quizá esperando que les diera algo de comer.
En los árboles, miles de pajaritos de variados trinos y colores, incluso un cóndor
que andaba extraviado buscando la cordillera de los Andes, lo escuchaban
extasiados, con el pico cerrado.
Un lobo sanguinario entraba por las noches a un pueblito de mala muerte y
mataba gallinas, perros, chanchos y hasta personas para comer, lo que hacía que
los turistas norteamericanos desaparecieran de sus comercios produciendo
grandes pérdidas en dólares, viendo lo cual el intendente, encerrado en su casa,
pidió a San Francisco por wassap que hablara al lobo y le propusiera el siguiente
trato: que el pueblo le daría las sobras de todas las mesas a cambio de que en
adelante no matara a nadie.
Así lo hizo Francisco y subyugado por su predicación, allí mismo el lobo se
convirtió al catolicismo, se confesó y tomó la hostia de las propias manos del santo.
Por ésta acción, fue canonizado en 1228. El lobo, no Francisco.
Probablemente el 14 de septiembre oró para recibir dos gracias antes de morir:
sentir la Pasión de Jesús, y una enfermedad larga con una muerte dolorosa.
Después de intensas oraciones, entonces en un trance profundo -según relato de
San Buenaventura- el mismo Nazareno se le presentó, crucificado, rodeado por
seis alas angélicas, y le imprimió las señales de la crucifixión en las manos, los pies
y el costado; posteriormente, sus hermanos vieron los estigmas de Francisco, que él
conservó por el resto de su vida.
Sin embargo, Francisco -al igual que otros santos estigmatizados- hizo todo lo
posible para ocultarlos a la vista de los demás por considerarse indigno, no del
dolor que sentía, sino de ser portador de las señales de la Pasión de Cristo.
Por eso, anduvo desde entonces con las manos metidas entre las mangas del hábito,
y con los pies cubiertos por medias y zapatos.
Se veían en aquellos dichosos miembros unos clavos de su misma carne, fabricados
maravillosamente por el poder divino y tan connatural a ella, que, si se les
presionaba por la cabeza, al momento sobresalían las agudas puntas por la parte
contraria, como si fueran nervios duros y de una sola pieza.
El Verdadero Santuario Católico 83

Apareció también muy visible en su cuerpo la llaga del costado, semejante a la


herida de lanza de nuestro Señor.
El aspecto de los clavos era negro, parecido al hierro; más la herida del costado era
rojiza y formaba, por la contracción de la carne, una especie de círculo,
presentándose a la vista como una rosa bellísima.
¡Santo cielo, qué imaginación tienen éstos putos sacerdotes!
Al final… ¿era una herida o un jardín de rosas?
El resto de su cuerpo, que antes, tanto por la enfermedad como por su modo
natural de ser, era de color moreno, brillaba ahora con una blancura
extraordinaria.
Los miembros de su cuerpo se mostraban tan blandos y flexibles, que parecían
haber vuelto a ser tiernos como los de la infancia. Se quebraban ante cualquier
golpe,
¡Entonces la enfermedad que sufría era osteoporosis!
En 1980 el papa Juan Pablo II proclamó a Francisco patrono de los ecologistas y
santo protector de Greenpeace, de los pececitos y gorrioncitos.
En arte, los emblemas de san Francisco son el lobo, el cordero, los peces, los pájaros
y los estigmas.
San Francisco de Asís falleció el 4 de octubre de 1226, a los 44 años, y es el día de
su festividad.
En 1228, apenas dos años después, fue canonizado por el papa Gregorio IX, que
colocó la primera piedra de la iglesia de Asís dedicada al santo.
Sin que exista una mácula de maldad ni pecado en éste hombre santo, (si no se
cuenta su noviazgo y concubinato con santa Clara, cosa prohibida por el papa),
cuyos trabajos y esfuerzos hacia los pobres y leprosos serían difíciles de imitar por
el común de las personas… ¿dónde está una mayor virtud que encontramos en el
Hijo de Dios que vino a dar su sangre para remisión de nuestros pecados?
¡El Señor ya pagó con su sangre y sacrificio la totalidad de nuestros pecados!
¡Ya somos salvos por su sangre y no por pajaritos y pececitos!
¿El hablar con animales borra el sacrificio del Salvador para que más se venere e
idolatre a Francisco o a un lobo?
Todos estos santos, buenos o malos están hechos a la medida exacta para minimizar
la gloria de Dios y exaltar la de los hombres.
Huye de ellos que ninguno santo hay ni hubo sobre la tierra, solo el Señor.

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84 El Verdadero Santuario Católico

Santa Engracia
(Santa en desgracia)

En tiempos del emperador Diocleciano (285-305) se produjo


una de las más crueles y violentas persecuciones a los
cristianos.
Justo en ésa época vino a nacer santa Engracia en Braga, y era
hija de un noble cristiano, pero no se sabe exactamente en qué
año naciera.
El emperador Diocleciano envió como prefecto a la ciudad al
cruel Daciano, quien hizo mártires a muchos cristianos que no
renegaron de su fe.
Engracia, por suerte, murió en el 303 en sus manos, y fue una mártir hispana de
origen luso.
Como sé que no tienes ni idea de lo que significa la palabra luso, te lo digo: se dice
de un pueblo pre-romano que habitaba la Lusitania, región de la antigua
Hispania que comprendía todo el actual territorio portugués situado al sur del
Duero y parte de la Extremadura española.
Como estaba dada en matrimonio con un príncipe de la ciudad gala de Narbona,
emprendió viaje hacia esa, con un séquito de dieciocho caballeros que la
escoltaban.
La acompañaba su tío Lupercio, diecisiete nobles y una sirviente llamada Julia.
Al pasar por Zaragoza, fue detenida por su fe.
No cuenta la historia cómo los inspectores de tránsito al detener su carreta y
pedirle el carnet de conductor, se enteraron de la religión protestante que
profesaba, conjuntamente con el rechazo a la madre de Dios y al santísimo papa.
Fue acusada de protestante, lo que no era cierto, y de fingir ser mariana y papista
para salvar la vida.
Diocleciano quería conseguir la unidad religiosa detrás del Vaticano y de María,
pero los protestantes se resistían con un arma imbatible, al Jesús de sus amores, por
lo que se empecinó hacer sucumbir la religión de Cristo, como hacen ahora los
papas actuales.
Habían proliferado los cristianos protestantes en el Imperio al amparo de la menor
presión de las leyes en tiempo de Galieno, y Diocleciano quería exterminarlos sin
compasión alguna.
Nombra entonces a Daciano quien siembra el territorio de España con semillas de
cristianos regadas y abonadas con la sangre de muchos mártires, bajando desde el
noreste hasta el centro.
Los evangelistas se multiplicaban imparablemente: los había en el campo y más
en las ciudades, se les conoce en el foro, se les ve entre los esclavos, en el ejército y
en los mercados.
El Verdadero Santuario Católico 85

Los protestantes desparramaban la fe única en Cristo y cada día tenían más fieles
que se rajaban de la iglesia católica por el aburrimiento que les causaban el culto
a las vanas estatuas de dioses y santos paganos.
A esto había que agregarle el testimonio que daban los mártires antes de morir y
que muchos vieron, el buen ejemplo, la transmisión boca a boca de los creyentes y
la fidelidad a Dios que profesaban.
Valiente y guiada sin duda alguna por el Espíritu Santo, santa Engracia se
presentó -junto con su séquito- ante Daciano y le reprochó su cruel conducta y
actitud, la de acusar sin ton ni son de protestante a quien pasara por la ciudad.
El gobernador, desoyendo los reproches de la santa, intentó, con halagos y
promesas, que admitiese su condición de protestante, lo que ella negaba
firmemente gritando a los cuatro vientos ser acérrima católica y fiel al papa y a
María, de mentiritas.
Engracia volvió a protestar contra las injusticias que sufrían ella y su séquito y fue
condenada a ser arrastrada alrededor de la ciudad atada a la cola de un caballo,
aunque algunos historiadores afirman que lo fuera de los dos guevos de un burro,
que esto tampoco se sabe bien.
Pero no murió.
Después los verdugos desgarraron su carne con garfios, le sacaron el hígado y le
arrancaron un pecho, le cortaron tres dedos, le aplastaron un ojo, hasta que la
tortura provocó en Daciano, gobernador en Hispania del emperador Diocleciano,
gran compasión y lástima y ordenara que la dejaran tranquila desangrarse hasta
que muriera.
Pero tampoco murió.
Ella se reía de todas estas infantiles torturas mientras decía con voz tronante:
“Quod non me necat, fortior me facit4
Ordeno entonces el gobernador que se le atravesase la cabeza con un clavo de
cinco pulgadas, y sí, ahí murió irremediablemente el 16 de abril del año 303.
Esto de Daciano y Diocleciano son personajes reales, o quizá no, que los sacerdotes
toman al azar, por hacer el relato verídico y ubicarlo en la historia y hacer creer al
imbécil católico la fábula, pero muy posiblemente ellos no tuvieron el menor
conocimiento ni trato con la santa, y fueran hombres buenos y piadosos, y en sus
putas vidas la vieron ni en estampitas.
O sea, para hacer santas, la iglesia católica hace demonios a los hombres santos de
su rededor.
Los dieciocho pelotudos que le acompañaban, también fueron decapitados sin
piedad en las afueras de la ciudad, y se los conoce como los Mártires de Zaragoza.
Analicemos detenidamente la condena de Engracia: fue arrastrada por caballos o
por burros por toda la ciudad y no murió, lo cual hace conjeturar que la ciudad
tendría menos de media cuadra, o que los animales eran de madera.
4 "Lo que no me mata, me hace más fuerte"
86 El Verdadero Santuario Católico

Aún viva, sus verdugos le arrancaron las carnes con filosos garfios, y quedando
hecho un esqueleto, le arrancaron un ojo y tres dedos, además de sacarle el hígado
para que muriera, aunque lo lógico sería que le sacaran el corazón para lograrlo.
Y para rematar, le cortaron una teta con un cuchillo, cosa innecesaria porque ya
antes le habían arrancado las carnes con los garfios.
¿O las tetas no son buenas carnes?
Viendo que aun así no moría, el gobernador ordenó que la dejaran desangrarse sin
que nadie le diese ni siquiera un apósito, una gaza ni una gota de tintura yodo, ni
hilo ni aguja para remendar sus heridas.
La mina se va en sangre pancha y contenta por varias horas, sin espichar
definitivamente, mientras el pueblo se cansa de esperar su prolongado deceso.
El gobernador entonces, por quitar la impaciencia del pueblo y la suya propia,
ordena que le atraviesen la frente con un clavo, y ahí sí muere instantáneamente.
Hermanos sacerdotes, hubiéramos empezado por ahí para matarla, y no
tendríamos que soportar tantas imbecilidades encimadas ni hacer sufrir tan
despiadadamente a tan empecinada mujer en la fábula.
Las actas del martirio -¡qué pena sean del siglo VII, tan tardías, y por ello con poco
valor histórico!- describen los hechos martiriales con el esquema propio a que nos
tienen acostumbrados los historiadores, en el que es difícil atreverse a separar qué
cosa responde a la realidad y qué es producto imaginativo con que se dejaron
llevar como consecuencia de la enorme piedad de los cristianos.
¡Mirad en qué terminó su malogrado casamiento solo por pasar por Zaragoza,
siendo que fácilmente para ir a la ciudad de Narbona podría desviarse por
caminos laterales sin tocar ni entrar por tan despiadado pueblo!
Digo yo, ¿no hubiera sido más lógico y natural que el novio que vivía en la ciudad
gala de Narbona, se hubiese trasladado a Braga para casarse con su novia?
Si uno anda enamorado atraviesa mares y montes con facilidad, porque el amor es
la proa que no atajan ni vientos ni mareas.
¿Tan haragán era el novio, o tan ocupado, que dejó que su novia atravesase media
Europa para que en vez de caer rendida a sus pies cayera muerta a los pies de
Daciano? ¿Cómo se conocieron los novios tan alejados uno del otro? ¿Por
Facebook, por Email?
Y si era noble y rico, ¿no se le ocurrió mandarle un carruaje con soldados y
sirvientes para trasladarla sin peligro?
¿Y qué era esta inmortal mujer: una santa o la Mujer Maravilla que no había
tortura que la matara? ¿Pueden en ésta época ser tenidas por ciertas éstas fábulas
imbéciles y a toda vista fantasiosas sin que haya el más mínimo documento
histórico que las acrediten, si no se cuentan las redactadas por los sacerdotes
desocupados, soñadores y místicos que se rascan las pelotas dentro del Vaticano
inventando éstos descabellados martirios?
¡Cuán grande es la imaginación del hombre y cuán infinita es su inocencia para
tener por cierta cualquier descocada fantasía católica!
El Verdadero Santuario Católico 87

¡Alto! ¡En ésta historia hay un error o un inadmisible olvido!


Dice la biografía de santa Engracia que salió de su pueblo hacia Narbona
acompañada de su tío Lupercio y diez y siete nobles que asistirían a la boda como
invitados y que además acompañaba a la santa una sirvienta llamada Julia, que
iba de colada, a la cual no se la nombra nunca más ni figura entre los mártires
decapitados.
¿Qué pasó con Julia, que no dice si fue decapitada con su patrona o con los
Dieciocho Mártires de Zaragoza? ¿No serían diecinueve los Mártires contándola
también a ella?
¡Yo quiero saber qué pasó con Julia, y si el Vaticano no me lo dice, tendré la
historia de Engracia como una de las más grandes fábulas creadas bajo sus
santísimas cúpulas! ¡Es sumamente importante encontrarla!
La festividad de Engracia se celebra, junto a la de los dieciocho mártires llamados
los Innumerables Mártires de Zaragoza, el 3 de noviembre.
Así dice el Señor:
Hermanos santularios, creed firmemente en éstas fábulas de santas inmortales y
conseguid sus estampitas que mucho te ayudarán como intercesoras ante Dios y a
darte paz y tranquilidad cuando ardas en los infiernos.

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88 El Verdadero Santuario Católico

San Valentín
(Santo de los Enamorados)

La tradición de alabar el día de San Valentín, o fiesta de los


Enamorados que celebra la iglesia católica el 14 de febrero, se
remonta desde más o menos al año 270 cuando gobernaba
Roma el emperador Claudio II, El Gótico, que era un loco de la
guerra.
Hay en realidad tres santos, por falta de uno, de existencia
dudosa y discutida con el mismo nombre de Valentín.
En 1969 se lo retiró del calendario litúrgico católico porque por
fin se dieron cuenta que su historia era fantasiosa y sin prueba
alguna que la sostuviera.
Un cráneo atribuido a San Valentín Mártir se conserva dentro
de una urna de cristal, a la vista de los fieles, en la Basílica de
Santa María de Cosmedín en Roma. ¡Aj! ¡Qué asco!
Y la historia es así: el emperador Claudio desde niño no tenía otro pensamiento
que inventar armas mortales para la guerra, y se dice que fue el creador de la
honda o gomera con horqueta de paraíso, la cerbatana y los bodoques de barro
cocidos y secados bajo el sol.
Ya grande, siendo emperador, redactó un edicto en el cual prohibió que los
jóvenes soldados de sus huestes se casaran, y guay del que tenía novia o se
masturbara, porque quería que constantemente se dedicaran en cuerpo y alma al
duro entrenamiento para los combates. ¡Mirad que peregrina idea!
Pese al edicto, tomó bien en el culo, porque los soldados, a fuerza de cogerse entre
ellos, se hicieron putos, que buenas son las tortas cuando no hay pan, y dentro de
las filas, empezaron a surgir matrimonios gay en el anonimato, ya que aún no se
había promulgado la ley de matrimonios igualitarios o casamientos del mismo
sexo.
El caso es que en todos los combates, los soldados de Claudio salían con el culo
roto, vencidos, vejados, ultrajados y violados.
Echaban culo ante cualquier garrote.
Las tropas enemigas constantemente les tendían emboscadas y los atacaban por
retaguardia, a fin de cogerlos desprevenidos.
Viendo tal desatino del gobernador y que cada día la población disminuía al no
haber nuevos nacimientos, san Valentín, un joven obispo romano, que también era
médico, empezó a llamar a su iglesia, por supuesto siempre en secreto, a las parejas
de novios para unirlos en matrimonio, sin tener remilgos en casar lesbianas u
homosexuales entre sí, como hace hoy el catolicismo, porque Dios es amor, decía
Valentín, mientras que la Biblia dice: “Si dos hombres yacen juntos, ambos
perecerán”.
El Verdadero Santuario Católico 89

El emperador Claudio “El Gótico”, que no quería ni a la madre que lo parió, se


enteró de las andanzas del obispo y mandó a decapitarlo el 24 de febrero de 270.
La tradición, ya que no existe ni un papelito que lo confirme, dice que estando en
su celda esperando el día en que un verdugo llamado Asterius cortaría su cabeza,
y que no creía en Dios, retó a Valentín para que curara a una de sus hijas, que
sufría ceguera.
Valentín dijo que haría el milagro investido con el poder del Señor y lo intentó,
pero las cosas dieron un giro inesperado, ya que a fuerza de haber visto a tantos
enamorados ante el altar, por imitarlos, se enamoró perdidamente de la hija ciega
del carcelero, que tendría no más de doce años y que ya andaba calienta.
Este Asterius del verdugo es otro nombre inventado por la iglesia, ya que bien
podría ser Aslaurius, Asaurus, o Vinagrus que todos quedan bien para que la
historia sea creíble, siempre que termine en us, por darle un toque latino.
Créase o no, en su fe Valentín devolvió la vista a la ciega, pero le quitó la
virginidad en un tempestuoso romance entre barrotes.
Los fríos hierros de la celda no impidieron el amor de los dos enamorados,
cogiendo parados mientras el verdugo, padre de la chica, dormía en la celda
contigua. Viendo el milagro de Valentín a los ojos de su hija, y la felicidad en la
que estaba inmersa, Asterius se hizo cristiano y renunció a sus funciones de
verdugo, perdiendo su antigüedad y su próxima jubilación que estaba ya a un
paso de concretarse, a través del Ansés que ya existía en ésa época.
Cuando el verdugo que lo reemplazara, vino a buscar la cabeza de Valentín con su
afilada hacha, él le pidió un tiempito de retraso para escribir una famosa carta de
amor a su amada, la hija de Asterius, una de las más sublimes que viera el mundo,
la cual terminó con la frase “De tu Valentín”, lo que con el tiempo se transformó en
“Día de San Valentín” Por supuesto, como es una patraña inventada por los
sacerdotes encargados de desviar al pueblo hacia la adoración de un santo antes
que a Dios, no se encontrará ni la más mínima pizca de la carta.
El suceso se hizo tan popular que de ahí en adelante se fue celebrando año tras año
el Día de los Enamorados o Día de los Novios.
Pero la verdad es otra diferente a la que creen los católicos.
En la historia hay tres Valentines, pero no hay datos fehacientes que
protagonizaran ésta amorosa fábula, ni que vivieran en tiempos de Claudio II y
que huele a invento de sacerdotes imaginativos, por lo pía y bondadosa.
Un amor idílico entre barrotes donde la ciega recupera la vista y el sacerdote
enamorado coge parado hasta perder la cabeza, no por ella, sino por el hacha del
verdugo. Lo de que era médico está puesto por imitar a Lucas de los Evangelios, sin
que haya prueba alguna de ello.
Tampoco existe la carta que ella nunca leyó, porque siendo ciega antes nunca fue
a la escuela, y siendo analfabeta, maldición peor que no ver, nunca la leyó, y
tampoco se sabe que conociera el sistema Braille ni que Valentín escribiera en ese
método.
90 El Verdadero Santuario Católico

En definitiva, se puede decir igual que escribió una carta, una esquela o un libro,
porque no hay la más mínima prueba de que cualquiera de estas cosas fuera
cierta.
La realidad es que unos días antes de la celebración de San Valentín, se celebraba
la fiesta pagana y romana de las Lupercales en que se veneraba a Luperco, dios
ítalo de los pastores que representaba la fertilidad de los campos y de los rebaños,
y por extensión, la fecundidad de las pastoras que cogían con los pastores entre los
yuyos del monte mientras las ovejas balaban de hambre y sed.
Durante esta fiesta las mujeres esperaban ser golpeadas con látigos hechos de piel
de cabras y perros, mojados en la misma sangre de estos animales, ya que creían
que este ritual les otorgaba fertilidad. ¡Con razón hay muchos perros y cabras!
Siglos más tarde, en el año 496, el Papa Gelasius I prohibió la celebración de
Lupercalia e instauró el 14 de febrero como día de la fiesta de San Valentín.
Viendo la gran cantidad de idólatras que tenía el dios Luperco, tantos como hoy
tiene el santo Gauchito Gil, los curas que no son bobos, lo fueron reemplazando por
Valentín, santo tan imaginario como el otro, y promovieron y difundieron las
referidas patrañas que inventaron en una historia pía y amorosa, obligando al
crédulo pueblo católico a la costumbre de enviar tarjetas de felicitación u ofrecer
algún regalo a la pareja elegida en prueba de amor.
La festividad de san Valentín era celebrada por la Iglesia católica cada 14 de
febrero porque es el tiempo en que los pajaritos comienzan a coger a cada ratito,
principalmente los gorriones que en segundos saltan de una hembra a otra y cuyas
cópulas no duran siquiera un segundo, visto lo cual, la iglesia católica, con el papa
Gelasio I, santificó a Valentín como un santo que se veneraría para el culto a la
fertilidad.
Pero en 1969, la propia institución dejó de celebrar y nombrar al santo, por
considerar que no había pruebas para demostrar su existencia, y se lo borró del
mapa litúrgico.
En 2014, el papa Francisco decidió participar en la celebración de San Valentín,
en un intento por devolverle el sentido religioso a esta festividad surgida en
principio para contrarrestar a las paganas lupercales.
Un cráneo atribuido a san Valentín Mártir se conserva dentro de una urna de
cristal, a la vista de los fieles, en la Basílica de Santa María in Cosmedin en Roma.
¡Santo Dios, ésta es una religión de cráneos putrefactos!
Los católicos le tienen mucha devoción y es invocado para curar la epilepsia y la
picazón del culo sin bañarse.
A partir del siglo XV se le representa con un niño tendido a sus pies.
En América, hacia 1842, Esther Ángel Howland comenzó a vender las primeras
tarjetas postales masivas de san Valentín, conocidas como “valentines” con
símbolos con la forma de corazón o del ángel Cupido.
También desde ése día es común la tradición de regalar rosas a aquellas personas
a las que uno tiene un afecto especial.
El Verdadero Santuario Católico 91

Ahora bien, ¿están éstas tonterías mencionadas o permitidas por la Biblia?


La Biblia confirma que los antiguos cristianos intercambiaban regalos en señal de
amistad y hermandad entre los que difundían los Evangelios, siguiendo aquello
de hacer al prójimo lo que gustarían que hagan con uno.
¿Se puede catolizar una patraña pagana que no teniendo una base cierta ni
fehaciente se la da por verdadera por el solo hecho de atraer a los adeptos al
santuario católico?
Y sobre todo, ¿qué importancia o relevancia puede tener una fábula por amorosa
que sea, para la salvación del hombre?
¿Por qué dice entonces el Señor?:

“Yo soy el camino, la verdad y la vida”

**********************
92 El Verdadero Santuario Católico

Santísima Virgen de Itatí


(Diosa romana y correntina)

Esta imagen de la virgen y toda su leyenda misma,


infinitamente venerada e idolatrada con más fuerza que al
Jesús Salvador, tiene una historia muy particular y
tremendamente estúpida, y tan arraigada en el ignorante
pueblo correntino, que pareciera no haber bruto alguno
que no la crea a pie juntillas.
Tal es la fuerza de las mentiras predicadas por los
sacerdotes para atraer tontos a la santísima obra de
quitarles sus dineros y sus bienes, en ofrendas y
donaciones, y desviarlos de la salvación gratuita que solo
viene del creer en el Hijo de Dios.
El Santuario o Basílica de Itatí, ha dado más ganancias al
Vaticano, que impuestos de mil campos correntinos al
Estado. Resulta que hace muchos años, dicen, unos sacerdotes españoles que
buscaban por la zona de Itatí un buen lugar para fundar un pueblo con dicho
nombre, arrastraban una gran imagen de la virgen María hecha en dura madera
de nogal la cabeza y timbó el cuerpo, tan pesada e incómoda que en su traslado,
los hacía sudar hasta por el culo.
La tal imagen de la virgen era de un metro y medio de altura, y de tal peso, que
parecían arrastrar una piedra de varias toneladas de las mismísimas pirámides
egipcias.
Estos curas idólatras venían bajando el río desde Asunción, buscando un lugar
adecuado y propicio para la fundación de una nueva ciudad.
Los padres jesuitas debieron ir bajando hacia el sur debido a los constantes
ataques de los aborígenes rebeldes, llevando siempre consigo esa preciada
imagen, hasta llegar con muchos esfuerzos a la zona del Yaguarí, que estaba a
cargo de Fray Luis Gámez, y sería esa la primera imagen de María Madre de Dios
que conocerían y venerarían los nativos.
Hallado un lugar adecuado, en lo que es hoy Toba Cué, se le construyó un humilde
oratorio con las piedras que abundan en el Paraná.
Una noche en que todos descansaban de tan ardua labor, la imagen fue robada
por los indios que eran más inteligentes que los curas, ya que no creían en la ilusa
virgen y adoraban más bien al Gauchito Gil, dios real y palpable.
Pensaban los indios que era una soberana y tamaña tontería desechar al Gauchito
Milagroso para seguir a una mujer que solo prodigaba ternura pero no milagros, y
para terminar con ésta tontería, la arrojaron de cabeza al río donde se hundió
lentamente porque era de madera que no flotaba ni sostenía.
Fue a parar al fondo del río.
El Verdadero Santuario Católico 93

Sobrevivía por la zona un indio pelotudo llamado José que tenía dos docenas de
hijos a los que alimentaba con lo que sacaban del río, o sea de la pesca, y en una
ocasión en que el río bajara su caudal, sus hambrientos niños se fueron a jugar
hasta el recodo del profundo cauce del río, frente a la llamada Isla Verde.
Cuál sería el asombro de los niños al ver sobre una piedra, parada, con su misma
indumentaria tallada y el mismo noble y piadoso porte de súplica a Dios o al
Diablo, la imagen arrebatada de la iglesia de la reducción, rodeada de una luz
brillante y de una música celestial interpretada con instrumentos de cuerdas.
Sí, señores, parecía que la Sinfónica de Londres la arrullaba con violines,
violonchelos y contrabajos.
Para mentir, hay que mentir en grande.
El padre doctrinero fray Luis Gámez fue informado enseguida y organizó el
traslado de la imagen para retornarla nuevamente al Yaguarí.
Los curas se pusieron alegres y contentos cuando recuperaron su ídolo tan
preciado, e hicieron un gran asado con chupandina incluida.
Libaron vino como locos, hasta quedar dormidos, y he aquí que los indios entraron
nuevamente al campamento, y en vez de degollarlos a todos, resolvieron darle un
castigo peor que derramar sangre: volvieron a robar el ídolo de pesada y dura
madera.
Quítale al idólatra su ídolo y lo dejaras desnudo de amor.
Con la virgen a cuestas, huyeron sin que los sacerdotes despertaran de la
borrachera que tenían, y sin darse cuenta del peligro que pasaron estando
dormidos.
Los indios en medio de risas y burlas a la imagen la volvieron a tirar al río para que
fuera alimento de los peces y de la pudrición.
Pero he aquí que tres días después la volvieron a encontrar en el mismo sitio
anterior, parada sobre una piedra, con lo que el padre doctrinario comprendió que
la virgen quería quedarse allí para que se la venerara.
Los sacerdotes locos de contentos la volvieron a abrazar y adorar dándoles besitos
y caricias al apreciado ídolo.
Era para ellos el regreso del hijo pródigo, el José hallado en la abundancia de
Egipto, el Sansón que los vengara de los filisteos, y volvieron a festejar con otro
gran asado y nuevas borracheras.
Cuando se les pasó el efecto alcohólico comprendieron que la virgen quería
quedarse en ése lugar, quizá para ser nuevamente raptada y bañada por los
indígenas, vaya uno a saber.
En consecuencia, el padre Gámez resolvió trasladar la población a las
inmediaciones del lugar del hallazgo.
Por otra parte, Yaguarí debía forzosamente trasladarse, ya que su situación se
prestaba a los atropellos, mientras que el lugar del hallazgo, por lo alto y abrupto,
era más favorable para la defensa contra las irrupciones de los salvajes.
94 El Verdadero Santuario Católico

Así se fundó la ciudad de Itatí, con el nombre "Pueblo de Indios de la Pura y


Limpia Concepción de Nuestra Señora de Itatí".
Con el tiempo, el lugar comenzó a conocerse simplemente como Itatí, porque era
más largo pronunciar su nombre completo que el camino para llegar a él, que
viene de la lengua guaraní "ita", roca, y "tí ", blanca, o sea, “piedra blanca”, por los
yacimientos de cal que estaban junto al arroyo Calería.
Muchísimos milagros realizó esta diosa en el transcurso de los años, pero el más
portentoso que se recuerde es el de 1748 (no se sabe el día porque las mentiras no
tienen fecha cierta): un gran malón de indios abipones atacó al poblado, pero
metros antes se abrió una gran zanja en el suelo, como una profunda grieta que
llegaba a los infiernos, y ante el cagazo de caer dentro, los indios echaron culo para
el lado contrario.
Otras versiones dicen que no era la tierra que se abrió, sino que las aguas del
arroyo Yaguarí se abrieron por la mitad (similar a lo sucedido en el relato bíblico
de Moisés) y los rebeldes emprendieron la retirada y se dispersaron, quedando el
pueblo de Itatí a salvo, gracias a la intervención de la Virgen.
El pueblo, que jamás supo qué es lo que se abriera, si tierra o agua, al ser testigo del
hecho acudió a la Virgen en acción de gracias.
Ahora bien, ¿pueden estas estupideces ser más creídas que la Palabra de Dios que
ordena más de ochocientas veces no seguir a ídolos de yeso, metal, madera o
barro?
Ved ahí con vuestros ojos la forma maliciosa en que el Maligno desvía a los
hombres de los caminos del Señor, dándonos milagros estúpidos y de poca valía
para la salvación del alma.

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El Verdadero Santuario Católico 95

Santa Rita de Cassia


(Santa Ilusa)

Parece ser que desde el primer momento de su nacimiento


Dios tenía designios especiales para santa Rita.
Según una tradición, o dos, cuando aún era bebé, mientras
dormía en una cesta, infinitas abejas blancas se agrupaban
sobre su boca, depositando en ella dulce y sabrosa miel sin
hacerle daño y sin que la niña llorara para alertar a sus
padres.
De ahí la costumbre de empapar los chupetes con miel,
para que los bebés no rompan las pelotas llorando por las
noches. ¿Dónde hay hoy abejas blancas y tan buenas?
Uno de los campesinos, que tratando de enderezar un
clavo con un martillo se aplastó los dedos, viendo lo que ocurría, trató de dispersar
las abejas con su brazo herido, y ¡oh milagro! su mano aplastada se sanó
inmediatamente.
¡Qué bueno! ¡Por fin sé que existen abejas buenas, que sanan sin picar!
Aún hoy las milagrosas abejas siguen haciendo de las suyas, después de 200 años
de la muerte de santa Rita, pues en el monasterio de Cascia, las abejas blancas
surgen de las paredes durante Semana Santa de cada año y permanecen hasta la
fiesta de Santa Rita, el 22 de mayo, para desaparecer y retornar en la misma fecha
del siguiente año. Los huecos en la pared, pueden ser vistos claramente por los
peregrinos que llegan hoy al monasterio. Casi todos los insectos con alas hacen lo
mismo que las abejas en la misma fecha, por no soportar heladas que los matarían,
y se van al otro lado del mundo, por lo cual reciben el nombre de migratorias.
¡Y qué devoción sublime es ir hasta el monasterio de Rita a mirar los agujeros de
las abejas en la pared! ¡Qué gran misterio! ¡Venir de tan lejos con los pies sangrados
de tanto caminar para ver los huecos de la pared!
¡Cuánto dinero pierde estúpidamente el peregrino!
Cuando cumplió quince años, en vez de estudiar y terminar la secundaria, Rita
manifestó el deseo de consagrarse a la vida religiosa.
También quería ser actriz de cine, pornostar, trapecista de circo, famosa deportista
o gran matemática, o sea, andaba dubitativa por emprender una carrera en la que
triunfara ante el mundo.
Fue un poco de todo, sin que su anhelo de ser monja fuese oído por los cielos.
Como era costumbre en aquel tiempo, los padres disponían el futuro de sus hijos, y
así la casaron a los dieciséis años con un rico comerciante, que ningún padre que
desea lo mejor para su hija la casaría con un pobre comerciante, o con un
desocupado, o con un plan trabajar que es lo mismo, pues sería un despropósito
inadmisible. Nadie desea el infortunio para sus hijos.
96 El Verdadero Santuario Católico

De manera que sus sueños de consagrarse a Dios vinieron a estrellarse en ama de


casa, lavando platos, ropas y pisos, y los pañales cagados de sus dos hijos, con lo
que vino a saber que el hombre propone, pero Dios dispone.
Su marido fue un hombre de pueblo llamado Paolo Mancini, que era muy
trabajador pero muy timbero. Dinero que pasaba por sus manos, dineros que iban
a parar a una mesa de póker. Tuvieron dos hijos mellizos, Jacobo y Paolo.
Transcurrieron dieciocho años de matrimonio aburrido y cansador que para ella
fueron años de paciencia y resignación.
Amar es tiempo perdido, si no se es correspondido. Su marido amaba más las cartas
y los dados que a Rita. La verdad sea dicha: estaba repodrida de la monótona vida
familiar donde de día solo limpiaba la casa y de noche fornicaba con su marido sin
muchas ganas ni ánimos en el lecho conyugal.
Es más que imposible que una santa, o futura santa, hiciese el amor con entusiasmo
y dedicación, degeneradamente, pues más adelante arruinaría su currículum y su
reputación de inmaculada, y se la remplazaría con la fama de calentona y rijosa, y
gran puta.
Aunque cogía, lo hacía con mucha parsimonia y recato, acorde con una santa en
ciernes. Ella se desvestía detrás de la puerta antes de ir a la cama a coger, y hacía
cerrar los ojos a su marido para que no mirara.
A consecuencia de ello, nacieron dos hijos díscolos y rebeldes por los polvos
apresurados y repetitivos hasta el cansancio que largaba su marido, y para colmo
de males, todavía no se habían inventado los condones, y se usaban en su
reemplazo las bolsitas de helados picolé que generalmente se abrían de largo a
largo, por la costura, preñando los espermatozoides a todo óvulo que encontrara a
su paso. Para su desgracia, su esposo era rudo e iracundo, y de carácter cambiante,
bipolar, que a veces la llenaba de besos y caricias por todo el cuerpo y al rato le
curtía las espaldas a palos, que el que bien te quiere, mal te hace.
Sin embargo, con el tiempo, la actitud piadosa de Rita fue modificando el
temperamento de su compañero, amoldando su corazón a la piedad, el que poco a
poco dejó de cubrirla de besos y caricias para dedicarse más y mejor a las palizas
que le propinaba con un garrote, ni una más ni una menos, lo que la tornó contenta
y esperanzada, porque bien sabía que el eliminar la ocasional ternura del marido,
ya era todo un progreso para cambiar su podrido carácter.
Si su sumisión hizo que su esposo dejara de lado los besos y caricias… ¿por qué no
dejaría, en años venideros, también los palos?
El amor hace cosas que al hombre le es imposible hacerlas.
Le aguardaba, empero, la peor de las pruebas.
Su marido murió en manos de un timbero y asesino, que le ensartó treinta y cuatro
puñaladas porque perdiera una partida de truco contra una flor servida y el as de
espada, cosa que mucho lo enojó, y los dos hijos de Rita, que ya rondaban en los
veinte años, juraron que tomarían sangrienta venganza por mano propia.
Atribulada, Rita elevó al cielo un pedido heroico.
El Verdadero Santuario Católico 97

Debía evitarse un nuevo asesinato, y entonces habló con Dios:


-Señor, llévate a mis dos hijos con una buena muerte, antes que verlos caer en
el crimen. -imploró.
Habrían cometido así el pecado capital de la venganza, que solo pertenece a Dios,
lo que hubiera condenado sus almas eternamente.
Su pedido fue escuchado y la atribulada madre acompañó los restos de sus dos
hijos al camposanto, que murieron con una buena muerte, pero muerte al fin, sin
que se sepa hasta ahora las causas que la provocaron.
Fallecieron ambos al mismo tiempo, al parecer de muerte natural.
Dios hace milagros aún para quitar las vidas de las personas.
Con un amor heroico por sus almas, le había suplicado a Dios que ambos
adolescentes murieran con buena muerte, porque temía que estuvieran
planeando vengar el asesinato de su padre, (la ley de la vendetta).
Ambos se enfermaron y murieron, pidiendo perdón a su madre por todos los
dolores que le habían causado.
Antes que partieran a la estratósfera, Rita los había preparado plenamente para
encontrarse con Cristo, volviéndolos piadosos cristianos.
Esto no se entiende bien: ¿una madre pedir la buena muerte de sus hijos?
¿Qué clase de santa es ésta? ¿Tan fría y despiadada era?
Por más adornos de ternura y amor con que se pinte el heroico pedido, no deja de
ser repulsiva y chocante la asquerosa decisión de suplicar a Dios matar a sus dos
hijos, por más que sea con una buena muerte.
El caso es que Dios escuchó sus plegarias, y llevó sus hijos al cielo.
Quizá, si hubiese pedido la muerte de uno de sus hijos, el otro, solo, no tendría la
valentía de enfrentar al asesino y se hubiese salvado.
Esto es muy raro, inadmisible, ya que para evitar un nuevo crimen bien mejor
hubiera sido que pidiera la muerte, la mala muerte, del asesino y no la buena de
sus dos amados hijos.
Sola y feliz, ya sin la carga de un golpeador marido y de sus vengativos hijos, que
ya descansaban los tres en el camposanto, vendió cuanto poseía y lo distribuyó
entre los pobres, y en 1413 se retiró al monasterio de las Angustias, en la misma
ciudad de Cascia.
Angustia me da a mí al ver la estúpida decisión tomada, en vez de salir a putear
por el mundo disfrutando del dinero de la venta de sus bienes y de su reciente y
preciosa libertad.
Sin embargo, se sentía feliz y satisfecha con la decisión tomada, sin importarle
ceder sus bienes a los pobres, y encerrarse en una solitaria celda, y con ese cambio
de actividad se renovaron sus energías de volver a respirar y vivir la vida.
Pero veamos cómo sigue esta interesante historia que me hace poner los pelos de
punta presintiendo que continuará con un milagro extraordinario.
Transcurrió el tiempo, digamos, diez años de continuos rezos y avemarías, todos al
pedo, porque solo salva la fe puesta en Jesucristo y no otra cosa ni nadie más.
98 El Verdadero Santuario Católico

Arrodillada ante el altar, meditaba un día la pasión de Cristo, cuando vio


desprenderse de un gran crucifico de madera una de las espinas de la corona del
Salvador, que fue a clavarse en su frente.
¡A la puta! ¿Eso pasó?
¿No te dije que presentía un cercano milagro para transformarla en una santa
después de coger con su marido y pedir la muerte, la buena muerte, de sus dos
hijos? Muéstrenme la corona con la espina faltante, por favor, y creo en Santa Rita
siendo su más fiel devoto.
Y esa herida, la de la espina en su frente, no se cerró jamás.
No dice la fábula tampoco si la espina quedó clavada para siempre en su frente,
aunque la historia da entender que la llevó hasta su muerte, que si no fuera así, no
sería creíble, pues bien pudiera ser que algún turista que visitara el lugar, la
arrancara de la imagen para llevarla de recuerdo, sin que Rita tuviera arte ni
parte.
Envejecida, Rita recordaba con deleite su infancia, la casa grande y el jardín
donde naciera, y las rosas tan vistosas y perfumadas que su madre regaba
amorosamente todas las tardes al caer el sol, salvo los días nublados o de lluvia.
Deseaba tener ante su vista una de aquellas rosas de pétalos alilados, orgullo y
creación de la paciente labor de su padre, que era jardinero, aunque algunas
versiones lo presentan como sereno de una fábrica, timbero y camorrero.
Poco después, Rita enfermó gravemente.
Te apuesto, iluso católico, que en seguida viene otro milagro nunca visto para
hacer bien morir a santa Rita, ya que la frase “enfermó gravemente” está puesta
exprofeso para hacerla viajar a la estratósfera en una muerte calma y apacible.
Ese año de 1457, enero fue castigado con tormentas de nieve, aguaceros, lluvias y
tornados, grandes inundaciones y un frío glacial que helaba campos y lagos.
¿Cómo se puede saber las inclemencias del tiempo de la edad media?
¿Ya había Infobae o Infoclima?
Lo que sí se sabe es que la santa no quería irse de este mundo sin tener una rosa de
pétalos alilados entre sus manos, para regalar a la virgen María allá en el cielo,
que estaba sentada a la derecha del Padre.
-¿Dó encontrar una rosa para la monja moribunda, siendo un invierno de fríos y
nieves? -se preguntaban vecinos y otras monjas del convento.
En el mercado de flores, escépticos respondieron:
- ¿Rosas en el mes de enero? Nunca.-
En los comercios de Todo por 2 Pesos había, pero de origen chino, y solamente de
tela y papel crepé, y de tan mala industria que quien las compraba llegaba a su
casa solamente con el alambre del medio forrado de verde, ya que sus coloridos
pétalos, flores y hojas fáciles se desprendían por el camino.
Imaginad si la santa llevara al cielo tamaña porquería china, siendo el camino tan
dificultoso, de seguro no llegara ni el alambre del tallo.
El Verdadero Santuario Católico 99

Escribieron a otros países, excepto a países de América, continente que aún no


había sido descubierto, pidiéndola sin lograr obtenerla.
¡Miren los esfuerzos que se hicieron para conseguir una rosa alilada para que la
santa bien muriera!
Esta historia de buscar una rosa sin conseguirla por todas las comarcas vecinas y
otros continentes, me hace acordar de un antiguo cuento que contábamos los
bachilleres, en el que un conde que deseaba fumar antes de acostarse, mandó en
plena noche de tormenta y lluvia a su lacayo a comprar fósforos al pueblo, y no
consiguiéndolos por estar cerrado el comercio, decidió mandarlo a otro pueblo
cercano, y luego a otro sin conseguir su objetivo.
El lacayo iba en bicicleta cubriéndose de la lluvia con un paraguas que se daba
vuelta a cada rato por el fuerte viento, por caminos de tierra lodosos y pantanosos,
embarrándose y empapándose hasta los guevos.
Pero no consiguió ni el más mínimo fósforo que permitiera encender el pucho de su
amo, por estar cerradas todas las puertas de los comercios donde golpeara.
Visto el fracaso, ya despuntando el nuevo día, el amo le dijo al criado:
-Bueno, mala suerte. Apaga las velas y echémonos a dormir que mañana será
otro día.-
No me digas que no entendiste el cuento ni descubriste el chiste: las velas estaban
encendidas en la casa del conde y éste pelotudo mandó al criado a comprar
fósforos para encender su cigarro, en plena tormenta y lluvia.
Dejemos en paz al conde y al lacayo, pobrecitos, que nada tienen que ver con la
vida de santa Rita.
Una mañana se halló en su casa natal de Roccaporena, una rosa, una sola, que
acababa de florecer por milagro, ya que era invierno por aquéllas tierras europeas
y hacía un frío a cagarse, como se relató antes.
Y la rosa parecía ofrecerse aromática, perfumada, con sus extraños pétalos de
suave color lila, solo para Rita.
¡Qué bien! ¡Qué suerte!
Urgente se la llevaron a la santa, que al verla pareció revivir de alegría.
Pero no, fue una efímera ilusión, ya que minutos después Rita expiró el 22 de
mayo de 1457 en su pueblo natal de Cascia, con la referida rosa entre sus santas
manos. Pero… ¿No se dijo antes que el enero de ése año era frío y lluvioso y
pasándolos viva vino a morir recién en mayo, cuatro meses después que
enfermara?
Pudo, en fin, morir en paz, con su anhelo cumplido, llevándose la rosa a los cielos
para ofrecerla a María su Salvadora.
Se dice que la rosa alilada ascendió con el alma de la santa, pues por más que se la
buscara en la mesita de luz o bajo la cama, jamás apareció.
¡Qué bien! ¡Qué suerte que se cumpliera su deseo!
De ahí en adelante, numerosos fieles acuden a ella, pues santa Rita es la patrona
de las cosas desesperadas, o como también se dice, de los imposibles.
100 El Verdadero Santuario Católico

Cuando se te pierde algo y lo buscas desesperado, así sean las llaves de tu casa o el
papel higiénico del baño, debes implorar a santa Rita de la siguiente manera:
-Santa Rita, santa Rita, lo que se da no se quita- (pedir luego treinta y
tres veces, la edad de Cristo, lo que se haya perdido o el deseo, que por su
santa intercesión será cumplido)

O también orar de la siguiente manera:

“Oh Dios, que en tu infinita ternura has sido bondadoso para escuchar la
plegaria de tu sierva Santa Rita, y otorgas a su súplica lo que es
imposible a la vista, conocimiento y esfuerzos, en recompensa de su
apasionado amor y firme confianza en Tu promesa, ten piedad en nuestra
adversidad y socórrenos en nuestras calamidades, para que el no
creyente pueda saber que Tu eres la recompensa del humilde, la defensa
de los sin esperanza, la fuerza de aquellos que confían en Ti, a través de
Jesucristo, nuestro Señor. Ruega por nosotros, sagrada Santa Rita, para
que seamos dignos de las promesas de Cristo”

Dime, tonto lector, a ti te digo, ¿te gustó la historia de santa Rita?


¿No es fina? ¿No es creíble?
Pues a fe te digo que si juntas diez estampitas de ella, y las guardas debajo de tu
almohada constantemente, no serás salvo ni ahora ni nunca por cambiarla por
Jesús, pero tu ídola estará siempre bien planchada y lisa por el peso de tu pesada
conciencia de idólatra...
Oh, no hagas esto, lo de guardar sus estampitas bajo la almohada, ni de ella ni de
nadie, que estas historias son fantasías para perderte, y que solo las adorné con
estas pavadas de devociones y cábalas para que veas que tengo más imaginación
que los putos curas que te las hacen creer, indignas de tu inteligencia de marmota.

**********************
El Verdadero Santuario Católico 101

El Gaucho Lega
(Santo Autonomista)

Algún día que ande al pedo como quien dice, entre Ud. al
cementerio de Saladas en la provincia de Corrientes por
un rato, no eternamente quiero decir, y quedará
admirado y sorprendido al ver una fastuosa tumba
colorada bien en su entrada.
En verdad la tumba es un mamarracho, y voto a Satanás
que jamás le aconsejaría yo visitarla, pero como tengo
que describir la vida y muerte del santo Lega, allí
enterrado, le aconsejo conocerla, para que vea con
propios ojos ser verdad lo que digo.
Toda pintada de rojo, con grandes banderas del mismo color, e infinitas velas
consumidas por doquier que semejan escupidas de borrachos, o flemas de tos
convulsa, jarrones rotos con restos de flores, cintitas coloradas, herraduras con siete
agujeros, cagadas de gatos y perros, repulsivas cruces de madera y metal, vómitos
y orines nauseabundos, mantas, escapularios y mantillas religiosas, etc., que
forman su inventario.
Si dije fastuosa tumba fue porque no se me vino otro término para describir la
pudrición y asquerosidad en la que se levanta, y la idolatría que genera en el
pueblo correntino el santo que ocupa semejante y asqueroso mausoleo,
descansando entre ésas inmundicias profanas.
Es la tumba del gaucho Olegario Álvarez, conocido con el nombre de "Gaucho
Lega", que nació en Saladas en 1871 y murió acribillado por la policía el 23 de
mayo de 1906.
Este santo profano inspiró una profunda oleada de heroísmo en esa tierra de
héroes, y no sólo de los héroes que deambulaban por la zona, pues también en
Saladas había nacido el sargento Cabral, que en el combate de San Lorenzo salvó
de la muerte al general San Martín, otro correntino de ley.
Siendo joven, en un comité autonomista, mató a un hombre en pelea, y poco
después, en un duelo criollo, dio muerte a otro gaucho, a quien llamaban Poncho
Café, que era pariente de las autoridades locales, por lo que no se lo perdonaron,
siendo condenado a cadena perpetua.
Pasó doce años en la Penitenciaria de la capital de Corrientes condenado por
asesinato hasta que logra fugarse en 1904, gracias a que los pelotudos policías que
estaban de guardia salieron a la vereda a mirar los corsos en una noche de
carnaval que se realizaba en una amplia calle de tierra que después se llamaría 3
de abril, y que actualmente termina en el puente que hermana a Corrientes y
Resistencia.
102 El Verdadero Santuario Católico

Ya en libertad, se le unen otros gauchos perseguidos o alzados y forman una banda


muy famosa en la región que se escondía en los montes y esteros de los
departamentos de Saladas, Concepción, San Roque y Mburucuyá.
Lega era un bandido rural, y se decía que robaba dineros a los ricos y se los daba a
los pobres, y ha de ser cierto, ya que al revés no podría ser jamás, porque los pobres
nada tienen que puedan servir a los ricos, si no es mugre y piojos, y menos que
menos dineros.
Así, entre sus botines podían encontrarse dineros, monedas y lingotes de oro.
Vivía en las entrañas de la tierra, y dormía bajo los recovecos de un gigantesco
ombú. Por ser autonomista es considerado en Corrientes un “santo colorado”
aunque también existen "santos celestes" del Partido Liberal, como Francisco José
López en la zona de Esquina.
Pareciera haber una ambiciosa rivalidad entre ambos partidos políticos en hacer
la mayor cantidad de santos con sus colores distintivos.
Dios no fue ningún boludo al prohibir en el segundo Mandamiento las imágenes
de hombres y de cualquier cosa bajo los cielos, del color que sea.
Pero en el caso de Lega, era autonomista, por lo cual su tumba está repleta de
banderas rojas.
Formó, pues, con los fugados y matreros de la región una gavilla peligrosa y
asesina junto al mentado Aparicio Altamirano (otro "santo profano y
extrapartidario católico"), y con Adolfito Silva, que fuera su lugarteniente.
Los tres se volvieron inseparables.
Al poco tiempo se les atribuía, entre otros delitos, el asalto a una estancia, asesinar
al propietario, a su esposa e hijos, y colgar sus cabezas del alambrado, porque se
negaron a proveerlos de comida, pan y vino para saciar el hambre y la sed
mientras huían de las autoridades.
Y así continuaron sus días, en estado de rebeldía.
Se cuenta que la policía de los pueblos circundantes tenía tanto miedo a éstos tres
asesinos que llegando el atardecer, todos los agentes se encerraban en las celdas
de la comisaría para protegerse, y no abrían la puerta de calle ni atendían a nadie
que viniera con alguna queja hasta que amaneciera el nuevo día.
No había por las noches certificados de supervivencia, cambios de domicilio ni
constancias de buena conducta, quejas por ruidos molestos y menos permisos para
realizar bailantas.
Y lo que más enfurecía al comisario era que la gente del pobrerío ayudaba
incondicionalmente al Gaucho Lega, por su condición de paria, fugitivo de la
justicia, desposeído de todo, que destripaba con su facón a políticos corruptos,
jueces injustos y curas degenerados.
Sin embargo Lega demostraba hondos sentimientos solidarios hacia los sectores
humildes y el rancherío.
Comentaban que era invulnerable e inmortal, por cuanto portaba en el cuello una
extraña reliquia que lo protegía de todo peligro.
El Verdadero Santuario Católico 103

Era un amuleto de las antiguas tribus guaraníes, confeccionado por el "abá payé"
(padre hechicero).
Este fetiche, amuleto o "curundú" consistía en una pequeña cruz hecha con un
pedazo de una campana "cué" (vieja) de una iglesia católica, especie de talismán
milagroso que preservaba de la muerte a quien la portara.
Hubo tal aceptación de ésta tontería que gauchos incultos hubieron que para
mayor efectividad del hechizo, robaron de las iglesias las enormes campanas de
sus torres y se las colgaban del cuello arrastrándolas pesadamente para no morir
nunca. Sin embargo, morían por el enorme esfuerzo de arrastrarlas.
Una siesta en que el gaucho Lega dormía plácidamente bajo un umbroso
sicomoro, fue rodeado por una pequeña partida de doscientos policías, cincuenta
cabos, treinta sargentos y el comisario, los cuales, ante la negativa del reo de
rendirse buenamente y en paz, lo acribillaron con ciento noventa y nueve certeros
balazos de la tropa, y un bodoque duro de arcilla que le arrojó con una onda un
agente medio chambón al que se le trabara el fusil.
Fue acribillado y luego colgado de un árbol.
Los soldados, por burlarse, tenían que pasar y cortarle una parte de su cuerpo, y así
uno le sacaba las tetillas, otro un dedo y cual una bola.
Sin embargo, el santo milagroso no moría, como todos los santos.
De acuerdo con la leyenda, esto pasó el 13 de mayo de 1906, pero como Lega "no
podía morir a pesar de tener ciento noventa y nueve chumbos en el pecho y el
bodoque de barro inserto en la frente", debió pedir a sus captores que le
desprendieran la cruz sujeta al cuello, lo que se hizo.
Murió en santa paz y con una santísima tranquilidad de conciencia, y hoy está en
el cielo, a la derecha del Padre, intercediendo por todos aquéllos buenos católicos
correntinos que son sus fieles devotos.
Su cadáver fue sepultado con muchas pompas y honras en el cementerio de
Saladas, cuya tumba está totalmente pintada de color rojo, con abundantes placas
de agradecimiento por los milagros otorgados, y banderas rojas sostenidas por
largas tacuaras.
Como contrapartida a su desdichada muerte, su fama se agigantó hasta los cielos,
y renació como mártir asesinado injustamente y como gaucho legendario y
milagroso.
La imaginación pueblerina, que nunca duerme, y la estupidez e ignorancia
siempre despierta del correntino, acrecentó en pocos años su fama de milagroso.
En cuanto al amor, Lega tampoco se quedó corto con la leyenda y el romanticismo.
Un atardecer, amparado por las sombras y el canto de los primeros pájaros
nocturnos, dejó su caballo detrás de la casa de un tal Lafuente, oficial primero de
policía, y como un yaguareté que ha tomado todas las mañas de su perseguidor
para no ser cazado, esperó que el oficial vaciara su botella de ginebra sentado en
un sillón, y sólo cuando notó que la autoridad se había dormido, Olegario
sigilosamente fue al rescate de su novia, Ángela Alegre.
104 El Verdadero Santuario Católico

La muchacha permanecía recluida en la casa del oficial desde que Lega escapara
de la cárcel, para ocuparla de señuelo y aprovechar de paso para echarle unos
buenos polvos con la cautiva.
La sola sonrisa y el beso de Ángela justificaron la imprudencia de acercarse de
nuevo a Saladas, donde era buscado y fácilmente reconocible.
Dicen que Ángela se quedó junto a él hasta el mismito momento, el 2 mayo de
1906, en que la partida policial terminó con la vida de Olegario Álvarez, y
también con la de Adolfito Silva, en el paraje denominado Juruti, en Rincón de
Luna. Aparicio Altamirano pudo escapar y fue muerto en 1932.
Leguita, como se lo llamaba cariñosamente, con apenas 35 años fue acribillado a
balazos por la Policía, que dio cuenta de su muerte con gran alarde.
Cuando la Policía bajó el cadáver atado al caballo, el cuerpo emitió unos
quejidos, tal vez por el aire que aún tenía en los pulmones y expulsara por la boca,
aunque algunos historiadores quieren afirmar que su último suspiro fue en
realidad un soberano pedo del caballo que lo transportaba, al verse libre de
semejante peso. Se dijo entonces que aún estaba vivo.
En el patio de la comisaría, sólo después del largo traslado de su cuerpo a lomo de
caballo, le quitaron el “curundú” del cuello, un amuleto con forma de cruz,
confeccionado con el metal de una campana de iglesia católica.
El amuleto no servía si se lo hacía con una campana de escuela, o de una estación
de trenes o de una iglesia evangelista, sino de que indefectiblemente debía ser de
una iglesia católica, que es la que se dedica a inventar éstas historias.
Según cuenta la leyenda guaraní, gracias al payé y pese a haber sufrido heridas
de gravedad en muchas ocasiones, Lega no moriría hasta que se lo quitaran.
Él mismo, dicen, aún muerto, pidió a sus captores que se lo sacaran para poder
descansar en paz, con voz profunda de ultratumba.
Poco a poco, con el correr de los días, las andanzas de Olegario se volvieron parte
de la mitología guaraní.
La creencia popular dice que su ánima vaga por los ranchos ayudando a los
necesitados y a todos aquellos que se acuerdan de él, le rezan y le encienden una
vela colorada.
Su tumba tiene frente al cementerio un pequeño oratorio, para elevar oraciones al
cielo y depositar dineros para el milagroso gaucho Lega.
La gente la visita depositando en el suelo velas, flores, paños colorados, y toallas
coloradas para que el alma del santo seque sus lágrimas y su acribillado cuerpo
después de bañarse en la ducha del paraíso, al fondo y a la derecha detrás del
trono de Dios.
También dejan dineros, relojes y anillos que los curas santamente hacen ingresar a
sus arcas para su bien vivir, y el del papa, y cautivados por su condición de santo
milagroso, llegan muchísimos fieles enfermos, tuertos o cojos, con sus ofrendas de
oraciones, misas y novenas, confundiendo ritos paganos y satánicos con
manifestaciones de cultos católicos.
El Verdadero Santuario Católico 105

Hay infinitos documentos que confirman la existencia de altares erigidos en


memoria del Gaucho Lega en diferentes puntos de la provincia de Corrientes.
El más importante de ellos se encuentra en la casa que perteneció a Claudelina
Fernández ubicada en la ciudad de Empedrado donde existe un altar que
conserva como reliquia una falange del gaucho dentro de un capillita de latón
sobre una mesa rodeada de flores, velas, cintas, estolas y todo tipo de ofrendas
siempre rojas. ¡Esto, lo de guardar dedos de santos, lo aprendieron de la santísima
iglesia católica!
¡Qué similitud con los santos católicos verdaderos de quienes se conservan
impolutos esqueletos, cabezas y dedos en iglesias y basílicas!
Se dice que en éste altar al gaucho Lega el viajero puede comprar cintas rojas
previamente bendecidas por un sacerdote, para luego pasarlas sobre la falange
del santo, y después se cose en pequeños trozos en el interior de la ropa como
protección firme y verdadera, y si se tiene algún inconveniente en el diario vivir,
debe decir en voz alta:

"Santo, santo gaucho Lega, ayúdeme en mi camino".

Las cintas pueden ser compradas siempre que se las reponga con otras nuevas y
vírgenes: tienen poder para curar enfermedades y aliviar dolores.
En sus extremos llevan bordadas las iniciales "O.A."
El rancho es constantemente visitado por aquellos que le atribuyen poderes
sobrenaturales a la falange del santo.
Dicen que, aparte de curar enfermedades y dolores, otorga suerte en los juegos de
azar y poder en las peleas. ¡Qué hermosa historia!
Rápido, rápido, hay que beatificar a este asesino, que liquidó sin piedad a una rica
familia de estancieros sin perdonar a mujeres ni a niños porque se negaron a darle
un avío de carne, pan y vino que pidiera para continuar huyendo de la policía.
Esto sucedió en “El Pasito” (General Paz), donde ni los niños escaparon a su
demencial sed de sangre, ni al macabro escarmiento dado al estanciero llamado
Alvarez y a su familia, dejando sus cabezas colgadas de los hilos del alambrado,
con lo cual se pone de relieve la peligrosidad del bandido y sus compinches.

****************
106 El Verdadero Santuario Católico

Santa Lucía
(Santa de la buena vista)

Se estima que Lucía nació en Siracusa, Italia, en el 281 de


nuestra era, aunque nadie tiene la menor certeza, noción,
indicio ni prueba de que esto sea verdadero, ya que lo que
se quiere inculcar no es el lugar de su nacimiento, ni su
cumpleaños, sino las vicisitudes y trabajos por los cuales
pasara para ser santa, y el día de su muerte para adorarla.
Siracusa era una importante ciudad griega que fue
tomada por los romanos en el 212 y era considerada una
de las más progresistas de la provincia de Sicilia, y de
acuerdo con la tradición Lucía era de padres nobles y
ricos, hija de Eutiquia, que vaya uno a saber quién carajos era.
Según algunos, su nombre está inspirado en el texto paulino, “los hijos de la luz”, ya
que Lucía ciertamente significa "Luz para el mundo".
También podría ser un demonio como Lucifer que también es luz en los infiernos.
Fue educada en la fe católica y consagró su vida a Dios e hizo un voto de
virginidad.
Su madre, que estaba enferma, la comprometió a casarse con un joven pagano y
rico, y ella, para librarse de ese compromiso, la persuadió para que fuese a rezar a
la tumba de Águeda de Catania a fin de curar las dolencias que sufría.
Siempre en estas fábulas se utiliza el mismo ardid de que los padres de la futura
santa la comprometen desde los doce años con un joven pagano y rico.
¿Por qué nunca con un viejo católico sucio y pobre?
Como su madre sanó, Lucía le pidió que la liberara del compromiso, le dejara
consagrar su vida a Dios y donara su fortuna a los más pobres.
Su madre accedió en lo que tocaba librarla del compromiso, pero minga que iba a
donar su fortuna a los más pobres. Que los pobres trabajen si quieren comer.
Pero su pretendiente, viendo el rompimiento del compromiso matrimonial, la
acusó ante el procónsul Pascasio de ser empedernida cristiana, en tiempos del
emperador Diocleciano.
El cristianismo había llegado a través del obispo Marciano, enviado por San Pedro.
Y San Pablo estuvo allí tres días de paso hacia Roma.
Hasta aquí, este paso de san Pablo hacia Roma es lo único cierto de la toda la
historia, ya que está asentado en la Biblia, lo demás es incomprobable y agregado.
Cuando nació Lucía, la comunidad cristiana era numerosa y había en el lugar
muchos templos y catacumbas.
Un historiador dice que su padre murió cuando tenía cinco años, y lo que quiso
decir es que ella tenía cinco años cuando murió su padre, y no el padre cuando
tenía ésa edad.
El Verdadero Santuario Católico 107

Los idólatras del lugar peregrinaban todos los años a la ciudad de Catania, para
venerar los restos de Santa Águeda, que había muerto en el 251, durante le
persecución de Dedo.
Vaya uno a saber quién carajo era éste Dedo, o si era gordo o un meñique.
Águeda era venerada por los cristianos, pero sobre todo era muy conocida por los
numerosos milagros que había operado en sus devotos.
Donde haya un milagro, sea blanco o negro, venga del aire o del sol, del vino o de
la cerveza, ahí estará el católico postrado adorando a cualquier cosa que se le
presente, sea animal, piedra, zapatos o gente.
El 5 de febrero de 301, fiesta de la santa, Lucía y su madre peregrinaron hasta
Catania para rogar por la curación de Eutiquia que sufría de hemorragias desde
hacía cuarenta años. No tenía bombacha que se mantuviera inmaculada y limpia.
Esto de las hemorragias de las mujeres es una enfermedad repetitiva en los relatos
de santas y vírgenes, sacado de uno de los milagros de Jesús, y hay tantas
sanaciones y curaciones de este tenor en éstas fábulas, que a veces, cuando estoy
mirando las góndolas de los supermercados, pienso que las toallitas higiénicas y
tampones femeninos se inventaron al divino cohete, o sea al pedo, que con solo
pedir su cura a santa Ägueda, santo remedio.
Las santas nunca tienen éstas hemorragias, sino que siempre las padecen sus
madres o sus abuelas, que sería de mal gusto achacarlas con éstos asquerosos
derrames.
En el templo, Lucía se durmió de aburrida y en sueños se le apareció Águeda
diciéndole:
-Lucía, ¿por qué me pides lo que tú misma puedes conceder? Tu fe ha
alcanzado gracia y tu madre está curada.-
Si no durmiera en el templo, jamás se le aparecería la santa en sueños, y si estaba
durmiendo, ¿cómo pidió la curación de su madre?
Al despertarse, Lucía le contó a su madre el sueño y Eutiquia descubrió que
estaba completamente curada.
¡Cómo! ¿Enseguida descubrió que estaba sana?
Entonces no tendría una minúscula pérdida de sangre, sino una canilla de verter
sangre.
Tendría una hemorragia tempestuosa, imparable, que al curarse se detuviera
instantáneamente para darse cuenta del milagro.
El suceso sirvió para que madre e hija iniciaran una relación más estrecha, y esto
da a entender que la relación entre ambas era más bien muy distendida,
distanciada.
Lucía le confió que había decidido consagrarle su vida al Señor y Eutiquia le
anticipó que había resuelto dejar en sus manos su cuantiosa fortuna.
A su regreso, Lucía comenzó a vender sus bienes y a repartirlo entre los pobres,
para mal de sus males.
108 El Verdadero Santuario Católico

Dejó, sin embargo, su computadora a pedal, con la que abrió una página en
Facebook y todos los días miraba los infantiles dichos y concejos del papa
Francisco Berboglio, y las pelotudas oraciones a María de Patico Cordobés que
prometía que recibirías una fortuna en monedas de oro si ponías “amén”.
El hecho, repartir sus dineros, fue interpretado por las autoridades como un claro
indicio de que Lucía se había hecho papista imitando su desprendimiento a favor
de los pobres.
El joven con el que su madre la comprometiera, dolido de la decisión de la santa
de huir del matrimonio y consagrarse a Dios, al no ser correspondido, se dejó llevar
por su resentimiento y la denunció ante el prefecto. ¡Hijo de puta!
Lucía es la patrona de la vista, y deriva quizá de la cercanía etimológica del
nombre griego “Lucía” con el término latino lux (luz).
Existe la leyenda de que fue la belleza de los ojos de Lucía la que no permitía
descansar a su pretendiente, por lo que ella se los arrancó con un cuchillo y se los
envió por encomienda certificada. ¡Toma para vos! ¡Esto sí que es imaginación!
En sus estampitas se la ve sosteniendo un plato en las manos donde descansan fofos
e inquietos sus ojos arrancados, con miradas estrambóticas y sin rumbo, antes de
hacer la encomienda. ¿Qué haría el novio teniendo solamente los dos ojos de la
amada, si detrás de ellos solo estaba el vacío? ¿Jugaría a las bolitas?
¡A la puta, lo que hay que hacer para conformar a un rijoso pretendiente!
Lleno de remordimiento e impresionado por el valor de Lucía, el pretendiente se
convirtió al cristianismo, como no podía ser de otra manera, y desde ese día fue
bien mirado por Lucía, aunque ya estaba sin ojos.
Se puede mirar también con los ojos del alma.
Una leyenda medieval decía que, cuando Lucía estaba en el tribunal, aun sin ojos,
seguía viendo, y ha de ser cierto, porque de otra manera no podría preparar la
encomienda con que los enviara a su pretendiente.
Este joven, de quien no podrás saber jamás cómo se llamaba, si era alto o flaco, ni
en qué trabajaba, es un personaje ficticio elegido y muy repetitivo para
enamorarse de toda santa y ser luego vilmente rechazado, y como consecuencia
del despecho denunciarla ante las autoridades, que así se escribe la historia de los
santos.
Pascasio era quien gobernaba Siracusa. Pascasio, Pascasio, me suena.
Está en casi todas las fábulas de santas cumpliendo el papel de torturarlas y
decapitarlas.
Cuando Lucía fue arrestada bajo la acusación de ser una cristiana, Pascasio le
ordenó que hiciera sacrificios a los dioses. Entonces Lucía dijo:
-Sacrificio puro delante de Dios es visitar a las viudas, los huérfanos y
los peregrinos que sufren en la angustia y en la necesidad, y ya es el tercer
año que me ofrecen sacrificios a Dios en Jesucristo entregando todos mis
bienes.-
El Verdadero Santuario Católico 109

¡Qué sabias palabras para dejar bien sentado su objetivo de agradar solamente a
Dios! Lo último no entiendo.
¿De qué tercer año, sacrificios y bienes habla?
Irritado Pascasio por lo que dijo Lucía, ordenó a sus soldados a que la llevaran a un
prostíbulo para que la violaran y luego se dirigió a Lucía diciéndole:
-Te llevaré a un lugar de perdición y así se alejará de tí el Espíritu Santo. Irás a
parar a un lupanar donde, aparte de estudiar matemática y filosofía durante el
día, aprenderás el sabio arte de la prostitución por las noches.-
Esto de mandar a las santas rebeldes a los lupanares era un castigo muy común de
la época, aunque para muchas más bien era una bendición y un placer venido de
Dios.
Los soldados la tomaron de los brazos para llevársela, pero por más que se
esforzaban, no podían con ella, ni siquiera moverla un centímetro, como si
estuviese clavada en la tierra; probaron también arrastrarla con cuerdas y
cadenas atadas a sus manos y pies, pero por más que se esforzaban, no podían
moverla. Las cuerdas y cadenas reventaban estrepitosamente.
Inexplicablemente la muchacha permanecía rígida como una gran piedra.
Pascasio hizo llamar a diez forzudos soldados para que llevaran a rastras a Lucía,
pero tampoco pudieron pues sus pies estaban como clavados en el suelo.
Luego hizo traer veinte bueyes, y tampoco logró moverla un centímetro; trajo
entonces cuarenta elefantes y tampoco pudieron despegarla del suelo.
Es más, uno de los elefantes se descaderó y a otro se le herniaron las dos bolas que
cayeron al suelo, del tamaño dos pelotas de fútbol, las que iba arrastrando
dolorosamente por el suelo.
Ay, Dios Santísimo, ¿no tienes mejor imaginación para darnos milagros menos
estúpidos y más inteligentes?
¡La gente te abandona por estas tonterías!
Al enterarse de lo sucedido, Pascasio acusó a Lucía de brujería y por esa razón fue
llevada a la hoguera, pero el fuego no le hizo ningún daño.
¡Epa! ¿Cómo la llevaron a la hoguera si era inamovible?
No, no y no, pelotudo, trajeron junto a ella las leñas y los troncos para quemarla…
Ah, ahora sí entiendo.
Al ver que no se cocinaba ni ardía, ordenó que le sacaran los ojos, pero no pudieron
pues sus cuencas ya estaban vacías de antes, y a pesar de ésa minúscula dificultad,
seguía viendo, con los ojos del alma.
Como se dijo antes, ella ya tenía las cuencas vacías y desiertas por enviarlos a su
pretendiente que estaba enamorado de ellos, y que se sepa, ella no tenía cuatro
ojos como para poder sacarle los dos últimos después que ella se sacara los dos
primeros para despacharlos por correo.
Pascasio, enfurecido, la condenó a ser decapitada.
Pascasio dispuso que primero la atormentaran a lo cual le dijo Lucía:
110 El Verdadero Santuario Católico

-Dios ha dicho: cuando los conduzcan ante los reyes y antes los tribunales de los
príncipes no se preocupen qué dirán o cómo se habrán de defender, porque
entonces no hablarán ustedes; será el Espíritu Santo el que hablará por boca de
ustedes.-
Esto fue consignado seguramente para que la fábula se apoye un poquitín en la
Biblia, cuando Jesús aconseja a sus discípulos dejar que fluya al Espíritu Santo
cuando estén ante el estrado de los jueces y rabinos.
Pero a Lucía ahí no más le aplastaron la lengua y le rompieron la boca con un
martillo, para acallar al Espíritu Santo.
Como Lucía quedara callada y muda para retractarse de sus creencias religiosas,
y por su boca ya no hablaba el Espíritu Santo, ni ella misma por carecer ya de
lengua y dientes, Pascasio se enfureció diciendo:
-¡Serás decapitada, hija de puta!
Este Pascasio gobernador sí que merece ser santo, por su gran tesón y
empecinamiento en sus convicciones y en la efectividad y perfección de su trabajo
de eliminar santas.
El 13 de diciembre de 304 Lucía sintió que su martirio estaba llegando a su fin.
Ella se arrodilló preparada para el golpe mortal del verdugo.
Pero primero pidió hablar con la multitud que se había reunido a su alrededor, a
la cual dijo:
-La persecución de los cristianos está terminando y la paz para la Iglesia es
inminente, así como la caída del emperador Diocleciano.-
Les recordó que en Siracusa ella siempre sería honrada, así como también la
veneración a Águeda de Catania sería imparable.
Cuando hubo terminado de hablar, por señas por supuesto, le cortaron la cabeza
para que no lo siguiera haciendo.
Fue sepultada en el mismo lugar donde, en el año 313, fue construido un Santuario
dedicado a ella.
El relato griego, que data del siglo V, y el relato latino del siglo VI al VII, son
idénticos en lo fundamental, aunque difieren en algunos detalles finales: según el
martiryon griego Lucía fue decapitada, en tanto que según la passion latina, fue
martirizada por uno o varios golpes de espada.
Elija Ud. el que le parezca más apropiado.
Según la tradición, su historia se divulgó por toda Sicilia como la santa que
consagró su virginidad y su martirio a Dios, siendo agradables y propicios para su
salvación, su pureza y santidad.
Y les profetizó que su memoria iba ser venerada en Siracusa y en Catania.
Fue muerta el 13 de diciembre de 304.
Hoy el nombre de Lucía y Águeda se mencionan unidos en la liturgia cristiana.
El cuerpo de Santa Lucía fue depositado en las catacumbas que reciben su
nombre y es considerada la santa de los siracusanos.
Su culto se extendió a otros lugares de Europa y llegó también a América y África.
El Verdadero Santuario Católico 111

Su nombre se incluyó en la misa a partir del año 604, aunque esto es mentira, ya
que aún no existían las misas como tales, ya que es un invento relativamente
actual.
Desde antiguo se la considera patrona de los pobres y los ciegos, de los niños
enfermos y de las ciudades.
Es patrona de los campesinos, electricistas, modistas, chóferes, fotógrafos,
afiladores, cortadores, cristaleros, sastres y escritores.
Se la considera la protectora de la vista por los prodigios que se le atribuyen.
La fórmula aprobada por el Vaticano dice que si a alguien le entra una basurita
en el ojo, que molesta y le hace lagrimear, debe decir:
-¡Santa Lucía, santa Lucía quítame del ojo esta porquería!-
Santa Lucía salvó muchas veces a Siracusa en momentos dramáticos como el
hambre, terremotos, guerras y ha intervenido también en otras ciudades como
Brescia que, gracias a su intercesión, fue liberada de una gran miseria.
En 1955, por expreso deseo del Patriarca Cardenal Roncalli (futuro Juan XXIII), el
rostro de la santa fue cubierto con una máscara de plata.
Para qué, nadie lo sabe. Quizá para que descansara la vista.
Hoy en día, en la mañana del 13 de diciembre, las niñas se visten de "Lucia"
(llevando un vestido blanco largo y una corona de siete velas en la cabeza) y los
niños cubiertos con "stjärngossar" ("chicos con estrellas", debido al sombrero
puntiagudo decorado con estrellas).
Las familias hornean pastelitos (llamados "lussekatter", ("gatos de Lucía",
decorados a veces con forma de ojos) y se los comen después de cantar canciones
tradicionales.
Se presentan los pastelitos también a los maestros de escuela, jueces y políticos de
la región para desearles suerte y que sean justos en sus labores.
Una chica en particular es elegida como "Reina Lucía” de la localidad.
Y finalizando, se puede aseverar con justicia que las dos profecías que hizo Lucía
antes de morir, no se cumplieron correctamente.
Diocleciano murió siendo ya viejo en paz en su cama ejerciendo hasta el último
día el poder de su reinado.
No tiene santa Lucía mucha veneración sino en las ópticas, ni la iglesia católica
nunca tuvo paz como ella vaticinara, ni la tendrá, pues la maraña de tonterías en
que envuelve a sus fieles, las intrigas internas de poder, la avaricia de dineros, sus
tontas y estúpidas ceremonias sin sentido, su celibato y sus idolatrías a santas y
santos, más le traen guerra antes que la paz bendita que logran solamente los que
siguen al Señor Jesús.
*********************
112 El Verdadero Santuario Católico

Papa Juan XII


(Papa cojudo)

Este papa Juan XII es el papa más hijo de puta que la


iglesia católica recuerde con amor y beatitud,
conocido en la historia como “El papa fornicario”, que
fuera hijo bastardo de Alberico II y por tanto nieto de
Marozia (amante de Sergio III) y bisnieto de Teodora
que fuera la esposa del senador romano Teofilacto I,
todos personajes muy influyentes de aquéllos tiempos.
Esta Marozia, junto con su madre Teodora, fueron
conocidas como las más famosas prostitutas de la
época, que a través de sus fornicaciones, intrigas,
enredos y asesinatos, consiguieron poner y deponer
papas a su antojo.
Marozia fue amante de Sergio III, al cual impuso como papa a través del senador
Teofilacto su esposo.
Teodora su hija, que no tendría más de trece años, fue amante de dos clérigos, y
después de la muerte de Sergio III, consiguió hacerlos papas a ambos: Anastasio III
(911-913) y a un tal Landón (913-14), de los que mucho no se sabe porque se
carecen de documentos sobre ellos.
Roma tiene la maldita costumbre de quemar todo papel o expediente de los papas
malignos a su historia pontificia pía y benigna.
La influencia de las dos prostitutas Marozia y Teodora, estaba fundada en su
riqueza y hermosura, y en sus intrigas políticas y amorosas.
El más esforzado de sus amantes era recompensado con la mitra romana...
El hijo bastardo de Marozia, su nieto, y su bisnieto, (una rara genealogía) se
sentaron cada uno a su tiempo en la silla de san Pedro.
Juan XII fue impuesto por su padre antes de morir en 954, y elegido papa tras la
muerte de Agapito II.
Informes de su tiempo concuerdan con su desinterés por lo espiritual, su afición a
placeres groseros y su vida disoluta sin inhibiciones.
Por vía paterna Octaviano era nieto de Marozia y a su vez bisnieto de la senadora
Teodora, dos mujeres que hicieron y deshicieron a su antojo los cargos eclesiásticos
en la Roma papal, decidiendo quiénes debían ser nombrados pontífices, teniendo
innumerables relaciones sexuales con los hombres más poderosos de la época y
siendo las artífices de lo que se conocería como el tiempo papal de la
“pornocracia”.
Al acceder al pontificado tomó el nombre de Juan XII.
Lo sorprendente es que Octaviano fue escogido para el cargo de papa cuando
contaba con tan solo 17 años de edad y ninguna preparación para ello.
El Verdadero Santuario Católico 113

Era un adolescente acostumbrado a vivir entre lujos, caprichos y lujurias y el


hecho de ser nombrado papa no dificultó para que siguiera llevando su disoluta
vida.
Durante su pontificado, considerado como uno de los más nefastos de la historia de
la Iglesia por la catadura moral del pontífice, el rey Berengario II de Italia intentó
extender su soberanía sobre territorios de la Iglesia lo que impulsó a Juan XII, en
960 a solicitar la ayuda del rey alemán Otón I, ofreciéndole como recompensa la
corona imperial.
Otón penetra en Italia y toma Pavía, ciudad que ya había tomado durante el
pontificado de Agapito II, pero en esta ocasión se dirige inmediatamente a Roma
donde es coronado emperador el 2 de febrero de 962, haciendo que tanto el papa
como el pueblo romano les prestaran juramento de fidelidad.
Con esta coronación nacía el Sacro Imperio Romano Germánico.
De hecho, en el lapso que abarca entre los años 880 y 1046, un total de 48 papas
ostentaron el cargo, siendo un gran número de ellos quienes obtuvieron el
nombramiento a base de sobornos e influencias.
También se destaca de ese periodo el poco tiempo que duraban como papas,
habiendo una cantidad considerable de fallecimientos por causas extrañas.
Juan XII y Otón I rubricaron una alianza que establecía que ningún papa sería
consagrado hasta que su elección hubiera sido aprobada por el emperador de
Occidente, quien ejercía el más alto poder judicial sobre Roma y donde se
prestaba juramento de lealtad entre Roma y el Imperio.
Este pacto se mantuvo sólo durante el tiempo que Otón permaneció en Roma, ya
que cuando el emperador abandonó Italia, Juan XII, rompiendo su juramento de
fidelidad, buscó alianzas con los bizantinos, los húngaros y los príncipes italianos
para desembarazarse del flamante emperador.
Otón reacciona con una nueva marcha militar sobre Roma que obliga a Juan XII a
huir de la ciudad.
El emperador convocó un concilio en San Pedro en el que, en noviembre de 963,
depone al papa acusándolo de vicios, pecados y delitos tan graves como el incesto,
el perjurio, el homicidio y el sacrilegio.
Estas imputaciones han sido objeto de debate por historiadores eclesiásticos, por
parecer más intereses de partido a favor del emperador que acusaciones reales,
durante la estancia de Otón en Roma, y ni él ni ningún otro funcionario acusaron
de nada al papa.
Inmediatamente después eligieron para sustituirlo al secretario del emperador,
León, un seglar que recibió las órdenes sagradas ese mismo día y que tomó el
nombre de León VIII.
Juan XII que, en su huida, se había llevado los tesoros de la Iglesia, organizó un
ejército con el que regresó a Roma en febrero de 964, una vez que Otón hubo
regresado a Alemania, y que sólo esperaba ese momento para reaparecer en
Roma.
114 El Verdadero Santuario Católico

Efectivamente, en febrero del 964 Juan XII ya estaba en la urbe.


León VIII logró escapar por muy poco.
Los que no tuvieron esa suerte lo pasaron mal: les saltaron los ojos, les arrancaron
las orejas o les cortaron la nariz.
La venganza del papa depuesto fue espantosa, y convocó un concilio que depuso
al huido León VIII, dedicando los últimos días de su existencia a vengarse de sus
opositores, lo que motivó que Otón regresara nuevamente a Roma, aunque
cuando llegó, el Papa ya había fallecido.
En efecto, Juan XII murió el 14 de mayo de 964 según parece asesinado de un
martillazo en la cabeza por un marido que había sorprendido al papa con su mujer
en su propia cama, in flagrante delito.
Otra versión dice que murió de apoplejía en pleno acto sexual.
Al papa Juan XII, que como ya hemos mencionado fue nieto de Marozia se le
atribuyen los siguientes hechos para terminar de adornar su currículo: Juan XII
cometió incesto con su madre, con su hermana y con su sobrina.
Y por si esto fuera poco; mantenía un harem en el palacio Laterano.
El tipo era tan fornicario que a las mujeres de ese entonces se les prevenía que no
fuesen a la iglesia de san Juan Laterano, ya que podrían ser violadas por su
"santidad" el papa.
Las mujeres temían ir a misa a la iglesia de los santos apóstoles pues se murmuraba
que hacía poco Juan llevó por la fuerza a varias mujeres peregrinas a su cama,
casadas, viudas y vírgenes indistintamente, a las que violó una por una.
¡Cómo murmura la gente!
Siendo un hombre pervertido estaba obsesionado con el sexo ilícito, incluso más
que con el poder, y estaba tan ciegamente enamorado de una amante a la que hizo
gobernadora de varias ciudades e incluso le regaló las cruces de oro y los cálices
del mismo San Pedro.
Era una especie de Calígula cristiano, cuyos crímenes resultaban particularmente
horrendos por el cargo que ocupaba.
Toda intriga política, corrupta y bélica, o las pestes y hambrunas que sufría el
pueblo, no le impidieron seguir llevando su licenciosa y promiscua vida, teniendo
sus encuentros sexuales con todas aquellas mujeres de las que se encaprichaba.
Fue acusado de que había convertido el palacio Laterano en un burdel; de que él
y sus bandas violaban a las peregrinas en la misma basílica de San Pedro.
Tuvo muchas concubinas, pero no las suficientes.
¡No había seguridad para ninguna mujer que entrara en la Sede romana!
Pagaba a esas mujeres por sus servicios sexuales, no con oro solamente, sino con
tierras.
Juan XII también llegó a tener cerca de 200 caballos; y a sus equinos preferidos
solía alimentarlos con almendras e higos empapados en vino, mientras el pueblo
moría de hambre.
El Verdadero Santuario Católico 115

Apasionado por la caza y por los juegos de dados, Juan XII estaba completamente
corrompido.
Su residencia pontificia de Letrán se llenó de mujeres, eunucos y esclavos y se
convirtió en escenario de excesos y de orgías en el que el pontífice se movía como
pez en el agua.
Por demás, era un hombre perfectamente inculto que hasta ignoraba el latín.
En su habitual jerga grosera juraba por Venus o por Júpiter y brindaba por los
amores del diablo.
Un día tuvo el capricho de ordenar un diácono en una caballeriza y, en otra
ocasión, consagró obispo a un muchacho de diez años.
En una ocasión, cuando jugaba a los dados, le pidió ayuda al diablo para ganar y
brindó por él ante el altar mayor de la basílica de san Pedro, por haberlo ayudado
en el juego. Pero ahí no termina la cosa.
Las acusaciones consintieron, entre muchas otras, que el papa no solo había
ordenado a un diácono en un establo, sino también había dejado sin ojos
quemándolos a su director espiritual Benedicto, y para rematar a un cardenal de
nombre Juan lo había castrado y sodomizado ocasionándole la muerte, delante de
muchos obispos.
Todos, incluyendo clérigos así como laicos, lo acusaron de homicidio y como un
pagano a Júpiter, Venus y otros demonios.
Fue hallado culpable y antes de que el emperador Otón, que ya estaba en camino
de Alemania a Roma para ejecutar justicia sobre Juan, el papa fue muerto de un
martillazo en la cabeza por un marido celoso que lo encontró en la cama
fornicando con su esposa.
El martillo quedó clavado dentro de su cráneo, e incluso se puso de pie para tratar
de quitarlo, pero dio unos pasos desordenados y cayó muerto al piso con un
profundo dolor de cabeza.
Lo curioso del caso, es que a este papa, el Vaticano lo tiene en su lista oficial de
papas y es reconocido como "su santidad" y también como "vicario de Cristo".
¡Vaya ejemplo para imitar!
Aún y a pesar de todo lo relatado de su desordenada vida, aparece en la lista de
los papas con los títulos de “Su Santidad, Santo Padre, Vicario de Cristo”, etc.
E incluso, a fin de cubrir la vergonzosa muerte de este personaje, la siempre
deformada y falsa historia católica romana registra su fallecimiento como "una
muerte misteriosa".
La iglesia hace oídos sordos a su despreciable y repulsiva historia y ordena a sus
fieles y devotos llamar “su santidad” a tan nefasto y degenerado personaje.

*************
116 El Verdadero Santuario Católico

San Jorge y el Dragón


San Jorge nació hacia el año 275 o 280 (Siglo III d.C.) en
Capadocia, perteneciente a la región de Anatolia (Capadocia
que antes era Armenia y ahora pertenece a Turquía) en
tiempos del Imperio Romano; era hijo de una familia romana
de nobles acomodados de religión cristiana.
Siendo un niño perdió a su padre Geroncio y viajó con su
madre Policromía (de origen griega) a la región de Palestina,
al pueblo de Lydda o Diospolis, donde ella naciera y lugar
donde se criara.
En Palestina recibió el tratamiento de caballero, siendo
tribuno militar, algo similar a general del ejército, aún con
menos de 30 años, una condición muy importante por aquel entonces.
Fue nombrado jefe de la guardia personal del emperador Diocleciano (285-305),
que perseguía sin piedad a todos los cristianos de su imperio.
¡La puta madre que lo parió! ¡Otra vez Diocleciano rompiendo las pelotas en el
argumento de ésta nueva fábula! Habiendo tantos emperadores como para hacer
dulce… ¿siempre el malo es Diocleciano?
Fue enviado a la ciudad de Silca o Silene, por pedido del gobernador de la ciudad,
una zona minada de fieros dragones de los cuales uno mantenía a la ciudad
aterrorizada.
El dragón era muy voraz y degenerado pues exigía al pueblo una vez por mes que
arrojaran al lago donde vivía en sus profundidades, (otras versiones dicen en una
cueva) una joven virgen cero kilómetro y diez ovejas de blanca lana, también
vírgenes, para alimentarse y tener sexo, ya que además de hambriento también
era cojudo.
Así las cosas, a raíz de tantos sacrificios mensuales, el pueblo se iba quedando sin
vírgenes de quince años y sin ovejas de blancas lanas.
Aquella familia que sufría la pérdida de uno de sus miembros o de su ganado de
ovejas devoradas por el dragón recibía, en compensación, todo tipo de riquezas de
parte de la Intendencia.
La elección de las vírgenes se hacía por bolillero público ante escribano, como así
también las de las ovejas, y un buen día sale agraciada la bolilla con el nombre de
la hermosa princesa hija del rey, a quien más amaba.
El monarca horrorizado ofreció al dragón todas las bellas pertenencias que tenía a
cambio de la vida de su hija, o cambiarla por otra virgen que no sea pariente suyo.
El pueblo se indignó ante aquellas palabras y exigió al rey que entregara a su hija
ya que ellos habían perdido a las suyas durante los anteriores sacrificios al dragón.
Pero el rey no quería aquella muerte horrible e incestuosa para su hija.
El Verdadero Santuario Católico 117

Para apaciguar los deseos del pueblo, el monarca aceptó entregar a la princesa,
pero a su vez envió al gobernador Diocleciano un gmail que decía:
-Mándamelo urgente al capitán Jorge con su blanco caballo, su filosa espada y
su invencible lanza, que tengo un trabajo para él.-´
Lamentablemente, Jorge llegó un día después de que el dragón se llevara al fondo
del lago a la princesa y a las diez ovejas de lanas blancas, para saciar su terrible
apetito carnal y sexual.
Pero era el dragón tan boludo y estúpido que devoraba enteras y vivas a las
vírgenes y cogía sin piedad a las blancas ovejas agarrándolas de sus luengas lanas
blancas de detrás del cogote.
La princesa fue a parar en la panza del dragón y las ovejas balaban de dolor al ser
penetradas bajo el agua por aquél monstruo insaciable.
Jorge encontró al rey llorando desconsoladamente, y lleno de furia por haber
llegado tarde, se dirigió a las orillas del lago a esperar la salida del fiero endriago
asesino y violador. En ése momento salía del agua el dragón enfurecido, con
hambre y nueva calentura sexual. Rápidamente san Jorge sacó su espada y con
mucho coraje enfrentó al monstruo con su larga lanza.
El caballero se dirigió hacia el dragón y se trenzaron en una brava lucha: el
dragón se retorcía tratando de enredarse en las patas del caballo para hacerlo
caer y dejar indefenso al caballero.
Mientras san Jorge luchaba se encomendó a Dios ofreciéndole aquella bestia del
mal a cambio de la victoria.
En su peto de sólido acero lucía una cruz blanca brillante y refulgente y mientras
sostenía su lucha y enfrentamiento con el animal, san Jorge seguía abogándose al
Todopoderoso. Al no conseguir hacer caer al caballo, el dragón se levantó, se
irguió y fijó su mirada en los ojos del caballero.
Era de esta manera que hipnotizaba a sus víctimas, para luego darles muerte.
Pero san Jorge pudo más que él, y tomando más fuerza propinó con la lanza un
furibundo golpe en la cabeza del dragón, que se partió en dos.
La lanza, digo.
Entonces, fuego viene de la boca del dragón y lanzazos van de la mano de Jorge
por espacio de dos o tres horas, y al fin el monstruo cae desmayado a sus pies,
cerrando las llamaradas flamígeras que salían por su boca y nariz.
Se le terminó el gas de una garrafa que posiblemente escondía en su estómago,
que infalible siempre se termina cuando la comida está a medio cocinar.
San Jorge ató su cinto al cuello del monstruo y lo arrastró tirándolo con su caballo
hasta la entrada del pueblo.
Los villanos (la gente del pueblo) que siguieron el combate desde detrás de las
murallas, salieron a ver al inconsciente dragón.
Cargaron en carro a la bestia mitológica todavía viva, adormecida a causa del
impacto que le diera el caballero cristiano con su lanza, sobre su cabeza.
118 El Verdadero Santuario Católico

Una vez en el centro de la ciudad, ante toda la población y del rey, san Jorge les
dijo:
-El monstruo está dormido, no despertará, pero Dios quiere que le honréis
recibiendo el sacramento del bautismo. Dejad vuestras creencias y entregaos al
Dios de los cristianos y a cambio yo mataré al dragón con mi espada.-
Enseguida que el dragón parecía que iba despertando, la gente se horrorizó y se
dejaron bautizar por el santo.
Tres mil quinientas diez y siete personas, fueron bautizadas aquél día.
En cuando el dragón despertó, San Jorge montó en su caballo y con su espada
atravesó la panza del dragón, cayendo éste desparramado por el suelo.
Su sangre se esparció por todos lados, y de rodillas, san Jorge entregó a Dios su
victoria. Al abrirle un fiero tajo en la panza del dragón, ¡oh sorpresa!, salió vivita y
coleando la princesita más amada del rey, sana y salva, quien se abrazó
estrechamente con su padre en medio de una total felicidad, llantos y risas de
alegría.
También salieron las setenta u ochenta vírgenes anteriores que fueron comidas por
el dragón, las cuales vivieron apretadas y estrechas por largo tiempo en su panza.
De la sangre que brotó del cuerpo sin vida del monstruo nació una rosa roja que el
caballero san Jorge ofreció a la princesa.
En el mismo momento, salieron del lago balando de dolor y con los culos rotos, las
últimas doscientas sesenta ovejas de blancas lanas que fueron ultrajadas.
Cuenta la leyenda que después de restituirle a su hija amada, exigió al mismísimo
rey cuatro cosas: levantar una iglesia para honrar al Dios cristiano; ayudar a sus
sacerdotes; asistir a misa todos los domingos y feriados, y proteger a los pobres y
necesitados.
El rey donó al caballero riquezas inimaginables, pero Jorge prefirió que se
repartieran entre los habitantes del reino.
Además, tiempo después, en una iglesia construida en su nombre, se cuenta que
brotaba un agua milagrosa capaz de curar a los enfermos.
Ay, Dios, qué poca imaginación tienes, que en las historias de todos los santos
siempre haces brotar aguas milagrosas y curativas, ya sea en un pozo, en una gruta
o en una roca de la que emanan aguas cristalinas sanadoras.
¿No podrían cambiar el agua por soda y vino, agua mineral o gaseosas?
El rey le ofreció en matrimonio a la princesa como agradecimiento, y dicen que
con ella se casó.
Pero esto es una burda mentira, ya que regresó junto al emperador Diocleciano,
portando una carta cerrada del rey del pueblo del dragón, donde denunciaba a
san Jorge de ser un acérrimo cristiano.
¡Oh, traidor, hijo de puta!
¡Denunció a quien matara al monstruo que devoró a su hija!
¡Más valiera matarlo a él que al dragón!
El Verdadero Santuario Católico 119

Cuando el emperador Diocleciano conoció este dato, no dudó muy enfadado


ordenar ejecutar al joven tribuno. San Jorge protestó y criticó la política
persecutoria del emperador. Días después de su tortura por parte del ejército
romano, San Jorge fue decapitado, muriendo así el 23 de abril del 303.
Su tortura tuvo como escena las murallas de Nicomedia (Turquía), donde estaba
destinado. De siempre la iglesia católica ha interpretado la figura de San Jorge
como el arma de Dios en la Tierra.
El caballo blanco en que montaba, dice, representa a la iglesia católica.
La lanza, el arma otorgada por Dios para acabar con la blasfemia, el mal, la
tentación y la maldición sobre el ángel caído, o Luzbel, que en este caso, es la
figura del Dragón.
El escudo con la cruz representa la firme defensa de las fábulas en que los católicos
pierden el alma y el tiempo lastimosamente.
La espada refulgente representa una espada refulgente.
La verdad es que no sé qué carajos representa la espada refulgente.
Su cuerpo fue sepultado en la población de su madre: Lydda, también conocida
como “Hagio Georgiopolis”. Su tumba todavía es venerada por los cristianos,
principalmente por los cristianos ortodoxos griegos.
En la inscripción de su sepulcro se lee en griego:

“San Jorge, portador del estandarte de Dios”

Por eso, los católicos acostumbran que cada 23 de abril, día de san Jorge, los
hombres regalen rosas a las mujeres, como si de un caballero y una princesa se
trataran. Ellas les regalan un libro, recordando el fallecimiento de dos grandes de
la literatura europea en un mismo día, Cervantes y Shakespeare, y en América, la
del historiador el Inca Garcilaso. No sé qué poeta dijo, llorando la muerte de los
tres, que mucho esfuerzo hizo el sol para iluminar el mundo ante las tinieblas que
dejaron la partida de estos tres luminosos cerebros que abandonaron su pluma en
tan desgraciado día para la literatura universal.
Uno de los primeros Papas de la Iglesia lo canonizó en el año 494 y fue el papa
Gelasio I, el que señaló como fiesta de San Jorge el día que murió degollado, el 23
de abril, e inscrito en el santoral católico.
Y colorín colorado, el cuentito ha terminado, y también el libro “Los verdaderos
santos católicos” del celebérrimo Martín Lutero, sacerdote traidor huido de las
filas de la verdadera y cierta religión católica, para seguir estúpidamente a Jesús,
abandonando a la gloriosa y sin par virgen María y al infalible papa.

FIN DEL SANTUARIO


120 El Verdadero Santuario Católico

Despedida del Recopilador:


Y esto es todo lo que pude rescatar del rotoso libro encontrado en la Biblioteca
Rivadavia de Santo Tomé, Corrientes, titulado “La Verdadera Vida de los Santos”,
escrito supuestamente por Martín Lutero, aquél que con absurdas mentiras filosas
como espadas hendió a la religión católica en dos; por un lado dejó infinitas sectas
cristianas fanáticas de Jesús y por otro a la verdadera iglesia católica romana
fanática de María siempre virgen y del papa siempre infalible. Mucho me lamenté
que fueran tan pocos los santos rescatados, apenas una veintena, de miles que
tiene nuestra Santa Iglesia Católica, aunque no ha muchos días el bibliotecario,
encontrándome en la calle, me anotició que halló en diferentes anaqueles
innumerables hojas sueltas del referido libro, y que las fuese a buscar cuando
quisiera, para que continuara yo con la recopilación de tan importantísima obra
literaria. Me dijo además que mucho le gustara la biografía de Teresa de Jesús, y
que estaba buscando en “Las Moradas” la frase en la que ella cuenta que los
ángeles la penetraban todas las noches con una corta espada o una larga lanza,
“ambas henchidas de fuego”, porque no lo cree. Que también le gustara la fábula
de san Jorge y el Dragón, aunque era, dijo, muy infantil. Me dijo también que le
parecía muy fantasioso que a todas las santas les dieran tan horribles torturas y
muertes, ya que eran decapitadas, arrancadas sus carnes con garfios, cortadas sus
lenguas, quitados sus dientes, quemadas, quebradas sus piernas, dejadas ciegas
con hierros candentes, escindidos sus dedos, y sobretodo destinadas como
prostitutas a lupanares, cosa que mucho le apenaba que la Santísima Inquisición
hubiera hecho algo tan inhumano y maléfico. Díjele que no penara por eso, que el
autor mentía descaradamente para ennegrecer a la santísima iglesia católica.
Que esto lo haría seguramente por envidia, ya que los evangelistas y luteranos no
tienen como los católicos una madre a quien adorar ni un papa a quien idolatrar, y
transitan por el mundo como parias abandonados llamándose de hermanos unos a
otros, sin tener una gran familia de santos y santas como tendrían si viniesen a
integrarse al catolicismo.
Y con esto doy por finalizado la recopilación del libro, y prometo Dios mediante,
que mañana mismo, ya que hoy es domingo y está cerrada, llegarme hasta la
Biblioteca Popular Rivadavia de Santo Tomé a buscar las viejas hojas sueltas
encontradas, y si al acomodarlas y ordenarlas surgieran nuevas vidas de santos,
siendo entendibles, te las haré llegar a tu casa ya que para mí no es molestia
ninguna.
Arturo Beresi
Recopilador

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