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Sociales
ISSN: 1315-6411
reveciso@faces.ucv.ve
Universidad Central de Venezuela
Venezuela
LA EXPERIENCIA INTERPRETADA
DESDE EL INVESTIGADOR.
BARRIO LOS PINOS, CARACAS
A raíz del estudio realizado durante los años 2003-2004, en el barrio Los Pi-
nos, Hoyo de la Puerta, Baruta el cual llevó como título: "Esto es lo único que
tengo. Amenazas de desplazamientos forzados de población y mecanismos de
resistencia", en el cual intentamos el geógrafo Armando Gutiérrez y quien suscri-
be, evidenciar justamente los procesos suscitados en la comunidad a propósito
de varios intentos de desalojos, argumentándose diferentes causas (ocupación
ilegal de los terrenos, riesgo geológico del barrio) y los dispositivos empleados por
las familias para intentar mantenerse en este asentamiento, extremadamente pre-
cario, pero, el lugar donde construyeron su historia local y en el momento del es-
tudio, con 18 años las familias fundadoras, comenzó en mi, desde este encuentro
con la comunidad, una necesidad de aproximarme bajo otro lente, a los elemen-
tos que conforman la vida y dinámicas del barrio. Este estudio al cual estamos
haciendo referencia, arrojó unas primeras conclusiones, como por ejemplo, el
constatar la invisibilización y exclusión total en que ha vivido sumergido el barrio,
a pesar de las luchas emprendidas por muchos de sus habitantes.
Todo este entramado social nos hizo avizorar como conclusión una serie de
escenarios, por demás disímiles los cuales podían suscitarse en el devenir de la
comunidad, así apuntábamos a: "Que la familia demandante gane el juicio enta-
blado y que las familias del sector sean expulsadas y cual diáspora se vean
separadas, cada familia tenga que buscar su propio alojamiento o sean trasla-
dadas a un lugar provisional que con el tiempo se convierta en uno de los tantos
albergues permanentes que existen en la ciudad (los llamados galpones de
damnificados). -Que la familia demandante gane el juicio y las familias sean
reubicadas en un terreno en la misma zona- Que los habitantes ganen el juicio
y su comunidad sea habilitada (título de propiedad, dotación de servicios, equi-
pamientos, aplicación de una ingeniería correctiva a los terrenos). -Que los
habitantes ganen el juicio y permanezcan en las mismas condiciones en los
cuales han estado hasta el presente, sin ninguna intervención y con la amenaza
de riesgo permanente-. Que el juicio entablado se haga de larga data y 'duerma
el sueño de los justos' y se convierta en un caso más de la inercia en la toma de
decisiones" (Ontiveros y Gutiérrez, 2004:150).
ción Internacional para el Hábitat para América Latina (HIC), con sede en Méxi-
co, cuyo propósito consistía en hacer un estudio comparativo con varios países
de la región. Por un lado, nos quedó la satisfacción a los investigadores de ela-
borar un informe donde se evidenciara la situación crítica, alarmante que vivía
Los Pinos, en nuestras líneas finales del estudio indicábamos: "Apostamos de-
finitivamente a la esperanza. El desgaste emocional el que por años se han
visto inmersas las familias de Los Pinos no tiene reparación posible. Entonces,
dejar de lado la indiferencia, consolar los llantos ante la incertidumbre, construir
más allá de una identidad de la amenaza común, una identidad de la esperanza,
de la justicia y de la solidaridad es el reto. La deuda social a la que se ha man-
tenido a estas familias por casi dos décadas, debe saldarse, pero para ello de-
ben ser activos participantes todas las instituciones y, muy especialmente, la
comunidad de Los Pinos. Es decir, asumir la corresponsabilidad en la gestión de
las políticas locales, no como un acto de fe, sino como una acción donde se
reivindique, tanto los deberes como los derechos [...] La familia de Los Pinos (y
todos los desplazados de nuestro país) tienen el derecho de disfrutar del ejerci-
cio pleno de la ciudadanía: acceso a una vivienda digna, un hábitat digno, tal
como lo establece el artículo 82 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela" (Ontiveros y Gutiérrez, 2004:151-152).
(9) objetivos específicos, sólo para este encuentro, haré mención al primer ob-
jetivo: "Explorar cómo interpretan, califican y cualifican la categoría experiencia
de vida los habitantes entrevistados, con la finalidad de que esta consideración
nos sirva de mecanismo "evaluatorio" de los siguientes objetivos expuestos"
(Ontiveros,2010a:14).
Del desarrollo teórico propuesto por Turner (1974, 1982a, 1982b, 1990), sólo
destacáremos para este ensayo, lo referido a su teoría de los dramas sociales,
éstos se expresan en formas narrativas, contenidas en fases de ruptura, crisis,
reajustes y reintegración de la vida social. Es en la fase de reajuste, donde se
ejercita la reflexividad y es ésta según Diaz Cruz, un componente fundamental
en la construcción de una antropología de la experiencia. Podemos indicar que
esta teoría de los dramas sociales, nos permitió entender la construcción de la
experiencia a propósito de los desalojos constantes vividos en Los Pinos y la
reflexividad de las familias en torno a: la exclusión, el estigma como invasoras,
los mecanismos intimidatorios y represivos empleados en los desalojos, el lla-
mado a un respeto a la vida humana, pensar en la inclusión, etc.
Así cuando analiza la palabra eso, nos señala que ella hace mención a un
acontecimiento, que está fuera de uno, que no depende de uno, y lo llama el
principio de alteridadlexterioridad/alienación, esta última entendida como lo aje-
no a, que no es de mi propiedad. La misma palabra experiencia nos explica,
invita en su separación del prefijo ex/periencia, al principio de exterioridad; es
así como nos señala: "No hay experiencia, por tanto, sin la aparición de un al-
guien, o de un algo, o de un eso, de un acontecimiento, en definitiva, que es
exterior a mí, extranjero a mí, extraño a mí, que está fuera de mí mismo, que no
pertenece a mi lugar, que no está en el lugar que yo le doy, que está fuera de
lugar. Si le llamo 'principio de alteridad' es porque eso que me pasa tiene que
ser otra cosa que yo. No otro yo, u otro como yo, sino otra cosa que yo. Es decir,
algo otro, algo completamente otro, radicalmente otro" (Larrosa, 2009:14). Es
decir, estamos frente al qué de la experiencia.
Si eso que me pasa, tiene un componente que se produce fuera de, el "lugar
de la experiencia soy yo" (pág. 16), entonces ello nos habla del principio de
subjetividad o reflexividad o transformación. Con respecto a la subjetividad ex-
presa Larrosa: "Si le llamo 'principio de subjetividad' es porque el lugar de la
experiencia es el sujeto o, dicho de otro modo, que la experiencia es siempre
subjetiva. Pero se trata de un sujeto que es capaz de dejar que algo le pase, es
decir, que algo le pase a sus palabras, a sus ideas, a sus sentimientos, a sus
representaciones, etc. Se trata, por tanto, de un sujeto abierto, sensible, vulne-
rable, ex/puesto. Por otro lado, el principio de 'subjetividad' supone también que
no hay experiencia de nadie, que la experiencia es siempre experiencia de al-
guien o, dicho de otro modo, que la experiencia es para cada cual, la suya, que
cada uno hace o padece su propia experiencia, yeso de un modo único, singu-
lar, particular, propio" (Larrosa, 2009:16). Estamos, siguiendo al autor, ante el
quién de la experiencia. Esta experiencia subjetiva invita a la reflexividad y por
ende a la transformación, luego de una experiencia no quedamos inmunes, algo
sucede en nuestro interior, y como Larrosa, metafóricamente hablando, ya no
somos los mismos ante el espejo.
El siguiente principio que nos expone el autor tiene que ver con el del pasaje/
pasión, movimiento mismo de la experiencia, "Si la experiencia es 'eso que me
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Más allá de intentar darle un significado a lo que podemos entender por ex-
periencia y sus componentes, es importante señalar que desde el lente de la
antropología, hemos intentado establecer la relación que pensamos existe entre
experiencia y memoria colectiva, experiencia y representaciones sociales, ex-
periencia y saber, y por supuesto, experiencia y construcción de sentido. No
podemos abordar en este breve ensayo este mundo de relaciones; sin embar-
go, con un fino trazo, arrojaremos impresiones en torno al tema del saber y la
construcción de sentido, ésta última par indisociable del estudio planteado.
la riqueza de cada una de las propuestas citadas: "... la experiencia, por un lado,
es social, comunicada y practicada, por el otro, se vive en el cuerpo individual,
como especificidad y singularidad, pero sujetada a los hilos invisibles de los
saberes culturales, de las representaciones, imaginarios y de una memoria so-
cial, que se activan cuando se pone en juego a través del intercambio en sus
múltiples dimensiones, la circulación de las vivencias, dando cuenta de los dra-
mas sociales, su expresión, reflexividad y comprensión, así como de las poten-
cialidades socioculturales de los grupos, como marcadores de identidad (indivi-
dual y colectiva)" (Cfr. Ontiveros, 2009 y 201Oa).
En este ensayo quisiera abordar con mayor detenimiento justo el papel que
juegan los actores sociales, denominado en otros estudios como informantes y
que hoy debido a la dimensión teórica de nuestro estudio, nos lleva igualmente
a reformular esta figura. Desde hace años a través de las enseñanzas del feno-
menólogo Alfred Schütz, aprehendimos que la reconstrucción que hace el inves-
tigador de la vida social de un grupo determinado, lo hace con base en la cons-
trucción que hacen los propios sujetos de su poderío existencial; en este senti-
do, no podemos seguir pensando en un intercambio comunicacional adaptado a
lo que quizás se quiere oír desde el que inquiere e interroga, el hablar de una
construcción dialógica, esto es, una relación de igualdad en el intercambio de
saberes, amerita ir avanzando en la comprensión del sujeto que habla, ya no
como un informante, por ello, desde aproximadamente el año 1993, el antropó-
logo Júlio de Freitas y quien suscribe establecimos una relación /analogía, entre
el sujeto que nos brinda su interpretación de la realidad social y el que a través
del análisis lacaniano, reconstruye su biografía del inconsciente; es decir, lo
asociamos a la realidad del "paciente" quien es denominado analizante, por la
acción y poder que tiene su palabra, su discurso, de ello nuestro informante
devino en investigante.
Hoy considero que esta discusión debe reiniciarse, por ello, a la luz de los
cambios advenidos en nuestros enfoques de aproximación a la realidad en es-
tudio y apoyándonos cada vez más en la etnografía como proceso, señalada
supra, la idea del informante como aquél que nos corrobora un dato, debe dar
paso a otra dimensión del papel primacial que juega en la comprensión, produc-
ción e intercambio de saberes, en miras de una proyección y difusión de lo vivi-
do en sociedad.
1 Agradezco al Dr. Ronald Portillo, psicoanalista lacaniano, por darme a conocer el texto
aquí citado.
La experiencia interpretada desde el punto de vista... 147
Es un relato largo, y el cual forma parte de uno de los capítulos del proyecto
general, pero grosso modo, lo que aconteció es que la gobernación del estado
Miranda y su gobernador, para la fecha Diosdado Cabello, decidió reubicar a las
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Con este título se resume una de las reflexiones aportada por una de las
entrevistadas, se trata de la señora que en este momento no tiene casa fija en
el barrio y vive con la ayuda de sus vecinos (Sra. O.), especialmente los del
sector B, donde anteriormente tenía su vivienda, a su hija le dieron una casa en
Ciudad Betania y ella prefirió quedarse en el barrio bajo esta condición. Destaca
una característica fundamental: la experiencia es saber. Ante esta definición nos
agrega: "La experiencia para uno es sabiduría de la vivencia. Que lo que uno
vive adquiere la experiencia, la experiencia de por lo menos de cocinar si tu no
has cocinado nunca empiezas a cocinar y te empiezan a enseñar cómo tu vas a
hacer una comida, bueno, ya la próxima vez cuando tu vas a cocinar ya ves ¿tu
tienes experiencia para hacer plato? Sí porque ya yo lo elaboré pues, ya lo
aprendí, es un aprendizaje. Uno sólo no puede aprender, siempre se mete el
maestro, el padre, la madre, el, el todo, hasta las niñeras todo el mundo. La
experiencia sirve para uno sobrevivir, sobre todo, para uno sobrevivir en la vida.
2 Este apartado es tomado del artículo "Los Pinos: Vivencia, Dramas Sociales y Cons-
trucción de Sentído. Aproximación a un Territorio Popular Urbano desde la Antropología
de la Experiencia". (2010b). Para esta presentación hemos agregado algunos elemen-
tos para la reflexión.
La experiencia interpretada desde el punto de vista... 149
también sigamos unidos ¿verdad? porque dicen que en la unión está la fuerza y
bueno debemos ser unidos aquí y donde vayamos, y pedirle que todos nos ubi-
quen juntos, para que ellos entiendan de que es mejor vivir en comunidad cono-
ciendo, como familia que llegamos a un sitio donde hay otra familia que no sabe
de dónde viene, quiénes son, cómo es su vivir de antes y todo eso, entonces es
mejor conocerse desde hace años, como nos conocemos aquí, que llegar a cono-
cer otras familias que no sabemos cómo son"(Sra. A. fundadora del barrio).
En estos relatos podemos captar el análisis propuesto por Larrosa con rela-
ción a que la experienca es eso que me pasa, en este sentido, queda muy claro
el acento puesto en los relatos especialmente en la palabra pasa, y el pasar
como pasaje, como ritual, aquello que deja una huella, una marca, una herida,
la experiencia se padece: es sobrevivencia, es lo bueno (la familia) y lo malo (las
enfermedades, no tener trabajo), y lo que es malo se puede transmitir a otros a
través de la circulación de la vivencia para que no ocurra, buscar la caída de las
cosas, metafóricamente hablando, para aprender de ella, hay una expresión
muy interesante: lo que pasa es situacional, responde a un momento, así la
variable tiempo es fundamental para entender la experiencia, igual lo expone
uno de nuestros relatores." ... la experiencia te va a dar, no es que uno nace con
la experiencia, se va creando, la va uno, cómo es, adquiriéndola ... a través del
tiempo". Llama la atención este punto de vista: "cuando a uno le pasan cosas ...
las cosas que me han pasado ... ", el eso se sustituye por el cuando, el me por el
uno y es aquí donde queremos poner el acento, cuando se dice uno por me,
estamos generalizando, pensamos que a mi me pasan cosas igual a otros, así
lo que pasa, la experiencia, es compartida y las cosas que le han pasado, en
este caso, a una joven, madre de dos hijos, en el momento de la entrevista, re-
cientemente "abandonada" por su marido, son cosas que pasan, en su barrio,
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en los barrios, en la ciudad ... en el país, pero a pesar de que eso pase, ella quie-
re aprender de su dolor, de su silencio, para que no le siga pasando las cosas
que le pasan, es decir, la experiencia es aprendizaje y de ella debemos extraer
aquello que dará herramientas para sobrevivir con respecto al tema familia, ve-
cinos, pareja, trabajo, etc.
Bibliografía