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William Morris Davis

Reconoce la necesidad de una organización académica de Geografía y de que fuera


tratada como una ciencia. Propuso que otras causas eran responsables de modelar la
superficie de la Tierra a parte de la ideas teodológicas. Desarrolló una teoría de la
creación y destrucción del paisaje, a la cual llamó "ciclo geográfico". Su teoría
explicaba que las montañas y demás accidentes geográficos están modelados por la
influencia de una serie de factores que se manifiestan en el ciclo geográfico.
Explicó que el ciclo comienza con el levantamiento del relieve por procesos geológicos
(fallas, volcanismo, solevantamiento tectónico, etc.), y que los ríos, el escurrimiento
superficial, entre otros, contribuyen a crear las formas del relieve. De esta manera, lo
clasifica genéticamente. Mediante la observación, descripción y generalización
(plantea leyes), propone que las variadas formas del terreno dependen de tres
variables, que se pueden denominar estructura, proceso y tiempo. Estableciendo un
modelo teórico de dichas relaciones.
Menciono que la Geografía ya se había perjudicado demasiado por no utilizar la
imaginación, la invención, la deducción, que contribuyen al logro de una explicación
rigurosa. Por lo tanto, no existe una contraposición entre teoría y práctica. No se
puede alcanzar un desarrollo completo de la Geografía hasta que todas unidades del
modelo sean dominadas y ejercitadas en la investigación geográfica.
Es importante recalcar que el geógrafo necesita conocer el sentido, el modo de
explicación y el origen de las formas que observa, y que para ello es una gran ayuda
precisar y describir dichas formas. Debe asumir este principio y tenerlo siempre
presente para evitar confundir los objetos del estudio geográfico con los del geológico.
La Geología analiza los cambios ocurridos en el pasado en sí mismos, puesto que
trata de la historia de la Tierra, en tanto que la Geografía estudia las transformaciones
pasadas que sirven para dar razón del presente, esta trata esencialmente de lo que
ahora existe en la Tierra.
En su modelo la estructura y el proceso son elementos importantes en el estudio
geográfico, porque en la mayoría de los casos influye sobre la forma. Estas a su vez,
se encuentra relacionadas desde el punto de vista temporal, generando distintas
etapas de desarrollo de una misma estructura o forma. Además, el aporte sistemático
de los problemas geográficos es estudiado desde el punto de vista evolucionista.
Por otra parte, el marcado y explícito acento deductivo de su método choca con el
meticuloso empirismo de la corriente geográfica naturalista, fundamentalmente
representada por los autores alemanes, en la que la observación directa y minuciosa y
la consideración de las diferencias se valoran como el soporte fundamental de la
verdadera ciencia geográfica.
Su teoría no es completamente exacta, ayudo a modernizar la geografía y a crear la
geomorfología. Pero el mundo verdadero no es tan ordenado como los ciclos de Davis,
así como los supuestos de Darwin. Por lo tanto, sus ideas fueron rectificadas y
perfeccionada a través de los aportes de Penck, obteniendo mayor validez.
Albrecht Penck
El método consiste en describir, clasificar e interpretar el origen y la evolución de las
formas que presenta la superficie terrestre, considera que para ello es preciso el
establecimiento previo de una taxonomía lo más completa posible de esas formas, no
solo de la estructura, el proceso y en tiempo, sino que la elaboración de clasificaciones
basadas en su configuración fisionómica y la consideración de factores no
estrictamente geomorfológicos, como el clima y su evolución con la vegetación pasada
y actual.
Lo propuesto por William Morris Davis es completo, pero cerrado y afirmativo, al
mismo tiempo la geografía física alemana mantuvo en general sus puntos de vista y
continuó centrada en la delimitación de unidades fisionómicas, en su clasificación
detallada y en su explicación no incluye la conexión del relieve con los demás
elementos o fenómenos de la superficie terrestre (clima, vegetación, etc.).
Incorpora un enfoque empírico e inductivo que estudia la incidencia de agentes
externos como el clima y la cobertura vegetal sobre el modelado de la superficie
terrestre, que se vincula a las condiciones y variaciones de las “provincias o regiones
climáticas” del planeta, diferenciando sus respectivas zonas y sectores.

Friedrich Ratzel
Tuvo una gran influencia darwinistas con respecto a la teoría evolucionista. Sin
embargo, reflexionó sobre las relaciones existentes entre espacio geográfico y la
población, e intentó relacionar la historia con las leyes naturales. Por lo tanto, se
muestra preocupado por encontrar fundamentación física y natural para la geografía
humana.
Cuando se reconoce la ley de evolución de las especies como ley natural que regula
toda la dinámica social, esta permite interpretar y explicar la creencia en el progreso
material e intelectual de la humanidad. A su vez, muestra distintas y graduales
situaciones evolutivas que expresan, la incidencia ejercida por los factores naturales,
que son los que determinan fundamentalmente el carácter de la evolución y los límites
de la adaptación del hombre. Las sociedades dotadas de mejores cualidades tienden
al progreso, mientras que las menos aptas al atraso; pero reconoce las causas
exteriores que actúan sobre estas.
Las condiciones naturales del espacio geográfico determinan los distintos procesos
humanos, sociales y políticos. Ratzel plantea las nociones de espacio y de posición,
que interfieren continuamente en la dinámica evolutiva de sociedades que se
comportan como organismos (perspectiva evolucionista y organicista). Mediante la
perspectiva biologista, los procesos humanos, sociales y políticos responden siempre
a una dinámica evolutiva determinada por las condiciones geográficas.
Plantea de un modo sistemático y científico el problema de las relaciones entre el
hombre y el medio físico-natural, de cómo se ve influenciada la vida y actividad del
hombre por el medio natural. Aparece así el determinismo geográfico, ya desprovisto
de connotaciones cosmogónicas o teológicas, con mayor influencia analíticas
sistemática, conceptual y metodológica. Así se instala dentro del conocimiento
geográfico un enfoque interpretativo, apoyado en una razón evolucionista.
Elisée Reclus
Rechaza explícitamente el darwinismo social. Por su parte, con una formación
naturalista y matemática importante, se dedicó a la investigación en el ámbito de la
geografía física, en el que destacaron sus trabajos geomorfológicos y biogeográficos, y
al mismo tiempo al tratamiento sistemático de los procesos humanos y sociales.
Hace referencia a la importancia de la perspectiva evolucionista para conseguir un
entendimiento integrador de los hechos naturales y humanos. La dinámica evolutiva se
manifiesta con una regularidad que afecta por igual a todos los fenómenos físicos y
humanos. Además, la perspectiva evolucionista permitía racionalizar y argumentar la
creencia en el progreso, según la medida de fuerza y conocimientos por parte de la
sociedad, el cual incurría en progresos sociales, políticos, materiales, de ciencias e
industria.
Creyó firmemente en la existencia de leyes naturales de alcance global que inciden
sobre las actuaciones humanas y sociales, donde la geografía tiene como objetivo
descubrir las leyes que rigen el desarrollo de la tierra. De esta manera, la libertad
aparece como un factor en dichos procesos, interrelacionándose de manera favorable
o dificultando la adaptación positiva y progresiva, con los factores naturales. Afirmo
que la libertad humana sólo puede encontrarse cuando el hombre sabe integrarse
armónicamente en el orden natural.
Plantea un entendimiento de las relaciones entre naturaleza y naturaleza humana
basado en la idea de una progresiva armonización. Establece así un modelo donde
existen coincidencias entre el orden natural y un orden humano que sólo es tal en la
medida en que se encuentren integrados. Propone que el hombre es parte inseparable
del medio natural y de forma equilibrada. El conocimiento geográfico aparece así como
la clave del proceso racional y progresivo de esta relación.
El entendimiento positivo de las interrelaciones geográficas y de los mecanismos
causales, aporta tanto un entendimiento general del conocimiento geográfico y un
tratamiento crítico de numerosos temas como: las consecuencias de los procesos de
industrialización y de urbanización o las relaciones entre población y recursos
naturales.
También aporta algunas ideas referentes a las regularidades espaciales que anticipan,
en el ámbito de la geografía, ciertos enfoques analíticos posteriores, como la teoría de
localización de los núcleos urbanos, que conllevan un entendimiento del orden
espacial. Por último, el análisis de los hechos y de las situaciones existentes se
completa con numerosas sugerencias dirigidas a modificar lo que se considera
perjudicial y a conseguir un orden espacial en el que la naturaleza y la naturaleza
humana puedan convivir armónicamente.

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