Você está na página 1de 10

ALIMENTACIÓN DURANTE EL EMBARAZO

Una dieta sana y equilibrada es importante en todas las etapas de la vida, pero
todavía lo es más durante el embarazo. La dieta materna debe proporcionar la
suficiente energía y nutrientes para satisfacer las necesidades habituales de la
madre y del feto, así como permitir que la madre pueda almacenar los nutrientes
necesarios para el desarrollo fetal y la lactancia. Las recomendaciones
alimenticias para las mujeres embarazadas son, en realidad, muy parecidas a las
de los demás adultos, pero con algunas excepciones significativas. La
recomendación más importante es seguir una dieta sana y equilibrada. En
concreto, las mujeres embarazadas deberían intentar consumir alimentos ricos en
hierro y ácido fólico.

Peso de la Mujer Embarazada

Para mujeres con un peso sano antes del embarazo, se ha demostrado que un
aumento de 12 kg (entre 10 y 14 Kg) implica un riesgo muy reducido de
complicaciones durante el embarazo y el parto, así como pocas posibilidades de
tener un bebé con bajo peso de nacimiento. Sin embargo, en la práctica, el
aumento de peso de las mujeres bien nutridas con un peso normal antes del
embarazo varía mucho durante el embarazo. Cuando hay un aumento de peso
insuficiente durante la gestación se incrementa el riesgo de tener un bebé con bajo
peso de nacimiento, mientras que un gran aumento de peso durante el embarazo
incrementa el riesgo de exceso de peso u obesidad de la madre después del
parto.

El estado nutricional materno en el momento de la concepción es un determinante


importante en el crecimiento y desarrollo del feto y, por lo tanto, una dieta sana y
equilibrada es primordial tanto antes como durante el embarazo. Asimismo, es
importante intentar mantener un peso sano antes de la concepción (IMC de 20-
25), pues tanto un peso por debajo como por encima del normal puede afectar a la
fertilidad y al nacimiento.

Suplementos Vitamínicos

Durante el embarazo aumentan las necesidades de tiamina, riboflavinaA<<, ácido


fólico, vitaminas A, C y D, energía y proteínas. En algunos países, como en el
Reino Unido, se recomienda tomar suplementos de vitamina D (10µg/día) durante
todo el embarazo. Se estima que el coste energético del embarazo es de
alrededor de 321 MJ (77.000 kcal), basado en cálculos teóricos y datos de
estudios longitudinales.
En la actualidad está totalmente reconocido que consumir ácido fólico durante el
periodo previo a la concepción puede reducir la incidencia de defectos en el tubo
neural (DTN), y en algunos países de la UE se aconseja a las mujeres con
posibilidades de quedarse embarazadas que tomen un suplemento de ácido fólico
antes de la concepción y durante las 12 primeras semanas de embarazo.

Consumo Energético

En la práctica, la tasa de metabolismo, la disposición de la grasa y el nivel de


actividad física varían según cada mujer, por lo tanto hay grandes variaciones en
cuanto a las necesidades energéticas durante el embarazo. En el Reino Unido, se
recomienda consumir 200 kcal más al día, tan sólo durante el tercer trimestre. Sin
embargo, esta recomendación se basa en el supuesto de una reducción en el nivel
de actividad física durante el embarazo, por lo que las mujeres que tienen un peso
por debajo del normal o que no reducen su nivel de actividad necesitarían más.

Suplemento de Minerales

Se cree que las adaptaciones fisiológicas ayudan a satisfacer la creciente


demanda de minerales, por ejemplo, aumenta la absorción de calcio y hierro. Sin
embargo, algunas personas necesitarían más calcio, especialmente las
adolescentes, cuyo esqueleto está todavía desarrollándose. Muchas mujeres en
edad de concebir en el Reino Unido presentan una carencia de hierro, por lo que
corren el riesgo de desarrollar anemia en caso de quedar embarazadas. Además,
muchas mujeres entre 19 y 34 años consumen actualmente cantidades muy bajas
de hierro. Por tanto, se aconseja a las mujeres embarazadas que consuman en
cantidad alimentos ricos en hierro durante el embarazo y, en algunos casos, que
se considere la necesidad de un complemento.

Seguridad de los Alimentos

Existe un gran número de cuestiones relativas a la seguridad alimentaria que se


aplican a las mujeres antes y durante el embarazo. Se recomienda prestar
especial atención a la higiene de los alimentos durante el embarazo, así como
evitar ciertas comidas:

Quesos con moho blanco y queso azul para reducir el riesgo de exposición a
gérmenes patógenos potencialmente dañinos, tales como la listeriosis y la
salmonela.

Evitar alimentos con gran cantidad de retinol (como hígado y productos con
hígado), puesto que consumidos con exceso son tóxicos para el feto.

La ingesta de alcohol y cafeína debe limitarse a las indicaciones actuales.


Embarazo y Adolescencia

El embarazo durante la adolescencia aumenta las preocupaciones nutricionales.


Las adolescentes tienen grandes necesidades de sustancias nutritivas para el
crecimiento y el desarrollo, por lo que existe una posible competición en relación
con los nutrientes. Además, un gran número de adolescentes consume pocas
cantidades de una ciertos nutrientes que son importantes durante el embarazo, en
concreto, acido fólico, calcio y hierro. Las adolescentes embarazadas no suelen
tomar complementos de ácido fólico, ya sea porque el embarazo no estaba
planeado, o porque ignoran la importancia de tomarlo. Por tanto, el embarazo de
las adolescentes plantea retos particulares para los profesionales de la salud.

Actividad Física durante el Embarazo

Tan importante como seguir una dieta sana y equilibrada durante el embarazo, es
mantenerse físicamente activa, fomentar la salud y el bienestar general y ayudar a
prevenir el exceso de peso. Los estudios dedicados a observar los efectos de la
actividad física de la madre sobre el resultado del embarazo han sido desiguales,
pero hay pocas pruebas de que un ejercicio moderado pueda tener efectos
adversos sobre la salud de la madre o del feto. Los estudios sugieren que
ejercicios aeróbicos practicados con regularidad durante el embarazo ayudan a
mejorar o mantener un buen estado físico y una buena imagen. Se recomienda a
las mujeres embarazadas que continúen con la actividad física habitual mientras
se sientan cómodas, y que intenten mantenerse activas en el día a día, por
ejemplo, paseando. La natación es un tipo de ejercicio particularmente apropiado,
aunque se recomienda evitar actividades físicas intensas o enérgicas durante el
embarazo.

SUPLEMENTACION CON MICRONUTRIENTES

Ácido fólico

El ácido fólico, folacina o ácido pteroil-L-glutámico (la forma aniónica se llama


folato), conocida también como vitamina B9, es una vitamina hidrosoluble del
complejo de vitaminas B, necesaria para la formación de proteínas estructurales y
hemoglobina (y por esto, transitivamente, de los glóbulos rojos); su insuficiencia en
los humanos es muy rara. Los términos "fólico" y "folato" derivan su nombre de la
palabra latina folium, que significa hoja de árbol.

La actividad coenzimática del ácido fólico es el THF o tetrahidrofolato. El ácido


fólico es efectivo en el tratamiento de ciertas anemias y la psilosis. Se encuentra
en las vísceras de animales, verduras de hoja verde, legumbres, levadura de
cerveza y en frutos secos y granos enteros, como las almendras, así como en
alimentos enriquecidos. El ácido fólico se pierde en los alimentos conservados a
temperatura ambiente y durante la cocción. A diferencia de otras vitaminas
hidrosolubles, el ácido fólico se almacena en el hígado y no es necesario ingerirlo
diariamente.

Las causas de su carencia son la mala alimentación y un déficit de hidratación del


folato genético que es asintomático hasta que la mujer se queda embarazada.

Si la mujer tiene suficiente ácido fólico en el cuerpo antes de quedarse


embarazada, esta vitamina puede prevenir deformaciones en la placenta que
supondrían el aborto, defectos de nacimiento en el cerebro (anencefalia) y la
columna vertebral (espina bífida) del bebé por mal cierre del tubo neural en los
extremos cefálico y caudal respectivamente. La espina bífida, un defecto de
nacimiento en la columna, puede producir la parálisis de la parte inferior del
cuerpo, la falta de control del intestino y la vejiga, y dificultades en el aprendizaje.
Si el feto sufre déficit de ácido fólico durante la gestación también puede padecer
anemia megaloblástica, ser prematuro o presentar bajo peso al nacer. La madre
puede sufrir eclampsia, un proceso que cursa con hipertensión y albuminuria. El
ácido fólico también ayuda a mantener una matriz sana.

El ácido fólico es importante en las mujeres embarazadas (edad fértil). La ingesta


adecuada de folato durante el periodo preconcepción, el tiempo justo antes y
después de la concepción, ayuda a proteger al bebé contra un número de
malformaciones congénitas incluyendo defectos del tubo neural. Los defectos del
tubo neural resultan en una malformación de la espina (espina bífida), cráneo y
cerebro (anencefalia). El riesgo de los defectos del tubo neural es
significativamente reducido cuando el suplemento de ácido fólico es utilizado como
consumo adicional a una dieta saludable antes y durante el primer mes seguido de
la concepción. La ingestión de 400 µg diarios de ácido fólico sintético de alimentos
fortificados o suplementos ha sido sugerida para evitar estos defectos. La
recomendación diaria o requerimientos diarios adecuados del folato en mujeres
embarazadas es de 600 – 800 microgramos, casi el doble recomendado que para
mujeres no embarazadas.

BIBLIOGRAFIA

Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC)


Resumen del documento informativo de la BNF “Nutrición durante el embarazo”
(Nutrition in pregnancy). Auto ALIMENTACIÓN DURANTE EL EMBARAZO

Una dieta sana y equilibrada es importante en todas las etapas de la vida, pero
todavía lo es más durante el embarazo. La dieta materna debe proporcionar la
suficiente energía y nutrientes para satisfacer las necesidades habituales de la
madre y del feto, así como permitir que la madre pueda almacenar los nutrientes
necesarios para el desarrollo fetal y la lactancia. Las recomendaciones
alimenticias para las mujeres embarazadas son, en realidad, muy parecidas a las
de los demás adultos, pero con algunas excepciones significativas. La
recomendación más importante es seguir una dieta sana y equilibrada. En
concreto, las mujeres embarazadas deberían intentar consumir alimentos ricos en
hierro y ácido fólico.

Peso de la Mujer Embarazada

Actualmente no existen recomendaciones oficiales, en el Reino Unido, con


respecto a ganar peso durante el embarazo. Para mujeres con un peso sano antes
del embarazo, se ha demostrado que un aumento de 12 kg (entre 10 y 14 Kg)
implica un riesgo muy reducido de complicaciones durante el embarazo y el parto,
así como pocas posibilidades de tener un bebé con bajo peso de nacimiento. Sin
embargo, en la práctica, el aumento de peso de las mujeres bien nutridas con un
peso normal antes del embarazo varía mucho durante el embarazo. Cuando hay
un aumento de peso insuficiente durante la gestación se incrementa el riesgo de
tener un bebé con bajo peso de nacimiento, mientras que un gran aumento de
peso durante el embarazo incrementa el riesgo de exceso de peso u obesidad de
la madre después del parto.

El estado nutricional materno en el momento de la concepción es un determinante


importante en el crecimiento y desarrollo del feto y, por lo tanto, una dieta sana y
equilibrada es primordial tanto antes como durante el embarazo. Asimismo, es
importante intentar mantener un peso sano antes de la concepción (IMC de 20-
25), pues tanto un peso por debajo como por encima del normal puede afectar a la
fertilidad y al nacimiento.

Peso de Niño al Nacimiento

Se ha demostrado que un peso de nacimiento de 3,1 a 3,6 kg está relacionado


con resultados óptimos, tanto para la madre como para el feto, en el caso de un
bebé no prematuro. El bajo peso de nacimiento (menos de 2,5 kg) está
relacionado con un incremento de la mortalidad y morbilidad, así como con un
incremento del riesgo de padecer enfermedades durante la edad adulta, como
problemas cardiovasculares o diabetes tipo 2. La hipótesis de los orígenes del feto
plantea que las enfermedades crónicas en la edad adulta pueden ser
consecuencia de la “programación fetal”, según la cual un estímulo o lesión en un
periodo crítico o sensible en el desarrollo, ejerce un efecto permanente en la
estructura, fisiología o función. Sin embargo, hay pocas pruebas de que en
mujeres saludables y bien nutridas se puedan manipular las dietas para prevenir el
bajo peso de nacimiento y el riesgo de enfermedades crónicas a lo largo de la
vida.

Suplementos Vitamínicos

Durante el embarazo aumentan las necesidades de tiamina, riboflavina, ácido


fólico, vitaminas A, C y D, energía y proteínas. En algunos países, como en el
Reino Unido, se recomienda tomar suplementos de vitamina D (10µg/día) durante
todo el embarazo. Se estima que el coste energético del embarazo es de
alrededor de 321 MJ (77.000 kcal), basado en cálculos teóricos y datos de
estudios longitudinales.

En la actualidad está totalmente reconocido que consumir ácido fólico durante el


periodo previo a la concepción puede reducir la incidencia de defectos en el tubo
neural (DTN), y en algunos países de la UE se aconseja a las mujeres con
posibilidades de quedarse embarazadas que tomen un suplemento de ácido fólico
antes de la concepción y durante las 12 primeras semanas de embarazo.

Consumo Energético

En la práctica, la tasa de metabolismo, la disposición de la grasa y el nivel de


actividad física varían según cada mujer, por lo tanto hay grandes variaciones en
cuanto a las necesidades energéticas durante el embarazo. En el Reino Unido, se
recomienda consumir 200 kcal más al día, tan sólo durante el tercer trimestre. Sin
embargo, esta recomendación se basa en el supuesto de una reducción en el nivel
de actividad física durante el embarazo, por lo que las mujeres que tienen un peso
por debajo del normal o que no reducen su nivel de actividad necesitarían más.

Suplemento de Minerales

Se cree que las adaptaciones fisiológicas ayudan a satisfacer la creciente


demanda de minerales, por ejemplo, aumenta la absorción de calcio y hierro. Sin
embargo, algunas personas necesitarían más calcio, especialmente las
adolescentes, cuyo esqueleto está todavía desarrollándose. Muchas mujeres en
edad de concebir en el Reino Unido presentan una carencia de hierro, por lo que
corren el riesgo de desarrollar anemia en caso de quedar embarazadas. Además,
muchas mujeres entre 19 y 34 años consumen actualmente cantidades muy bajas
de hierro. Por tanto, se aconseja a las mujeres embarazadas que consuman en
cantidad alimentos ricos en hierro durante el embarazo y, en algunos casos, que
se considere la necesidad de un complemento.

Seguridad de los Alimentos


Existe un gran número de cuestiones relativas a la seguridad alimentaria que se
aplican a las mujeres antes y durante el embarazo. Se recomienda prestar
especial atención a la higiene de los alimentos durante el embarazo, así como
evitar ciertas comidas:

Quesos con moho blanco y queso azul para reducir el riesgo de exposición a
gérmenes patógenos potencialmente dañinos, tales como la listeriosis y la
salmonela.

Evitar alimentos con gran cantidad de retinol (como hígado y productos con
hígado), puesto que consumidos con exceso son tóxicos para el feto.

La ingesta de alcohol y cafeína debe limitarse a las indicaciones actuales.

Consumo de Pescado

Como el resto de la población, las mujeres embarazadas deberían intentar


consumir al menos dos porciones de pescado a la semana, una de las cuales
debería ser de pescado graso. Sin embargo, en 2004, la agencia de seguridad
alimentaria del Reino Unido, la Food Standards Agency, emitió una nueva línea de
recomendaciones con respecto al consumo de pescados grasos, y ahora aconseja
un límite de no más de dos porciones de pescado graso a la semana para las
mujeres embarazadas (y para las que pueden quedarse embarazadas). El
pescado graso es una gran fuente de ácidos grasos omega-3 de cadena larga que
se cree protegen contra las enfermedades de corazón. Además, este tipo de
ácidos grasos también son necesarios para el cerebro del feto y el desarrollo del
sistema nervioso. El límite de consumo de pescado graso se debe a la necesidad
de evitar el riesgo de exposición a dioxinas y policlorodifenilos (pcbi), que
contaminan el medio ambiente.

Cuidado con el Mercurio

Se recomienda a las mujeres embarazadas que eviten el marlín, el tiburón y el pez


espada y limiten el consumo de atún debido al riesgo de exposición al
metilmercurio que, consumido en altos niveles, puede resultar dañino para el
sistema nervioso del feto. En la Unión Europea, un comité de expertos ha
recomendado recientemente que las mujeres embarazadas y lactantes incluyan al
menos 200mg de ácido decosahexenoico del ácido graso omega-3 de cadena
larga en su dieta diaria.

Dieta Vegetariana

Ciertos grupos alimenticios específicos, plantean consideraciones especiales


durante el embarazo. Por ejemplo, las mujeres vegetarianas y vegetalistas pueden
tener problemas a la hora de satisfacer las necesidades de determinadas
vitaminas y minerales, concretamente riboflavina, vitamina B12, calcio, hierro y
zinc. Sin embargo, muchas vegetalistas y vegetarianas deberían poder satisfacer
las necesidades nutricionales durante el embarazo con un programa dietético
apropiado, mientras que aquellas que sigan dietas muy estrictas probablemente
necesitarán consumir alimentos enriquecidos o complementos.

Embarazo y Adolescencia

El embarazo durante la adolescencia aumenta las preocupaciones nutricionales.


Las adolescentes tienen grandes necesidades de sustancias nutritivas para el
crecimiento y el desarrollo, por lo que existe una posible competición en relación
con los nutrientes. Además, un gran número de adolescentes consume pocas
cantidades de una ciertos nutrientes que son importantes durante el embarazo, en
concreto, acido fólico, calcio y hierro. Las adolescentes embarazadas no suelen
tomar complementos de ácido fólico, ya sea porque el embarazo no estaba
planeado, o porque ignoran la importancia de tomarlo. Por tanto, el embarazo de
las adolescentes plantea retos particulares para los profesionales de la salud.

Actividad Física durante el Embarazo

Tan importante como seguir una dieta sana y equilibrada durante el embarazo, es
mantenerse físicamente activa, fomentar la salud y el bienestar general y ayudar a
prevenir el exceso de peso. Los estudios dedicados a observar los efectos de la
actividad física de la madre sobre el resultado del embarazo han sido desiguales,
pero hay pocas pruebas de que un ejercicio moderado pueda tener efectos
adversos sobre la salud de la madre o del feto. Los estudios sugieren que
ejercicios aeróbicos practicados con regularidad durante el embarazo ayudan a
mejorar o mantener un buen estado físico y una buena imagen. Se recomienda a
las mujeres embarazadas que continúen con la actividad física habitual mientras
se sientan cómodas, y que intenten mantenerse activas en el día a día, por
ejemplo, paseando. La natación es un tipo de ejercicio particularmente apropiado,
aunque se recomienda evitar actividades físicas intensas o enérgicas durante el
embarazo.

SUPLEMENTACION CON MICRONUTRIENTES

Ácido fólico

El ácido fólico, folacina o ácido pteroil-L-glutámico (la forma aniónica se llama


folato), conocida también como vitamina B9, es una vitamina hidrosoluble del
complejo de vitaminas B, necesaria para la formación de proteínas estructurales y
hemoglobina (y por esto, transitivamente, de los glóbulos rojos); su insuficiencia en
los humanos es muy rara. Los términos "fólico" y "folato" derivan su nombre de la
palabra latina folium, que significa hoja de árbol.

La actividad coenzimática del ácido fólico es el THF o tetrahidrofolato.

El ácido fólico es efectivo en el tratamiento de ciertas anemias y la psilosis. Se


encuentra en las vísceras de animales, verduras de hoja verde, legumbres,
levadura de cerveza y en frutos secos y granos enteros, como las almendras, así
como en alimentos enriquecidos. El ácido fólico se pierde en los alimentos
conservados a temperatura ambiente y durante la cocción. A diferencia de otras
vitaminas hidrosolubles, el ácido fólico se almacena en el hígado y no es
necesario ingerirlo diariamente.

Las causas de su carencia son la mala alimentación y un déficit de hidratación del


folato genético que es asintomático hasta que la mujer se queda embarazada.

Si la mujer tiene suficiente ácido fólico en el cuerpo antes de quedarse


embarazada, esta vitamina puede prevenir deformaciones en la placenta que
supondrían el aborto, defectos de nacimiento en el cerebro (anencefalia) y la
columna vertebral (espina bífida) del bebé por mal cierre del tubo neural en los
extremos cefálico y caudal respectivamente. La espina bífida, un defecto de
nacimiento en la columna, puede producir la parálisis de la parte inferior del
cuerpo, la falta de control del intestino y la vejiga, y dificultades en el aprendizaje.
Si el feto sufre déficit de ácido fólico durante la gestación también puede padecer
anemia megaloblástica, ser prematuro o presentar bajo peso al nacer. La madre
puede sufrir eclampsia, un proceso que cursa con hipertensión y albuminuria. El
ácido fólico también ayuda a mantener una matriz sana.

El ácido fólico es importante en las mujeres embarazadas (edad fértil). La ingesta


adecuada de folato durante el periodo preconcepcional, el tiempo justo antes y
después de la concepción, ayuda a proteger al bebé contra un número de
malformaciones congénitas incluyendo defectos del tubo neural. Los defectos del
tubo neural resultan en una malformación de la espina (espina bífida), cráneo y
cerebro (anencefalia). El riesgo de los defectos del tubo neural es
significativamente reducido cuando el suplemento de ácido fólico es utilizado como
consumo adicional a una dieta saludable antes y durante el primer mes seguido de
la concepción. La ingestión de 400 µg diarios de ácido fólico sintético de alimentos
fortificados o suplementos ha sido sugerida para evitar estos defectos. La
recomendación diaria o requerimientos diarios adecuados del folato en mujeres
embarazadas es de 600 – 800 microgramos, casi el doble recomendado que para
mujeres no embarazadas.
Aunque no se conoce un nivel tóxico para el ácido fólico, sí que hay estudios que
asocian el exceso de ácido fólico en el último trimestre del embarazo con que el
niño por nacer desarrolle asma. Por ello la recomendación es tomar un
suplemento alto en ácido fólico antes de quedar embarazada y en el primer
trimestre, que es cuando su carencia sería más grave, sustituyéndolo en el
segundo y tercer trimestre por un suplemento más moderado.

BIBLIOGRAFIA
Resumen del documento informativo de la BNF “Nutrición durante el embarazo”
(Nutrition in pregnancy). Autor: Claire Williamson, Nutricionista de la Fundación
Nutrition Foundation 2006 El documento completo de la BNF que ha sido
publicado en el Boletín Nutricional (“Nutrición).

Você também pode gostar