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Una dieta sana y equilibrada es importante en todas las etapas de la vida, pero
todavía lo es más durante el embarazo. La dieta materna debe proporcionar la
suficiente energía y nutrientes para satisfacer las necesidades habituales de la
madre y del feto, así como permitir que la madre pueda almacenar los nutrientes
necesarios para el desarrollo fetal y la lactancia. Las recomendaciones
alimenticias para las mujeres embarazadas son, en realidad, muy parecidas a las
de los demás adultos, pero con algunas excepciones significativas. La
recomendación más importante es seguir una dieta sana y equilibrada. En
concreto, las mujeres embarazadas deberían intentar consumir alimentos ricos en
hierro y ácido fólico.
Para mujeres con un peso sano antes del embarazo, se ha demostrado que un
aumento de 12 kg (entre 10 y 14 Kg) implica un riesgo muy reducido de
complicaciones durante el embarazo y el parto, así como pocas posibilidades de
tener un bebé con bajo peso de nacimiento. Sin embargo, en la práctica, el
aumento de peso de las mujeres bien nutridas con un peso normal antes del
embarazo varía mucho durante el embarazo. Cuando hay un aumento de peso
insuficiente durante la gestación se incrementa el riesgo de tener un bebé con bajo
peso de nacimiento, mientras que un gran aumento de peso durante el embarazo
incrementa el riesgo de exceso de peso u obesidad de la madre después del
parto.
Suplementos Vitamínicos
Consumo Energético
Suplemento de Minerales
Quesos con moho blanco y queso azul para reducir el riesgo de exposición a
gérmenes patógenos potencialmente dañinos, tales como la listeriosis y la
salmonela.
Evitar alimentos con gran cantidad de retinol (como hígado y productos con
hígado), puesto que consumidos con exceso son tóxicos para el feto.
Tan importante como seguir una dieta sana y equilibrada durante el embarazo, es
mantenerse físicamente activa, fomentar la salud y el bienestar general y ayudar a
prevenir el exceso de peso. Los estudios dedicados a observar los efectos de la
actividad física de la madre sobre el resultado del embarazo han sido desiguales,
pero hay pocas pruebas de que un ejercicio moderado pueda tener efectos
adversos sobre la salud de la madre o del feto. Los estudios sugieren que
ejercicios aeróbicos practicados con regularidad durante el embarazo ayudan a
mejorar o mantener un buen estado físico y una buena imagen. Se recomienda a
las mujeres embarazadas que continúen con la actividad física habitual mientras
se sientan cómodas, y que intenten mantenerse activas en el día a día, por
ejemplo, paseando. La natación es un tipo de ejercicio particularmente apropiado,
aunque se recomienda evitar actividades físicas intensas o enérgicas durante el
embarazo.
Ácido fólico
BIBLIOGRAFIA
Una dieta sana y equilibrada es importante en todas las etapas de la vida, pero
todavía lo es más durante el embarazo. La dieta materna debe proporcionar la
suficiente energía y nutrientes para satisfacer las necesidades habituales de la
madre y del feto, así como permitir que la madre pueda almacenar los nutrientes
necesarios para el desarrollo fetal y la lactancia. Las recomendaciones
alimenticias para las mujeres embarazadas son, en realidad, muy parecidas a las
de los demás adultos, pero con algunas excepciones significativas. La
recomendación más importante es seguir una dieta sana y equilibrada. En
concreto, las mujeres embarazadas deberían intentar consumir alimentos ricos en
hierro y ácido fólico.
Suplementos Vitamínicos
Consumo Energético
Suplemento de Minerales
Quesos con moho blanco y queso azul para reducir el riesgo de exposición a
gérmenes patógenos potencialmente dañinos, tales como la listeriosis y la
salmonela.
Evitar alimentos con gran cantidad de retinol (como hígado y productos con
hígado), puesto que consumidos con exceso son tóxicos para el feto.
Consumo de Pescado
Dieta Vegetariana
Embarazo y Adolescencia
Tan importante como seguir una dieta sana y equilibrada durante el embarazo, es
mantenerse físicamente activa, fomentar la salud y el bienestar general y ayudar a
prevenir el exceso de peso. Los estudios dedicados a observar los efectos de la
actividad física de la madre sobre el resultado del embarazo han sido desiguales,
pero hay pocas pruebas de que un ejercicio moderado pueda tener efectos
adversos sobre la salud de la madre o del feto. Los estudios sugieren que
ejercicios aeróbicos practicados con regularidad durante el embarazo ayudan a
mejorar o mantener un buen estado físico y una buena imagen. Se recomienda a
las mujeres embarazadas que continúen con la actividad física habitual mientras
se sientan cómodas, y que intenten mantenerse activas en el día a día, por
ejemplo, paseando. La natación es un tipo de ejercicio particularmente apropiado,
aunque se recomienda evitar actividades físicas intensas o enérgicas durante el
embarazo.
Ácido fólico
BIBLIOGRAFIA
Resumen del documento informativo de la BNF “Nutrición durante el embarazo”
(Nutrition in pregnancy). Autor: Claire Williamson, Nutricionista de la Fundación
Nutrition Foundation 2006 El documento completo de la BNF que ha sido
publicado en el Boletín Nutricional (“Nutrición).