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- Planificación de la prevención en la
empresa
1. Marco normativo básico
¿Te has parado a pensar si existe alguna norma que regule la prevención de riesgos laborales en España?
En efecto, en España, la prevención de riesgos labora-les se rige por la Ley 31/1995 de Prevención de
Riesgos Laborales.
El artículo 40.2 de la Constitución Española encomienda a los poderes públicos, como uno de los
principios rectores de la política social y económica, velar por la seguridad e higiene en el trabajo
Tiene como objetivo inicial unificar la normativa de seguridad e higiene en el trabajo. Su carácter,
una ley de mínimos, basada en dar soporte a los reglamentos técnicos posteriores que la desarrollan o
complementarios y cuantas otras normas, legales o convencionales, contengan prescripciones relativas a
la adopción de medidas preventivas en el ámbito laboral o susceptible de producirlas en dicho ámbito
• La Ley de Prevención de Riesgos Laborales es la normativa básica que determina el marco legal
en el que deben acomodarse las restantes normas de inferior rango.
• Las disposiciones de desarrollo o complementarias serán dictadas por el Gobierno a través de los
correspondientes reglamentos respecto a las materias relacionadas en el artículo 6 de la Ley.
• Lo completan las normas convencionales en forma de convenios colectivos que adopten medidas
preventivas en el ámbito laboral.
• Que constituyen el suelo mínimo por lo que las condiciones de seguridad y salud laboral
pueden ser mejoradas y desarrolladas por los convenios colectivos.
Su misión, indudablemente, consiste en fijar los criterios de actuación para la promoción de la seguridad
y salud en el trabajo.
El campo de aplicación de la ley abarca tanto las diferentes situaciones que se generan en el ámbito de
las relaciones laborales como las relaciones de carácter administrativo o estatutario del personal civil al
servicio de las administraciones públicas.
• El capítulo primero esboza las líneas generales que constituyen la norma, define un claro
objetivo y establece las actividades a las que es aplicable.
• El tercer capítulo de la legislación, como bloque ciertamente relevante, hace referencia tanto a
los derechos y obligaciones de trabajadores y empresarios en el ámbito preventivo como a los
principios por seguir, los elementos más característicos del plan de prevención y los
requerimientos que sustentan la legislación.
• Tras un capítulo sexto que aclara las obligaciones de los fabricantes, importadores y
suministradores, la ley finaliza contemplando, en su capítulo séptimo, la regulación de las
responsabilidades y sanciones que deben garantizar su cumplimiento, incluyendo la tipificación
de las infracciones y el régimen sancionador correspondiente
Tras enumerar la normativa internacional, el artículo 40.2 de la Constitución Española, la Ley 31/95 de
Prevención de Riesgos Laborales debemos añadir, como legislación básica nacional, el Real Decreto
39/97 que regula el Reglamento de los Servicios de Prevención y ya posteriormente, el desarrollo
normativo específico con la multitud de Reales Decretos que desarrollan cada uno de los riesgos
laborales y sus medidas de prevención y protección.
En estos enlaces podrás encontrar el texto íntegro de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos
Laborales y la modificación de la misma por la Ley 54/2003 así como el enlace a las últimas
modificaciones destacables de la LPRL:
La O.I.T. es un organismo especializado de la ONU que se ocupa de los asuntos relativos al trabajo y
las relaciones laborales. Fundada el 11 de abril de 1919, en virtud del Tratado de
Versalles, complementado con la Declaración de Filadelfia de1944.
o Asistencia técnica.
La información sobre las mejoras en la seguridad y salud de los trabajadores procedente de una amplia
gama de fuentes, tiende a encontrarse muy dispersa entre los distintos Estados miembros y diferentes
organizaciones.
Su objetivo es: “proporcionar a los organismos comunitarios, a los estados miembros y a los
medios interesados toda la información técnica, científica y económica útil en el ámbito de la
seguridad y de la salud en el trabajo”.
Para conseguir dicho objetivo se ha creado una red de información europea, en base a un sistema de
Centros de Referencia Nacionales y redes de información nacional. En España el Centro de Referencia
Nacional es el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
La Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo es una de las primeras
organizaciones de la Unión Europea creada en 1975 a la que se le encomendó su contribución a la
planificación y diseño de mejores condiciones de vida y trabajo en Europa.
5. Cualesquiera otras que sean necesarias para el cumplimiento de sus fines y le sean encomendadas en el
ámbito de sus competencias, de acuerdo con la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo
con la colaboración, en su caso, de los órganos técnicos de las Comunidades Autónomas con
competencias en la materia.
• Normativas.
• Normas jurídico-técnicas.
• Propuestas de sanción.
• Asesorar e informar a empresas y trabajadores.
• Informes sobre accidentes y enfermedades profesionales al Juzgado de lo Social.
• Informar sobre accidentes y enfermedades profesionales mortales, graves y muy graves a la Autoridad
Laboral.
• Comprobar y favorecer el cumplimiento de las obligaciones asumidas por los Servicios de Prevención.
• Paralización inmediata de trabajos en que se advierta riesgo grave e inminente.
• Colaboración pericial.
La nueva Ley 23/2015, de 21 de julio, Ordenadora del Sistema de Inspección de Trabajo y Seguridad
Social configura a la Inspección de Trabajo como un Organismo Autónomo, con mayor participación de
las Comunidades Autónomas y los agentes sociales y además se ha creado unas Escala de
Subinspectores de Seguridad y Salud en el Trabajo, que incrementa la capacidad de la Inspección de
Trabajo en materia de prevención de riesgos laborales.
Los acuerdos se adoptan por mayoría, disponiendo cada representante de las Administraciones Públicas
(Administración General del Estado y Comunidades Autónomas) de un voto y dos los de las
Organizaciones Empresariales y Sindicales. De ello, se desprende que la Comisión Nacional de
Seguridad y Salud en el Trabajo, es un órgano cuatripartito por su composición, pero tripartito por su
funcionamiento.
Reúne a todos los agentes responsables e implicados en la mejora de las condiciones de trabajo y de la
calidad de vida laboral, se configura como un instrumento privilegiado de participación en la
formulación y desarrollo de la política en materia de prevención.
La Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales es una fundación sin ánimo de lucro y de
carácter laboral creada por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995.
La Fundación tiene por finalidad promover la mejora de las condiciones de seguridad y salud en los
lugares de trabajo, especialmente en las pequeñas empresas. Es un instrumento específico de apoyo
a la actividad preventiva en España, a través de acciones de información, formación, asistencia técnica y
promoción del cumplimiento de la nueva normativa de prevención de riesgos.
El tercer capítulo de la LPRL, como bloque ciertamente relevante, hace referencia tanto a los derechos y
obligaciones en el ámbito preventivo como a los principios por seguir, los elementos más característicos
del plan de prevención y los requerimientos que sustentan la legislación.
La primera obligación importante nace como consecuencia del derecho de los trabajadores y de las
trabajadoras a una protección eficaz. El empresario o la empresaria tienen que adoptar las actividades
preventivas que sean necesarias para cumplir dicho derecho.
Dichas actividades preventivas, deben seguir los principios descritos en el art. 15 de la LPRL:
En prevención, derechos y deberes son correlativos, lo que para una parte es un deber para la otra es
un derecho, por lo tanto el empresario tiene el deber de proteger la seguridad y la salud de los
trabajadores en todos los aspectos relacionados con el trabajo. De este deber general derivan los
derechos para los trabajadores, recogidos en el capítulo III de la LPRL.
Como ya hemos conocido las obligaciones en el apartado anterior, las enumeraremos a modo de
resumen:
• Obligación de evaluar los riesgos laborales, esta obligación hemos podido conocerla en la
unidad de trabajo previa, dónde hemos conocido que deben existir una evaluación inicial y
posteriormente, evaluaciones periódicas, que la evaluación se realiza en cada puesto de trabajo o
que los riesgos se evalúan en función de la probabilidad y la severidad del daño.
En concordancia con lo anterior, como ejemplo, el convenio colectivo vigente de Centros de Asistencia
y Educación Infantil dispone que al comienzo de cada curso, el Centro podrá solicitar del Instituto de
Salud e Higiene (u Organismo Autónomo competente), o del Médico del Centro, una revisión médica de
los trabajadores que así lo deseen.
• Salvo consentimiento expreso por parte de la persona afectada, los resultados solamente pueden
ser conocidos por el personal médico y sanitario.
• La vigilancia del estado de salud se puede llegar a realizar incluso finalizada la relación laboral
(en casos de actividades con riesgos especialmente peligrosos).
• Las actividades de vigilancia de la salud se tienen que llevar a cabo por personal médico y
sanitario con competencia, formación y capacidad acreditada.
• Obligación de protección de trabajadores especialmente sensibles.
Como obligaciones del trabajador, en virtud del artículo 29, debemos señalar que, de conformidad con su
formación y las instrucciones del empresario, deberán usar adecuadamente, las máquinas, aparatos,
herramientas, sustancias peligrosas, equipos de transporte y, en general, cualesquiera otros medios con los que
desarrollen su actividad y utilizar correctamente los medios y equipos de protección, informar de inmediato a
su superior jerárquico directo, y a los trabajadores designados para realizar actividades de protección y de
prevención acerca de cualquier situación que, a su juicio, entrañe, por motivos razonables, un riesgo para la
seguridad y la salud de los trabajadores y contribuir al cumplimiento de las obligaciones establecidas además
de cooperar con el empresario en materia preventiva.
3.3. Responsabilidades en materia preventiva
El empresario que realice infracciones en materia preventiva podrá ser responsable jurídicamente en la
vía administrativa, civil, penal y Seguridad Social.
El artículo 42 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales señala que el incumplimiento por parte
del empresario de sus obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales podrá originar
responsabilidades administrativas, así como penales y civiles por los daños y perjuicios que puedan
derivarse de dicho incumplimiento.
El tipo de responsabilidad a que puede dar lugar un incumplimiento por parte de los sujetos obligados
será diferente según el sector del ordenamiento jurídico donde tenga su origen.
La relación existente entre responsabilidad administrativa y responsabilidad penal implica que, cuando
hay identidad de sujeto infractor y de hecho punible, la una excluye la otra. Si existe sanción
penalmente, ya no cabe imponer a la misma persona y por el mismo hecho una sanción administrativa
(principio de non bis in idem).
En el caso de que el trabajador incumpla sus obligaciones en materia preventiva podrá ser sancionado
conforme a la normativa existente de forma gradual, conforme a faltas leves graves y muy graves. La
sanción puede variar desde la más leve como una amonestación a un despido disciplinario procedente
hasta responsabilidades civiles o incluso penales.
Según el artículo 19.2 del E.T: El trabajador está obligado a observar en su trabajo las medidas legales y
reglamentarias de seguridad e higiene. Así como, nuevamente el artículo 29 de la LPRL
El incumplimiento por los trabajadores de las obligaciones en materia de prevención de riesgos a que se
refieren los apartados anteriores tendrá la consideración de incumplimiento laboral a los efectos
previstos en el artículo 58.1 del Estatuto de los Trabajadores o de falta, en su caso, conforme a lo
establecido en la correspondiente normativa sobre régimen disciplinario de los funcionarios públicos o
del personal estatutario al servicio de las Administraciones públicas.
Los derechos de participación y consulta que la ley les reconoce se ejercen, en general, a través de los
delegados y delegadas de prevención, a los que se atribuye, además, una función de vigilancia y
control sobre el cumplimiento de la normativa de prevención.
Constituyen una representación autónoma en materia de salud laboral en todas las empresas con más de
5 empleados y es autónoma porque la ley les atribuye unas competencias y prerrogativas que no
dependen del beneplácito empresarial, es decir, que pueden ejercer sus funciones por sí mismos. Pero
¿qué se entiende por participación?
Participar es intervenir más o menos directamente en la toma de decisiones, para ello es necesario dar
información, formarse opinión, tomar decisiones y actuar.
Constituye hoy día una queja habitual la falta de cumplimiento de la normativa de prevención. En
muchas empresas la aproximación a las obligaciones preventivas responde más a la simple obediencia a
las formas, que a un verdadero cumpli-miento. Ello redunda en una aplicación poco efectiva de la
normativa de prevención, y de ahí la escasez de resultados.
El caso específico del delegado de prevención ilustra esta situación. Cuando aún en la mitad de los
centros de trabajo ni siquiera están designados, buena parte de los que ejercen su labor se encuentran
con problemas de falta de formación, de no reconocimiento de su papel consultivo y una gran ausencia
de apoyo tanto interno como externo. Su labor parece tolerada pero escasamente reconocida. Y, sin
embargo, en la inmensa mayoría de los centros de trabajo no suele haber otro “especialista” en
prevención que no sea el delegado.
Elegido por y entre los representantes del personal, sus funciones preventivas tiene como objetivo el
de actuar como el verdadero intermediario entre el empresario y el personal de la plantilla. En empresas
con una plantilla de hasta 30 trabajadores, estas funciones las realiza el propio delegado de personal.
Cuando el número de la plantilla oscila entre 31 y 49 personas, el delegado de prevención es elegido
por y entre los tres delegados de personal que exige el Estatuto de los Trabajadores para esa situación.
La escala que ayuda a determinar el número de delegados de prevención necesarios según la estructura
de la organización es la siguiente:
• Ser consultados por el empresario, con carácter previo a su ejecución, acerca de las decisiones a
que se refiere el artículo 33 de la presente ley.
• Ejercer una labor de vigilancia y control sobre el cumplimiento de la normativa PRL (...).
El delegado de prevención tiene acceso, además, a toda la documentación e información referente a las
condiciones de trabajo de la organización que son necesarias para el buen ejercicio de sus funciones.
En el ejercicio de sus funciones, pueden hacer, también, observaciones del trabajo con objeto de vigilar
y controlar el estado de las condiciones laborales. Para ello, la posibilidad de tener acceso a cualquier
zona de trabajo se hace no solo evidente, sino necesaria. Esta facultad es más que relevante ya que
permite verificar la falta de medidas o la existencia de condiciones que pudieran, llegado el caso, ser
causa de paralización de las tareas por existencia de riesgo grave e inminente. Bajo estas circunstancias,
y bastando la mayoría de los delegados de prevención, pueden proponer al órgano de representación de
los trabajadores la paralización de la actividad.
• En caso de cometer una infracción grave o muy grave, son oídos el comité de empresa y resto de
delegados (además del delegado de prevención implicado).
• No pueden ser discriminados económica y/o profesionalmente por el ejercicio de sus funciones
de representación.
• No pueden ser despedidos ni sancionados durante su mandato y tras un año de ejercer sus
funciones por acciones inherentes a su condición de representante de los trabajadores en materia
de prevención. Esta situación, no obstante, no exime de la capacidad por parte del empresario de
despedirlos por causas disciplinarias.
• Poseen la capacidad para distribuir, publicar e informar, en definitiva, sobre cualquier aspecto
relacionado con la prevención de riesgos laborales.
El tiempo asignado a reuniones en materia de seguridad y salud laboral se computan, sin embargo, como
tiempo efectivo
El Comité estará formado por los Delegados de Prevención, de una parte, y por el empresario y/o sus
representantes en número igual al de los Delegados de Prevención, de la otra.
(...) En las reuniones del comité de seguridad y salud participarán, con voz pero sin voto, los
delegados sindicales y los responsables técnicos de la prevención en la empresa que no estén
incluidos en la composición a la que se refiere el párrafo anterior. (...). (Art. 38.2 de la LPRL).
• Realizar las visitas que sean necesarias para conocer la situación de la empresa en materia de
seguridad y salud laboral.
• Tener acceso a la información y documentación que sea necesaria para la correcta ejecución de
sus tareas y funciones.
El sistema de gestión de prevención de riesgos laborales incluye varios procedimientos, que ya han sido
anteriormente mencionados:
• Desarrollar una política general de prevención para definir el grado de compromiso asumido
por la empresa
• Organizar la prevención en todas las secciones de la empresa eligiendo una de las modalidades
de organización preventiva establecidas por el Reglamento de los servicios de prevención.
• Realizar un control y una evaluación periódicos del grado de cumplimiento de las medidas
adoptadas.
Los procedimientos preventivos son aprobados por la dirección y consultados previamente con los
representantes de los trabajadores.
La actividad preventiva debe ser permanente y renovarse continuamente, sin que nunca pueda
considerarse completada.
La prevención de riesgos laborales debe integrarse en todos los niveles de la estructura organizativa de
la empresa:
La organización de los recursos preventivos viene regulada en el capítulo III del Real Decreto 39/1997
de 17 de Enero y sus posteriores modificaciones, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios
de Prevención, el cual determina que para organizar la actividad preventiva el empresario puede elegir
entre alguna de las siguientes cinco modalidades:
A) Asumir personalmente tal actividad siempre que desarrolle de forma habitual su actividad
en el centro de trabajo y tenga la capacidad necesaria. La nueva redacción del artículo 30 de la
LPRL establece lo siguiente:
En las empresas de hasta diez trabajadores, el empresario podrá asumir personalmente las funciones,
siempre que desarrolle de forma habitual su actividad en el centro de trabajo y tenga la capacidad
necesaria, en función de los riesgos a que estén expuestos los trabajadores y la peligrosidad de las
actividades.
La misma posibilidad se reconoce al empresario que, cumpliendo tales requisitos, ocupe hasta 25
trabajadores, siempre y cuando la empresa disponga de un único centro de trabajo.
El empresario que no hubiere concertado el Servicio de prevención con una entidad especializada ajena
a la empresa deberá someter su sistema de prevención al control de una auditoría o evaluación
externa, en los términos que reglamentariamente se determinen.
Las personas o entidades especializadas que pretendan desarrollar la actividad de auditoría del sistema
de prevención habrán de contar con una única autorización de la autoridad laboral, que tendrá validez en
todo el territorio español. El vencimiento del plazo máximo del procedimiento de autorización sin
haberse notificado resolución expresa al interesado permitirá entender desestimada la solicitud por
silencio administrativo, con el objeto de garantizar una adecuada protección de los trabajadores.
Además de disponer que habrá un asesoramiento técnico específico a las empresas de hasta
veinticinco trabajadores por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y el Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo, en colaboración con las Comunidades Autónomas y los agentes
sociales.
B) Designar a uno o varios trabajadores con la adecuada formación para que realicen
actividades preventivas. Deben disponer de tiempo y medios suficientes, teniendo en cuenta el
tamaño de la empresa y los riesgos a los que están expuestos los trabajadores de la misma.
Pudiendo ser prevencionistas de nivel básico, intermedio o superior.
•
o En empresas que cuenten con más de 500 trabajadores.
o En las empresas que teniendo entre 250 y 500 trabajadores éstos desarrollen actividades con
riesgo para su salud.
o Empresas no incluidas en los apartados anteriores, pero que, por la peligrosidad de sus
actividades o la frecuencia o gravedad de la siniestrabilidad, así lo decida la Autoridad Laboral.
Los servicios de prevención propios deberán ser unidades organizativas específicas, y sus
integrantes se dedicarán de forma exclusiva a la actividad preventiva en la empresa. Deberán
contar como mínimo con dos de las especialidades o disciplinas preventivas siguientes:
medicina del trabajo, seguridad en el trabajo, higiene industrial y ergonomía y psicosociología
aplicada.
Son entidades especializadas en la gestión de la PRL que son contratados por las empresas y que deben
cumplir los siguientes requisitos:
• Habrán de contar con la correspondiente acreditación de la Administración laboral. Para ello, deben
contar con las especialidades o disciplinas preventivas de medicina del trabajo, seguridad en el trabajo,
higiene industrial, y ergonomía y psicosociología aplicada y como mínimo de un técnico que cuente con
la cualificación necesaria para el desempeño de las funciones de nivel superior y con un médico
especialista en medicina del trabajo o diplomado en Medicina de Empresa y un ATS/DUE de empresa.
Clarificar que existe una única acreditación en las cuatro disciplinas, la acreditación se otorga una sola
vez y todos los servicios de prevención ajenos deben contar con las cuatro especialidades, sin que pueda
otorgarse una acreditación parcial o por especialidades.
• No podrán mantener con las empresas clientes, vinculaciones comerciales, financieras, o de cualquier
otro tipo, diferentes de las relacionadas con la prestación de servicios preventivos, que pudieran afectar
a su independencia.
• Las entidades especializadas deberán mantener, en todo momento, los requisitos necesarios para
actuar como servicios de prevención establecidos en este real decreto y en sus disposiciones de
desarrollo.
• Creación de un registro en el que serán inscritas las entidades especializadas que hayan sido acreditadas
como servicios de prevención, así como las personas o entidades especializadas a las que se haya
concedido autorización para efectuar auditorías o evaluaciones de los sistemas de prevención de
conformidad con lo establecido en el capítulo V del Real Decreto 39/1997
Debes conocer
Las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social, además de cubrir las contingencias por accidentes
de trabajo y enfermedades profesionales, pueden desarrollar funciones propias de los servicios de
prevención ajenos, para las empresas asociadas a ellas y siempre que cuenten con la autorización
correspondiente.
Ley 35/2014, de 26 de diciembre, por la que se modifica el texto refundido de la Ley General de la
Seguridad Social en relación con el régimen jurídico de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y
Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social.
Las empresas que opten por esta organización mancomunada, deberán consultar a los
representantes de los trabajadores antes de llegar a un acuerdo de constitución. La información
relativa a las empresas que constituyen el servicio de prevención, así como el grado de
participación de cada una de ellas ha de estar a disposición de la autoridad laboral.
En estos enlaces podrás encontrar las últimas modificaciones destacables en LPRL en este apartado :
• Real Decreto 337/2010, de 19 de marzo, por el que se modifican el Real Decreto 39/1997 Real Decreto
1109/2007 y el Real Decreto 1627/1997.
• Real Decreto 598/2015 del 03 Julio 2015, por el que se modifican el Real Decreto 39/1997, Real Decreto
485/1997, Real Decreto 665/1997 y el Real Decreto 374/2001.
• Real Decreto 899/2015, de 9 de octubre, por el que se modifica el Real Decreto 39/1997.
Además, el siguiente enlace te conduce al portal del INSHT donde podrás consultar su oferta formativa
destinada a trabajadores en general:
Formación en el INSHT
Actividades peligrosas
6. El plan de prevención
¿Para qué sirve el plan de prevención? desde el 14 de diciembre de 2003, fecha en que entró en vigor La
Ley 54/2003, de 12 de diciembre, de Reforma del Marco Normativo de la Prevención de Riesgos
Laborales, ésta debe integrarse en el sistema general de gestión de la empresa, tanto en el conjunto
de sus actividades como en todos sus niveles jerárquicos, a través de la implantación y aplicación de un
plan de prevención de riesgos laborales.
El plan de prevención es aprobado por la dirección de la empresa pero debe ser asumido y conocido
por todos los niveles jerárquicos, incluidos los trabajadores y trabajadoras. Estará a disposición de la
autoridad laboral, sanitaria y de los representantes de los trabajadores y trabajadoras. Su gestión y
aplicación deberá desarrollarse mediante una acción permanente y continua (art.14.2 LPRL) que
comprende las siguientes fases:
También deberá incluir los medios humanos y materiales necesarios, así como la asignación de los
recursos económicos precisos para conseguir los objetivos propuestos. En la planificación se tendrá en
cuenta la existencia de disposiciones legales sobre riesgos específicos y los principios de la actividad
preventiva. Deberá planificarse para un periodo de tiempo determinado, normalmente un año,
estableciendo las fases y prioridades, así como su seguimiento y control periódico
La empresa tiene la obligación de prevenir y proteger a los trabajadores con respecto a los riesgos
laborales. Esto lo realizará conforme a los siguientes principios generales de la acción preventiva
recogidos en el artículo 15 de la LPRL:
El empresario debe realizar una evaluación inicial de los riesgos teniendo en cuenta:
• La clase de actividad que realiza y las características de los distintos puestos de trabajo.
o Menores de 18 años
También deberá hacer una evaluación cuando seleccione los equipos de trabajo, o sustancias químicas
nuevas o cuando se acondicionen los lugares de trabajo.
• Analizar el riesgo creando un cuestionario o guía de chequeo que nos permita identificar y
describir el riesgo. Existen multitud de métodos para la evaluación global de las condiciones de
trabajo, como el método EWA de análisis ergonómico del puesto de trabajo, el método PYMES,
etc.
El INSHT tiene publicadas guías técnicas de evaluación dónde señalan para cada tipo de trabajo en
función del sector profesional cuáles serían los riesgos más habituales, la probabilidad y las
consecuencias de que se produzca.
Tipos de riesgos
Ante este hecho, el empresario deberá adoptar las medidas necesarias para eliminar, controlar o
reducir dichos riesgos, estableciendo un orden de prioridades de actuación dependiendo de la
magnitud del riesgo y del número de trabajadores expuestos a los mismos. Para lo cual, la
planificación de la prevención deberá tener en cuenta los siguientes principios de la acción preventiva
recogidos en el artículo 15 de la LPRL ya tratados en el epígrafe 3.1, y que, de forma resumida, se citan
en el inicio de este apartado 6.
Se pueden distinguir tres tipos de actuaciones preventivas que deben ser debidamente registradas:
1. Medidas materiales para reducir el riesgo en su origen. Las medidas de prevención que eliminan o
disminuyen la probabilidad de riesgo tendrán prioridad con respecto a las medidas de protección, cuyo
objetivo sea minimizar las consecuencias en caso de que se materialice el riesgo. La protección
colectiva, tendrá a su vez más prioridad que la individual.
2. Las acciones de información y formación de los trabajadores y trabajadoras para conseguir que
adopten comportamientos seguros ante los riesgos a los que están expuestos.
3. Procedimientos para el control de los riesgos a lo largo del tiempo, controlando periódicamente las
condiciones de trabajo y el estado de salud de los trabajadores.
Debes conocer
El recurso preventivo es una figura introducida por la reforma de la LPRL de diciembre de 2003, como
medida de prevención complementaria y nunca sustitutoria. Consiste en que uno o varios trabajadores o
miembros del servicio de prevención designados por la empresa se encarguen de vigilar las actividades
preventivas para conseguir un adecuado control de riesgos y corregir las deficiencias de la planificación.
Su formación mínima debe ser la de un prevencionista de nivel básico.
Las revisiones periódicas son indispensables para detectar a tiempo el desgaste de máquinas y
herramientas o comprobar la fiabilidad de los equipos de protec-ción. Por esa razón constituyen un
instrumento indispensable para realizar un control fiable de los riesgos de las condiciones de trabajo.
Como principales actividades que una empresa puede llevar a cabo para el control de los riesgos:
• Revisiones periódicas generales de los lugares de trabajo: se ocupan de que los trabajadores
dispongan de los medios y la formación adecuada para mantener su entorno de trabajo en
óptimas condiciones de seguridad y salud, prestando especial atención al orden y la limpieza.
• Control de riesgos higiénicos: se realizan mediciones ambientales en las que se identifican las
fuentes que generan contaminantes ambientales, trabajadores expuestos, duración de la
exposición, etc.
• Observaciones del trabajo: mediante estas observaciones, los mandos deberían asegurarse de
que el trabajo se está realizando de forma segura y de acuerdo con lo establecido, a fin de
mejorar lo relativo a la información y formación y a las instrucciones de trabajo.
• Control de riesgos ergonómicos y psicosociales: analiza la carga física y mental del puesto de
trabajo con el fin de adaptar el puesto a las características individuales del trabajador o
trabajadora.
• Vigilancia de la salud: permite ver cómo afectan las condiciones de trabajo a los empleados,
por lo que el plan de prevención debe contener información relativa a las enfermedades
profesionales y accidentes de trabajo que hayan causado al empleado incapacidades superiores a
un día, establecer un programa anual de revisión de la salud de los trabajadores.
• Los accidentes que provocando lesiones menores, se repiten ya que revelan situaciones o
prácticas de trabajo peligrosas y que deben corregirse antes de que ocasionen un accidente más
grave.
• Aquellos accidentes o sucesos peligrosos que los agentes que intervienen en la prevención de la
empresa o la Administración laboral o sanitaria consideren necesario investigar por sus
características especiales.
Eso sí, el INSHT considera que se debe realizar la investigación de los accidentes según la siguiente
priorización:
• Y seguidamente, aquellos accidentes leves, los incidentes o incluso accidentes blancos en los que
haya una notable frecuencia repetitiva, un riesgo potencial de originar lesiones graves o bien que
presenten causas no bien conocidas.
Debe dejar constancia así como notificar a la autoridad laboral a través de internet (Sistema de
Declaración Electrónica de Accidentes de Trabajo -Delt@) teniendo en cuenta los plazos establecidos
normativamente:
• El accidente de trabajo.
• Con respecto a la enfermedad profesional señalar que tras su declaración por el médico, será
notificado mediante un sistema informático de la Seguridad Social, denominado CEPROSS.
• Los costes de los accidentes se pueden analizar desde el punto de vista de la empresa y desde el
punto de vista del trabajador.
• Para la empresa: los salarios e indemnizaciones al trabajador, los periodos de tiempo perdidos
por el accidentado y sus compañeros y de la investigación, daños materiales, las sanciones
económicas e incluso penales entre otras.
• Pero, más importante aún, son los costes para el trabajador, su familia y la sociedad, tales como
el dolor y el sufrimiento, la reducción temporal o definitiva en los ingresos, los pagos de la
Seguridad Social, la pérdida de recursos humanos, la imagen de las empresas entre otros muchos
costes.
7. El plan de autoprotección
La política preventiva de la empresa debe incluir, además del plan de prevención, un plan completo de
actuación que contemple situaciones de emergencia que podrían surgir en el entorno laboral. La
LPRL estableció la obligación en 1995 de un plan de emergencias. El R.D. 393/2007 de 23 de marzo,
que aprueba la Norma Básica de Autoprotección (NBA), en la que se establece la obligación de
elaborar, implantar y mantener operativos los planes de autoprotección. El R.D.1468/2008, de 5 de
septiembre, por el que se modifica el R.D. 393/2007, por lo que el plan de emergencias pasó a ser un
apartado del documento del plan de autoprotección.
Debe ser redactado y firmado por un técnico competente y será suscrito por la empresa. Se
mantendrá actualizado y se revisará con una periodicidad no superior a tres años.
La empresa debe asignar a una persona como responsable único para la gestión de las actuaciones
encaminadas a la prevención y el control de los riesgos. Debe tener un contenido mínimo que se
especifica en la NBA y recoger procedimientos preventivos y de control de riesgos como los siguientes:
Los órganos competentes de Protección Civil actuarán como unidad de mando externa y velarán por que
los Planes de Autoprotección sean suficientemente operativos frente los riesgos y exista la adecuada
coordinación entre dichos planes y los de protección civil. Para su implantación se requiere:
• Establecer mecanismos de información previa a todo el personal en los que se les informe
de los riesgos y del plan de autoprotección.
Debes conocer
La primera vez que aparece de manera clara la obligación de elaborar un plan de emergencias fue en la
Orden de 25 de septiembre de 1979, publicada tras el incendio del Hotel Corona de Aragón, ocurrido el
12 de julio de 1979 en Zaragoza, en el que murieron 76 personas y 113 resultaron heridas.
Conato de emergencia (nivel 1): Situación en la que el riesgo o accidente que la provoca, puede ser
controlado de forma sencilla y rápida, con los medios y recursos disponibles presentes en el momento y
lugar del incidente.
Emergencia local (nivel 2): Situación en la que el riesgo o accidente requiere para ser controlado la
intervención de equipos designados e instruidos expresamente para ello; afecta a una zona del edificio o
área y puede ser necesaria la "evacuación horizontal" o desalojo de la zona afectada.
Emergencia general (nivel 3): Situación en la que el riesgo o accidente pone en peligro la seguridad e
integridad física de las personas y es necesario proceder al desalojo o evacuación, abandonando el
recinto. Requiere la intervención de equipos de alarma y evacuación y ayuda externa.
De esta clasificación se deduce que las actuaciones en caso emergencia pueden ir desde detección y
alerta, alarma y respuesta hasta la evacuación, prestación de primeras ayudas y necesidad de ayudas
externas.
RESPONSABLE FUNCIONES
Equipos de alarma y
Dirigen la evacuación total.
evacuación (EAE)
Equipos de primeros Prestan los primeros auxilios antes de que llegue la asistencia
auxilios (EPA) sanitaria.
El artículo 20 de la LPRL establece que para la aplicación de las medidas adoptadas, el empresario
deberá organizar las relaciones que sean necesarias con servicios externos a la empresa, en particular
en materia de primeros auxilios, asistencia médica de urgencia, salvamento y lucha contra incendios, de
forma que quede garantizada la rapidez y eficacia de las mismas.
Es importante que analices de forma introductoria la obligación legal (puede consultar el artículo 195
del Código Penal) y moral de la prestación de los primeros auxilios, definiéndose éstos como el
conjunto de actuaciones y técnicas que permiten la atención inmediata de un accidentado, hasta que
llegue la asistencia médica profesional, a fin de que las lesiones que ha sufrido no empeoren. Las NTP
son guías de buenas prácticas. Sus indicaciones no son obligatorias salvo que estén recogidas en una
disposición normativa vigente.
Debes conocer
Como el desarrollo de esta profesión tendrá lugar, en un porcentaje muy alto de casos, en oficinas,
despachos y edificios que alberguen lugares de trabajo, vemos la importancia de que conozcas con
amplitud, en qué consisten los planes de evacuación que se han de establecer para las distintas
emergencias.
Es obligación del empresario pero también del trabajador tener una actitud preventiva frente a los
riesgos y adquirir una adecuada formación en todas las facetas de la prevención.
En las situaciones de emergencia debemos conocer cómo actuar, por ello te facilitamos un enlace donde
puedes acceder a dos planes completos de actuación ante situaciones de emergencia.