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En los primeros años del siglo XX, la crisis de identidad era muy profunda, sucedió

en el mismo tiempo de mestizaje cultural que fue configurando una nueva


sociedad.

La arquitectura moderna se desarrolló en el Perú tardíamente, aproximadamente


20 años después de que se construyeran las primeras obras arquitectónicas
europeas.

La reforma estudiantil llevada a cabo en 1946 en la facultad de ingeniería y el


manifiesto de la agrupación espacio en 1947 representaron los movimientos más
claros e importantes de como la arquitectura moderna ingresa y va apropiándose
de Lima para luego pasar a provincias y abordar al país completo hacia la década
de 1960.

Las nuevas corrientes modernas que se desarrollaron en lima y luego en el resto


del país, estuvieron influenciadas bajo dos tendencias, las formas orgánicas de
Frank Lloyd Wright y un vocabulario racionalista que puede asimilarse a la línea
de Le Corbusier, Walter Gropius y Mies Van Der Rohe.

La producción de viviendas unifamiliares modernas será interrumpida casi en su


totalidad por el golpe de estado, llevada a cabo por el general Juan Velazco
Alvarado en el año 1968, Época que coincide con el ingreso de brutalismo en la
arquitectura de Perú, para luego incorporarse a las tendencias postmodernistas
que se practicaban el mundo.

Aparece una arquitectura que busca representar de alguna, manera, a esta nueva
identidad del recién llegado, -el provinciano que llega a lima-.

En estos aspectos se empieza a hablar de lo chicha y lo huachafo, la arquitectura


chicha es un fenómeno esencialmente urbano y producto de estos movimientos
migratorios del campo a la ciudad.

Como resultado aparece lo que representa a la ciudad de Lima, la influencia


urbana, en la que se ven expresados dos aspectos: el de la modernidad y el
progreso. La tradición inspirada en elementos arquitectónicos de origen colonial,
la consistencia indígena, que no se va a traducir en formas externas sino en la
organización interna de la vivienda. Una vez que el cholo se apodera de la ciudad
una nueva estética aparece.

Las recargadas iconografías de las fachadas son remplazadas por una tendencia
más pragmática, simple y práctica. Es así que aparecen fachadas que se
caracterizan por el uso de colores brillantes, fuertes, primarios. Tonos como el
azul magnético el magenta, verde y amarillo.
La evolución de la vivienda chica barrial va de unifamiliar a multifamiliar, en estos
aspectos las escaleras pasan a ser exteriores, adornos y arcos se apoderan de las
fachadas y solo son comunes los techos de tejas, van a tender a crecer en altura.
El epicentro fue lima y luego las principales ciudades del país.

Las viviendas eran las típicas con patio de la arquitectura local, cuyo origen se
remonta a la antigüedad, estas simples estructuras de ladrillo requerían menos
sofisticación tecnológica y causaban menos alteración social que la ordenación en
bloques, y más factibles para viviendas de bajo costo, en algunos casos y debido a
que sus residentes procedían de regiones rurales se incluyó un espacio para el
guardado de animales.

Es preciso analizar en esta etapa que los pioneros de esta arquitectura ¨moderna¨
abogaban por romper con lo tradicional (sobre todo con el ornamento y el tipo);
es así que la creación de obras ahora respondía al uso al que estaban destinados,
es decir, a una arquitectura racionalista.

Se levantaron una serie de edificaciones, que dejaban atrás los estilos


neocoloniales o republicanos que habían caracterizado las construcciones limeñas
y ahora exhibían sus estructuras y formas mucho más aéreas y funcionales, con
distintos niveles, ventanas corridas, aleros y terrazas. Así se reproducían aquí las
nuevas corrientes arquitectónicas de moda en Europa y en otras ciudades de
América latina.

Se crearon barrios residenciales, ubicados en grandes terrenos, donde se muda la


oligarquía limeña y en donde aparece la nueva tipología de vivienda aislada o
chalet- de influencia norteamericana- marcando un cambio radical en la tipología
y en la escala urbana de la ciudad, es en estas nuevas construcciones donde se
consolida la construcción en hormigón armado.

Las costumbres y tradiciones peruanas en todo momento se verán reflejadas


en la proyección de edificaciones modernas. Costumbres que muestran una
realidad nacional, una manera de vivir particular y distinta a los lugares donde se
gestó esta esta arquitectura moderna, lo que permitirá dotar a los proyectos
modernos desarrollados en el Perú, de una identidad local inminente.

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