IGLESIA DE DIOS EN HONDURAS Desde la pedagogía y la práctica educativa que

CONFERENCIA NACIONAL PARA DOCENTES esta atascada en el pasado, se podría decir que
DOCENCIA AL ESTILO DE JESUS los docentes deben hacer en la Iglesia lo mismo
que siempre han hecho: enseñar a los líderes
EL MODELO PEDAGOGICO DE JESUS Y EL PAPEL laicos, a los candidatos al ministerio y a los
DEL DOCENTE EN EL DESARROLLO DE LA IGLESIA. ministros de la Iglesia para que hagan la tarea
que Dios les ha asignado; entendiendo por
Por Carlos Canizález enseñar la transmisión de herramientas y
conocimientos prácticos para el ministerio.
SIGUATEPEQUE, 17 NOVIEMBRE, 2018 Desde una visión pedagógica más innovadora,
que centra su atención en el estudiante que
aprende y no en el maestro que enseña; y, que
La pedagogía de Jesús y el papel del docente
prepara al creyente estudiante no sólo para el
en el desarrollo de la Iglesia
desarrollo de la Iglesia, sino también para su
desarrollo humano, se podría decir que el papel
Ayúdame a enseñar, Señor
del docente consiste en provocar al estudiante a
del modo en que tu enseñabas,
transitar el camino de la investigación y el
quiero enseñar como Tu,
descubrimiento; y, en acompañarlo en este
a la hora de enseñar,
camino para aprender con él.
por favor disculpa mi atrevimiento,
para hacerte semejante petición.
La visión general que se tiene de la enseñanza
o del aprendizaje define el modo en que los
(Carlos Canizález)
docentes realizan su tarea educativa. Dicho de
otra manera, la pedagogía que sustenta y orienta
la práctica educativa de la iglesia, es la realidad
Introducción
que determina el modo en que los docentes
deben realizar su papel.
El papel de los docentes en el desarrollo de la
Iglesia, es como la levadura que leuda la masa.
¿Y, que tiene que ver la pedagogía de Jesús
Al leudarse la masa, la levadura está en la masa
con el papel de los docentes de la Iglesia de Dios?
pero no se ve; sin embargo, está allí para hacer
Tiene que ver mucho si consideramos a Jesús
crecer la masa al calor del fuego lento del horno.
como el maestro que expuso a sus seguidores a
En el desarrollo de la Iglesia son visibles los
una diversidad de ambientes y experiencias de
resultados del ministerio de los que evangelizan,
aprendizaje para que llegaran a ser
de los que organizan células y plantan iglesias;
predicadores, maestros, terapeutas, plantadores
pero casi no se ve el trabajo de los docentes que
de iglesias y líderes llenos del Espíritu Santo. Lo
está detrás del ministerio de los evangelistas, de
que buscamos en esta conferencia es entender
los pastores y de los plantadores de nuevas
como la pedagogía de Jesús puede enriquecer el
iglesias.
papel de los docentes en el desarrollo de la
Iglesia.
¿Qué es lo que hacen o deberían hacer los
docentes de la Iglesia de Dios en Honduras para
provocar el desarrollo de la Iglesia?
1. Una pedagogía de Jesús
Jesús nunca escribió nada que pudiera
conocerse como una teoría general de la
educación. Sin embargo, el tuvo su propia
concepción del aprendizaje la cual se puede
dibujar a partir de sus palabras y acciones. ¿Cuál
era la concepción del aprendizaje que tenía
Jesús? Esta es la gran cuestión de sentido
pedagógico que merece nuestra consideración
hoy.
1.1 ¿Qué es la pedagogía de Jesús?
La pedagogía es un saber subjetivo y abstracto
que se puede buscar y alcanzar. Pero no es
cualquier saber sino el saber particular del
aprendizaje humano. ¿Cuáles son las realidades
abstractas o concretas propias de la concepción
del aprendizaje de Jesús? Y, desde la perspectiva
del aprendizaje de Jesús, ¿qué deben aprender
sus discípulos? Y, ¿cómo deben aprenderlo y
para que deben aprenderlo? Estas son las
grandes cuestiones de sentido de la pedagogía
de Jesús. La pedagogía de Jesús es el modo
particular en que Jesús concibe el aprendizaje de
sus seguidores.
El aprendizaje es un proceso o un acto por medio
del cual se aprende. Y, aprehender es hacer
propia una realidad mediante el conocimiento
que se desarrolla o recibe de esa realidad.
Según las mismas palabras de Jesús, sus
discípulos aprenden por descubrimiento o por
revelación. El conocimiento que los discípulos
buscan y alcanzan por el camino de la
investigación (Jn.1:38-39; 43-45) o por
revelación (Mt.16:13-18), es un conocimiento
que cambia y transforma al ser humano. El
verdadero aprendizaje cambia y transforma al
ser humano. Y no hay educación sin cambio y sin
transformación.
1.2 La autoridad de Jesús como rabí
Los discípulos aprendieron con Jesús porque era
un maestro que enseñaba con autoridad. Jesús
tenia autoridad como maestro. La gente
admiraba a Jesús porque enseñaba con
autoridad y no como los escribas. Los escribas se
habían quedado estancados en la enseñanza de
la tradición; ellos enseñaban sus pobres y
limitadas interpretaciones prácticas acerca de la
ley y los profetas, mas que la propia ley y los
profetas. Jesús por el contrario, enseñaba
algunas cosas que se habían enseñado en el
pasado, pero las enseñaba de un modo nuevo. Y
enseñaba también dejando la tradición atrás
para enseñar cosas totalmente nuevas. El era un
maestro innovador. El inspiraba a la gente con
su enseñanza. La gente aprendía con Él porque
los inspiraba y no porque los presionaba.
Jesús enseñaba con autoridad y no como
los escribas (Mc. 1:22). Los escribas se habían
vuelto expertos en la enseñanza de la tradición
de los ancianos. Pero habían hecho a un lado la
enseñanza de la ley y los profetas. Aparte de
esto, su enseñanza era hueca y vacía porque no
tenían autoridad. Por el contrario, Jesús
enseñaba con la autoridad de quien vive lo que
hace, y con la autoridad de quien hace que cosas
extraordinarias sucedan. Jesús, el rabí hizo
grandes demostraciones de autoridad.
1.3 El Espíritu en la pedagogía de Jesús
Jesús no realizó sólo su tarea como maestro, El
la hizo en la presencia y fuerza del Espíritu. Las
palabras que Jesús habló fueron las palabras del
Espíritu; y, sus acciones también fueron las
acciones del Espíritu. Jesús no hizo su tarea
como maestro separado del Espíritu. Jesús y el
Espíritu co-existen como agentes dinamizadores
de la pedagogía y la práctica educativa.
Jesús fue capacitado por el Espíritu para hacer su
tarea mesiánica, que consistió en predicar y
enseñar el reino de Dios en la fuerza del Espíritu.
Jesús es el paradigma del docente pentecostal
porque es el docente del Espíritu. Jesús es el
maestro del Espíritu porque ha sido capacitado
por el Espíritu, porque es sensible al dinamismo
del Espíritu, porque se deja llevar por el Espíritu,
y porque bautiza en el Espíritu. Jesús es también
el maestro del Espíritu porque hizo
demostraciones extraordinarias de autoridad en
la fuerza del Espíritu.
1.4 El aprendizaje con Jesús
La enseñanza de Jesús tiene que ver con los
temas del conocimiento que el compartió con la
gente y con sus discípulos. El compartió con sus
discípulos el conocimiento del reino de Dios, de
la tradición religiosa, de la oración, de la fe y del
fin de todas las cosas. El conocimiento que el
compartió con sus discípulos fue relevante y
contextual, porque era una caja de resonancia
de las creencias, inquietudes y aspiraciones de la
gente.
Las enseñanza de Jesús acerca del reino eran
grandes o breves discursos introducidos por
cuestiones heurísticas o enigmáticas. La
elaboración metafórica y analógica de sus
discursos del reino envolvían su enseñanza con
un aire enigmático y misterioso. El terminaba
sus discursos con una o mas afirmaciones
teológicas que demostraban su autoridad como
maestro.
El enseñó la fe de una manera diferente
a la que enseñó el reino de Dios. El no enseñó la
fe dando discursos sobre la fe, pero enseñó la fe
de un modo práctico. El demostró la fe en
situaciones particulares de la vida en las que
prevalecía el dolor y el sufrimiento humano. Para
enseñar el fin de todas las cosas, Jesús utilizó el
lenguaje simbólico del discurso apocalíptico. El
discurso, el diálogo y las demostraciones
prácticas fueron los recursos que Jesús utilizó
para abordar los diferentes temas del
conocimiento con sus oyentes.
Escuchando los discursos, dialogando con él y
viendo sus demostraciones, los discípulos
aprendieron con Jesús.
1.5 La visión pedagógica de Jesús.
Jesús siempre tuvo claro que deseaba lograr con
sus discípulos al final del proceso de aprendizaje
en que participó con ellos. El quería que al final
de este proceso otras personas quisieran estar
con sus discípulos y comenzaran a seguirlos.
Jesús siempre tuvo en mente que sus discípulos
llegasen a ser líderes llenos del Espíritu,
comprometidos con el reino de Dios, que otros
quisieran seguir.
Jesús no oró para que sus discípulos se
convirtieran en líderes en un instante; pero los
expuso a diferentes ambientes y experiencias de
aprendizaje para que en el camino del
seguimiento se convirtieran en líderes del reino
(1:16-20). La primera actividad que Jesús realizó
como maestro fue hacerse de sus primeros
seguidores. El seguimiento, acompañamiento y
el servicio a Jesús en el camino de Su misión, fue
la metodología del aprendizaje de Jesús para que
sus seguidores llegasen a ser líderes.
2. El papel de los docentes en el desarrollo
de la Iglesia.
En términos generales, la pedagogía como
reflexión del aprendizaje, y la práctica educativa
como concreción de la pedagogía, aunque son
dos realidades distintas, están íntimamente
relacionadas. La pedagogía sustenta y orienta la
práctica educativa; y, la práctica educativa es
fuente y criterio de discernimiento para la
verdad pedagógica. ¿Cómo se comprende en la
pedagogía tradicional el papel de los docentes en
el desarrollo de la Iglesia?
Y, ¿como se entiende este papel en las
pedagogías de mas influencia en el Continente?
Y, ¿como una pedagogía pentecostal puede
enriquecer la práctica docente en el desarrollo
integral de la Iglesia? Se intentará responder
brevemente a estas preguntas.
2.1 El papel de los docentes en el ministerio
de la Iglesia.
En la pedagogía tradicional de la Iglesia, los
docentes de la iglesia local y los docentes de las
escuelas bíblicas, son los protagonistas de los
procesos educativos que preparan a los
miembros, lideres, candidatos al ministerio y
ministros, para el ministerio. Y, el ministerio
tradicional de la iglesia ha consistido en cuidar
pastoralmente a sus miembros, ganar almas
para Cristo y establecer nuevas iglesias.
En cuanto al papel tradicional de los docentes de
la Iglesia, ellos se han encargado de trasmitir las
creencias, convicciones y actitudes que
corresponden al ethos pentecostal, así como han
compartido las herramientas y el conocimiento
básico para hacer bien el ministerio. La
pedagogía tradicional concede al docente el
protagonismo central en la práctica educativa,
ya que es el depositario y transmisor autorizado
del conocimiento.
El docente transmite el conocimiento a
sus estudiantes mediante exposiciones
magistrales, lecturas, comentarios de textos y
dictados; todo lo cual es reforzado con
resúmenes y cuestionarios que el estudiante
debe hacer en su casa. El docente transmite,
entonces, una clase particular de saber que tiene
un carácter reproductivo. En esta pedagogía, la
memorización del conocimiento se considera
como asimilación.
En todo caso, en esta pedagogía y
práctica educativa se dice que el estudiante ha
aprendido cuando reproduce de memoria, al pie
de la letra, lo que el docente o el libro les ha
dicho. En este tipo de procesos educativos, el
estudiante no aprende nada porque sólo
reproduce memorísticamente lo que ha
recibido. El premio y el castigo son usados por el
docente para hacer que los estudiantes
aprendan, para controlar el ambiente educativo,
y para someter a sus estudiantes. Esta
pedagogía hace que los estudiantes aprendan a
obedecer a sus docentes sin protestar, aunque
ellos no tengan la razón. En esta pedagogía los
estudiantes aprenden por presión y no por
inspiración.
2.2 El papel de los docentes en algunas
pedagogías contemporáneas
En las pedagogías contemporáneas hay un
desplazamiento del protagonismo en los
procesos de aprendizaje. Si en la pedagogía
tradicional el docente era el protagonista de la
enseñanza, en las pedagogías contemporáneas
el protagonismo central recae en la figura del
sujeto que aprende. El se formula las cuestiones
del conocimiento que desea estudiar e
investigar; en el proceso de estudio e
investigación, el estudiante observa, piensa, y
dialoga con sus compañeros y el docente para
construir con ellos un nuevo conocimiento.
El estudiante no parte de la nada para
estudiar, dialogar y construir el conocimiento, ya
que viene a los procesos de aprendizaje con
experiencias, creencias y un conocimiento
previo que se constituye en el andamiaje para
abrir nuevas rutas de conocimiento. En las
pedagogías contemporáneas se supera el
conocimiento reproductivo ya que se estimula la
aplicación de la imaginación y la inspiración en el
conocimiento creativo.
Desde la pedagogía tradicional se puede
criticar injustamente el papel del docente.
Algunos pueden decir que el docente se limpia
las manos para descargar la toda la
responsabilidad del aprendizaje en el estudiante.
Esto no es así. Lo que sucede es que en estas
pedagogías el docente juega un nuevo papel.
En las pedagogías contemporáneas el docente
reconoce que los estudiantes vienen a los
procesos de aprendizaje con saberes previos. En
cuanto estos saberes, es tarea del docente
reactivarlos; también, es tarea del docente
plantear los temas del conocimiento como
problemas que se deben resolver; además, el
docente comparte con sus estudiantes un
conocimiento teórico especializado o docentes que no son bautizados en el Espíritu o
experiencial, que debe ser objeto de dialogo y
análisis crítico, a fin de arribar a nuevas
conclusiones importantes para el estudiante; por
otro lado, el docente debe hacer
demostraciones relativas al conocimiento nuevo
alcanzado; y, finalmente, aplicar este nuevo
conocimiento a situaciones reales del desarrollo
de la Iglesia.
En estas pedagogías, los docentes
inspiran a los estudiantes a investigar las
diferentes realidades del conocimiento,
organizan diferentes experiencias de
aprendizaje y representan el saber de diversas
maneras, conscientes de que los estudiantes
tienen distintas formas de hacer suyo el
conocimiento. En estas pedagogías, los
docentes no sólo preparan al estudiante para el
ministerio sino también para la vida. Por eso,
hay un fuerte énfasis en la formación del
carácter del estudiante y en la resolución de
problemas. Los ambientes de aprendizaje son
mas abiertos y participativos. El docente es el
responsable de posibilitar estos ambientes para
estimular el aprendizaje creativo y participativo.
2.3 La pedagogía de Jesús y el papel del docente
en el desarrollo de la Iglesia.
El docente debe hacer su práctica educativa
en la Iglesia, sabiendo que sirve en una iglesia
pentecostal, desde su llamado particular a ser
docente de la Iglesia. El docente es un hombre
de Dios y es un hombre de Iglesia, en
consecuencia, su tarea educativa la hace con
suma devoción a Dios y a la Iglesia. Por otro lado,
el docente debe realizar su práctica educativa en
la presencia y fuerza del Espíritu.
El Espíritu debe sostener y guiar al docente en
su práctica educativa. Es una incoherencia
pedagógica y educativa, que en una iglesia
pentecostal la tarea de educar se encomiende a
que no busquen el bautismo con el Espíritu.
El docente exponer a sus estudiantes a
diferentes ambientes de aprendizaje, sobre
todos aquellos en los cuales la Iglesia realiza sus
diferentes tareas misionales. El docente plantea
cuestiones para estimular la reflexión y la actitud
investigadora del estudiante.
También introduce los temas del
conocimiento o los desarrolla desarrollarlos
compartiendo su testimonio o contando
historias contemporáneas ya sean biográficas o
parabólicas. Las historias parabólicas capturan
la atención de la gente; y, estimulan la
creatividad y la imaginación. El docente debe
saber conectar los asuntos de la vida con la
realidad del conocimiento que explora con sus
estudiantes.
Además, a fin de que el aprendizaje sea
significativo, el docente debe guiar al estudiante
para que este conecte sus necesidades e
intereses personales con las grandes verdades
del reino de Dios. La pedagogía de Jesús no sólo
se ocupa de evangelizar, hacer discípulos, hacer
el bien a los necesitados, y plantar nuevas
iglesias; ya que se ocupa también de preparar a
los estudiantes para la vida.
En los diferentes cursos, ambientes y
experiencias de aprendizaje, el docente debe
estimular conversaciones en torno al desarrollo
de la Iglesia, que es una realidad del
conocimiento que debe ser aprendida por el
docente y el estudiante. ¿Cómo se aprende esta
realidad en las pedagogías contemporáneas?
Antes de leer lo que los libros dicen de esta
realidad, los estudiantes y el docente deben
hacer conversaciones emergentes en torno a
esta realidad. Estas conversaciones requieren
una actitud crítica que ayude a discernir al
profesor y a los estudiantes aquellos hechos de
la realidad que deben ser objetivos de cambio y
transformación.
Conversando y manipulando la realidad
del desarrollo de la Iglesia, el estudiante
construye su propio conocimiento del desarrollo
de la Iglesia, lo cual lo inspirará a participar desde
su llamado, conocimiento, actitud y destrezas,
en el desarrollo de la Iglesia. El docente
pentecostal hondureño no debe dejar de
vincular el aprendizaje del desarrollo de la Iglesia
con el proyecto de Jesús de convertir a sus
seguidores en líderes bautizados con el Espíritu,
líderes que otras personas deseen seguir.
El docente y estudiante pentecostal
podrían descubrir que no hay desarrollo de la
Iglesia sin procesos de formación de discípulos
que llegan a ser líderes, y líderes que piensan,
muestran actitudes y actúan, estimulando el
desarrollo de la Iglesia en el poder del Espíritu.
Conclusión
La pedagogía y la educación son dos realidades
distintas. Pero realidades que están
íntimamente relacionadas. La pedagogía es una
concepción general del aprendizaje humano. Y,
la educación, es la dimensión práctica de la
pedagogía, que incluye, entre otros asuntos
prácticos, el papel de los docentes en la práctica
educativa.
El papel del docente en la práctica educativa
depende de la concepción pedagógica que lo
sustenta y orienta. En la pedagogía tradicional,
el papel fundamental del docente es enseñar,
transmitir un conocimiento reproductivo e
instruccional, para preparar a los hombres y
mujeres de Dios para el ministerio.
En las pedagogías contemporáneas, el
papel del docente consiste básicamente en
organizar las diferentes experiencias de
aprendizaje para que el estudiante construya
socialmente el conocimiento, a partir del
conocimiento previo con el que viene a los
procesos de aprendizaje. En la pedagogía
pentecostal se intenta hacer una
contextualización de la pedagogía de Jesús, en
sensibilidad a la presencia y dinamismo del
Espíritu. Los docentes de la Iglesia de Dios en
Honduras tienen un papel que realizar en el
desarrollo de la Iglesia. El papel de los docentes
en el desarrollo de la Iglesia, es un juego
complejo de acciones que el docente realiza
mientras la Iglesia está en desarrollo y busca el
desarrollo. Este juego complejo de acciones está
unificado y dinámicamente estructurado por la
realidad del desarrollo de la Iglesia.
El desarrollo de la Iglesia supone el
crecimiento gradual y por etapas de la Iglesia. Es
el dinamismo del cambio que hace posible el
paso de la Iglesia de una etapa a otra superior.
El desarrollo es una visión del crecimiento
paulatino de los seres vivos hasta alcanzar su
madurez. Esta visión del cambio paulatino no es
suficiente para justificar la generación de
cambios o transformaciones radicales en la
Iglesia y el mundo. Por eso, hay que darle vuelta
a la tortilla. Y, hay que comenzar a hablar del
papel de los docentes en la renovación y en la
transformación de la Iglesia, en lugar de hablar
del papel de los docentes en el desarrollo de la
Iglesia. ¿Qué van a hacer los docentes de la
Iglesia?