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Se denomina “matriz estado-céntrica” (MEC) al segundo modelo sobre el desarrollo del Estado
argentino y los procesos socio-económicos, que se caracterizó por un patrón de acumulación
de capital basado en la Industrialización por Sustitución de Importaciones (en adelante ISI) y un
Estado de Bienestar Keynesianos (ampliación de derechos sociales y políticos e intervención
estatal en la economía). Este modelo se desencadena a partir de la década del 30, se
profundiza a partir de 1945 y culmina en 1975.
El inicio del modelo ISI se fija tras la crisis económica global que se produjo en 1929 a partir de
la crisis de sobreproducción de la economía norteamericana que afectó a todo el mundo
capitalista.
Sus principales efectos fueron:
• Una severa deflación, restricciones monetarias.
• baja de precios y salarios, desocupación y retroceso de la actividad económica.
Este acontecimiento tuvo profundos impactos socioeconómicos. Frente a los fracasos de las
medidas liberales tradicionales comenzaron políticas económico-sociales que otorgaron más
protagonismo al Estado a partir de políticas activas que impulsaban un crecimiento de la
demanda, de las cuales el pensamiento keynesiano y el modelo del “New Deal”
norteamericano durante la presidencia de F. D. Roosevelt (1933-1945) fueron sus ejemplos
más acabados.
En el caso de Argentina, el “crack” del 29 dejó en evidencia, una vez más, la vulnerabilidad
externa del país frente a la caída de los precios de los productos primarios, la contracción del
comercio mundial y la retracción del flujo de capitales desde los países centrales
(principalmente EE.UU.). A diferencia de otras crisis, se desarrollaron, otras medidas
económicas que llevaron al fortalecimiento del mercado interno y la industria nacional.
Primera etapa: (1930 a 1945) : En Argentina, el Estado comenzó a asumir rasgos de un Estado
de Bienestar en los años ’30: Pasó a tener un rol protagónico para subsanar las fallas del
mercado que impactaban negativamente en el desarrollo de la economía capitalista y en la
necesidad de la cohesión social. la misma se inicia con la crisis del Modelo Agroexportador e
incluye los primeros intentos de industrialización y políticas proteccionistas que tuvieron lugar
entre 1930 y 1943/45.
Frente al escenario crítico de la década de 1930 aparecieron instancias de regulación estatal de
diversos sectores económicos entre los que se destacaron la Junta Nacional de Carnes y la de
Granos que fijaban precios mínimos, cuotas de producción, etc. Además se desarrollaron y
fortalecieron las primeras empresas estatales y se expandieron las industrias nacionales
enfocadas a los bienes básicos de consumo (alimentos y textiles), la industria metalúrgica
liviana y aquellas que utilizaban insumos locales. Subsidiaria de una época crítica, esta
industrialización tuvo como problema el retraso relativo de la tecnología utilizada plasmado en
la antigüedad de las maquinarias lo cual impactó en los niveles de productividad.
En términos políticos, el período estuvo casi completamente hegemonizado por gobiernos de
corte conservador que se sucedieron a lo largo de la década de 1930. La práctica del fraude,
los períodos de proscripción de la Unión Cívica Radical y los resonantes casos de corrupción le
otorgaron a ese lapso el mote de la “Década infame”. En paralelo a este escenario político
restringido, el proceso de urbanización producto de las migraciones internas y la extensión de
diversas corrientes ideológicas obreristas permitieron el fortalecimiento del movimiento
obrero.
Segunda etapa: (1946 a 1955) : El coronel Juan Domingo Perón fue elegido presidente de los
argentinos dos veces, por elecciones democráticas, primero en 1946 y luego en 1952, y su
mandato culminará por causa de un nuevo golpe militar, en septiembre de 1955.
El Estado que se configura con el gobierno peronista, se caracteriza por iniciar y consolidar
políticas universales que responden al tipo de Estado de Bienestar Keynesiano, ya que no solo
promueve la inclusión de derechos sociales, laborales y políticos, sino que también impulsa la
intervención del Estado en el terreno económico, con el objeto de ampliar las condiciones del
desarrollo económico nacional.
Tercera etapa: (1955 a 1976) los 20 años que se extienden desde 1955 a 1976 tuvieron una
fuerte heterogeneidad tanto en las tendencias políticas como en las formas de acceso al poder
por la creciente influencia de las Fuerzas Armadas a través de los golpes de estado o la
injerencia directa en las políticas públicas. A los objetivos de este trabajo nos interesa rescatar
la tendencia económica comprendida bajo el concepto de Desarrollismo que tiene como
premisa fundamental extender el proyecto de industrialización por sustitución de
importaciones hacia la industria pesada y la producción de bienes de capital. Como fue
adelantado en el segundo gobierno de Perón, estos proyectos de desarrollo de la industria
pesada fueron pensados a partir de una creciente participación de la inversión extranjera a
través de subsidiarias de empresas extranjeras que buscaban expandir sus mercados y
exportar tecnologías obsoletas en sus economías de origen. La industria de base desarrollada
fue: acero, petroquímica, metalmecánica, automotriz, máquinas, herramientas, generación de
energía, etc. En líneas generales, algunos de estos objetivos se cumplieron y se generó una
importante diversificación, modernización e innovación de la economía, pero hacia el final del
período se canalizaron las inversiones hacia la especulación financiera y la adquisición de
empresas que ya se encontraban instaladas en el país, generándose un proceso de
concentración oligopólica sin precedente en la actividad industrial.
En términos sociales, la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores en los años
anteriores consolidó un modelo de crecimiento incluyente, caracterizado por la extensión del
proceso de urbanización, la concentración de la mano de obra y la mejora de las condiciones
de vida al menos durante gran parte del segundo y tercer período.