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- Recuperación -
- LA SANGRE Y EL SISTEMA INMUNE
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I – VISIÓN GLOBAL DEL SISTEMA SANGUÍNEO
La sangre es un tejido conectivo cuyo plasma es líquido, por eso se comporta como un fluido (se
mueve y se desforma cuando se ve sometida a alguna fuerza; por ejemplo, cuando es impulsada por
el corazón hacia el organismo mediante los vasos sanguíneos). En el plasma, encontramos la
células sanguíneas que estudiaremos más adelante.
El color de la sangre es rojo, debido a que en el interior de los glóbulos rojos hay hemoglobina,
sustancia con alto contenido en hierro. Esta, tiene una alta capacidad para unirse al oxígeno y al
dióxido de carbono, siendo la sangre fundamental para el transporte de gases.
Hay dos partes de nuestro organismo a las que no llega la sangre, son la córnea (cuyas células
reciben nutrientes del humor acuoso y lágrimas) y el cristalino (cuyas células reciben nutrientes
del humor vítreo).
¿Sabías qué…? La sangre se mantiene a una temperatura aproximada de 37º, los grados idóneos
para el funcionamiento de nuestras células; excepto para los testículos que necesita algo menos de
temperatura, por ello no se encuentran en el abdomen.
El plasma esta constituido en un 95% por agua. En los hombres representa entre el 50% y el 60%
del volumen sanguíneo, y en mujeres representa entre el 55% y el 65%. El porcentaje restante del
volumen sanguíneo lo ocupan las células, y se denomina hematocrito.
El plasma lo componen numerosos componentes (electrolitos, sales, azúcares, lípidos, urea), pero
el más importante son las proteínas (factores de coagulación, albúmina “clara de huevo” e
inmunoglobulinas). Si la extraemos estas proteínas a la sangre; esta, pasará a ser suero.
Los glóbulos rojos (o eritrocitos o hematíes) son células sin núcleo y con forma de disco
bicóncavo. Gracias a su membrana tienen gran elasticidad, lo que les permite desformarse y
atravesar los finos capilares sanguíneos. Como hemos dicho antes, tienen hemoglobina.
La hemoglobina es una molécula formada por cuatro proteínas (globulinas), estas tienen
asociado un grupo hemo que contiene hierro y se une facilmente al oxígeno y al dióxido de carbono.
Los glóbulos blancos (o leucocitos) son el siguiente tipo de células sanguíneas. Estas tienen
principalmente función defensiva, y tenemos cinco dependiendo del tamaño, de la forma del núcleo
y si hay que teñirlas para poder ser observadas. Estas células pueden salir de los vasos sanguíneos y
pasar a los tejidos. Las clasificamos en polimorfonucleares, cuando sus núcleos tienen diferente
forma, se pueden observar en estos muchos gránulos en su citoplasma, por eso también se les
denomina granulocitos:
Los leucocitos que tienen núcleos con la misma forma se denominan monomorfonucleares, en
los cuáles no se observan gránulos (agranulocitos) aunque si los hay:
• Monocitos. Células fagocitarias que salen de los vasos sanguíneos y pasan a los tejidos
donde ya son macrófagos (o histiocitos) tisulares. Estos crean sustancias que activan la
respuesta inmune, como la interlucina 1.
• Linfocitos. Son las células responsables de la respuesta inmune. Tenemos los linfocitos B
que han sido producidos en la bursa y que producen anticuerpos. Los T se producen en el
timo:
Otros linfocitos son las células asesinas o NK (natural killer) que son destructoras de las
células cancerígenas
Por último tenemos las plaquetas, que son fragmentos de células que tienen dos funciones,
adhesión (se juntan) y agregación (se unen) pudiendo crear así tapones plaquetarios para prevenir
hemorragias de la sangre junto a los factores de coagulación.
III – HEMATOPOYESIS. LA FORMACIÓN DE LAS CÉLULAS SANGUÍNEAS
• En el feto: se produce en el hígado, bazo y timo. A partir del séptimo mes en la médula ósea.
• En los niños y jóvenes: se produce en la médula ósea de los huesos diafisarios (largos).
• En los adultos: en la médula ósea de los huesos planos e irregulares.
Otro proceso del que podemos hablar es de la hemocatéresis, consiste en la destrucción de las
células sanguíneas y suele ocurrir en el hígado y en el bazo.
IV – TRANSPORTE DE GASES
Mediante el proceso de hematosis, en el pulmón los glóbulos rojos provenientes del corazón se
cargan de oxígeno y liberan dióxido de carbono. Por tanto la sangre ya está oxigenada, y vuelve al
corazón el que distribuye esa sangre oxigenada mediante las arterias a todo el cuerpo.
V – HEMOSTASIA
Son los procesos que tienen como finalidad evitar que la sangre salga al exterior de los vasos
sanguíneos para que no se produzcan hemorragias.
• Fibrinólosis: es la disolución del trombo. Cuando las paredes ya están reparadas, una
proteína llamada plasminógeno se transforma en plasmina que ataca a la fibrina
descomponiendo el trombo y volviendo a la normalidad.
En nuestro cuerpo hay un sistema denominado HLA que consiste en que cada una de las células de
una persona poseen un código de identificación celular hereditario excepto los glóbulos rojos. Esto
hace que tengamos un sistema de reconocimiento de lo propio.
Los antígenos (Ag) son capaces de provocar una respuesta inmune de nuestro organismo, por ello
los anticuerpos se unen a ellos (Ag-Ac) neutralizándolos y eliminándolos. Estos anticuerpos
también se les denomina inmunoglobulinas (Ig), de las cuales haremos una clasficación.
Ig % Descripción Función
Es un mecanismo de defensa intraútero Estimula neutrófilos, macrófagos y al
Ig G 75
para el feto complemento
Ig A 15 En las secreciones como la saliva o sudor Protege la piel y mucosas
La primera que se forma en una respuesta Estimula al complemento. Une los complejos
Ig M 5 - 10
inmune Ag-Ac
Estimula macrófagos y basófilos
Ig E 1 Aumenta en una reacción alérgica
Defensa contra parásitos
Función reaccionada con diferenciación de
Ig D -1 Casi inexistente en el plasma
linfocitos B
En las respuestas inmunes específicas (o adquiridas) participan los macrófagos que tras realizar
la fagocitosis “captura del alimento” expone las sustancias antigénicas en su membrana pudiendo
ser reconocidas por los linfocitos T4. Estos, estimulan T8 (mediadores de la respuesta celular) y B
(crean anticuerpos para destruir el antígeno que los formó).
Respuesta primaria. Como hemos dicho antes, cuando un microorganismo patógeno (o una
sustancia nociva) entra en nuestro organismo, los macrófagos exponen las sustancias antigénicas
en su membrana para que sean reconocidas por los linfocitos T4 estimulando a los T8 (que
pondrán en marcha la respuesta celular) y a los B. También tiene un papel importante la Ig M
que pondrá en marcha la respuesta humoral. Algunos de los linfocitos B quedan
“sensibilizados” contra los Ag agresores, eso es la memoria inmunológica.
Respuesta secundaria. Por ello si se produce después una exposición a los mismos antígenos
(incluso años después), las células de memoria actuarán de forma rápida y eficaz, en este caso
sintetizarán Ig G.
Las glucoproteínas que poseen en su membrana los glóbulos rojos, permiten ser diferenciados
unos de otras. Estas proteínas son los grupos sanguíneos.
El grupo AB0 depende de los antígenos A y de los antígenos B de la membrana de los eritocritos:
• Palidez de piel y mucosas: el cuerpo retira la sangre de la piel y de las mucosas debido a la
falta de oxigenación.
• La falta de oxígeno también puede causar: cefalea, mareos, visión nublada, dificultad
respiratoria o debilidad muscular.
Patología neoplástica. Los signos de estas son: cansancio, anorexia (disminución del apetit