Hidrología – Facultad de Ingeniería de la Universidad de la Costa

Augusto Badel Rubiano

Ensayo sobre la problemática que secó el lago del cisne

Existe una gran variedad de posiciones con respecto al inconveniente que se

presentó hace unos años en el lago del cisne, ubicado en las periferias de la ciudad
de Barranquilla. Expertos de diferentes ramas intentan explicar las causas de esta
problemática, viéndola desde su ámbito de estudio. Pero cierto es que si se mira
desde el punto de vista hidrológico se le encontrará más sentido al asunto.

No es un misterio la urbanización que se ha ido presentado en las zonas próximas

al lago durante los últimos tiempos, tampoco es mentira que usan el agua del lago
para subsanar sus necesidades de este elemento de la naturaleza tan preciado,
pero, aunque esta toma de agua del lago sea real, en gran medida no afecta de
forma contundente el secado de la fuente hídrica, y sólo es una causa de muchas
otras que repercuten en la sequía. Otra causa es el estado de la sedimentación del
arroyo TAL, pero eso es un problema propio del arroyo y no del lago. Además la
deforestación de los mangles es otra de las causas que afectan al secado del lago.

Pero hidrológicamente hablando, la problemática real se debe a unos fenómenos

de la naturaleza, muy comunes y conocidos. Es importante conocer dos fenómenos
diferentes, que tienen una gran importancia al analizar este caso, y son la sequía y
la escasez de agua.

La escasez y la sequía como se dijo anteriormente son fenómenos diferentes, pero

que en ciertos casos están muy relacionados entre sí. Por un lado, la escasez se
presenta cuando no hay suficientes recursos hídricos disponibles para satisfacer las
demandas de agua a medio y largo plazo. En cambio, la sequía es un fenómeno a
corto plazo, que puede ser causado por una falta de precipitación, en otras palabras,
es una disminución temporal de la disminución de agua.

La sequía es un fenómeno normal que aunque parece alarmante, es realmente un

suceso normal en los procesos hidrológicos. Este fenómeno puede ocurrir en
cualquier temporada y en cualquier parte del mundo.
Al relacionar los fenómenos dichos, se debe tener en cuenta si se está dando una
mala racionalización de los recursos hídricos provocando la escasez y agravando
aún más la sequía, puesto que no habría una reserva hídrica que ayudase a
contrarrestar la sequía del momento.

En este ámbito el doctor en ciencias del mar Néstor Rangel Buitrago de la

universidad de Cádiz en España dice:

“Es preocupante el círculo vicioso que hay actualmente para atender

amenazas naturales, porque sólo generan soluciones inmediatas. Cuando
hay temporadas largas de ausencia de precipitación y sequía devastadoras,
la gente entra en pánico por los efectos que estos fenómenos producen; sin
embargo, cuando vuelven las lluvias o los fenómenos invernales, estos
problemas se mitigan y viene la apatía, porque creen que el fenómeno ya se
solucionó. Pero, cuando regresa un evento natural, de nuevo se prenden las
alarmas, pero no se aplican soluciones a largo plazo”

Según el Doctor Néstor la sequía es algo normal y que no debe alarmar si se tiene
una reserva o un plan hidrológico que la contrarreste, y esta es la solución a largo
plazo que se le debe proporcionar.

En el ámbito de la solución el hidrólogo Hugo Cañas de la Universidad nacional de

Colombia menciona:

“La región caribe debe actualizar sus mapas hidrogeológicos para identificar
las zonas de recarga acuíferas y trabajar de manera científica en soluciones
a los problemas de escasez de agua.”

Estas serían las posibles soluciones para contrarrestar un fenómeno que es

meramente natural y no depende contundentemente de elementos externos al
lago, que aunque son una causa, no son las causas principales.