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Síndrome de burnout

Aunque parezca irónico, los estudiantes de Medicina y médicos profesionales


presentan una mayor incidencia en trastornos mentales que la población en
general. La formación y el ejercicio de la profesión galena, según Arantxa Santa-
María (psiquiatra), se asocia a la alta prevalencia de patologías como
depresión, estrés, conductas autodestructivas o burnout. Para una
mayoría de médicos resulta complicado pedir ayuda y, en muchos casos,
procuran ocultar su sufrimiento mental hasta que es incapacitante o se
producen consecuencias nefastas.

“El futuro de la profesión médica depende en gran medida, de quienes aprenden


medicina hoy en las aulas” (Santa-María, 2013). El proceso por el cual un
estudiante de Medicina atraviesa, desde que llega a la facultad hasta que se
gradúa, determina mucho la calidad de servicio que prestará a la sociedad como
profesional desde un punto de vista técnico y humano; pero también es
determinante en la forja del carácter y el estilo de vida que llevará como adulto.
Muchos estudios han demostrado que el ejercicio profesional de la Medicina, de
forma similar a las demás profesiones sanitarias, se asocia paradójicamente a
múltiples riesgos para la salud, como las condiciones de trabajo que propician
con frecuencia la fatiga, el aislamiento, el estrés, el burnouto la depresión.

Las características de la cultura médica tal y como se la conoce, traen el


problema añadido de que la búsqueda efectiva de ayuda, puede resultar más
compleja y dificultosa respecto a la población general, ya que se superpone al
estigma propio de la patología mental, la polaridad de la autoimagen
profesional, contraponiéndose la identidad médica al rol de paciente
(Henderson 2012). Todo ello limita sustancialmente el acceso tanto de médicos
como de estudiantes a la atención clínica, a la utilización de medidas
preventivas y de promoción de la salud mental (Santa-María, 2013).

En muchos estudios realizados sobre depresión, y otros trastornos mentales en


estudiantes de Medicina, se han tenido en consideración algunos de
los factores principales que afectan la salud mental de esta población,
tales como:

1. El estrés general
2. La carga académica
3. La excesiva carga de trabajo
4. La exposición al sufrimiento y a la posible muerte de sus pacientes
5. La interacción con otros profesionales médicos
6. La limitada vida social
7. La poca convivencia familiar
8. Las pocas horas de sueño
9. Las responsabilidades de la Administración Hospitalaria
10. Los riesgos laborales
11. Relaciones sentimentales/amorosas inconstantes y a distancia
12. Tratar con las quejas de los pacientes y sus familiares, entre otros.

11% con pensamientos suicidas


En un estudio publicado en diciembre del 2016 por la Journal of the American
Medical Association (JAMA), los investigadores encontraron que el 27% de
los estudiantes de Medicina sufren depresión o tienen síntomas de
ella, y el 11% informó pensamientos suicidas durante su etapa de
estudiantes en la escuela de Medicina. En este Meta-Análisis se
consideraron cerca de 200 estudios de 129.000 estudiantes de medicina en 47
países. En el mismo estudio, las mujeres estudiantes de medicina mostraron un
mayor nivel de depresión que sus homólogos masculinos, ya que obtuvieron
mayor puntuación en los parámetros de ‘decepción personal frente al bajo
rendimiento’ y al ‘llanto fácil causado por estrés’. Los estudiantes de
Medicina son, de dos a cinco veces más propensos a tener depresión
que la población general; su prevalencia de depresión varía del 9% -
56%.

A pesar de estas alarmantes cifras, son pocos los estudiantes que buscan el
tratamiento de un proveedor de atención médica o sicológica. Tan solo el 16%
que fueron evaluados en este estudio realmente buscaron ayuda
profesional. Esto resulta muy paradójico, ya que los estudiantes de medicina
deberían poder reconocer los signos y síntomas mejor que nadie.

Frente a estos resultados, la elevada tasa de depresión durante el


transcurso de la formación médica no parece ser el resultado de la
experiencia de la escuela de medicina per se. Más bien, sugiere un sesgo
positivo de naturaleza desconocida en la selección de estudiantes predispuestos
a la depresión. Los problemas de salud mental como trastornos de la
alimentación, ansiedad y depresión son comunes y afectan a muchos
estudiantes de medicina. Sin embargo, mientras que las facultades de medicina
tienen el deber de proporcionar apoyo a los estudiantes con estas enfermedades,
una combinación de estigma, miedo y malentendido a menudo impide que los
estudiantes busquen ayuda.

Es claro que todavía se necesitan de más investigaciones al respecto, tanto para


poder llegar al origen del problema y tratar de solucionarlo, como para
comparar a los estudiantes de medicina con estudiantes en otras carreras que
puedan considerarse estresantes, como derecho o arquitectura. Ciertos estudios
han demostrado que ellos también tienden a tener índices de depresión elevada.
De esta manera, se podrá demostrar si el estrés y la intención de suicidio son
inherentes solo de la carrera académica de medicina humana, o del simple
hecho de ser estudiante universitario.

El entrenamiento médico es notoriamente estresante y competitivo, requiriendo


largas horas de estudio, entrenamiento, y permanecer despierto desde las etapas
de formación. Otros factores que contribuyen a las tasas más altas de depresión
de los médicos incluyen estigma contra la búsqueda de atención de salud mental
y limitaciones de tiempo para hacerlo.

Autor: Juan Pablo Carrión Lozada, Oficial Nacional de Derechos Humanos y


Paz (AEMPPI Ecuador).
El Síndrome Burnout (quemado, fundido) es un tipo de estrés laboral, un estado
de agotamiento físico, emocional o mental que tiene consecuencias en la
autoestima, y está caracterizado por un proceso paulatino, por el cual las
personas pierden interés en sus tareas, el sentido de responsabilidad y pueden
hasta llegar a profundas depresiones.

Síndrome Burnout: quemado en el trabajo


Este síndrome fue descrito por primera vez en 1969 al comprobar el extraño
comportamiento que presentaban algunos oficiales de policía de aquella
época: agentes de la autoridad que mostraban un cuadro de síntomas concreto.
En 1974 Freudenberger hizo más popular al síndrome, y posteriormente, en
1986, las psicólogas norteamericanas C. Maslach y S. Jackson lo definieron
como “un síndrome de cansancio emocional, despersonalización, y una menor
realización personal que se da en aquellos individuos que trabajan en contacto
con clientes y usuarios”.

¿Qué es el Síndrome Burnout y cómo se manifiesta?


El síndrome sería la respuesta extrema al estrés crónico originado en el
contexto laboral y tendría repercusiones de índole individual, pero también
afectaría a aspectos organizacionales y sociales. Desde los años ochenta, los
investigadores no han dejado de interesarse por este fenómeno, pero no es
hasta finales de los noventa, cuando existe cierto consenso sobre sus causas y
consecuencias.
Uno de los modelos explicativos generales es el de Gil-Monte y Peiró (1997),
pero otros como los de Manassero y cols (2003), Ramos (1999), Matteson e
Ivansevich (1997), Peiró y cols (1994) o Leiter (1988), nacen para dar
respuesta a las estrategias y técnicas de intervención necesarias para prevenir
y minimizar efectos de un problema que va en aumento especialmente desde
el comienzo de la crisis (Gili, McKee. y Stuckler. 2013).

Las diferencias culturales en el Síndrome Burnout


Aún y así, y contando con los avances desarrollados por la investigación en
campos específicos, todavía existen diversas interpretaciones sobre el tipo de
intervención más apropiado a la hora corregirlo: bien de tipo individual,
acentuando la acción psicológica, o bien de tipo social u organizacional,
incidiendo en las condiciones de trabajo (Gil-Monte, 2009). Posiblemente,
estas discrepancias tengan su origen en la influencia cultural.
Los estudios de Maslach, Schaufeli y Leiter (2001), encontraron que existen
ciertas diferencias cualitativas en el perfil americano y europeo, ya que estos
últimos muestran niveles más bajos de agotamiento y cinismo.
Independientemente del continente en que usted viva, hay ciertos aspectos que
debe conocer para poder actuar a tiempo y poder prevenirlo o corregirlo. En
este artículo encontrará algunas claves sobre este fenómeno. Lo que aprenda,
puede ayudarle a enfrentar el problema y tomar medidas antes que afecte a su
salud.

Personas en riesgo de sufrirlo


Usted puede ser más propenso a experimentar Burnout si cumple varias de las
siguientes características (en forma de señales o síntomas):

 Se identifica tan fuertemente con el trabajo que le falta un equilibrio razonable


entre su vida laboral y su vida personal.

 Intenta ser todo para todos, asumir tareas y funciones que no corresponden a
su cargo.

 Trabaja en empleos relacionados con actividades laborales que vinculan al


trabajador y sus servicios directamente con clientes. Esto no significa que no
pueda presentarse en otro tipo de labores, pero en general doctores,
enfermeras, consultores, trabajadores sociales, maestros, vendedores puerta a
puerta, encuestadores, oficiales de cobro y otros muchos oficios y profesiones
tienen mayor riesgo de desarrollar la condición.

 Siente que tiene poco o ningún control sobre su trabajo.

 Su trabajo es especialmente monótono y no tiene sobresaltos.

¿Puedo estar experimentando Burnout en el trabajo?


Hágase las siguientes preguntas para saber si usted está en peligro de padecer
Burnout:

 ¿Se ha vuelto cínico o crítico en el trabajo?

 ¿Se arrastra para ir a trabajar y suele tener problemas para empezar una vez ha
llegado?

 ¿Se ha vuelto irritable o impaciente con los compañeros de trabajo o clientes?


 ¿Le falta la energía para ser consistentemente productivo?

 ¿Le falta la satisfacción en sus logros?

 ¿Se siente desilusionado con su trabajo?

 ¿Está consumiendo excesiva comida, drogas o el alcohol para sentirse mejor?

 ¿Sus hábitos de sueño o apetito han cambiado por culpa de su empleo?

 ¿Está preocupado por los dolores de cabeza inexplicables, dolores de espalda


u otros problemas físicos?

Si usted contestó sí a alguna de estas preguntas, puede estar experimentando


Burnout. Asegúrese de consultar con su médico o un profesional de la salud
mental, sin embargo, algunos de estos síntomas también pueden indicar ciertas
condiciones de salud, como un trastorno de la tiroides o depresión.

Síntomas principales
 Agotamiento emocional: un desgaste profesional que lleva a la persona a un
agotamiento psíquico y fisiológico. Aparece una pérdida de energía, fatiga a
nivel físico y psíquico. El agotamiento emocional se produce al tener que
realizar unas funciones laborales diariamente y permanentemente con
personas que hay que atender como objetos de trabajo.

 Despersonalización: se manifiesta en actitudes negativas en relación con los


usuarios/clientes, se da un incremento de la irritabilidad, y pérdida de
motivación. Por el endurecimiento de las relaciones puede llegar a la
deshumanización en el trato.

 Falta de realización personal: disminución de la autoestima personal,


frustración de expectativas y manifestaciones de estrés a nivel fisiológico,
cognitivo y comportamiento.

Causas
El agotamiento del trabajo presente en el Síndrome Burnout puede ser el
resultado de varios factores y puede presentarse normalmente cuando se dan
condiciones tanto a nivel de la persona (referentes a su tolerancia al estrés y a
la frustración, etc) como organizacionales (deficiencias en la definición del
puesto, ambiente laboral, estilo de liderazgo de los superiores, entre otros).
Las causas más comunes son las siguientes.

1. La falta de control
Una incapacidad de influir en las decisiones que afectan a su trabajo: como su
horario, misiones, o la carga de trabajo que podrían conducir a agotamiento
del trabajo.

2. Expectativas laborales poco claras


Si no estás seguro sobre el grado de autoridad que tenga o de su supervisor o
los demás esperan de ti, no es probable que se sienten cómodos en el trabajo.

3. La dinámica de trabajo disfuncional


Tal vez usted trabaja con una persona conflictiva en la oficina, se siente
menospreciada por los compañeros o su jefe no le presta suficiente atención a
su trabajo.

4. Las diferencias en los valores


Si los valores difieren de la forma en que su empleador hace negocios o
atiende las quejas, la falta de correspondencia puede llegar a pasar factura.

5. Mal ajuste de empleo


Si su trabajo no se ajusta a sus intereses y habilidades, puede llegar a ser cada
vez más estresante en el tiempo.

6. Los extremos de la actividad


Cuando un trabajo es siempre monótono o caótico, necesita energía constante
para permanecer centrado, lo que puede contribuir a niveles más altos de
fatiga y agotamiento del trabajo.

7. La falta de apoyo social


Si usted se siente aislado en el trabajo y en su vida personal, usted puede
sentirse más estresado.

8. Desequilibrio entre la vida laboral, familiar y social


Si su trabajo ocupa gran parte de su tiempo y esfuerzo y no tiene suficiente
tiempo para estar con su familia y amigos, se puede quemar rápidamente.

Efectos psicológicos y en la salud


Ignorar o no tratar el Burnout, puede tener consecuencias significativas,
incluyendo:

 El estrés excesivo
 Fatiga
 Insomnio
 Un desbordamiento negativo en las relaciones personales o vida en el hogar
 Depresión
 Ansiedad
 El alcohol o abuso de sustancias
 Deterioro cardiovascular
 El colesterol alto
 Diabetes, sobre todo en las mujeres
 Infarto cerebral
 Obesidad
 Vulnerabilidad a las enfermedades
 Úlceras
 Pérdida de peso
 Dolores musculares
 Migrañas
 Desórdenes gastrointestinales
 Alergias
 Asma
 Problemas con los ciclos menstruales

Recuerde, si usted cree que puede estar experimentando Burnout, no ignore


sus síntomas. Consulte con su médico o con un profesional en salud mental
para identificar o descartar la existencia de condiciones de salud subyacentes.

Terapia, tratamiento y consejos


Si está preocupado por el Burnout en el trabajo, debe tomar medidas. Para
comenzar:

 Administre los factores estresantes que contribuyen al agotamiento del trabajo.


Una vez que haya identificado lo que está alimentando sus síntomas de
Burnout, puede hacer un plan para resolver los problemas.

 Evalúe sus opciones. Discuta las preocupaciones específicas con su supervisor.


Tal vez puedan trabajar juntos para cambiar las expectativas o llegar a
compromisos o soluciones.

 Ajuste su actitud. Si se ha vuelto cínico en el trabajo, tenga en cuenta las


formas de mejorar su perspectiva. Vuelva a descubrir los aspectos agradables
de su puesto. Establezca relaciones positivas con los compañeros para lograr
mejores resultados. Tome descansos cortos durante todo el día. Pase tiempo
fuera de la oficina y haga las cosas que le gustan.

 Busque apoyo. Ya sea que llegue a los compañeros de trabajo, amigos, seres
queridos u otras personas, el apoyo y la colaboración pueden ayudar a lidiar
con el estrés laboral y la sensación de agotamiento. Si usted tiene acceso a un
programa de asistencia al empleado, aproveche los servicios disponibles.

 Evalúe sus intereses, habilidades y pasiones. Una evaluación honesta puede


ayudarle a decidir si debe considerar un trabajo alternativo, como por ejemplo
uno que es menos exigente o que mejor se ajusta a sus intereses o valores
fundamentales.

 Haga algo de ejercicio. La actividad física regular como caminar o andar en


bicicleta, puede ayudarle a lidiar mejor con el estrés. También puede
ayudarle a desconectar fuera del trabajo y dedicarse a otra cosa.

En resumen, lo recomendable es mantener una mente abierta mientras


considera las opciones, y si piensa que está sufriendo este síndrome, intente
solucionarlo lo antes posible.
También es importante de no hacer del problema algo más grave
confundiendo el Síndrome Burnout con una enfermedad: ni lo es, ni sus
desencadenantes tienen por qué encontrarse en el cuerpo de uno mismo para
tener claro esto, es bueno leer este artículo: "Las diferencias entre síndrome,
trastorno y enfermedad".
Qué es
El burnout laboral, también denominado síndrome del quemado o
síndrome de quemarse en el trabajo, es un trastorno emocional de
creación reciente que está vinculado con el ámbito laboral, el estrés
causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado. Este síndrome
puede tener consecuencias muy graves, tanto a nivel físico como
psicológico.
Los síntomas más comunes son depresión y ansiedad, motivos de la
gran mayoría de las bajas laborales.
El síndrome de burnout suele aparecer, en la mayoría de los casos, en las
personas que han elegido su oficio de manera vocacional (es muy
frecuente en enfermería, medicina y el profesorado) y con menos
asiduidad en trabajos que se desempeñan de forma obligatoria. Aunque al
principio las manifestaciones y el malestar sólo se extienden a la vida
laboral, finalmente también llegan a alcanzar, en casi todas las
situaciones, la vida social y familiar del trabajador afectado.

Causas
El principal detonante del síndrome de burnout es el entorno laboral y las
condiciones de trabajo.
El empleado que está expuesto de manera continua a, entre otros, altos
niveles de estrés, carga de trabajo excesiva, poca autonomía, malas
relaciones en el trabajo y ausencia de apoyo en su entorno, falta de
formación para desempeñar las tareas, etc., puede llegar a padecer un
estrés crónico que acabe provocando el burnout. Por ese motivo, el
vínculo entre el estrés y el burnout es muy fuerte.
Las causas suelen ser exigencias excesivas que originan tensiones. Sin
embargo, existen una serie de factores de riesgo:

La organización
Situaciones como el exceso de burocratización sin apoyo
específico, falta de tiempo para organizar las tareas (que llevan a que
el trabajador nunca salga a su hora y tenga que llevarse trabajo a casa),
así como no contemplar las sustituciones por bajas temporales pueden
elevar los niveles de estrés y, a la larga, propiciar el burnout.

Expectativas interpersonales
Todos los trabajadores tienen unas expectativas respecto a su actividad
laboral que muchas veces no se ajustan a la realidad cotidiana y
provocan que la adaptación a esa realidad se produzca de forma más
lenta.
Si esas expectativas son muy altas y no se cumplen, el trabajador puede
desarrollar síntomas como ansiedad, apatía o tristeza, entre otros.

Cualidades personales
Aunque no existe un perfil de la persona que puede padecer esta
afección, sí existen algunas cualidades y rasgos personales que si los
tiene una persona indica que ese trabajador es más propenso a tener el
síndrome.
Así, las personas conformistas, inseguras y dependientes tienen más
posibilidades de sufrir depresión y ansiedad si tienen que enfrentarse a
situaciones estresantes.

Evalúa tus síntomas

Síntomas
Las principales manifestaciones de este síndrome son:
 Sentimiento de agotamiento, fracaso e impotencia.
 Baja autoestima.
 Poca realización personal.
 Estado permanente de nerviosismo.
 Dificultad para concentrarse.
 Comportamientos agresivos.
 Dolor de cabeza.
 Taquicardia.
 Insomnio.
 Bajo rendimiento.
 Absentismo laboral.
 Aburrimiento.
 Impaciencia e irritabilidad.
 Comunicación deficiente.
Los trabajadores que trabajan en profesiones vocacionales, como medicina o enfermería, tienen más riesgo de padecer
el síndrome de burnout.

Prevención
La prevención del síndrome del trabajador quemado debe comenzar en
la empresa del empleado. La primera medida que deben tomar es
evaluar las situaciones que generan el estrés y la ansiedad en el
trabajador y tomar las decisiones y las medidas adecuadas para intentar
reducirlo.
Para ello deben mejorar la organización y proveer de herramientas
necesarias para que el trabajador pueda realizar sus tareas de forma
adecuada y no tenga tanta sobrecarga laboral.
Además, el trabajador puede adquirir una actitud asertiva, estableciendo
una relación comunicacional, sin discutir, ni someterse a la voluntad del
resto de compañeros y defendiendo sus convicciones.
Por otro lado, es recomendable que los trabajadores modifiquen las
expectativas que tienen en el trabajo. No se trata de que el empleado
renuncie a sus ambiciones y aspiraciones. Simplemente debe buscar un
punto intermedio que se ajuste más a la realidad y ver la situación como
una oportunidad para aprender y crecer en otros ámbitos diferentes a los
que se había propuesto inicialmente.
Tipos
El síndrome del trabajador quemado puede dividirse en dos tipos:
 Burnout activo: El empleado mantiene una conducta asertiva. Se
relaciona con elementos externos a la profesión.

 Burnout pasivo: Suele tener sentimientos de apatía y se relaciona con


factores internos psicosociales.

Diagnóstico
Para poder diagnosticar el síndrome, los especialistas tienen que conocer
los síntomas de la patología y realizar una entrevista clínica con el
empleado que les permita averiguar si existe la sospecha de padecer la
enfermedad. Además, conviene que el profesional conozca cómo es
su situación dentro de la empresa y cómo está organizado el trabajo.

Tratamientos
Las estrategias para tratar el burnout van encaminadas a reducir los
niveles de estrés, ansiedad y depresión (en los casos en los que
hubiere).

Otros datos

Consecuencias
El síndrome de burnout se caracteriza porque es un proceso que va
creciendo de manera progresiva si no se toman medidas para
impedirlo.
Esto puede provocar que el desgaste laboral evolucione y alcance otros
aspectos como los ideales y la percepción de los logros. A medida que
avanza, el trabajador puede tener dificultades para resolver
problemas y ejecutar tareas que antes le resultaban sencillas.
La frustración comenzará a estar presente de manera constante,
permanecerá en un estado continuo de agotamiento y los síntomas
podrán evolucionar a estados más graves. En algunos casos, los
trabajadores pueden llegar a abusar de los psicofármacos, del alcohol
y las drogas.
Por último, algunos pueden llegar a tener síntomas depresivos, de
psicosis e incluso tener ideas de suicidio.
Síndrome de Burnout en médicos
El agotamiento emocional fue la primera variable
asociada con el ausentismo, el intento de renunciar a la
profesión, el deterioro personal, y el deterioro de la
familia.
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Autor: Rosa Suñer-Solera, b, Armand Grau-Martína, c, Daniel Flichtentrei, Maria Prats, Florencia Braga, Silvia
Font-Mayolasa, Mª Eugenia Grasa Fuente: IntraMed The consequences of burnout syndrome among healthcare
professionals in Spain and Spanish speaking Latin American countries

IntraMed junto al Instituto de Investigación sobre la Calidad de Vida


de la Universidad de Girona, España realizaron un nuevo estudio
acerca del síndrome de Burnout en médicos hispanamericanos.

Introducción

El concepto de agotamiento, un término originario de los EE.UU. los


1970s (Freudenberger, 1974; Maslach, 1976) ha sido definido por
Maslach y Jackson (1981) como "un síndrome de agotamiento
emocional, depersonalización y baja realización personal que puede
ocurrir entre individuos que hacen trabajo en condiciones exigentes y
estresantes que superan la capacidad de sus estrategias de
afrontamiento y sus expectativas a veces con ideas frustrantes y poco
realistas". La investigación reciente reconoce que este síndrome puede
ser el resultado de la interacción entre diferentes factores personales y
profesionales.
La dimensión del agotamiento emocional ha sido mencionada
como el núcleo del burnout. Ciertos factores individuales y de nivel
organizacional, como el compromiso con el trabajo, el afrontamiento
adaptativo y las relaciones interpersonales, se asocian con el burnout
médico.

Aparte de los factores culturales y económicos, algunas regiones hacen


un esfuerzo mucho mayor que otras para encontrar soluciones para
mitigar el burnout (Lee et al., 2013).

Objetivos: Identificar la frecuencia y la intensidad de la percepción de


las consecuencias profesionales adversas y su asociación con el
síndrome de burnout y sus variables.

Métodos: muestra transversal de 11.530 profesionales de la salud


residentes en España y Latinoamérica.

Se analizaron las consecuencias laborales negativas sobre el burnout,


medida por el Maslach Burnout Inventory (MBI). Las variables
relacionadas con el trabajo se analizaron por regresión logísitca
múltiple.

Resultados:

El agotamiento emocional fue la primera variable asociada con el


ausentismo, con la intención de renunciar a la profesión, el deterioro
personal y el deterioro de la familia.

La despersonalización se mostró asociada con la percepción de


tener errores en su ámbito de trabajo.

Conclusiones:
Los resultados indican una prevalencia considerable de consecuencias
adversas relacionadas con el trabajo debidas a las distintas
dimensiones del síndrome de burnout.

Discusión:

El estudio actual de 11.530 cuidadores de la salud de hablahispana,


profesionales de España y América Latina, revela una considerable
prevalencia de consecuencias adversas asociadas especialmente con los
diferentes componentes del síndrome de burnout, en particular en
términos de deterioro personal y familiar y con la intención de
abandonar la profesión. Los resultados están en consonancia con las
hipótesis que se formularon.

La variable optimismo se encontró que solo tenía una influencia


protectora de la concepción de cometer errores y en el deterioro de la
familia en ciertos países pero no en otros.

En nuestro conocimiento, este es el primer estudio que analiza las


consecuencias adversas en el trabajo en una amplia muestra de
profesionales de habla hispana.

Al analizar estas consecuencias nos encontramos con que el


componente de estar emocionalmente exhausto del MBI fue la
variable que se mostró más asociada con el ausentismo laboral y con la
posibilidad de considerar el abandono de la profesión.

En este sentido, el desgaste, junto con los problemas psicológicos,


quejas psicosomáticas y poco control sobre su propio trabajo, entre
otras variables, se identificaron como factores predictivos de tomar
licencia por enfermedad en un meta-análisis que incluyó 20 estudios
prospectivos (Duijts et al., 2007).

Teniendo en cuenta el impacto personal, familiar y social del burnout


así como la situación actual de cambio y crisis en el mundo del trabajo
hoy en día, es cada vez más necesario adoptar intervenciones
sistemáticas para promover la salud en el lugar de trabajo, tales como
las medidas organizativas, retroalimentación y apoyo de los
supervisores, aclaración del rol profesional, cultura de equipo, y
estrategias de afrontamiento (Gómez-Gascón et al, 2013;. Kristensen,
2000; Martínez García-Olalla, 2004; Ruotsalainen, Serra, Marina, y
Verbeek, 2008). Este tipo de intervenciones no se han desarrollado
suficientemente hasta ahora y hay evidencia de que son capaces de
reducir los niveles de estrés, agotamiento, y síntomas generales
(Ruotsalainen et al., 2008).

Se requiere de futuras investigaciones en esta línea que deberían tener


como objetivo poner a prueba la eficacia de las intervenciones para
reducir el estrés en el trabajo entre los trabajadores de la salud y sus
serias consecuancias

El síndrome del 'burnout',


mucho más frecuente en
médicos
El riesgo de sufrir desgaste profesional es un 10% mayor entre los
profesionales de la Medicina.
Pablo Herrero
3 minutos de lectura
Uno de los problemas que afrontan los médicos en el ejercicio de su profesión es el
síndrome de desgaste profesional –burnout, en inglés–. Se trata de un estado mental y
físico caracterizado por la sensación de que no se puede más. Causado por
un estrés prolongado en el tiempo, es una señal de saturación y agotamiento emocional,
aderezado además por la imposibilidad de atender las demandas constantes.

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Si ese estrés se hace crónico, pasan a sufrir además pérdida de interés y motivación,
unidas a una sensación de vacío o sinsentido. Dicho desánimo favorece el absentismo
y reduce la productividad y efectividad. También dejan de preocuparse por sus familias
y su vida personal se ve minada. Además, creen que nada de lo que hacen es apreciado
o considerado por los demás. “Fue descrito por [Herbert] Freudenberger en 1947 y se
considera típico de los individuos que han de permanecer en contacto directo
y estresante con otras personas a causa de su trabajo”, señala el psiquiatra Luis de
Rivera en su libro El maltrato psicológico.

Después de meses o años de dedicación intensa, aparece el cuadro clínico, “como


resultado de una interacción negativa entre el trabajador, el entorno laboral, el equipo
o staff, la estructura organizativa y la labor en sí misma”, añade. Además, es un
síndrome que, “con frecuencia, tiene graves complicaciones psicosomáticas y
psiquiátricas”, apostilla De Rivera.

Por otra parte, un estudio sobre el desgaste que sufren los profesionales sanitarios,
publicado por Archives of Internal Medicine (JAMA) y dirigido por el doctor Tait D.
Shanafelt, de la Clínica Mayo, en Minnesota (EE. UU.), reveló que el 45,8 % de los
7.288 entrevistados habían vivido, al menos, uno de los síntomas severos indicativos
de burnout.

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MENOS QUE LOS HETEROSEXUALES
Si comparamos estos datos con trabajadores de la población en general, los médicos
tienen un 8,6 % más de riesgo de acabar exhaustos emocionalmente y un 10 % más
de sufrir desgaste y decaimiento. Asimismo, sus probabilidades de sentirse
insatisfechos con la conciliación entre su vida personal y laboral son un 17 % mayores
que las de la media de la población.

Tengamos en cuenta que los controladores aéreos, los pilotos de guerra y algunas
especialidades médicas de alto riesgo son las profesiones consideradas
tradicionalmente con un mayor nivel de estrés, debido al alto grado de
responsabilidad que conllevan

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