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República Bolivariana de Venezuela.

Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda”.

Departamento de Hidráulica.

U.C: Aguas Subterraneas.

Generalidades de las Aguas Subterráneas.

Realizado por:

Jesús Lugo C.I. 26813355.

Santa Ana de Coro, Noviembre de 2018.


La importancia de las aguas subterráneas

En los últimos años se han podido presenciar ciertas evidencias del cambio
climático y de sus impactos en los recursos hídricos. Estos impactos modifican la
tasa de escorrentía superficial y la recarga de los acuíferos. Las aguas subterráneas
son una fuente crítica de agua potable para casi la mitad de la población mundial,
además de suplir necesidades de irrigación en la agricultura. Por otro lado, éstas
son también importantes para el sostenimiento de corrientes, lagos, humedales y
otros ecosistemas asociados.

El flujo subterráneo en acuíferos poco profundos forma parte del ciclo hidrológico, y
resulta afectado por la variabilidad y el cambio climático por efecto de procesos de
recarga y por la intervención humana en numerosos lugares. Los niveles
subterráneos de numerosos acuíferos del mundo han experimentado una tendencia
decreciente durante los últimos años, aunque ello se debe, por lo general, al
bombeo de agua subterránea a un mayor ritmo que la recarga, y no a una
disminución freática relacionada con el clima.

Los impactos directos del cambio climático sobre los procesos naturales pueden ser
exacerbados por las actividades humanas. La extracción en exceso de aguas
subterráneas, por ejemplo, podrían ser necesitadas en áreas donde hayan recursos
hídricos contaminados o insostenibles causado por sequías o inundaciones. Los
efectos del cambio climático sobre los recursos hídricos subterráneos están, por lo
tanto, vinculados a otros cambios globales que incluyen el crecimiento poblacional,
la urbanización, el cambio en el uso de la tierra, que se juntan a otras tendencias
socio-económicas y políticas. La respuesta de estas aguas subterráneas a los
mencionados cambios globales es una compleja función que depende de la
variabilidad del cambio climático, la topografía, las características propias de los
acuíferos, la dinámica de la vegetación, y de la actividad humana.

El origen del agua subterránea

El agua subterránea es aquella que se encuentra bajo la superficie. Se trata de


una parte importante del agua de la tierra y se encuentra alojada en los acuíferos.

Sirve para abastecer a una tercera parte de la población mundial y su volumen


es superior al de los ríos y lagos pero inferior a los glaciares. Es difícil de controlar
debido a la sobreexplotación y la facilidad de que reciba algún tipo de
contaminante que impida su consumo o uso.
Se trata de agua de las precipitaciones, tanto en forma de lluvia como de nieve
que se filtra a través del suelo para llegar a zonas rocosas saturadas donde se
mantiene.

No siempre se almacena en cavidades o túneles, sino que se puede mantener en


los poros de las rocas o en los sedimentos que hacen un efecto esponja.

En la actualidad se está extrayendo esta materia a mucha más velocidad de la que


se repone. Reduciendo así las reservas naturales. Una de las características
que las hace únicas es que se pueden encontrar en casi cualquier lugar del
planeta.

Caracterización de Acuíferos.

Un acuífero es una formación geológica capaz de suministrar agua subterránea


útil a pozos y manantiales.
Todos los acuíferos tienen dos características fundamentales: capacidad de
almacenar agua subterránea y capacidad de permitir el flujo del agua subterránea.
Pero el grado en que se presentan estas propiedades varía mucho de una
formación geológica a otra (Figura 1) y su magnitud puede variar con la estructura
geológica, de unos cuantos km2 a muchos miles de km2.
Los elementos más importantes de la diversidad hidrogeológica (Figura 1) son:
- gran variación de la capacidad de almacenamiento de la unidad acuífera
(almacenaje), entre sedimentos granulares no consolidados y rocas
fracturadas muy consolidadas
- gran variación del espesor saturado del acuífero entre diferentes tipos de
depósitos, lo que da como resultado un amplio rango de potencial de flujo
de agua subterránea (transmisibilidad).

Reserva y recursos subterráneas.

El agua subterránea representa una fracción importante de la masa


de agua presente en los continentes, bajo la superficie de la Tierra, tanto en el
suelo como en el subsuelo ya que, convencionalmente, el término superficie
terrestre incluye cierto espesor como se señala en el artículo respectivo, al ser un
concepto tridimensional. Evidentemente, si solo fuera bidimensional no podríamos
hablar de agua subterránea. El volumen del agua subterránea es mucho más
importante que la masa de agua retenida en lagos o circulante, y aunque menor al
de los mayores glaciares, las masas más extensas pueden alcanzar un millón o
más de kilómetros cuadrados (como el Acuífero Guaraní). El agua del subsuelo es
un recurso importante y de este se abastece a una tercera parte de la población
mundial,1 pero de difícil gestión, por su sensibilidad a la contaminación y a la
sobreexplotación. El agua subterránea es parte de la precipitación que se filtra a
través del suelo hasta llegar al material rocoso que está saturado de agua. El agua
subterránea se mueve lentamente hacia los niveles bajos, generalmente en
ángulos inclinados (debido a la gravedad) y eventualmente llegan a los arroyos,
los lagos y los océanos.

Según un estudio publicado en la revista Nature Geoscience, 9 estima que el agua


subterránea puede abarcar hasta un volumen total de 23 millones de kilómetros
cúbicos9 y se ubica a 2 km bajo la superficie,10 esa cantidad, es suficiente para
aumentar el nivel del mar en 50 metros.11
La UNESCO estimó, en 1992, que más del 50% de la población mundial estaba
siendo abastecida por agua procedente de acuíferos. En EEUU por ejemplo, se
perforan cerca de 400.000 pozos al año, y se extraen más de 120 billones de
metros cúbicos al año, suministrando más del 70% del abastecimiento público y de
las industrias. De manera parecida, países como Alemania, Austria, Bélgica,
Dinamarca, Francia, Holanda, Hungría, Italia, Marruecos, Rusia y Suiza
suministran con estas aguas entre el 70 y el 90% de la demanda de
abastecimiento público. 12

Parámetros Hidrogeológicos.

Porosidad

El agua empapa el terreno porque el lecho de roca, el sedimento y el suelo


contienen innumerables huecos o aperturas, Estas aperturas son similares a las
de una esponja y a menudo se denominan poros. La cantidad de agua
subterránea que puede almacenarse depende de la porosidad del material, que se
define como el porcentaje del volumen total de roca o de sedimento formado por
poros. Los huecos son con frecuencia espacios que quedan entre las partículas
sedimentarias, pero también son comunes las diaclasas, las fallas, las cavidades
formadas por disolución de la roca soluble, como la caliza, y las vesículas (vacíos
dejados por los gases que escapan de la lava).

Las variaciones de porosidad pueden ser grandes. El sedimento es a menudo


bastante poroso y los espacios abiertos pueden ocupar entre el 10 y el 50 por
ciento del volumen total del sedimento. El espacio poroso depende del tamaño y la
forma de los granos, de cómo están empaquetados, del grado de selección y, en
las rocas sedimentarias, de la cantidad de material cementante. Por ejemplo, la
arcilla puede tener una porosidad de hasta un 50 por ciento, mientras que algunas
gravas pueden tener sólo un 20 por ciento de huecos.

Cuando se mezclan sedimentos de diversos tamaños, la porosidad se reduce


porque las partículas más finas tienden a llenar las aperturas entre los granos más
grandes. La mayoría de las rocas ígneas y metamórficas, así como algunas rocas
sedimentarias, están compuestas por cristales muy unidos, de manera que los
huecos entre los granos pueden ser despreciables. En estas rocas, las fracturas
proporcionan la porosidad.
Coeficiente de Almacenamiento
Si se produce un cambio en el nivel de agua en un acuífero saturado, o una
unidad confinada, una cantidad de agua puede ser almacenada o liberada. El
coeficiente de almacenamiento, S, es el volumen de agua, por unidad de área y
cambio en altura de agua, que una unidad permeable absorberá o liberará desde
almacenamiento. De acuerdo a esta definición esta cantidad es adimensional.
En la zona saturada la presencia de agua induce una presión interna (usualmente
denominada presión de poros) que afecta la distribución de los granos de mineral
así como a la densidad del agua en los poros. Si la presión interna aumenta, el
esqueleto mineral se expande, mientras que si la presión disminuye el esqueleto
se contrae. Este concepto se conoce como elasticidad.
Asimismo, el agua se contrae debido a un aumento en la presión y se expande
frente a una disminución en la presión. Cuando la carga hidráulica del acuífero
disminuye, su esqueleto se contrae lo que reduce la porosidad efectiva y se libera
agua. En forma adicional, una cantidad de agua es liberada debido a su expansión
en los poros debido a la disminución de la presión interna.
El almacenamiento específico (SS) es la cantidad de agua, por unidad de
volumen, que es almacenada o liberada debido a la compresibilidad del esqueleto
mineral y del agua en los poros debido a un cambio unitario en el nivel de agua en
el acuífero. Este coeficiente se denomina coeficiente de almacenamiento elástico.
Este concepto se aplica tanto a acuíferos confinados como no confinados.
El almacenamiento específico está dado por la siguiente expresión:
S = ρw × g × (α + n × β )

donde rw es la densidad del agua (M/L3), g es la aceleración de gravedad (L/T2),


a es la compresibilidad del esqueleto del acuífero (1/(M/LT2)), n es la porosidad
(L3/L3), y b es la compresibilidad del agua (1/(M/LT2)). El almacenamiento
específico tiene unidades de 1/L, con valores inferiores a 0.0001 1/m.

En un acuífero confinado la carga hidráulica puede disminuir pero el nivel


piezométrico puede permanecer sobre la unidad confinante. En este caso una
cantidad de agua es liberada desde almacenamiento y el acuífero permanece
saturado. El coeficiente de almacenamiento (S) de un acuífero confinado es el
producto del almacenamiento específico (Ss) y del espesor del acuífero:
S = b × Sx

Dado que SS tiene dimensiones 1/L y el espesor del acuífero tiene unidades de
longitud, L, el coeficiente de almacenamiento es adimensional. Toda el agua
liberada desde el acuífero se puede relacionar con la compresibilidad del
esqueleto mineral y el agua presente en los poros.
El agua proviene de todo el espesor del acuífero. El valor del coeficiente de
almacenamiento de un acuífero confinado es inferior a 0.005.
En el caso de un sistema no confinado o libre el nivel de saturación (nivel freático)
aumenta o disminuye debido a cambios en la cantidad de agua almacenada. A
medida que el nivel de agua disminuye, parte del agua drena desde los poros del
sistema acuífero. Este almacenamiento o liberación de agua se debe a la
capacidad específica de la unidad (SY), así como al almacenamiento específico de
ella. Para un acuífero no confinado el coeficiente de almacenamiento, S, se
calcula como:
S = Sy + h × Ss
donde h es el espesor de la zona saturada del acuífero.

Transmisibilidad
La transmisibilidad o transmisividad hidráulica de un acuífero es la tasa de flujo
bajo un determinado gradiente hidráulico a través de una unidad de anchura de
acuífero de espesor dado, y saturado. Es el producto del espesor saturado de
dicho acuífero y la conductividad hidráulica (K). Se mide en una unidad de
superficie dividido en una unidad de tiempo. Tiene dimensiones: [m 2]/[día] o L2*T-1
En otras palabras, transmisividad (T), es el volumen de agua que atraviesa una
banda de acuífero de ancho unitario en la unidad de tiempo y bajo la carga de un
metro. Es representativa de la capacidad que tiene el acuífero para ceder agua.
Se pueden distinguir dos tipos de transmisividad: la transmisibilidad
darciana o lineal, TD (TD = m*KD) y la transmisibilidad turbulenta, TT (TT = m*KT).
Diversos experimentos1 han demostrado que la conductividad hidráulica darciana
no sólo depende de las características del medio, sino también de las del fluido
(su viscosidad y peso específico), por lo que se estableció una relación entre K D,
las propiedades del fluido y una característica intrínseca del medio que es
independiente del fluido que circula a través de él. Esa característica se
denomina permeabilidad intrínseca o geométrica y se representará por el
símbolo k.
Ley de Darcy.
En 1856, el ingeniero francés Henry Darcy descubrió la ley que regula el
movimiento de las aguas subterráneas.
Comprobación
Con aparatos del tipo esquematizado, comprobó que con velocidades de descarga
suficientemente reducidas, el caudal Q que atravesaba la muestra de terreno
permeable era directamente proporcional a las diferencias de presiones
h1 – h2; es decir, que:
Q = P A (h1 – h2) L
en la que h1 y h2; son las presiones a uno y otro extremo de la muestra, L es su
longitud y A es el área de su sección transversal. El coeficiente de
proporcionalidad P es, en principio, característico del terreno y se llama coeficiente
de permeabilidad o simplemente permeabilidad.
Llamando al gradiente de presiones en la dirección del flujo
I = (h1 – h2), queda abreviada la fórmula L
Fórmula de Darcy
Q = PIA
Coeficiente de permeabilidad
El coeficiente de permeabilidad es, pues:
P = Q / IA
Originalmente, Slichter llamó al coeficiente P coeficiente de transmisión, ya que
según algunos autores la denominación de coeficiente de permeabilidad no es
adecuada, porque P no solamente depende de las propiedades intrínsecas del
medio permeable, sino también de las características del líquido empleado en su
determinación, fundamentalmente de su viscosidad y peso específico. La
viscosidad μ de un fluido es la medida de la fuerza resistente por unidad de área
por unidad de gradiente de velocidad transversal en los intersticios del medio
permeable. El peso específico γ puede considerarse la fuerza impulsora del
movimiento por unidad de volumen de líquido y por unidad de gradiente hidráulico.
Por otra parte, a igualdad de las restantes condiciones, el tamaño de un intersticio
tipo depende del diámetro medio d de las partículas del terreno. El análisis
dimensional demuestra que el coeficiente P antes definido, es una función del tipo
P = C d2 γ / μ
y llamando p = Cd2 a la agrupación de factores que son intrínsecamente
dependientes del terreno, es:
P=pγ/μ
en donde es p el coeficiente de permeabilidad del terreno propiamente dicho, con
independencia del fluido que se emplee en su medida. Vemos en la ecuación que
el coeficiente P no sólo varía al emplear en su determinación líquidos de distinto
peso específico, sino que depende también de la viscosidad μ, y, por lo tanto, es
grandemente variable, para un mismo líquido, con la temperatura a que se efectúe
el ensayo. Sin embargo, en los casos prácticos de estudio de captaciones
subterráneas, en donde el líquido es siempre, naturalmente, el agua, las
variaciones de peso específico son despreciables y se utiliza siempre la
permeabilidad P, haciendo sólo en algunos casos la pertinente corrección de
viscosidad, por variación de temperatura.
Hidráulica de aguas subterráneas.
Abatimiento
Bajo condiciones de extracción o inyección de un pozo, la carga hidráulica inicial
en cualquier punto del acuífero cambia. En condiciones de extracción de un pozo,
la distancia vertical entre la carga hidráulica inicial en un punto en el acuífero y la
posición baja de la carga hidráulica para el mismo punto es llamado abatimiento.
Para un acuífero libre el nivel del agua en el nivel freático está determinado por la
distancia s(x,y,z,t), la cual es el abatimiento.
Para el caso del acuífero confinado, el abatimiento es definido con respecto a la
superficie piezométrica. Este descenso de niveles, define la curva de
abatimiento, por lo tanto es claro que el abatimiento presente su menor valor en
lejanías del pozo y el mayor valor en el pozo. La dimensión del abatimiento es la
longitud [L]. El abatimiento es generalmente expresado en metros de agua.
Conos de Depresión (Conos de Descenso)
Forma tomada por el agua subterránea por su comportamiento cuando se bombea
en un sondeo vertical. Al momento que empezamos a bombear en un acuífero
libre cuya superficie freática inicial si fuse horizontal. El agua comienza a fluir
radialmente hacia el sondeo, y, transcurrido un tiempo, la superficie freática habría
adquirido la forma de un cono (figura siguiente), denominada cono de descensos.
Esto puede apreciarse realmente si en los alrededores del sondeo que bombea
existen otros sondeos para observación de los niveles.
Al producirse el descenso del nivel estático del pozo, se establece un gradiente
hidráulico entre cualquier punto de la formación y el pozo, originándose un
movimiento radial desde todas las direcciones hacia el pozo en una forma
simétrica y de tal manera que el caudal Q que se extrae del pozo es igual al
caudal que pasa por cualquier sección del acuífero.
A medida que la velocidad aumenta mayor será el gradiente hidráulico ya que
aumenta la fricción existente entre el fluido y las partículas sólidas en contacto; es
por eso que lo que se forma alrededor del pozo se le conoce como cono de
depresión que sobre un plano vertical presenta una curva conocida con el nombre
de curva de abatimiento.
La forma convexa del cono se debe a que el agua que fluye radialmente hacia el
sondeo tiene que atravesar cada vez secciones menores (las paredes de
imaginarios cilindros concéntricos con el sondeo), de modo que, según Darcy, si
disminuye la sección, tendrá que aumentar el gradiente para que
el producto permanezca constante. Se denomina "desarrollo" a los trabajos
posteriores a la perforación para aumentar el rendimiento de la captación,
extrayendo la fracción más fina en materiales detríticos o disolviendo con ácido en
calizas.
La forma, alcance y profundidad de este cono de depresión dependerá de las
condiciones hidrogeológicas (coeficiente de almacenamiento y transmisividad del
acuífero), del caudal y el tiempo de bombeo o inyección.
En el acuífero confinado el cono de depresión es la representación de la variación
de los niveles piezométricos, en tanto que en el acuífero libre es además la forma
real de la superficie piezométrica del nivel freático.
Cono de descensos en acuíferos confinados
En un acuífero libre, es la superficie freática la que toma la forma del cono de
descensos. En cambio, si lo que se bombea es un acuífero confinado o
semiconfinado, y suponemos que la superficie piezométrica inicial es horizontal, al
iniciar el bombeo es dicha superficie la que forma el cono de descensos, y son
igualmente válidas las consideraciones anteriores En ambos casos, libre y
confinado, el agua circula radialmente hacia el sondeo, pero la diferencia es que
en el acuífero libre el agua circula por toda la sección transversal, desde el cono
hacia abajo, mientras que en el confinado solamente circula por el propio acuífero.
Prueba de Bombeo.
Una prueba de bombeo se realiza para evaluar un acuífero, estimulándolo por
medio de bombeo, y observando su respuesta (descenso de nivel) en pozo(s) de
observación. Una prueba de bombeo es una herramienta común utilizáda
en hidrogeología para caracterizar un sistema de acuíferos.

Las pruebas de bombeo, típicamente se interpretan usando un modelo analítico de


flujo en un acuífero (siendo el más fundamental la solución de Theis). Así, se
hacen calzar los datos observados en el mundo real, asumiendo que los
parámetros del modelo ideal son aplicables al acuífero del mundo real. En casos
más complejos, un modelo numérico podría ser usado para analizar los resultados
de una prueba de bombeo, pero el añadir mayor complejidad no asegura mejores
resultados.

Se debe elegir un modelo o solución adecuado a la ecuación de flujo subterráneo,


para calzar los datos observados. Hay varios modelos para elegir, dependiendo de
los factores que se consideren relevantes. Entre estos se incluyen:

 Acuitardo filtrante (del inglés leaky),


 Flujo no confinado (retraso en el rendimiento),
 Penetración parcial de los pozos de bombeo u observación,
 Radio del pozo finito - que puede conducir a almacenamiento en el pozo,
 Porosidad dual (de uso típico en rocas fracturadas),
 Acuífero anisotrópico,
 Acuífero heterogéneo,
 Acuífero finito (se observan efectos de barreras físicas en la prueba), y
 Combinaciones de las situaciones anteriores.

Casi todas las soluciones de pruebas de bombeo están basadas en la solución de


Theis, que está construida con las asunciones más simples. Otros métodos relajan
alguna o varias asunciones consideradas en la solución de Theis, y por lo tanto
son más flexibles, pero presentan resultados más complejos.

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