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Situación, forma y relaciones

La próstata es una glándula de secreción exocrina que se sitúa debajo de la vejiga,


rodeando la uretra y los conductos eyaculadores que desembocan en la uretra. A partir
de la pubertad crece hasta el tamaño del adulto 3 cm de altura, 4 cm de anchura y 2 cm
de grosor.

Zonas según McNeal

Normalmente, la zona de transición representa del 5 al 10% del tejido glandular de la


próstata, está zona da origen por lo común a la hipertrofia prostática benigna, se
estima que el 20% de los adenocarcinomas de la próstata se originan en esta zona.
Los conductos de la zona central se originan circunferencialmente alrededor de los
orificios de los conductos eyaculadores, esta zona constituye el 25% del tejido
glandular de la próstata y se expande en forma de cono alrededor de los conductos
eyaculadores hasta la base de la vejiga; sólo el 10% de los adenocarcinomas se
originan en la zona central. La zona periférica constituye la mayor parte del tejido
glandular prostático (70%) y cubre las caras posterior y lateral de la glándula. El 70%
de los cánceres de próstata se originan en esta zona, siendo también la más afectada
por la prostatitis crónica. Hasta un tercio de la masa prostática puede atribuirse al
estroma fibromuscular anterior no glandular, región que se extiende desde el cuello
vesical hasta el musculó del esfínter estriado. Pocas veces está zona es invadida por
un carcinoma

Por su forma, tamaño, color y consistencia, es semejante a una castaña. La base se


orienta hacia arriba, bajo la vejiga; el vértice hacia abajo, apoyado en el diafragma
urogenital (musculó transverso del perineo). Por detrás, está en relación con el recto, lo
cual permite su exploración mediante el tacto rectal. Por delante está la sínfisis del pubis,
de la que la separa la grasa y las venas prostáticas.

La uretra sale de la próstata por su vértice, después de atravesar la glándula en sentido


vertical.

La próstata está envuelta en una aponeurosis que engloba también el plexo venoso
prostático. Los engrosamientos de esta aponeurosis constituyen los ligamentos de fijan
la glándula a las paredes pelvianas.

Vasculatura Prostática

La irrigación arterial de la próstata se deriva de las arterias vesical inferior, pudenda


interna y rectal media (hemorroidal). A menudo que se aproxima a la glándula, la arteria
vesical inferior se divide en dos ramas principales. Las arterias uretrales penetran la
unión vesicoprostática y discurren perpendiculares a la uretra, se aproximan al cuello
vesical y giran en sentido caudal para irrigar la uretra, las glándulas periuretrales y la
zona de transición. La arteria capsular es la segunda rama principal de la arteria
prostática, da origen a ramas pequeñas que se ramifican sobre la cápsula prostática.
Las ramas capsulares irrigan el tejido glandular

Tipos de células Prostáticas

El epitelio prostático humano se compone de dos tipos principales de células, las


epiteliales y las células del estroma. El compartimento epitelial de la próstata consiste
en células madre, células epiteliales basales, células intermedias, células
neuroendocrinas y células epiteliales secretoras luminares. Por su arquitectura, el
compartimento del estroma tiene función de sostén estructural y consiste sobre todo de
tejido conjuntivo, células musculares lisas y fibroblastos. La mayoría de estas células
prostáticas se han caracterizado, al menos en parte, in vitro.

En la mayoría de las glándulas con poblaciones celulares renovables hay un flujo de


células en estado estable desde las células madre hacia un conjunto de células
proliferantes transitorias que se dividen con mayor rapidez. Esta población proliferante
alcanza en última instancia la diferenciación terminal, caracterizada por un epitelio
secretor con actividad metabólica. En la próstata, no se ha determinado con rigor el
linaje celular, aunque se han deducido algunas fuentes. Como ocurre en la mayoría de
los epitelios con múltiples capas, las células madre residen en el compartimento basal
y dan origen a todos los otros tipos de células epiteliales, así como a las
neuroendocrinas. Estas incluyen células secretoras completamente diferenciadas que
tapizan la luz glandular (células luminales), células neuroendocrinas que secretan
péptidos bioactivos y células intermedias que muestran rasgos fenotípicos intermedios
entre las células basales y las luminales.

Células epiteliales Luminales

a célula epitelial luminal es la "bestia de carga" de la glándula prostática, responsable


de la integridad de la barrera epitelial y de la producción de secreción prostática. Las
células luminales constituyen la mayor parte del epitelio prostático. Estas células
epiteliales cilíndricas altas tienen diferenciación terminal y un índice proliferativo bajo se
las distingue claramente por sus características morfológicas y la presencia de
abundantes gránulos, secretores y enzimas. Las células secretoras producen una
variedad de proteínas que caracterizan la diferenciación prostática, incluido el PSA, la
fosfatasa ácida, los RA, la lecitino aminopeptidasa y la l5-lipooxigenasa- 2. Tienen
también un alto contenido de filamentos de queratina (subtipos 8 y 18). Estas células
cilíndricas altas se disponen en filas como una cerca de madera, cada célula se conecta
con la siguiente mediante moléculas de adhesión celular; la cara apical de estas células
se proyecta hacia la luz, con su base anclada a la membrana basal mediante receptores
de integrina. El núcleo se encuentra en la base, justo por debajo de una zona clara de
abundante aparato de Golgi, y la parte superior de la periferia celular es rica en gránulos
secretores y enzimas. La membrana plasmática apical que da hacia la luz tiene
microvellosidades y las secreciones drenan hacia los espacios de recolección abiertos
del ácino. Estas células epiteliales rodean la periferia del ácino y producen secreciones
dentro de los ácinos que drenan en conductos conectados con la uretra.

Células Neuroendocrinas

Las células neuroendocrinas son células que liberan hormonas en respuesta a la


estimulación neural. En la próstata, las células neuroendocrinas residen entre las células
epiteliales, que son más abundantes, en la glándula prostática normal así como en el
urotelio de la uretra prostática. Existen dos tipos de células neuroendocrinas: las
primeras son abiertas y tienen microvellosidades especializadas que protruyen hacia la
luz; las segundas son cerradas con prolongaciones dendríticas largas que se extienden
hacia las células epiteliales cercanas y las células basales cerca de los nervios aferentes
y eferentes. El pensamiento sobre el origen de las células neuroendocrinas prostáticas
ha evolucionado demostraron que las células neuroendocrinas se identifican
rápidamente en el epitelio del seno urogenital de embriones masculinos y embriones
femeninos antes del desarrollo de la próstata humana. Esto sugiere que estas células
pueden representar un linaje separado que es independiente del epitelio prostático. Más
recientemente, mostraron que las células neuroendocrinas, las basales y las células
secretoras luminales pueden originarse todas de un precursor de célula madre
pluripotente que expresa Trop-2 en el epitelio prostático.

Células basales

Las células basales son las más pequeñas de las cellas epiteliales. Tienen un índice
mitótico bajo y son una población menor, constituyen menos de 10% de las células to-
tales. Las células basales expresan un tipo diferente de perfil de subtipos de queratina
(subtipos 5 y 14) en comparación con las células epiteliales cilíndricas (subtipos 8 y 18).
Estas células tienen una forma piramidal característica, con un citoplasma relativamente
escaso y cromatina condensada. Las células basales yacen sobre la membrana basal,
encastra- das entre las células epiteliales cilíndricas altas adyacentes.

Células madres epiteliales prostáticas

La privación de andrógenos no afecta a las células madre, sino que incluso las beneficia,
ya que las células más diferenciadas sufren procesos de apoptosis. Estudios de
experimentación realizados en roedores han demostrado que, luego de la castración, la
sup1ementación con testosterona puede restaurar el crecimiento prostático mediante la
estimulación de la proliferación de células madre. Cuando los ratones son castrados
luego del implante de xenoinjertos primarios de próstata humana, la población de células
basales está muy sobrerrepresentada, lo cual coincide con el concepto de que el
compartimento basal en el humano también contiene células madre epiteliales
prostáticas

Células Intermedias

Las células intermedias reciben su nombre debido a que tienen características


intermedias entre las células basales y las células luminales. La similitud de estas con
las células prostáticas cancerosas hizo que se las considerara como sustratos
hipotéticos para la transformación neoplásica, aunque se desconoce su susceptibilidad
a la carcinogénesis.

El estroma y matriz tisular

El estroma no celular y el tejido conjuntivo de la próstata forman lo que se conoce como


sustancia basal y la matriz extracelular

Las células epiteliales descansan sobre la lámina o membrana basal, una estructura
compleja que contiene, en parte, colágeno de tipo IV y de tipo V, glucosaminoglucanos,
polisacáridos complejos y glucolípidos. Esta capa forma una interfase con el
compartimento del estroma que proporciona el sostén estructural de las células basales,
las células madre, las células amplificadoras transitorias y el epitelio secretor. Consiste
en una matriz extracelular, la sustancia basal y diversas células del estroma, incluidos
fibroblastos, células endoteliales capilares y linfáticas, células musculares lisas, células
neuroendocrinas y axones.

La citomatriz (esqueleto citoplasmático) termina en el centro de la célula mediante un


anclaje directo a la matriz nuclear. Por lo tanto, la célula epitelial prostática tiene una
ligadura estructural directa mediante el sistema de la matriz desde el DNA hacia la
membrana plasmática. La citomatriz está entonces en contacto con la membrana basal,
la matriz extracelular y la sustancia basal del estroma. Todo este tejido interconectado
o superestructura se denomina matriz tisular y puede tener propiedades dinámicas para
ordenar y controlar los procesos biológicos, así como el transporte de las secreciones
desde los tejidos sexuales accesorios.

Las proteínas de laminina son glucoproteínas de la matriz extracelular que median la


fijación de las células al colágeno de tipo IV de la membrana basal. La laminina es
producida por las células epiteliales, pero no por los fibroblastos.

Las lamininas son los principales filamentos de anclaje de las membranas basales de
las células epiteliales, que estabilizan la fijación de los hemidesomosomas a través de
la integrina 634.

Las propiedades funcionales clave de las lamininas son la adhesión celular, la


proliferación, la diferenciación, el crecimiento y la migración. La laminina rodea la
membrana basal de las células epiteliales de los ácinos prostáticos, los capilares, el
musculo liso y las fibras nerviosas, pero no los linfáticos o fibroblastos; la estructura de
la laminina y su distribución están alteradas en la hiperplasia prostática benigna, en la
neoplasia interepitelial prostática de grado superior y en las neoplasias prostáticas de
grado superior.

Control Endocrino del crecimiento prostático

El principal entre ellos es la testosterona, que se convierte dentro de la próstata en el


andrógeno más activo dihidrotestosterona (DHT). La testosterona es sintetizada en las
células de Leydig de los testículos a partir de la pregnenolona, a través de un conjunto
de reacciones reversibles. Sin embargo, una vez que la testosterona es convertida a
DHT por la 5cx-convertasa o a estrógenos por acción de la aromatasa, el proceso es
irreversible; la testosterona puede ser convertida en DHT o estrógenos, pero los
estrógenos y la DHT no pueden ser convertidos en testosterona. Se cree que los
andrógenos, los estrógenos y los esteroides suprarrenales tienen fuertes efectos sobre
diferentes células y tejidos en el organismo, que pueden variar con la evolución y con la
edad. Esto varía desde el desarrollo embrionario hasta la pubertad y luego en la vida
adulta y el envejecimiento. En consecuencia, la ablación o los tratamientos con
andrógenos tienen una amplia variedad de efectos fisiológicos que se deben tener en
consideración.

El hipotálamo libera un pequeño polipéptido de 10 restos (decapéptido) denominado


hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH), también llamada hormona
liberadora de gonadotrofinas (GnRH). Ante la estimulación de la LHRH, la hipófisis libera
hormona luteinizante (LH), que es transportada a los testículos y actúa directamente
sobre las células de Leydig para estimular la síntesis de esteroides de novo y la
liberación de testosterona, el principal andrógeno sérico del organismo. La mayor parte
del estrógeno en el varón deriva de la conversión periférica de andrógenos en
estrógenos por aromatización. Los estrógenos exógenos, por ejemplo, el
dietilestilbestrol, bloquean la acción de los andrógenos, no en forma primaria por efectos
directos sobre la próstata, sino en forma indirecta por bloqueo de la función hipofisaria.
Los estrógenos producen retroalimentación negativa sobre la liberación de hormona
luteinizante, que reduce la señal sérica para la producción de testosterona testicular; en
consecuencia, el estrógeno actúa como un método de "castración química" efectiva.

Acción de los andrógenos en el nivel celular.

La testosterona sérica llega a la próstata ligada a la albúmina o a las globulinas fijadoras


de esteroides. La testosterona libre ingresa en la célula prostática y allí atraviesa las
diferentes etapas del metabolismo de los esteroides, que parecen regular la actividad
de las hormonas esteroides y sus efectos posteriores.

1. Captación celular de testosterona


2. Conversión de testosterona en DHT por el metabolismo de la 5-reductasa
3. DHT o testosterona unida a receptores androgénicos específicos en citoplasma
4. Dimerizacion y activación del receptor de esteroides por diversas etapas posteriores
a la traducción
5. Transporte nuclear activo del receptor de andrógeno activado en forma dependiente
del ATP
6. Remodelación de la cromatina por interacción con moléculas correguladoras

7. transactivación o transrepresión, a través de interacciones con otros coactivadores
y correpresores, en un proceso dependiente de la histonaacetiltransferasa;

8. fijación del complejo receptor-coactivador activado a los elementos de respuesta a
andrógenos, que son secuencias cortas de DNA reconocidas de manera específica
por los dímeros receptores de andrógenos
9. regulación génica: el receptor actúa como factor de transcripción y, cuando está
unido al DNA y la matriz próxima a los genes diana del andrógeno, aumenta la
transcripción por la RNA-polimerasa II del DNA para obtener mRNA. El mensaje
transcrito (mRNA) es de gran tamaño y contiene intrones, exones y una cola poli-A.
La porción de intrón se separa de la especie inicial de RNA, por lo que solo se retiene
la porción de exón en el mensaje final. El recorte y procesa- miento del mRNA tienen
lugar en la matriz nuclear, a medida que es transportado a través del núcleo y sale
por el complejo de poros nucleares. El mRNA estabilizado es transportado al
compartimento citoplasmático para ser traducido en el ribosoma de la proteína, la
cual luego es transportada a sitios celulares específicos. Según el gen diana,
algunas proteínas son almacenadas en gránulos secretores destinados a ser
secretados a la luz cuando llegue la orden, durante el proceso fisiológico de
eyaculación.

Epidemiologia

•La hiperplasia benigna de próstata es el tumor benigno más común en el hombre.


•Estudio basados en el score IPSS muestran una prevalencia de HBP del 40% de los
hombres de más de 50 años.
•Un estudio realizado en el Hospital Regional Docente de Trujillo del año 2016 con 246
pacientes, dio como resultados:
Según Rango de edad la prevalencia para HBP para el rango de edad de 40-49 años
es del 1.6 %, padre el rango de 50 a 59 años es de 25.2%, para el rango de edad 60-
69 años es de 41.5% y los pacientes mayores de 70 años la prevalencia es de 31.7%,
además de la encuesta IPSS se obtuvo la prevalencia del grado de severidad de los
STUI según rango de edad, O teniéndose que para el rango de 40 a 49 años la
prevalencia de sintomatología leve del 50%, de grado moderado desde el 25% y mi
padre grado severo es del 25% , para el rango de edad de 50 59 años la prevalencia
del grado de severidad leve es del 29%, del grado severidad moderada es del 48.4 y
para el grado severo es de 22.6%, para el rango de 60 a 69 años la prevalencia de
sintomatología leve es del 11.8%, para el grado de severidad moderada es del 52.9 %
y para la sintomatología severa la prevalencia es de 35.3%, para los pacientes mayores
de 70 años la prevalencia de severidad leve es de 7.7%, la prevalencia de
sintomatología moderada desde 38.5% y la prevalencia de severidad severa es del
53.8%(1)(2)
Bibliografia

1. Yosimar SMO. Grado de deterioro de calidad de vida y prevalencia de los


síntomas del tracto urinario inferior en pacientes con hiperplasia prostática
benigna. 2016;68.

2. Dr. Eladio Gómez Sotomayor. URÓLOGO. UROLOGÍA BÁSICA PARA


ESTUDIANTES DE MEDICINA. 2016. :pg236.

3. Alan Wein, Louis Kavoussi, Andrew Novick, Alan Partin, Graig Peters Campbell /
Walsh. Urología/ 3º Tomo

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