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En 2007 se sancionó la Ley de Bosques

A fines de 2007, el Congreso Nacional aprobó la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos de


Protección Ambiental de los Bosques Nativos. Sin embargo, el Poder Ejecutivo recién la
reglamentó en febrero de 2009, tras el reclamo que hicieron más de 70 organizaciones
sociales, entre ellas la Fundación Vida Silvestre Argentina.

La Ley de Bosques establece que las provincias deberán realizar el ordenamiento territorial
de sus bosques nativos (OTBN) a través de un proceso participativo, categoriza los usos
posibles para las tierras boscosas: desde la conservación hasta la posibilidad de
transformación para la agricultura, pasando por el uso sustentable del bosque. Así zonifica
los bosques de la siguiente manera:

Categoría I (rojo): sectores de muy alto valor de conservación que no deben desmontarse ni
utilizarse para la extracción de madera y que deben mantenerse como bosque para
siempre. Incluirá las reservas naturales y sus áreas circundantes, que tengan valores
biológicos sobresalientes, y/o sitios que protejan cuencas hídricas de importancia (nacientes
de ríos y arroyos).

Categoría II (amarillo): sectores de alto o medio valor de conservación, que pueden estar
degradados pero que si se los restaura pueden tener un valor alto de conservación. Estas
áreas no pueden desmontarse, pero podrán ser sometidos a los siguientes usos:
aprovechamiento sostenible, turismo, recolección e investigación científica.

Categoría III (verde): sectores de bajo valor de conservación que pueden transformarse
parcialmente o en su totalidad, con la previa realización de una Evaluación de Impacto
Ambiental

Un aspecto importante que incorporó la norma es la constitución del Fondo Nacional para el
Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos "con el objeto de compensar a
las jurisdicciones que conservan los bosques nativos, por los servicios ambientales que
éstos brindan". Este mecanismo de compensación por servicios ambientales, además de
ser el primer antecedente de este tipo en la legislación argentina, se enmarca en la
concepción de que el ordenamiento territorial por sí solo pierde sentido si no está
acompañado de políticas activas que apoyen y promuevan el uso sustentable del bosque
nativo.

La Ley de Bosques es una herramienta que debe ser aplicada adecuadamente para
asegurar la conservación de nuestros bosques nativos. En este sentido, la Fundación Vida
Silvestre Argentina está participando y monitoreando la aplicación de esta normativa,
principalmente, en las provincias de la región del Chaco (Chaco, Formosa, Salta, Santiago
del Estero) y la Selva Paranaense (Misiones), para promover el uso sustentable y a largo
plazo de nuestros bosques nativos.

¿Se cumple la Ley de Bosques?


Matías Di Santi
Hace 7 años

En plena emergencia forestal, en marzo de 2007, el entonces presidente de la Comisión de


Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano, Miguel Bonasso, denunció el
intento de boicot a la aprobación de la Ley de Presupuestos Mínimos de Protección
Ambiental de los Bosques Nativos. Finalmente el texto se convirtió en ley en diciembre y
recién en febrero de 2009, luego del alud que se produjo en Tartagal (Salta), el Poder
Ejecutivo la reglamentó. A cuatro años de su sanción, para los especialistas la ley es un
gran paso para fomentar el desarrollo sustentable pero señalan que se destinaron menos
fondos de los que establece el texto.

Se trata de una norma que establece la suspensión de nuevos permisos de desmontes


hasta que cada provincia realice el Ordenamiento Territorial de sus Bosques Nativos
(OTBN) en forma participativa; obliga a hacer un estudio de impacto ambiental y una
audiencia pública antes de autorizar un desmonte; exige respetar los derechos de indígenas
y campesinos sobre los bosques que habitan, y crea un fondo para la protección de los
bosques.

Consultada en una entrevista en Página 12, Silvia Révora, subsecretaria de Planificación y


Política Ambiental de la Nación, subrayó: “La Ley de Bosques es una ley pionera. Que el
Estado pague por los servicios ambientales de los bosques nativos nunca se había dado en
Latinoamérica”. No obstante, admitió que su aplicación ha tenido dificultades, como en el
caso de la asignación presupuestaria.

La ley 26.331 crea en su artículo 31 el Fondo Nacional para la Conservación de los


Bosques Nativos (FNCBN), cuyas principales fuentes de financiamiento son: las partidas
presupuestarias que el Ejecutivo asigna anualmente, “las que no podrán ser inferiores al
0,3% del presupuesto nacional”, y el 2% de las retenciones a las exportaciones
agroganaderas y del sector forestal. Además, establece que el fondo será distribuido entre
las provincias que tengan aprobado el OTBN por ley y de acuerdo con el porcentaje de
bosques nativos declarado por cada jurisdicción.

“A pesar de esto, durante 2008 y 2009 la norma no contó con los fondos correspondientes.
Una mínima parte fue incorporada recién en 2010, sustancialmente menor a lo que dicta la
Ley de Bosques. Además, una parte de éstos fue reasignada para otros fines, como el
Programa Fútbol para Todos (144 millones)”, recordó a Chequeado.com Hernán Giardini,
coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.

Según Carlos Merenson, ex director nacional de Recursos Naturales y Conservación de la


Biodiversidad, “esta diferencia surge de comparar los recursos previstos en la ley de los
otorgados en los presupuestos anuales y aquellos que corresponden por los derechos de
exportación a los productos mencionados.”

Si se toman en cuenta los datos oficiales, es posible comprobar que la asignación fue
menor a lo que dicta la norma. Se puede llegar a esa conclusión, incluso, sin tener en
cuenta la recaudación por retenciones.

Evolución de los recursos previstos y otorgados en el marco de la Ley de Bosques


(2010-2012*)

Fuente: Secretaría de Hacienda – Oficina de Presupuesto y Ley de Presupuesto 2010.


* Presupuesto estipulado en el mensaje del proyecto de ley.

En 2011, ante la falta de aprobación por parte del Congreso de la Ley de Presupuesto
Nacional, se repitió la partida establecida el año anterior, con lo que el fondo volvió a ser
inferior a lo estipulado por la norma.

Por su parte, el proyecto de ley de presupuesto nacional para el 2012 destina una partida de
$ 267.467.000 al FNCBN, y $ 32.618.000 para el Programa Nacional de Protección de los
Bosques Nativos (lo que totaliza $ 300.085.000). “Esto significa que la suma asignada para
la protección de los bosques nativos durante el año 2012 sería aproximadamente 5 y 7
veces menor a lo establecido en la legislación vigente”, destacó Pablo Herrera, director de
Conservación de la Fundación Vida Silvestre.

Otro de los problemas del cumplimiento de la ley está relacionado con el ordenamiento
territorial. Diecisiete provincias lo han realizado y refrendado mediante una ley provincial.
Sin embargo, Giardini enfatizó: “Algunas provincias, como Santiago del Estero, Córdoba,
Chaco, están autorizando la realización de desmontes selectivos para la aplicación de
sistemas silvopastoriles en los bosques nativos clasificados en la Categoría II (amarillo), los
cuales según la norma sólo pueden ser utilizados para el aprovechamiento sostenible, el
turismo y la recolección e investigación científica”.

Según un informe sobre deforestación de la Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación


Forestal de la Secretaría de Medio Ambiente, entre 1987 y 2008 la superficie de bosques
autóctonos se redujo en un 12 por ciento. Eso generó mayor preocupación en el norte
argentino, donde las provincias de Salta, Santiago del Estero y Chaco concentran la mayor
cantidad de hectáreas con especies nativas, pero al mismo tiempo presentan las tasas de
deforestación más altas, como señala un documento de Greenpeace Argentina.

En el informe “Pérdida de Bosque Nativo en el Norte de Argentina”, elaborado por la


Secretaría de Medio Ambiente, señala que las principales causas de estas tasas son el
avance de la ganadería intensiva a partir de mediados de la década del 90, y la
implantación de pasturas, que implica la destrucción del futuro bosque

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