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El acto de escribir requiere un alto nivel de especialización y coordinación hemisférica, ya

que implica la integración de movimiento, tacto, e ideas, necesario para plasmar nuestras
ideas en un soporte físico. Y por lo tanto la escritura impulsa la inteligencia.

Al escribir llevamos a cabo las siguientes actividades mentales


•Organizamos las ideas para plasmarlas.
•Coordinamos nuestra vista con nuestro movimiento de la mano.
•Sintetizamos nuestras ideas.

Las funciones de los diferentes lóbulos cerebrales implicados en la acción de escribir son
las siguientes:
•Lóbulo frontal: se encarga de las funciones de razonamiento y abstracción de lo que se
va a escribir y de planificar la disposición en el soporte.
•Lóbulo Temporal: Discriminación grafico fonológica, se trata de identificar cada sonido
con la letra que le corresponde.
•Lóbulo Parietal: Coordinación óculo-manual para dar lugar al escrito.
•Lóbulo Occipital: Reconocimiento de las diferentes letras escritas.

El sistema neuroescritural, es un sistema complejo y multicomponente. La escritura implica


la activación de varias áreas cerebrales y su coordinación.

La escritura para impulsar la inteligencia.

La escritura manual constituye un ejercicio mental, que estimula constantemente el


desarrollo de conexiones neuronales y contribuye a la autorregulación, la autodisciplina,
la voluntad y la perseverancia. La neurociencia ha demostrado que escribir a mano
contribuye a la expansión cerebral y a impulsar la inteligencia.

La importancia de la escritura en la educación de los niños

Los avances en neurociencia dejan claro que escribir es un excelente ejercicio para
todos. En el caso de los niños, la escritura supone un recurso irremplazable, de incalculable
valor pedagógico. Escribir les ayuda a impulsar su inteligencia.
La escritura es un reflejo de la actividad cognitiva de cada persona, la escritura manual
nos da información personal de cada uno. Ya que escribir implica poner en marcha tres
procesos:
•Percepción: proceso a través del cual se capta los estímulos necesarios, como el tipo de
soporte sobre el que escribir, las herramientas para escribir y la orden sobre lo que hay que
escribir.
•Decisión: proceso mediante el cual se decide y planifica lo que se va a escribir.
•Ejecución: proceso que implica la coordinación para dar salida al texto escrito.

Es fundamental dotar a los niños de experiencias para escribir, donde puedan desarrollar y
perfeccionar esta habilidad. Escribir impulsa su inteligencia y es una acción completa que
requiere un funcionamiento cognitivo completo que va a contribuir a impulsar su
lenguaje, pensamiento, memoria, emociones, etc…

Pautas para emplear la escritura como herramienta para impulsar la inteligencia


•Hazles escribir cada día. No importa sobre que, ni tampoco la cantidad. Al principio es
normal que los niños se muestren reacios, ya que escribir puede ser una ardua tarea que
requiere un esfuerzo mental importante. Sin embargo, a medida que escriben les costará
menos hacerlo.
•Procura enseñarles una buena postura para escribir. El cansancio muchas veces viene
de una mala postura y no del acto mismo de escribir.
•Fomenta su gusto por la escritura y enséñales a ayudarse de la escritura para pensar.
Enséñales a anotar ideas, a hacer esquemas, mapas conceptuales, etc.
•Regálales una libreta, diario, agenda donde puedan escribir sus cosas.
•Déjales su intimidad, tampoco es necesario que leas todo lo que escriben.
•Animales a escribir tanto sus ideas como sus sentimientos. Es un buen ejercicio que
contribuye a su desarrollo emocional.
Para el diagnostico se debe tener en cuenta la edad del niño y los datos hallados
mediante entrevista, se efectuará la correspondiente evaluación individual. Dicha
evaluación es muy similar a la planteada en la dislexia ya que muchas de las pruebas
específicas están dirigidas a los procesos lecto-escritores.
Existen varios factores a evaluar:
a) Nivel intelectual:
Se utilizan pruebas verbales como el Wisc-R (o su actualización el Wisc IV), también el K-
ABC de Kaufman. En cuanto a las no verbales puede aplicarse el Test de Matrices
Progresivas de Raven o el Toni-2. Los resultados obtenidos con estas pruebas suponen una
medida de la capacidad intelectual del sujeto globalmente, pero también proporcionan
un perfil de los diferentes factores mentales implicados.
b) Análisis específico lecto-escritura:
Algunos de los instrumentos adecuados son:
1-El TALE construido para investigar con rapidez y detalle el nivel general y las
características esenciales del aprendizaje de la lectura y escritura. Comprende dos partes
(Lectura y Escritura) cada una de las cuales está integrada por varias pruebas (Tea
Ediciones).
2- PROESC. Evaluación de los procesos de la escritura. Evaluación de los principales
procesos implicados en la escritura y la detección de errores. Edad de aplicación: De 3º
de Educación Primaria a 4º de Educación Secundaria.
c) Evaluación percepción visual y maduración viso-motriz:
1- FROSTIG. Desarrollo de la percepción visual. Diseñada con el propósito de apreciar los
retrasos en la madurez perceptiva en niños que presentan dificultades de aprendizaje.
Explora cinco aspectos de la percepción visual que son relativamente independientes:
Coordinación visomotora, Discriminación figura-fondo, Constancia de formas. Percepción
de posiciones en el espacio y Relaciones espaciales. El Test de Bender con esta prueba
podemos obtener una valoración de la madurez viso-motora del niño así como diferentes
aspectos de su temperamento.
d) Estilo cognitivo:
El MFF-20. Esta prueba puede resultar útil para valorar el constructo Reflexividad-
Impulsividad. Esta variable representa un aspecto clave para analizar el rendimiento
académico y la adaptación personal y social del niño.
Intervención
La intervención se debe hacer en función de las variables personales y del contexto del
sujeto. Conociendo las variables personales, se puede aumentar la eficacia de los
procesos deficitarios, potenciando las habilidades competentes y desarrollando su propio
control sobre la actividad. El éxito de la terapia depende fundamentalmente de la
precisión del diagnóstico; cuanto más preciso sea el diagnóstico más fácil nos resultará
diseñar un tratamiento ajustado al trastorno.
A continuación se exponen una serie de orientaciones prácticas ordenadas según los
diferentes procesos implicados en la escritura.
a) Procesos motores:
Algunos autores señalan la necesidad de conseguir la independencia brazo-hombro,
antebrazo-brazo, etc., acabando con la independencia de los dedos, antes de proceder
a la reeducación de los procesos motores.
Las posibles actividades se centrarán en realizar círculos con el brazo a distintos ritmos;
lanzamientos de objetos (canasta, diana…); flexión y extensión de la muñeca, botar una
pelota, ensartar bolas u objetos, trabajar con plastilina o un punzón, etc
Una vez conseguida esta independencia se trabajará sobre los aspectos grafomotores
que permitirán el control del gesto y de la grafía. Para ello suelen utilizarse ejercicios de
control de líneas rectas (para controlar el frenado) y ejercicios de control sobre líneas
onduladas y curvas (distintos tipos de bucles). A este respecto se recomienda la utilización
de los ejercicios de Frosting.
Suele resultar muy útil para mejorar el rendimiento, utilizar ejercicios de relajación. Pueden
incorporarse como juegos introductorios a la sesión y tienen como objetivo ayudar al niño
a entender la idea de tensión-distensión muscular (p.ej. podemos pedirle que se imagine
que es una barra de hielo inmovil y que progresivamente se va derritiendo…)
En muchos casos es necesario mejorar la grafía de muchas letras para conseguir una
escritura legible, que pueda realizarse rápidamente y con relativa poca atención. La
intervención de estos aspectos debe ser multisensorial, es decir, la información debe llegar
al niño por diversos sentidos. En el mercado existen numerosos cuadernos de práctica
para conseguir una escritura rápida y automatizada, pero sin afectar a la legibilidad de la
misma. Estas actividades deben ser supervisadas y corregidas por el niño.
b) Procesos morfosintácticos:
El objetivo es enseñar al niño a construir frases sintácticamente correctas. Las actividades
deben planificarse según una dificultad creciente en las frases. Puede empezarse por
frases simple (sujeto-predicado), aumentando progresivamente la complejidad. A tal
efecto pueden utilizarse imágenes de apoyo, diagramas, etc. En definitiva, lo importante
es facilitar el aprendizaje de las estructuras gramaticales de forma directa en relación con
la escritura, aunque progresivamente se reducirán las ayudas hasta desaparecer.
c) Procesos léxicos:
Aquí el objetivo se centra en enseñar el vocabulario ortográfico básico, reglas de
correspondencia fonema-grafema y habilidades fonológicas de segmentación. Es
conveniente realizar actividades con grupos reducidos de palabras.
Es también importante enseñar al niño a formar una correcta imagen visual de las
palabras, simultaneando la escritura de las letras con su pronunciación.
d) Otros procesos:
En algunos casos puede ser necesaria la reeducación viso-motora o la de la
lateralidad estableciendo pautas concretas para el mayor conocimiento y dominio de las
coordenadas espacio-temporales respecto al propio cuerpo antes de asumir una
intervención específica en el trastorno de la escritura.
Los padres que estén preocupados por la habilidad para escribir de su hijo deben solicitar
evaluaciones por parte de profesionales en educación. Los trastornos de aprendizaje a
menudo se presentan en familias. Las familias afectadas, o que pudieran estar afectadas,
deben hacer todos los esfuerzos para reconocer estos problemas a tiempo. La
intervención puede comenzar tan pronto como el niño esté en preescolar o en el jardín
infantil.

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