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Pilar de un puente de hormigón armado.

Armado de la construcción de la basílica de la Sagrada Familia.

La invención del hormigón armado se suele atribuir a Joseph-Louis Lambot, que en 1848
produjo el primer barco de hormigón armado conocido y lo ensayó en el lago de Besse-sur-
Issole. El prototipo original se conserva en el museo de Brignoles.1 Este barco fue patentado
el 30 de enero de 1855 y presentado en la Exposición universal en París, ese año 1855.
Lambot, también publicó el libro Les bétons agglomerés appliqués á l'art de
construire (Aplicaciones del hormigón al arte de construir), en donde expone el sistema de
construcción.2 François Coigneten 1861 ideó la aplicación en estructuras como techos,
paredes, bóvedas y tubos. A su vez el francés Joseph Monier patentó varios métodos en la
década de 1860. Muchas de estas patentes fueron obtenidas por G. A. Wayss en 1866 de las
empresas Freytag und Heidschuch y Martenstein, fundando una empresa de hormigón
armado, en donde se realizaban pruebas para ver el comportamiento resistente del hormigón,
asistiendo el arquitecto prusiano Matthias Koenen a estas pruebas, efectuando cálculos que
fueron publicados en un folleto llamado «El sistema Monier, armazones de hierro cubiertos de
cemento», que fue complementado en 1894 por Edmond Coignet y De Tédesco, método
publicado en Francia agregando el comportamiento de la elasticidad del hormigón como factor
en los ensayos.
Estos cálculos fueron confirmados por otros ensayos realizados por Eberhard G. Neumann
en 1890. Bauschinger y Bach comprobaron las propiedades del material frente al fuego y su
resistencia logrando ocasionar un gran auge en Alemania por la seguridad del producto.
Fue François Hennebique quien ideó un sistema convincente de hormigón armado, patentado
en 1892, que utilizó en la construcción de una fábrica de hilados en Tourcoing, Lille, en 1895.3
En España, el hormigón armado penetra en Lérida de la mano del ingeniero militar Francesc
Macià que diseñó el depósito de agua de Puigverd con la patente del francés Joseph Monier.
Pero la expansión de la nueva técnica se producirá por el empuje comercial de François
Hennebiquepor medio de su concesionario en San Sebastián Miguel Salaverría y del
ingeniero José Eugenio Ribera, entonces destinado en Asturias, que en 1898 construirá los
forjados de la cárcel de Oviedo, el tablero del puente de Ciaño y el depósito de aguas
de Llanes.
El primer edificio de entidad construido con hormigón armado es la fábrica de harinas La
Ceres en Bilbao,4 de 1899-1900 (aún hoy en pie y rehabilitada como viviendas) y el primer
puente importante, con arcos de 35 metros de luz, el levantado sobre el Nervión-Ibaizabal en
La Peña, para el paso del tranvía de Arratia entre Bilbao y Arrigorriaga (desaparecido en las
riadas del año 1983).5 Ninguna de las dos obras fue dirigida por Ribera, quien pronto se
independizó de la tutela del empresario francés, sino por los jóvenes ingenieros Ramón Grotta
y Gabriel Rebollo de la oficina madrileña de François Hennebique.
Diseño de estructuras de hormigón armado
Hennebique y sus contemporáneos basaban el diseño de sus patentes en resultados
experimentales, mediante pruebas de carga; los primeros aportes teóricos los realizan
prestigiosos investigadores alemanes, tales como Wilhem Ritter, quien desarrolla en 1899 la
teoría del «Reticulado de Ritter-Mörsch». Los estudios teóricos fundamentales se gestarán en
el siglo XX.
Existen varias características responsables del éxito del hormigón armado:

 El coeficiente de dilatación del hormigón es similar al del acero, siendo despreciables las
tensiones internas por cambios de temperatura.
 Cuando el hormigón fragua se contrae y presiona fuertemente las barras de acero,
creando además fuerte adherencia química. Las barras, o fibras, suelen tener resaltes en
su superficie, llamadas corrugas o trefilado, que favorecen la adherencia física con el
hormigón.
 Por último, el pH alcalino del cemento produce la pasivación del acero, fenómeno que
ayuda a protegerlo de la corrosión.
 El hormigón que rodea a las barras de acero genera un fenómeno de confinamiento que
impide su pandeo, optimizando su empleo estructural.
Monier patentó varios métodos en la década de 1860. Muchas de estas patentes fueron
obtenidas por G. A. Wayss en 1866 de las empresas Freytag und Heidschuch y Martenstein,
fundando una empresa de hormigón armado, en donde se realizaban pruebas para ver el
comportamiento resistente del hormigón, asistiendo el arquitecto prusiano Matthias Koenen a
estas pruebas, efectuando cálculos que fueron publicados en un folleto llamado «El sistema
Monier, armazones de hierro cubiertos de cemento», que fue complementado en 1894 por
Edmond Coignet y De Tédesco, método publicado en Francia agregando el comportamiento
de la elasticidad del hormigón como factor en los ensayos.Monier patentó varios métodos en
la década de 1860. Muchas de estas patentes fueron obtenidas por G. A. Wayss en 1866 de
las empresas Freytag und Heidschuch y Martenstein, fundando una empresa de hormigón
armado, en donde se realizaban pruebas para ver el comportamiento resistente del hormigón,
asistiendo el arquitecto prusiano Matthias Koenen a estas pruebas, efectuando cálculos que
fueron publicados en un folleto llamado «El sistema Monier, armazones de hierro cubiertos de
cemento», que fue complementado en 1894 por Edmond Coignet y De Tédesco, método
publicado en Francia agregando el comportamiento de la elasticidad del hormigón como factor
en los ensayos.Monier patentó varios métodos en la década de 1860. Muchas de estas
patentes fueron obtenidas por G. A. Wayss en 1866 de las empresas Freytag und Heidschuch
y Martenstein, fundando una empresa de hormigón armado, en donde se realizaban pruebas
para ver el comportamiento resistente del hormigón, asistiendo el arquitecto prusiano Matthias
Koenen a estas pruebas, efectuando cálculos que fueron publicados en un folleto llamado «El
sistema Monier, armazones de hierro cubiertos de cemento», que fue complementado en 1894
por Edmond Coignet y De Tédesco, método publicado en Francia agregando el
comportamiento de la elasticidad del hormigón como factor en los ensayos.
Cálculo de elementos de hormigón[editar]
Fundamento[editar]

Museo del Hormigón Angel Mateos

El hormigón en masa es un material moldeable y con buenas propiedades mecánicas y de


durabilidad, y aunque resiste tensiones y esfuerzos de compresión apreciables tiene una
resistencia a la tracción muy reducida. Para resistir adecuadamente esfuerzos de tracción es
necesario combinar el hormigón con un esqueleto de acero. Este esqueleto tiene la misión de
resistir las tensiones de tracción que aparecen en la estructura, mientras que el hormigón
resistirá la compresión (siendo más barato que el acero y ofreciendo propiedades de
durabilidad adecuadas).
Por otro lado, el acero confiere a las piezas mayor ductilidad, permitiendo que las mismas se
deformen apreciablemente antes de la falla. Una estructura con más acero presentará un
modo de fallo más dúctil (y, por tanto, menos frágil); esa es la razón por la que muchas
instrucciones exigen una cantidad mínima de acero en ciertas secciones críticas.
En los elementos lineales alargados, como vigas y pilares se colocan barras longitudinales de
acero, llamadas armado principal o longitudinal. Estas barras de acero se dimensionan de
acuerdo a la magnitud del esfuerzo axial y los momentos flectores, mientras que el esfuerzo
cortante y el momento torsor condicionan las características de la armadura transversal o
secundaria.

Tipos de esfuerzos[editar]
 Tracción: Un elemento está sometido a tracción cuando sobre él actúan fuerzas que
tienden a estirarlo; los tensores son elementos resistentes que aguantan muy bien este
tipo de esfuerzos.
 Compresión: Un elemento está sometido a compresión cuando sobre él actúan fuerzas
que tienden a aplastarlo. Los pilares y columnas son ejemplos de ello.
 Flexión:6 Un elemento está sometido a flexión cuando actúan sobre él cargas que tiendan
a doblarlo. A este tipo de esfuerzo se ven sometidas las vigas de estructuras.7

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