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Definición. –
Habitualmente va asociado a una caldera o un generador para calentar agua o aire, pero
también se usa en procesos industriales para calentar cualquier sustancia.
En función de su tamaño, los puede haber desde uno como un encendedor de cigarros para
calentar una probeta hasta uno gigantesco capaz de producir 30 000 kW o más.
El combustible usado puede ser gaseoso, generalmente gas natural, butano, propano, etc.;
líquido, generalmente gasóleo (también fuel) o una combinación de ambos (gas y gasóleo),
en cuyo caso se denomina «quemador mixto».
Los hay atmosféricos, que producen la llama a presión ambiente, y con soplante, donde un
ventilador se encarga de aumentar la presión del aire necesario para la combustión, lo que
hace que se pueda quemar más cantidad de combustible y que el rendimiento sea superior.
Una bomba de gasoil se encarga de someter el combustible líquido a una elevada presión
que, al introducirlo por un tubo hacia una boquilla con un orificio muy pequeño, hace que
salga pulverizado (como un aerosol) y, por efecto Venturi, se mezcla con aire, que un
ventilador se encarga de introducir en el hogar de la caldera. La ignición se produce por
medio de unos electrodos entre los que salta un reguero de chispas.
En este sistema hay más dispositivos de seguridad porque, al contrario de lo que ocurre con
el gasóleo, el gas sí arde en condiciones ambientales. En cambio, en el caso del gasóleo es
necesario calentarlo o someterlo a presión para que arda.
Quemador de etapas: este quemador puede hacer llama de varios tamaños, dejando
pasar más o menos combustible. El más sencillo es de tres etapas: todo-medio-nada,
es decir que produce una llama mitad de la que es capaz de producir en condiciones
de plena potencia, y otros de más etapas, aunque no suele tener más de cuatro: todo-
dos tercios-un tercio-nada. Cuando se requiere mayor variación se recurre al
siguiente:
a. Quemadores gas-aire.
En el tipo de quemadores que utilizan una pequeña proporción del aire total de
combustión como aire primario como aportante del impulso para formación de llama,
con recuperación de aire secundario, se puede utilizar gas natural a alta presión (30-
40 bares) en sustitución del aire primario, permitiendo mayor recuperación de calor
con el 100 % de aire secundario.
En la Figura 9 se muestra el plato en el que se maquinan toberas axiales y radiales
con diseño De Laval, que permite inyectar gas natural a velocidades supersónicas que
pueden trabajar con 100% de gas natural o combinarlo con combustibles difíciles de
quemar, tales como carbón antracita o pet coke, con muy buenos resultados. El gas
natural le aporta los volátiles que les faltan a estos combustibles y éstos, permiten
mejorar la emisividad de llamas de gas natural.
Figura N° 9 Quemador supersónico con aire primario
c. Quemadores especiales:
B. Indicadores energéticos.
El estudio está referido al consumo del vapor en una Planta consumidora de energía,
por lo tanto, se incide en los indicadores térmicos más que los indicadores eléctricos,
dentro de los Indicadores Energéticos térmicos se tienen:
c. Bonos de Carbono:
El Protocolo de Kioto, por medio del cual los países desarrollados y economías en
transición se comprometen a reducir las emisiones de GEI (Gas de efecto
invernadero) en un promedio de 5.2% con respecto a 1990 para el periodo de
compromiso 2008-2012. Para lograr este objetivo, se crearon mecanismos de mercado
que aminoran el costo de implementación de las medidas. Uno de estos es el
Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), el cual permite que los países con metas
de reducción de emisiones de GEI, puedan adquirirlas de proyectos ejecutados en
países en desarrollo. Perú ha ratificado el Protocolo de Kioto, por lo que se puede
beneficiar de este mecanismo.
Algunas características que deben cumplir los proyectos para ser elegibles en el marco
del MDL:
El país donde se realice el proyecto deben tener una Autoridad Nacional
Designada para el MDL.
El país donde se realice el proyecto debe haber ratificado el Protocolo de Kioto.
El proyecto debe demostrar tener beneficios reales, medibles y a largo plazo
en relación con la mitigación de los gases de efecto invernadero.
La reducción de las emisiones debe ser adicionales a las que se producirían en
ausencia de la actividad del proyecto certificada.
Los proyectos deben contribuir al desarrollo sostenible del país.
e. Benchmarking Energético.
Es una información muy valiosa para detectar la excelencia energética y así, tomar
decisiones sobre reformas o nuevas inversiones, sin tener que reinventar desde cero,
reduciendo costos y tiempo.