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INTRODUCCION
2.1. GENERALES
Realizar un estudio acerca del manejo y operación, regulación y
mantenimiento del tractor agrícola.
Complementar lo estudiado en clase acerca del tractor agrícola y
sus relaciones con el componente suelo.
2.2. ESPECIFICOS
Entender los conceptos de manejo, operación, regulación y
mantenimiento del tractor agrícola.
Dar algunas pautas necesarias que sean necesarias para entender
el tema.
Realizar un buen resumen de las 2 últimas unidades
correspondientes al tema dado en clase.
III. DESARROLLO DEL TEMA
3. UNIDAD:
La operación de la polea.
Incluye el control del nivel de aceite del motor, del nivel del combustible, del agua del
radiador, del nivel de aceite de la caja de cambios y mandos finales, del aceite del
sistema hidráulico, del agua de la batería, y en caso de tractores de ruedas de la presión
de los neumáticos, en el caso de tractores de orugas de la tensión de los carriles, y del
filtro de aire, entre otros.
1.1 El arranque del motor
En el caso de tractores agrícolas con motores diésel, con sistema de arranque eléctrico
incluye lo siguiente:
La caja de cambios está en su posición neutral y los frenos se encuentran aplicados, el
acelerador esta puesto a una cuarta parte, abierto para la inyección. Después que se ha
efectuado un precalentamiento suficiente, se mueve la llave en su posición de arranque.
Tan pronto como arranque el motor, se suelta la llave en la cual solo queda conectado
el circuito de carga del generador. Después, debe controlarse el indicador de la presión
del aceite del motor, de la transmisión y el amperímetro. El indicador de temperatura
indica el calentamiento del motor hasta su temperatura de operación o funcionamiento.
El tractor esta entonces listo para funcionar.
1.2 El manejo mismo del tractor
Las regulaciones que se indican, tienen la intención de dar la base para efectuar un
adecuado manejo y operación del tractor agrícola. El manual del operador da las pautas
a seguir para una marca o modelo de tractor.
Aparte del servicio regular diario, ocasionalmente hay que realizar regulaciones y
ajustes para enfrentar las distintas necesidades de trabajo, como son:
a) Motor.
Verificar el estado y la tensión de la(s) correa(a) del ventilador.
Verificar el motor sobre pérdidas de fluidos.
b) Embrague.
Ajustar el posicionamiento del pedal y regule, si es necesario.
Transmisión eje trasero y sistemas hidráulicos.
Verificar el nivel de aceite de la transmisión.
c) Frenos.
Verificar el juego libre de los pedales y realice el test de actuación simultánea.
Verificar el funcionamiento de la traba del freno de estacionamiento.
d) Diversos.
Verificar el ajuste de los pernos y tuercas de las ruedas.
Verificar la presión de calibración.
La maquinaria bien mantenida esta disponible cuando el productor
agropecuario la necesita.
Un taller rural ordenado y equipo con las herramientas clásicas, así como un deposito
limpio con lubricante son una buena base para poder realizar un mantenimiento
preventivo adecuado y pequeñas reparaciones de la maquina agrícola.
4. UNIDAD:
Hoy en día, todos los tractores de ruedas y de orugas para uso agrícola están equipados
con unidades hidráulicas, para controlar equipos montados delante y atrás del tractor.
El enganche en 3 puntos es el más utilizado en el Perú:
Revisar la posición de la barra de tiro para asegurar que no interfiera con el
movimiento del enganche integral.
Retroceder el tractor para poner los brazos inferiores en una posición.
Subir o bajar los brazos con el control hidráulico a la altura del enganche.
En pendientes hay que frenar el tractor.
Conectar el brazo inferior izquierdo, el brazo inferior derecho y el brazo superior
al perno respectivo del implemento y los pasadores con seguro.
Ajustar las barras o cadenas estabilizadoras o las trabas de oscilación, si fuera
necesario y Levantar el implemento con el control hidráulico.
Las relaciones entre el tractor y el suelo, se realizan con las labores de preparación del
terreno para la siembra, las labores culturales y las de cosecha.
1. COMPOSICION DE LOS SUELOS
La composición de los suelos empleados en la agricultura, son:
I. SÓLIDOS.- Esta fracción está representada por lo que se denomina esqueleto
mineral del suelo y está formado por:
Óxidos e hidróxidos de fierro, hematites, limonitas, goethita y otros.
Clastos y granos de mineral, materiales residuales de la alteración mecánica y
química incompleta de las rocas.
Diversos compuestos minerales, carbonatos, sulfatos; cloruros y nitratos.
Sólidos de naturaleza orgánica, humus joven y humus elaborado.
II. LÍQUIDOS.- Esta fracción está formada por una disolución acuosa de las sales
y iones más comunes como: Na, K, Ca, P, N, C, Fe, Mg, S y una serie amplia de
sustancias orgánicas. La parte liquida es el vehículo de las sustancias químicas
en el seno del suelo, disponibles a las raíces de las plantas.
III. GASES.- Esta fracción está constituida por el aire atmosférico y tiene gran
variabilidad en su composición, por el consumo del O2 y la formación del CO2,
debido al metabolismo de las plantas y animales.
La relación ideal de la composición de los suelos arables debe ser: solidos el
50%, agua el 25% y aire el 25%.
2. TIPOS DE SUELOS
Los tipos de suelos empleados en la agricultura son:
I. Suelo pesado: Arcilloso, arcillosos limoso, franco arcilloso limoso.
II. Suelo mediano: Franco, franco arcilloso, franco arenoso arcilloso.
III. Suelo liviano: Arenoso, arenoso limoso, franco arenoso.
Los suelos contienen nutrientes que están disueltos en el agua y un alto contenido de
materia orgánica.
La cantidad de estos nutrientes y la materia orgánica; hacen que el suelo sea poco o
muy fértil para el cultivo.
Los implementos y la maquinaria empleada en la labranza de estos suelos, van a
depender de la composición y del tipo de suelo, cuando más profunda es la labranza y
más pesado es el suelo; se requerirá de mayor potencia en el tractor.
C. OBJETIVOS Y EFECTOS DE LA LABRANZA
1. OBJETIVOS DE LA LABRANZA
El propósito de la labranza es preparar el suelo para el cultivo cumpliendo
los siguientes objetivos:
a) Mejorar las condiciones físicas, químicas y biológicas del suelo.
Las mejores condiciones en el suelo para recibir el cultivo, están
relacionadas con sus propiedades físicas como tamaño de las partículas,
capacidad de estructuración, humedad, temperatura, porosidad,
densidad y consistencia.
El estado físico del suelo, es reflejo de las características químicas,
nutricionales y biológicas que presenta el sistema edáfico. Las
propiedades físicas se pueden medir fácilmente, mediante la utilización
de métodos cuantitativos y cualitativos simples y operativos.
Buenas prácticas agrícolas a considerar por los productores para
mantener o mejorar las propiedades físicas de los suelos:
b) Incorporar enmiendas, abonos orgánicos y fertilizantes.
Cuando se habla de fertilizantes orgánicos, hay que entender que cuyos
nutrientes son contenidos en material orgánico, de origen animal, vegetal u
otro origen orgánico natural constituido por materiales, en los que los
principales nutrientes están químicamente enlazados o forman parte de estas
matrices orgánicas.
El aporte de materia orgánica favorece la asimilación de los nutrientes
minerales y por tanto la eficiencia de la fertilización mineral. Puesto que la
materia orgánica del suelo disminuye por las extracciones y la mineralización,
es necesario reponerla mediante la incorporación de fertilizantes orgánicos.
Las técnicas de labranzas del suelo son utilizadas a fin de proporcionar una
buena sementera y desarrollo de raíces, controlar malas hierbas, reducir la
erosión, nivelar los terrenos para el sembrío, etc. A pesar de ser así, hay
efectos que esta genera y debemos tener en cuenta:
https://www.wikihow.it/Guidare-un-Trattore
https://es.scribd.com/document/242075146/MANEJO-DEL-TRACTOR-
AGRICOLA-docx
http://www.apuntes.com/otros/el-tractor-agricola.
https://aefa-agronutrientes.org/fertilizantes-organicos-organo-minerales-y-
enmiendas-organicas
http://www.fao.org/docrep/007/y5031s/y5031s0d.htm
BIBLIOGRAFIA