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“Año del Dialogo y la Reconciliación Nacional”

ESCUELA EDUCACIÓN SUPERIOR


TÉCNICA PROFESIONAL
PNP - AYACUCHO

TEMA:
DERECHOS HUMANOS

DOCENTE :
CURSO :
ALO.1 PNP :
ALO.1 PNP :
ALO.1 PNP :
ALO.1 PNP :
ALO.1 PNP :
SECCIÓN :

AYACUCHO-PERÚ
2018
DEDICATORIA
A nuestros padres, porque mi amor hacia
ellos seguirá siendo tan fuerte que
trascenderá todo tiempo y espacio.
ÍNDICE
DEDICATORIA
INTRODUCCIÓN..................................................................................................1
PRINCIPALES ASPECTOS SOBRE DERECHOS HUMANOS...........................3
DEFINICIÓN.........................................................................................................3
PROPIEDADES DE LOS DERECHOS HUMANOS............................................3
LAS GENERACIONES DE LOS DERECHOS HUMANOS.................................3
ERRORES SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS.............................................4
MARCO TEÓRICO...............................................................................................5
PROBLEMA DE LEGISLACIÓN EN LOS DERECHOS HUMANOS...................5
ASPECTO UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS................................9
FUENTES DE LOS DERECHOS HUMANOS....................................................12
LOS DERECHOS HUMANOS EN GENERAL...................................................13
EL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS...............16
LA INCORPORACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES......................20
LOS DERECHOS HUMANOS EN EL PERÚ.....................................................21
LOS ESTADOS PARTES EN LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE
DERECHOS HUMANOS "PACTO DE SAN JOSÉ DE COSTA RICA"..............24
b) El PIDCP (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos)...................25
c) El PIDESC (Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales)...........................................................................................................25
La Carta Internacional de Derechos Humanos..................................................26
Los Pactos Internacionales................................................................................26
Declaración Universal de Derechos Humanos...................................................28
CONCLUSIÓN....................................................................................................36
BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................37
LOS DERECHOS HUMANOS

INTRODUCCIÓN
Los Derechos Humanos garantizan el principio “La persona humana es el fin
supremo de la sociedad y el Estado”, que concuerda con el actual articulo
primero de nuestra Constitución que dice “La defensa de la persona humana y
el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”, los
cuales son un gran paso en la protección de los derechos humanos, que más
tarde significó el proceso de su internacionalización, pues los derechos
consagrados en los ordenamientos internos dejaron de ser asuntos
domésticos para adquirir una dimensión internacional, los cuales son una
misma idea perteneciente a un sistema dogmático.

En tiempos pasados los dogmatismos generados entre los siglos XVIII y XX


tuvieron diferente suerte. Todos conocen del Marxismo y el Nazismo que
acabaron en catástrofes; también saben del anarquismo que casi lo logra,
algunos recuerdan el Positivismo Sociológico o al Socialismo Utópico que no
tuvieron la oportunidad de gobernar como quisieron, pero pocos recuerdan que
en nombre de la Autonomía de la Voluntad y del Derecho Natural se generó
un dogmatismo que tuvo su auge en el siglo XIX y sirvió para fundar la ciencia
jurídica dogmática o también llamada conceptualista o formalista, inspiro a las
constituciones y codificaciones, encauso a la practica judicial, es decir, realizó
toda una revolución, en este entender, los principios básicos del derecho sea
iusnaturalista y el derecho positivo consagrado a través de la historia, debe
tomar de base para este respeto fundamental.

En el presente trabajo, nos orientaremos al origen de ese principio y su


derecho positivo previsto que garantiza libertades y principios desde su
formación como Declaración Universal y como ingreso a nuestra legislación, asi
como intentar establecer cuales son sus limites y como sirvió para intentar
crear un orden nuevo admitiendo, como todo dogmatismo, que existen algunos
cuantos millones de personas que pueden ser sacrificadas para realizar los
ideales y que en todo caso su sacrificio era un libre ejercicio de su libre
voluntad y nadie tenia porque inmiscuirse, por ello se reconoce el significado

1
histórico que tuvo y que debe servir de base para esclarecer y fundamentar sus
principios.
Además se avocará respecto al tema de la disciplina en desarrollo, cual es el
Derecho Internacional de los Derechos Humanos, en estrecha relación con el
derecho constitucional, pues la Constitución como norma fundamental,
contiene la parte dogmática, que se dedica exclusivamente a los derechos de
las personas.

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PRINCIPALES ASPECTOS SOBRE DERECHOS HUMANOS
DEFINICIÓN
Los derechos humanos pueden definirse como «aquellos atributos inherentes a
todo ser humano, derivados de su propia naturaleza y de la necesidad de tener
una existencia digna».

PROPIEDADES DE LOS DERECHOS HUMANOS


Las propiedades principales de los Derechos Humanos son las siguientes:
a. Son innegables: por ser la esencia de la persona, son indiscutibles.
b. Son imperativos: obligan aún cuando la autoridad no los sancione
expresamente.
c. Son evidentes: no requieren promulgación expresa.
d. Son inviolables: deben ser respetados, no deben ser violados.
e. Son anteriores y superiores a las leyes, acuerdos y convenciones: porque
emanan de la misma naturaleza del ser humano.

LAS GENERACIONES DE LOS DERECHOS HUMANOS


a. Derechos de Primera Generación
(1) Derechos Civiles o del ser humano:
(a) Derecho a la vida
(b) Derecho a la integridad personal
(c) Derecho a la libertad personal
(d) Derecho a las garantías judiciales
(e) Derecho a la libertad de opinión y expresión
(f) Derecho de reunión.

(2) Derechos Políticos o del Ciudadano:


(a) Derecho a la nacionalidad.
(b) Derecho a participar de la vida cívica del país.

b. Derechos de Segunda Generación


(1) Derechos Económicos:
(a) Derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria.
(b) Derecho a un nivel de vida adecuado.

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(2) Derechos Sociales:
(a) Derecho al trabajo y a su libre elección.
(b) Derecho a la protección de la maternidad y la infancia.

(3) Derechos Culturales:


(a) Derecho de participar en la vida cultural de la Comunidad.
(b) Derecho a la Educación.

c. Derechos de Tercera Generación


(1) Estos derechos se denominan también Derechos Humanos de la
Solidaridad y surgen como consecuencia de las nuevas necesidades del
hombre y de la comunidad humana en su actual grado de evolución y
desarrollo.

(2) Estos derechos jurídicamente pueden considerarse en estado naciente y


recién se comienza a hablar de ellos a partir de la década de los setenta y
surge tanto en el derecho interno como en el internacional, y
consecuentemente sólo han sido materia de algunas resoluciones por parte de
organismos internacionales. razón por lo que su existencia en la legislación
internacional es prácticamente nula; de igual manera no están considerados en
las legislaciones nacionales.

(3) Por la situación de estos derechos en comparación con los derechos antes
mencionados, se encuentran en estado de evolución y con el tiempo tienden a
tener una importancia cada vez mayor como consecuencia de representar las
nuevas necesidades del hombre y de la colectividad humana en su grado de
desarrollo y evolución.

ERRORES SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS


a. Reducir los DDHH, así como todo el derecho y la justicia a lo establecido
en la ley dictada por la autoridad política, desconociéndose la validez del
derecho natural y negándose a la persona todo derecho que no le sea
expresamente reconocido por el Estado.

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b. Emplear los DDHH con la finalidad de desarmar psicológica y moralmente
a la autoridad y a quienes usan las armas para reprimir legalmente a quienes
subvierten el orden social.

MARCO TEÓRICO
PROBLEMA DE LEGISLACIÓN EN LOS DERECHOS HUMANOS
En primer lugar, el Perú a través de los años a sufrido de no tener una técnica
legislativa propia, o tener principios propios, por ser de concepción sui generis
y adaptación de otros ordenamientos jurídicos a nivel mundial, es así que no
indica cuando se deben usar expresiones abstractas y cuando no, cuando es
bueno ejemplificar, cuando se debe resumir y cuando se debe extender,
cuando es bueno utilizar imperativos, ordenes y cuando es mejor usar
descripciones, pues todo lo puesto en una ley cobra una vida independiente y
muchas veces las cosas se van por caminos inesperados.

Es asi que a lo largo de los años, se ha olvidado como teoría finalista los
principios rectores de la convivencia social, asi como no se ha avanzado
mucho en el conocimiento de cómo legislar porque aun predomina la doctrina
racionalista impuesta desde el siglo XVIII que basada en la idea de la división
de poderes exigía que solo el Legislador promulgue leyes redactadas con
formulas sucintas, breves y abstractas casi como formulas matemáticas, para
ser aplicadas a todos los casos. prometiendo así certeza, predictibilidad y
seguridad pues los otros poderes solo se limitarían a cumplir las leyes
generales,
Con ese ideal se redactaron las constituciones, las leyes y reglamentos. Ahora
sabemos que no son suficientes las expresiones breves y generales; la
mayoría de leyes son completadas y hasta corregidas por directivas, circulares,
resoluciones administrativas, sentencias, doctrinas que solo son accesibles a
entendidos y sin las cuales nada funciona, es decir la ley ya no sirve para ser
aplicada necesita siempre ser completada y a veces distanciándose de lo
dictado por el legislador, de modo que una batería de burócratas puede
cambiar todo lo previsto en la ley.
Por otro lado durante el siglo XX uno de los temas centrales de la Filosofía fue
el lenguaje y a esto se sumo el desarrollo de la Lingüística, la Semiótica, las

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Ciencias de las Comunicación y decenas de técnicas como el marketing
comunicacional, manejo audiovisual, etc. permitiéndose conocer aspectos
insospechados del lenguaje humano y la comunicación. La totalidad de
sicólogos, lingüistas, antropólogos, comunicadores saben que el lenguaje tiene
una dinámica especifica y esta recién esta siendo comprendida.
Lamentablemente la mayoría de legisladores conservan una concepción
ingenua del lenguaje, creen que las cosas ocurrirán como ellos proponen o
“dicen” en cada norma.

Analizando este primer artículo constitucional, denota la existencia de dos


expresiones diferentes, la primera es una proposición descriptiva (la persona
humana es el fin de...) y la otra es una proposición normativa (Todos tienen el
deber de respetarla.....)
Con las proposiciones descriptivas narramos lo que las cosas son, las
propiedades que tienen y conforme a eso la proposición puede ser verdadera o
falsa. Por ejemplo: El fin del estado es la persona humana, El fin del estado es
la defensa de la persona humana, El fin de la cocina es calentar los alimentos,
El fin de la silla es servir de reposo, El derecho es un sistema, El acceso al
servicio de justicia es gratuito.

Con las proposiciones normativas establecemos una conducta futura que


puede ser realizable o no, realizada o no valida o invalida. Por ejemplo: No
matarás, El derecho debe ser un sistema, La persona debe ser el fin de la
sociedad y el estado, ¿Qué diferencia existe entre decir “X es un fin” o “X debe
ser un fin”?. O “X tienen como fin proteger a B” o “X debe proteger a B” Al
expresar una norma como proposición descriptiva estamos afirmando que lo
predicado ocurre con independencia a la voluntad de las personas. Así
pareciera que el único modo de existencia de la sociedad y el estado es que
estas traten como fines a las personas, cuando eso es un deseo no un hecho
que ocurra. El Estado puede, y muchas veces lo hace, triturar a las personas,
servir a un grupo o llevar al descalabro a la sociedad entera.

Kant, de quien se tomo prestada la idea de tratarnos como fines, para evitar
esta confusión formula sus preceptos morales utilizando una forma de

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proposiciones normativas, los llamados imperativos, así formula su famoso
imperativo: ”obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona
como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y
nunca solamente como un medio”.

Aquí esta el antecedente del articulo primero de la constitución. Pero en él no


dice “Los seres humanos se imponen tratar a sus prójimos como fines” etc.,
porque simplemente eso es lo que deseamos que ocurra y depende de la
voluntad de las personas, pueden hacerlo como no, por eso redacta la formula
usando una forma normativa, no descriptiva como hizo nuestro legislador.
Ocurre lo mismo con una expresión tan usual como la contenida en “el derecho
es un sistema de normas”, la cual como proposición descriptiva es totalmente
falsa pues en realidad si existe un orden legal es el resultado de una serie de
normas que tratan con desigual éxito de darle un orden a la masa legal para su
uso el cual aun no ha sido descrito científicamente, en cambio como expresión
normativa “el derecho debe ser un sistema de normas” la expresión exige que
tratemos de darle un orden a las normas sin decirnos como, pudiera agregarse
“que sea en forma piramidal, que nada contradiga a la constitución, la cual
debe estar en la cúspide, etc., “lo cual muestra que estamos postulando ciertas
regla para que las personas las cumplan al manejar las leyes.

Por tanto en una expresión del tipo “El derecho es un sistema de normas en
forma piramidal, etc.”, “La persona es el fin del estado”, “El juez interpreta la
ley para obtener la sentencia” “el proceso civil es gratuito” estamos diciendo no
lo que las cosas son o como ocurren sino como quisiéramos que sean las
cosas o como quisiéramos que ocurran. Recuperando la perspectiva normativa
de esas ideas recuperamos el juicio critico pues como normas podemos
preguntarnos si es posible de llevarlas a cabo, si no existe un modo mas
funcional, si es costoso hacerlo o no, si todos han comprendido bien la regla,
etc.

El dogmatismo jurídico gusta de esconder las normas narrándolas como si


fueran descripciones de la realidad, pues es mas cómodo de ese modo asimilar
todos los contraejemplos y fracasos, Por ello ante el ejemplo afirmar que el

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articulo 1ero. es falso al constar que el estado maltrata a cientos de miles de
personas, pero el dogmático le dirá que la verdad del principio no queda
cuestionada por los contraejemplos sino que en cambio demuestran su
necesidad. De ese nodo la realidad es un mal ejemplo de la descripción
idealizada. Del modo contrario como regla, como norma podemos averiguar
como ha sido usada, que problemas lleva al ser usada y si nos conviene
intentarlo de nuevo.

Por ello debe quedar entendida que la realidad se debió haber escrito lo
siguiente: La persona humana debe ser el Fin de la sociedad y el estado, o la
La sociedad y el estado deben tratar a cada persona como un fin en si mismo.
Si El Estado y la sociedad tienen como fin servir a la persona, contrario sensu,
la persona tiene como fin servir al Estado y a la Sociedad.
Por eso Kant para su imperativo coloca en los términos sujeto y objeto al
individuo, para que no exista esta contradicción, Muchos creen que con la
forma La persona es el fin del estado y la sociedad, existe un avance en el
reconocimiento de la dignidad humana, pero eso no es así allí lo que existe es
una loa al Estado, pues el papel de la persona humana es secundario ya que
se da por sentado que por naturaleza el Estado cumple el fin descrito tal como
decimos que el estado tienen la propiedad de tener un territorio también tienen
la propiedad de servir a las personas, reduciendo el juicio practico.

Asi visto se puede establecer que el lenguaje cuanto mas abstracto menos dice
aunque abarque mas. Así imagínese todo lo que hay que hacer para que esta
proposición sea verdadera: “La defensa de la persona humana y el respeto de
su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”.
Como se entiende solo será verdad si el estado actúa en defensa de la
persona, eso nos exige hacer un programa. En cambio la siguiente formula es
mas sencilla de verificar, basta con que el estado deje a las personas con vida:
“La persona humana es el fin supremo de la sociedad y el Estado”

En ese entender el Estado trata a las personas como fines, los individuos
particulares tienen el deber de hacer lo mismo que el Estado, es decir tratar
como fines a las personas o lo que es lo mismo, respetarlas, protegerlas, etc.

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Todo esto crea la idea que nuestro ingreso a la sociedad es teniendo deberes
(eso es muy kantiano) y luego por eso se nos asignan derechos.

En tanto que en el mundo moderno se magnifica la idea de reconocer Los


Derechos Humanos los cuales deben corresponden a cada ser humano sin
estar condicionados a que estos cumplan deberes. Esto es una doctrina
antigua que sigue vigente. Cuando los franceses hicieron la Declaración de los
derechos del Hombre y del ciudadano, unos postularon que también se
incluyera, en el texto de la declaración, la lista de deberes del hombre y del
ciudadano. La asamblea descarta la posición pues consideraban que tantos
siglos de opresión habían sido suficientes para adiestrar en el tema de deberes
y lo que se quería en la declaración era instruir a los seres humanos sobre sus
derechos, sus libertadas y cualquier mención a limites que fuera excesiva podía
hacer creer que estaban condicionados. También los redactores de la
constitución norteamericana en su breve preámbulo no quisieron complicar las
cosas, con su gusto matemático, les dijeron en pocas proposiciones lo que era
necesario para que las personas supieran sobre su dignidad, libertad y las
características del gobierno.

ASPECTO UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS


En principio, debe tenerse en cuenta que los derechos humanos son
universales porque pertenecen a todos los hombres, a todos por igual, en todo
tiempo y lugar; se encuentran de manera innata ligados a la naturaleza del
hombre.

Asimismo, la universalidad va ligada a la ley natural, de la cual los derechos


humanos se encuentran en dependencia Universal como el común a todos los
pueblos y naciones.

Es la posibilidad de que ante una misma situación la solución sea siempre la


misma. Santo Tomas de Aquino dice que la ley natural es común a todos; “en
cuanto a los primeros principios comunes, es lo mismo en todos los hombres,
tanto por la rectitud de su inteligencia, como por el conocimiento que de ellos
se tiene.

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En cuanto a los preceptos particulares, que son a modo de conclusiones
derivados de los principios comunes, la ley natural es la misma en la
generalidad de los casos, pero en su aplicación pueden darse excepciones por
razón de las circunstancias; y en cuanto a su conocimiento, este puede fallar
en casos concretos, bien por fallo en el razonamiento, bien por ignorancia a
causa de la perversión de la razón debido a las pasiones o a los malos
hábitos.”
Bidart Campos concluye que los Derechos Humanos son innatos e inherentes
a la naturaleza del hombre; además son inmutables, eternos, supra temporales
y universales.

Estos se imponen al Estado y al Derecho positivo, son inalienables e


imprescriptibles. “Los derechos humanos significan una estimativa axiológica
en virtud del valor justicia, que se impone al Estado y al Derecho positivo.”
Respecto a la universalidad de los derechos humanos podemos señalar que
comienza a partir del siglo XVIII, con la Independencia y la Revolución
americanas de las Colonias Inglesas, y con la Revolución Francesa. En este
tiempo comienza el constitucionalismo moderno y comienzan a surgir las
declaraciones de derecho. Este movimiento adquiere gran difusión en el
mundo.
Con universalización de los derechos se expresa que se vuelven generales en
todo el mundo.

Durante esta época, comienza la formulación de los derechos de la primera


generación, los derechos civiles y políticos, los cuales en ese entonces fueron
también denominados derechos públicos subjetivos y derechos individuales. La
universalización se funda especialmente en la difusión de estos principios,
porque cada estado fue introduciendo y formulando en sus constituciones los
derechos del hombre.

Con relación a la universalidad, hablamos de la internacionalización. Esta


comienza en la segunda mitad del siglo XX, es un fenómeno que acontece en
el plano internacional; por el cual el problema de los derechos ya no es

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exclusivo resorte de cada estado en su jurisdicción interna, sino además del
derecho internacional público. A la vez el derecho internacional público se
ocupa y preocupa de ellos, y formula su propia declaración de derecho en
documentos internacionales, como el de las Naciones Unidas de 1948 y en
demás tratados, pactos y convenciones.

Con esto, el hombre ha adquirido la calidad de un sujeto del derecho


internacional, ya que todo hombre puede llevar denuncias o quejas ante las
organizaciones supra-estatales, para que sus derechos sean respetados y
defendidos.

“Universalizar los derechos es admitir que todos los hombres siempre y en


todas partes deben gozar de “unos” derechos porque el hombre es persona.
Internacionalizar los derechos es hacer exigible en virtud del derecho
internacional público que todo estado reconozca “unos” derechos a todos los
hombres, también porque el hombre es persona”.
Cuando decimos que los derechos están cargados de historicidad, es porque
dependen de la situación de lugar y de época, de cultura, creencias y
valoraciones sociales.

La noción de historicidad es incompatible con la de su universalidad, porque


esta última haría pensar que siempre, en todo tiempo y lugar, el hombre tiene
los mismos derechos sin ninguna conexión con el ambiente en el que convive.
Lo histórico sucede, se transforma, cambia, retrocede o progresa. Aunque los
derechos se consideren los mismos, no son siempre iguales en el modo de su
realización.

Además de ello, la progresiva incorporación de los derechos del hombre en los


ordenamientos jurídicos estatales fue la más novedosa e importante conquista
del Derecho Moderno, cuando derribado el absolutismo monárquico por las
revoluciones de Inglaterra, Estados Unidos, Francia y posteriormente América
Latina, los nuevos estados liberales consagraron en sus constituciones y leyes
buen número de derechos civiles y políticos para sus súbditos.

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En el campo jurídico-político y constitucional el papel de vanguardia
corresponde a Inglaterra, por tres famosos documentos, “Petition of rights” de
1628 que protegía ciertos derechos personales y patrimoniales, el Acta de
Habeas Corpus de 1679 que prohibía la detención sin mandamiento judicial y
obligaba a someter a la persona detenida al juez ordinario dentro de un plazo
de 20 días y la Declaración de Derechos más conocida como “ Bill of rights” de
1689, que confirmaba los derechos anteriores a los ciudadanos ingleses.

Más avanzadas en su concepción isunaturalista y por tanto en su alcance


universal fueron las formulaciones de la Declaración de los Derechos de
Virginia, en 1776, y la francesa de 1789, do notoria influencia sobre el derecho
constitucional europeo y latinoamericano y en cuyo artículo segundo se
determina “ el fin de toda asociación política es la conservación de los derechos
naturales e imprescriptibles del hombre. Estos derechos son la libertad, la
propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión”.

FUENTES DE LOS DERECHOS HUMANOS


Analizando este tema desde el punto de vista de los Derechos Humanos
insertados en una dimensión sociológica, por lo cual en este caso la fuente
sería el Derecho Constitucional. Al haber una vigencia de manera sociológica
de estos derechos nos estamos remitiendo a las normas escritas.

Igualmente, afirmamos que en una etapa previa a la positivación de los


derechos, la filosofía de ellos hace de inspiradora y orientadora en la creación
del derecho positivo, tanto en la formulación normativa, como en la esencia de
su vigencia.

La Constitución. La cual considerada por el constitucionalismo moderno como


la fuente madre de los derechos humanos. Tiene el carácter de ley Suprema
porque es la encargada de regular el funcionamiento de los poderes del Estado
y los derechos de los ciudadanos.

Los Tratados Internacionales. Forman parte como fuente del derecho interno, a
partir del momento en el que una fuente interna les da recepción a su sistema

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jurídico. Estos tratados surgen a partir de la internacionalización de los
derechos humanos, dando lugar para una mayor garantía de instancias
internacionales o supraestatales.

La Legislación Interna. Las leyes internas deben complementar a la


Constitución como fuente de los derechos humanos. Con esto lo que quiero
decir es que las leyes internas deben apoyar, ampliar y detallar los derechos
humanos, en vez de contradecirlos. Las leyes no pueden violar los principios
establecidos en la Constitución, porque esta es la ley Suprema.

El Derecho no escrito. También llamado el derecho Consuetudinario, es donde


se encuentra la vigencia sociológica de los derechos humanos dentro de la
sociedad, sin que se encuentren formulados explícitamente en la Constitución.
El Derecho Judicial. Es una fuente de gran importancia, ya que tiene la
posibilidad de elevar otras fuentes y lograr la vigencia sociológica de los
Derechos Humanos. Es según Bidart Campos, la creación de derecho por los
jueces, la cual puede apuntar a favor de los Derechos Humanos. Según la
escuela egológica de Cossio, el Derecho Judicial, equivale a la jurisprudencia.

LOS DERECHOS HUMANOS EN GENERAL.


En la historia de los Derechos Humanos, y especialmente en la última década
del siglo XX y quizá la primera óptica del siglo XXI, tiene como objetivo mostrar
en dicha etapa de transición la concepción de la ciudadanía civil, que son los
derechos humanos.

Es posible observar una cierta correlación entre el aumento a las violaciones de


los derechos humanos y el incremento de acciones realizadas por la sociedad
civil, para poner un alto a la violencia generalizada, que poco a poco devenía
en detrimento de la concepción de valores y comportamiento social.
Lo cierto es que la lucha por los derechos humanos se fue transformando con
la toma de conciencia ciudadana de una gran mayoría de la población. Aquí
vemos que la historia deja ver un cambio en las formas de percibir las
relaciones entre el presente y el pasado.

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Es válido decir que la experiencia ha sido la que dio pauta al desarrollo del
contundente movimiento ciudadano por la paz, que se elevó posteriormente y
con gran firmeza para exigir un alto a la violencia y el inicio de un diálogo entre
el gobierno.

Es posible analizar, a partir del ejercicio y reivindicación de los derechos


humanos la escenificación concreta de la lucha de las clases abstractas,
tomando en consideración la percepción de sus autores, el uso de la
legitimidad e ilegitimidad, los recursos de la violencia y la no-violencia.
Con esto podemos decir, que dentro de las instituciones democráticas, un
régimen de libertad y de justicia social, fundado con el respeto de los derechos
esenciales del hombre y considerando la estrecha relación que existe entre la
vigencia de los derechos económicos, sociales y culturales y la de los derechos
civiles y políticos, por cuanto las diferentes categorías de derechos constituyen
un todo indisoluble que encuentra su base en el reconocimiento de la dignidad
de la persona humana, por lo cual exigen, una tutela y promoción permanente
con el objeto de lograr su vigencia plena, sin que jamás pueda justificarse las
violaciones de unos en aras de la realización de otros.

Así entonces podemos afirmar que la sociedad civil ha venido cobrando


conciencia del cáncer que significa la violencia especialmente, en los últimos
tiempos cuando resurgen los atentados terroristas y los secuestros, y cuando
la presencia del narcotráfico funciona como un factor real del poder.
En tales circunstancias, la sociedad ha comprendido que el único antídoto
efectivo y perdurable contra la violencia es la vigencia del estado de derecho y
la preservación y la promoción de los derechos humanos.

La cultura de los derechos humanos ha ido consolidándose cotidianamente. Lo


esencial de los derechos humanos ha ido consolidándose cotidianamente
donde la cultura va a radicar fundamentalmente a los gobernantes y a los
gobernados, la conciencia de respetar los derechos humanos y de hacerlos
valer.

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En cualquier latitud del mundo los derechos humanos en la historia han sido y
son y seguirán siendo los basamentos del progreso de la sociedad, de la
modernidad, la libertad, la democracia y la paz. así entonces, los grupos
sociales van a demostrar que viviendo la vida real de la historia va a ampliar
las categorías complejas que nos van a llevar a una realidad y a un efecto por
que todos queremos una paz en el mundo y viendo los sucesos y
acontecimientos históricos del pasado de la primera y segunda guerra mundial
y todos aquellos eventos y sucesos que han sido sangrientos y violentos
injustamente fue necesario que surgieran los derechos humanos en defensa de
los desprotegidos y a todos aquellos que eran oprimidos, vejetados por un
opresor.

Por ello en la historia tanto narrativa, como discursiva y todos aquellos sucesos
que llevan a la práctica un discurso, es fundamental una paz con un valor
fundamental, pero para ello debemos tener también unos derechos humanos
que realmente protejan al inválido que es incapaz de protegerse así mismo,
llevando con esto, que los actores que son violentos, que realizan un acto de
violencia, delincuencia, soborno, asesinato, etc.

Ahí es donde los derechos humanos entran y deben estar en acción, para así
poder alcanzar la paz deseada por todos, pues la paz es un valor fundamental
y su significado estricto cobra verdadera categoría universal en la historia
cuando existe cooperación tanto entre naciones, como entre hombres y
sociedad, a esto le pueden refutar que es una utopía querer alcanzar la paz,
pero lo que yo expongo es que la paz justa, duradera, completa y universal no
es ni una utopía ni un mero deseo. Es un objetivo real, posible de alcanzarse
por todas las naciones y por todos los hombres, pues el objetivo principal,
puede ser alcanzado por los estados, las naciones y por todos los hombres.
Un objetivo puede ser cuando los estados, naciones, y grupos sociales
armonicen, en un mismo sentido relaciones justas y pacíficas, basadas en el
derecho y la igualdad.

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Sólo con el imperio de la Ley y con el predominio de los Derechos Humanos
habrá de alanzarse un estadio tal que la misma sociedad los haga suyos y los
defienda mediante una nueva y amplia cultura.

Los últimos acontecimientos acaecidos en nuestro país porque violentan el


Estado de Derecho, deben impulsarnos a fortalecer la convicción de que la
efectividad en la lucha contra la delincuencia es una tarea de todos. Más aun
debe estar basada en los derechos humanos.

EL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS


Dentro del derecho de los Derechos Humanos encontramos una rama que se
denomina “El Derecho Internacional de los Derechos Humanos”, que se hace
presente desde que el derecho internacional público ha incluido en su campo la
cuestión de los derechos y libertades esenciales y fundamentales del hombre.
Que surge a partir de la Declaración Universal de Derechos Humanos de
1948, y luego se aprobaron numerosos instrumentos internacionales que tienen
como materia distintos aspectos referidos a la protección y defensa de los
derechos humanos. Se considera que son no menos de cincuenta instrumentos
internacionales que se refieren a estos derechos. Se trata de una actividad
jurídica excepcional, que ha convertido los derechos humanos en una materia
que es propia del Derecho internacional. Por su importancia y su significado,
este tipo de normativa es utilizada por los Estados para poner al día la
legislación interna.

“El derecho internacional de los derechos humanos surge como una nueva
rama del derecho internacional, esencialmente después de la segunda guerra
mundial, destinado a establecer una suerte de orden público entre los Estados,
en beneficio de la persona humana”1.

Tres pactos acentúan esta tendencia, evidente desde la Carta de las Naciones
Unidas, cuando el derecho internacional público puso para el bien común
internacional, la protección internacional de los derechos del hombre, y

1
O´Donnell, Daniel: Protección internacional de los Derechos Humanos. Comisión Andina de Juristas.
Primera Edición, 1988, p. 16.

16
comienza a darles cobertura mediante tratados, convenciones, pactos y
organizaciones.

Uno de esos tres pactos, La Convención Americana sobre Derechos Humanos


(pacto de San José de Costa Rica), tiene carácter regional y abarca,
conociendo los otros dos, gran cantidad de derechos y una jurisdicción
supraestatal para su tutela y preservación.
Desde el momento en que la Carta de Naciones Unidas impuso a los Estados
miembros de la organización el deber de promover el respeto de los derechos
y libertades del hombre; por lo tanto notemos que el respeto y la tutela de los
derechos humanos integra el sector del derecho internacional público cuyas
normas son imperativas, y configura un principio general del Derecho
Internacional Público.

Esto se reciproca en nuestro derecho interno con el principio de la Constitución


Nacional es suprema, de manera que hay coincidencia entre la supremacía
constitucional interna y el derecho internacional ya que ambos sitúan a los
derechos humanos en el vértice del orden jurídico.
Si el derecho internacional alberga en sus principios generales a los derechos
humanos, es porque conforme al mismo Derecho Constitucional hay unos
derechos humanos inviolables.

Los tratados internacionales sobre derechos humanos revisten carácter de


derecho mínimo, y esto puede entenderse en un doble sentido: por un lado, en
ellos se incluyen los derechos fundamentales con su contenido esencial; por
otro lado además que las fórmulas normativas tienen el detalle mínimo
descriptivo de esos derechos y su contenido con elasticidad y generalidad para
facilitar la ratificación y adhesión de los estados, para que el derecho interno de
éstos no tropiece con barreas muy rígidas.
Los tratados que ingresan al Derecho Peruano, obligan a nuestro Estado a
darles pleno cumplimiento, no solo por imperio de nuestra Constitución Política,
sino internacionalmente por la Convención de Viena sobre derecho de los
tratados.

17
Dicha convención impide invocar el derecho interno para incumplir un tratado,
Perú no puede postular que la Constitución Nacional no otorga prioridad a los
tratados respecto de las leyes. Nuestra ley interna no puede gozar de prelación
frente a un tratado, ya que si así se diera, estaríamos haciendo valer en
nuestra jurisdicción interna un principio contrario al que sienta la convención.
Al momento de ratificar dichos pactos, el país se obliga internacionalmente y
quedan así incorporados al derecho interno del país.

Tanto la Declaración Universal como la Declaración Americana sobre Derechos


Humanos de 1948, ha generado, para los países que suscribieron, el marco a
partir del cual los derechos humanos se han convertido en una de sus
principales orientaciones y obligaciones de derecho internacional. Más aun, el
pese de ellas puede considerarse como derecho consuetudinario internacional,
que extensivamente podría invocarse en países que no son parte de los pactos
internacionales, tanto de las Naciones Unidas como de la Convención
Americana. Esta posición equivale a sostener que en materia de Derechos
Humanos, la Declaración Universal y la Declaración Americana sobre Derechos
Humanos constituyen un marco formativo de carácter sistemático y completo,
que le da amplitud y solidez al Derecho Internacional de los Derechos
Humanos.

Al respecto, es pertinente la siguiente opinión consultiva de la Corte


Interamericana de Derechos Humanos:
“Los tratados modernos sobre derechos humanos, en general, y en particular la
convención Americana, no son tratados multilaterales de tipo tradicional,
concluidos en función de un intercambio recíproco de derechos, para el
beneficio mutuo de los Estados contratantes. Su objeto y fin es la protección de
los derechos fundamentales de los seres humanos, independientemente de su
nacionalidad, tanto frente a su propio Estado como frente a otros Estados
contratantes. Al aprobar estos tratados sobre derechos humanos, los Estados
se someten a un orden legal dentro del cual ellos, por el bien común, asumen

18
varias obligaciones, no en relación con otros Estados, sino hacia los individuos
bajo su jurisdicción”.2
En síntesis, los derechos humanos son un campo especial del derecho
internacional, que tiene entre otras características las siguientes:

Corresponde con el carácter universal de los derechos humanos el que sean


ubicados en el ámbito del derecho internacional y amparados por el máximo
sistema jurídico internacional: las Naciones Unidas; pudiendo los Estados ser
demandados en asuntos pertinentes a los derechos humanos básicos o
fundamentales, sin que puedan invocar soberanía para evitar la obligatoriedad
jurídica de la respuesta, ni mucho menos para ocultar situaciones de violación
de los mismos.

Estos derechos están jurídicamente protegidos. El sistema internacional


demanda que la legislación de los países firmantes de la Declaración y de los
pactos de la materia, contenga disposiciones expresas de protección y defensa
de los derechos fundamentales de la persona, pudiendo el Estado ser
demandado por su violación, primero en la jurisdicción interna y si es el caso,
sancionado internacionalmente.

La Declaración de los Derechos Humanos ha sido ampliada, procesada y


completada pro la elaboración de los pactos de Derechos Civiles y Políticos y
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ambos aprobados en 1966 y
ratificados por la mayor parte de los Estados miembros y vigentes desde 1970.
Estos pactos son los que han generado obligaciones efectivas y concretas en
los Estados que los han suscrito. Pero lo más importantes es que en su materia
existe indivisibilidad, en el sentido de que los derechos civiles y políticos tienen
el mismo rango, la misma importancia y guardan estrecha relación con los
derechos económicos, sociales y culturales.

Para la vigencia de estos pactos y el cumplimiento de sus preceptos por los


Estados miembros, se han establecido mecanismos y procedimientos
2
Corte Interamericana de Derechos Humanos: El efecto de las reservas sobre la entrada en vigencia de la
Convención Americana (arts. 75 y 75) Opinión Consultiva OC-2/82 del 24 de diciembre de 1982. En O
´Donnell, Op cit. P16.

19
especiales que corren por cuenta de diversos organismos de las Naciones
Unidas. Es importante señalar que todos los países del área andina son
miembros de estos pactos y están obligados por ellos.

LA INCORPORACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES


Las convenciones y tratados de derechos humanos tiene contenido específico
y diferencial, con lo que queda configurada como una rama singular, el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos. Además de ello, los instrumentos son
obligatorios para los Estados que voluntariamente los han ratificado o adherido,
salvo en aquellas partes en que han hecho reserva expresa que no sea
incompatible con el objetivo del tratado. Esta obligatoriedad alcanza también a
los Estados que no son parte, cuando se emplean en vía de interpretación las
declaraciones Universal y Americana, según el derecho internacional
consuetudinario. Lo mismo se puede decir cuando se aplica en relación al
derecho interno.

Es asi que la Declaración Universal y la Americana son los mejores ejemplos


de textos que no habiendo sido obligatorios en su origen, su práctica y
reiterada invocación para fundamentar resoluciones de la materia, los han
convertido en derecho internacional consuetudinario, obligatorio para los
Estados.
Siguiendo a O´Donnell, establece la amplitud con la que se ha codificado el
Derecho Internacional de los Derechos Humanos ha facilitado su aplicación en
muchos Estados.

“Todos esos instrumentos, sean tratados, declaraciones, principios básicos o


reglas mínimas, pueden eventualmente englobar entre sus disposiciones
normas de Derecho Consuetudinario. Por lo tanto, cuando surjan dudas sobre
el contenido de un derecho o libertad que figure en la Declaración Universal o
en la Convención Americana, por ser normas de carácter internacional, los
otros instrumentos adoptados por la comunidad internacional deben ser una de
las fuentes principales a ser consultadas, junto con la doctrina de los órganos
internacionales competentes”.

20
Ante esta situación, es decir que los Estados partes de los tratados
internacionales han adquirido por razón de su vinculación con ellos,
obligaciones contractuales. Pero también esas normas valen y pueden ser
invocadas en su conjunto como normas consuetudinarias del derecho
internacional, que son aplicadas por los Estados. Esta relación es más
claramente observable cuando frente a situaciones de violación de derechos
humanos, el individuo acude a los tribunales de justicia. Estos aplicarán
normalmente el derecho interno protectivo de los derechos humanos, pero en
ausencia o deficiencia de su formulación, o en la necesidad de aclarar
alcances, el juez está habilitado para recurrir a las normas internacionales que
contemplan genéricamente el tipo legal.

Pero además existe para los países que la han aceptado, la jurisdicción
supranacional de la Corte Interamericana, la que es competente cuando se ha
agotado las vías internas. Las reglas que aplica la Corte son siempre
provenientes de los tratados y convenciones internacionales. Pero lo que
prima, es, sobre todo, la decisión de los Estados de incorporar las normas
internacionales de derechos humanos a su legislación interna, convirtiéndolas
así en derecho nacional, exigible ante los tribunales del país.

En síntesis, la evolución de los derecho humanos ha logrado un progreso


consistente en materia de declaraciones y de pactos que protegen a la persona
humana de manera integral e indivisible. Pero lo más sugestivo son las
obligaciones adquiridas por la comunidad internacional, en todo lo referente al
cumplimiento de los preceptos.

LOS DERECHOS HUMANOS EN EL PERÚ


A través de la historia de las constituciones puede verse el siguiente análisis:
En La Constitución de 1823, dictada por Ley de 12 de noviembre de 1823, en
su ordenamiento positivo, sanciona dicho texto En el nombre de Dios, por cuyo
poder se instituyen todas las sociedades y cuya sabiduría inspira justicia a los
legisladores. El mismo que en su Sección primera. De la Nación , en el
Capítulo primero. De la Nación peruana. Artículo 4.- Si la nación no conserva o
protege los derechos legítimos de todos los individuos que la componen, ataca

21
el pacto social: así como se extrae de la salvaguardia de este pacto cualquiera
que viole alguna de las leyes fundamentales. Esto hace prever que en su afán
proteccionista legislativo, trata de fundar la razón del estado y gobierno en el
respeto de las personas, que debió ser entendida como implícita y por ende
con total reconocimiento de la libertad y justicia que a cada personas como ser
humano le es inherente. En el Artículo 5.- La nación no tiene facultad para
decretar leyes que atienten a los derechos individuales.- garantiza de alguna
manera sin entrar en detalle o la forma de protección de los derechos
personales, por tanto, dogmáticamente se encuentra reconocidos todos los
derechos humanos.

Asimismo en la Constitución de 1920, Dictada por la Asamblea Nacional de


1919 por el Entonces presidente AUGUSTO B. LEGUÍA. En su Título III.
Respecto a las Garantías individuales.- afirma en su Artículo 22.- No hay ni
puede haber esclavos en la República. Nadie podrá ser obligado a prestar
trabajo personal sin su libre consentimiento y sin la debida retribución. La ley
no reconoce pacto ni disposición alguna que prive de la libertad individual. Esto
nos da a entender que muy a pesar de la dación de una carta magna dictada
primigeniamente brindando todos los derechos y libertades, pueda se objeto de
una modificación y aberración en cuanto a la abolición de la esclavitud. Que se
estimaba existía en ese entonces.
Esto por citar algunas constituciones que trascendieron en dicho ordenamiento
internacional.

Empero, los derechos humanos fueron reconocidos y aprobados por el


gobierno peruano, mediante tres pactos incorporados al derecho interno
Peruano sobre Derechos Humanos son:

a) La CADH (Convención Americana sobre Derechos Humanos).


Cuyo preámbulo establece: “Los estados americanos signatarios de la presente
Convención, reafirmando se propósito de consolidar en este continente, dentro
del cuadro de las instituciones democráticas, un régimen de libertad personal y
de justicia social, fundado en el respeto de los derechos esenciales del
hombre.”

22
Este tratado reconoce en el art. 2 la competencia de la Comisión
Interamericana de derechos humanos por tiempo indefinido y de la Corte
Interamericana de derechos humanos.
Reconoce que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser
nacional de determinado estado, sino que tienen como fundamento los
atributos de la persona humana, razón por la cual justifican una protección
internacional.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos, es considerado como el


Pacto de San José de Costa Rica, que fue Suscrita en San José, Costa Rica, el
22 de noviembre de 1969, en la Conferencia Especializada Interamericana
sobre Derechos Humanos. Entrada en vigor el 18 de julio de 1978, conforme al
artículo 74.2 de la Convención.

Aprobada por Decreto Ley Nº 22231 del 11 de julio de 1978. bajo la Presidencia
del General de División EP, Francisco Morales Bermudez Cerrutti. Ratificada
por la Décimo Sexta Disposición Final y Transitoria de la Constitución Política
de 1979. El Instrumento de Ratificación por el Perú fue de 1978. Reiterado en
1980 y vigente para el Perú desde 1981.

El Protocolo Adicional a la Convención Americana Sobre Derechos Humanos


en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, "Protocolo de San
Salvador", que se suscribió además en la ciudad de San Salvador el 17 de
noviembre de 1988 en el Décimo Octavo Período Ordinario de Sesiones de la
Asamblea General.- Aprobado mediante Resolución Legislativa Nº 26448, cuyo
PREAMBULO afirma:

23
LOS ESTADOS PARTES EN LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE
DERECHOS HUMANOS "PACTO DE SAN JOSÉ DE COSTA RICA"
Reafirmando su propósito de consolidar en este Continente, dentro del cuadro
de las instituciones democráticas un régimen de libertad personal y de justicia
social, fundado en el respeto de los derechos humanos esenciales del hombre;
Reconociendo que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de
ser nacional de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los
atributos de la persona humana, razón por la cual justifican una protección
internacional, de naturaleza convencional coadyuvante o complementaria de la
que ofrece el derecho interno de los Estados Americanos;

Considerando la estrecha relación que existe entre la vigencia de los derechos


económicos, sociales y culturales y la de los derechos civiles y políticos, por
cuanto las diferentes categorías de derechos constituyen un todo indisoluble
que encuentra su base en el reconocimiento de la dignidad de la persona
humana, por lo cual exigen una tutela y promoción permanente con el objeto de
lograr su vigencia plena, sin que jamás pueda justificarse la violación de unos
en aras de la realización de otros;

Reconociendo los beneficios que derivan del fomento y desarrollo de la


cooperación entre los Estados y de las relaciones internacionales;
Recordando que, con arreglo a la Declaración Universal de los Derechos
Humanos y a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, sólo puede
realizarse el ideal del ser humano libre, exento del temor y de la miseria, si se
crean condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos
económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y
políticos; Teniendo presente que si bien los derechos económicos, sociales y
culturales fundamentales han sido reconocidos en anteriores instrumentos
internacionales, tanto de ámbito universal como regional, resulta de tanta
importancia que éstos sean reafirmados, desarrollados, perfeccionados y
protegidos en función de consolidar en América, sobre la base del respeto
integral a los derechos de la persona, el régimen democrático representativo de
gobierno, así como el derecho de sus pueblos al desarrollo, a la libre
determinación y a disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales; y,

24
Considerando que la Convención Americana sobre Derechos Humanos
establece que pueden someterse a la consideración de los Estados Partes
reunidos con ocasión de la Asamblea General de la Organización de los
Estados Americanos proyectos de protocolos adicionales a esa Convención
con la finalidad de incluir progresivamente en el régimen de protección de la
misma otros derechos y libertades;
Han convenido en el siguiente Protocolo Adicional a la Convención Americana
sobre Derechos Humanos "Protocolo de San Salvador".

b) El PIDCP (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos)


Los estados partes en el presente pacto, tienen por base el reconocimiento de
la dignidad inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus
derechos iguales e inalienables. Reconoce que estos derechos derivan de la
dignidad inherente a la persona humana.
El Pacto Internacional originado en la ONU, fue aprobado por Decreto Ley Nº
22128, por el Gobierno Revolucionario del General de División E.P.
FRANCISCO MORALES BERMUDEZ CERRUTTI, Presidente de la República.
En Lima, 28 de marzo de 1978.

c) El PIDESC (Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y


Culturales).
Este tratado también reconoce los derechos como inherentes a la persona
humana.
El Pacto Internacional originado en la ONU, es aprobado, por Decreto Ley Nº
22129, durante el Gobierno Revolucionario, del General de División E.P.
FRANCISCO MORALES BERMUDEZ CERRUTTI, como Presidente de la
República. En Lima, 28 de marzo de 1978.
Asimismo, “En Perú, el mecanismo de protección de las comunicaciones o
peticiones individuales, adquirió rango constitucional en la Norma Fundamental
de 1979 y se mantiene en la de 1993”3.
Por estos considerandos se puede establecer que hoy en día los derechos
humanos tienen garantía y protección tanto en el derecho interno, al otorgarles
el rango implícito de derecho constitucional, por el modo de interpretación y la
3
CASTAÑEDA OTSU, Susana. Derecho Procesal Constitucional. Editores Jurista. Lima 2003. Pag. 484.

25
cuarta disposición transitoria y final de la constitución, además de los
organismos internacionales ya referidos.

La Carta Internacional de Derechos Humanos


La Carta Internacional de Derechos Humanos comprende la Declaración
Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos y sus dos protocolos facultativos.

La Declaración, definida como el «ideal común por el que todos los pueblos y
naciones deben esforzarse», fue adoptada el 10 de diciembre de 1948 por la
Asamblea General. Sus treinta artículos enumeran los derechos civiles,
culturales, económicos, políticos y sociales básicos con los que deberían contar
todos los seres humanos del mundo. Las disposiciones de la Declaración
Universal se consideran normas de derecho consuetudinario internacional por
su amplia aceptación y por servir de modelo para medir la conducta de los
Estados.

Los Pactos Internacionales


Tras la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la
Comisión de Derechos Humanos, principal órgano intergubernamental en la
materia dentro de las Naciones Unidas, convirtió estos principios en tratados
internacionales para proteger determinados derechos. Dado el carácter inédito
de esta tarea, la Asamblea General decidió redactar dos pactos
correspondientes a dos tipos de derechos enunciados en la Declaración
Universal: los derechos civiles y políticos y los derechos económicos, sociales y
culturales.

Los Estados Miembros debatieron diversas disposiciones durante décadas


para tratar de ratificar explícitamente ciertos aspectos de la universalidad de los
derechos humanos que no se mencionaban de forma implícita en la
Declaración Universal. Entre ellos se encontraba el derecho de los pueblos a la
libre autodeterminación, así como la mención de algunos grupos vulnerables,
como los indígenas y las minorías.

26
Se llegó a un consenso en 1966 y la Asamblea General de las Naciones Unidas
adoptó el mismo año el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Los preámbulos de los artículos 1, 2, 3 y 5 de estos Pactos son casi idénticos.


Los dos preámbulos proclaman que los derechos humanos provienen de la
dignidad inherente a los seres humanos.

El primer artículo de cada Pacto afirma que todos los pueblos tienen derecho a
la libre autodeterminación y que, según este derecho, tienen libertad para elegir
su estatus político y lograr su desarrollo económico, social y cultural.

En los dos documentos, el Artículo 2 reafirma el principio de no discriminación,


que se hace eco de la Declaración Universal, y el Artículo 3 estipula que los
Estados deben garantizar la igualdad de derechos de hombres y mujeres a
disfrutar de todos los derechos fundamentales.

El Artículo 5 de ambos Pactos recoge la disposición final de la Declaración


Universal en la que se formulan las garantías que impiden cualquier
destrucción o restricción ilegítima de las libertades y derechos fundamentales.

Algunas de las disposiciones del Pacto de Derechos Civiles y Políticos se


desarrollan con más detalle en los dos protocolos facultativos. Uno de ellos
permite a los particulares presentar denuncias y el otro aboga por la abolición
de la pena de muerte.

Cuando estos dos Pactos Internacionales entraron en vigor en 1976, muchas


de las disposiciones de la Declaración Universal adquirieron carácter vinculante
para los Estados que los ratificaron.

Con la Declaración Universal y los protocolos facultativos, estos dos Pactos


Internacionales constituyen la Carta de Derechos Humanos.

27
Declaración Universal de Derechos Humanos
Adoptada y proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III),
de 10 de diciembre de 1948.

Preámbulo
Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana, Considerando que el
desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado
actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; y que se ha
proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de
un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria,
disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias, Considerando
esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de
Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la
rebelión contra la tiranía y la opresión, Considerando también esencial
promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones,
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la
Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor
de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres; y
se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de
vida dentro de un concepto más amplio de la libertad, Considerando que los
Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la
Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los
derechos y libertades fundamentales del hombre, y Considerando que una
concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia
para el pleno cumplimiento de dicho compromiso.

La Asamblea General
Proclama la presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal
común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que
tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en
ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos
derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter

28
nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos,
tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los
territorios colocados bajo su jurisdicción.

Artículo 1.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente
los unos con los otros.

Artículo 2.
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión
política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna
fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de
cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país
independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no
autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.

Artículo 3.
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su
persona.

Artículo 4.
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de
esclavos están prohibidas en todas sus formas.

Artículo 5.
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes.

Artículo 6.
Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su
personalidad jurídica.

29
Artículo 7.
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección
de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación
que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.

Artículo 8.
Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.

Artículo 9.
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.

Artículo 10.
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la
determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier
acusación contra ella en materia penal.

Artículo 11.
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio
público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su
defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de
cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional.
Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la
comisión del delito.

Artículo 12.
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su
domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación.

30
Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o
ataques.

Artículo 13.
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en
el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a
regresar a su país.

Artículo 14.
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a
disfrutar de él, en cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente
originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y
principios de las Naciones Unidas.

Artículo 15.
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a
cambiar de nacionalidad.

Artículo 16.
1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin
restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y
fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio,
durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá
contraerse el matrimonio.
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene
derecho a la protección de la sociedad y del Estado.

Artículo 17.
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.

31
Artículo 18.
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de
religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia,
así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y
colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la
práctica, el culto y la observancia.

Artículo 19.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este
derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de
investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación
de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Artículo 20.
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación
pacíficas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.

Artículo 21.
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país,
directamente o por medio de representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las
funciones públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta
voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de
celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u
otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.

Artículo 22.
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad
social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación
internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado,

32
la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales,
indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.

Artículo 23.
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el
desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por
trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y
satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a
la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por
cualesquiera otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la
defensa de sus intereses.

Artículo 24.
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una
limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas
pagadas.

Artículo 25.
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así
como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el
vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios;
tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad,
invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia
por circunstancias independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia
especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio,
tienen derecho a igual protección social.

Artículo 26.

33
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita,
al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La
instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional
habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para
todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad
humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad
entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el
desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de
la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que
habrá de darse a sus hijos.

Artículo 27.
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la
comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los
beneficios que de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y
materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas,
literarias o artísticas de que sea autora.

Artículo 28.
Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional
en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan
plenamente efectivos.

Artículo 29.
1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en
ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda
persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con
el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y

34
libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del
orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en
oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 30.
Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere
derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y
desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera
de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.

CONCLUSIÓN
- Desde la independencia, el tema central de nuestras constituciones fue
la Nación. En el siglo XX esta es desplazada por la Persona Humana y

35
hoy en día aparece un tercer tema que desplaza o reinventa a los otros
dos: Los Derechos Humanos.
- Legislar sobre Derechos Humanos, incorporarlos en nuestro orden
constitucional no es tarea fácil si tomamos en cuenta que en los últimos
50 años han aumentado su contenido y se corre el riesgo de disminuir
su valor o agregarle conceptos que perturben su uso.
- Al legislar los constitucionalistas deben tener en cuenta que el texto
constitucional será el texto legal mas leído en nuestra sociedad y llevara
un mensaje acerca de lo que esperamos que nuestra sociedad sea, y
que mantiene el respeto por la vida y la sociedad.
- Que, la Constitución, asi como los pactos internacionales, deben
realizarse con el objeto de establecer distintos puntos con respecto del
aseguramiento de los respectivos intereses de los miembros de una
comunidad social entre los cuales podemos mencionar las funciones de
los poderes del Estado, su actividad, así como los derecho individuales y
las garantías constitucionales que se le deben reconocer a los
ciudadanos.
- La evolución constante de la sociedad, que devienen en cambios legales
deben ser estudiados de acuerdo a su adecuación y necesidad y la
cultura histórica reinante, pero sin dejar de lado los principios
fundamentales que propician el otorgamiento de libertades y derechos, y
conforme a reiterada doctrina, los derechos adquiridos en un tiempo y
espacio no pueden ser objeto de restricción.

36
BIBLIOGRAFÍA
- CASTAÑEDA OTSU, Susana. Derecho Procesal Constitucional. Editores
Jurista. Lima 2003.Enciclopedia Encarta 2000. Microsoft Corporation.
- FLORES GALINDO, Alberto (1984) Aristocracia y Plebe Lima, 1760-
1830, Mosca Azul Editores. Lima
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