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Material de Trabajo de la Sesión

ESCUELA ACADÉMICO

Nº 01
PROFESIONAL DE
PSICOLOGÍA

Asignatura: PSICOMETRÍA

LA PSICOMETRÍA

La Psicometría es una disciplina científica encuadrada dentro del marco de la Metodología de las
Ciencias del Comportamiento y directamente relacionada con el campo de la medición
psicológica. A un nivel práctico, la psicometría hace uso intensivo sobre todo de cálculos y análisis
estadísticos para extraer información útil a partir de la administración repetida de un mismo test a
un grupo amplio de personas. N,MB M

La Psicometría es una rama de la psicología y es una ciencia cuyo objeto es medir los aspectos
psicológicos de una persona (conducta humana). Las primeras pruebas psicometrías fueron
construidas para medir la inteligencia. Básicamente la Psicometría se ocupa de la teoría y práctica
en la elaboración, evaluación y aplicación de instrumentos de medición dentro de la Psicología:

¿Cómo se construyen instrumentos para medir variables psicológicas?


¿Cómo se determina si dichos instrumentos cumplen unos requisitos mínimos de calidad, de
manera que puedan ser utilizados como instrumentos científicos en la investigación psicológica?
¿Cómo se pueden utilizar dichos instrumentos para la obtención de medidas de los sujetos en las
variables de interés?, etc.

El campo de la psicometría es muy amplio, en escenarios educativos se emplean pruebas para


diagnosticar problemas de aprendizaje o de comportamiento. En el campo de la orientación se
usan pruebas que miden habilidades ocupacionales, sociales, académicas, de personalidad,
intereses, actitudes y valores. También son utilizados en la orientación clínica y los negocios.

La Psicometría se han organizado en torno a tres grandes bloques:


Teoría de la medición, que abarcaría lo relativo a la fundamentación teórica de la medición.
Escalamiento, que abarcaría lo relativo al proceso de construcción de escalas de medida, es decir,
los métodos para la construcción de escalas psicológicas y psicofísicas. Teoría de los Tests, que
incluiría lo relativo a cómo evaluar esas escalas y a cómo utilizarlas para medir objetos o sujetos,
es decir, la lógica y modelos matemáticos subyacentes a la construcción y uso de los tests.

Teoría de la medición

Las escalas de medición en psicología es utilizar los procedimientos matemáticos para asignar
números e identificar atributos físicos y psicológicos que permitan poner en claro las diferencias
individuales.

Una escala de medida permite al investigador determinar el tipo de análisis estadísticos que
deberá utilizar para examinar una prueba y así poder considera a la prueba como buena

La importancia de la medición en psicología radica en su afán por establecer científicamente la


diferencia entre los rasgos y estados psicológicos entre individuos para ello se utilizan diferentes
escalas que apoyan la medición objetiva de los atributos conductuales.
La medición y las teorías psicológicas. Existen diversas teorías que tratan sobre la razón por la
cual las personas se comportan como lo hacer. Algunos teóricos centran el énfasis en la herencia
y el ambiente como modeladores del comportamiento humano.

Las teorías de los tipos, de los rasgos, psicoanalíticas, fenomenológicas, son útiles como guía
hacia la medición y comprensión de la personalidad.

Escalamiento

El Escalamiento es el campo de la Psicometría que tiene como objetivo fundamental la


construcción de escalas de medida y, por lo tanto, incluye todos los procedimientos necesarios
para su elaboración. Métodos de elaboración de escalas. Se define como “elaboración de escalas
como el proceso de establecimiento de reglas para la asignación numérica en la medición.

Es el proceso por el que se diseña y calibra un dispositivo de medición, y la forma en que se


asignan números (u otros índices), valores de escala a diferentes cantidades del rasgo, atributo o
característica que se este midiendo”

Métodos de elaboración de escalas. Por lo regular existen diferentes métodos de medición


escalar, los cuales pueden estar abocados a medir personas, estímulos y tipos de respuesta. La
medición escalar de estímulos se puede realizar con base a estimaciones subjetivas, ya que se
requiere la tarea evaluativa del sujeto.

PSICOMETRÍA Y SUSTENTO TEÓRICO DE LOS TEST PSICOMÉTRICOS.

1.- INTRODUCCIÓN A LA PSICOMETRÍA.

El término "Psicometría" es el más extendido y general para hacer referencia a la medición


psicológica. Su significado popular y la etimología de la palabra apuntan en la misma dirección: la
disciplina que se encarga de la medición en Psicología. De hecho, los diccionarios de uso más
común como el de la Real Academia de la Lengua o el de María Moliner también coinciden en su
significado: la medida de los fenómenos psíquicos. Desde el punto de vista de la propia
Psicología, Asì tenemos:
Yela (1968) dice la Psicometría se ocupa de todas las medidas en el campo psicológico,
habiéndose desarrollado a través de dos ramas principales: los métodos psicofísicos y la teoría de
los tests. Nunnally (1973) se refiere a la Psicometría como la metodología encargada del
desarrollo y utilización de las técnicas de medición en todos los ámbitos de la psicología. Cureton,
según la cual la acepción más amplia de la psicometría abarca a todos los aspectos de la
medición de variables psicológicas

Muñiz (1998) define la Psicometría como "... el conjunto de métodos, técnicas y teorías
implicadas en la medición de variables psicológicas... lo específico de la Psicometría sería su
énfasis y especialización en aquellas propiedades métricas exigibles a las mediciones
psicológicas independientemente del campo sustantivo de aplicación y de los instrumentos
utilizados"

Martínez-Arías (1995) introduce un matiz que apunta hacia la relación entre la Psicometría
y la Psicología Matemática. Para la autora, la Psicometría "... aglutina todo el conjunto de modelos
formales que posibilitan la medición de variables psicológicas, centrándose en las condiciones que
permiten llevar a cabo todo proceso de medición en psicología". Cronbach resaltaba que la
psicometría pretende obtener estimaciones cuantitativas; Wilson señalaba que supone la
aplicación de la medición y las matemáticas a la psicología, idea que también resalta Seoane
(1976); Musso (1970) señalaba que la psicometría es la rama de la psicología cuya finalidad es
contruir los medios de trabajo conceptuales y materiales necesarios para construir variables
cuantitativas; Cerdá consideraba que la psicometría se refiere al conjunto de métodos e
instrumentos de medida;
No resulta difícil entresacar los elementos comunes de las definiciones anteriores. La
Psicometría es una disciplina metodológica, sin un contenido psicológico propio, pero con
un campo sustantivo: la teoría de la medición en sentido amplio. Muñiz (1998) afirma que el
trabajo psicomético tiene como finalidad construir y utilizar adecuadamente los tests y las escalas,
de tal modo que se garantice su fiabilidad, validez y aplicación adecuada.
Rivas (1979) examinó los contenidos de este conjunto de definiciones con la principal y
justificada conclusión de que existe un “consenso general entre los autores en asignar a la
psicometría la tarea de medición de comportamientos observables y de naturaleza psicológica”
El concepto de psicometría parece incluir de este modo, el conjunto de las teorías y
desarrollos acerca de la medición en psicología así como los “métodos y procedimientos para la
cuantificación de conceptos tales como aptitudes, inteligencia, sensaciones, personalidad,
actitudes, etc.” . De este conjunto de conceptualizaciones de la psicometría se desprende que
esta es una disciplina metodológica que se refiere directamente al campo de la medición
psicológica en toda su extensión y que carece de un contenido psicológico propio, en el
sentido en que lo tienen la psicología educativa o la psicología clínica, por ejemplo. La Psicometría
tiene como finalidad llevar a cabo la medición de la conducta, tanto en el ser humano como en
los animales.

RESEÑA DE LA HISTORIA DE PSICOMETRIA


La revisión de los antecedentes históricos y de la evolución de la medida en Psicología,
ofrece una perspectiva útil para comprender la Psicometría actual. Para algunos autores, la
historia de los tests mentales es tal vez uno de los mejores ejemplos de la existencia de una
interacción entre las demandas sociales y la evolución de una disciplina científica. Salvando las
distancias, la valoración es aplicable al conjunto de la historia de la medida en Psicología.

La historia de la medición psicológica ha estado marcada por la interrelación entre la


evolución interna de la Psicometría y de la Psicología con el deseo de responder a las demandas
sociales de cada momento histórico, reflejando un mayor acento en las aplicaciones prácticas que
en el desarrollo teórico. Se desarrollo en base a las diferencias individuales y la consolidación de
institucional de la Psicometría

Estudio de las diferencias individuales

Debemos advertir de una doble simplificación. Primera, dejar a un lado, por razones de
tiempo, la Psicofísica impide lograr una visión comprehensiva de la historia de la medición en
Psicología; segunda, la que vamos a cometer en este apartado, reducir la historia del estudio de
las diferencias individuales a la historia de los tests psicológicos y presentarla recurriendo a las
aportaciones de algunas figuras clave. La última es reduccionista pero difícil de evitar: gran parte
de la Psicometría actual no se puede comprender sin atender a los antecedentes y orígenes
históricos de los tests psicológicos y de la medida de la inteligencia.

El rápido progreso económico y social en la Europa de finales del siglo XIX planteó la
necesidad de evaluar las capacidades y conocimientos de los individuos en contextos educativos,
laborales, etc. Si la Filosofía y la Fisiología fueron las disciplinas que más influyeron en el trabajo
de los primeros psicofísicos, el impacto más dramático sobre el estudio de las diferencias
individuales vino de la Biología. Al tiempo que Fechnner presentaba sus trabajos, Darwin (1809-
1882) presentó su teoría en La Evolución de las Especies (1859) y su aplicación al estudio del
hombre en El origen del hombre y la selección en relación al sexo (1871). Darwin defendió que la
inteligencia y el sentido moral también se habían ido perfeccionando de manera gradual a través
de la selección natural. Al defender esta idea Darwin no hacía sino reflejar la visión científica y la
opinión popular dominante en la Inglaterra del siglo XIX, que justificaba el colonialismo y el
sistema de clases bajo la creencia de que el hombre de letras inglés de clase media era el pico de
la evolución humana (Rust y Golombok, 1989). No es exagerado afirmar que las necesidades de
la evaluación educativa fueron las primeras demandas sociales con un impacto significativo y
duradero en la evolución del estudio de las diferencias individuales y, por ende, de la Psicometría.
Los intentos por medir la inteligencia como respuesta a esas demandas caminan de la mano de
los desarrollos metodológicos durante este periodo.
Thorndike (1997) señala al movimiento hacia la educación obligatoria en Francia, Inglaterra
y Estados Unidos a finales del siglo XIX, como uno de los desarrollos críticos que propiciaron la
medida de la inteligencia. La llegada por primera vez a las escuelas de niños cuyos padres no
había recibido una educación o, como en el caso americano, cuya lengua materna no era el
inglés, generó una heterogeneidad en la población de alumnos como antes no se había conocido.
La exposición de estos niños a un currículo antiguo, diseñado para un grupo selecto de
estudiantes, trajo como resultado niveles dramáticos de fracaso escolar próximos al 50%. Este
fracaso fue visto como una pérdida de recursos en un tiempo en que eran limitados, de forma que
se planteó la necesidad de destinar los recursos a quienes más se pudieran beneficiar, el medio:
la evaluación de la inteligencia. Este es el contexto en el que se debe situar la obra de Binet

Los pioneros de la Psicología llevaban años intentando una formulación aceptable de la


inteligencia. Según Rust y Golombok (1989) los primeros autores tenían unas definiciones de la
inteligencia que no iban más allá de lo que podría ser la psicología popular del maestro común de
escuela. Se reconocía la diferencia entre una persona educada y una persona inteligente,
entendiendo esta última como una persona "educable", con un origen esencialmente genético y
receptora ideal de los recursos educativos, frente a los "torpes" incapaces de beneficiarse de la
educación normal.

Entre los pioneros en el estudio de las diferencias individuales destaca el considerado por
muchos autores, como el fundador de la Psicometría: Francis Galton. Primo de Darwin, inició sus
investigaciones llevado por el objetivo de mostrar el componente hereditario del "genio". Para ello
reunió el primer banco con los datos de personas relacionadas y no relacionadas. Influido por el
asociacionismo de Locke y llevado por sus observaciones de que las personas con deficiencias
mentales presentaban una peor ejecución a la hora de discriminar sensaciones de frío, calor,
dolor, etc., pensó que la discriminación sensorial podía ser el medio para cuantificar el intelecto de
una persona. Sus aportaciones propiamente metodológicas abarcan la formulación de las bases
de procedimientos estadísticos, como el “coeficiente de correlación” desarrollado por K. Pearson
(1857-1936), las intuiciones sobre la forma de "campana", como imagen para describir la
distribución de puntuaciones en un test, así como las primeras aplicaciones de las escalas de
"rating" y los métodos de cuestionario (Anastasi y Urbina, 1997).

J. M. Catell (1860-1944) trabajo con Wundt, con quién compartió el interés por los
fenómenos perceptivos y sensomotores, y el rigor en el control de las condiciones en que se
realizaban las observaciones, pero de quién se distanció ante el despreció del experimentalista
alemán por las diferencias individuales. Más tarde trabajo con Galton e inició en Estados Unidos el
estudio de las diferencias individuales. Acuñó el término "test mental" en un artículo publicado en
1890 en la revista Mind bajo el título “Mental test and measurements”. Asumió la idea de Galton
sobre la posibilidad de medir las funciones intelectuales por medio de tests de discriminación
sensorial y tiempo de reacción. Sin embargo, los primeros estudios que se realizaron para evaluar
este tipo de tests ofrecieron resultados desalentadores: el "rendimiento intelectual" mostraba poca
correspondencia de unos tests a otros y prácticamente ninguna relación con estimaciones
independientes del nivel intelectual realizadas por los profesores. Por el contrario, Ebbinghaus,
apuntando ya un cambio de enfoque, había obtenido con un test de terminación de frases una
correspondencia clara con el rendimiento académico de los niños.

Pero sin duda, la consolidación social de la medición psicológica vino de la obra del
francés Alfred Binet (1857-1911) cuya influencia en el desarrollo de la teoría de los tests perdura
en la actualidad. Binet ya a finales de los años noventa del siglo XIX criticó la aproximación de
Galton y Cattell con el argumento de que para medir procesos mentales complejos era necesario
observar la ejecución de los individuos en actos mentales complejos, rechazando la idea de que
fuese necesaria una mayor precisión para la que no había instrumentos disponibles, ya que las
diferencias individuales eran mayores respecto a los procesos superiores que en cuanto a la
discriminación sensorial.
Binet recibió en 1904 el encargo del ministerio francés de instrucción pública de elaborar
un instrumento de medida capaz de diferenciar entre los niños "educables" y los que no podrían
beneficiarse de la educación normal. Junto con su colaborador Simon presentó en 1905 la primera
versión del test Binet-Simon. El test estaba formado por 30 problemas o tareas dispuestos en
orden de dificultad creciente, que medían la capacidad de juicio, razonamiento y comprensión.
Para determinar el nivel de dificultad, los problemas habían sido administrados a 50 niños de entre
3 y 11 años más a algún niño retrasado. La segunda versión del test editada en 1908, incluía un
número mayor de ítems junto con la eliminación de algunos que se habían considerado podían
reflejar diferencias en función de la extracción social de los niños, además aparecían ya
agrupados por niveles de edad. Binet prefirió el término "nivel mental" al de "edad mental"
popularizado por las sucesivas traducciones de la escala, ya que el primer término estaba exento
de las connotaciones evolutivas del segundo. Al poco tiempo de su presentación, el test de Binet y
Simon fue traducido a diferentes idiomas y aplicado en diversos países, lo que prueba la favorable
acogida social que recibió.

El interés por la obra de Binet se ha mantenido a lo largo del tiempo. Van der Linden (1986)
ha resaltado las contribuciones estrictamente metodológicas de la aproximación de Binet a la
medida de la inteligencia. Primero, frente a los experimentos antropométricos y psicofísicos que
planteaban una única tarea, Binet decidió alargar la longitud del test por dos motivos: a) el
conjunto de ítems debía ser una representación adecuada de la gran variedad de tareas a las que
se debe enfrentar una persona en su vida diaria; y b) conocedor de las teorías de Spearman
entendió que cada ítem en sí mismo era una media imprecisa, por lo que era necesario combinar
observaciones de un buen número de ítems para obtener una medida fiable. Segundo, la
insistencia de Binet en la estandarización de la aplicación del test, reflejada en la extrema
precisión de las guías sobre el material, la administración, la puntuación y la interpretación de las
mediciones. Por último, la práctica de "normativizar" el test para iniciar una interpretación relativa
de la ejecución de las personas.

Tras las aportaciones de Binet, los mayores desarrollos en la medición de las diferencias
individuales hay que buscarlos en un área y lugar diferente. El test de Binet fue introducido en
Estados Unidos por H. H. Goddard, cuya traducción y adaptación recibieron el beneplácito de la
audiencia médica, al venir a cubrir la necesidad de una medida estandarizada y objetiva para el
diagnóstico de la subnormalidad. Sin embargo, fue rápidamente desplazada por la revisión y
adaptación psicométricamente más sólida, realizada por L. M. Terman en 1916 en la Universidad
de Stanford. Al entrar Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, un comité encabezado por R.
M. Yerkes detecta la necesidad de clasificar de forma rápida al millón y medio de reclutas con
respecto a su nivel intelectual. De nuevo, una demanda social provoca un avance metodológico:
los primeros tests de inteligencia de administración grupal y no verbales, para evaluar a los
reclutas analfabetos o que no tenían como lengua materna el inglés. En este contexto hay que
situar las contribuciones de A. S. Otis, por la introducción del formato de elección múltiple y otros
formatos de puntuación objetiva. Impulsado por las necesidades militares aparece también el
primer test estandarizado para la evaluación de variables de personalidad: el “Personal Data
Sheet” de R. S. Woodworth, un instrumento pensado para la detección de personas con
inestabilidad emocional.

La consolidación institucional de la Psicometría

De forma paralela a los avances teóricos y las aplicaciones prácticas, se fue produciendo
la consolidación institucional de la Psicología y, claro está, de la propia Psicometría. Esta
consolidación se refleja en la creación de asociaciones profesionales, de publicaciones
especializadas para la comunicación entre profesionales y de empresas privadas dedicadas desde
el inicio al floreciente negocio de la evaluación psicológica.

J. Jastrow habla sobre los tests en la primera convención de la American Psychological


Association (APA) en 1892. La APA formó en 1895 un comité especializado en la nueva tecnología
de los tests. En 1899 Kilpatrick, presidente de la APA, realizó un llamamiento a los psicólogos para
que elaborarán tests de tal naturaleza que "... pudieran ser aplicados tanto a niños como adultos,
que fueran de tal forma que todas las personas tuvieran las mismas oportunidades de mostrar las
capacidades examinadas, y que en aras de la economía del tiempo fueran diseñados de forma
que se pudieran administrar a una clase o escuela de una vez" (Thorndike, 1997, pág. 6).
Impulsado por la figura clave de Terman el uso de los tests de inteligencia en las escuelas creció
rápidamente. El propio Terman calculó que en el periodo entre 1920 y 1921 más de dos millones
de niños habían respondido a un test de inteligencia. El uso de test también se extendió al mundo
laboral como prueba su incorporación a las prácticas de selección de la administración americana.

Cattell fundó la Psychological Corporation para la producción industrial de tests en 1922.


En 1947 se funda el Educational Testing Service (ETS) institución sin animo de lucro que no sólo
se ha encargado de la producción de tests estandarizados de rendimiento y tests de aptitud
académica, sino que, desde su constitución, ha contribuido a la formación y práctica profesional
de influyentes psicómetras. Desde 1975, el ETS edita en formato CD-ROM el proyecto ERIC
donde con una periodicidad anual se recoge la información disponible sobre tests, escalamiento y
medición psicológica y educativa.

Galton, Pearson y Weldon fundaron en 1901 la revista Biometrika que desde entonces publica
trabajos matemáticos relacionados con la Biología y la Psicología. Thorndike funda en Estados
Unidos en 1936 la publicación Psychometrika, revista de referencia para la Psicometría desde sus
inicios. Desde entonces, la aparición de revistas relacionadas con la medición psicológica ha sido
continua. Un acontecimiento que se ha convertido en referente obligado para todos los
profesionales es la publicación por las asociaciones profesionales más relevantes de las guías
técnicas y éticas de la medición psicológica y educativa. Las recomendaciones elaboradas por la
APA son, sin duda, las que han tenido y tienen una mayor influencia.

La Psicometría española: La aparición de la Psicometría en España está ligada al


nacimiento y desarrollo de la propia Psicología científica al igual que en el resto del mundo.
Carpintero (1996) señala uno de los rasgos distintivos de la psicología española que también
imprime carácter a la propia Psicometría: España ha sido un país más receptor que creativo y el
interés por la disciplina fue el resultado de la constatación de que la Psicología podía ofrecer
soluciones prácticas en ámbitos como la educación, la clínica o la empresa.

Autores del Renacimiento como Luis Vives (1492-1540) o Huarte de San Juan (1530-1589)
son los iniciadores de una tradición que retomará la psicología científica cuando inicia su
andadura en las últimas décadas del siglo XIX. Carpintero (1996) sitúa en la Guerra Civil la
frontera divisoria entre dos épocas. Antes de la ruptura que supuso la guerra es posible rastrear
entre las aportaciones de diferentes figuras los antecedentes de la Psicometría española. Muñiz
(1991) recoge una reseña de un libro publicado por Julian Besteiro en 1897 con el título de La
Psicofísica. Carpintero (1996) destaca entre los personajes de lo que denomina "la primera
psicotecnia" a Emilio Mira y López (1896-1964). Mira fundó en Barcelona el Institut d'Orientacio
Professional en 1918, realizó trabajos en el campo de la orientación y selección profesional y fue
autor de un test influido por el acercamiento sensomotriz a la consciencia: el Test Miokinetiko
(PMK). Carpintero (1996) achaca a la falta de un análisis masivo de sujetos normales en contextos
industriales o militares al igual que se hacía en Estados Unidos, la falta de una consciencia amplia
sobre la utilidad social de la Psicología durante este periodo.

José Germain (1898-1986) había iniciado su labor antes de la guerra en el entorno


intelectual de la Institución Libre de Enseñanza, como prueba la adaptación y baremación para la
población española del test de Terman que realizó junto a Mercedes Rodrigo en 1930. Sin
embargo, destaca su figura por ser el iniciador, junto con sus discípulos, del largo proceso de
recuperación de la psicología científica en España de los años cuarenta. Germain fue en 1948 el
primer director del recién creado Departamento de Psicología Experimental, dentro del Instituto de
Filosofía del Consejo Superior de Instituciones Científicas. Entre los discípulos de Germain se
encontraba Mariano Yela (1921-1994) figura sin la que es imposible entender la Psicometría
española.

La Psicometría española carece de una revista específica, aunque son muchas las
publicaciones periódicas que dedican un apartado a la metodología de la medición psicológica. En
1995 se constituyó la Asociación Española de Metodología de las Ciencias del Comportamiento
(AEMCO), encargada de organizar los Congresos de Metodología que, con periodicidad bienal,
van ya por su sexta celebración. AEMCO ha editado en 1999 el primer número de la revista
Metodología de las Ciencias del Comportamiento con la pretensión de ser el lugar de referencia
para las publicaciones de los metodólogos españoles en el ámbito de las ciencias humanas y
sociales.

CONCEPTUALIZACIÓN DE LA PSICOMETRÍA.

Se define a la psicometría como la teoría y la metodología acerca de la medida y sus técnicas en


psicología, incluyendo sus condiciones, limitaciones y finalidades. La psicometría se refiere al
campo de la teoría y práctica sobre la elaboración, evaluación y aplicación de las medidas
en psicología. Este es naturalmente un campo muy amplio que carece de objeto de contenido
psicológico específico que le sea exclusivo. Es una disciplina metodológica que sirve y
fundamente la medición en los diversos campos psicológicos con objeto de estudio propio, natural
o cultural. En tanto que cada una de las parcelas de la psicología (básica, diferencial, educativa,
social, cognitiva, etc.) necesita realizar mediciones de los constructos que le son propios, implica y
hace uso de la psicometría. La psicometría por tanto es una disciplina metodológica, centrada
sobre aspectos relativos a la medición, sus condiciones y sus usos, que está en el soporte mismo
de la investigación y la práctica profesional de cualquier campo psicológico.

No debe entenderse mal la afirmación de que la psicometría carece de un contenido


psicológico propio. Esta afirmación no significa que la psicometría no tenga un campo propio. Al
contrario, significa que el cuerpo teórico y empírico de la psicometría no puede confundirse con
ningún otro campo psicológico. La psicometría tiene un campo sustantivo propio relativo a la teoría
de la medición en sentido amplio, un campo que puede denominarse teoría psicométrica y que
contiene conocimientos fundamentales para la medición psicológica virtualmente en todos los
campos psicológicos.

El carácter sustantivo de la psicometría puede entenderse fácilmente mediante un ejemplo.


Tomemos la teoría de la fiabilidad, que es una parte principal y bien conocida de la teoría
psicométrica clásica. Esta teoría es un conjunto denso, relativamente complejo y bien estructurado
de conocimiento que no puede ser adscrito a ninguna parte de la psicología. No puede decirse
que sea patrimonio de la psicología clínica, ni del psicodiagnóstico, ni de la psicología social, ni de
la psicología educativa, ni de ninguna otra rama de la psicología. Sin embargo, en todos esos
campos se utiliza la teoría de la fiabilidad en la construcción y evaluación de instrumentos de
medida psicológica. La teoría de la fiabilidad es un ejemplo emblemático del cuerpo sustantivo de
conocimientos de la psicometría.

Contenido de la psicometría: En general, la utilidad más inmediata de la psicometría para


una buena parte de los psicólogos consiste en elaborar y valorar medidas psicológicas. Estas
medidas pueden referirse a los diversos objetos a los que se refiere la psicología, incluyendo
estímulos, personas y conductas en todas sus modalidades.

La psicometría se encarga precisamente de determinar: a) Las condiciones del desarrollo


de medidas, b) Las cualidades de bondad de las medidas c) El uso que esas medidas deben
cumplir y d) La elaboración misma de las medidas psicológicas.

Nunnally (1987) utiliza la etiqueta “teoría psicométrica” en contraposición a la aplicación


psicométrica, que comprende el desarrollo de las medidas psicológicas concretas y la
investigación sobre esos instrumentos de medida particulares. Desde luego, la teoría psicométrica
comprende la “teoría de los tests mentales” y la “teoría y métodos de escalamiento” para decirlo
con los títulos de las obras quizás más emblemáticas.

PSICOMETRÍA Y SU RELACIÓN CON OTRAS CIENCIAS.


Una parte de los contenidos que un psicólogo está acostumbrado a ver como psicométricos serían
calificados de econométricos por un economista; de biométricos por un médico o un biólogo, etc.
Existe un núcleo común de teoría métrica y de procedimientos que se extiende formando parte de
los cimientos necesarios para el conocimiento empírico de las ciencias del comportamiento,
biológicas, sociales y de la salud. La relación más estrecha se da quizás con la medición en
educación, que usualmente puede considerarse muy estrechamente vinculada en su desarrollo a
la medición psicológica. Prácticamente, los mismos contenidos que un psicólogo considera
psicométricos forman parte para un pedagogo del campo de la medición educativa. El campo de la
medición educativa parece no diferenciarse del campo de la medición psicológica más que en
algunas cuestiones de acento.

La relación es también muy estrecha con la medición en sociología (piénsese, por ejemplo,
en la medición de actitudes sociales, quizás a través de la estrecha conexión que la psicología
social mantiene entre sociología y psicología. La teoría de la medición para la psiquiatría y para
determinadas zonas del diagnóstico y la evaluación psicológica puede considerarse indistinguible.
Aún con aspectos y zonas más distantes de la medicina, de la economía, de la biología y de otras
ciencias, el núcleo conceptual de la teoría métrica comparte muy estrechos vínculos. Esta
situación es una consecuencia del estatus epistemológico de estas ciencias y desde un punto de
vista práctico resulta muy enriquecedora.

De hecho, la naturaleza sustantiva e interdisciplinar de buena parte del conocimiento


psicométrico puede verse anecdóticamente reflejada en la procedencia y formación de
importantes autores vinculados al campo. Fechner, por ejemplo, tan asociado al origen de la
psicofísica -que es, a su vez, el punto de partida del escalamiento psicológico- fue en realidad un
filósofo que nunca se interesó por la psicofísica más que como un ejemplo que cumplía un papel
en su sistema de pensamiento. Mucho más recientemente, autores como McIver; Carmines y
Zeller, que han trabajado en cuestiones de escalamiento y teoría de la medición, son en realidad
profesores de ciencias políticas preocupados por la medición en su campo. El mismo Frederic
Mather Lord, quizás el autor más importante en buena parte de la psicometría de los últimos
cincuenta años, es, en realidad, un sociólogo reconvertido a psicólogo educativo. Rasch, uno de
los psicómetras que han traído aportaciones más eminentes y enriquecedoras es en realidad un
matemático que empezó a interesarse por razones circunstanciales por las cuestiones de
medición psicológica. La lista podría extenderse fácilmente. Estos currícula, con injertos diversos e
importantes entre diversas ciencias próximas, son verdaderamente frecuentes y probablemente
muy enriquecedores para el desarrollo del campo métrico.

Ello no significa que no existan particularidades en el terreno de la medición psicológica.


Sería bien difícil investigar el tema de las relaciones de depredación de las rapaces nocturnas
utilizando cuestionarios de autoinforme, dado que los búhos y sus congéneres no contestan
autoinformes. Allí, sería desde luego, más útil un trabajo métrico que informara cuantitativamente
sobre la composición de los despojos de sus presas que arrojan estas aves. Sin embargo, el
modelo de tratamiento métrico de la información recogida, en vistas a determinar las diversas
cadenas de depredación, quizás no es tan distinto de un problema psicológico clásico de
discriminación y clasificación de patologías.

De este modo, la mayoría de los instrumentos de medida psicológicos son explícita e


intrínsecamente psicológicos y sólo comparten sus características principales con campos
estrechamente próximos como la medición en educación. Sin embargo, las teorías de la medición
y los procedimientos de escalamiento pueden ser menos específicos de la psicología, aun siendo
específicamente psicométricos. Dicho más formalmente, los campos de la aplicación métrica y del
uso métrico suelen ser específicos de la temática científica que se está tratando; la teoría métrica
subyacente puede permanecer usualmente común.

La psicometría también se relaciona con la matemática. La psicología matemática se


caracteriza por emplear modelos matemáticos para representar fenómenos psicológicos. Un
modelo, como primera aproximación, puede definirse como una representación formalizada o
abstracta de un fenómeno. Un modelo permite efectuar predicciones contrastables que deben
comprobarse o verificarse, poniendo de manifiesto el ajuste entre el modelo y el mundo real. Un
modelo matemático es un modelo teórico expresado en lenguaje matemático, de modo que puede
utilizar las ventajas de las matemáticas para establecer consecuencias y estudiar el fenómeno.
Puede caracterizarse a la investigación como un intento por construir modelos de la realidad que
hay que someter a contrastación comparando sus consecuencias con los datos observables.
Desde un punto de vista lógico, los datos pueden refutar un modelo, pero nunca demostrarlo. Los
modelos matemáticos son una forma de expresión de teorías científicas que presentan ventajas
por su generalidad, su precisión y su poder deductivo.
Decía Rubén Ardila en una conferencia dictada en la Universidad de Valencia el 21 de
noviembre de 1988, que “la psicología se orienta hacia convertirse en una disciplina matemática”
en el sentido de que el progreso de la ciencia y la matematización de sus postulados corren
necesariamente parejos. Este punto de visto no es desde luego nada extravagante, y ya fue
expresado con toda claridad por el mismo Stevens en 1951, cuando señaló que “la estatura de
una ciencia es medida comúnmente por el grado en que hace uso de las matemáticas. Con todo,
las metemáticas no son ellas mismas una ciencia, en el sentido empírico, sino un sistema
simbólico, lógico, formal -un juego de signos y reglas. La virtud que hace a las matemáticas no
triviales, es su capacidad para servir como modelo para eventos y relaciones en el mundo
empírico”. En las afirmaciones anteriores de Stevens se encuentra una parte del concepto de
psicología matemática.
Coombs, Dawes y Tversky (1981) han caracterizado a la psicología matemática por la
utilización de métodos matemáticos en cuestiones psicológicas. Faverge (1972) ya había
destacado el papel de las matemáticas como lenguaje en el que se expfresa la psicología
matemática. Esta aproximación resalta la aplicación de las matemáticas a la psicología y la
ausencia de contenido psicológico particular de la psicología matemática, que se caracterizaría
más por un “estilo de investigación”. También Laming (1973) había abundado en este punto de
vista caracterizando a la psicología matemática por sus métodos y no por sus campos de
aplicación. La definición de psicología matemática que ofrece Seoane (1980) resalta también la no
adscripción de contenidos temáticos y el uso del lenguaje matemático como característica que
primero distinguió a esta disciplina. Restle y Greeno (1970) han destacado cómo en la psicología
matemática es la psicología la que usa las matemáticas, de modo que éstas últimas cumplen un
papel instrumental respecto a la primera, en lugar de considerar que las matemáticas son
ejemplificadas con cuestiones psicológicas. Santisteban (1982) destaca claramente la
caracterización de la psicología matemática por el método: “lo que distingue a la psicología
matemática de otras áreas de especialidad psicológica, no es el objeto de estudio, que por
supuesto es la psicología, sino el método sistemático de investigarlo, con una metodología que, a
grandes rasgos, consiste en crear teorías o modelos expresados en lenguaje matemático o de
ordenador, y utilizar la deducción lógico-matemática y la simulación para predecir y explicar las
propiedades del objeto de estudio”

Ahora bien, un modo de ver las cosas que parece extendido es considerar la psicometría como un
brazo de la psicología matemática, que estaría formada por tres grandes campos: el de la
pscioestadística; el de la psicometría y el de los modelos. Al decir de Seoane (1980) esta
clasificación se desprende de una revisión de los principales manuales sobre psicología
matemática. Esta es desde luego una clasificación académica quizás más relacionada con la
estructura eventual de un área de conocimiento que con el tipo de contenidos característicos de
esos tres grandes campos. A nuestro juicio, la estadística como una rama de la matemática, la
psicometría como una ciencia métrica específica a interdisciplinar a la vez, y los modelos
matemáticos como teorías psicológicas formales, compartiendo unas referencias metodológicas
comunes, tienen tres estatus gnoseológicos distintos. Sin embargo, hay un conjunto de
referencias comunes: el método científico, los métodos de la psicología matemática; el lenguaje
común matemático-estadístico; la orientación metodológica y el lugar de los modelos.

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