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GLOBALIZACIÓN

ANTECEDENTES

Su inicio se documenta al final del siglo XX. La globalización se define como un


proceso que integra a nivel mundial el conocimiento.
En las dos últimas décadas las formas de comunicación y comercialización mundial
han cambiado; esto se puede evidenciar tanto en países desarrollados como en
países no desarrollados, evidentemente al amparo de un desarrollo tecnológico en
los sistemas de información, el establecimiento de un nuevo orden mundial y la
reconfiguración de las variables que otorgaban jerarquía de dominio, poder o
influencia que también fueron modificadas.
Un importante grupo importante de investigadores han centrado sus trabajos en
demostrar como la globalización o “mundialización” ha sido nociva para el mundo,
a pesar de ello es innegable los beneficios de este proceso, que determino el cambio
del espacio tiempo historia a una realidad mundial, que es asociado a la post
modernidad. Esta modernidad tan cambiante y envolvente que tiene vida propia y
velocidad que permea todas los actos económicos internacionales, logrando por un
lado llevar al mundo una nueva dimensión del producto global, pero también una
nueva dimensión de los efectos globales conocidos como el efecto invernadero, la
lluvia acida, producto de los vertidos gaseosos contaminantes, la extinción de la
fauna y flora, las crisis económicas exportadas con denominación de origen como
“efecto tango”, “efecto tequila”, “efecto samba”, “burbuja inmobiliaria” ocurrida en
Estados Unidos, entre otros. Ante esta realidad es importante conocer el fenómeno
y los efectos que conlleva, ya Giddens, A., Bauman, Z., Luhman, N., Beck, U. (1996),
teorizaron que las sociedades se encuentran ante el límite de su propio progreso,
acercándose a un nivel de riesgo mundial y su auto destrucción. La globalización
llego sin que podamos detenerla, por lo cual aproximarnos a conocerla y estudiar la
forma de utilizarla a favor de la sociedad mundial es nuestro compromiso inmediato.
La agenda de desarrollo de la ONU (2012) establece que la globalización esta
incentivando la distribución desigual de la riqueza y que es una meta revertir esta
tendencia para el 2015. Esta agenda establece como objetivos: Desarrollo inspirado
en principios de derechos humanos, equidad y sostenibilidad; proponen una visión
holística alrededor de cuatro dimensiones: (1) desarrollo social incluyente, (2)
desarrollo económico incluyente, (3) sostenibilidad del medio ambiente y (4) la paz
y seguridad.
1) La Globalización como Fenómeno
Económico

Nace con el comercio internacional y se fue expandiendo hasta producir la


movilidad de los factores de producción en el mundo, redimensionando la
distribución geopolítica de los factores de producción en el mundo. La literatura da
cuenta de ello, sin embargo, existen estudios que han marcado la diferencia por su
contribución ya sea por el enfoque o por la novedosa forma de abordar su estudio
que, aunque tienen preponderancia económica no dejan de considerar las variables
sociales, políticas y tecnológicas.
Las organizaciones serán conglomerados donde el conocimiento será la base
organizacional, los países deberán cuidar su “talento” fomentando el sentido de
pertenencia y evitando la “fuga” que ha sido
ejecutada legalmente por países ricos a
través de becas integrales de trabajo y
estudio.
Drucker señala que las organizaciones en
esta nueva sociedad tendrán una influencia
mayor, inclusive internacional, con un
dominio político a veces superior al de los
estados. La fuerza laboral será de gran
importancia –señala Drucker- desde el
punto de vista del saber, los trabajadores serán demandados los países
desarrollados, pues su productividad será mayor al promedio en relación con el
resto del mundo, siendo su conocimiento, know how, o forma de hacer las cosas lo
que sea apreciado. En relación con las pensiones señalas que el promedio de vida
crecerá porque para solventar cualquier percance de salud, bastará ingresar a la
red y consultar revistas especializadas donde se expongan casos similares y
posibles causas, efectos y curas. La productividad se orientará en el saber, las
organizaciones desarrollaran la responsabilidad social, como una forma de
integración para el crecimiento económico, se refiere en su obra a un mayor
volumen del comercio internacional, también señala los altos niveles de corrupción
en el gobierno, sin embargo, la economía de mercado permanecerá como garante
de la Inter institucionalidad, el aprendizaje será transversal, las escuelas deberán
incorporar la sociedad en su conjunto. Las personas deberán insertarse en el mundo
global en el cual debe aplicar los saberes que la nueva sociedad demandará.
2) La Globalización como Fenómeno
Político

La descentración de la política como eje rector y organizador de la sociedad, no


tiene discusión alguna, las evidencias son muchas y las consecuencias alarmantes,
hasta llegar al punto de desnaturalizar la esencia de la política, si por ella
entendemos el bien común y buen gobierno; a su vez, ha traído como consecuencia
una apatía ciudadana con respecto a la cosa pública, lo que hace que hoy día el
debate político se empobrezca y la desconfianza crezca.

Un puerto seguro para desentrañar esta paradoja, es, por un lado, el largo y
pausado proceso de democratización latinoamericano, con más fuerza
procedimental que avance en lo que concierne a ampliación del espacio público; y
por otro, un sobrecogimiento de los ciudadanos
ante el alud de desafíos, puesto que recuperar el
espacio público para ampliar la democracia, exige
participación, ejercicio de sus derechos y
activación absoluta en todos los ámbitos de la
sociedad, y la ciudadanía, hasta donde
alcanzamos a observar, no está acompañando el
proceso de democratización.

Pareciera que estamos observando una


democratización sin actores, dado que existen
muchos nominalmente, pero pocos o casi nadie
en la acción política democratizadora.

¿Entonces, de donde viene la fuerza de la


democratización?

Algunos autores crítico-reflexivos se han dado a la tarea de demostrar que la


globalización y su corolario el neoliberalismo, como modelo económico, arribaron

América Latina en los inicios de los ochenta, con una capacidad arrolladora,
derribando mitos y creencias, hasta posicionarse como una nueva esperanza que
permitiría a los países latinoamericanos abandonar el subdesarrollo dentro de la
lógica y sistema capitalista, dado que si abrazaban los principios de este modelo
era posible transitar de un capitalismo limitado a otro expandido.

La idea fue cuajando y creciendo en algunos nichos, Chile fue una cabeza de playa,
al igual que México y Argentina.
Un primer paso que había que darse, era el de concebir y llevar a la práctica, un
modelo estatal de Estado mínimo y sin capacidades para promover políticas de
desarrollo; en definitiva, un estado impotente, que no ponga límites a los
mecanismos que les permiten extraer, a las grandes empresas y corporaciones,
toda la riqueza posible y el poder necesario para gobernar el mundo.

Este proceso se conoce como traspasamiento de poder, o sea, que el poder que
concentraba el Estado, los partidos políticos, sindicatos y demás expresiones
orgánicas de la sociedad, poco a poco se les vaciaría de contenido, hasta ir
concentrándose en organizaciones que en pasado eran apolíticas, pero esta vez
reclamaban, no una parte de lo que había renunciado en el ayer, sin todo,
absolutamente todo el control de la política.

Organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el banco


Mundial, muy temprano se arrogaron el derecho de señalar las políticas futuras, no
sólo en el campo de la economía, sino en políticas públicas y hasta en la forma de
cómo organizar la sociedad y el nuevo
imaginario ideológico.

Agentes sociales, dedicados más a


producir y comercializar que a ordenar
a la sociedad, se dieron a la tarea de
incursionar en el campo de la política,
subvaluando este bien público y
atesorándolo como si fuese parte de
la riqueza universal. Se intentaba
privatizar la política y de armar un
nuevo diccionario que tiñera de
positivo todo aquello que traía
desagravio y exclusión en grandes
segmentos de la sociedad.

La política la han encapsulado en una frase que llama la atención y que encierra la
idea de política de Estado, concepto que evoca imágenes de continuidad y
estabilidad en un país que soporta vaivenes y quiebres en la economía interna y
desequilibrios con respecto a su intercambio comercial y deuda externa. La
tendencia de la política de Estado es la de concertar con todos los actores políticos
(partidos políticos, órgano legislativo y cámaras empresariales) para establecer un
patrón o conducta en la administración pública, asumiendo toda la responsabilidad
de su aplicación, más no los resultados de su ejecución, por lo que los resultados
electorales no alterarían la decisión tomada. Casi siempre, basándonos en los
axiomas de los que hacen uso los neoliberales, los descalabros son para la
ciudadanía, exentando los errores los empresarios.
3) La Globalización como Fenómeno
...

Social

La responsabilidad de la sociedad con el planeta, si bien antes se responsabilizaba


a terceros de los daños globales, en este libro Beck muestra cómo se coincide no
solo en el daño causado por “todos” sino la responsabilidad de tomar acciones para
revertir o menguar estos daños. La fuerza cultural y política de esta era consiste en
el “poder del peligro” de allí el título de la sociedad del riesgo, al cual está sometido
el mundo y al que todos pertenecemos irrenunciablemente, al suprimir las zonas
protegidas nos une en una misma responsabilidad de salvarnos y con ello salvar al
resto del planeta. Sin embargo, e individuo es capaz de decidir a través de la ética
de la realización capaz de escoger, decidir
y crear que es autor de su vida, su
identidad individual, por lo cual el autor se
aproxima a la globalización como termino
que surge de la globalización, se
constituye como la validación de la
globalización a partir de significar las
diferencias locales de los entornos
mundiales. A pesar de inevitablemente
caer en el delito del reduccionismo, es
importante señalar que ir de lo global a lo
glocal representa un entramado de
relaciones políticas, económicas y sociales
que llevan a la definición de glocal sin renunciar a la influencia de la globalidad.
Beck, U. señala que existen diferencias entre globalismo, globalidad, globalización.
Globalismo refiere que el mercado mundial elimina la acción política, es decir se
trata básicamente de un modelo universal en que los actores principales son los
inversores. Globalidad es definida como el hecho de haber estado mucho tiempo
viviendo en una sociedad mundial y globalización se refiere al fenómeno por el cual
la soberanía del Estado es amenazada por actores transnacionales y está
caracterizada por la convergencia de culturas y sociedades. En esta aproximación
se identifica algunos de los alcances positivos y negativos de la globalización. La
realidad de lograr niveles de desarrollo tecnológicos inimaginables, producto de la
interconexión global potencia el conocimiento tanto de los problemas como las
soluciones, lo que ha propiciado el cambio cuántico en espacio y tiempo histórico,
en los cuales se producen los fenómenos y son conocidos por el mundo a través de
la red de comunicación.
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

ANTECEDENTES

La Revolución Industrial es el proceso de evolución que conduce a


una sociedad desde una economía agrícola tradicional hasta otra caracterizada
por procesos de producción mecanizados para fabricar bienes a gran escala. Este
proceso se produce en distintas épocas dependiendo de cada país.
En la segunda mitad del siglo XVIII, en Inglaterra, se detecta una transformación
profunda en los sistemas de trabajo y de la estructura de la sociedad. Es el
resultado de un crecimiento y de unos cambios que se han venido produciendo
durante los últimos cien años; no es una revolución repentina, sino lenta e
imparable. Se pasa del viejo mundo rural al de las ciudades, del trabajo manual al
de la máquina. Los campesinos abandonan los campos y se trasladan a las
ciudades; surge una nueva clase de profesionales.
El concepto "revolución industrial" abarca dos fases: la primera Revolución (siglo
XVIII y XIX) y su inevitable continuación, la Segunda Revolución Industrial (siglos
XIX y parte del XX).
Los cambios que esta Primera Revolución industrial produce son
de carácter irreversible, y alteran definitivamente las estructuras sociales y
económicas previas.

El país donde, por primera vez se produce esta acumulación de cambios, es en


Inglaterra a finales del siglo XVIII; los niveles de producción y progreso alcanzados
por este país serán pronto imitados por el resto de las potencias europeas, pero la
incorrecta o incompleta combinación de los factores no les permitirá alcanzar las
cotas inglesas. Por lo que hablar de factores de la revolución industrial es hablar del
caso inglés.
La vida social y las actividades económicas sufrieron cambios significativos por la
aplicación de los progresos de la ciencia y la técnica en la industria.
Esta revolución viene a ser un proceso de cambio constante y crecimiento continuo
donde intervienen varios factores: las invenciones técnicas ( tecnología) y
descubrimientos teóricos, capitales y transformaciones sociales ( economía),
revolución de la agricultura y al ascenso de la demografía. Estos factores se
combinan y potencian entre sí, no se puede decir que exista uno que sea
desencadenante.
Los medios de comunicación, los transportes y la metalurgia también mostraron
grandes avances como consecuencia de esta revolución.
1) Revolución Científica
Todo comenzó con el De revolucionibus orbium coelestium, publicado en 1543
cuando su autor, Copérnico, acababa de morir. El prologuista y editor, Andreas
Osiander, quitaba importancia a la obra, afirmando que sólo contenía hipótesis que
permitan calcular los movimientos celestes, pero que no pretendía que tales
hipótesis fueran verdaderas, ni incluso verosímiles». Desde luego, ésa no era la
opinión de Copérnico, pero se evitó el escándalo. La gran batalla comenzó cuando
Kepler y Galileo defendieron públicamente la hipótesis copernicana del
heliocentrismo.
Por supuesto, la astronomía no es toda la ciencia del Renacimiento -y los trabajos
de Galileo dan prueba de ello-, pero es allí donde se realiza la revolución científica,
es decir, el cambio de modelo o "paradigma científico": el modelo aristotélico
ptolemaico, que había valido durante catorce siglos, es substituido por otro "modelo"
científico. ¿Por qué sucedió esto? En primer lugar, el sistema antiguo parecía cada
vez más insuficiente para explicar los
hechos. En segundo lugar, se retornó a los
ideales científicos del platonismo y
pitagorismo (que habían reaparecido con
singular fuerza durante el Renacimiento).
Esta última motivación es particularmente
notable en Kepler, aunque tampoco está
ausente en Galileo, quien confiesa que “en
muchas ocasiones soy filósofo pitagórico.”

El texto más conocido de Galileo es,


evidentemente, de inspiración platónico-
pitagórica. Los aristotélicos, en efecto,
consideraban que las matemáticas eran
una ciencia secundaria que no podía valer
para interpretar la realidad (justamente por ser una ciencia abstracta). Galileo, en
cambio, en la misma línea que Leonardo da Vinci, piensa que las matemáticas son
el lenguaje mismo de la realidad.

Así pues, el renacimiento del platonismo y del pitagorismo propició la revolución


científica. La revolución científica fue un largo proceso creativo que supuso una
transformación profunda en tres campos distintos: la imagen del Universo, la
concepción de la ciencia, la metodología científica. Trajo también consigo
numerosas implicaciones religiosas e ideológicas.
2) Revolución Técnica (Tecnológica)

La acumulación de capacidades se refiere al potencial de resolver problemas y de


construir estructuras que los solucionen con las propias fuerzas y con su propio
ingenio. Un tren de alta velocidad entre Bs.As. y Rosario, importado de los chinos
que proveen el diseño, la ingeniería, la construcción y la provisión del equipamiento
no significa un gran desarrollo si ello no involucra la asimilación y propiedad de la
tecnología. Sería un verdadero desarrollo cuando se tiene la capacidad de construir
una red de trenes de alta velocidad, instalar las vías, construir máquinas y vagones
etc. Las capacidades sociales se refieren a la educación, la investigación de Ciencia
y Tecnología, la salud pública, la seguridad, la justicia, etc. Cualquiera puede inferir
el extraordinario peso de estos temas en el desarrollo de un país.
Hay que señalar que estamos en pleno
desarrollo del 5° ciclo, cuyo final se
podría suponer (si es que se mantiene
la regularidad observada) entre los
años 2025 y 2035. Más importante que
la fecha del inicio del 6° ciclo sería
poder adivinar cuál será el nuevo
paradigma que lo regiría. Al respecto
se habla de la Biotecnología, de la
Nanotecnología, de las Energías No
Convencionales y Renovables, de la
Conservación del Medio Ambiente. A la luz de los conceptos enunciados en el
cuadro 1 no se observa por ahora si alguno de los temas. A pesar de la fuerte
incertidumbre, la idea de Pérez de apostar al futuro y no tratar de engancharse en
el pasado reciente sigue siendo razonable, pues de esta manera se podría participar
del período de bonanza del próximo paradigma. Esta estrategia parece suponer que
cada ciclo es independiente de los ciclos precedentes y de los posteriores. Sin
embargo, algunas de las innovaciones de un ciclo prolongan su vida útil por varios
ciclos (aunque pueda serlo con menor importancia). Por ejemplo, la locomotora a
vapor (innovación del 2° ciclo mantuvo su vigencia en el 3er. ciclo y parte del 4°.
Luego fue reemplazada por las locomotoras diésel, diésel-eléctricas y eléctricas.
Por otra parte, los ferrocarriles con los cambios de la propulsión, aunque muy
disminuidos y con un uso más restringido y especializado, siguen todavía vigentes
aún. La tendencia actual es intensificar el desarrollo de los trenes de alta velocidad,
que en ciertas distancias compiten favorablemente con la aviación.
3) Revolución Técnica (Tecnológica)

La diferencia entre el punto de vista "permanente" y el de Lenin hallaba su expresión


en la contraposición entre la consigna de la dictadura del proletariado, apoyada en
los campesinos, y la de la dictadura democrática del proletariado y los campesinos.
El problema debatido referías no a la posibilidad, ni a la necesidad de una alianza
entre obreros y campesinos, sino a la mecánica política de la colaboración del
proletariado y de los campesinos en la revolución democrática. Radek, con una
excesiva intrepidez, por no decir ligereza, dice que sólo aquellos que no habían
reflexionado sobre la complejidad de los métodos del marxismo y del leninismo
podían plantear la cuestión de la expresión política y de partido de la dictadura
democrática, puesto que, según él, Lenin reducía toda la cuestión a la colaboración
de dos clases en aras de fines históricos objetivos. No; no es así. Si prescindimos
completamente, ante el problema discutido, del factor subjetivo de la revolución ––
de los partidos y sus programas––, de la forma política y de organización de la
colaboración del proletariado y de los
campesinos, desaparecerán todas las
divergencias, no sólo entre Lenin y yo ––
divergencias que reflejaban tan sólo dos
matices dentro del ala revolucionaría––,
sino, lo que es mucho peor, las existentes
entre el bolchevismo y el menchevismo, y
desaparecerá asimismo la diferencia que
separa la Revolución rusa de 1905 y las
revoluciones de 1848, y aun la de 1789,
en la medida en que con respecto a esta
última cabe hablar de un proletariado.
Todas las revoluciones burguesas se han fundado en la colaboración de las masas
oprimidas de la ciudad y del campo. Esto era lo que daba a aquéllas, en mayor o
menor grado, un carácter nacional, o sea, de participación de todo el pueblo. Tanto
teórica como políticamente, el debate versaba, no sobre la colaboración de los
obreros y campesinos, en su condición de tales, sino del programa de dicha
colaboración, de sus formas de partido y de sus métodos políticos. En las antiguas
revoluciones, los obreros y campesinos "colaboran" bajo la dirección de la burguesía
liberal o de su ala democrática pequeña burguesa. Lenin planteaba la cuestión de
una alianza de obreros y campesinos, irreconciliablemente opuesta a la burguesía
liberal. La historia no había presenciado nunca semejante alianza. Se trataba de
una experiencia, nueva por sus métodos, de colaboración de las clases oprimidas
de la ciudad y de campo. Por esta misma razón, planteábase también como
novedad el problema de las formas políticas de colaboración.
CRISIS DEL MODELO
CIVILIZATORIO

ANTECEDENTES

Existe un amplio consenso en torno al hecho de que estamos viviendo una crisis
global. Pero ¿de qué crisis estamos hablando? Evidentemente no nos encontramos
ante una crisis sólo financiera, ni ante una más de las crisis cíclicas que han
caracterizado históricamente a la economía capitalista. Como afirma Armando
Bartra, se trata de una crisis sistémica, no coyuntural, cuya novedad “radica en la
pluralidad de dimensiones que la conforman; emergencias globales mayores que
devienen críticas precisamente por su origen común y convergencia”.1 Una crisis
que es simultáneamente medioambiental, energética, alimentaria, migratoria,
bélica, y económica. No se trataría así, de un nuevo ciclo recesivo del capitalismo,
sino de un “quiebre histórico”.2 En este quiebre histórico el asunto fundamental que
está en juego no es si el capitalismo podrá o no recuperarse (lo más probable es
que lo hará en alguna medida), sino la interrogante mucho más crucial de si la vida
humana en el planeta podrá sobrevivir al capitalismo y su modelo de
crecimiento/destrucción sin fin. Se trata de una profunda crisis civilizatoria. El patrón
del desarrollo y el progreso ha encontrado su límite. A pesar de que una elevada
proporción de la población no tiene acceso a las condiciones básicas de la vida, la
humanidad ya ha sobrepasado los límites de la capacidad de carga de la Tierra. Sin
un freno a corto plazo de este patrón de crecimiento desbordado y una reorientación
hacia el decrecimiento, la armonía con el resto de la vida y una radical redistribución
del acceso a los bienes comunes del planeta no está garantizada la continuidad de
la vida humana a mediano plazo. Este texto está dividido en cuatro partes. En la
primera se realiza una caracterización panorámica de la crisis del actual patrón
civilizatorio hegemónico a partir de la exploración de las implicaciones que tiene el
haber llegado a los límites físicos del planeta. En la segunda se exploran algunas
de las principales (insostenibles) tendencias del régimen global de producción de
alimentos. En la tercera parte se exploran las formas en las cuales los gobiernos de
izquierda y/o “progresistas” de América del Sur responden ante esta crisis
civilizatoria. En la cuarta parte se exploran algunos de los ámbitos y sujetos de la
resistencia y construcción de alternativas en los ejes principales de las
confrontaciones civilizatorias de nuestro tiempo.
El Planeta y sus cambios Climáticos

El debate sobre el cambio climático, sobre si está o no aumentado la temperatura


de la atmósfera terrestre, así como las controversias sobre el origen antropogénico
de estas transformaciones ha, en lo fundamental, concluido. Hay un amplio
consenso científico global sobre el hecho de que la temperatura de la atmósfera se
está elevando peligrosamente y que esto es consecuencia principalmente de la
actividad humana. Sólo algunas empresas y think tanks, defensores
fundamentalistas del libre mercado -especialmente en los Estados Unidos
argumentan o que no hay tal cosa como cambio climático, o que éste es producto
de procesos naturales que nada tienen que ver con la actividad humana. Se
continúan gastando millones de dólares en reuniones de expertos, conferencias,
campañas publicitarias y cabildeo destinados a impedir políticas de regulación
ambiental, por el daño que éstas harían a la economía. Ante la evidencia creciente
de la existencia de alteraciones profundas en los patrones climáticos globales, el
Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA) y la
Organización Meteorológica Mundial
(OMM) crearon, en el año 1988, el
Grupo Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático
(IPCC). Su mandato era el de analizar
toda la información científica
disponible sobre el cambio climático,
las principales polémicas en torno a
sus causas (naturales o
antropogénicas), el análisis de sus
impactos ambientales y socioeconómicos y la formulación de propuestas. Desde su
creación el IPCC ha producido cuatro informes globales sobre el cambio climático
(1990, 1995, 2001, y 2007). En estas dos décadas, estos informes se han convertido
en la referencia obligatoria de toda discusión sobre el cambio climático global. Estos
sucesivos diagnósticos presentan caracterizaciones cada vez más alarmantes y con
crecientes niveles de confianza respecto a la severidad de los cambios climáticos
ocurridos y las tendencias a que estos se intensifiquen. A pesar de que estos
informes tienen un fuerte sesgo conservador por la necesidad de pasar por
sucesivos filtros| hasta llegar a un amplio consenso por parte de los representantes
gubernamentales, el panorama que presentan es extraordinariamente alarmante.
Nuevas modalidades de desposesión de la
tierra agrícola

Nuevas modalidades de desposesión de la tierra agrícola En los últimos años se


han extendido nuevos patrones de desposesión de la tierra que constituyen severas
amenazas al acceso a alimentos por parte de las poblaciones del Sur. La primera
es la utilización de alimentos como el maíz, azúcar de caña, aceites vegetales y
tierras cultivables para la producción de biocombustibles. Con el argumento de que
se trata de un combustible verde que contribuiría a la disminución del consumo de
combustibles fósiles y con ello a la reducción de los gases de efecto invernadero,
tanto los Estados Unidos como la Unión Europea han establecido normas para la
incorporación obligatoria de biocombustibles en la gasolina vendida en sus
territorios. No está claro que el balance entre
los gases de efecto invernadero que se dan
como consecuencia de la deforestación o
del uso de energía en la producción sea
efectivamente “verde”. Sin embargo, esta
producción está ejerciendo una enorme
presión sobre la disponibilidad de alimentos.
Se calcula que para el año 2010, 28% del
maíz cultivado en los Estados Unidos se
destinará a la producción de
biocombustibles. Para cumplir con las metas
de producción de biocombustibles que han
fueron fijadas por el gobierno de Bush, sería
necesaria destinar para ello prácticamente la
totalidad del maíz producido en dicho país. Incluso el Banco Mundial ha reconocido
que los biocombustibles limitan el acceso a los alimentos por la vía de los precios.
De acuerdo con un informe interno de dicho banco al cual tuvo acceso el periódico
The Guardian, los biocombustibles explican hasta el 75% del incremento del precio
de los alimentos (2007-2008), con lo cual 100 millones de personas adicionales
bajaron de la línea de pobreza. Según este informe, otros factores como al
incremento de la demanda debidos a los mayores volúmenes de importación de
alimentos por parte de China e India, al aumento de los precios de los combustibles
y fertilizantes o las sequías en Australia, habrían jugado un papel muy secundario.
Otra expresión contemporánea de la lógica de acumulación por desposesión es la
compra masiva de tierras por parte de gobiernos y empresas de países ricos en
otros territorios, con el fin garantizar a futuro la producción de alimentos para la
propia población. Hay muchos ejemplos de esta práctica, pero el caso más
escandaloso fue el acuerdo firmado entre la transnacional surcoreana Daewoo y el
gobierno del Presidente Ravalomanana de Madagascar. Mediante éste, la empresa
utilizaría un total de 1,3 millones de hectáreas de tierras agrícolas por 99 años para
sembrar maíz y aceite de palma para enviar a Corea de Sur. Se trata de un acuerdo
colonial mediante el cual uno de los países más ricos y mejor alimentados del
mundo se apropiaba de aproximadamente la mitad de las tierras cultivables de un
país pobre en el cual se calcula que aproximadamente la mitad de los niños
menores de cinco años está desnutrida. El rechazo al acuerdo culminó en el
derrocamiento del gobierno de Madagascar antes de que éste se implementase.

Nuevas Propuestas

A partir del reconocimiento de la profunda crisis civilizatoria actual y de los límites


del planeta, cualquier proyecto de transformación social democrática, profunda y
viable tiene necesariamente que plantearse con radicalidad alternativas a la lógica
depredadora de esta sociedad del progreso y de sometimiento/explotación de la
llamada “naturaleza”. Esto exige, en primer lugar, una opción anticapitalista, en la
medida en que la lógica de la acumulación del capital implica una dinámica de
permanente expansión, de incorporación de cada vez más territorios, recursos,
energías, mercados y fuerza de trabajo, un patrón de crecimiento sin fin que ha
dejado de ser compatible con la vida humana en el planeta. El capitalismo o crece,
o entra en crisis. No es concebible un capitalismo con crecimiento cero, menos aún
un capitalismo de decrecimiento. Pero el anticapitalismo ya no es suficiente. Si bien
el capitalismo ha sido la expresión más plena de la sociedad de crecimiento sin fin
y guerra contra las condiciones que hacen posible la vida, no agota este modelo
civilizatorio. Como lo demostró la experiencia soviética el siglo pasado, una
sociedad sin propiedad privada puede ser tan desarrollista, productivista y
depredadora como el capitalismo. En este nuevo tiempo histórico, ni los retos que
confrontamos son los mismos del siglo pasado, ni las herramientas teórico-
conceptuales pueden ser las mismas. El reconocimiento de los límites del planeta
nos impone nuevas exigencias epistemológicas: no podemos pensar a la “sociedad”
como algo separado de la “naturaleza”, ni aceptar las pretensiones de la economía
de hacer caso omiso de las dimensiones necesaria e inevitablemente materiales de
la producción. Como afirma Enrique Leff, se trata en primer lugar de una crisis de
conocimiento, de un patrón de conocimiento “a través de las cuales la humanidad
ha construido el mundo y lo ha destruido por su pretensión de universalidad,
generalidad y totalidad; por su objetivación y cosificación del mundo.”84 Igualmente,
las confrontaciones entre modelos de sociedades alternativas en pugna no pueden
ser pensadas -como lo hizo el imaginario lineal eurocentrado europeo del siglo XIX-
en un eje maestro de izquierda a derecha capaz de aglutinar en su torno a la mayor
parte de los asuntos más significativos de la vida social.85 Son posibles, por
ejemplo, proyectos políticos nacionales radicalmente antiimperialistas que sean a la
vez socialmente conservadores, poco democráticos y profundamente patriarcales,
como lo demuestra el caso de Irán. Son posibles procesos político/sociales que,
desde el punto de vista económico y geopolítico contribuyan a socavar al orden
global unipolar, y que sean simultáneamente expresión de la expansión de las
relaciones de producción/explotación/depredaciones capitalistas en sus formas más
crudas, como ocurre en la actualidad en China. Son igualmente posibles procesos
de democratización de la sociedad, con mayor equidad y la ampliación de la
organización y participación popular, sin cuestionar los patrones civilizatorios
hegemónicos ni las relaciones dicotómicas sociedad/naturaleza.

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