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La evolución humana (u hominización) explica el proceso de evolución biológica de

la especie humana desde sus ancestros hasta el estado actual. El estudio de dicho
proceso requiere un análisis interdisciplinar en el que se aúnen conocimientos
procedentes de ciencias como la genética, la antropología física, la paleontología, la
estratigrafía, la geocronología, la arqueología y la lingüística.

El término humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos del


género Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana incluyen otros
homininos, como Ardipithecus, Australopithecus, etc. Los científicos han estimado que
las líneas evolutivas de los seres humanos y de los chimpancés se separaron hace entre 5
y 7 millones de años. A partir de esta separación la estirpe humana siguió ramificándose
originando nuevas especies, todas extintas actualmente a excepción de Homo sapiens.

Australopithecus (del latín «australis», del sur, y del griego «πίθηκος» pithekos, mono;
castellanizado, australopiteco) es un género extinto de primates homínidos. Vivió en África
desde hace algo más de 4 millones de años hasta hace unos 2 millones de años, del
Zancleaniense (Plioceno inferior) al Gelasiense (Pleistoceno inferior). La mayor novedad
aportada por los australopitecos es que se desplazaban de manera bípeda. El tamaño de su
cerebro era similar al de los grandes simios actuales. Vivían en las zonas tropicales de África,
alimentándose de frutas y hojas. Existe consenso en que los australopitecos jugaron un papel
esencial en la evolución humana al ser una de las especies de este género que dio origen al
género Homo en África hace unos 2 millones de años, el cual a su vez dio origen a las especies
Homo habilis,

Homo habilis es un homínido extinto que vivió en África desde hace aproximadamente
1,9 hasta 1,6 millones de años antes del presente, en las edades Gelasiense y
Calabriense (principios a mediados del Pleistoceno). El descubrimiento de esta especie
se debe a Mary y Louis Leakey, quienes encontraron los fósiles en Tanzania, África,
entre 1962 y 1964. Cuando fue descubierto se le consideró como la especie más antigua
del género Homo, puesto ocupado después por H. rudolfensis.

Su nombre significa "hombre habilidoso" y hace referencia al hallazgo de instrumentos


líticos probablemente confeccionados por éste. Se han realizado estudios detallados de
los restos óseos de sus manos para verificar si realmente sería posible que este Homo los
hubiera realizado. Los científicos concluyeron que era capaz de prensión de agarre para
realizar las manipulaciones necesarias en la fabricación de utensilios de piedra;
probablemente, era carnívoro oportunista.

El Homo erectus es un homínido extinto, que vivió entre 1,8 millones de años y
300.000 años antes del presente (Pleistoceno inferior y medio). Los H. erectus clásicos
habitaron en Asia oriental (China, Indonesia). En África, se han hallado restos de fósiles
afines que con frecuencia se incluyen en otra especie, Homo ergaster; también en
Europa, diversos restos fósiles han sido clasificados como H. erectus, aunque la
tendencia actual es a reservar el nombre H. erectus para los fósiles asiáticos.[1]Era muy
robusto y tenía una talla elevada, casi 1,80 m de medida. El volumen craneal era muy
variable, entre 800 y 1200 cm3 (la media fue aumentando a lo largo de su dilatada
historia). Poseía un marcado toro supraorbitario y una fuerte mandíbula sin mentón,
pero de dientes relativamente pequeños. Presentaba un mayor dimorfismo sexual que en
el hombre moderno.
Homo sapiens es la denominación científica, desde el punto de vista biológico, de la
especie animal constituida por los seres humanos.

Es también llamada genéricamente como el hombre o los hombres, aunque ese término
generalmente se reserva específicamente a los individuos de sexo masculino.[1] Sus
capacidades mentales le permiten inventar, aprender y utilizar estructuras lingüísticas
complejas, matemáticas, escritura, ciencia, tecnología. En comparación con otros
animales son entes bastante sociales, capaces de concebir, transmitir y aprender
conceptos totalmente abstractos. Hasta lo que hoy se sabe, ha sido el único ser vivo
terrícola en visitar otro cuerpo del Sistema Solar; concretamente la Luna, y aún no se
tiene evidencia de que exista otra forma de vida con dichas capacidades -o superiores-
en el universo.

El Hombre de Cro-Magnon es el nombre con el cual se suele designar al tipo humano


correspondiente a ciertos fósiles de Homo sapiens (es decir, la especie humana actual),
en especial los asociados a las cuevas de Europa en las que se encontraron pinturas
rupestres. Suele castellanizarse y abreviarse como cromañón, sobre todo para su uso en
plural (cromañones). Cro-Magnon es la denominación local de una cueva francesa en
la que se hallaron los fósiles a partir de los que se tipificó el grupo. Su datación (40.000
y 10.000 años de antigüedad) se toma como el hito que da comienzo al Paleolítico
superior desde el punto de vista antropológico, mientras que el límite moderno no lo
marca la aparición de ninguna modificación física, sino ambiental y cultural: el fin de la
última glaciación y el comienzo del actual periodo interglacial (periodo geológico
Holoceno), con los periodos culturales denominados Mesolítico y el Neolítico.

El uso del concepto "hombre de Cro-magnon" como alternativo a otras denominaciones


está abandonado por los prehistoriadores y paleontólogos en la actualidad, aunque
puede encontrarse su uso en las publicaciones, normalmente como sinónimo de "homo
sapiens" en el paleolítico, sin más precisiones.

El Hombre de Cro-Magnon es el nombre con el cual se suele designar al tipo humano


correspondiente a ciertos fósiles de Homo sapiens (es decir, la especie humana actual),
en especial los asociados a las cuevas de Europa en las que se encontraron pinturas
rupestres. Suele castellanizarse y abreviarse como cromañón, sobre todo para su uso en
plural (cromañones). Cro-Magnon es la denominación local de una cueva francesa en
la que se hallaron los fósiles a partir de los que se tipificó el grupo. Su datación (40.000
y 10.000 años de antigüedad) se toma como el hito que da comienzo al Paleolítico
superior desde el punto de vista antropológico, mientras que el límite moderno no lo
marca la aparición de ninguna modificación física, sino ambiental y cultural: el fin de la
última glaciación y el comienzo del actual periodo interglacial (periodo geológico
Holoceno), con los periodos culturales denominados Mesolítico y el Neolítico.

El uso del concepto "hombre de Cro-magnon" como alternativo a otras denominaciones


está abandonado por los prehistoriadores y paleontólogos en la actualidad, aunque
puede encontrarse su uso en las publicaciones, normalmente como sinónimo de "homo
sapiens" en el paleolítico, sin más precisiones.

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