Você está na página 1de 1

VI.4.

SOBREDETERMINACIÓN DE LA CONDUCTA

Toda conducta está dirigida al cumplimiento de determinados objetivos, es


decir que es intencional (vale decir, motivada). Ello significa que todo acto
psicológico debe considerarse instrumental con respecto a un objetivo
determinado. Dicho supuesto básico se resume bajo el rótulo de “dinámico”.
Dicho de otro modo, la conducta sirve a determinadas necesidades, impulsos y
propósitos.

Pero el punto de vista dinámico es algo más que una simple concepción
motivacional, ya que interpreta la conducta como resultante de fuerzas que
actúan en forma concertada y suelen entrar en conflicto. Se basa en la premisa
básica de que ninguna conducta (con excepción, quizá, de los reflejos y
respuestas simples) es el mero resultado de un motivo, impulso o propósito
único. Por el contrario, siempre intervienen dos o más de esos elementos.
Cuando estas fuerzas actúan en forma concertada, decimos que la conducta
está sobre determinada o bien que rige principio de la función múltiple;
cuando actúan en disonancia, decimos que hay un conflicto. El punto de vista
adoptado nos impone dos tipos de supuestos: 1) cuando el paciente dice:
“Odio a mi padre”, suponemos que está dando expresión a un sentimiento
ambivalente (vale decir, un conflicto) y que está afirmando, asimismo:
“También amo a mi padre”; 2) cuando dice: “Odio a mi padre porque me
aterroriza la perspectiva de parecerme a él”, suponemos que existen también
otras razones (sobre determinación), por ejemplo: “...porque me aterroriza la
perspectiva de no parecerme a él”.

Você também pode gostar