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En los medios biológicos las corrientes a baja frecuencia viajan mejor en el espacio extracelular,
mientras que las corrientes a altas frecuencias atraviesan las dos áreas, tanto el medio extracelular
como el intracelular.
Por otro lado, el volumen del medio biológico (V; cm3) puede ser expresado como:
L2
V =ρ
Z
Donde la resistividad ρ (Ω*cm) describe cómo el medio biológico se opone al flujo de corriente
eléctrica y L es la longitud del medio. Dicha ecuación es la base de la aplicación de la medida de
bioimpedancia en la estimación de la composición corporal.
2.2. Propiedades eléctricas de los tejidos biológicos.
El componente más importante de las células es su membrana celular, cuya estructura se basa en
una bicapa lipídica en la cual se encuentran distribuidas proteínas, permitiendo la formación de
canales para un intercambio iónico con el exterior.
Por sus componentes moleculares, la membrana celular actúa como una interfaz dieléctrica y puede
ser considerada como las placas de un condensador. Se establece así un modelo eléctrico
equivalente en el que se considera un condensador en paralelo con una resistencia. El condensador
es análogo al volumen intracelular y la resistencia equivale al volumen extracelular.
Cuando se aplica un campo eléctrico constante, los iones cargados eléctricamente se mueven y se
acumulan en ambos lados de la membrana. Sin embargo, cuando el campo es alterno, al aumentar la
frecuencia, aparecen corrientes de desplazamiento a través de la pared celular, produciendo un
fenómeno de relajación.
Las características eléctricas de los tejidos vendrán determinadas por una parte por las
características de la célula (sus propias características eléctricas, su integridad, la normalidad de las
mismas), así como por el contenido de agua de los fluidos intracelulares y extracelulares, sin olvidar
los efectos de doble capa que aparecen al tratar con agrupaciones homogéneas de elementos como
es el caso.
2.3. Bioimpedancia en frecuencia
La primera de estas zonas se encuentra en frecuencias entre los 10 Hz y unos pocos kHz y es
denominada dispersión α. Esta dispersión se encuentra asociada con las interfaces entre los tejidos,
como la membrana celular.
La segunda zona conocida como dispersión β se sitúa entre 1 KHz y las centenas de Mhz. Esta zona
se caracteriza por la polarización de la membrana celular, de proteínas y de otras macromoléculas
orgánicas.
Se puede observar que cuando la frecuencia varía de 0 a infinito se genera un semicírculo que cruza
el eje real en dos puntos con una reactancia máxima en f c, frecuencia característica. En frecuencias
bajas, la resistencia extracelular del tejido es dominante y la impedancia tiene una magnitud elevada
sobre el eje real y una fase pequeña. Al incrementar la frecuencia, la capacidad de la membrana
celular aumenta su reactancia, disminuyendo de esta manera la magnitud total e incrementando la
fase. Por debajo de la frecuencia característica, la magnitud y el ángulo de fase decrecen hasta que a
muy altas frecuencias la reactancia se hace despreciable.
El modelo es una reproducción que esquematiza y refleja las características de la realidad, lo cual
posibilita su investigación. El modelo debe cumplir un determinado nivel de similitud estructural y
funcional con la realidad, de manera que nos permita extrapolar los datos obtenidos en el modelo al
objeto en cuestión.
El modelo debe ser operativo y mucho más fácil de estudiar que el fenómeno real. El modelo se
debe poder transformar y someter a diversos estímulos con vistas a su estudio, lo que debe resultar
más económico que estudiar el sistema real. Un mismo fenómeno de la realidad puede ser
representado por varios modelos.
Así pues, las diferentes concepciones teóricas pueden dar lugar a diferentes explicaciones y
diferentes modelos sobre el mismo fenómeno real. Con frecuencia cada modelo refleja algunas de
las relaciones del fenómeno, quedando otras características importantes sin ser representadas. Esto
hace necesario que se recurra a diversos modelos sobre el mismo fenómeno para poder abarcar todo
el conjunto de sus relaciones y características importantes. Por supuesto, que el objetivo último del
investigador es encontrar el modelo más general e integral, aquel que permita explicar el mayor
número de propiedades y relaciones fundamentales del sistema.
Con el modelo teórico se debe poder explicar un conjunto de situaciones, de procesos o fenómenos
de la realidad. Cualquier modelo teórico tiene la finalidad no sólo de explicar procesos o hechos
conocidos, sino pronosticar los desconocidos. Su capacidad predictiva depende en buena medida de
su coherencia lógica; mientras más conclusiones puedan derivarse del modelo mayor es su
capacidad de predicción.
En este sentido, y con el objetivo de simplificar la complejidad de los medios biológicos se han
planteado numerosos modelos que describen y predicen su comportamiento al paso de una corriente
eléctrica.
Por medio de este modelo se pueden precisar las magnitudes de interés para la caracterización de un
medio biológico, a través de la conductividad (σ) y la permitividad (ε), y en concreto de su
evolución frecuencial.
⃗ =ε 0 E
D ⃗+ ⃗ ⃗
P =ε E
Como indica esta ecuación, hay una relación directa entre la polarización del dieléctrico y la
variación de la permitividad del mismo. Por lo tanto es posible obtener una relación entre la
expresión del cambio de la polarización y de la permitividad ante una excitación senoidal con
frecuencia ω. En las dos siguientes ecuaciones se muestra el modelado de este comportamiento.
P s−P ∞
P ω =P ∞+
1+ j ω τ
ε −ε∞
εω =ε∞+ s
1+ j ω τ
ε s−ε∞ j σs
ε=ε∞ + −
1+ j ω τ ωε0
j σs Δ ε1 Δ ε2 Δ ε3
εω =ε∞− + + + +.....=ε ' + jε ' '
ωε0 1+ j ω τ1 1+ j ω τ2 1+ j ω τ3
Figura 5: Representación de la ecuación de Deybe: Diagrama de Bode y Nyquist para un dieléctrico. (Imagen
adaptada de [18])
Si estas constantes de tiempo no están suficientemente separadas, y vienen dadas por dispersiones
dentro del mismo mecanismo que produce una determinada relajación, se tendría una relajación
dieléctrica más ancha, que cumplirá la siguiente expresión.
∞ ρτ
ε=ε∞ +(ε s−ε∞ )∫0 dτ
1+ j ω τ
-Circuito equivalente.
Los modelos equivalentes están basados en una célula inmersa en un medio iónico, donde una
resistencia representa el medio extracelular, una capacidad está relacionada con la membrana
celular y una resistencia representa al medio intracelular.
Figura 6: Circuitos eléctricos que representan la ecuación de Deybe
ε s−ε∞ j σs
ε=ε∞ + 1−α
−
jω ω ε0
1+( )
ωs
En esta ecuación el parámetro α brinda información sobre el grado de dispersión de las constantes
de tiempo asociadas al fenómeno de la relajación dieléctrica. Si α= 0, indica que sólo hay una
constante de tiempo y la expresión compleja de la permitividad coincide con la ecuación de Debye.
La dispersión de las constantes de tiempo aumenta al hacerlo este parámetro, dándonos una idea
del grado de homogeneidad del dieléctrico. La ecuación que rige esta distribución de constantes,
para el modelo de Cole-Cole está dada por la siguiente expresión.
1 sen (α π)
ρτ =
2 π cos h[(1−α) ln ττ ]−cos (α π)
c
La frecuencia fc ligada a la constante de tiempo media de esta distribución esta descrita por:
1
fc=
2 π τc
σ s−σ∞
σ=σ∞ + + j ω ε0 ε ∞
ω 1−α
1+(− j )
ωc
R0−R∞
Z =R∞+
ω 1−α
1+(− j )
ωc
Siendo posible utilizar cualquiera de estas ecuaciones para modelar el comportamiento de los
materiales dieléctricos.
Los valores de la parte real de la impedancia del espacio extracelular (R), la parte real de la
impedancia del espacio intracelular (S) y la capacidad (C) son calculados a partir de la ecuación de
Cole, por medio de las siguientes igualdades:
R= R0
1
S=
1 1
−
R∞ R
1
C=
2 π f c ( R+S )
-Circuito equivalente.
Tanto el modelo de Debye como el de Cole-Cole, los podemos encontrar con una descripción más
detallada en [19],[20].