Tras una lectura detenida de las diferentes definiciones propuestas sobre DIDÁCTICA,

prácticamente todas ellas se refieren a una ciencia o disciplina centrada en aspectos educativos
y de enseñanza. Las que me han parecido más acertadas son las siguientes:

1) Gervilla, A. (2000): Ciencia de la educación que estudia todo lo relacionado con la enseñanza:
diseño de las mejores condiciones, ambiente, clima, para conseguir un aprendizaje excepcional
y el desarrollo completo del alumno.

2) Sevillano, M. L. (2004): Ciencia teórico-normativa que guía de forma intencional el proceso

optimizador de la enseñanza-aprendizaje, en un contexto determinado e interactivo,
posibilitando la aprehensión de la cultura con el fin de conseguir el desarrollo integral del
estudiante.

3) Martín Molero, F. (1999): Disciplina pedagógica que analiza, comprende y mejora los
procesos de enseñanza-aprendizaje, las acciones formativas del profesorado y el conjunto de
interacciones que se generan en la tarea educativa.

Las dos primeras definiciones las he seleccionado porque tienen como objetivo común el
desarrollo completo del alumno, lo cual creo que debe ser la base de toda intención educativa
y propósito de cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje. Este desarrollo integral del
aprendiente englobaría no solo la adquisición de conocimientos genéricos y específicos, sino
también la conquista de aquellas estrategias que le permita ser autónomo, seguro y capaz de
aprender de forma independiente a lo largo de toda su vida. Se trata de unas destrezas y
habilidades que le ayudarán a enfrentarse a los cambios constantes y a los retos del siglo XXI en
un entorno cada vez más diverso y complejo. Con respecto a esta diversidad, he de mencionar
que la aportación de Medina Rivilla (2002) me parece fundamental para la sociedad actual ya
que tiene en cuenta “el aprendizaje formativo de los estudiantes en los más diversos contextos”.

De acuerdo con Gervilla (2000), el clima y las condiciones que rodean al alumno son
fundamentales para el logro de su aprendizaje. Sin duda, un entorno agradable y motivador es
importante para que este se consiga con eficacia.

La definición de Martín Molero me ha parecido muy interesante ya que se refiere a la mejora de

los procesos de enseñanza-aprendizaje, a la formación del docente y a las interacciones en toda
la actividad educativa. En una sociedad como la nuestra, es evidente que la didáctica no es una
disciplina estática ni responde a unos límites bien concisos, pues las diferentes necesidades y la
flexibilidad de la realidad requieren de una evaluación continua de los procesos de E-A con el fin
de ir introduciendo las mejoras más oportunas al mismo tiempo que el docente continúa su
formación y adopta los roles y metodologías apropiadas para esa realidad.

Las definiciones que descartaría son las siguientes:

Zabalza, M.A. (1990): Campo de conocimientos, de investigaciones, de propuestas teóricas y

prácticas que se centran sobre todo en los procesos de enseñanza-Aprendizaje.

Rodríguez Diéguez, J.L. (1973): La ciencia y técnica de la instrucción educativa.

La primera definición me parece demasiado restringida al contemplar únicamente los procesos

de enseñanza-aprendizaje. La segunda se refiere a la didáctica como instrucción educativa, lo
cual me recuerda a esa forma de educar del siglo pasado que tanto criticamos y que deja poco
espacio para la reflexión por parte del aprendiente.
Finalmente, esta sería mi definición de DIDÁCTICA:

Ciencia de la educación que se centra en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en los agentes

que los condicionan, teniendo en cuenta la diversidad y la realidad flexible, la continua formación
del docente y la adaptación de metodologías educativas, todo ello en base al desarrollo integral
del aprendiente como objetivo final.