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amale, L peregrinación de Icií mexicas in un rentes nombres que deben denotar; algunos
estilo híbrida £1 testero a d códice más gran- elementos están dentro del cerro, otros encima.
de dd mundo y Rjc pinado también sobre pa- Sako porque parecen haber sido dibujados con
pel amale se trata de uno de los poO&s códices pluma y por b continuidad de la lina en algu-
dd pueblo otomJ que se conservan. nos objetos (como el caracol, los elementos hu-
manos y animales) y porque se hace uso de la
técnica del sombreado, en todo lo demás tiene
Historia Tolteca-cbicbi meca la apariencia de un mapa prehispánico".
los mapas más apegados a la tradición prehis-
pánka según su estilo pictórico son leu que se Mapa de Sigüenza
encuentran encuadernados en d documento
que se conoce como Historia Telxca-Chichimt- £J Códice de Sigüenza, llamado asi por haber
cay resguardado en La Biblioteca Nacional de pertenecido al erudito mexicano Carlos de Si-
París". Fue elaborado hacia 1544 o poco des- güenza y Góngora, y que hoy se encuentra en
pués y procede de Cuauhcinchan, en el otado la Biblioteca Nacional de Antropología c His-
de Puebla. Es un libro encuadernado ya al esti- toria, en la ciudad de México, describe la pere-
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cidos por gente de ese lugar. A su derecha se localizan por su posición y glifo, si es que la
aparece el pequeño glifo de Tenochtitlan en localidad lo tiene.
medio de los canales en el lago, con minima La historia empieza en una cueva a la iz-
importancia frente a Chapukepcc. quierda del mapa y de ella emergen los padres
La lectura se hace a la manera indígena, de antiguos de los otomíes, Oionlecubdi, señor de
derecha a izquierda, como se leían los docu- los otomíes, y su esposa Xochiquéaai «Ramille-
mentos antiguos. Si concedemos que la ruta te precioso», quienes con su pueblo recorren el
pane de Aulán. inulicionalmcnic en el occi- camino lucia el oriente por lugares en los que
dente, y avanza hasta Chapultepcc y Tcnochri- les ocurren diferentes sucesos, hasta llegar a
dan, al este, el norte está arriba y el sur abajo, Cuauhrnanda, hoy Huamantla, «Lugar donde
como en los mapas europeos. La rula es se- se «tiende el bosque», la tierra prometida. A pe-
cuencia! y se aprecia un fenómeno normal en sar de su estilo pictórico tradicional, en la repre-
varios mapas de peregrinación: en la parte mi- sentación de los topónimos ya se adviene cier-
tológica. en este caso la mirad derecha, los lu- to sentido de posición, más no así de distancia.
gares no se ajustan a la realidad geográfica; pero La ilustración muestra el asentamiento de
en la mirad izquierda, la geografía es más exac- Huamantla con su glifo de gran tamaño al cen-
ta. Se ven pueblos al norte del valle, abajo de tro; es un gran monte con tres árboles encima y
£« k fépiá a/uak de los indios y constructor de la íglesu y el proporciones y convenciones indígenas. Toda-
Sí oto «1MWA Uairj ! < convenio, que aparecen también sólo dibujados vía predominan las pinturas sobre el texto y se
sabe que el artista fue el indígena Francisco
BiNanaa fWfcauu- CKfcrd. le- Guayolpucal.
Mapas del Valle y la ciudad En la primera lámina", el autor representa,
de México dentro de un rectángulo con los 52 cuádrete
del ciclo indígena, un cuadrado rodeado y cru-
Lj ciudad de México. rodeada de lagos, y el va- zado por una franja azul de agua. Al centro, el
lle donde se encontraba, circundado por bos- gran glifo de la ciudad de TenocJititlan, una
ques y montañas. fueron muy -retratados» en águila caudal posada sobre un nopal que nace
mapas v planos de la temprana época colonial. de una piedra. Entre los triángulos resultantes,
En el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco. los primeros dirigentes mexicas se aprecian sen-
las hijos <ir los indios principales aprendieron tados en banquillos bajos con su glifo onomás-
las técnicas europeas en muchas artes y oficios. tico cerca. Sólo hay un glifo toponímico, en el
A los discípulos se les pidió representar la geo- distrito a la derecha, el de Tzompanco, hoy
grafía e historia y oíros rasgos culturales de su Zumpango, «Lugar de la palizada de calaveras»,
pueblo y lo hicieron en el estilo renacentista, el nombre de un lago y localidad al none de h
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único que conocían porque ingresaron al cole- ciudad. También se muestran plantitas acuáti-
gio a muy temprana edad v nuaca vivieron en cas en una especie de paisaje incipiente.
el mundo de sus antepasados; pero en Tetxcoco Se ha dicho que es un mapa de la ciudad
y en otros lugares más o menos importantes, el de México en sus inicios, pero en realidad se
estilo indígena sobrevivió más tiempo. trata principalmente del esquema cosmoló-
Se seleccionaron en este grupo tres docu- gico ancestral como también aparece en la lá-
mentos. EJ primero muestra la cosmovisión mina 1 del Códice To/ialamáil di ¡os pochteca¡.
particular tenochca. importance porque esta re- El gran glifo de la ciudad indica que Tenochti-
presentación ancestral tiene una orientación y tlan es el centro del mundo, rodeado de las
fue pintada por un indígena versado en la an- aguas del cosmos y dividido en los cuatro rum-
tigua pintura. El segundo es un mapa del bos. Aparece la ciudad dividida en los cuatro
Acolhuacán, región tetzcocana. que forma par- campan o «distritos* nícalo. traza de la ciu-
te del Códice Xólúfl, en el que apaicce una parte dad tenochca. por el contrario, tenía las caj-
del lago del valle de México tomada del rutura] eadas como ejes dirigidos liada los puntos car-
y desde un punto de vista especifico. El tercero dinal es'".
es el mapa de México Tenochtiiian y sus contor- Ctm arroj/udc ttwcixa líaipian, «todo el
nos hacia 1550, ya de estilo renacentista y el mundo es tierra tenochca», es d antiguo esque-
más aculturado. ma cósmico y lema de guerra que el pintor dejó
para la posteridad, sin que los españoles que
Códice Mendoza ordenaron hacer el códice lo supieran. El mapa
está dispuesto a la indígena, con el oriente arri-
El Códice Meridian, que se encuentra en la Bi- ba. el puniente abajo, el norte a la izquierda y
blioteca Bodkiana en Oxford, Inglaterra, sí es el sur a la derecha, porque Zumpango, el único
un códice en el sentido medieval de la palabra, topónimo, está como indicador del norte del
es decir, un manuscrito con sus hojas cosidas valle. Por esta razón podemos decir que el es-
por un lado. Fue mandado hacer por el primer quema es también un mapa, mientras que si no
virrey de la Nueva España, Antonio de Mendo- se hubiera pintado el glifo de Zumpango quizá
za, por lo tanto antes de 1550, para conocer o no lo fuera.
dar a conocer a España la historia de los mexi*
" Liflüfli 5>. cas, su manera de tributar y cómo era su gente. Códice XólofI
~ limínaX., EJ manuscrito, de 32,7 por 22,9 centímetros,
a
radicional, su dibujo muy exacto, .us El Códice Xólotl que se conserva en la Bibliote-
ra 9. coloro muy firmes y las figuras conservan las ca Nacional de París, es un libro con hojas de
INEGI. Cartografía histórica del encuentro de dos mundos. 1992
INEGI. Cartografía histórica del encuentro de dos mundos. 1992 CumiGRAFta Hi>-TOMc\ r>a Excve-NTKO I>I Ikis MUM*.*
Cartografía lNDkitNA
me. Narran la historia desde h llegada de lo* del estilo indígena, pues se combinan glifos de
duchimccas; dan noticia de stis matrimonios, lugar tradicionales con rasgos de! paisaje rena-
su descendencia v los lugares a los que emigra- centista. Pinta el valle de México, visto desde la
ron. Estas relaciones se hacen evidentes me- cordillera al este; luego, por lo tamo, ta mon-
diante lincas negnu que unen entre sí a los per- tañas arriba del mapa son las que se encuentran
sonajes o los grupos. al oeste del valle. El fondo del mapa es blanco,
Ei mapa 2 del Códue Xólatlcontiene infor- pues se le aplicó una imprimaturs o capa blan-
mación historia importante sobre los pueblos ca para obtener una superficie mis tersa. Los
del valle de México. En la ilustración aparecen monte» sun verdes u oscuros cun los detalles se-
genealogías de varías familias roltecas que se ñalados por aguadas en diferentes tonos; la ve-
asientan en diversos sitios después de la caída getación es abundante pero colocada para em-
de lula en 116X d. C También ocupan parte bellecer el todo; los lagos son verdwtiJcs y los
prominente en el mapa los chichimecas, bajo poblados son conjuntos de casitas esquemáti-
su gran jefe Xólotl, que aparece en su capital cas, con ta iglesia al centro c incluso una pirá-
Tena yuca dentro de una cueva vista en sección mide. así como con innumerables figuras hu-
sobre un monte. Us ti acompañado de su esposa manas en una diversidad de actividades, lo que
Totomiyauli y de dos de sus hijas. Recibe y le oiorga valor etnográfico,
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conversa con tres señores chichimecas recién El valle de México está en una escala menor
llegados a quienes da tierra y les entrega en ma-que el plano de la ciudad que aparece al centro,
trimonio mujeres chichimecas incluyendo a y los lagos se comprimieron para poder acomo-
uiia de sus bijas. Arriba se extienden los lagos dar los pueblos ribereños. Aquí ya se irata de
de la cuenca: Fzompmco, -Zumpango, a la un mapa según lo conciben los cartógrafos mo-
extrema izquierda, seguido de Xaltoan, india- dernos. con una red fluvial y de caminos cons-
do por el glifo de la araña y la arena; al centro,picua y bastante exacta, según se puede consta-
el gran Lago de Tcztcoco, y a la derecha los de ta; comparando este mapa con uno actual del
Chaico y Xochimilco. Dentro del lago grande valle. Como paisaje, este mapa c, mucho más
se ve a Nopalcin y Xólotl en su asiento seño- avanzado que el del Códice Xólotl y mientras
rial; enseguida el terrible combate cmie No- allí las figuras tienen un carácter histórico muy
palcin. el hijo de Xólotl, y NuahyotJ. señor importante, en el mapa que examinamos ahora
tolreca de Culhuadn: a la derecha, después de ya no lo tienen. El pintor, cuidadoso, lo animó
la victoria de su hijo, da el gobierno de este se-con los indígenas que conocía y veía cazando,
ñorío a Achitómetl. pescando, viajando por los caminos, y de esa
manera nos dejó un documento valioso por el
retrato de la vida diaria de los habitantes del
Mapa de México Tetiocb tillan y sus valle en el siglo XVí.
contornos ca. 1550. (Mapa de Uppsala). En un1 detalle de la parte inferior izquierda
del mapa' , que corresponde a la del sureste del
valle, se pueden ver de buen tamaño las figuras
En 1986. Miguel León-Portilla y Carmen y se valora su calidad estética. De arriba hacia
Aguilera estudiaron este hermoso documento, abajo se ven, a la izquierda, las estribaciones de
conocido como Mapa de Upputía y lo rebauti- la sierra del Chichinauhtzin, desde Malachcate*
zaron como Mapa de Méxuo Tewchrítlan y sus pee, ahora Milpa Alta, hasta el cerro Cuauht-
contorno! ca. 1550, en alusión a su contenido, zin. Alli vuelven hacia el none y se ve el Popo-
lo que resulta más significativo que el del repo- catepetl, el laucdliuail y otras eminencias de la
sitorio que In alberga, la Biblioteca Real de Sierra Nevada. Siguiendo el pie del monie, hay
Uppsala, Sucáa. Esta pintado en piel curtida una franja de tierra plana clara que vuelve al
de animal, posiblemente venado u otro mamí- norte y hacia arriba para formar la península de
fero, como becerro, pues ya los había en Améri- Santa Catarina, donde se encuentra Mexicalt-
" Liaúra 58 ca en esa época. Mide 114 por 78 centímetros'". zinco. Abajo se ven el lago de Chalco y una pe-
" PUoott El mapa es una bella muestra del cambio, queña parte del de Teccoco.
Ca*tochaha indígena
Los poblados están dispersos sobre todo en Mapas circulares 58 mw* nt MEMCortNoonrruK v INEGI. Cartografía histórica del encuentro de dos mundos. 1992
la tierra plana; destacan Tccómid, Chimalhua- JVS CONTORNOS (fragmemo).
can, Amecamcca, Tlatmanalco, Arzompa, Miz-
quic y Cuitlahuac, estos dos últimos en islas Una forma particular de los mapas indígenas
dentro del lago. Los asentamientos están iden- de la época colonial es la circular. Algunos au-
tificados con glifo y glosa que a veces no tiene tores sostienen que es posible que erra forma
la grafía correcta. Los glifos topónimos son de de presenur los mapas ya fuera conocida en la
muy variada clase, incluyen figuras humanas época prchis pánica, porque hay relieves en pie-
que parecen parte del paisaje y otros están dra también circulares. El ejemplo más conoci-
ocultos o semiocultos entre la vegetación o d do es la famosa Piedra del Sol en la Sala Méni-
paisaje, pero se han podido detectar cerca de ca de! Museo Nacional de Antropología c
doscientos que antes no se habían aislado'1. En His loria de México, que no es un calendario,
conjunto este mapa es de una singular belleza; como se piensa comúnmente, sino que conme-
el autor era en verdad un gran paisajista. mora las cuatro diferentes épocas cosmogóni- " Wn-I'omlü > Aguilera. 1985.
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CaitoghaíIa LnWgina
59. u*MW>iiMci>-TiNoamrus H
JUÍ CONTORK18- c I5V0. Ame* da-
conocido. No india «cali, I I4 » 78
tfnilmriim Minuwtim * linu, rtilo-
inda
Uppüli.tobrrSuroipiel. BiWkxca Ral dr
CaítogiaHA HBTOUO DH ENCI-ENTIO tif Dr» Mindus
cas. En la ¿poca colonial si se realizaron esta de del circulo hay cuarenta y cuatro estancias
dase de mapas, de los que quedan varios ejem- que fomun !m limites del pueblo.
plos, entre los que destaca el Mapa de Ttoza-
coalco, los mapas circulares mayas, el mapa Planos
circular de Cuauf^uaholian y otros. Aquí se
presenta el primero por su belleza c impor-
El dibujar planos fue una labor que continua-
ron los indígenas en la colonia. Especialmente
Mapa de Teowoaico útiles resultaron «ios para preservar registros
de propiedad; se hicieron también planos de
Durante el siglo XVI, la Corona española con- secciones de ciudad con su división en lotes, se-
minó a lis autoridades virreinales a que envia- ñalando a los propietarios de Im predios me-
ran noticias sobre sus posesiones en (a Nueva diante sus respectivos glifos onomásticos; igual-
España de acuerdo a un cuestionario. Muchos mente existen planos de ¿reas mis pequeñas
de los tacos de estas Relaciona Geográficas se con sus limites y accidentes geográficos. Gene-
presentaban acompañados de mapas de la re- ralmente se encomendaba hacerlos a personas
gión, perú povteriormente los mapas Rieron cuidadosas que conocían la región, peto que ya
desprendidos y ahora los investigadores hacen no eran los grandes cartógrafos profesionales de
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esfuerzos por encontrar y hacer corresponder tiempo completo que trabajan antes de la con-
textos a pictografías que de vez en cuando apa-
recen. Uno de los pocos casos en que esto se ha Son numerosos los planos que han sobrevi-
logrado es el del Mapa Circular del Teozacoalco, vido en manos de individuos, corporaciones,
que aquí se presenta y que pertenece a las Rela- poblados y ahora en los archivos de diversas
ciones Geográficas de Oaxac¿\ Actualmente se instituciones, ya que constituían evidencia para
encuentra en la Biblioteca de la Universidad de determinar quiénes eran los titulares de esas
Texas, en Austin. tierras. Del conjunto de mapas coloniales se
El mapa está pintado sobre un cuadrado de consideran aquí únicamente los planos pinta-
papel europeo de 54,5 por 77,5 centímetros; dos en la tradición indígena antigua, con uno n
consta de una parte geográfica circular y está varios glifos de la escritura mcsoamericana. Los
orientado eos el este arriba marcado por un planos indígenas muy pronto perdieron su ca-
sol A la izquierda del cljcuío aparecen hileras rácter antiguo, al eliminar las figuras humanas
de parejas de hombre y mujer pintadas a la ma- con sus historias /genealogías, para adoptar ca-
nera tradicional indígena, que son genealogías: da vez más el estilo de la cartografía occidental
cuatro de Ttlan tongo y cuatro de TeozacoaJco. Comentaremos primero el enorme Plane
Fueron la base para que el arqueólogo Alfonso parcial de la Ciudad de México, de 230 por 170
Caso pudiera descifrar algunas de las historias centímetros, que se encuentra en la Biblioteca
en Jot códices mixtéeos. Nacional de Antropología c Historia de la ciu-
Dentro del círculo es (i el verdadero mapa, dad de México. Este documento se conoce
en el que sobresalen las serranías de arriba aba- también como «Plano en papel de maguey»,
jo pinadas a la europea, señalando sus acciden- peto se ha determinado, por análisis dd mate-
tes a base de luces y sombras; los árboles son nal, que la base de este documento es de papel
naturalistas o tratan de serlo en su follaje; va- indígena o amate. No se sabe todavía si el plano
rios caminos para hombres y caballos son de representa una sección de Tenochtitlan o de
carácter híbrido porque tienen huellas de pies y algún área lacustre que Iticóatl se anexó de
de herraduras. Hay varios ríos, y uno muy tierras de Aicapoaalco, despuís que consiguió
grande que desciende es el llamado Río Verde, la independencia mexicana de los teepa ñecas
que desemboca en el Océano Pacífico. Tam- en 1428. Su manufactura es del período colo-
bién se advierten varias localidades, y al centro, nial temprano y en estilo muy cercano al arte
un poco hacia la derecha, se pintó el pueblo de antiguo de registrar áreas pobladas de una
* Mtptói. Teozacoalco con su iglesia cristiana. En d boy-
CaktogxapIa Indígena
Reproducimos aquí este piano". En ¿1 se que sostuvo contra Azcapotzalco. El lugar está
aprecian dos secciones bien definidas. A la iz- señalado por su glifo, un circulo con puntnos y
quierda, las parcelas en azul contienen varias al centro una hormiga de gran tamaño. Al fren-
chinampas y una casita indígena con la cabeza te Muda, el señor del lugar, vencido, desnudo
del dueño del lote; dos vías de comunicación, y con una piedra atrás, quizá con la que fue sa-
una de agua y otra de agua y tierra, forman una crificado.
gran cruz en la parte inferior, paralelos a la sec- En d tercer registro se pintó a otro señor
ción de chinampas se ven otros dos canales. mcxica en su asiento de respaldo y a Moiocuh-
Los detalles históricos y geográficos, en la pane zoma 1, Ilhuicamina. Arriba se ve a otro gober-
derecha del irea chinampera, fueron añadidos nante tenochca con su glifo, que es una ser-
con posterioridad. La lectura de las figviras del piente azul; frente a él se alza la iglesia cristiana
lado derecho se hace de abajo hada arriba. Pri- de Santa María, según reza la glosa, de la que
mero aparece un templo antiguo dedicado a un no se ha logrado saber su ubicación.
dios del agua, quizá Tláloc, por los detalles en En d cuarto registro otro señor mcxica con
azul en la techumbre y las almenas en forma de d símbolo de la guerra y un personaje mis. En
ollas. Enseguida hay una escena en la que apa- d quinto registro aparece Motecuhzoma I, Il-
rece el señor mcxica Iztcóatl, «Serpiente de na- huicamina, «Flechador del cielo», y Ahuízod, 60 PUNO MKOU. DI IA aUOAD
-i?
lo de los mapas mcsoamcricanos. incluyen el ñola modificó ew riemo v propició que la com-
rrazo dc glifos v representaciones esquematiza- posición simétrica se disolviera y se considera-
das de montes, corrientes de agua, lagos, maro, ran cada ve7 mis la distancia relativa v Li
litorales, promontorios, ancones y tipos dc suc- posición dc los lugares: que la orientación cam-
ios. casi siempre cod presencia dc colores deter- biara del este al norte en la pane de arriba y
minados. También aparecen señalamientos dc que la perspectiva y el naturalismo occidental
limites y pertenencias de dcicrmitudas repo- se presentaran cada vez con más éxito. Asimis-
ne; topónimos de diversas clases para denotar mo se introdujo el paisaje solamente decorativo
los nombro dc accidentes geográficos y asenta- y la coloración dc! fondo o superficie base: las
mientos humanos (casas, templos, palacios); figuras humanas crin historias desaparecieron
delincaciones de derroteros con glifos toponí- paulatinamente y el [arcógrafo se concentró en
mico; y con trazos de caminos ton huellas de h representación geográfica, introduciendo ele-
pies; representaciones esquematizadas de plan- mentos arquitectónicos de In nueva cultura. En
tas y animales con sus correspondientes colores la cartografía indígena colonial surgió una pre-
y frecuente presencia de elementos históricos ocupación más acentuada hacia el dominio del
con imágenes dc personas y glifos antroponí- paisaje que a lo cartografía en particular, y ya
micos y calendarios'*. no fueron cartógrafos profesionales quienes eje-
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b pertinente decir que los cambios de esti- cutaron los mapas y planos, sino personas mis
lo en los mapas prehispánicos se sucedieron o menos cuidadosas y conocedoras del terreno
l-tón-l'omü» vApulcTi 19üc>: ?c. con gran lentitud. Jiasu que la conquista espa- que se deseaba presentar.
TA
Nueva España
y regional de la
Cartografía local
cartográfica. De la modesta pero desocada haber existido una previa fragmentación me-
producción que se suscitó en esa época abe nor la de las circunscnpcitines prchispánitas.
mencionar los planos de la ciudad de México, En gran medida, éstas fueron respetadas por
empelando por el ya mencionado de Hernán los conquistadores al llevar a cabo la reparti-
Cortés y grabado por Martin Plinius para la ción y conversión de los pueblos sojuzgados en
edición alemana de la Segunda Curta de Rekndn encomiendas. Dicho sistema se basó en la suje-
hecha en 1524, hasta los ¿mulos realizados por ción de cada gobernante indígena y de su* sub-
Benedetto Bordone y Juan Bautista Ram us ¡o. ditos a un encomcndadero, el cual por ese he-
Mención especial merece el también yt citado cho se vela obligado a procurar su evangel iza-
plano, pintado hacia 1550 por uno o virios cióii y a 11cuidar que rindieran pleitesb al rey
aurores indígenas desconocidos pertenecien- de España .
te aJ colegio de la Santa Cruz de Tlatclolco, A cambio de ello, los enmmendadems tenían
que fue copiado de manera defectuosa por derecho a recibir tributos y servicios personales
Alonso de Santa Cruz para incluirlo en su de los indios, y aunque tal forma de dominio
¡ilarie General dt todas ¡as uks del mundo determinó que, en madias ocasiones, una en-
fe. 15601'. tidad indígena grande fuera dividida en dos o
Por lo que toa a representaciones localistas, mis encomiendas, también se dio el caso de que
65. MAPA K LAi ZONAS LIMITROFES Mendoza se mantuvo, entre 1550 y 1571) la cartografía localista y regional fue el tema de la
ENlUt LAi AUOHKOAS Df. MEXICO Nueva España quedó dividida en alrededor tenencia dc la tierra, así como el dc los distintos
T MJ*VA CAWOA. c. 1550- Rúbna iJ dc cuarenta provincias, gobernadas cada una conflictos que suscitó su propiedad comunal
dono ¿c Hcmin de Miítloo de b
Mjiiciu. No india oak 40x31 an. por un alcaide mayor, que estaba encargado de y privada. La forma más generalizada de
Mmuscri to a iinu agiuda tolifi pipeL supervisar a varios corregidora sufragáneos. apropiación fue la de las mercedes, mediante las
Ardiño Genaxl de India dc Scvjlli.
Entre 1570 y 1580, el sistema creció hasta cuales se premiaba a los conquistadores y
alcanzar las setenta alcaldías mayores con colonizadores, siempre y cuando se compro-
aproximadamente doscientos corregimientos metieran a no usurpar las posesiones indíge-
sufragáneos; aunque en ese mismo lapso la nas, a no venderlas sino hasta pasados cuatro
supervisión y el control dc los alcaldes comenzó a años, a «rompcrlasycultivarlas» y a no enajenarlas
caer en desuso y en algunas provincias los a -iglesia, ni monasterio, ni hospital, ni persona
corregimientos volvieron a tener una autonomía eclesiásticas-".
considerable". las mercedes resultaron ser el medio mis
Los corregimientos y las alcaldías mayores, eficaz para arraigar a la población hispana en la
inspiraron el trazo de numerosos planos y mapas colonia, si brindarle las tierras en propiedad
- M 14,17. especializados en la fijación de sus límites o en el privada, y su concesión fue un atribulo de
" Florae»»: 34-39. registro de las comunidades sujetas al tributo. los virreyes por delegación del monarca'. La
- IbUL 39. Sin embargo, el verdadero gran sustento dc la implantación del sistema correspondió |«re-ci-
CAftTOGkiU'lA LOCAL V REGIONAL t>L LA NutVA ESPAÑA
sámente al virrey don Antonio dr Mendoza, za se propuso unificar sus medidas a efecto de
y aunque existían mercedes de eahalirría y evitar los problemas que se pudieran suscitar al
de peonía, las que en mayor medida se repartie-1 conceder parecías de terreno supuestamente
ron en la Nueva España fueron las primeras '. similares, pero calculadas con distintas unida-
Acerca de las dimensiones que debían poseer des de medición
las mercedes existían notorias discordancias. Por A principios de 1537 determinó que una ¡¡¡¡á
ese motivo, en d caso de las caballerías, Mendo- caballería equivaliera a una superficie de 552 ' TnWx- 31
por 1.104 vans ordinarias, lo cual era tanto Virreyes corno Gastón de Pe ral la o Martin
como 43 heaireas actuales". Las Ordenanzas Enrique/ de Almanza exigieron que en las
emiridas en 1573 fijaron con relativa clari- mercedes se señalaran ton claridad los punios
dad las dimensiones de tas peonías y de las limítrofes del área de tierra concedida y la figura
caballerías, aunque pronto se hizo evidente geométrica que deberían poseer, pese a lo cual
que, en la práctica, existía una profunda nunca se estableció un patrón que regulara la
ignorancia acerca de las proporciones que de- superficie de estas concesiones y sus formas
berían tener no sólo estos dos tipos de propiedad geométricas constituyeron abstracciones mate-
• IbU. 3V36. de la tierra, sino también la de las estancias o sirios míticas que sólo en contadas ocasiones coin-
» /W36. de ¿añado mayor o menor. Los numerosos cidieron con la realidad. Aunque la figura mis
documentos sobre mercedes de tierras que se comúnmente empleada era la rectangular, no
emitieron durante el último tercio del siglo XVI y fiieron pocas las mercedes que se trazaron en
64. TEOVTOTC, DBTIUTO DE IMCHU- que aún se conservan reflejan este desco- forma circular; hecho que provocó serios con-
Ca. 1571. Martín de ^lim»
raaven, «pucuio. No india ook nocimiento. así como el empirismo y arbi- flictos y reclamos por los terrenos intermedios
43 > 40 cm. Masiacmo a uno y tem- trariedad con que se medían las propiedades, inafectados que se formaban entre varias
ple K>brr papd de fibra de maguey. debido sobre todo a la variedad de unidades mercedes vecinas de csie tipo y que todos
Hrmtdt Tiertái, Archivo CcnenJ de la
Katxin. México. de medición empleadas*. los beneficiarios podían reclamar para sí".
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