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STÓR1CA
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rCKOVATOTJyS TERRARVM OREIS GEOGRAPHI
Aqva
Cartografía Histórica
del Encuentro de Dos
Mundos
jí Cartografía Histórica v
|\del Encuentro de Dos,
Mundos
Presentaciones
Presentación
del Lic. Carlos Salinas de Gortari
Presidente de México
j—
Presentación
de S. M. Juan Carlos I
Rey de España
4É&
Me parece muy acertado que una obra de esta importancia se edite en este año conmemorativo del
encuentro de los mundos americano y europeo, ilustrando nuestra memoria y los grandes progresos
iniciados entonces por el hombre.
Gracias a la meritoria iniciativa del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática de
México y del Instituto Geográfico Nacional de España, hoy podemos admirar estos magníficos mapas
históricos, incluidos los hasta ahora mal conocidos, pero bellísimos, de épocas precolombinas.
Este Atlas Histórico es un compendio geográfico de la cultura comím que compartimos México,
España y el resto de las naciones de nuestra Comunidad Histórica y rinde homenaje a (odas las
personas que, con imaginación, tenacidad y conocimientos científicos, se esforzaron durante siglos
para ofrecer a sus pueblos la más completa información sobre la Tierra que a lodos nos alberga.
MÉXICO ESPAÑA
J
¡.bCKilAkiim H J JfcNDA V CREPITO PlTiLÍCO MINISTRO DE OBRAS PÚBLICAS \ TRANSPORTA
Dr. Pcdm Aspe Armella Eiono. Sr. D. José Borrcil Fonteile
i'KíilDLNTK [>t'J (SsTm.TO SAOOS'-J Df. LvAl'tnVA SECRETARIO DE ESTiOO ('ARA LAS POLÍTICAS DEL AGUA
íiEíKLKAfL* L IS'FORMA UCA >fj VIEI)H> AMPIENTE
Dr. Carlos M. Jaique Uribe Excmo. Sr. D. Vicente AJbero Silla
D¡R£CrOa GENERAL v>[ '"".F.-TX/Ra(lA DIRECTOR GENERAL DH INSTITITO GEOGRAFICO NACIONAL
Lic. Nésior Duch Gary limo. Sr. D. Ángel Arévalo Bañoso
DIRiCi OR i.iKjRDIN fTM >R Dr CíOCRaRA SlKLURtCIüRÜtNEKAl DE PROCEROS CARTOGRAFICOS
C. Giampiero Beliucci Cisuíuti limo. Sr. D. Ángel Garría San Román
DIRECCIÓN V COORDINACIÓN GENERAL DE LA OBRA
BioL Francisco TaJoJu Takaki Dr. Ing. D. Femando Aranaz del Rio
Director de Cartografía Temática Jefe del Área de Cartografía Temática y Atlas Nacional.
Por iu colaboración v en particular por taher prmnudii uiiliur iui ^ctm:s canr^rificoi > jutnri/ar la reproduc-
ción At mjpn y pílanos iiiifiiulo Je >u¿ lulecduiiB. k- Ca ni ranrroriü de a Lu m guíenla instiiucitmn »
penonu.
f.N Mf.xu.o
INEGI. Cartografía histórica del encuentro de dos mundos. 1992
ADVERTENCIA
Cofinóuye para nosotros ua bono/ pono hoy en tut nunca au obra Cartegrafo H'mórua dt¡ Encumno de Do Murtdei. realización con-
jiinnjiolidariadclotojguiumcnitnloartDgáfícDidcMixíiX) y Etptia.
Ene cabafo de coü&oi^6n lal y dtacainc La proíesioiula apañóla y maionas no ha estado aento dedifioiludo, asmo son, par
un bdo, la lejinü física. y por otro, d difamu enfoque y pUnteanúento con que Im ¿conuámiaiux histórico! que not ocupan se ven desde
ambo* Wo* del Atlindco.
Ha sido preciso un arduo afume pja compaginar sentimiento» e ideas qje (vidaKCjoenie resultan mis ftcil de intercambiar en un
¡diana común. Pero preósaiDcntf b de ese idioma común, coa na diversas y acepciones, coo sus lógicas vivencias y
desarrollo en Espala y en cada uña de las nuevas oadona del con tima) te descubierto por Colín, ahora káf quinseino» añiu. ha obligado a
una urea complementaria, cual ha sido intentar que el testo escrito diento misma leído por un maicuoqtK leído per un espaAoL
A veces. las palabf». h» opresiones. Us cotutrwrione» graffiaiiala y aun ántigicas le i caigan yexpisnn diuiaummicctt Mexico y en
Espafa. Por dio petümai un margen de compresión al lector ta mniono o español y le sufrimos que piense qie, en raen momentos, al otro
bdo ád Adintiao puede Jnbcr un cspafiol o un mexicano que at¿ ley ado ace libro y que aií sintiendo análogas vrtcnñv
En ¿ tenD se hao tzmpdo palabras de tutano idioma común como min y repoúum, de origen latino, y áíbtrrtuU (in), de origen áía-
be. boy pdakammic fuca de uso.
Oír» como atoé, dvptny} p ¡strmkvnu job alternativa vil ida de anmtni, ditparo tupervívienu, Algunas otras, como dneUnde. geni-
W o rapodar aún perfeaaawiK definidas en d Dicóourio de (a Lengua Española de la Real Academia.
En ese Dkóoiurio encoommc*, coino primen acepciín de«representar o figurar uji objeto en una superficie con las lineas y los
fAnm mnumii-nltt* fVatll 1« milfuXAr. A- rttr AÍÍmiil* ,:«r.pn. ..Bp oMI U realización de tTUpaS y
similares.
AnÜopmaur oainc coa estompa, «cualquier efigie o figura trasladada al papel u oua materia, por medio dd tórculo o prensa, de la W-
aún de meo] ojmdsa en que coi grabada, o de la piedla lítogrffia en que esd dibujada», y etumperia.
La palabra indio se ja milriadn en tamo que aplicase al anopio poblador de Amtío» eiW^ww como «origjiiahodd pals de que se tra-
ía,. Tfmhifri ptrtjrBUtiin se usa fuera de todo centeno rdigúwo como «viaje por tiemu airaftak, y asi ocurre en numeroso* ovo* osos.
Nuoni Idjuacctniin da pin cflo y mucho mii.
índice
Presentaciones por:
# Líe. Carlos Salinas de Gortarí. Preádente ComorudoraJ de las Lado* Unid» Moá-
8
• S. M. Juan Carlos I, Rey de Espato 9
Introducción 15
INEGI. Cartografía histórica del encuentro de dos mundos. 1992
ra que se conmemora el Quinto Centenario. Y en sus manos y describe dos mapas indígenas
aunque la tarea es difícil, dada la destrucción importantes, uno que aparentemente contenía
de códices que consumaron los conquistadores, rodo el centro de México hasta la costa del gol-
en alguna medida se puede intentar descubrir fo y otro de Tenochtitlán y*las lagunas que la
mucho del lenguaje y estilo de la cartografía in- rodeaban.
dígena prehispánica estudiando los códices que La conclusión es obvia: seguramente la in-
perduraron y sobre todo las pictografías, mapas formación contenida en estos mapas indígenas
y planos que los pueblos indígenas siguieron fue aprovechada para trazar a su vez los prime-
produciendo en la época colonial, especialmen- ros mapas, al estilo europeo, de lo que hoy es
te para servir como elementos de prueba en los México; en particular se detecta su influencia
litigios sobre tierras. en el plano de Tenochtitlán y en el primer im-
Otro problema, aún más difícil de dilucidar, preso del litoral del golfo de México, que apa-
será definir cuál fue la aportación de esta carto- recieron en la edición de 1524. hecha en Nu-
grafía indígena al mejor conocimiento geográ- remberg, de la segunda carta de relación de
fico de los propios europeos. Hernán Cortés y
Bernal Díaz del Castillo reconocen que utiliza- Hemos seguido hasta aquí, en el capitulado
ron los mapas indígenas para orientar sus expe- del libro que ofrecemos al lector, el proceso his-
de ui» cartografía detallada del interior de la les puertos, hasta la edición de 1579 del gran
Nueva Eípam, de sus divisiones territoriales, arlas de Abraham Onclius Thaurum Orbis Te-
su* accidentes geográficos, sus cordilleras, ríos y rrarum, que contiene dos mapas con amplia to-
lagos, sus poblaciones principales, con la co- ponimia y detalle de regiones novohispanas:
rrespondiente toponimia. En el mano capitu- uno con el título de Hispaniae Novae Sivae
lo, por lo tanto, se analiza el desarrollo de esta Magnae, Recens el Vera Descriptio, que abarca
cartografía local y regional en el primer siglo de todo el centro de México, Michoacán y la Nue-
la Colonia, cuyo mayor estímulo se derivó de va Galicia, y otro titulado Culiacanae, Americae
los frecuentes litigios sobre linderos y usufructo Regtonis Descriptio, que comprende una buena
de tierras enrre los señoríos indígenas y Jos en- porción del noroeste actual de México, o sea,
comenderos. así como por d interés de la Co- de los estados de Nayarit, Sinaloa y Sonora, en
rona española en conocer ios recursos humanos el cual Ortelius comete el increíble y curioso
y naturales con que contaba el virreinato, lo error de nombrar como «Tropicus Capricorni»
que dio lugar a las importantísimas Relaciona el que es de Cáncer. De cualquier modo, como
Geográficas elaboradas en el último tercio del lo señala Henry Wagner, éstos son «los prime-
siglo XVI, fuente inagotable de la cartografía ros publicados que tienen siquiera la apariencia
• Taper. L 71-72, II. 228. novohispana. de ser verdaderos mapas del interior de la Nue-
va España»4.
INEGI. Cartografía histórica del encuentro de dos mundos. 1992
exploradores y misioneros españoles: las siete A finales de ese agitado siglo XVI ya se había
ciudades de oro, las míticas Cíbola y Quivira. trazado en los mapas el perfil de lo que hoy es
los reinos de las. amazonas, el estrecho de Anián México; las penínsulas de Yucatán y Baja Cali-
o de Fuca, la California de las Sergas de Espían- fornia aparecían como talcs. Sin embargo, a
dián..., grandes mitos que dieron impulso a na- principios del siglo siguiente, los cartógrafos
vegantes y caminantes en una búsqueda frené- holandeses e ingleses empezaron a dibujar la
tica de riquezas o gloria que las más de las veces Baja California como una enorme isla, mal in-
terminaba en desastre o decepción, miios que formados por piratas y corsarios, que a su vez
también se expresaron en la cartografía. El lar- recogieron esta falsa noción de las noticias pro-
go litoral de la Alta California fue, para aque- paladas por fray Antonio de la Ascensión, fer-
llos primeros exploradores, una región hostil, a viente creyente de los mitos sobre el estrecho
pesar de que hoy es, irónicamente, una de las de Anián. Esta comedia de equivocaciones se
más ricas y prósperas de la Tierra. arraigó de ral manera gracias también a que va-
Caitt)g*afu Hivrruucn tjQ E.vi.ijlntko us Dtis Munixjs
rim iir los irormi:n r\pañolcs (como Torque- En el último capitulo de este libro se hace cl
mada v VctancunJ dieron ecu a b supuesta in- balance de la visión cartográfica sobre la Nueva
suLtiiLd de Hjjj Ciiifornia, que aún hasta España que se tenia al finalizar el siglo XM, lo
mediados del sida will « produjeron mapas cual revela cl verdadero grado de descubrimien-
won rue rrtur. Ijs oploracioncs v los mapas to de la America septentrional que se había al-
del padre t'u*ct>io Kino a principios de aquella canzado después de una centuria del primer
ccniuua restablecieron la certeza de que se tra- viaje colombino. Se analizan los aportes esen-
taba de una peninsula; sin embargo el asunto ciales de la cartografía española y portuguesa,
sjguio suscitando polémicos en Europa, hasta cl aprovechados y difundidos luego por los cartó-
purro que. tras las exploraciones de otro jesuí- grafos mallorquines emigrados a Mesina, como
ta. =1 padre I.oiisjj;. remando VI se sintió los Oliva y Joan Martines, a los que siguió ta
iomptíulo : expedir una Real (Cédula en I "4^ obra del prolífko Agnesc y de otros muchos en
que declaraba caictóricjmcnic que California halia y de Sebastián Münster en Basilca o Lr>-
riu rm una isla U amuralla sobre la Amena vaina, hasta llegar a la culminante cartografía
septentrional v lo que hoy es México se libró al holandesa, epítome del siglo que vio nacer In
fui Je este grotesco error que >c repitió en cien- verdadera geografía mundial.
tos de mapas pot mas de nn siglo.
INEGI. Cartografía histórica del encuentro de dos mundos. 1992