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DERECHO CONCURSAL 2017

UNIDAD I:
Principios rectores del Derecho Concursal. El publicismo concursal. La concepción
privatística. Su concepción como derecho de fondo y como derecho procesal. La
ejecución individual y la ejecución colectiva. Estructura sistemática de la Ley 24.522.
Principios generales orientadores. Las reformas introducidas por las leyes 25.563 y
25.589.

UNIDAD II:
El Concurso Preventivo y la Quiebra; principios comunes y caracteres esenciales que
los diferencian. El estado de cesación de pagos como presupuesto para la apertura de
los concursos. Acuerdo preventivo extrajudicial (ley 25.589). Finalidad. Partes.
Forma. Contenido. Mayorías. Homologación. Publicidad. Oposición. Efectos.

UNIDAD III:
Sujetos de los concursos. Sujetos excluidos. Jurisdicción y competencia de los
concursos. Unidad y pluralidad de concursos en el derecho internacional. Sistemas.
Tratados de Montevideo de 1889 y 1940.

UNIDAD IV:
El concurso preventivo. Finalidad. Naturaleza voluntaria o contenciosa. Requisitos
sustanciales y formales de la presentación. Plazo para completar su cumplimiento:
cómputo. Resolución judicial. Rechazo. Efectos. Recursos.

UNIDAD V:
Apertura del concurso: Contenido de la resolución. Audiencia informativa. Comité
provisorio de acreedores. Desistimiento voluntario y sancionatorio. Nueva
presentación posterior al desistimiento. Apertura del concurso preventivo: efectos.
Facultades del concursado: administración, límites. Actos prohibidos y actos sujetos a
autorización. Sanciones con relación a los actos y al concursado. Separación de la
administración. Socios ilimitadamente responsables.

UNIDAD VI:
Efectos de apertura del concurso preventivo respecto de los acreedores. Intereses.
Pronto pago de los créditos laborales. Deudas no dinerarias y deudas en moneda
extranjera. Contratos con prestaciones recíprocas pendientes. Contratos de trabajo.
Servicios Públicos.

UNIDAD VII:
Efectos procesales de la apertura del concurso preventivo. Juicios contra el
concursado. Fuero de atracción. Opción. Procesos excluidos. Situación de los créditos
laborales. Nuevas acciones. Medidas precautorias. Ejecuciones. Remates no
judiciales; prendas e hipotecas. Suspensión de remates.

UNIDAD VIII:
Proceso de verificación. Demanda verificatoria. Término. Efectos. Verificación de
títulos en masa. Función del síndico. Facultades de información. Legajo. Observación
de créditos. Impugnaciones. Legitimación. Plazo y trámite. Informe individual: Plazo y
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contenido. Resolución judicial. Oportunidad. Créditos verificados, no verificados,


admisibles e inadmisibles. Efectos. Recursos. Revisión. Informe general del síndico.
Plazo. Contenido. Observaciones.

UNIDAD IX:
Propuesta de categorización: plazo. Categorías mínimas. Créditos subordinados.
Resolución de categorización. Propuesta de acuerdo. Período de exclusividad.
Propuestas admisibles. Límites. Falta de presentación. Modificaciones. Mayorías
necesarias para la aprobación de las diversas propuestas. Forma. Cómputo. El caso
de los títulos en serie o masa.

UNIDAD X:
El “Cramdown” (ley 25.589). Sujetos. Oferta, registro y plazos. Valor patrimonial de
la empresa. Propuestas, plazos, categorías, mayorías, cómputo. Valor final de
adquisición. Cómputo. Cálculo del valor presente de los créditos, forma. Supuesto de
conformidad de los socios. Mayorías.

UNIDAD XI:
Existencia de acuerdo. Impugnación: legitimados, plazo y causales. Resolución
Judicial. Recursos. Homologación. El cramdown power (ley 25.589). Medidas para la
ejecución. Honorarios. Efectos de la homologación: garantes, socios solidarios,
acreedores privilegiados y acreedores que verifiquen tardíamente. Conclusión del
concurso. Resolución Judicial. Efectos. Controladores del acuerdo. Cumplimiento,
incumplimiento y nulidad del acuerdo. Legitimados. Término. Causales y efectos.

UNIDAD XII:
Concurso en caso de agrupamiento. Sujetos. Requisitos. Trámite. Competencia.
Propuestas admisibles. Mayorías. Caso de los garantes.

UNIDAD XIII:
Quiebra. Presupuestos de la declaración. Quiebra directa e indirecta. Declaración a
pedido de acreedor: prueba de la cesación de pagos. Hechos reveladores. Acreedores
con privilegio especial. Acreedores excluidos. Trámite. Medidas precautorias. Citación
al deudor. Desistimiento del acreedor o del deudor. Declaración a pedido del deudor.
Requisitos. Sentencia de quiebra: Análisis de su contenido. Publicidad.

QUIEBRA

CASOS Y PRESUPUESTOS
Art. 77. - [CASOS] La quiebra debe ser declarada:
1) En los casos previstos por los arts. 46,47,48, incs. 2 y 5, 51, 54, 61 y 63.
2) A pedido del acreedor.
3) A pedido del deudor.

El primero de los incisos contempla casos de quiebra indirecta; esto es, conversión
del concurso preventivo en liquidativo, en ciertos supuestos en que fracasa el mismo.
Sólo en los casos expresamente mencionados por la LCQ, no por este inciso
solamente, cuya enumeración no es completa (ver art. 43, párr. penúltimo, LCQ),
puede convertirse el fracaso del concurso preventivo en quiebra indirecta. Al
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respecto, no pueden crearse analógicamente casos de conversión del proceso


concursa1 preventivo en liquidativo.
El segundo inciso enuncia el caso de la quiebra directa necesaria, o sea, la que se
declara a petición del acreedor.
El último inciso menciona la quiebra directa voluntaria, que es la pronunciada a
solicitud del propio deudor.
Además de dichos modos o vías para proceder a la declaración de una quiebra, ésta
también puede declararse por extensión, en diversos casos regulados por los arts.
160 y 161 de la LCQ.

Art. 78. - [PRUEBA DE LA CESACIÓN DE PAGOS] El estado de cesación de pagos


debe ser demostrado por cualquier hecho que exteriorice que el deudor se encuentra
imposibilitado de cumplir regularmente sus obligaciones, cualquiera sea el carácter de
ellas y las causas que lo generan.

[PLURALIDAD DE ACREEDORES] NO es necesaria la pluralidad de acreedores.


Existe acuerdo en la doctrina y jurisprudencia nacionales en conceptualizar al estado
de cesación de pagos como un fenómeno de impotencia patrimonial -con
características de generalidad y permanencia- por el cual no se puede hacer frente,
con medios regulares, a las obligaciones inmediatamente exigibles (ver comentario al
art. lo). La posibilidad de acreditar tal estado patrimonial por cualquier hecho que
exteriorice esa impotencia, enrola a nuestra ley dentro de la llamada "teoría amplia"
en cuanto a la determinación de la insolvencia. Ello surge, sin duda, de este art. 78 y,
también, del art. 79 que contiene una enumeración meramente enunciativa de los
hechos reveladores del estado de cesación de pagos.

La inexigibilidad de pluralidad de acreedores importa admitir la quiebra con acreedor


único.
Art. 79. - [HECHOS R VELADORES] Pueden Ser Considerados hechos reveladores
del estado de cesación de pagos, entre otros:
1) Reconocimiento judicial o extrajudicial del mismo, efectuado por el deudor.
2) Mora en el cumplimiento de una obligación.
3) Ocultación o ausencia del deudor o de los administradores de la sociedad, en su
caso, sin dejar representante con facultades y medios suficientes para cumplir sus
obligaciones.
4) Clausura de la sede de la administración o del establecimiento donde el deudor
desarrolle su actividad.
5) Venta a precio vil, ocultación o entrega de bienes en pago.
6) Revocación judicial de actos realizados en fraude de los acreedores.
7) Cualquier medio ruinoso o fraudulento empleado para obtener recursos.

La enumeración de hechos reveladores del estado de cesación de pagos que efectúa


este artículo es meramente ejemplificativa. El juez puede deducir el estado de
cesación de pagos de otros hechos reveladores no enunciados o, también, concluir
que no hay insolvencia aun en presencia de los enumerados en el texto legal.

Art. 80. - [PETICID~ENL ACREEDOR] Todo acreedor cuyo crédito sea exigible,
cualquiera sea su naturaleza y privilegio, puede pedir la quiebra.
Si, según las disposiciones de esta ley, su crédito tiene privilegio especial, debe
demostrar sumariamente que los bienes afectados son insuficientes para cubrirlo.
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Esta prueba no será necesaria, si se tratare de un crédito de causa laboral.


La expresión "todo acreedor" permite afirmar la legitimación activa -en orden a la
solicitud de quiebra- de los titulares de acreencias contra el deudor, cualquiera fuere
su monto, naturaleza de la obligación, título de instrumentación, y rango o categoría.

Hay, sin embargo, algunas limitaciones y exclusiones:


a) No es admisible la solicitud de quiebra formulada por acreedor cuyo crédito fuera
inexigible.
b) No pueden solicitar la quiebra -en tanto acreedores- el cónyuge del deudor, ni los
parientes mencionados en el art. 81 de la LCQ.
c) Los acreedores con privilegio especial, si bien están legitimados para peticionar la
quiebra de su deudor, están constreñidos a levantar una carga probatoria más severa
que los restantes acreedores; además de los presupuestos enunciados en el art. 83
de la LCQ, deben demostrar –prima facie- la insuficiencia de los bienes afectados al
privilegio para cubrir el monto de la deuda. Esta mayor exigencia probatoria no es
aplicable al peticionario de la quiebra con privilegio especial laboral.

Art. 81. - [ACREEDORES EXCLUIDOS] NO pueden solicitar la quiebra el cónyuge,


los ascendientes o descendientes del deudor, ni los cesionarios de sus créditos.
La ley no distingue la naturaleza del parentesco, que puede ser legítimo, natural o
adoptivo y por consanguinidad o por afinidad.

Art. 82. - [PETICI~NDE L DEUDOR] La solicitud del deudor de su propia quiebra


prevalece sobre el pedido de los acreedores, cualquiera sea su estado, mientras no
haya sido declarada.
En caso de personas de existencia ideal, se aplica lo dispuesto por el art. 6'.
Tratándose de incapaces se debe acreditar la previa autorización judicial.
Cuando existieran pedidos de quiebra formulados por acreedores, y antes de que se
hubiese dictado sentencia a raíz de dichas solicitudes, la petición que el deudor
formulare de su propia quiebra prevalece sobre aquellos pedidos.
Ello quiere decir que, en esas circunstancias, la petición del deudor determina que la
quiebra debe declararse independientemente del estado en que pudieran encontrarse
los procedimientos prefalenciales iniciados a instancia del acreedor.

Art. 83. - [PEDIDO DE ACREEDORES] Si la quiebra es pedida por acreedor, debe


probar sumariamente su crédito, los hechos reveladores de la cesación de pagos, y
que el deudor está comprendido en el art. 2'.

El juez puede disponer de oficio las medidas sumarias que estime pertinentes para
tales fines y, tratándose de sociedad, para determinar si está registrada y, en
su caso, quiénes son sus socios ilimitadamente responsables.

A instancia de acreedor, puede ponerse en movimiento el mecanismo jurisdiccional


para comprobar si están reunidos los presupuestos de la declaración de quiebra. La
declaración de quiebra requiere una investigación previa sobre la existencia de sus
presupuestos, investigación que exige, a su vez, un trámite. Este trámite es el que,
someramente y con grandes lagunas, regula el art. 83 y siguientes.

El solicitante de la quiebra debe probar:


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a) El crédito. O sea, que es acreedor de la persona cuya quiebra pide ("presupuesto


de legitimación activa").
b) Algún hecho revelador del estado de cesación de pagos. Sea o no de los
enumerados en el art. 79 de la LCQ, el peticionante de la quiebra debe acreditar
algún hecho que pueda ser indicativo del estado de insolvencia del deudor
("presupuesto objetivo").
c) Que el deudor está comprendido en el art. 2" de la LCQ. Desde el año 1983,
cuando la ley 22.917 suprimió los concursos civiles y consolidó la unificación subjetiva
concursa1 (ver comentario al art. 2", LCQ), la acreditación de este presupuesto para
declarar la quiebra a solicitud de acreedor, perdió el potencial conflictivo que tenía
hasta entonces. Sin duda, desde 1983, la quiebra es el proceso concursal liquidativo
común a todas las personas de existencia física o de existencia ideal, de carácter
privado, salvo las expresamente exceptuadas por el art. 2' o por leyes especiales;
todas las controversias que solía suscitar la comercialidad o no del sujeto cuya
quiebra se solicitaba, dejaron de plantearse. Más todavía: al ser la quiebra un proceso
común a todos los sujetos mencionados, la prueba de hallarse incurso en alguna de
las excepciones a la concursabilidad incumbe a quien sostenga encontrarse
exceptuado, no al acreedor peticionante, pues, de exigírsele a él tal acreditación, se
le estaría imponiendo la prueba de un hecho negativo (este tercer extremo se conoció
tradicionalmente como "presupuesto de legitimación pasiva" o "presupuesto
subjetivo" de la falencia).
Aunque es carga del acreedor, la prueba de los extremos premencionados, se
reconocen también al juez amplias facultades de investigación que perfilan una
característica inquisitorial del trámite prefalencial.

JURISPRUDENCIA PLENARIA
La tasa judicial en los expedientes sobre pedidos de quiebra debe abonarse en
oportunidad de iniciarse el juicio (Cn Com, en pleno, 91121 71, "Carrocerías Serra
SA", JA, 13-1972-197, y LL, 154-129).

Art. 84. - [CITACIA~L NDE UDOR] Acreditados dichos extremos, el juez debe
emplazar al deudor para que, dentro del quinto día de notificado, invoque y
pruebe cuanto estime conveniente a su derecho.
Vencido el plazo y oído el acreedor, el juez resuelve sin más trámite,
admitiendo o rechazando el pedido de quiebra.
No existe juicio de antequiebra.

Antes de oír al deudor, el juez debe tener por acreditados prima facie los extremos
exigidos por el artículo anterior. Ello surgirá de la actividad probatoria del acreedor y,
en su caso, de la investigación oficiosa dispuesta.
Esa acreditación de los presupuestos referidos es a los efectos de la procedencia o
continuación del trámite. Si no se han demostrado, la petición puede rechazarse in
limine, sin audiencia de la persona cuya quiebra se pide. Si, en cambio, el juez
considera acreditados tales extremos, debe despachar el emplazamiento previsto en
este artículo.
El emplazamiento debe notificarse por cédula (art. 273, inc. 5, LCQ).
En su defensa, el deudor puede articular cuestiones procesales tales como la
incompetencia del juez, o argumentar -y probar- circunstancias impeditivas del
progreso de la petición de quiebra (p.ej., que ha solicitado su concurso preventivo,
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que es un sujeto no susceptible de quebrar, que el peticionante no es acreedor, que


el hecho revelador es falso o que, en realidad, no responde a la existencia del estado
de cesación de pagos atribuido, etcétera). Empero, bueno es tener en cuenta que el
debate es brevísimo y las posibilidades probatorias restringidas, de donde, muchas
veces, el medio más seguro y eficaz de demostrar que se está in bonis lo constituye
el depósito -en pago o a embargo- de los fondos suficientes para cubrir el crédito
invocado como hecho revelador de la insolvencia.
El ejercicio efectivo por la persona cuya quiebra se pide, de su derecho de defensa,
impone que se vuelva a oír al acreedor solicitante antes de la resolución judicial.
El juez, antes de resolver, puede dictar nuevas medidas de investigación (art. 274,
LCQ). Si rechaza la solicitud de quiebra, tal resolución no causa estado y, por ende,
no impide reiterar el pedido. La jurisprudencia nacional está dividida sobre la
apelabilidad de la decisión judicial desestimatoria de la petición de quiebra-formulada
por acreedor, a& como sobre la distribución de las costas y la recurribilidad del
pronunciamiento acerca de ésta.

JURISPRUDENCIA PLENARIA

1. A los efectos de que aquel a quien se ha pedido la quiebra demuestre hallarse en


fondos, corresponde establecer la oportunidad en que incurrió en mora, para
ponderar la cuantía del débito reajustado o de los intereses que le acceden (CNCom,
en pleno, 3015186, "Zadicoff, Víctor", JA, 1986-111-640, y LL, 1986-C-276).

2. No corresponde imponer las costas al actor cuando el demandado, citado a dar


explicaciones, consigna en pago el importe del crédito cuyo incumplimiento es
invocado como evidencia de la cesación de pagos, motivándose así el rechazo del
pedido de quiebra (CNCom, en pleno, 29/6/82, "Pombo, Manuel", JA, 1982-111-406;
LL, 1982-C-459, y ED, 99-621).

3. Es apelable la sentencia desestimatoria de la solicitud de quiebra formulada por


acreedor (CCivCom Rosario, en pleno, 27/3/87, "Cereales Fighiera SRL", RDCO,
1987-1019).

4. El auto que deniega la declaración de quiebra solicitada por un acreedor es


apelable (CCivCom Mar del Plata, en pleno, 3014196, "García, Carlos A. y otra
slquiebra", LLBA, 1996-7 19).

Art. 85. - [MEDIDAPSR ECAUTORIAS] En cualquier estado de los trámites


anteriores a la declaración de quiebra, a pedido y bajo la responsabilidad del
acreedor, el juez puede decretar medidas precautorias de protección de la
integridad del patrimonio del deudor, cuando considere acreditado prima
facie lo invocado por el acreedor y se demuestre peligro en la demora.
Las medidas pueden consistir en la inhibición general de bienes del deudor,
intervención controlada de sus negocios, u otra adecuada a los fines
perseguidos.

Las medidas precautorias previstas son aquellas que tienden a proteger la integridad
del patrimonio del deudor, o sea, cualquier cautela idónea para asegurar los bienes
que pueden llegar a constituir el activo concursal en caso de falencia.
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Para el despacho favorable de estas cautelas, a solicitud del acreedor peticionante de


la quiebra, deben reunirse los presupuestos propios de todo Proceso cautelar:
a) verosimilitud de lo invocado por el solicitante (fumus boni iuris);
b) peligro de que el transcurso del tiempo pueda frustrar las expectativas cuya
realización se pretende en el proceso (periculum in mora), y
c) contracautela: sobre esta exigencia de garantía para responder por los
precautorias, nada dice el texto legal, discrepando la doctrina y jurisprudencia
acerca de su exigibilidad.

Art. 86. - [PEDIDDOE L DEUDOR. REQUISITOSL La solicitud de quiebra por el


deudor se debe acompañar con los requisitos indicados en el art. 11 incs. 2,3,4 y 5 y,
en su caso, los previstos en los incs. 1, 6 y 7 del mismo, sin que su omisión obste a la
declaración de quiebra. El deudor queda obligado a poner todos sus bienes a
disposición del juzgado en forma apta para que los funcionarios del concurso puedan
tomar inmediata y segura posesión de los mismos.
En caso de sociedades, las disposiciones de este articulo se aplican a los socios
ilimitadamente responsables que hayan decidido o suscriban la petición, sin perjuicio
de que el juez intime a los restantes su cumplimiento, luego de decretada la quiebra.
Cuando el propio deudor pide su quiebra, el trámite que precede a la declaración
resulta notablemente simplificado si lo comparamos con la instrucción previa a la
falencia solicitada por acreedor. Casi puede sostenerse que no hay trámite previo a la
declaración de quiebra directa voluntaria.

Los aspectos fundamentales a tener en cuenta son:

a) La misma presentación del deudor peticionando su propia quiebra implica


confesión judicial del estado de cesación de pagos, revistiendo –por ello- la
máxima eficacia probatoria acerca de la existencia de la insolvencia, lo que releva
al juez de todo análisis sobre el presupuesto objetivo de la quiebra.
b) La omisión de los recaudos formales señalados en el art. 86, que remite al art. 11,
no obstan a que la quiebra deba, igualmente, declararse.
c) No hay vestigio alguno de contradictorio, ni puede admitirse la eventual oposición
de alguien que, pretendiéndose acreedor, quisiera resistir la posibilidad de que el
deudor sea declarado fallido.
d) La apreciación judicial anterior a la sentencia ha de versar sobre competencia para
entender en la causa, personería del solicitante y calidad de sujeto pasible de
quebrar en el deudor. El juez puede dictar oficiosamente las medidas de
investigación que estime necesarias para favorecer su convicción sobre esos
puntos.

Art. 87. - [DESISTIMIENTO DEL ACREEDOR] El acreedor que pide la quiebra


puede desistir de su solicitud mientras no se haya hecho efectiva la citación prevista
en el art. 84.
Los pagos hechos por el deudor o por un tercero al acreedor peticionante de la
quiebra estarán sometidos a lo dispuesto en el art. 122.

[DESISTIMIENTO DEL DEUDOR] El deudor que peticione su quiebra no puede


desistir de su pedido, salvo que demuestre, antes de la primera publicación de
edictos, que ha desaparecido su estado de cesación de pagos.
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Desisrimiento del acreedor. Es admisible hasta el cumplimiento efectivo de la


notificación del pedido de quiebra; no así después de dicha notificación. El
desistimiento del acreedor peticionario de una quiebra responde, de ordinario, a
pagos percibidos del deudor o de terceros a efectos de evitar la declaración falencial.
No obstante el logro de dicho resultado -evitar la quiebra en algunas peticiones-, si
finalmente el deudor es declarado en quiebra, aquellos pagos pueden encuadrar en el
régimen de ineficacia regulado por el art. 122 de la LCQ (ver su comentario).

Desistimiento del deudor. Está vedado el desistimiento liso y llano (ad nutum).
Sin embargo, la retractación de la solicitud de propia quiebra es admisible sujeta a
dos circunstancias: a) planteamiento anterior a la toma de estado público de la
falencia ("antes de la primera publicación de edictos": art. 89, LCQ), y b)
demostración de que el estado de cesación de pagos "ha desaparecido", o -a fortiori-
que el mismo nunca existió y la petición de quiebra obedeció a un error del
peticionario.

SENTENCIA

Art. 88. - [CONTENIDOL]a sentencia que declare la quiebra debe contener:


1) Individualización del fallido y, en caso de sociedad, la de los socios ilimitadamente
responsables.
2) Orden de anotar la quiebra y la inhibición general de bienes en los registros
correspondientes.
3) Orden al fallido y a terceros para que entreguen al síndico los bienes de aquél.
4) Intimación al deudor para que cumpla los requisitos a los que se refiere el art. 86
si no lo hubiera efectuado hasta entonces y para que entregue al síndico dentro
de las veinticuatro horas los libros de comercio y demás documentación relacionada
con la contabilidad.
5) La prohibición de hacer pagos al fallido, los que serán ineficaces.
6) Orden de interceptar la correspondencia y de entregarla al síndico.
7) Intimación al fallido o administradores de la sociedad concursada, para que dentro
de las cuarenta y ocho horas constituyan domicilio procesal en el lugar de tramitación
del juicio, con apercibimiento de tenerlo por constituido en los estrados del juzgado.
8) Orden de efectuar las comunicaciones necesarias para asegurar el cumplimiento
del art. 103.
9) Orden de realización de los bienes del deudor y la designación de quien efectuará
las enajenaciones.
10) Designación de un funcionario que realice el inventario correspondiente en el
término de treinta días, el cual comprenderá sólo rubros generales.
11) La designación de audiencia para el sorteo del síndico.

SUPUESTOES SPECIALES
En caso de quiebra directa o cuando se la declare como consecuencia del
incumplimiento del acuerdo o la nulidad, la sentencia debe fijar la fecha hasta la cual
se pueden presentar las solicitudes de verificación de los créditos ante el síndico, la
que será establecida dentro de los veinte días contados desde la fecha en que se
estime concluida la publicación de los edictos, y para la presentación de los informes
individual y general, respectivamente.
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Aunque la ley utiliza, a veces, la expresión "auto de quiebra", la decisión judicial


respectiva es una verdadera "sentencia". Por ello, formalmente, debe respetar las
exigencias de las leyes de rito y, lo que es más importante, debe ser fundada, so
pena de descalificársela constitucionalmente.

La motivación, empero, puede ser concisa, atento a las razones de urgencia que
inspiran el procedimiento previo -también brevísimo- y la provisoriedad de la
decisión, sujeta al ulterior recurso de reposición (cuando la quiebra fue pedida por
acreedor).

Este art. 88 determina el contenido específico de la parte resolutiva de la sentencia


de quiebra.

Supuestos especiales. Las fechas para verificación de créditos ante el síndico, y


para la presentación de los informes individual y general, se establecen en la
sentencia de quiebra directa.
La mención que el párrafo último del art. 88 de la LCQ, hace a igual recaudo
(también? para la sentencia de quiebra indirecta que se declare "como consecuencia
del incumplimiento del acuerdo o la nulidad" debe correlacionarse con el art. 202 de
la LCQ, que regula la verificación de los créditos en las quiebras indirectas. En la 6"
edición de este libro, sostuvimos que esas normas eran contradictorias, frutos de la
inadecuación del art. 88 (proveniente de la ley 19.551) al nuevo régimen establecido
por el actual art. 202; postulábamos, en consecuencia, aplicar éste e ignorar la regla
de aquél. Un replanteo del análisis nos lleva a cambiar de opinión.

Más allá de la explicación histórica de la aparente contradicción que, efectivamente,


podría hallarse en la gestación de la reforma concursal, ahora creemos que ambas
normas pueden compatibilizarse y aplicarse en supuestos distintos y, como resultado,
obtener una solución aún mejor, preservando la aplicabilidad de los dos artículos en
cuestión.
A tales fines, pensamos que la regla general en materia de verificación de créditos en
las quiebras indirectas, es la establecida en el art. 202 de la LCQ. Pero ésta no
impone como norma inexorable la verificación por vía incidental, a los acreedores
posteriores, como único carril de ingreso a la falencia que deriva del fracaso del
concurso preventivo. Lo único que establece esa regla es la posibilidad ("pueden
requerir la verificación por vía incidental...") de que el juez de la quiebra indirecta no
abra un período informativo normal (arts. 32 y SS., y 200, LCQ) y, así, el ingreso de
los acreedores posteriores al concurso preventivo quede librado a la utilización del
incidente, para cuyo supuesto se estatuye la dispensa de costas (salvo pedido u
oposición manifiestamente improcedentes).

Esa posibilidad genérica en las quiebras indirectas reconoce dos excepciones, que
son las regladas por el párr. último del art. 88 de la LCQ.

En la quiebra indirecta por incumplimiento del acuerdo preventivo (art. 63,


LCQ), y en la quiebra indirecta por nulidad del acuerdo preventivo (art.

61, LCQ), el juez debe abrir un período informativo común (arts. 32 y SS., y 200,
LCQ), fijando la fecha hasta la cual los acreedores (posteriores a la presentación del
concurso preventivo fracasado) pueden presentar las solicitudes de verificación de sus
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créditos al síndico, y establecer asimismo las fechas de presentación del informe


individual y del informe general.

En síntesis:

a) En las quiebras indirectas por incumplimiento o por nulidad del acuerdo


preventivo, la verificación de créditos discurre por los mismos carriles que en las
quiebras directas, y la verificación incidental tiene el mismo régimen de costas que en
éstas.

b) En las quiebras indirectas declaradas por fracasos del concurso preventivo que no
fueran el incumplimiento o la nulidad del acuerdo preventivo, para los acreedores
posteriores a la presentación de dicho concurso preventivo, el juez puede abrir un
período informativo igual al de las quiebras directas, con las mismas consecuencias
de éstas en caso de verificación incidental, o también puede no abrir ese mecanismo
de verificación de créditos y, en su lugar, dejar librado el ingreso de los acreedores
(posteriores al concurso preventivo) a la vía incidental, caso éste en el cual rige la
dispensa de costas reglada en el párr. 1' del art. 202 de la LCQ, con las excepciones
allí previstas.
Si bien en el último de los casos (no apertura de un período informativo común)
resulta innecesaria la presentación del informe individual sobre los créditos,
pensamos que el informe general (art. 39, LCQ) siempre debe exigirse. Inclusive en
las quiebras indirectas en las que se permite el acceso de los acreedores posteriores
al concurso preventivo por vía incidental, el informe general, o -si se quiere- la
actualización del presentado en oportunidad del art. 39 de la LCQ, es inexorable a fin
de poder saber la composición actual del pasivo a través del recálculo de los créditos
que el síndico debe efectuar (art. 202 in fine, LCQ), y para posibilitar la formulación
de observaciones a la fecha inicial del estado de cesación de pagos a los "interesados"
(art. 117, LCQ) que no estaban legitimados para hacerlo en la oportunidad señalada
por el art. 40 de la LCQ. Por ello, sostenemos que la fecha para presentación del
informe general es inexorable en toda sentencia de quiebra, cualquiera fuese el
método de ingreso al pasivo que, para los acreedores posteriores a un anterior
concurso preventivo fracasado, determinase el juez.

Art. 89. - [PUBLICIDADD] entro de las veinticuatro horas de dictado el auto,


el secretario del juzgado debe proceder a hacer publicar edictos durante
cinco días en el diario de publicaciones legales, por los que haga conocer el
estado de quiebra y las disposiciones del art. 88, incs. 1, 3, 4, 5 y 7, parte final, en
su caso, y nombre y domicilio del síndico.

Igual publicación se ordena en cada jurisdicción en la que el fallido tenga


establecimiento o en la que se domicilie un socio solidario. Los exhortos pertinentes
se deben diligenciar de oficio y ser librados dentro de las veinticuatro horas de la
sentencia de quiebra.
La publicación es realizada sin necesidad de previo pago y sin perjuicio de asignarse
los fondos cuando los hubiere.
Si al momento de la quiebra existieren fondos suficientes en el expediente, el juez
puede ordenar las publicaciones de edictos similares en otros diarios de amplia
circulación que designe, a lo que se debe dar cumplimiento en la forma y términos
dispuestos.
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La sentencia de quiebra produce efectos erga omnes desde el momento mismo de su


declaración, no siendo necesaria su notificación para que la misma adquiera eficacia.
Sin embargo, debe hacerse conocer para permitir el ejercicio de las posibilidades
recursivas y para que los terceros resulten advertidos del estado de falencia del
deudor y sepan a qué atenerse en cuanto a las relaciones jurídicas habidas con él o a
punto de concretar. La publicación de estos edictos cumple la finalidad de hacer
público el estado de falencia del deudor, e importa la notificación a los acreedores y
terceros que no podrán -en adelante- alegar ignorancia de tal estado.

UNIDAD XIV:
Conversión de la quiebra: sujetos, efectos y requisitos. Recurso de reposición: plazo y
legitimación. Causales. Levantamiento de la quiebra: requisitos, recursos y efectos.
Daños y perjuicios contra el peticionante. Incompetencia del juzgado. Muerte o
incapacidad del fallido.

UNIDAD XV:
Efectos de la quiebra. Efectos personales. Cooperación. Viajes al exterior. Desempeño
de tareas. Deudas posteriores. Inhabilitación en la ley de concursos y otras leyes.
Efectos patrimoniales. Desapoderamiento. Noción y naturaleza. Bienes excluidos.
Legitimación procesal del fallido. Correspondencia.

UNIDAD XVI:
Período de sospecha. Noción. Fecha de cesación de pagos. Retroacción y
determinación: trámite, efectos de la resolución. Actos realizados por el deudor en el
período de sospecha: actos ineficaces de pleno derecho, actos ineficaces por el
conocimiento de la cesación de pagos. Actos realizados durante el concurso
preventivo. Revocatoria concursal: procedimiento. Revocatoria ordinaria, legitimación,
plazo de ejercitación, efectos. Ejercicio de la acción revocatoria por acreedor. Pago al
acreedor peticionante de la quiebra.

UNIDAD XVII:
Efectos de la quiebra sobre las relaciones jurídicas preexistentes. Verificación. Vía
incidental. Supuesto de quiebra indirecta. Período informativo. Facultades y deberes
del síndico. Observación de créditos. Comité de acreedores. Fuero de Atracción.
Legitimación del síndico. Fallido codemandado. Créditos laborales. Bienes en poder
del fallido por título destinado y no destinado a transferir el dominio. Bienes de
terceros: restitución. Readquisición de la posesión: presupuestos y procedimiento.

UNIDAD XVIII:
Efectos sobre ciertas relaciones jurídicas en particular. Contratos en curso de
ejecución. Prestaciones recíprocas pendientes. Resolución por incumplimiento. Boleto
de compraventa. Contrato con prestación personal del fallido, de ejecución continuada
y normativa. Locación de inmuebles.

UNIDAD XIX:
12

Extensión de la quiebra. Supuestos. Competencia. Trámite. Medidas precautorias.


Efectos de la sentencia de extensión. Grupos económicos. Responsabilidad de
terceros. Casos y trámite. Legitimación. Procedimiento. Prescripción.

UNIDAD XX:
Continuación de la explotación de la empresa fallida. Continuación inmediata.
Trámite. Recursos. Régimen de explotación. Conclusión anticipada. Efectos de la
quiebra sobre el contrato de trabajo. Elección del personal. Preferencias. Resolución
de los contratos. Obligaciones del adquirente de la empresa. Continuación de
empresas fallidas de servicios públicos. Continuación de empresas fallidas por una
cooperativa de trabajadores (ley 25.589).

UNIDAD XXI:
Liquidación. Oportunidad. Formas de realización. Enajenación de la empresa.
Procedimiento. Exclusión de bienes. Bienes gravados. Venta singular. Subasta.
Concurso especial. Compensación. Ofertas bajo sobre. Venta directa. Plazos y
sanciones. Informe final. Proyecto de distribución. Pago del dividendo concursal.
Distribuciones complementarias.

UNIDAD XXII:
A) Conclusión de la quiebra. Concepto. Avenimiento. Pago total: casos
comprendidos. Clausura del procedimiento falencial. Concepto. Clausura por
distribución final. Reapertura. Clausura por falta de activo.
B) Inhabilitación automática del fallido y sus administradores. Sujetos. Plazos.
Prórroga, cese anticipado y retoma de vigencia. Régimen y efectos.
Constitucionalidad.
UNIDAD XXIII:
Privilegios: noción. Régimen. Acreedores del concurso. Exigibilidad. Acreedores con
privilegio especial. Extensión. Concurrencia de privilegios especiales. Créditos con
privilegio general. Extensión. Superposición. Créditos comunes o quirografarios.
Prorrateo. Créditos subordinados.

UNIDAD XXIV:
A) Funcionarios concursales. El juez. El Ministerio Público. El Secretario. El
Síndico. Asesoramiento profesional. Coadministradores. Controladores. Comité
provisorio y definitivo de acreedores. Asesores. Enajenadores. Estimadores.
Remuneración de servicios y honorarios.
B) Reglas procesales. Principios generales. Caducidad de instancia. Incidentes.
Supuestos. Trámite. Prueba. Recursos. Honorarios. Legajo de copias. Leyes
procesales locales. Régimen de los pequeños concursos y quiebras. Concepto.
Alcance. Vigencia y alcance de la ley 24.522. Derecho transitorio.

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