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2.

DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA

Existe una brecha significativa en cuanto a calidad educativa entre las instituciones de carácter
oficial y no oficial de la ciudad de Bogotá. Esta brecha se hace particularmente evidente al
comparar los resultados de las pruebas SABER 11 donde es posible ver la diferencia en el
porcentaje de colegios públicos y privados que alcanzan los niveles destacados de calificación
(A+, A y B), siendo las instituciones de carácter privado las que mayoritariamente alcanzan estas
calificaciones.
Aunque esta diferencia se ha reducido en la última década, es importante decir, que la reducción
de la brecha se ha desacelerado en los últimos tres o cuatro años como indica el diagnostico que
se hace de la situación en el Plan Distrital de Desarrollo “Bogotá, Mejor para Todos 2016-2019”.
Según la clasificación por niveles, en 2014 cerca del 28% de instituciones educativas
oficiales estaban en las categorías más bajas de rendimiento (niveles C y D) y en 2015 este
porcentaje bajó al 25%. En 2014 y 2015 más del 60% de instituciones educativas oficiales
se ubicaron en la categoría B, que es un nivel intermedio, y se logró aumentar el porcentaje
de instituciones en categoría A, de 10,7% en 2014 a 12,7% en 2015. Este panorama
evidencia que se han presentado avances en las instituciones oficiales, sin embargo, las
instituciones educativas privadas han avanzado a un ritmo más acelerado. Alcaldía Mayor
de Bogotá. Secretaria de Planeación [SDP] (2016)
Esta, todavía significativa, diferencia en la calidad de la educación entre las instituciones
públicas y privadas de Bogotá, demanda una especial atención de parte de los organismos
gubernamentales pues la educación constituye un factor fundamental en el desarrollo, la
superación de la pobreza y el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades como lo
afirma el economista indio Amartya Sen quien plantea que no ser capaz de leer, escribir, contar o
comunicarse es una tremenda privación y constituye un caso extremo de inseguridad, ya que el
individuo tiene la certeza de la privación y la ausencia de cualquier chance de evitar ese destino.
(Sen.2003)
Esta problemática obedece a muchas y muy variadas razones; algunas propias del sistema y el
proceso educativo como: el tipo de contenidos que se imparten en las clases, la preparación de
los docentes, la facilidad de acceso a contenidos y recursos, la calidad de las instalaciones, entre
otros. Y otras de carácter externo como: contextos socio-culturales adversos, delincuencia, mala
alimentación, violencia intrafamiliar, dificultades de transporte, baja calidad de los servicios
sanitarios, etc.
Una parte importante de estas causas corresponde a la dificultad de acceso a una serie de
intangibles que podrían, en principio, encajar en lo que Bourdieu define como “Capital Cultural”
y más precisamente lo que clasifica como “Capital Cultural en estado incorporado” es decir,
disposiciones durables de la mente y del cuerpo. (Bourdieu, 1985) El aprendizaje de una segunda
lengua, el deleite con manifestaciones artísticas, el acceso a divulgación científica, el consumo
de contenidos culturales variados, el acceso a información contrastada, el contacto con culturas
diferentes a las propias, etc. Son características que normalmente están reservadas a una elite
exclusiva y que generalmente se incorporan desde la familia para luego desarrollarse (cultivarse)
en la escuela, convirtiéndose en un habitus que determina tanto las prácticas y representaciones
culturales del individuo. Este conocimiento, incorporado en forma de habitus dota al individuo,
que puede acceder a él, de una serie de referentes políticos, imaginarios poéticos, habilidades
sociales y acervos culturales que le permiten entender su realidad de una manera mucho más
amplia y eventualmente, transfórmala, convirtiendo el capital cultural en Capital Social y Capital
Económico y finalmente, en calidad de vida. Naturalmente el individuo que no ha podido
acceder este conocimiento, que no ha podido incorporar el habitus, se verá excluido de esa
posibilidad de transformación, generando una diferenciación de clases entre los individuos que
han podido adquirir ese habitus (clase dominante) y los que no (clase dominada). Siendo la
escuela un entorno donde este habitus incorporado desde la familia puede ser cultivado, es
natural que surja el fenómeno de la “escuela de elite”: un espacio donde se cultive el habitus ya
incorporado desde la familia y se le brinde al estudiante el Capital Cultural suficiente para
permitirle mantener el status de “clase dominante” que brinda ese Capital Cultural, en contraste
con la “escuela corriente” que se encarga de brindar el conocimiento mínimo necesario para que
el individuo pueda vincularse a la cadena productiva, pero sin brindar otro tipo de aprendizaje
(Capital Cultural) que le permitirá adquirir el status de “clase dominante” Dado que el valor de
ese Capital Cultural está dado muchas veces en razón de su raresa, es natural también que estas
“escuelas de elite” cobren precios elevados para asegurarse, mediante el costo económico, de
mantener la dificultad de acceso al capital cultural que brindan. Aunque el pago de ese precio no
es garantía de nada pues el Capital Cultural, a diferencia del capital económico, no es fácilmente
transable.
Incorporando el concepto de Capital Cultural a la discusión sobre la brecha educativa entre
instituciones oficiales y no oficiales, y entendiendo cómo juega este Capital Cultural en la
diferenciación entre instituciones públicas y privadas, es bueno preguntarse por el papel del
Estado en facilitar, desde la educación, el acceso a ese Capital Cultural para toda la población y
no solo para una elite reducida. En un Estado Social de Derecho es función del Estado garantizar
la integración de las clases menos favorecidas y evitar su exclusión a través de la compensación
de las desigualdades, procura satisfacer, por intermedio de su brazo administrativo, las
necesidades vitales básicas de los individuos, sobre todos de los más débiles. Distribuye bienes y
servicios que permiten el logro de un standard de vida más elevado. (Durán 2001) En ese sentido
debería ser una preocupación del Estado asegurarse de garantizar un acceso mucho más
democrático al Capital Cultural que pudiera ser determinante en la calidad de los procesos
educativos en el sector público.
En el caso específico de Bogotá esta premisa está completamente en sintonía con el Plan de
Desarrollo “Bogotá Mejor para Todos 2016-2022” pues uno de sus ejes trasversales es
precisamente “Calidad Educativa para Todos” este programa busca garantizar el derecho a una
educación de calidad que brinde oportunidades de aprendizaje para la vida y ofrezca a todos los
niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la ciudad, igualdad en las condiciones de acceso y
permanencia [SDP] (2016) En ese sentido, la estrategia que propone este proyecto es utilizar las
redes sociales existentes (Facebook, Twitter, Instagram, etc.) como punto de encuentro para
estudiantes de instituciones educativas públicas y privadas del distrito facilitando el intercambio
de aquellos elementos de Capital Cultural que puedan marcar una diferencia en la calidad de la
educación entre instituciones oficiales y no oficiales. Entre los retos que plantea la implementación
de esta estrategia están el lograr que personas de diferentes contextos socio-económicos y
culturales interactúen de manera espontánea entre ellos evitando y asegurarse que estos
intercambios se den de manera segura para los participantes. Evitando situaciones relativas a
crímenes cibernéticos y acoso.

Ubicada en el Centro del país, en la cordillera oriental, la capital del país tiene una extensión
aproximada de 33 kilómetros de sur a norte y 16 kilómetros de oriente a occidente y se encuentra
situada en las siguientes coordenadas: Latitud Norte: 4° 35'56'' y Longitud Oeste de Greenwich:
74°04'51''. Está dentro de la zona de confluencia intertropical, produciendo dos épocas de lluvia;
en la primera mitad del año en los meses de marzo, abril y mayo y en la segunda en los meses de
septiembre, octubre y noviembre. (Recuperado de) http://www.bogota.gov.co/ciudad/ubicacion.

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