Você está na página 1de 5

UNIVERSIDAD NACIONAL DE ASUNCIÓN

FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES

Ácidos Grasos

Carrera:

– Ciudad Universitaria

2015
Ácido graso
Está formado por una larga cadena hidrocarbonada de tipo lineal, es una biomolécula de
naturaleza lipídica y con un número par de átomos de carbono, en el extremo de la cadena
se encuentra un grupo carboxilo (-COOH). Por medio de enlaces simples o dobles se
encuentran unidos los átomos de carbono.
Los ácidos grasos son parte de glucolípidos y fosfolípidos, estas son moléculas que forman
la bicapa lipídica de las membranas celulares.
Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3 (AGPICL ω-3) como el ácido
eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA), estos se encuentran tanto en
animales como vegetales de origen marino, en cantidades importantes en aceite de
pescados como: aceite de hígado de bacalao, salmón, sardinas y sábalo, arenques, verdel y
también en la leche materna. En fuentes no animales se encuentran como suplementos
microalgas y espirulina.

Importancia del EPA y DHA


Tanto el EPA como el DHA, luego de ser ingeridos, se incorporan rápidamente a los
fosfolípidos de las membranas celulares donde pueden ser liberados por enzimas
lipooxigenasas y ciclooxigenasas, originando productos con potentes propiedades
citoprotectoras y especialmente antiinflamatorias. La evidencia clínica y epidemiológica de
múltiples estudios permite establecer que el consumo de EPA y DHA puede contribuir a la
prevención y/o tratamiento de una serie de patologías, especialmente aquellas donde la
inflamación juega un papel preponderante en su desarrollo. El EPA y el DHA presentan
propiedades antiinflamatorias, vía la generación ya sea de agentes anti-inflamatorios, como
las resolvinas, o a través del bloqueo de agentes pro-inflamatorios.
Desde 1950 se conocen los efectos del aceite de pescado y se aconseja un consumo
habitual de este alimento, rico en AGPI-CL n-3. Recientemente, muchas entidades
científicas han recomendado aumentar la ingesta de ácidos grasos n-3, y concretamente de
ácido docosahexaenoico (DHA) en embarazadas y en la infancia, fundamentalmente en
prematuros, neonatos y lactantes alimentados con fórmula artificial, así como en aquellos
niños con patologías crónicas en las que puede existir un déficit. De hecho, además de los
módulos de suplementos, también han aparecido en el mercado alimentos enriquecidos con
estos ácidos grasos como los huevos, yogurt o leche para asegurar el consumo de la
población general. Igualmente, se han observado efectos positivos en otras situaciones
como en la prevención de enfermedades inflamatorias y mejoría en determinadas
enfermedades crónicas. El objetivo de esta revisión es actualizar los conocimientos sobre
los efectos del DHA y las recomendaciones para asegurar una ingesta adecuada con
efectos beneficiosos sobre la salud en la infancia.
Los ácidos grasos Omega-3 son nutrientes esenciales para la salud ya que se necesitamos
de ellos para numerosas funciones corporales normales, como el control de coagulación de
la sangre y la construcción de las membranas celulares en el cerebro, y puesto que nuestro
cuerpo no genera por sí solo grasas omega-3, tenemos que obtenerlas a través de los
alimentos. Los ácidos Omega-3 se convierten en moléculas llamadas fosfolípidos que
forman la membrana que rodea cada célula de su cuerpo. Los fosfolípidos que contienen
ácidos grasos omega-3 son importantes para el posicionamiento de los receptores que la
célula utiliza para interactuar con su entorno. Esto es especialmente importante en el
sistema nervioso. Se asocian con muchos beneficios para la salud, incluidos la protección
contra la enfermedad cardiaca y accidentes cerebrovasculares (en particular en personas
con antecedentes de enfermedad cardiovascular). Varios estudios identifican los posibles
beneficios de los ácidos grasos Omega-3 con un amplio rango de condiciones como el
cáncer, depresión, la enfermedad inflamatoria intestinal, y otras enfermedades autoinmunes
como el lupus. Estos parecen tener efectos benéficos como antiinflamatorios y existen
fuertes evidencias de que los suplementos de aceite de pescado con ácidos grasos Omega
3 disminuyen los síntomas de la artritis reumatoide, ayudan a prevenir los espasmos del
Síndrome de Raynaud y posiblemente ayuden a aliviar algunos síntomas del lupus.
En nuestro cuerpo, el DHA es esencial para la formación de los componentes estructurales
del cerebro.La organización de las membranas celulares está determinada por las
características de sus componentes, fundamentalmente por los lípidos. Los otros
componentes importantes de las membranas celulares son las proteínas, principales
actores en las funciones celulares asociadas a las membranas, y los glúcidos. Sin embargo,
la diversidad (hay más de mil tipos de lípidos diferentes) y su organización espacial
(formando un bicapa) hacen a los lípidos esenciales. Así, ellos definen las propiedades
físicas de las membranas. La longitud y el grado de saturación de sus ácidos grasos regulan
la fluidez y el grosor de la membrana, y su distribución desigual crea asimetría en las
membranas. En la membrana plasmática las cargas asociadas a sus partes hidrofílicas
contribuyen a crear un gradiente eléctrico entre la cara externa y la interna, y por tanto a
modular el potencial eléctrico. Mediante interacciones electroquímicas son capaces de
modular la actividad de las proteínas de membrana. Se ha postulado que las interacciones
moleculares entre ciertos lípidos producen la segregación de dominios espaciales y
funcionales en áreas restringidas de la membrana que afectan también a la localización de
las proteínas y a sus funciones. Son las denominadas balsas de lípidos o "lipid rafts". Pero
además pueden actuar como segundos mensajeros que abandonan la membrana, viajan a
compartimentos intracelulares y desencadenan respuestas celulares.
Los lípidos constituyen aproximadamente el 50 % del peso de las membranas, con unos 5
millones de moléculas por µm2. Las membranas celulares de una célula eucariota contiene
más de 1000 tipos de lípidos que aparecen en distinta proporción según el tipo de
membrana que estemos considerando. Se estima que aproximadamente el 5 % de los
genes de una célula están dedicados a producir sus lípidos.
Los lípidos de membrana se caracterizan por poseer una parte apolar o hidrófoba que
constituye la parte interna de la membrana y por una parte hidrofílica que está en contacto
con el medio acuoso. Por ello se dice que son moléculas anfipáticas. Se clasifican en tres
grupos según su estructura y composición molecular: glicerofosfolípidos (también
denominados glicerolípidos, fosfoglicéridos o simplemente fosfolípidos), los esfingolípidos y
los esteroles. También se requiere para los componentes estructurales y funcionales del
sistema nervioso central. Durante el embarazo y la lactancia materna, la única fuente de
DHA para un niño es la madre. Hay cierta preocupación de que el embarazo puede llegar a
causar una deficiencia de DHA en las mujeres, ya que el feto en desarrollo puede reducir
los niveles maternos de DHA. Muy a menudo, el DHA se demanda para ayudar a desarrollar
el cerebro fetal e infantil y el desarrollo del ojo.
EPA tiene propiedades para reducir la inflamación y es necesario para la producción de un
grupo especial de sustancias en el cuerpo llamadas prostaglandinas, que controlan la
coagulación de la sangre arterial y otras funciones. EPA también proporciona un método
natural para reducir el colesterol y los triglicéridos. Esto a su vez disminuye el riesgo de
arritmias, que pueden ocasionar muerte cardíaca repentina.
Referencias Bibliográficas
● http://www.analesdepediatria.org/es/importancia-del-acido-docosahexaenoico-dha-/articul
o/S1695403310002122/
● https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81cido_eicosapentaenoico
● http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182011000300011
● https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81cido_docosahexaenoico

Você também pode gostar