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Hasta hace unos años decir que el Derecho Aduanero era autónomo provocaba sonrisas
entre los asistentes a cualquier foro jurídico, existía prácticamente unanimidad entre los
juristas que este no era más que una rama del Derecho Tributario, que su institución típica
el aforo no era más que un acto de determinación de obligaciones tributarias y que el
contrabando sólo se sancionaba cuando existían tributos dejados de pagar. En resumen, las
aduanas existían sólo para cobrar tributos y en consecuencia su legislación tenía como fin,
precisamente ello.
En la actualidad, con el crecimiento exponencial del comercio exterior y junto con este el
de las operaciones aduaneras, se cayó en la paradoja que simultáneamente se fueron
desmantelando las barreras arancelarias y con ellas las normas aduaneras que las protegían,
esto en concordancia con el principio de desmantelamiento arancelario propugnado por la
Organización Mundial de Comercio (OMC), en ese contexto decir que el fin de la aduana
era el cobro de tributos comenzó a perder sentido. En este artículo explicaremos porqué hoy
nadie puede dudar que el Derecho Aduanero es una rama jurídica autónoma.
Autonomía Dogmática
Una disciplina para tener autonomía dogmática requiere de doctrinas homogéneas
presididas por conceptos generales comunes distintos a otras ramas del derecho, en ese
sentido en materia aduanera existen una serie de instituciones típicas tales como: la Teoría
de los Regímenes, el Valor en Aduanas, la Clasificación Arancelaria, el Aforo, la Vigencia
de bultos, el Legajamiento, el Control Aduanero, el Abandono Legal y la Prenda Aduanera.
Además las normas aduaneras cuentan con principios propios que giran en torno al Control
y la Facilitación del Comercio. Temas que son desarrollados por organismos
internacionales como la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y la propia OMC, a
través de sus convenios y normas, así como por la doctrina, parte de ella reunida desde el
año 2005 en la Asociación Internacional de Derecho Aduanero con sede en Barcelona
(España), de la que forman parte insignes juristas como: el mexicanoRodhe Ponce; los
argentinos Basaldúa, Barreira, Cotter, Vidal Albarracìn y Zolezzi; los colombianosPardo,
Francia y Camargo; los españoles De la Ossa, Pelecha Zozaya e Ibañez; el francés Jean
Claude Martinez; la norteamericana Jean Restani; el nicaraguenseThompson Arguello; el
uruguayoGonzales Biancci; el chileno Perez Cotapós, entre otros.
Antes de la creación de dicho foro, algunos textos especializados sentaron las bases de esta
autonomía, destacando las obras del argentino Fernandez Lalanne, el mexicano Carvajal,
el españolHerrera Idañez y el chileno Anabalón. Y esta doctrina no es sólo desarrollada en
el ámbito latinoamericano sino en otras regiones, así en Francia destaca la Escuela Collin
de Saucy- Cerclè de Reflexiòn Aduanera, en Italia la Associazione per lo Studio del Diritto
Dogonale y en Alemania el Foro de Comercio Exterior, Impuestos y Aduana. En el Perú
es de reciente creación la Academia Peruana de Derecho Aduanero y Comercio
Internacional (APDACI), que agrupa a los abogados aduaneros del país.
Esta autonomía también puede apreciarse en las definiciones que se manejan en esta
disciplina, así para Aduanas no es Importación, lo mismo que se entiende para otras ramas
del Derecho, es decir el ingreso de mercancías al territorio de un Estado, sino sólo el de
aquellas que se someten a los denominados Regímenes de Importación o en estricto a la
denominada Importación para consumo, lo mismo el Valor en Aduanas que difiere de lo
que es el valor de una mercancía o precio para cualquier otra rama del Derecho.
En el caso peruano los libros sobre Aduanas han desarrollado en la última década, a la obra
deTocunaga, que comentó el Decreto Legislativo 503 de 1988, se han agregado en los
últimos años los textos de Munive, Cornejo Alpaca, Vasquez Nieva, Sandoval y el autor
(“Comentarios a la Ley general de Aduanas” y “Manual de Derecho Aduanero”, tres
ediciones). A ello se suma una importante jurisprudencia emanada de la Sala de Aduanas
del Tribunal Fiscal, la creación de juzgados y salas especializadas en materia aduanera e
inclusive de Fiscalías especializadas en delitos aduaneros.
Autonomía Pedagógica
Está referida a que el Derecho Aduanero pueda ser objeto de estudios separados,
independientes de otras disciplinas, como en efecto sucede, así es materia de cursos propios
no sólo en las Escuelas Nacionales de Aduanas[4], sino en Universidades, en Institutos de
Comercio Internacional (el Instituto Iberoamericano de Fronteras y Aduanas en México) y
en gremios empresariales.
En el Perú, los cursos de legislación aduanera forman parte de los estudios curriculares de
las facultades de Derecho y Administración de Negocios Internacionales, además de los
cursos de postgrado de las principales universidades con mención en Tributación, Comercio
Internacional o Administración Pública.
Autonomía Metodológica
En este aspecto se exige que una rama del derecho para ser autónoma tenga sus propios
métodos, en materia aduanera existen métodos independientes que no aplica ninguna otra
rama jurídica, como son los que se siguen para la clasificación arancelaria de las
mercancías (reconocidos a nivel internacional en el denominado Sistema Armonizado) o
para la valoración que siguen los métodos establecidos en el articulo VII del GATT[5], a
ello se suman los métodos de interpretación que sigue el derecho aduanero, que debe
efectuarse a la luz de los principios de buena fe y facilitación, sin menoscabo del control.
El cumplimiento de estos requisitos por parte del Derecho Aduanero, permiten afirmar que
estamos ante una rama del Derecho distinta al Derecho Tributario.
A modo de conclusión, podemos decir que el Derecho Aduanero al contar con autonomía
dogmática, pedagógica y metodológica puede entenderse como una rama autónoma del
derecho, vinculada a las otras ramas pero con sus propias instituciones, normas y
principios.
La definición del derecho aduanero como parte del derecho tributario no es admitida por la
doctrina porque la actividad esencial de las aduanas es el control y ese control no
necesariamente es tributario.
[1] COSIO JARA, Edgar. Una aproximación a la autonomía del Derecho Aduanero en
base a los principios rectores de la Legislación Aduanera. En: Memorias del Primer
Encuentro Iberoamericano de Derecho Aduanero. México: Ediciones Fiscales ISEF, 2006.
[2] Citado por VIDAL CARDENAS, Enrique. Desenvolvimiento del Derecho Tributario y
de su autonomía en el Perú. En: Revista del Instituto Peruano de Derecho Tributario, p.
67.
[3] “No creemos en la “autonomía” del derecho tributario ni tampoco en la autonomía del
derecho aduanero. Ninguna de ellas tiene una originalidad propia de tal naturaleza que
permita concebirlas como construcciones jurídicas sistemáticas, completas y cerradas que
haga innecesaria la recurrencia a otra rama del derecho. Cuando los principios de la
rama de derecho en cuestión aparecen como excepciones o especificaciones de los de otra
u otras disciplinas a las cuales, además, recurren para aplicarlas supletoriamente a fin de
solucionar los casos no previstos, no cabe considerarla como una rama autónoma sino
como una rama especializada o específica del derecho. Esto sucede con el derecho
tributario y el derecho aduanero, que aplican supletoriamente las normas del derecho civil
y de las obligaciones,del derecho administrativo, del derecho penal y del derecho procesal,
según el ámbito de su disciplina de que se trate (BARREIRA, Enrique. La Relación
Jurídica Tributaria Y La Relación Jurídico Aduanera. En: Revista del Instituto de de
Derecho Aduanero Argentino N° 18 P. 64).
[4] En el Perú dicha labor de formación la cumple el INDESTA (Instituto de Desarrollo
Tributario y Aduanero) de la SUNAT, que en su currícula para acceder a los títulos de
Agente de Aduanas y Auxiliar de Despacho Aduanero incluye los cursos de Legislación
Aduanera.
[5] La Resolución del Tribunal Fiscal 187-A-2000, declaró Nulo un cargo por ajuste de
valor practicado por la Aduana peruana, pese a que se acreditó con las facturas de
exportación en la Aduana de Origen (Colombia) que la mercancía había sido subvaluada,
debido a que no se cumplió con el Método de Valoración del Precio usual de Competencia,
el ajuste de valor obedeció a una sustitución de valores y no a la aplicación del método
comparativo con mercancías idénticas o similares.
[6] BARREIRA. La relación jurídica tributaria y la relación jurídica aduanera, p. 66.
[7] Ibid.
[8] BASALDUA, Derecho Aduanero, p. 227.
[9] Citado por Carvajal, p. 12.
[10] CARVAJAL. Op. cit. p. 13.
[11] VILLEGAS, Héctor. Curso de Finanzas, Derecho Financiero y Tributario. Buenos
Aires: Ediciones De Palma, 1994, p. 712.
[12] Vidal Albarracín señala que en el contrabando “lo tutelado no es la recaudación
fiscal, ni la regulación de la política de Estado, en relación con las operaciones de
importación o exportación, sino el adecuado, normal y eficaz ejercicio de la función
principal, encomendada a las aduanas, tal es, el control sobre la introducción, extracción y
circulación de mercaderías” (Delitos Aduaneros, p. 91).
[13] Basaldúa señala que “ha de tenerse presente que es un deber fundamental de los
gobernantes preservar el bien común de los pueblos que gobiernan, y la entrada y salida
irrestricta (“descontrolada”) de mercaderías afectaría seriamente el bien común nacional.
Por consiguiente, ningún Estado puede prescindir de ejercer, en forma permanente, el
control del tráfico internacional que le atañe y dicho control está atribuido desde antaño a
las instituciones denominadas aduanas. Por tal razón, reiteramos, consideramos que la
función esencial de las aduanas es la de ejercer el control sobre las mercaderías que se
importan o se exportan, es decir un control que se realiza fundamentalmente en las
fronteras nacionales sobre el tráfico internacional de mercaderías” (En: La Aduana:
Concepto y funciones esenciales y contingentes. En: Revista de estudios aduaneros N° 18.
Buenos Aires: Instituto Argentino de Estudios aduaneros, 2007, p. 42).
[14] El mismo Basaldúa nos enumera las funciones propias de las aduanas: la vigilancia de
las fronteras nacionales y de las aduaneras; la individualización, clasificación y valoración
de las mercaderías; la determinación de su origen y procedencia; la aplicación de las
prohibiciones, económicas y no económicas, a las importaciones y a las exportaciones; la
aplicación del arancel; la aplicación de los derechos antidumping, de los derechos
compensatorios y de las salvaguardias; la aplicación de las exenciones al pago de los
tributos aduaneros; la devolución de tributos en el marco de los regímenes de drawback,
reintegros y reembolsos (op. cit, p. 54).