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EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA.

Oración a Santa María de Guadalupe para que siembre la semilla, de fruto y permanezcamos dando fruto en Jesús en
nuestra vida. Invocación al Espíritu Santo.

Lectura del Santo evangelio según San Mateo.

En aquel tiempo Jesús exclamo: Te doy gracias padre Señor del cielo y de la tierra porque has escondido estas cosas a los
sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla, gracias padre porque así te ha parecido bien. El padre ha puesto
todas estas cosas en mis manos. Nadie conoce al hijo sino el padre y nadie conoce al padre sino el hijo y aquel en quien el
hijo se lo quiera revelar. Vengan a mi todos los que están fatigados y agobiados por la carga y yo los aliviare, tomen mi
yugo sobre ustedes y aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón y encontraran descanso; porque mi yugo es
suave y mi carga ligera.

Palabra del señor.

Sagrado Corazón de Jesús es la fuente del amor más grande, al amor crucificado.

Dios ama y cuida a su pueblo. Dios tiene sentimientos, un corazón de infinita misericordia. Nos ama a cada uno de una
manera personal como cada uno de nosotros necesita ser amado. Y nos ha revelado su corazón y su amor por medio de
su divino Hijo Jesús. El corazón de Jesús es el corazón de Dios que nos ama con un amor santo y perfecto, nadie nos puede
amar como nos ama él. El gozo de Jesús consiste en que todos conozcamos al Dios amor. Es un amor que es un camino
abierto por la punta de una lanza en el calvario y que nos lleva al encuentro con el amor misericordioso y compasivo de
nuestro padre. Si contemplamos esa herida echa en su corazón misericordioso vemos que es un herida pequeña, es
pequeña y solo los que se hacen pequeños pueden entrar al corazón de Jesús, no cabremos ahí si nos acercamos con
actitudes prepotentes, soberbios enaltecidos, autosuficientes, arrogantes y presumidos. Solo los que son pequeños y
humildes como Jesús pueden llegar al corazón mismo de Dios. Son los sencillos, los humildes, los pequeños quienes
encuentran fácilmente el camino que lleva al Dios de la vida y del amor. Son los sencillos y humildes de corazón como la
Virgen María los dichosos que escuchan la voz de Dios. Son los pequeños, los últimos como Jesús los que experimentan la
alegría del espíritu en toda su plenitud. Son los humildes de corazón como Jesús y su madree María a quienes Dios les
concede su sabiduría y les revela su mensaje sus proyectos sus planes son los humildes y los pequeños los que pueden
entrar en el corazón de Jesús. Jesús nos anima a acercarnos a su humilde y sagrado corazón abierto por una lanza de la
cual broto su sangre y agua. El agua representa el agua que lava a las almas. La sangre representa el alimento que da vida
a las almas. La confesión y la comunión. Su herida fue pequeña. Es una herida pequeña por la cual podemos llegar a el
corazón de Jesús únicamente haciéndose uno ´pequeño como la virgen María y los santos. Vengan a mí los que están
agobiados y fatigados por la carga y yo los aliviare tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí que soy manso y
humilde de corazón y encontraran descanso; porque mi yugo es suave y mi carga ligera.

Todos hemos experimentado alguna vez el cansancio físico ese cansancio que sin duda es terrible cuando llega al límite y
nos deja tendidos, sin ánimos y sin fuerzas.

El cansancio físico es fácil de vencer. Con darse un buen Baño, con dormir 8 horas, comer e hidratarse y estaremos listos
para la próxima jornada. Pero el cansancio Espiritual, ¿Cómo se alivia?, existen cansancios que son difíciles de descansar,
los cansancios del alma, los cansancios espirituales, los cansancios Emocionales, los cansancios del corazón, el cansancio
Mental de tu conciencia. Estos cansancios no se reponen fácilmente. Usted puede acostarse y dormir 10 horas y se levanta
igual de cansado, usted puede ir de vacaciones un mes a la playa o a las Vegas, Paris, Cancún y regresa peor de cansado,
usted puede salir a divertirse con sus amigos todo el fin de semana y el lunes vuelve al trabajo más cansado de cuando se
fue.

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Y es que hay cansancios que solo en Jesús podemos mitigar. Es el cansancio que trae consigo el arrastrar las heridas
emocionales, recuerdos dolorosos, decepciones, traiciones, frustraciones, insatisfacciones personales, injusticias recibidas,
fracasos, sueños frustrados, corazones hechos pedazos. El cansancio del alma es peor que cualquier otro cansancio porque
nos hace andar arrastrándonos por la vida, tristes deprimidos, agotados, sin fuerzas, disgustados, irritados. De todos estos
cansancios solo Jesús y nadie más que él nos puede hacer descansar. Jesús piensa en el cansancio y el agobio que sufren
los pequeños, los humildes, los pobres, los desposeídos, los que sufren injusticias, los abusados y maltratados, los
perseguidos y despreciados, los calumniados y marginados, los olvidados, los hambrientos, los enfermos y lo que viven
en miseria y afrontan la desgracia. Todos los que están a punto de darse por vencidos por que viven oprimidos y agobiados.
Jesús quiere que nos acerquemos a él. Vengan a mí. Más que una orden es una plegaria, es una súplica, una dulce invitación.
Él nos ofrece su pecho para descansar. Él quiere ser nuestro humilde cirineo. Él quiere aligerarnos y ayudar a llevar
nuestras cargas. Yo los aliviare. Que hermosa promesa. Si vamos a Jesús, él nos hará descansar, nos aligerara nuestras
cargas, aliviara nuestros pesares, nos consolara, nos aliviara. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí que soy
manso y humilde de corazón y encontraran descanso porque mí y yugo es suave y mi carga es ligera.

Cuando nuestros hermanos campesinos labran la tierra, desean que un caballo novato, aprenda rápidamente a trabajar,
utilizan un yugo que lo colocan y ajustan junto a otro caballo de más experiencia, entonces el caballo dominante, el experto,
el caballo más diestro enseñara al caballo novato a trabajar yendo por donde él va y haciendo lo que él hace. De igual
modo para aprender a ser como Jesús debemos de ir codo a codo con él. Ponerse el yugo de cristo implica ponerse lado
al lado con él, esto implica renunciar a la libertad propia para tomar la carga de él, implica aceptar el permanecer a su
lado, viviendo lo que él vive, yendo por el camino que él va, trabajando en lo que el trabaja, amando lo que el ama y
renunciando a todo lo que él ha renunciado. El yugo de Cristo es ligero porque su amor no oprime ni maltrata, sino que
nos enseña a ser mansos y humildes de corazón. Al ir lado al lado con Jesús iremos con el viviendo circunstancias y
situaciones en nuestra vida que nos ayudan a ser mansos y humildes de corazón. Las carencias, las dificultades, el
aislamiento, el rechazo, el desprecio, el maltrato padecido por causa de Jesús nos va haciendo más mansos y más humildes
cada vez. Todo esto y mucho más nos va quebrantando la soberbia, el orgullo, la prepotencia, el egoísmo y nos va llevando
a una plena identificación con Cristo que es humilde, manso y sencillo de corazón.

El mundo claro esta nos ofrece otros yugos que en apariencia nos parecen más bonitos, más llamativos pero son
terriblemente pesados. Muchos cansancios del alma son consecuencia del yugo que llevamos y no es precisamente el
yugo del amor que nos ofrece el señor Jesús. Les invito en este día a orar y comenzar a vivir recostados en el dulce corazón
de Jesús.

Jesús está vivo y es el único que puede darle descanso a nuestras almas, si tu alma esta en confusión, si estás cansado, si
te sientes exhausto y muy cargado emocional, espiritual y sentimentalmente es hora de buscarlo a él.

1439 El proceso de la conversión y de la penitencia fue descrito maravillosamente por Jesús en la parábola llamada
"del hijo pródigo", cuyo centro es "el Padre misericordioso" (Lc 15,11-24): la fascinación de una libertad ilusoria,
el abandono de la casa paterna; la miseria extrema en que el hijo se encuentra tras haber dilapidado su fortuna; la
humillación profunda de verse obligado a apacentar cerdos, y peor aún, la de desear alimentarse de las algarrobas que
comían los cerdos; la reflexión sobre los bienes perdidos; el arrepentimiento y la decisión de declararse culpable ante
su padre, el camino del retorno; la acogida generosa del padre; la alegría del padre: todos estos son rasgos
propios del proceso de conversión. El mejor vestido, el anillo y el banquete de fiesta son símbolos de esta vida
nueva, pura, digna, llena de alegría que es la vida del hombre que vuelve a Dios y al seno de su familia, que es la Iglesia.
Sólo el corazón de Cristo que conoce las profundidades del amor de su Padre, pudo revelarnos el abismo de su
misericordia de una manera tan llena de simplicidad y de belleza.

Así, el Bautismo es el lugar principal de la conversión primera y fundamental. Por la fe en la Buena Nueva y por el Bautismo
(Cf. Hch 2,38) se renuncia al mal y se alcanza la salvación, es decir, la remisión de todos los pecados y el don de
la vida nueva.

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1428 Ahora bien, la llamada de Cristo a la conversión sigue resonando en la vida de los cristianos. Esta segunda
conversión es una tarea ininterrumpida para toda la Iglesia que "recibe en su propio seno a los pecadores" y
que siendo "santa al mismo tiempo que necesitada de purificación constante, busca sin cesar la penitencia y la
renovación" (LG 8). Este esfuerzo de conversión no es sólo una obra humana. Es el movimiento del "corazón
contrito" (Sal 51,19), atraído y movido por la gracia (Cf. Jn 6,44; 12,32) a responder al amor misericordioso de Dios que
nos ha amado primero (Cf. 1 Jn 4,10).

1430 Como ya en los profetas, la llamada de Jesús a la conversión y a la penitencia no mira, en primer lugar,
a las obras exteriores "el saco y la ceniza", los ayunos y las mortificaciones, sino a la conversión del corazón, la
penitencia interior. Sin ella, las obras de penitencia permanecen estériles y engañosas; por el contrario, la conversión
interior impulsa a la expresión de esta actitud por medio de signos visibles, gestos y obras de penitencia (Cf. Jl
2,12-13; Is 1,16-17; Mt 6,1-6. 16-18).

1431 La penitencia interior es una reorientación radical de toda la vida, un retorno, una conversión a Dios con
todo nuestro corazón, una ruptura con el pecado, una aversión del mal, con repugnancia hacia las malas acciones que
hemos cometido. Al mismo tiempo, comprende el deseo y la resolución de cambiar de vida con la esperanza de la
misericordia divina y la confianza en la ayuda de su gracia. Esta conversión del corazón va acompañada de dolor y tristeza
saludables que los Padres llamaron "animi cruciatus" (aflicción del espíritu), "compunctio cordis" (arrepentimiento
del corazón) (Cf. Cc. de Trento: DS 1676-1678; 1705; Catech. R. 2, 5, 4).

La conversión es primeramente una obra de la gracia de Dios que hace volver a él nuestros corazones: "Conviértenos,
Señor, y nos convertiremos" (Lc 5,21). Dios es quien nos da la fuerza para comenzar de nuevo. Al descubrir la grandeza
del amor de Dios, nuestro corazón se estremece ante el horror y el peso del pecado y comienza a temer ofender
a Dios por el pecado y verse separado de él.

El corazón humano se convierte mirando al que nuestros pecados traspasaron (Cf. Jn 19,37; Za 12,10). Tengamos los ojos
fijos en la sangre de Cristo y comprendamos cuán preciosa es a su Padre, porque, habiendo sido derramada para nuestra
salvación, ha conseguido para el mundo entero la gracia del arrepentimiento (S. Clem. Rom. Cor 7,4).

Reconciliación con la Iglesia

1443 Durante su vida pública, Jesús no sólo perdonó los pecados, también manifestó el efecto de este perdón:
a los pecadores que son perdonados los vuelve a integrar en la comunidad del pueblo de Dios, de donde el pecado
los había alejado o incluso excluido.

Un signo manifiesto de ello es el hecho de que Jesús admite a los pecadores a su mesa, más aún, él mismo se
sienta a su mesa, gesto que expresa de manera conmovedora, a la vez, el perdón de Dios (Cf. Lc 15) y el retorno al
seno del pueblo de Dios (Cf. Lc 19,9).

1444 Al hacer partícipes a los apóstoles de su propio poder de perdonar los pecados, el Señor les da también
la autoridad de reconciliar a los pecadores con la Iglesia.

1445 Las palabras atar y desatar significan: aquel a quien excluyáis de vuestra comunión, será excluido de la comunión
con Dios; aquel a quien que recibáis de nuevo en vuestra comunión, Dios lo acogerá también en la suya. La
reconciliación con la Iglesia es inseparable de la reconciliación con Dios.

Mateo Capitulo 16. 18-19.


"18. Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (que significa Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; y el poder
del infierno no la derrotara.
19. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates
en la tierra quedará desatado en el Cielo.»"
Signo de autoridad las llaves a Pedro. Las llaves de la Iglesia. Apóstoles como primeros sacerdotes. Pedro como
cabeza.

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"Evangelio según San Juan, 20"
19. "Ese mismo día, el primero después del sábado, los discípulos estaban reunidos por la tarde, con las puertas cerradas
por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!»
20. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor.
21. Jesús les volvió a decir: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envío a mí, así los envío yo también los envío a
ustedes.»
22. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu Santo: 23. a quienes les perdonen sus pecados, les serán
perdonados, y a quienes no se los perdonen, les quedaran sin perdonar.»"

YO NO ME CONFIESO CON UN HOMBRE IGUAL O MAS PECADOR QUE YO. La autoridad se la dio a Pedro. Un pecador
más o menos que tú y yo. Pero lo perdona Dios por medio del Sacramento sacerdotal por medio de sus ministros
consagrados, los sacerdotes.

1441 Sólo Dios perdona los pecados (Cf. Mc 2,7). Porque Jesús es el Hijo de Dios, dice de sí mismo: "El Hijo del hombre
tiene poder de perdonar los pecados en la tierra" (Mc 2,10) y ejerce ese poder divino: "Tus pecados están perdonados"
(Mc 2,5; Lc 7,48). Más aún, en virtud de su autoridad divina, Jesús confiere este poder a los hombres (Cf. Jn 20,21-23)
para que lo ejerzan en su nombre.

1442 Cristo quiso que toda su Iglesia, tanto en su oración como en su vida y su obra, fuera el signo y el instrumento del
perdón y de la reconciliación que nos adquirió al precio de su sangre. Sin embargo, confió el ejercicio del poder de
absolución al ministerio apostólico, que está encargado del "ministerio de la reconciliación" (2 Cor 5,18). El apóstol
es enviado "en nombre de Cristo", y "es Dios mismo" quien, a través de él, exhorta y suplica: "Dejaos reconciliar con
Dios" (2 Co 5, 20).

FRUTOS DE LA CONFESION. El papa Juan Pablo II se confesaba una vez por semana.

(160) Sobre la confesión. De la confesión deberíamos obtener dos beneficios:

1. nos confesamos para ser sanados;

2. para ser educados; nuestras almas necesitan una continua educación, como el niño pequeño.

Oh Jesús mío, entiendo profundamente estas palabras y se por experiencia que un alma con sus propias fuerzas no
llegara lejos, se cansara mucho sin hacer nada para la gloria de Dios; se desvía constantemente porque nuestra mente
es oscura y no sabe distinguir su propia causa. Llamare una atención especial a dos cosas: primero, elegiré para la
confesión lo que mas me humilla, aunque fuera algo muy pequeño, pero que me cuesta y por eso lo confesare; segundo,
me ejercitare en la contrición; no solamente a ocasión de la confesión sino en cada examen de conciencia suscitar en
mi la contrición perfecta y, especialmente, antes de ir a descansar. Una palabras más: el alma que desea sinceramente
progresar en la perfección, debe seguir estrictamente los consejos del director espiritual. Tanta santidad cuanta
dependencia.

1. Nos perdona los pecados mortales y veniales.


2. Se recupera la gracia santificante. La gracia es la vida de Dios en uno. El pecado quita la vida de Dios en uno.
3. Robustece el alma en la lucha contra el pecado. Poco a poco te va a costar más trabajo caer en pecado. Te
robustece, tu alma se hace menos inmune a las tentaciones.
4. Nos permite acercarnos a Jesús presente su cuerpo, su sangre, alma y divinidad en la Eucaristía.
EN JUAN CAPÍTULO
6, JESÚS DICE CLARAMENTE QUE SU CARNE ES COMIDA Y SU SANGRE ES BEBIDA,
Y QUE DEBEMOS COMER SU CARNE Y BEBER SU SANGRE Juan 6, 51-58:“
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan
que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?

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Jesús les dijo:
De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis
vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día
postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne
y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el
Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
Este es el pan que descendió del Jesús dice una y otra vez, en los términos más claros, que su carne es comida
y su sangre es bebida. Él dice que si no coméis su carne y no bebéis su sangre no tendréis vida en vosotros.

CORINTIOS 11 DICE QUE RECIBIR LA EUCARISTÍA INDIGNAMENTE ES PROPIAMENTE PECAR CONTRA EL CUERPO
Y LA SANGRE DEL SEÑOR. Corintios 11, 26-29: “Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis
esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. De manera que cualquiera que comiere
este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe
indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación”.
De acuerdo con la clara enseñanza de la Biblia, quien recibe indignamente la eucaristía es culpable del cuerpo
y sangre del Señor. San Pablo dice que la persona que recibe la eucaristía sin las debidas disposiciones y
discernimiento come y bebe su propia condenación. Si la eucaristía fuera sólo un pedazo de pan y algo
de vino, tomado en memoria de Cristo, ¿cómo podría alguien que lo recibe de manera indebida ser culpable
del cuerpo y sangre del Señor? Obviamente no sería declarado culpable del cuerpo y sangre de Cristo a
menos que la eucaristía fuese verdaderamente el cuerpo y sangre de Cristo.
5. INDULGENCIA PLENARIA Y PARCIAL. Confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del papa. 13 de cada mes
desde mayo hasta octubre de 2017 visitando con devoción la imagen de la virgen de fatima. O enfermos y
ancianos con una imagen de la virgen de fatima y el ofrecimiento de sus penas.

Imaginemos una intervención quirúrgica: un trasplante de corazón, por ejemplo. El nuevo


corazón salva la vida del paciente. Se ve así liberado el enfermo de una muerte segura. Pero,
cuando ya la operación ha concluido exitosamente, e incluso cuando está ya fuera de peligro,
subsiste la necesidad de una total recuperación. Es preciso sanar las heridas que el mal
funcionamiento del corazón anterior y la misma intervención han causado en el organismo. Pues
de igual modo, el pecador que ha sido perdonado de sus culpas, aunque está salvado, es decir,
liberado de la pena eterna merecida por sus pecados, tiene aún que restablecerse por completo,
sanando las consecuencias del pecado; es decir, purificando las penas temporales merecidas
por él.

La indulgencia es como un indulto, un perdón gratuito de estas penas temporales. Es como si,
tras la intervención quirúrgica y el trasplante del nuevo corazón, se cerrasen de pronto todas
las heridas y el paciente se recuperase de una manera rápida y sencilla, ayudado por el cariño
de quienes lo cuidan, la atención esmerada que recibe y la eficacia curativa de las medicinas.

1.- ¿Qué son las indulgencias?

'La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en
cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por
mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad
el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos'.

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2.- ¿Cuántas clases de indulgencias hay?

'La indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte
o totalmente'.

3.- ¿A quién benefician?

'Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias
tanto parciales como plenarias' (CIC, can 992-994) (21).

9.- ¿Qué puedo hacer por un fiel difunto?

'Puesto que los fieles difuntos en vía de purificación son también miembros de la misma comunión de
los santos, podemos ayudarles, entre otras formas, obteniendo para ellos indulgencias, de manera
que se vean libres de las penas temporales debidas por sus pecados'(32).

En la comunión de los santos

1474 El cristiano que quiere purificarse de su pecado y santificarse con ayuda de la gracia de
Dios no se encuentra sólo. "La vida de cada uno de los hijos de Dios está ligada de una manera
admirable, en Cristo y por Cristo, con la vida de todos los otros hermanos cristianos,
en la unidad sobrenatural del Cuerpo místico de Cristo, como en una persona mística"
(Pablo VI, Const. Ap. "Indulgentiarum doctrina", 5).

1475 En la comunión de los santos, por consiguiente, "existe entre los fieles -tanto entre
quienes ya son bienaventurados como entre los que expían en el purgatorio o los que
peregrinan todavía en la tierra - un constante vínculo de amor y un abundante intercambio de
todos los bienes" (Pablo VI, Ibíd.). En este intercambio admirable, la santidad de uno
aprovecha a los otros, más allá del daño que el pecado de uno pudo causar a los demás.

Así, el recurso a la comunión de los santos permite al pecador contrito estar antes y
más eficazmente purificado de las penas del pecado.

1476 Estos bienes espirituales de la comunión de los santos, los llamamos también el
tesoro de la Iglesia, "que no es suma de bienes, como lo son las riquezas materiales
acumuladas en el transcurso de los siglos, sino que es el valor infinito e inagotable
que tienen ante Dios las expiaciones y los méritos de Cristo nuestro Señor, ofrecidos para que
la humanidad quedara libre del pecado y llegase a la comunión conel Padre. Sólo en Cristo,

Redentor nuestro, se encuentran en abundancia las satisfacciones y los méritos de su


redención (Cf. Hb 7,23-25; 9, 11-

28)" (Pablo VI, Const. Ap. "Indulgentiarum doctrina", Ibíd.).

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1477 "Pertenecen igualmente a este tesoro el precio verdaderamente inmenso,
inconmensurable y siempre nuevo que tienen ante Dios las oraciones y las buenas obras de la
Bienaventurada Virgen María y de todos los santos que se santificaron por la gracia de
Cristo, siguiendo sus pasos, y realizaron una obra agradable al Padre, de manera que,
trabajando en su propia salvación, cooperaron igualmente a la salvación de sus hermanos en
la unidad del Cuerpo místico" (Pablo VI, Ibíd.).

Indulgencia plenaria

Las siguientes oraciones y acciones, entre otras, tienen indulgencia plenaria, si se cumplen las
condiciones requeridas:

 'A Ti, oh Dios, te alabamos...' (Te Deum): 1º de enero y en la Solemnidad de Pentecostés.


 'Adorad postrados...' (Tantum ergo): Jueves Santo después de la Misa In Coena Dominiy en la
acción litúrgica del Corpus Christi.
 'Jesús dulcísimo...'(Acto de reparación): rezado públicamente el día del Sagrado Corazón.
 'Miradme, oh mi amado y buen Jesús...': Los viernes de Cuaresma.
 'Ven, Espíritu Creador...' (Veni Creator): rezado públicamente el 1° de enero y en la Solemnidad
de Pentecostés.
 Rezar el Via Crucis: ante las estaciones, pasando de una a otra por lo menos quien lo dirige,
meditando las escenas si se desea, con alguna oración vocal.
 Rezo del Santo Rosario: rezándolo en una iglesia, en un oratorio, en familia, o en comunidad.
Es suficiente con rezar sólo cinco de los quince misterios, con la meditación de los misterios
que se rezan.
 Adoración al Santísimo durante al menos media hora.
 Adoración de la Cruz: en la acción litúrgica del Viernes Santo.
 Realizar Ejercicios Espirituales o retiros similares, al menos de tres días de duración.
 Recibir la Bendición Papal Urbi et Orbi; también es válida por radio o televisión.
 Asistir al rito con que se clausura un Congreso Eucarístico.
 Al sacerdote que celebra los 25, 50, 60 años como aniversario de su ordenación, es extensiva
a quienes le acompañen en la Santa Misa.
 Lectura de la Sagrada Escritura: al menos media hora.
 Visitar la iglesia parroquial en la fiesta titular y el 2 de agosto (indulgencia de la Porciúncula). Lo
mismo vale para la Iglesia catedral o concatedral o para las iglesias cuasiparroquiales.
 Recibir la bendición apostólica en peligro de muerte inminente. En el caso de que no haya
sacerdote, la Iglesia concede esta misma indulgencia con tal que se haya rezado habitualmente
algunas oraciones (se suplen las tres condiciones habituales para ganar la indulgencia
plenaria).
 Asistir a la predicación de algunos sermones, participando en la clausura de una Santa Misión.
 Visitar una iglesia u oratorio el día de su santo Fundador, rezando un Padrenuestro y un credo.
 Visitar las Basílicas Patriarcales o Mayores de Roma el día de la fiesta titular, en cualquier día
de precepto o en día cualquiera del año elegido por el mismo fiel: ha de rezarse el Padrenuestro
y el Credo.
 Visitar una iglesia u oratorio el día de Todos los difuntos (o con consentimiento del obispo, el
domingo anterior o el posterior). Esta indulgencia sólo es aplicable a las almas del purgatorio.
 Visitar una iglesia o altar en el día de su dedicación, rezando un Padrenuestro y un Credo.
 Usar el día de los Santos Pedro y Pablo (29 de junio) algún objeto piadoso bendecido por el
Papa o un obispo, rezando un Credo.
 Al nuevo sacerdote en su Primera Misa Solemne, y a quienes asistan a ella.
 Renovación de las promesas del bautismo: en la Vigilia pascual o en el aniversario del bautismo.

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 Visitar la iglesia en que se celebra el Sínodo diocesano mientras éste dura, rezando el
Padrenuestro y el Credo.
 Visitar las iglesias estacionales en su día propio, asistiendo a las funciones de la mañana o de
la tarde.
 Al fiel que hace la Primera Comunión, y a quienes le acompañan.
 Visita al cementerio en los primeros ocho días del mes de noviembre, orando (basta
mentalmente) por los fieles difuntos.
 En la visita pastoral, pueden beneficiarse de la indulgencia una vez si se asiste a una función
sagrada presidida por el visitador.

EJEMPLO: METER A LA PERSONA MAS QUERIDA EN UN BASURERO. SI TIENES UNA NOVIA Y LE DICES A QUE HORA VAS
A IR, ELLA VA A ARREGLARSE Y ARREGLAR SU CASA. “Manténganse alerta, pues, porque no saben ni el día ni la hora.”
(MAT. 25:13)

PULMONES DE UN FUMADOR. Santa Faustina ante el Juicio divino


Una vez fui llamada al juicio de Dios. Me presenté delante del Señor, a solas. Jesús se veía como durante la Pasión. Después la Pasión.
Después de un momento, estas heridas desaparecieron y quedaron sólo cinco: en las Manos, en los Pies y en el Costado.

Inmediatamente vi todo el estado de mi alma tal y como Dios la ve. Vi claramente todo lo que no agrada a Dios. No sabía que hay que
rendir cuentas ante el Señor, incluso de las faltas más pequeñas

¡Qué momento! ¿Quién podrá describirlo? Presentarse delante del tres veces Santo, Jesús me preguntó: ¿Quién eres? Contesté: Soy
tu sierva, Señor. Tienes la deuda de un día de fuego en el Purgatorio.

6. Remisión parcial de las penas temporales. La confesión te quita la pena eterna. Limpias la pena parcialmente.
Las consecuencias de tu pecado tienes que repararas. En la confesión te perdonan el pecado, pero las
consecuencias o penas te las perdona tu penitencia y se limpian en el purgatorio.
7. La confesión te obtiene la paz de Dios porque se restituye la gracia santificante de Dios. En un spa encuentras
la paz.
La paz de Dios no es la ausuencia de problemas, crisis, dolores sufrimientos, no es la ausencia de todo eso sino
el gobierno de la gracia de Dios sobre esos problemas, crisis, etc. Muchos santos no tenían la paz de acuerdo a
como lo dice el mundo, sino que la paz de Dios los iba dirigiendo en su problemas en su caminar con su cruz por
encima de lo que estaban padeciendo. ESTA PAZ NO TE LA QUITAN SIN TU CONSENTIMIENTO.

PASOS PARA UNA BUENA CONFESION.

INTRO. LA MISERICORDIA DE DIOS ES MAYOR QUE MI PECADO. Todos los pecados del mundo entero, desde el principio
de los tiempos hasta el fin de los tiempos, juntos, no son nada más que una gota de agua en el mar de la Misericordia de
Dios. –SANTA FAUSTINA KOWALSKA. El mar no va a ir a la gota, la gota va al mar. Tiene que haber un acto voluntario.

1. EXAMEN DE CONCIENCIA. La conciencia es el santuario de Dios en el hombre. Es una capacidad humana que
procede del espíritu. EJEMPLO: UN ANIMAL NO PUEDE HACER UN EXAMEN DE CONCIENCIA. POR QUE NO LA
TIENE PORQUE NO HA HECHO UN PROCESO DE REFLEXION. VERTE A TI MISMO, COMO HANSIDO TUS ACCIONES.
La conciencia es un regalo de Dios al hombre y el hombre tiene la responsabilidad de formarla y no de
deformarla. Un ser humano que no se examina, deja de ser humano cada vez porque el ser humano es el único
que puede eximirse, reflexionar. Sobre su comportamiento. EJEMPLO: ASI COMO TENEMOS EL TEMPLO
PONEMOS UNAS MESAS Y UNOS TUBOS Y HACEMOS UN TABLE DANCE. ¿EL TEMPLO FUE HECHO PARA ESTO?.
LA CONCIENCIA ESTA HECHA PARA ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS. PARA NO COMETER LOS HERRORES DEL
PASADO.

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EJEMPLO: EL PERRO GUARDIAN LADRA Y YO PARA CALLARLO LO AMARRO, LE PEGO Y LE PONGO UN BOSAL. Y
EL LADRON ENTRO Y SAQUEO TODA MI CASA. Cuando callas tú conciencia, lo malo ya no es tan malo y lo bueno
ya no es tan bueno, se deforma tu conciencia. La verdad no es una moda, la verdad ha sido verdad en el pasado,
será verdad en un futuro y brilla en el presente a pesar de las noves oscuras de las tendencias del presente. " No
se puede huir de la realidad, de la verdad o del amor, se esconde de sí mismo y huye de Dios. Se termina
desconociéndose así mismo y desconocer a Dios.

Evangelio según San Marcos, 3 " "27. La verdad es que nadie puede entrar en la casa del Fuerte y
arrebatarle sus cosas si no lo amarra primero; entonces podrá saquear su casa.". EJEMPLO: TENEMOS
LA CONCIENCIA AMARRADA, AL HOMRE FUERTE AMARRADO Y ENTRAN LOS PECADOS
Y SE APLASTAN SUS TRASEROS EN EL PISO DEL HOGAR Y NO SE QUIEREN LARGAR.
PREPARASE PRUDENTEMENTE ANTES DE CONFESARSE. EN LA FILA NO. UN DIA
ANTES, UNA SEMANA ANTES. HACER BREVES EXAMEN DE CONCIENCIA AL DIA. A LA
MITAD DEL DIA O ANTES DE DORMIR. SAN ALFONSO MARIA DE LIGORIO: “Señor,
pienso en mi pasado y pienso todas aquellas noches en donde yo me acosté en pecado mortal y
amanecí al siguiente día. Cuanta misericordia has tenido conmigo, cuantas veces me dormí en
pecado mortal y si no hubiera amanecido, un solo pecado mortal me hubiera condenado”. SAN
JUAN DE AVILA: “El demonio le teme más a una persona que se examina y se enmienda todos los
días que a una persona que hace ayunos todos los días”. Porque en el ayuno y los sacrificios, puede
entrar la soberbia.
Si nos examináramos a nosotros mismos no seriamos condenados

Examinarse sin angustia pero con seriedad. El pecado es pecado y la consecuencia es seria y grave pero
la misericordia de Dios es más grande. Tener. con confianza de Dios. Examen de los 10 mandamientos,
Amarás a Dios sobre todas las cosas, No dirás el nombre de Dios en vano, Santificarás las fiestas, Honrarás
a tu padre y a tu madre, No matarás, No cometerás actos impuros, No robarás, No darás falsos testimonios
ni mentiras, No consentirás pensamientos ni deseos impuros, No codiciarás los bienes ajenos.

1) AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS.

- Esto quiere decir que Dios debe ser lo màs importante en tu vida. Hay que amarlo, respetarlo, vivir cerca de El con la
oraciòn y sobre todo ¨cumplir su voluntad¨ en tu vida, o sea hacer lo que El te pida.

- Cristo es quien vino a enseñarnos con su vida, el modo en que debemos actuar para amar a Dios.

- ¿ Qué significa sobre todas las cosas ? Que debes cumplir lo que a Dios le gusta MÁS QUE cumplir lo que a ti te gusta;
que no te importe el trabajo que te cueste, lo que tengas que dejar, lo que la gente diga; que solo te importe hacer lo que
Dios quiere .

2) NO JURARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO.

- Este mandamiento manda respetar el NOMBRE DE DIOS y respetar tambièn todas las COSAS SAGRADAS (como por
ejemplo la Iglesia y lo que hay y lo que hay en ella, los sacerdotes...).

- No es correcto decir ¨te lo juro por Diosito Santo que...¨ por cualquier tonterìa. Las promesas en nombre de Dios son
cosa muy seria.

- Jurar en falso serìa tomar a Dios por testigo de algo que no tienes intenciòn de cumplir o que después de prometerlo te
hechas para atràs.

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3) SANTIFICARÁS LAS FIESTAS

- Esto significa que debes dedicar a Dios el dìa DOMINGO y los dìas de fiesta de la Iglesia.

- En estos dìas todos los catòlicos debemos de ir a MISA , a no ser que no podamos por alguna razòn seria, como serìa
una enfermedad grave, una emergencia...

- Los domingos y dìas de fiesta, es obligatorio el ¨descanso¨.

- ¿ Ademàs de los domingos , ¿En què otros dìas del año nos
obliga la misa?.
a) El 1o. de enero, en que festejamos la maternidad divina de la
Virgen.
b) El Jueves de Corpus Christi, en que festejamos el dìa de la
Eucaristìa.
c) El 12 de diciembre, dìa de nuestra patrona y amada Virgen de
Guadalupe, madre de todos los mexicanos.
d) El 25 de diciembre , dìa de Navidad.

4) HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE

- Esto quiere decir que debes AMAR a tus padres, porque Dios te los ha dado, y SER AGRADECIDO con ellos porque
les debes la vida y la educaciòn.

- A los padres les debes siempre un gran RESPETO, aunque ya no dependas de ellos.

- Es también tu obligación ayudar a tus padres con lo material y con tu apoyo y compañía en los años de vejez o en la
enfermedad.
¡ Cómo no vas a ocuparte de quienes han dado su vida por ti !

5) NO MATARÁS

- Nadie tiene derecho, por ningún motivo, a quitar la vida a otro. Sòlo Dios es quien da y quita la vida.

- Es pecado mortal el ABORTAR , que no es màs que MATAR a tu propio hijo, a una criatura que ni siquiera puede
defenderse y que, por pequeñito que sea, ya tiene un ¨alma¨ y ya es hijo de Dios.

- Es tambièn pecado contra este mandamiento, el suicidarse.


- Este mandamiento pide :
a) respetar tu propia vida y salud; por esto no debes beber
alcohol en exceso y està totalmente prohibido contaminarte con
drogas.
b) respetar la vida de los demàs; por lo que prohíbe la guerra,
la tortura, el terrorismo, el secuestro y cualquier acto que atente
contra vida de las personas.

6) NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS

- Este mandamiento incluye varias cosas, y hay que ser muy claros:
a) Los hombres debemos aprender a dominar nuestras pasiones, debemos respetar nuestra sexualidad. Esto significa la
CASTIDAD.

10
b) Las principales ofensas a la castidad son: la lujuria, la masturbación, la fornicación y la pornografía, la prostitución, la
violación y las prácticas homosexuales.
c) Ya casados, nuestro amor debe ser fiel y durar hasta el dìa de la muerte.
d) Son pecados mortales también :
- El adulterio, o sea tener relaciones con otra persona que no sea nuestro esposo o esposa.
- El tener más de un esposo o esposa.
- El abusar sexualmente de cualquier persona y peor de nuestros hijos.
- El vivir y tener relaciones sexuales con alguien antes de casarse por la Iglesia.
- El divorciarse y volverse a casar con otro.

7) NO ROBARÁS

Este mandamiento manda :


- Que nadie debe tomar lo que no es suyo, aunque se le antoje mucho, aunque el otro no se vaya a dar cuenta de que
algo le falta.

- Ser ¨justos¨ y caritativos en el uso de los bienes que Dios le


ha dado a cada quien.
- Que respetemos y cuidemos todo lo que Dios ha creado
como la naturaleza, los animales...
- Que los que debemos hacerlo paguemos nuestros impuestos.
- No dañar voluntariamente los bienes de otras personas.
- Cumplir muy bien con nuestro trabajo o empleo
- Pagar salarios justos

8) NO MENTIRÁS

- Esto quiere decir que debemos decir siempre la verdad a los demàs. Mentir es decir algo falso, es engañar. La mentira
nos hace sentir culpables y nos mete en muchos enredos.
- Tampoco està bien enjuiciar o hablar mal de otros.
- Si alguien miente, debe reparar su mentira, o sea confesar la verdad.

9) NO CONSENTIRÁS PENSAMIENTOS NI DESEOS IMPUROS

- Este mandamiento nos dice que no debemos pensar ni desear cosas inmorales. Si un pensamiento asì llega a tu
mente, debes desecharlo de inmediato.

- Para no caer en esta falta es importante no andar viendo películas o revistas sucias, no andar de mirón y vestir con
decencia.

10) NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS

- ¿ Què significa este ùltimo mandamiento ?


Significa que no debes desear tener lo que otros tienen, no ser envidioso. Dios ha dado a cada hombre lo que El ha
querido y a cada uno le pedirà cuenta del uso que de esos bienes haya hecho durante su vida.
Significa tambièn que està mal desear desordenadamente la riqueza y el poder.

11
de los 7 pecados capitales

Pecados Capitales Virtudes para vencerles


1-Soberbia Humildad Reconocer que de nosotros mismos
ante el deseo de alto honor y gloria solo tenemos la nada y el pecado.

Generosidad
2-Avaricia
Dar con gusto de lo propio a los pobres y los
ante el deseo de acaparar riquezas
que necesiten.

3- Lujuria Castidad. logra el dominio de los apetitos


ante el apetito sexual sensuales

4- Ira Paciencia. Sufrir con paz y serenidad todas las


ante un daño o dificultad adversidades.

5- Gula Templanza. Moderación en el comer y en el


ante la comida y bebida beber

6- Envidia Caridad. Desear y hacer siempre el bien al


resiente las cualidades, bienes o logros de prójimo
otro porque reducen nuestra auto-estima

7- Pereza Diligencia. Prontitud de ánimo para obrar el


del desgano por obrar en el trabajo o por bien
responder a los bienes espirituales

y de los defectos de carácter, negatividad, inconstancia, intolerancia, terquedad, deshonestidad, falta de


fe, vanidad, autoengaño.

administración de los dones que dios me ha dado. Has evitado el bien que podías haber hecho, las
responsabilidades de nuestra vocación. UN PAPA QUE LES DE ZAPATITOS A LOS NIÑOS POBRES

Mandamientos de la Santa Madre Iglesia


El primero, oír Misa entera todos los domingos y fiestas de precepto.
El segundo, confesar los pecados mortales al menos una vez al año, en peligro de muerte y si se ha de comulgar.
El tercero, comulgar al menos por Pascua de Resurrección.
El cuarto, ayunar y no comer carne cuando lo mande la Santa Madre Iglesia.
El quinto, ayudar a la Iglesia en sus necesidades.
2. CONTRICION O DOLOR DE LOS PECADOS. La contracción es el dolor del alma y una detestación
del pecado cometido con la resolución de no volver a pecar. Es el dolor por el pecado cometido, por la
ofensa realizada contra Dios que es tan bueno. Comienza a tener la presencia de Dios. El primer paso para
buscar la misericordia es el arrepentimiento. La atracción es un remordimiento, un miedo, puede ser el
inicio de la contrición.

12
1452 Cuando brota del amor de Dios amado sobre todas las cosas, la contrición se llama "contrición
perfecta"(contrición de caridad). Semejante contrición perdona las faltas veniales; obtiene
también el perdón de los pecados mortales si comprende la firme resolución de recurrir tan pronto
sea posible a la confesión sacramental (Cf. Cc. de Trento: DS 1677).
1453 La contrición llamada "imperfecta" (o "atrición") es también un don de Dios, un impulso
del Espíritu Santo. Nace de la consideración de la fealdad del pecado o del temor de la condenación
eterna y de las demás penas con que es amenazado el pecador. Tal conmoción de la conciencia
puede ser el comienzo de una evolución interior que culmina, bajo la acción de la gracia, en la
absolución sacramental. Sin embargo, por sí misma la contrición imperfecta no alcanza el perdón
de los pecados graves, pero dispone a obtenerlo en el sacramento de la Penitencia (Cf. Cc. de Trento:
DS 1678, 1705).
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévanme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
El católico tiene miedo al infierno porque en el infierno se encuentra la ausencia total de Dios. No volverás
a amar a Dios.

Decir los pecados concretamente. Confesarse no es una sesión psiquiátrica ni como ir a una sala de tortura,
decir los pecados a travez del ehrmano, soy pecador por esto, por esto y por esto. Los niños se confiesan.
A los pequeños se les revela los misterios del reino. He dicho esta palabrota y dicen la palabrota con la
simplicidad de la verdad, sin esconder la verdad. Cuando nos confesamos sentimos la gracia de la vergoña,
vergoñiarse avante dio es una grachia, io me vergoñio, se avergoñiaba pedro del suo pecati.
Io mi vergogno
Tu ti vergogni
lui/lei si vergogna
noi ci vergogniamo
voi vi vergognate
loro si vergognano

3. CONFESAR LOS PECADOS ANTE EL SACERDOTE. Es un elemento escencial. “Si decimos que no
tenemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros”. (1ª Juan 1,8). Comenzar diciendo los
pecados mortales. Ese pecado que mas cometes o ese pecado que mas vergüenza te ocasiona.PIDO
OERDON DE AQUELLOS PECADOS QUE AYA REALIZADO DE PALABRA, DE OBRA Y DE
OMISION.

13
"En la confesión, los penitentes deben enumerar todos los pecados mortales de que tienen
conciencia tras haberse examinado seriamente, incluso si estos pecados son muy secretos y si han
sido cometidos solamente contra los dos últimos mandamientos del Decálogo (Cf. Ex 20,17; Mt
5,28), pues, a veces, estos pecados hieren más gravemente el alma y son más peligrosos que los que
han sido cometidos a la vista de todos" (Cc. de Trento: DS 1680):
Cuando los fieles de Cristo se esfuerzan por confesar todos los pecados que recuerdan, no se puede dudar
que están presentando ante la misericordia divina para su perdón todos los pecados que han cometido.
Quienes actúan de otro modo y callan conscientemente algunos pecados, no están presentando ante la
bondad divina nada que pueda ser perdonado por mediación del sacerdote. Porque `si el enfermo se
avergüenza de descubrir su llaga al médico, la medicina no cura lo que ignora” (S. Jerónimo, Eccl.
10,11(Cc. de Trento: DS
1680).
1457 Según el mandamiento de la Iglesia "todo fiel llegado a la edad del uso de razón debe confesar al
menos una vez al año, los pecados graves de que tiene conciencia" (? CIC can. 989; Cf. DS 1683; 1708).
"Quien tenga conciencia de hallarse en pecado grave que no celebre la misa ni comulgue el
Cuerpo del Señor sin acudir antes a la confesión sacramental a no ser que concurra un motivo grave
y no haya posibilidad de confesarse; y, en este caso, tenga presente que está obligado a hacer un acto de
contrición perfecta, que incluye el propósito de confesarse cuanto antes" (? CIC, can. 916; Cf. Cc.
de Trento: DS 1647; 1661; CCEO can. 711). Los niños deben acceder al sacramento de la penitencia
antes de recibir por primera vez la sagrada comunión (? CIC can.914).
4. LA ABSOLUCION. Por medio del obispo y de sus presbíteros, la Iglesia en nombre de Jesucristo
concede el perdón de los pecados, determina la modalidad de la satisfacción, ora también por el
pecador y hace penitencia con él. Así el pecador es curado y restablecido en la comunión eclesial.
1449 La fórmula de absolución en uso en la Iglesia latina expresa el elemento esencial de este sacramento:
el Padre de la misericordia es la fuente de todo perdón. Realiza la reconciliación de los pecadores
por la Pascua de su Hijo y el don de su Espíritu, a través de la oración y el ministerio de la Iglesia: Dios,
Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la resurrección de
su Hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el ministerio
de la Iglesia, el perdón y la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo (OP 102).
5. La satisfacción
1459 Muchos pecados causan daño al prójimo. Es preciso hacer lo posible para repararlo (por ejemplo,
restituir las cosas robadas, restablecer la reputación del que ha sido calumniado, compensar las
heridas). La simple justicia exige esto. Pero además el pecado hiere y debilita al pecador mismo,
así como sus relaciones con Dios y con el prójimo. La absolución quita el pecado, pero no remedia
todos los desórdenes que el pecado causó (Cf. Cc. de Trento: DS 1712). Liberado del pecado, el
pecador debe todavía recobrar la plena salud espiritual. Por tanto, debe hacer algo más para reparar sus
pecados: debe "satisfacer" de manera apropiada o "expiar" sus pecados. Esta satisfacción se
llama también "penitencia".
1460 La penitencia que el confesor impone debe tener en cuenta la situación personal del penitente y
buscar su bien espiritual. Debe corresponder todo lo posible a la gravedad y a la naturaleza de los
pecados cometidos. Puede consistir en la oración, en ofrendas, en obras de misericordia, servicios
al prójimo, privaciones voluntarias, sacrificios, y sobre todo, la aceptación paciente de la cruz que
debemos llevar. Tales penitencias ayudan a configurarnos con Cristo que, el Único que expió
nuestros pecados (Rm 3,25; 1 Jn 2,1-2) una vez por todas. Nos permiten llegar a ser coherederos
de Cristo resucitado, "ya que sufrimos con él" (Rm 8,17; Cf. Cc. de Trento: DS 1690):

14
Pero nuestra satisfacción, la que realizamos por nuestros pecados, sólo es posible por medio de
Jesucristo: nosotros que, por nosotros mismos, no podemos nada, con la ayuda "del que nos fortalece, lo
podemos todo" (Flp 4,13). Así el hombre no tiene nada de que pueda gloriarse sino que toda "nuestra
gloria" está en Cristo... en quien satisfacemos "dando frutos dignos de penitencia" (Lc 3,8) que reciben su
fuerza de él, por él son ofrecidos al Padre y gracias a él son aceptados por el Padre (Cc. de Trento: DS
1691).
6. PROPOSITO DE ENMIENDA.
¿Tener tentaciones es malo?. Tener tentaciones no es pecado. El pecado implica el consentir en llevar a cabo esas tentaciones.
Dios permite la tentación para aumentar el amor por él, para practicar una virtud. Veamos las tentaciones como una oportunidad de
demostrar el amor a Dios y de practicar nuestras virtudes que en ese momento de tentación están puestas a prueba.
1426 La conversión a Cristo, el nuevo nacimiento por el Bautismo, el don del Espíritu Santo, el
Cuerpo y la Sangre de Cristo recibidos como alimento nos han hecho "santos e inmaculados ante
él" (Ef 1,4), como la Iglesia misma, esposa de Cristo, es "santa e inmaculada ante él" (Ef 5,27).
Sin embargo, la vida nueva recibida en la iniciación cristiana no suprimió la fragilidad y la debilidad
de la naturaleza humana, ni la inclinación al pecado que la tradición llama concupiscencia, y que
permanece en los bautizados a fin de que sirva de prueba en ellos en el combate de la vida cristiana
ayudados por la gracia de Dios (Cf. DS 1515). Esta lucha es la de la conversión con miras a la
santidad y la vida eterna a la que el Señor no cesa de llamarnos (Cf. DS 1545; LG 40).
La penitencia interior del cristiano puede tener expresiones muy variadas. La Escritura
y los Padres insisten sobre todo en tres formas: el ayuno, la oración, la limosna (Cf. Tb 12,8;
Mt6,1-18), Las obras de misericordia.
1435 La conversión se realiza en la vida cotidiana mediante gestos de reconciliación, la atención
a los pobres, el ejercicio y la defensa de la justicia y del derecho (Am 5,24; Is 1,17), por el
reconocimiento de nuestras faltas ante los hermanos, la corrección fraterna, la revisión de vida, el
examen de conciencia, la dirección espiritual, la aceptación de los sufrimientos, el padecer la
persecución a causa de la justicia. Tomar la cruz cada día y seguir a Jesús es el camino más seguro
de la penitencia (Cf. Lc 9,23).
1436 Eucaristía y Penitencia. La conversión y la penitencia diarias encuentran su fuente y su alimento
en la Eucaristía, pues en ella se hace presente el sacrificio de Cristo que nos reconcilió con Dios;
por ella son alimentados y fortificados los que viven de la vida de Cristo; "es el antídoto que nos
libera de nuestras faltas cotidianas y nos preserva de pecados mortales" (Cc. de Trento: DS 1638).
1437 La lectura de la Sagrada Escritura, la oración de la Liturgia de las Horas y del Padre Nuestro, todo
acto sincero de culto o de piedad reaviva en nosotros el espíritu de conversión y de penitencia y
contribuye al perdón de nuestros pecados.
1438
Los tiempos y los días de penitencia a lo largo del año litúrgico (el tiempo de Cuaresma, cada
viernes en memoria de la muerte del Señor) son momentos fuertes de la práctica penitencial de la
Iglesia (Cf. SC 109-110; ? CIC can. 1249-1253; CCEO 880-883). Estos tiempos son particularmente
apropiados para los ejercicios espirituales, las liturgias penitenciales, las peregrinaciones como
signo de penitencia, las privaciones voluntarias como el ayuno y la limosna, la comunicación
cristiana de bienes (obras caritativas y misioneras).

El Director Espiritual es un oráculo, su palabra es sacrosanta. Sustituye a Cristo y no es él quien obra sino Dios a
través de él.

15
Es una enorme gracia tener director espiritual. Se progresa más rápidamente en las virtudes, se conoce más
claramente la voluntad de Dios, se la cumple más fielmente, se avanza en un camino cierto y seguro. El director
espiritual sabe evitar las rocas contra las cuales el alma podría estrellarse.

El alma debería rogar ardientemente por el director espiritual durante un largo tiempo, y pedir a Dios que se
dignara elegirlo Él Mismo. Lo que se comienza con Dios, será de Dios, y lo que se comienza con medios
puramente humanos, será humano. Dios es tan misericordioso que, para ayudar al alma, Él Mismo le asigna un
guía espiritual, y la ilumina de que es aquél delante del cual ella debe revelar los rincones más secretos de su
alma, como delante del Señor Jesús.

El alma que desea sinceramente progresar en la perfección, debe seguir estrictamente los consejos del director
espiritual. Tanta santidad cuanta dependencia.

“El director de las almas lo soy Yo Mismo directamente, mientras indirectamente las guío por medio de los
sacerdotes y conduzco a cada una a la santidad por el camino que conozco solamente Yo.”

San Luis María Griñón de Monfort


"Antes de la Comunión... suplica a esta bondadosa Madre que te preste su corazón para recibir en él a su Hijo con sus
propias disposiciones."

(Mateo 12: 43)= Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla.
(44) Entonces dice: volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.
(45) Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel
hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.
Oremos:
Señor Jesús con corazón sencillo y humilde me presento delante de ti, permíteme descansar en ti, recíbeme entre tus
brazos amorosos, abrázame señor, con todas mis cargas, mis limitaciones, mis frustraciones, mis sentimientos heridos,
mis ilusiones rotas, mis fracasos, mi dolor, mi angustia, mi miedo, abrázame Jesús con todo tu santo amor como solo
tú lo puedes hacer. Cumple tu promesa señor, abrázame hasta que se disipe todo cansancio, mental, emocional y
espiritual. Funde todo cansancio señor y lléname de ti, transforma señor estos yugos opresores que me maltratan y me
yerren en el yugo de tu amor. No quiero vivir subyugado bajo ningún poder que no sea el poder de tu amor. Ese amor
tuyo que me lleva a vivir con gran alegría y en completa libertad al servicio de los demás. Señor Jesús mi señor, mi
salvador, tómame, abrázame, transfórmame, libérame y sana este corazón. Haz que yo sea manso y humilde como tú.
Gracias señor Jesús por lo que sigues haciendo en mi vida. Amen.
SANTA CATALINA DE SIENA.

Los que están en el infierno han salido de esta vida con la mala voluntad, y por eso su culpa no ha sido
perdonada, ni puede ya serlo, pues una vez salidos de esta vida, ya no puede cambiarse su voluntad. En
efecto, al salir de esta vida el alma queda fija en el bien o en el mal, según se encuentra entonces su libre
voluntad. Está escrito, Ubi te invenero, es decir, en la hora de la muerte, según haya voluntad de pecado o
arrepentimiento del pecado, ibi te iudicabo [donde te encuentre, allí te juzgaré; cf. aprox. Eclesiastés
11,3]. Este juicio es irrevocable, pues más allá de la muerte ya no hay posibilidad de cambiar la posición de
la libertad, que ha quedado fijada tal como se hallaba en el momento de la muerte.

Los del infierno, habiendo sido hallados en el momento de la muerte con voluntad de pecado, tienen consigo
infinitamente la culpa, y también la pena. Y la pena que tienen no es tanta como merecerían, pero en todo
caso es pena sin fin. Los del purgatorio, en cambio, tienen solo la pena, pero como están ya sin culpa, pues
les fue cancelada por el arrepentimiento, tienen una pena finita, y que con el paso del tiempo va
disminuyendo, como ya he dicho.

16
Los medios para evitar el pecado son: vigilancia, oración y sacramentos.

Vigilancia: No exponernos a las ocasiones próximas de pecado porque somos débiles y estamos
inclinados al mal, y basta un empujón para resbalar por la pendiente. Cuidar los sentidos, haciendo
pequeñas mortificaciones y renuncias para fortalecer la voluntad, que es la que peca. Cerrar los ojos a la
maldad. Cuidar qué es lo que miramos.

Oración: Rezar mucho para obtener de Dios la fuerza para no caer, porque solos no podemos
permanecer mucho tiempo en gracia de Dios. A través de la oración Dios nos concede muchas gracias
que nos ayudan a combatir contra las tentaciones y a salir victoriosos en los avatares de la vida.

Sacramentos: Acudir a los sacramentos, especialmente a la Confesión y a la Comunión. La primera


para que nos limpie de los pecados graves en que caemos, nos cure de las heridas que han dejado los
pecados ya perdonados en nuestra alma y nos dé fuerzas y como una especie de vacuna contra los
pecados futuros, disminuyendo la fuerza de las tentaciones. Y la segunda para que nos sirva como
alimento y sostén en la vida espiritual, ya que al comulgar recibimos al mismo Jesucristo, Dios y Hombre
verdadero, que es el Don de los dones.

Marcos 2:1-12La Biblia de las Américas (LBLA)


Curación de un paralítico

2 Habiendo entrado de nuevo en Capernaúm varios días después, se oyó que estaba en casa. 2 Y se reunieron
muchos, tanto que ya no había lugar ni aun a la puerta; y El les exponía[a] la palabra. 3 Entonces vinieron* a
traerle un paralítico llevado entre cuatro. 4 Y como no pudieron acercarse[b] a El a causa de la multitud,
levantaron el techo encima de donde El estaba; y cuando habían hecho una abertura, bajaron la camilla en que
yacía el paralítico. 5 Viendo Jesús la fe de ellos, dijo* al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. 6 Pero
estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones: 7 ¿Por qué habla éste así?
Está blasfemando; ¿quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios[c]? 8 Y al instante Jesús, conociendo en[d] su
espíritu que pensaban de esa manera dentro de sí mismos, les dijo*: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros
corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”, o decirle: “Levántate,
toma tu camilla y anda”? 10 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para
perdonar pecados (dijo* al paralítico): 11 A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. 12 Y él se
levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y
glorificaban a Dios, diciendo: Jamás hemos visto cosa semejante.

Llamamiento de Leví y la cena en su casa


13
Y El salió de nuevo a la orilla del mar, y toda la multitud venía a El, y les enseñaba. 14 Y al pasar, vio a Leví,
hijo de Alfeo, sentado en la oficina de los tributos, y le dijo*: Sígueme. Y levantándose, le siguió.
15
Y sucedió[e] que estando Jesús[f] sentado[g] a la mesa en casa de Leví[h], muchos recaudadores de impuestos[i]
y pecadores estaban comiendo[j] con Jesús y sus discípulos; porque había muchos de ellos que le seguían. 16 Al
ver los escribas de los fariseos que El comía con pecadores y recaudadores de impuestos, decían a sus
discípulos: ¿Por qué El come y bebe con recaudadores de impuestos y pecadores? 17 Al oír esto, Jesús les dijo*:
Los que están sanos[k] no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos; no he venido a llamar a
justos, sino a pecadores.

17
1. EL MACHIN SANA A UN DISCAPACITADO (Mc 2, 1-12; 26-28)
NARRADOR: A las pocas lunas que retornó Jesús al barrio, se corrió la bocina que ya estaba en el chante y acudieron tantos
changos que no quedo ni una esquina libre. Él les aventó su verbo. De repente llegaron cuatro güeyes con un compa
paralitico, y como no podían entrar con él por el personal que había en el cantón, levantaron unas láminas encima de
donde estaba el Machín. Clavaron al compa en medio de todos. Viendo Jesús la fe que tenían esos güeyes, le dijo al
valedor paralitico:
JESÚS: “Hijo del amor, tus pecados ya desafanaron”.
NARRADOR: Unos licenciados de tacuche y mucho caché que estaban allí, pensaban pa' sus tripas: LICENCIADOS: “¿Por
qué habla éste así?, ¡Nada más los está choreando a todos!, porque…….. ¿Quién desafana pecados fuera de Dios mismo?”.
NARRADOR: El Machín se dio tinta de lo que pensaban, y les dijo:
JESÚS: “¿Por qué piensan eso?, ¿Qué es más fácil: decirle al compa éste: “Tus pecados quedaron desafanados o decirle:
“Aliviánate, apaña tu camilla y lánzate a pedalear al jale?”. Pues, para que vean que el hijo del Jefe Machín si tiene poder
en la tierra para perdonar pecados.
JESÚS: (SE DIRIGE JESÚS AL PARALITICO Y LE DICE) “Contigo parlo, levántate, apaña tu camilla y llégale a tu cantera”.
NARRADOR: El que antes estaba paralitico, se alivianó de volada, apañó su camilla y le llegó. Todos se quedaron de a seis,
porque nunca habían torcido algo igual.
En eso, unos batos se acercaron a puros codazos entre tanta gente. Le dijeron a Jesús:
BATOS: “Nosotros también queremos entrarle. No somos Rockers de la Segunda Sección, pero nos late tu coto”.
NARRADOR: Antes de que pudiera contestar Jesús, su compa y discípulo, llamado el Piedra, les dijo bien picudote:
PEDRO: “Ustedes no, perros, esto es para pura banda, puro machín, a ustedes les hace falta… ver más BAX!!”.
BATOS: (Se hace una pausa). “¿Perros?, pues en el chante los perros también tragan las sobras del pipirin”.
JESÚS: “Chido mis chavos, sepan que a todos, Dios Nuestro Jefe los quiere un chingo, vénganse con nosotros hijos del
maíz. “Vengan a mi todos los que estén cansados y agüitados y yo los alivianaré" (Mt 11, 28).
HE VENIDO A LLAMAR A LOS DESMADROSOS (Mc. 2, 13-17).
NARRADOR: Y el Machín salió de nuevo hacia la calle de Nogales, ahí donde está el voladero de la barranca de la Segunda
Sección y toda la raza venía a él y él les enseñaba. Y al pasar, vio al Simón del pirúl, a ese que trabaja en salubridad y pasa
a los locales a hacerles la inspección y a pedirles su mochada para darles su permiso de salubridad, si, a ese Simón hijo del
Rubén el checador de micros y le dijo: Sígueme. Y levantándose Simón, le siguió:
Y sucedió que estando el Machín sentado a la mesa en casa de Simón, había muchos recaudadores de impuestos del
Honorable ayuntamiento de Naucalpan y también muchos borrachos y marihuanos comiendo con Jesús y sus discípulos:
porque había muchos de ellos que le seguían. Al ver unos licenciados que Jesús comía con marihuanos y recaudadores de
impuestos, le decían a sus discípulos: ¿Por qué él come y bebe con recaudadores de impuestos y pecadores?. Al oír esto,
Jesús les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de ir al seguro a ver al matasanos, sino los que están madreados y
enfermos. Porque no son los bonachones, los amables y los decentes los que necesitan alivianarse, sino más bien los
desadaptados, los apendejados y los desmadrosos. (Hacer Pausa).
Hay mucha más alegría en el chante de Dios Nuestro Padre cuando uno de éstos batos se deja alivianar, que cuando un
virtuoso santurrón le parla sin fe y sin amor a su prójimo y a sus hermanos.
“Vengan a mi todos los que estén cansados y agüitados y yo los alivianaré" (Mt 11, 28).

 En el arte de ascender, el éxito no está en no caer, sino en NO PERMANECER CAÍDO.


La paz del Señor este con ustedes.

Acción de gracias.

Ave María Purísima. Señal de la cruz.

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