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Resumen
1
Índice
1. Introducción 3
2. La Solución de Kerr 4
2.1. Métrica Estacionaria y con Simetrı́a Axial . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
2.2. Métrica de Kerr . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
2
1. Introducción
Los agujeros negros constituyen la manifestación más extrema de la gravitación en el
universo. El descubrimiento de estos objetos fue posible gracias a la teorı́a de la Rela-
tividad General, la mejor teorı́a clásica sobre campos gravitacionales formulada hasta el
momento. El hallazgo de las ecuaciones de campo de la Relatividad General por Albert
Einstein, el 25 de noviembre de 1915, ha sido uno de los eventos capitales en la historia de
la ciencia y cambió significativamente la concepción hasta entonces aceptada del espacio,
el tiempo, y el cosmos.
La primera solución exacta de las ecuaciones de campo de Einstein fue hallada por
el fı́sico y astrónomo alemán Karl Schwarzschild, director del Observatorio Astrofı́sico
de Postdam. Schwarzschild sirvió voluntariamente en el frente ruso durante la Primera
Guerra Mundial. Fue desde allı́, en enero de 1916, que Schwarzschild le comunicó a Einstein
la obtención de una solución exacta de las ecuaciones de campo, solución que describe la
geometrı́a del espacio-tiempo fuera de una distribución esféricamente simétrica de materia.
[1]
Esta solución fue una motivación para encontrar otro tipo de soluciones, como, por
ejemplo, los potenciales que den cuenta de la geometrı́a en el exterior de una fuente con
simetrı́a esférica y en rotación, sin embargo, se tuvieron que esperar aproximadamente
50 años para encontrar tal solución: El elemento de lı́nea de Kerr. [2] Fue en 1963 donde
el matemático neozelandés Roy P. Kerr anunció el descubrimiento de la solución exacta
de las ecuaciones de campo de Einstein para un objeto rotante de masa M y momento
angular por unidad de masa a. Los importantes resultados de Kerr pasaron prácticamente
desapercibidos para la audiencia. Poco tiempo después, sin embargo, el desarrollo de
técnicas geométricas globales para el estudio de espacio-tiempos deveları́a importantes
propiedades de la solución de Kerr y de los agujeros negros en general. [1]
En la fı́sica actual, el estudio de las propiedades fı́sicas de los agujeros negros ha re-
velado algunos aspectos del comportamiento del campo gravitacional a pequeña escala,
donde los efectos cuánticos son relevantes. En ausencia de una teorı́a cuántica de la gravi-
tación, los agujeros negros se presentan como laboratorios naturales para evaluar y llevar
al lı́mite las teorı́as fı́sicas actuales. [1]
3
2. La Solución de Kerr
La solución de Schwarzschild es de una utilidad teórica enorme debido a su sencillez
y que nos permite introducir numerosos conceptos de fundamental importancia. Sin em-
bargo, no es una solución fı́sicamente realista, ya que los objetos estáticos y esféricamente
simétricos no abundan en nuestro universo. Necesitamos de una métrica más sofisticada
que describa el espacio-tiempo generado por objetos en rotación, mucho más apta para
describir una enorme variedad de sistemas astrofı́sicos. [3]
La solución de Kerr representa la única solución de vacı́o que la Teorı́a General de
la Relatividad provee para describir a un agujero negro rotante estacionario y sin carga
eléctrica. Esta solución es un caso particular de una solución a las ecuaciones de Einstein-
Maxwell: la llamada métrica de Kerr-Newman que describe a un agujero negro rotante y
con carga eléctrica. A pesar de esto, los agujeros de Kerr tienen mayor relevancia astrofı́sica
ya que es de esperar que, por acreción de material, los agujeros negros cargados tiendan
a neutralizarse rápidamente. [4]
h i
2 2 2 1 2 1 2 2 2
ds = g00 dt + 2g03 dtdφ + g33 dφ + g11 dx + 2g12 dx dx + g22 dx (2.2)
Observamos que, dado que los coeficientes métricos gµν son funciones solo de x1 y x2 , la
expresión entre corchetes en (2.2) se puede considerar como un submanifold 2-dimensional.
Por lo tanto, se puede lograr una reducción adicional en la forma de la métrica utilizando
4
el hecho de que cualquier variedad pseudoriemanniana 2-dimensional es conformacional-
mente plana, es decir, siempre es posible encontrar un sistema de coordenadas en el que
la métrica adopte la forma:
gab = Ω2 (x)ηab
Donde Ω2 (x) es una función arbitraria de las coordenadas y [ηab ] = diag(±1, ±1), los
signos dependen de la signatura de la variedad (Ver Apéndice 11C de [5]). Por lo tanto,
aprovechando este hecho, y escribiendo el resultado para un cuerpo en rotación, podemos
expresar el elemento de lı́nea (2.2) en la forma:
h 2 2 i
ds2 = Adt2 − B (dtdφ − wdt) − C dx1 + dx2 (2.3)
ds2 = gtt dt2 + 2gtφ dtdφ + grr dtr2 + gθθ dθ2 + gφφ dφ2 (2.5)
En donde la tarea a realizar consiste en determinar de forma explı́cita, si es posible, de
los coeficientes métricos relacionados en la ecuación (2.5). Vale recalcar, que debido a la
simetrı́a particular que tiene el sistema, no se puede asociar, inicialmente, a las coordena-
das (r, θ) algún significado geométrico preciso ligado al sistema de coordenadas esférico
convencional. Sin embargo, se denotan de esta manera con la finalidad, que posteriormente
sean lo más cercanas posibles a las coordenadas esféricas usuales.
5
El enfoque general para encontrar los coeficientes métricos es el utilizado para hallar la
métrica de Schwarzschild. Primero calculamos los coeficientes de la conexión Γµνσ para la
métrica (2.5) y luego usar estos coeficientes para obtener expresiones para los componentes
Rµν del tensor de Ricci en términos de las funciones desconocidas en el elemento de lı́nea.
Dado que estamos nuevamente interesados en la geometrı́a del espacio-tiempo fuera de la
distribución de la materia rotativa, debemos entonces resolver las ecuaciones de campo
de espacio vacı́o:
Rµν = 0
Aunque este proceso es conceptualmente sencillo, es algebraicamente muy complicado,
y el cálculo completo es extremadamente largo. De hecho, se encuentra que las ecuaciones
de Einstein por sı́ solas son insuficientes para determinar todas las funciones desconocidas
de forma única. Esto no deberı́a ser una sorpresa ya que el requisito de la simetrı́a axial
es mucho menos restrictivo que el de la simetrı́a esférica, utilizada en la derivación de la
geometrı́a de Schwarzschild. Aunque prevemos un cuerpo giratorio “compacto”, como una
estrella o un planeta, la forma general de la métrica (2.5) también serı́a válida fuera de un
cuerpo axialmente simétrico “extendido” y giratorio, como una cuerda cósmica giratoria.
Para obtener la métrica de Kerr, debemos imponer algunas condiciones adicionales en la
solución. Resulta que si exigimos que la geometrı́a del espacio-tiempo tienda a la forma
de Minkowski como r → ∞ y que en algún lugar exista un horizonte de eventos convexo
cerrado y suave fuera del cual la geometrı́a no es singular, entonces la solución es única. [7]
4aM r sin2 θ ρ2 2
2 2M r
ds = 1 − 2 dt2 + dtdφ − dr − ρ2 dθ2
ρ ρ2 ∆
(2.6)
2a2 M r sin2 θ
2 2
− r +a + sin2 θdφ2
ρ2
donde
ρ2 = r2 + a2 cos2 θ (2.7)
∆ = r2 − 2M r + a2 (2.8)
En ella, M y a son constantes de integración que caracterizan nuestro sistema, cuyo
significado fı́sico es fácilmente deducible si estudiamos el comportamiento asintótico con
J
r grande. La constante a es llamada parámetro de Kerr y se define como a = M y
es su momento angular por unidad de masa. La métrica de Kerr tiene las siguientes
caracterı́sticas:
6
3. La métrica no es Estática. No es invariante ante transformaciones de reversión
temporal t → −t.
5ρ kν + 5ν kρ = 0 (3.2)
donde 5 denota la derivada covariante.
Los vectores de Killing son pues la forma generalizada de estudiar las simetrı́as de
la métrica y, gracias al teorema de Noether, sabemos que toda simetrı́a continua tiene
asociada una cantidad conservada. De este modo, los vectores de Killing nos permiten
conocer simultáneamente las simetrı́as del espacio-tiempo y las constantes de movimiento
asociadas a esas simetrı́as. [9]
Podemos fijarnos en la forma de la métrica de Kerr en coordenadas de Boyer-Lindquist
para estudiar a simple vista sus simetrı́as. En primer lugar, podemos apreciar la no depen-
dencia de la métrica con las coordenadas t y φ. Efectivamente, existen simetrı́as continuas
asociadas a la invariancia bajo traslaciones temporales y bajo rotaciones, cuyos vectores
de Killing asociados toman una forma muy sencilla en este sistema de coordenadas:
k µ = δtµ = (1, 0, 0, 0)
(3.3)
lµ = δφµ = (0, 0, 0, 1)
Sin embargo, en este caso no existen más vectores de Killing escondidos, poco evi-
dentes por la elección de coordenadas: las simetrı́as mencionadas son las únicas simetrı́as
7
continuas presentes en el agujero negro de Kerr. A diferencia del caso de Schwarzschild,
no hay invariancia bajo rotaciones alrededor de ningún otro eje. Tal y como comentamos,
la métrica posee simetrı́a axial y no esférica: existe un eje privilegiado, el eje de rotación
del agujero negro.
Las cantidades conservadas asociadas a los vectores (3.3) son (recordar que ẋµ =
(ṫ, ṙ, θ̇, φ̇)): [10]
2aM r sin2 θ
µ µ 2M r
k ẋ = 1 − 2 ṫ + 2 φ̇ = E
r + a2 cos2 θ r + a2 cos2 θ
(3.4)
2aM r sin2 θ 2aM r sin2 θ
µ µ 2 2
l ẋ = 2 2 2
ṫ − r + a + 2 2 2
sin2 (θ)φ̇ = −Lz
r + a cos θ r + a cos θ
uµestatico = k µ (3.6)
Es decir, el caso Ω = 0 de la ecuación (3.5). Es por tanto, como cabrı́a esperar intui-
tivamente, la trayectoria de un observador completamente quieto, cuyas coordenadas r, θ
8
y φ no varı́an con el tiempo, xµ = (t, r0 , θ0 , φ0 ). Consideraremos por tanto como estatico
(respecto al observador en el infinito) a cualquier observador cuya trayectoria venga dada
por (3.6). [13]
En el caso de Schwarzschild, donde hemos dicho que la estaticidad viene dada por el
vector (3.5), tendrı́amos lo siguiente sobre la superficie de lı́mite estacionario:
u2estatico = k µ kµ = 0
lo que nos lleva a la condición
2M
gtt = 0 → 1− =0 (3.7)
rLE
Se tiene finalmente que la superficie de lı́mite estacionario es una superficie esférica
de radio rLE = 2M . Tenemos por tanto que, si bien tienen definiciones y propiedades
distintas, la superficie de lı́mite estacionario y el horizonte de sucesos coinciden en el caso
del agujero negro de Schwarzschild, donde están constituidas por una esfera de radio 2M .
Veremos en próximas secciones como ambas son superficies completamente distinguibles
y separadas en el caso del agujero negro de Kerr, y la región entre ambas poseerá una
serie de caracterı́sticas muy interesantes.
Por otro lado, las singularidades que dependen del sistema de coordenadas reciben el
nombre de singularidades de coordenadas. Para afirmar que una singularidad perte-
nece a esta categorı́a simplemente tenemos que encontrar un sistema de coordenadas en
el que la singularidad desaparezca de la métrica.
9
3.2.2. Singularidades del espacio-tiempo de Kerr
Realizando una inspección a la métrica de Kerr en coordenadas de Boyer-Linquist,
se pueden apreciar numerosas singularidades. Para saber cuales de estas con esenciales,
calculamos invariante de Kretschmann:
una singularidad coordenada (véase (2.6)) que corresponde a los horizontes de eventos,
esto es cuando ∆2 = r2 − 2M r + a2 = 0.
√ a
x= r2 + a2 sin θ cos φ + tan−1
√ ar
y = r2 + a2 sin θ sin φ + tan −1 (3.9)
r
z = r cos θ
x2 + y 2 = sin2 (θ) r2 + a2
r 2 x 2 + y 2 = r 4 − r 2 z 2 + r 2 a2 − z 2 a2
10
y tomando valores de r constantes, no nulos,
x2 y 2 a2 z 2 a2
+ + 1 + = 1 +
r2 r2 r2 r2 r2
esta ecuación representa elipsoides con focos x = ±a bajo la condicion que r = 0. Si
se toma z = 0,
x 2 + y 2 = r 2 + a2
nuevamente bajo la condición r = 0, los elipsoides se deforman y forman un disco,
x 2 + y 2 = a2 (3.11)
Regresando a que la condición para que se de una singularidad esencial es ρ2 = r2 +
a cos2 θ = 0, es decir, cuando r = 0 y θ = π2 . Para las condiciones en los que se da esta
2
Se define, pues, como la superficie a partir de la cual ningún observador puede ser
estacionario y esta destinado a caer en la singularidad, por lo que si nos atenemos a
nuestra definición de estacionariedad en función de los vectores de Killing, tenemos que el
horizonte de sucesos es la superficie a partir de la cual ningún campo de Killing es de tipo
temporal, a partir de la cual ningún campo de Killing puede representar la trayectoria de
una partı́cula.
Dada la definición antes dada de los vectores de Killing, tenemos que sobre el horizonte
de sucesos se cumple (véase [13] y [15]):
1
u2estacionario = (k µ + Ωlµ ) (k µ + Ωlµ ) = 0
N2
lo que nos lleva a la condición siguiente, teniendo en cuenta que uµ uµ = uµ gµν uµ :
11
2
gtφ − gtt gφφ = 0 (3.13)
Sustituyendo los correspondientes elementos de la métrica (2.6) y expresando la con-
dición obtenida de una forma un poco mas amigable, llegamos a que (3.13) es equivalente
a:
2
r2 − 2M r + a2 r2 + a2 cos2 θ
=0
El segundo factor se anula únicamente en la singularidad, por lo que no nos preocu-
paremos mas por el. El primer factor es una ecuación de segundo grado en r que sı́ nos
da soluciones no triviales (∆ = 0, que representa una singularidad de coordenadas):
√
r± = M ± M 2 − a2 (3.14)
Este es un resultado sorprendente: la métrica de Kerr posee dos horizontes de sucesos
en lugar de uno. Ambos tienen forma elipsoidal y nos referiremos a ellos a partir de ahora
como horizonte exterior (correspondiente a r+ ) y horizonte interior (correspondiente a
r− ). De (3.14), podemos ver que existen diferentes soluciones dependiendo de la relación
entre a y M :
12
Arrastre de sistemas inerciales Este efecto de la curvatura, conocido en ingles como
frame dragging, tiene que ver con el arrastre rotatorio que sufren los sistemas que se
aproximan al agujero negro de Kerr, incluso si tienen momento angular nulo. Este efecto
no existe en Schwarzschild ya que, como veremos, se debe al termino cruzado gtφ de la
métrica en coordenadas Boyer-Lindquist.
Para un sistema de referencia inercial en el infinito, la velocidad angular de una partı́cu-
la cualquiera viene dada por:
dφ φ̇
Ω= = (3.15)
dt ṫ
Supongamos ahora que tenemos una partı́cula con momento angular nulo alrededor
del eje de rotación del agujero negro, Lz = 0. Por (3.4), esto implica que gtφ ṫ + gφφ φ̇ = 0.
Sabiendo esto, y sustituyendo en la expresión (3.15), tenemos que, para sistemas con
momento angular nulo: [15]
gtφ
Ω0 = − (3.16)
gφφ
Esta expresion no se anula en general, salvo para θ = 0, π, r = 0 y r → ∞. Tenemos
por lo tanto que partı́culas con momento angular nulo son arrastradas por el giro (twist)
del espacio-tiempo alrededor de la singularidad. Puesto que gtφ y gφφ dependen de r y θ,
la fuerza de arrastre dependerá de la posición del sistema. En particular, para el plano
ecuatorial θ = π/2:
2M a
Ω0,equ =
r3
+ a2 r + 2M a2
Una partı́cula lanzada desde el infinito con velocidad únicamente radial comenzar a
a ser arrastrada por el espacio-tiempo y terminara girando en la misma dirección que el
propio agujero negro.
Si analizamos la ecuación (3.12), vemos que los valores de Ω± nos dan una cota superior
e inferior a los posibles valores de la velocidad angular de un observador estacionario en
cada punto del espacio, y pueden ser tanto positivos como negativos. El punto medio entre
ellos es el valor que acabamos de hallar Ω0 .
Ergosfera El efecto de frame-dragging nos sugiere que, a partir de cierto punto, la fuerza
de arrastre sera tal que no habrá ningún sistema capaz de mantenerse estático respecto
a un observador lejano y se vera obligado a acompañar al agujero negro en su giro. Esto
supone, por supuesto, que en ese punto se encuentra la superficie de lı́mite estacionario.
De (3.7), se tiene que:
2M r
gtt = 0 = 1 − (3.17)
r2
+ a2 cos2 θ
Esta condición nos lleva a una ecuación de segundo grado que tiene por tanto dos
soluciones para r:
√
rS± = M ± M 2 − a2 cos2 θ (3.18)
Tenemos por tanto, que para rS− < r < rS+ , ningún sistema puede permanecer estáti-
co respecto a un observador inercial en el infinito, pero si es posible para 0 < rS− ≤
r− < r+ < rS+ . Llamaremos a las superficies definidas por rS± ergosuperficies, y a
13
la región entre la ergosuperficie exterior y el primer horizonte de sucesos, ergosfera o
ergorregion. Esta nomenclatura cambia dependiendo del autor y no existen términos
globalmente aceptados.
Las hipersuperficies definidas por rS± vistas desde el conjunto de coordenadas carte-
sianas dan cuenta de un par de elipsoides axialmente simétricos con las siguientes carac-
terı́sticas,
√
1. Para rS− = M − M 2 − a2 cos2 θ
14
Referencias
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y Geofı́sicas, Universidad Nacional de La Plata. Argentina. Págs. 1-8.
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del Cosmos, Universidad de Granada. España, Granada. Pág. 11.
[4] Ranea, I. (2009). Perturbaciones Gravitacionales a la Métrica de Kerr. Facultad de
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[6] Chandrasekhar, S. (1983). The Mathematical Theory of Black Holes. Oxford Uni-
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[7] Hobson, M. P., Efstathiou, G. P. y Lasenby, A. N. (2006). General Relativity:
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[9] Guerreo, J. (2017). El agujero negro de Kerr. Departamento de Fı́sica Teórica y
del Cosmos, Universidad de Granada. España, Granada. Pág. 6-7.
[10] Wald, R. M. (1984). General Relativity. The University of Chicago Press. Págs.
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[12] Fonseca, D. (2016). Horizontes de eventos del espacio-tiempo de Kerr. Facultad
de Ciencias, Departamento de Fı́sica, Universidad Nacional de Colombia. Colombia,
Bogotá D.C. Apéndice H.9, Pág. 81.
[13] Guerreo, J. (2017). El agujero negro de Kerr. Departamento de Fı́sica Teórica y
del Cosmos, Universidad de Granada. España, Granada. Págs. 8-9.
[14] Guerreo, J. (2017). El agujero negro de Kerr. Departamento de Fı́sica Teórica y
del Cosmos, Universidad de Granada. España, Granada. Págs. 16-17.
[15] Fonseca, D. (2016). Horizontes de eventos del espacio-tiempo de Kerr. Facultad
de Ciencias, Departamento de Fı́sica, Universidad Nacional de Colombia. Colombia,
Bogotá D.C. Apéndice H.10, Págs. 73-76.
[16] Hobson, M. P., Efstathiou, G. P. y Lasenby, A. N. (2006). General Relativity:
An Introduction for Physicists. Cambridge University Press. Figure 13.3, Pág. 325.
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Editorial Addison Wesley.
[18] O’Neil, B. (1995). The Geometry of Kerr Black HoleS. Editorial A K Peters.
16