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¿Cuánto vive una mosca?

Imagen de Pablo Fernandez PUBLICADO POR:

PABLO FERNANDEZ

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cuanto vive una mosca

ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK

A pesar de ser mundialmente conocidas como uno de los insectos más molestos y que
generalmente se pueden observar en cualquier ámbito, seguramente muy pocos saben
exactamente cuánto vive una mosca.

Hay muchas especies y variedades de moscas distintas pero ahora nos centraremos en la mosca
doméstica, que es la más conocida por todos.

La mosca doméstica

Esta mosca puede reproducirse en cualquier parte del mundo y deambula en las casas y
prácticamente en cualquier lugar en que existan desperdicios orgánicos. Se considera que la
mosca que todos conocemos proviene de África pero hoy en día se encuentra en cualquier parte
del mundo, estableciéndose a partir de que el hombre comenzó a convivir con animales
domésticos.

La mosca doméstica posee una metamorfosis completa con etapas bien diferenciadas en su ciclo
de vida, que son: huevo, larva, pupa y la etapa adulta.

Las moscas adultas viven habitualmente entre 15 y 25 días.

cuanto vive una mosca 2

ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK

Durante el invierno, la mosca doméstica se encuentra o bien en la etapa de larva o de pupa debajo
de pilas de estiércol o cualquier otro sitio que esté protegido. El clima caluroso del verano
generalmente resulta propicio para el desarrollo de la mosca adulta, que puede completar su ciclo
de vida en un lapso de entre siete y diez días. Por otra parte, durante un verano completo, de diez
a doce generaciones de moscas pueden existir.
El ciclo de vida de la mosca

Huevo

Los huevos que darán lugar a la larva de la mosca son de alrededor de 1.2 milímetros de largo y
son puestos individualmente aunque apilados en pequeños grupos. Cada mosca hembra puede
poner hasta 500 huevos en varias tandas de entre 75 y 100 cada vez, cada tanda en un período de
tres a cuatro días.

Larva

La larva madura mide entre 3 y 9 milímetros de largo y son generalmente de color blanco cremoso
y cilíndricas, aunque más estrechas hacia la cabeza. La cabeza contiene un par de ganchos oscuros.
Los gusanos sin patas emergen de los huevos durante climas calurosos en un plazo de entre 8 y 20
horas. Cuando los gusanos están maduros se trasladan hacia un lugar fresco y seco cercano a
algún material fértil que les permita pasar a la etapa de pupa o crisálida.

Pupa

La pupa de la mosca es de color marrón oscuro y de alrededor de 8 milímetros de largo. Esta etapa
es atravesada dentro de una cápsula desarrollada durante la última fase de su etapa larval, de la
cual emergerá luego la mosca adulta.

cuanto vive una mosca 3

ISTOCKPHOTO/THINKSTOCK

Mosca adulta

La mosca doméstica mide alrededor de 6 o 7 milímetros, siendo habitualmente la hembra mayor


que el macho. Los ojos son de color rojizo, mientras que en el tórax se encuentran cuatro líneas
angostas y poseen una marcada curva hacia arriba en la cuarta vena longitudinal del ala.

La diferencia de sexo se puede notar observando el espacio entre sus ojos, ya que en las hembras
es casi el doble más ancho que en los machos.
¿Sabes la respuesta?

No, una mosca común adulta (Musca domestica) vive de 15 a 25 días; pero en condiciones óptimas
llega a superar los 60 días. La vida de una mosca depende principalmente de la temperatura y del
acceso al alimento.

Durante las fases de huevo, larva y pupa las moscas necesitan temperatura cálida (de 17 ºC a 37
ºC). Los nutrientes los obtienen de la materia orgánica que sus madres les dejan antes de
procrearlas, y de los recursos que haya en el entorno.

Tardan de siete a 10 días en convertirse en moscas adultas, cuya sobrevivencia es más activa y
larga si se mantienen en un ambiente con temperatura más fresca, de entre 10 ºC y 26 ºC. A
menos de 7.2 ºC y sin comida, especialmente azúcar, viven únicamente de dos a tres días.
9 especies de moscas

Yamila · 6 enero, 2018

La más ‘famosa’ es la mosca común; todos sus integrantes se caracterizan por vivir alrededor de
30 días y por realizar un ciclo de metamorfosis completo: huevo, larva, pupa y adulto

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Compartidos

Suelen ser bastante molestas, aparecen en cualquier sitio y se las relaciona con la suciedad.
Algunas especies de moscas son más comunes que otras y debemos tener sumo cuidado con
aquellas que pueden transmitir enfermedades. Te contamos más a continuación:

¿Qué especies de moscas existen?

Dentro de la familia de los dípteros,la más ‘famosa’ es la mosca común; todos sus integrantes se
caracterizan por vivir alrededor de 30 días y por realizar un ciclo de metamorfosis completo:
huevo, larva, pupa y adulto. Algunas de las especies de moscas son:

1. Tábano

Puede medir hasta 25 milímetros de largo, es de color marrón oscuro y sus ojos –contiguos en los
machos y separados en las hembras– son grandes y de color verde o negro. Más activos en las
horas diurnas, los tábanos atacan al ganado y pueden provocar pérdida de peso en los animales.

En cuánto a la reproducción, cabe señalar que se aparean en el aire y en la tierra; luego las
hembras depositan los huevos en una zona húmeda o en el agua y estos eclosionan a los siete
días.

2. Mosca de los desvanes


Vuelan lento, agrupadas en forma de ‘racimo’ atraídas por las luces o el calor, y eligen sitios
cálidos para hibernar en invierno. Alcanzan los 10 milímetros de longitud, y cuando están en
reposo las alas cubren todo su cuerpo, el cual es de color gris oscuro con áreas verde oliva y
marrón.

3. Moscarda azul

Aparece principalmente en sustancias putrefactas o en descomposición, como por ejemplo la


carne o el queso. También se desarrolla alrededor de cadáveres de aves o roedores. La moscarda
azul mide hasta 12 milímetros de longitud y su cuerpo es de color azul metálico.

Especies de moscas: moscarda azul

4. Mosca doméstica

Este tipo de insecto es atraído por diferentes tipos de alimentos para personas o animales.
Prefiere los lugares con materia vegetal húmeda y en descomposición, y por las noches descansa
cerca de la comida.

Las larvas son de color blanco, no presentan patas y tardan hasta 60 días en madurar. Los adultos
miden hasta ocho milímetros de longitud, tienen tórax gris y abdomen amarillo, y las alas son
ligeramente afiladas.

5. Mosca de la fruta

Es una de las especies de mosca más habituales en los hogares durante el verano ,ya que se
reproduce en zonas donde hay residuos en fermentación –además de frutas, también verduras– o
cerca de drenajes tapados y utensilios sucios. La mosca de la fruta es muy pequeña –solo tres
milímetros de longitud– y su cuerpo es de color amarillo, mientras que sus ojos son rojos.

6. Mosca de los drenajes

Esta pequeña mosca de solo dos milímetros de longitud se encuentra en los lechos de aguas
residuales, alcantarillas o sanitarios. Pasa mucho tiempo posada, su vuelo es lento y se alimenta
de materia orgánica que extrae de los sedimentos.
El cuerpo es de color tostado o negro, las alas están cubiertas de pelo; y el proceso de
metamorfosis completo tarda unos 60 días para que el ejemplar sea adulto.

7. Mosca del vinagre

Esta mosca se reproduce en residuos fermentados, ya que las larvas se alimentan de bacterias y
levaduras. De cuerpo amarillo brillante y ojos rojos, la Drosophila melanogaster mide solo tres
milímetros de longitud y vive un máximo dos semanas.

Especies de moscas: mosca del vinagre

8. Mosca doméstica menor

Su hábitat preferido son las áreas donde hay materia orgánica semilíquida en descomposición, y se
parece a la mosca doméstica, aunque es más pequeña: llega a los seis milímetros en la etapa
adulta.

Este insecto puede transmitir enfermedades en los ojos al ganado y los seres humanos; es fácil de
identificar debido a su cuerpo gris y negro con ojos rojos.

9. Mosca de la carne

Se la considera un importante diseminador de agentes patógenos, ya que aparece cuando hay


carne muerta: las larvas se desarrollan y viven en materiales orgánicos en descomposición.

Además, esta mosca es de gran tamaño en relación a las demás –20 milímetros de longitud– y
llama la atención por su cuerpo de color gris metálico y su abdomen con manchas oscuras.
Moscarda y moscardón

Moscardón

Con el término general de moscardas o moscardones hacemos referencia a una moscas robustas
pertenecientes a dos familias diferentes: Calliphoridae (moscardas azules o verdes) y
Sarcophagidae (moscardones o moscardas de la carne). Los adultos no pican pero son molestos ya
que son atraídos por los olores orgánicos. Constituyen una amenaza para la salubridad de los
alimentos.

Morfología

Las moscardas típicamente tienen coloración metálica azul o verde, generalmente con pelos
dorados. Son moscas robustas de 8-12 mm de longitud, con el abdomen azul metálico (género
Calliphora; las especies más frecuentes C. vomitoria y C. vicina) o el tórax y el abdomen verde
metálico a veces con reflejos púrpuras o bronce (género Lucilia). Son voladoras lentas con un
zumbido muy audible. Suelen estar en el interior de las casas.

Los moscardones (los más habituales pertenecen al género Sarcophaga) son más grandes que las
moscardas, alcanzando los 14 mm. Su cuerpo es robusto y de color gris oscuros. Tienen tres rayas
más oscuras en el dorso del tórax y en el abdomen suelen tener un patrón ajedrezado. Suelen
estar cerca de las casas pero no son comunes en el interior.

Biología

Los adultos chupan líquidos superficiales con ayuda de unas estructuras similares a esponjas. Las
hembras empiezan a poner huevos a la semana de la eclosión. Las puestas suceden por la noche,
poniendo los huevos en grupos de hasta 200. La fecundidad puede ser de hasta 700 huevos. Una
característica de las moscardas es que pueden retener los huevos en su interior hasta que
encuentren un lugar adecuado, que es donde las larvas van a encontrar alimento. En el caso de los
moscardones es habitual que las hembras depositen directamente el primer estadio larvario.
Cuando eclosionan las larvas, al cabo de tan solo 12-16 horas, estas evitan la luz y se introducen en
el sustrato para comer. Las larvas se alimentan de cadáveres o de restos que contengan carne,
aunque hay especies que se alimentan de materia orgánica vegetal o excrementos. Las larvas de
las moscardas pueden llegar a medir entre 10 a 18 mm mientras que las de los moscardones
pueden alcanzar los 22 mm. Existen tres estadios larvarios, desplazándose el tercero (al cabo de
unos cuatro o cinco días de la eclosión) a la búsqueda de un lugar seco donde se produce la
pupación; esta búsqueda puede durar entre 1 o 2 semanas. El periodo pupal es de unos 10-14
días, al cabo de los cuales surgen los adultos que viven alrededor de un mes (aunque pueden
llegar hasta los 6 meses).

El invierno lo pueden pasar en cualquier estadio (adulto, larva o pupa). Es posible ver adultos en
días soleados de invierno.

Como curiosidad las larvas de algunas especies de moscardas se utilizan para la curación de
heridas, ya que se alimentan solo de tejido muerto.
Mosca doméstica

Mosca común

Las moscas domésticas pertenecen a la familia Muscidae. De ellas las más frecuentes son las del
género Musca que engloba casi 4000 especies. La especie más frecuente es la mosca común M.
domestica, aunque existen otras especies como la mosca de otoño M. autumnalis. Aunque
perteneciente a otra familia, también es importante la mosca domestica menor Fannia canicularis.
Respecto a su importancia sanitaria, las moscas domesticas no transmiten patógenos a través de
su picadura ya que no se alimentan de sangre, pero sí que pueden transmitir diversos
microorganismos cuando se posan sobre los alimentos, a través de su saliva, vómitos o excretas.

Morfología

Son moscas pequeñas de color gris-negro y ojos rojo oscuro. La mosca doméstica puede alcanzar
los 8 mm, mientras que la mosca doméstica menor y la de otoño son algo menores. En el tórax
pueden tener rayas más oscuras, como en la mosca doméstica, y el abdomen puede tener un color
más claro. Las hembras son ligeramente más grandes que los machos, distinguiéndose además
porque los ojos están separados mientras que en los machos están casi contiguos.

Biología

En general su ciclo de vida es muy corto, lo que posibilita que se incrementen las poblaciones
rápidamente, especialmente a temperaturas elevadas.

Las hembras ponen los huevos en grupos, de hasta 100-150 huevos, sobre materia orgánica en
descomposición, eclosionando a los 1-2 días. Las larvas, que pueden alcanzar más de 10 mm de
longitud. se desarrollan en la materia orgánica, buscando, al cabo de 3-4 días y 3 etapas larvarias,
un lugar más seco para pupar. Al cabo de unos 7 días surge el adulto. La longevidad de los adultos
de mosca doméstica es de 30 días (aunque puede vivir hasta 60 días), mientras que la mosca de
otoño vive bastante menos, unos 10 días. Tras la eclosión se produce la cópula, tras la cual la
hembra empezará a poner los huevos. La fecundidad de la mosca doméstica puede superar los
2000 huevos por hembra.

El invierno lo pueden pasar en forma de larva, pupa o adulto en el caso de la mosca doméstica, o
únicamente como adultos en el de la mosca de otoño. Estos adultos, que no están fecundados,
pueden vivir varios meses hasta la primavera siguiente, en la que se producirá la cópula y el inicio
de la primera puesta de huevos.

Los adultos de la mosca doméstica son más comunes en el interior de las casas especialmente en
los meses más cálidos, mientras que las de la mosca domestica menor es más frecuente en los
meses menos calurosos y no son tan habituales en el interior de los domicilios, aunque sí cerca de
las casas. Las moscas de otoño suelen encontrarse en enjambres alrededor del ganado y entran en
las casas únicamente para hibernar.

Los adultos no pican. Sus piezas bucales no están preparadas para perforar la piel, sino que están
adaptadas para aspirar sustancias que hayan sido previamente humedecidas por su saliva.
La mosca como vector de enfermedades

Francisco María García · 19 febrero, 2018

Se trata de una de las especies más dañinas para las personas, pues transportan patógenos al
posarse en materias en descomposición; en estas depositan sus huevos, pues es el caldo de cultivo
de las larvas

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Compartidos

La mosca es un vector de enfermedades. Es decir, que en su cuerpo transporta bacterias,


gérmenes y hongos hacia otras superficies, cuerpos humanos, animales o alimentos.
Especialmente a través de sus patas, cuando al volar hace paradas sirviendo de vehículo de
patógenos, con lo cual transmite enfermedades.

A las moscas les atrae en demasía la materia orgánica en descomposición, pues es el medio donde
depositan sus huevos para reproducirse.

Mediante estudios de su microbioma se calculó que estos insectos carroñeros llevan en promedio
unas 800 bacterias. La mayoría son inofensivas para las personas, pero unas 100 de ellas se ha
demostrado que provocan patologías de diferente intensidad y gravedad.

A continuación, conoceremos un poco más de la mosca como vector de enfermedades y


analizaremos estas patologías para identificarlas. Asimismo, veremos algunos tips para controlar
su presencia en hogares y otros espacios habitados por personas.

Qué enfermedades puede propagar la mosca

La mosca común suele posarse sobre toda superficie que esté sucia o tenga microorganismos
hacia los cuales se sienta atraída. Especialmente la carroña, medio ideal para dejar sus huevos y
que nazcan los gusanos. También se siente muy atraída por las heces y la basura.
Especies de moscas: moscarda azul

Una vez impregnada la piel de este insecto, se puede posar en la piel humana, alimentos,
utensilios de uso personal o mobiliario, donde transfiere esos microorganismos. Es entonces
cuando la persona entra en contacto con ellos o los ingiere; al hacerlo, corre el riesgo de adquirir
una o varias de las enfermedades de las que este insecto es vector:

Diarrea infantil. En países de economía deprimida, el mayor estrago de la insalubridad y las moscas
lo viven los niños más pequeños. Estos sufren de una diarrea pertinaz, muy acuosa, que
compromete la vida de niños al provocar rápida deshidratación. Esta diarrea además es altamente
contagiosa.

Cólera. Provoca diarrea acuosa y vómitos, lo que a su vez degenera en deshidratación y fatiga.

Fiebre tifoidea: Produce dolor de cabeza y abdominal, fiebre alta, inapetencia, estreñimiento o
diarrea y fatiga.

Disentería. Los síntomas más notorios son diarrea con moco y sangre, vómitos, dolor abdominal,
fiebre muy alta, cefalea y mialgia.

Salmonella, gastroenteritis. Los afectados acusan dolor de abdomen, diarrea con sangre, vómitos,
cefalea, fiebre y dolores musculares.

Miasis. Es una infección de la piel, ojos, oído u otros tractos. Puede degenerar en úlceras,
producción de pus, proliferación de larvas y formación de forúnculos.

Quienes en mayor peligro se encuentran son las personas más vulnerables, como niños,
embarazadas, enfermos, pacientes con inmunidad comprometida y ancianos.

Al identificar estos síntomas, debe acudirse al médico sin demora; la mosca como vector de
enfermedades puede causar muchos riesgos para la salud.

Estas no son las únicas patologías que es capaz de transmitir la mosca como vector de
enfermedades, pero sí las más comunes; la prevención siempre es clave.

Especies de moscas: ejemplos

Cómo controlar las moscas en el hogar


Las siguientes recomendaciones detienen la proliferación de estos insectos o los erradican para
evitar las enfermedades de las que son vehículo:

Limpieza de los espacios. A las moscas les atraen los lugares sucios y malolientes, y evitan los
espacios bien higienizados.

Mantener tapada la basura que está dentro del hogar. Además, hay que deshacerse de ella con
frecuencia diaria, sobre todo si contiene desechos orgánicos.

Uso de mosquiteras en puertas y ventanas para impedir la entrada de los insectos.

Control de la basura alrededor de los hogares y espacios habitados. Cuando el servicio de


recolección público es deficiente deben hacerse las reclamaciones pertinentes, al considerarse un
problema de salud pública.

Mantener los alimentos tapados, no exponerlos durante mucho tiempo al ambiente, así como
refrigerarlos el mayor tiempo posible. Hay que recordar que la mosca emplea su saliva para
disolver las comidas sólidas y alimentarse de ellas.

Equipos ultravioleta o fumigación. Estas opciones funcionan, pero tienen un coste económico
mayor.

Otros trucos y consejos caseros

Abundan muchos trucos caseros en Internet para controlar a las moscas, pero no todos gozan de
efectividad. Como ejemplos, están la suspensión de bolsas de agua, colocar plantas aromáticas
que disgustan a estos insectos, rociar vinagre, poner ajo, elaborar trampas dulces… Se recomienda
probarlos y escoger el que mejor funcione.

Las medidas de higiene recomendadas son suficientes para mantener a las moscas alejadas de
hogares, oficinas y de otros espacios donde se desarrollen actividades humanas.

La mosca como vector de enfermedades puede ciertamente constituirse en un problema de salud


pública, pero no se pueden eliminar por completo. Forman parte de la cadena ecológica y cumplen
un papel en la naturaleza.
Las moscas domésticas son más capaces de propagar enfermedades que lo que pensábamos

George Dvorsky

11/25/17 8:19amArchivar en: CIENCIA

32.7K

Imagen: Ana Junqueira and Stephan Schuster

Nunca es agradable ver a una mosca sentarse en lo que te ibas a comer. Una nueva investigación
ha encontrado que estás justificado si quieres tirar ese delicioso trozo de comida (donde ha estado
la mosca) a la basura.

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La nueva investigación fue publicada en el diario Scientific Reports y demuestra que dos tipos de
moscas comunes — la mosca doméstica y el moscardón — son capaces de transportar cientos de
especies de bacterias diferentes, muchas de las cuales son peligrosas para los humanos. Dado que
estas las moscas nacen de la materia fecal y la carroña, los hallazgos no son un total sorpresa. No
obstante, es el primer estudio en el cual se analiza los contenidos del intestino en detalle y
también evalúa la habilidad de las moscas de transportar y contagiar gérmenes.

Ya que a las moscas les gusta estar cerca de los humanos, desgraciadamente, estos hallazgos son
un poco preocupantes.

“Creemos que esto posiblemente demuestre que las moscas tienen un mecanismo para las
transmisión de patógenos que ha sido ignorado por los profesionales de salud. [Nuestra
investigación demuestra] que las moscas quizá contribuyen a la transmisión rápida de patógenos
durante los brotes epidémicos”, declaró Donald Bryant, un coautor del nuevo estudio y un
profesor en la Universidad de Pennsylvania.

Imagen: Ana Junqueira and Stephan Schuster

Para realizar el estudio, los investigadores analizaron el microbioma de 116 moscas domésticas y
moscardones de tres continentes diferentes. Además de detectar y clasificar los diferentes
gérmenes en los estómagos de las moscas, los científicos también estudiaron el contenido
microbiano de las partes del cuerpo de los insectos. Encontraron que las piernas son el principal
vehículo de transmisión de organismos microbianos de una superficie a otra.

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“Las piernas y las alas tienen la actividad microbiana más alta en el cuerpo de la mosca, lo cual
sugiere que las bacterias utilizan a las moscas como un autobús aéreo”, dijo Stephan Schuster, un
coautor del estudio. “Puede ser que las bacterias sobrevivan su viaje, creciendo y extendiéndose
en una nueva superficie. De hecho, el estudio demuestra que con cada paso (de los cientos que
toma una mosca) el insecto deja una el estado microbiano de una colonia si la nueva superficie es
adecuada para el crecimiento de bacterias”.

La distribución y abundancia de las 33 especies de bacterias compartidas de las moscas analizadas.


Imagen: A.C.M. Junqueira et al., 2017

En resumen: qué asco. En 15 casos, investigadores encontraron rastros del patógeno humano
Helicobacter pylori — lo cual causa úlceras en los intestinos humanos — en moscardones de Brasil.
Antes de este estudio, científicos nunca habían considerado que las moscas podían ser portadores
de esta enfermedad.

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Los investigadores también aprendieron que los moscardones y las moscas domésticas son muy
similares en cuanto al contenido de sus estómagos. Comparten más de un 50% de su microbioma,
una mezcla nefasta de microorganismos que las moscas cogen de sus alrededores. Curiosamente,
las moscas de las granjas tenían menos gérmenes que esas en entornos urbanos.

“[Estos hallazgos] te harán pensar dos veces antes de comer esa ensalada de patatas que ha
estado fuera sin tapar en tu próximo pícnic”, comentó Bryant. “Sería mejor tener un pícnic en un
bosque muy lejos de los entornos urbanos y no un parque central”.
¿Qué comen las moscas?

Las larvas de las moscas comen carne descompuesta y materia fecal. Las moscas adultas se
alimentan de una gran variedad de comidas, pero sus preferidas son los desechos animales, la
materia fecal, los materiales orgánicos en descomposición y las materias azucaradas, incluido el
néctar y las frutas descompuestas.

Tabla de Contenido

1 La alimentación de las moscas

1.1 El aparato bucal de las moscas

1.2 Defecar y alimentarse

1.3 El cuerpo de la mosca

1.4 Hábitat de la mosca

La alimentación de las moscas

Además de ser uno de los insectos más conocidos por las personas en general, ya que se los
encuentra en casi todas las partes del mundo, hay ciertas particularidades para hacer notar en
torno a las moscas.

Mosca comiendo el néctar de una flor.

Mosca comiendo el néctar de una flor.

El aparato bucal de las moscas

Las moscas tienen un aparato bucal, de tipo chupador, por el que ingieren los alimentos. Este tipo
de aparato está adaptado únicamente para la ingestión de alimentos líquidos o fácilmente
solubles en saliva, por lo que la mosca arroja una gota de saliva que disuelve el alimento y luego la
solución es succionada a través de su aparato bucal chupador, que básicamente está formado por
una trompa. Por este motivo se las puede realizar cierta clase de movimientos al comer, que están
íntimamente relacionados con el proceso ya descrito.
Aparato bucal de una mosca.

Aparato bucal de una mosca.

Defecar y alimentarse

Entre las particularidades del proceso por el que pasan los alimentos que son ingeridos por la
mosca, cabe destacar, además, que aparte de salivar la comida, muchas moscas también defecan
en ella para luego ingerirla, lo que hace su alimentación nada higiénica.

Ninguna mosca es capaz de morder y masticar alimentos, pero muchas especies pican y succionan
sangre. Dentro de este tipo de moscas “picadoras” se encuentran la mosca tsé-tsé y la mosca del
establo.

El cuerpo de la mosca

Todas las moscas tienen el cuerpo cubierto de numerosas sedas sensoriales (pequeños pelitos)
con las que pueden saborear, oler y sentir. Las sedas sensoriales de las piezas bucales y de las
patas se usan para saborear. Por lo tanto las moscas saborean lo que pisan y, si les gusta lo
saboreado, bajan el aparato bucal y lo succionan.

Imagen de una mosca, donde se observan las numerosas sedas sensoriales que cubren su cuerpo y
patas.

Imagen de una mosca, en donde se observan las numerosas sedas sensoriales que cubren su
cuerpo y patas.

Hábitat de la mosca

Las moscas habitan en los ambientes urbanos y rurales, ya que viven estrechamente asociadas con
el ser humano. De ahí proviene el nombre popular de “mosca doméstica”. La mayoría de estos
insectos son diurnos y tienen una vida promedio de entre 15 y 25 días.

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¿Qué comen las moscas?

Ante la opinión pública quizás sean estas pequeñas voladoras uno de los insectos menos queridos
de la sociedad humana y es que la mosca se alimenta de todo tipo de desperdicios humanos y
animales; este rasgo característico de las moscas les ha valido un puesto seguro en la cadena
evolutiva pues la abundancia y tenacidad de supervivencia de esta especie la hacen ante los
humanos una verdadera plaga que hasta el momento es incapaz de erradicar.

Estos animales tienen una fotosensibilidad muy marcada y mantienen la mayor parte de su
actividad cuando aun existe luz solar, por las noches las moscas entran en un proceso de reposo y
baja actividad. Las moscas poseen una sustancia característica en sus patas la cual les permite
adherirse a superficies lisas.

Que come la mosca

La mosca

A pesar que existe una gran diversidad de especies de moscas, lo seguro es que cuando hacemos
referencia a este término estemos refiriéndonos a la mosca doméstica o mosca común la cual no
es más que una especie de díptero branquícero perteneciente a la familia de los Muscidae y su
presencia se extiende en casi todos los ambientes del planeta Tierra.

La mosca tiene un tamaño promedio de entre 5 a 8 milímetros de longitud y una medida de hasta
15 milímetros contando la envergadura de sus alas. Presenta un tórax de color gris con líneas más
oscuras por la parte superior que dan paso a un abdomen de color amarillento o anaranjado en
algunas ocasiones. El par de alas principales son las encargadas del vuelo mientras que otro par
más pequeñas le mantienen el balance y estabilizan el vuelo.

El lugar donde viven las moscas está muy ligado a la presencia de alimentos y sobre todo aquellos
alimentos que se encuentran en estado de descomposición aunque también pueden encontrarse
en cualquier tipo de cadáver y desecho fecal. Es por esta razón que se convierten en una fuente de
contaminación y transmisión de enfermedades al hombre. La transmisión de estas enfermedades
se debe al contacto directo con el cuerpo y patas de la mosca así como también su habito
alimenticio de regurgitar la comida antes de volver a ingerirla lo que ocasiona que dejen rastros de
su alimento anterior en el que están a punto de comer.
¿Cómo se alimenta la mosca?

Cuando inician su ciclo de vida como larvas las moscas comen material orgánico en
descomposición así como también materia fecal. Estas larvas son muy sensibles a la luz con lo que
prefieren los lugares profundos dentro de la materia en descomposición de esta forma también
evitan ser víctimas de depredadores como aves y otros insectos.

Moscas

La composición de su boca también es una de las características que determinan su alimentación


ya que la mosca se alimenta solamente de materia en estado líquido, por lo que la mosca cuando
se dispone a alimentarse vomita sobre su alimento para transformarlo a un tipo de sustancia más
fácil de succionar.

La velocidad del tracto digestivo de la mosca es sumamente rápida por lo que este animal defeca
cada 4 a 5 minutos y muchas de estas secreciones las hacen sobre el alimento que están próximas
a ingerir por lo que sus hábitos alimenticios están entre los peores vistos a criterio de muchas
personas.
¿Dónde viven las moscas?

La mosca es uno de los insectos más comunes en el mundo, estos artrópodos pertenecen al orden
de los Dípteros. Existen un sinfín de moscas pero la que abarca más territorio es la mosca común
(Musca domestica); el lugar donde viven las moscas domésticas es muy diverso. El nombre mosca
se le da a muchos tipos de insectos, incluso a algunos insectos que no son del mismo orden que la
mosca común, pero que guardan ciertas similitudes físicas con las moscas comunes.

Los ojos de las moscas están compuestos por facetas que son sensibles a la luz y a la vez actúan
como lentes, poseen dos ojos compuestos y tres sencillos los cuales tienen el nombre de ocelos y
son de un tamaño menor a los compuestos. Para poder diferenciar entre una hembra y un macho
se diferencian entre el tamaño y el espacio entre ojos, ya que el macho tiene los ojos más pegados
que la hembra. Poseen cabeza tórax y abdomen al igual que todos los insectos, como las abejas,
las arañas, las hormigas o las mariquitas.

¿Dónde viven las moscas?

Las moscas por las noches entran en un estado de reposo parecido al de los humanos pero estas
no duermen la misma cantidad que nosotros.

¿CÓMO SE REPRODUCEN LAS MOSCAS?

Según estudios, si una mosca macho y una hembra se reproducen a inicios de abril y su
descendencia completa se reproduce, para agosto se habrán originado más de 190 trillones de
moscas. La metamorfosis de una mosca es holometábola o bien llamada completa la cual consta
de 4 fases, huevo – larva – pupa – adulto; al igual que las mariposas. Las larvas de las moscas
tienen dos mudas y su ciclo completo dura entre 10 a 14 días eso dependerá en gran parte de la
temperatura. Las moscas pueden colocar sus huevos en plantas descompuestas, excremento,
basura o carne arruinada, son de color blanco al igual que sus larvas y estas tienen forma de
gusano.
No existe un lugar específico donde viven las moscas. La mosca es un insecto cosmopolita, tal vez
el mayor que existe, ya que puede encontrase en regiones tropicales hasta polares y está muy
asociada con el hombre, es uno de los seres vivos como el ratón y paloma que acompañan al
hombre desde tiempos muy remotos.

Las moscas son insectos que se definen como peligrosos, debido a que reposan en cualquier lugar,
desde excremento y basura hasta alimentos, las moscas tienden a vomitar sobre los alimentos y
guardan muchos patógenos en sus patas algo que es peligroso no solo para la salud de las
personas sino también para los animales domésticos.

La mosca ha sido causante de grandes pérdidas en la historia del hombre, desde humanas en
ejércitos debido al tifus, siendo las moscas uno de los agentes principales de transmisión de
enfermedades.

Existen tipos de moscas que afectan también a los cultivos ovipositando sus larvas dentro de estos
haciendo que no se puedan consumir por ello. Se han utilizado larvas de moscas en la medicina
debido a que existen especies de moscas que se alimentan de los tejidos muertos dejando limpias
y desinfectadas las heridas.

¿CUÁNTO VIVEN LAS MOSCAS?

La esperanza de vida de una mosca es bastante reducida si la comparamos con otros animales
similares. Son insectos que viven aproximadamente un mes. Una mosca tarda unos 10 días en
alcanzar el estado adulto, y a partir de aquí vive unas dos semanas más. De todas formas, la
duración total de la vida de las moscas depende de la especie de la que estemos hablando, ya que
en algunos casos su duración es algo menor.
Mundo 4 de febrero de 2016

¿Cuántos “hijos” pueden tener una pareja de moscas?

¿Cuántos “hijos” pueden tener una pareja de moscas?

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Aunque la mayoría de las moscas mueren en el invierno, no mueren todas. Hay algunas que
sobreviven todo el invierno, bien como moscas o como larvas.

En cuanto el tiempo es un poco cálido, las moscas que han sobrevivido, se dedican a reproducirse
a mucha velocidad.

Una pareja de moscas pueden tener más de 300.000.000.000 de mosquitas en solo una
temporada.

Por este motivo en el verano siguiente hay tantas moscas.


Todo lo que siempre quiso saber sobre las moscas y nunca se atrevió a preguntar

¿Cómo hacen las moscas para caminar por el techo?

Caminar cabeza abajo requiere un cuidadoso balance de peso y adhesión, así como herramientas
especializadas de traslación para combatir el constante tirón de la gravedad.

Cada pata de mosca (la imagen aumentada de los pelillos pegajosos y de las garras de la pata de
una mosca, tomada con un microscopio electrónico, es de Stanislav Gorb) tiene dos gruesas
almohadillas que le dan al insecto una buena cantidad de superficie para adherirse. Estas
almohadillas adhesivas, llamadas pulvilli (singular: pulvillus), están equipadas con pelos diminutos

que tienen puntas parecidas a espátulas.


Estos pelillos son denominados setae (singular: seta).

Alguna vez, los científicos pensaron que la forma curvada de los pelillos sugería que las moscas los
utilizaban para aferrarse al techo. En realidad, los pelillos producen una sustancia gomosa
compuesta de azúcares y aceites.

Un equipo alemán de investigación del Instituto Max Planck para Investigación Metalúrgica
liderado por Stanislav Gorb estudió más de 300 especies de insectos que caminan por los techos, y
observó que dejaban detrás de ellos huellas pegajosas.

Existe más de un millón de especies de insectos, y puede suponerse todos ellos poseen esta
secreción, pero resulta difícil estar un ciento por ciento seguros.

Las moscas necesitan patas pegajosas para caminar por el techo, pero no tan pegajosas como para
quedar pegadas cabeza abajo. De modo que cada pata tiene un par de garras que ayudan a
separar la gomosa extremidad de la pared.

Las moscas utilizan diferentes técnicas para despegarse: empujan, retuercen… pero el método
consistente en descascarar sus almohadillas hasta liberarse parece el mejor, ya que requiere
menos energía para romper el contacto.
La combinación de las puntas redondeadas de los pelillos de las patas, el fluido aceitoso, y la regla
de cuatro pies en el piso, ayudan el insecto invertido a dar sus pasos en la dirección correcta.

¿Cómo depositan las moscas sus excrementos en el techo, sin que caigan al suelo?

La explicación está ligada las patas traseras. Cuando surge una necesidad urgente, la mosca las
repliega, arquea su abdomen hasta que su recto toque el techo. Expele entonces su excremento
haciéndolo pegar al techo por simple contacto, bajo la forma de pequeñas deyecciones
redondeadas de color marrón.

¿Tienen labios las moscas?

Primero tenemos que saber qué cosa es el labio, lo cual parece una simpleza, pero no lo es tanto:

La palabra labio procede del latín labium, a su vez una variante del más antiguo labrum. Ambos
términos pasaron a las lenguas romances, hasta que con el paso del tiempo unas se decantaron
por labrum (francés, italiano o galaicoportugués) y otras por labium (castellano o catalán).

No
sabemos con certeza si labium y labrum se utilizaban ya en la época clásica para distinguir los dos
tipos de labios que tenemos, pero San Isidoro de Sevilla (556-636) en sus Etimologías nos dice
que en el siglo VI el labium designaba el labio superior, mientras que el labrum era el inferior, más
grueso. Curiosamente, ambos términos se emplean hoy en zoología, pero de manera inversa, para
diferenciar los labios de los insectos y artrópodos en general. La mosca utiliza el inferior, que
ahora no es el labrum sino el labium, a modo de lengua, lamiendo las partículas de comida. Y es de
nuevo el propio San Isidoro quien dice que labra (el plural latino de labrum) era como algunos
llamaban a los labios de los hombres, mientras que labia (el plural latino de labium) correspondía
a los de las mujeres. En la actualidad, hombres y mujeres tenemos labia cuando nos mostramos
lenguaraces, charlatanes o con una verborrea especialmente persuasiva o seductora.

La mosca chupa con la lengua y lame con el labio, al contrario que nosotros. Demos la
enhorabuena a la mosca, porque hace lo correcto, ya que labio procede de la misma raíz
que lamer < lammere < lambere. Nosotros no lamemos con los labios, al contrario que los
chimpancés, nuestros menos evolucionados parientes, que arrancan las hojas de los árboles a
medida que las lamen con sus gruesos labios. Lo mismo que hacen los burros y los jamelgos, que
no arrancan la hierba con los dientes sino con lamidas de los labios; en cambio, la jirafa lame las
hojas de las acacias con la lengua, y emplea sus ásperos labios como protección contra las espinas.
Los carnívoros apenas tienen labios, sino que emplean los dientes para desgarrar la carne y los
tendones, mientras que las aves los han convertido en duros y afilados picos. De modo que ya
vemos que la primitiva función de los labios era la de ayudar en las labores de comida, ya fuera
como pinza lamedora o como protección. Sin embargo, ahora los humanos comemos con las
manos, lamemos con la lengua, y los antaño resistentes labios son la parte más sensible de la
boca. ¿De qué nos sirven, entonces? De muy poco, y por esa razón la naturaleza los ha ido
afinando y menguando cada vez más, hasta que de pronto hemos descubierto su poder sexual, el
placer de sentirlos, e imaginarlos, frescos y siempre lábiles (palabra que, sin embargo, tiene un
origen diferente), húmedos y resbaladizos por nuestra piel, y los engrosamos artificialmente para
aumentar esa deliciosa sensación.

¿Cuánto viven las moscas?

La duración de la vida es muy variable según las especies y puede ir de unas cuantas horas a unos
pocos meses. En cuanto a nuestra amiga la mosca doméstica, es difícil saber cuánto viven en
libertad —se estima que entre 25 a 52 días como adulta—, pero criadas en cautividad algunas de
ellas han conseguido llegar a las once semanas. Por lo demás, los machos viven menos tiempo que
las hembras.
Por otro lado, en 2008 surgió
una noticia según la cual investigadores de un laboratorio suizo afirmaron que un aumento en la
actividad cerebral de las moscas hacía que éstas vivieran menos tiempo. Dos profesores del
departamento de ecología y evolución de la Universidad de Lausana (oeste), Tadeusz
Kawecki y Joep Burger, descubrieron "una correlación negativa entre una mejora de las
capacidades de aprendizaje de la mosca y su longevidad" o, dicho de otra manera, que las moscas
más inteligentes viven menos. Los investigadores, que publicaron el resultado del estudio en la
revista Evolución, dividieron en dos grupos una población de moscas. Un grupo permaneció en
estado natural, mientras que el otro vio mejoradas sus capacidades de aprendizaje: los científicos
les enseñaron a asociar un olor de una comida con un gusto, agradable o no, y a relacionar un
choque creado en el laboratorio con un olor preciso. Al cabo de 30 a 40 generaciones, los
investigadores obtuvieron moscas que aprenden mejor y memorizan durante más tiempo. No
obstante, la experiencia mostró que las moscas en estado natural vivían más que aquellas del
grupo seleccionado. "En otros términos, cuanto más inteligente se vuelve la mosca, menos tiempo
vive", según el comunicado. Los científicos llegaron a la conclusión de que el envejecimiento de las
moscas se acelera por una actividad neuronal más sostenida, lo que genera un desgaste. "Esto
explicaría por qué las moscas (...) no desarrollaron sus capacidades neuronales", subrayaron.
Siendo que el cerebro consume entre un 20% y un 25% de la energía de los seres vivientes, sería
entendible que los animales dotados de un cerebro menos consumidor vivan más tiempo.

¿Qué podemos decir de la reproducción de las moscas?

Los dípteros presentan metamorfosis completa, es decir, los estadios preimaginales son muy
diferentes al adulto. El ciclo biológico pasa, salvo unas pocas excepciones, a través de 4 estadios
bien diferenciados: huevo, larva, pupa y adulto (generalmente alado).

La producción de huevos y la supervivencia de las larvas está ligada a una cierta temperatura. El
calor la puede acelerar pero su producción puede disminuir si aumenta demasiado. Tampoco debe
haber mucha diferencia entre las temperaturas nocturnas y diurnas. La mayoría de las moscas
domésticas se vuelven estériles a 30°C.
La fecundidad es generalmente grande, aunque el número de huevos varía según las especies. Por
ejemplo, los hipoboscoideos producen una única larva, otros dípteros ponen sólo de 6-8 huevos,
mientras que la puesta de ciertas especies puede estar compuesta de varios miles.

En cuanto a las moscas, una hembra puede poner en total hasta 2000 huevos, en grupos de 100-
150, lo que indica que una hembra que deje un mínimo de 100 huevos en cada puesta, en poco
tiempo podría alcanzar tantos descendientes como hombres habitan en la Tierra: 7.000.000.000
(eso, en el caso de que no hubiera mortandad, pero la inmensa mayoría perece en estado larval, o
bien poco después ya sea como presa de sus incontables depredadores —comidos o parasitados—
, ya sea debido a las inclemencias del tiempo).

De los huevos salen al cabo de un día —o de doce horas si el tiempo es caluroso— las larvas, que
en el caso de las moscas se llaman cresas, que se dedican a saborear la materia putrefacta. Las
cresas nunca se ven, pues se mantienen bajo la superficie del sustrato que haya elegido la mosca
adulta para poner sus huevos. Si se las pone al descubierto, se dirigen de nuevo rápidamente hacia
el interior gracias a tas enérgicas contracciones musculares, ya sea porque aborrecen la luz o para
escapar rápidamente de los pájaros, para los que representan sabrosos bocados. Por otra parte,
necesitan además calor y humedad, por lo que se secarían en breve tiempo si se quedasen
expuestas al aire. En la mayoría de los dípteros son las larvas las que acumulan la mayor parte de
los alimentos necesarios, no solamente para su propia vida, sino también para la reconstrucción
ninfal que dará lugar a los adultos cuya principal función es reproducirse. Después de unos seis
días terminan de crecer, pudiendo haber aumentado en 800 veces su tamaño corporal. A
continuación su piel externa se solidifica y se convierte en una especie de barrilete pardo, alargado
y redondeado, que alberga a la pupa en su interior; a este barrilete se le llama pupario. Pasada una
semana la pupa se convierte en mosca adulta, le cual, encerrada en ese barrilete, tiene el mismo
problema que el pollito que debe quebrar la cáscara del huevo. Pero, en vez del pico, posee un
especia!ísimo instrumento: el ptilino, consistente en una vesícula colocada en la frente, entre los
ojos, que actúa como una prensa hidráulica.

Contrayendo rítmicamenle el cuerpo, la mosca hace afluir la sangre dentro de la vesícula que se
hincha y presiona con fuerza contra el polo anterior del pupario. Este se rompe a lo largo de una
línea circular, levantándose como una tapa (precisamente por ello a este grupo de dípteros se le
llama ciclorrafos). Unos tres días después de haber salido del pupario comienza a poner huevos,
con lo que empieza el ciclo de nuevo.

¿De dónde vendrán las moscas que veremos el próximo año?

Las hembras de la mosca ponen huevos o crías vivas, según las especies, que viven primero como
gusano y crisálida bajo tierra hasta un año o más. Emergen sólo cuando las condiciones son
adecuadas (cuando al llegar la primavera los días son más claros y largos y el sol empieza a
calentar). Si no lo son, por mucho que dure el frío, la crisálida de la mosca no corre peligro alguno:
estará en período latente, permanecen adormecidas, como duermen las ardillas en sus nidos, o los
osos en sus oseras, o las tortugas en sus conchas, en tanto duran los grandes fríos invernales. A su
debido tiempo —cuando sienta la elevación de la temperatura de un buen día templado—, el
insecto siente continuará su interrumpido desarrollo rompiendo la parda cubierta de su córnea y
saliendo de ella, como sale el pollo del cascarón. Tendrá hambre desde un primer momento, así
que sólo le resta secar sus tenues alas, y comenzar a volar en busca de alimento [En la fotografía,
la curiosa Teleopsis pallifacies, o mosca de los ojos saltones].

Las moscas alcanzan su total desarrollo antes de abandonar la envoltura que las retiene. Cuando
veáis reunidas moscas de diferentes tamaños, no penséis que las pequeñas son jóvenes y las
grandes viejas: son especies distintas, pero todas en plena madurez. Adquieren su proporción
máxima natural antes de abandonar la cuna donde han pasado el invierno. La razón por la cual
raras veces nos molestan las moscas durante esta estación es que las unas han muerto y las otras
no han nacido todavía.

A medida que aumentan los fríos, parece que las moscas se ponen más soñolientas, hasta que se
hace difícil conseguir que abandonen el objeto sobre el cual se hallan posadas y donde, al parecer,
se disponen a morir.

No pueden ni siquiera sacudirse las alas y asearse, como acostumbran hacer a principios del
verano, y caen con facilidad en los recipientes que contienen leche u otros líquidos. Éstos son
signos de que sus cortas vidas están próximas a extinguirse, porque el invierno es demasiado
riguroso para ellas. Pero en la primavera próxima veremos a sus hijas.

El otoño es una estación funesta para las moscas antropófilas. El continuo descenso de las
temperaturas no les sienta bien, son realmente sensibles al frío y al menos en los países cuyo
clima puede ser un poquito riguroso, no pueden sobrevivir al aire libre durante los períodos de
nieve y heladas. La mayoría de ellas hibernan en estadio adulto en sitios abrigados como cuevas,
grutas, vias subterráneas, troncos de árboles, establos o viviendas. Se las puede encontrar en gran
número en los graneros, en locales cerrados o inhabitados temporalmente, en incluso en las
iglesias.

Por eso, desde finales de otoño, los adultos tienden a entrar en las habitaciones de las casas
buscando los recovecos de las ventanas, puertas, muebles, ranuras, agujeros de cerraduras,
goteras, etc. Estas moscas permanecen adormecidas en los huecos frescos y oscuros escogidos,
pero si la elección ha sido desafortunada, las moscas morirán por culpa del frío.

Las que hayan vencido al invierno serán las que darán origen a las poblaciones primaverales y
estivales,pero tengamos en cuenta que las moscas tamibén pueden reproducirse en invierno: en el
estiércol de los establos, por ejemplo, gracias al calor que procura la fermentación (el ciclo
entonces no sucederá con tanta rapidez y naturalidad como bajo el calor veraniego.

En las grandes ciudades, en invierno encontrarán pocas oportunidades para efectuar la puesta. Y
en el campo se verán acosadas por las inclemencias del tiempo y las enfermedades. Entre éstas, la
más conocida es el ‘moho de las moscas’. Se trata de una epidemia que ocasiona grandes estragos
entre ellas, año tras año, a finales de verano y en otoño. Podemos ver con frecuencia moscas
muertas, con las patas deformadas, pegadas por finos filamentos micélicos a los cristales de las
ventanas o a las paredes. Las ha atacado un hongo del grupo de los Zigomicotes (el más conocido y
frecuente es Entomophthora muscae, orden Entomoftorales), que ha ido creciendo en su interior,
chupándoles la sangre y quitándoles fuerza. De esta manera, el hongo se vuelve cada vez más
exuberante y acaba por matar y recubrir los cadáveres de las moscas. El hongo no mata a todas las
moscas: las supervivientes, tanto de esa enfermedad como de las inclemencias del tiempo, han de
procurar extenderse y reproducirse lo más rápido posible en la siguiente estación.

¿Por qué las moscas se vuelven tan pesadas cuando va a llover?


La proximidad de una
borrasca hace que la presión atmosférica disminuya, con lo cual el aire tiene menos densidad. Eso
hace que les cueste más batir las alas y mantenerse flotando y, por tanto, que tengan más ganas
de posarse (en nuestra piel, por ejemplo).

Por otro lado, algunos expertos opinan que si en esas circunstancias atmosféricas las moscas se
vuelven más pesadas metafóricamente, también lo hacen en el sentido físico de la palabra, pues el
significativo aumento de la humedad relativa del ambiente hace que incrementen su peso en una
proporción que, debido a su pequeño tamaño, les supone una lastra considerable a la hora de
emprender vuelo.

Moscas veraniegas y bolsas de agua

Aunque puede parecer otro mito como el de que los perros no orinan cerca de botellas de agua (lo
cual es falso), hay una explicación científica detrás de esta costumbre de colgar bolsas de agua en
el exterior de las viviendas para ahuyentar las moscas.

De hecho, se trata de un sistema que sólo funciona con las moscas domésticas, dado que de los
insectos que podemos encontrarnos cerca de las casas, son las que tienen un sentido de la visión
más agudo. Es precisamente esa agudeza visual la que dota de utilidad a la bolsa de agua, ya que
lo que pasa es que actúa como una lente.

Las moscas son insectos muy nerviosos, siempre atentas a no ser cogidas de improviso por un
depredador, y sus ojos pueden detectar cualquier tipo de movimiento a su alrededor. Si colgamos
una bolsa de agua cerca de un sitio donde hay gente, el simple movimiento de la bolsa o de la
gente hace que la luz que pasa a través de la bolsa cambie constantemente; el hecho de que la
imagen aumente por efecto lente de la bolsa de agua, hace que la mosca detecte movimiento y no
se pose, buscando otro lugar menos peligroso.
Otros medios caseros para ahuyentar moscas son: el olor a ajo, a cítricos, o la presencia de humo
en el ambiente (por ejemplo, incienso).

¿Es difícil matar una mosca con la mano, o cazarla?

Hay quien dice que sí, y lo argumenta de la siguiente manera: Cuando dirigimos una mano nuestra
hacia una mosca que esté a medio metro de ella, difícilmente tardará menos de 1/30 segundos en

recorrer la distancia que la


lleve a ella. Es un tiempo de sobras para que el insecto se las vea venir y reaccione. El ojo de la
mosca doméstica es algo muy parecido a la perfección. Está compuesto por seis mil unidades
ópticas hexagonales llamadas ommatidia (el singular sería ommatidium). Dado que cada una de
esas unidades apunta en una dirección diferente (hacia delante, hacia atrás, hacia arriba, hacia
abajo, es decir, hacia todos los lados), puede ver en un ángulo de casi 360°. Ocho neuronas
fotorreceptoras (captadoras de luz) están unidas a cada ommatidium, por lo que —haciendo
números— en ese ojo hay unas cuarenta y ocho mil células sensoras, con las que nuestra
amiga puede procesar... ¡hasta cien imágenes por segundo! Lo que debe hacer es calcular el
ángulo de despegue, para lo cual tendrán en cuenta las turbulencias producidas al moverse
nuestra mano (un monstruo de cientos de veces su volumen). Pero no hay problema: los
giroscopios de las alas se encargan no sólo de mantener la estabilidad sino de enviar la señal
correcta al minicerebro donde se hacen las correcciones que se requieren —que dependen de la
velocidad y de la dirección del viento— por medio de los sensores que posee en las antenas.
Entonces (sólo han pasado centésimas de segundo) la mosca activa su cuasi maquinal sistema
locomotor (los músculos que capacitan el movimiento de las alas son controlados por los nervios
al comienzo del vuelo pero enseguida pasan, al igual que las alas, a moverse automáticamente) y
huye, para lo que quemará el azúcar que hay en su cuerpo con el oxígeno que obtiene del aire,
obteniendo la energía suficiente para poder batir las alas 100 veces por segundo (aunque algunas
especies de moscas diminutas las baten hasta 1000 veces) y alcanzar su velocidad máxima en otras
muy pocas centésimas de segundo.

Los que
dicen que es MUY DIFÍCIL cazar a una mosca siguen explicando que tal insecto es "maestro del
vuelo acrobático", pues puede volar haciendo zigzags extraordinarios, despegar verticalmente,
aterrizar bien en cualquier tipo de superficie por más inapropiada que sea...

Pero no, realmente no es tan complicado cazar una mosca. Se requiere tener en cuenta DOS
COSAS: 1º, acercarse lo más posible a la mosca SIN MOVIMIENTOS BRUSCOS, es decir, sin mover el
aire y sin espantarla (cuando el tiempo se mide en centésimas de segundo, unos pocos
centímetros de más o de menos son decisivos); y 2º atacar a la mosca con rapidez y DE FRENTE,
pues aunque su visión es casi de 360º, no es capaz de volar hacia atrás.

Por cierto, el Presidente de los EEUU, Barak Obama, mató en directo, mientras era entrevistado en
la televisión, a una mosca (pincha aquí para ver el video).

¿Por qué se frotan continuamente las moscas las patas?


Las moscas, al igual que muchos otros insectos, tienen por muchas partes del cuerpo pequeños
pelos llamados pilosas sensoriales que les sirven para sentir el calor, la humedad, el viento… En el
caso concreto de las moscas, sus peludas patas tienen además la peculiaridad de que es allí donde
tienen ubicados los sensores del olor, de tal manera que antes de comer prueban la comida con
las patas. Este sistema sensorial sólo funciona si las patas y sus pequeños pelos están
PERFECTAMENTE LIMPIOS de polen, de polvo o de cualquier pequeña inmundicia.

¿Hace mucho tiempo que existen las moscas?

Los dípteros tienen su origen hace unos 210 millones de años, a finales del Triásico. Los primeros
grupos que se encuentran pertenecen a los nematóceros (‘mosquitos’) como tipulomorfos,
bibionomorfos, culicomorfos y formas parecidas a psicodidomorfos. Posteriomiente, en
el Jurásico (hace unos 180 millones de años) apareció otro grupo de dípteros, el de
los
ortorrafos, del cual se conoce una especie de tabanoideo. En esta época los dípteros estaban ya
bien establecidos y se conocen familias actuales como la de los ceratopogónidos (jejenes) (140
millones de años). Más adelante, en el Cretácico, aparecen los flebotomos (120 millones de años) y
los ciclorrafos, los cuales evolucionaron significativamente durante el Cenozoico (65 millones de
años) en especial los grupos superiores (calípteros: moscas, moscardones y similares). Los fósiles
más antiguos que se conocen de múscidos (moscas domésticas) son de ámbar del Báltico, o sea,
de hace 35-40 millones de años [en la fotografía, mosca de 2mm atrapada en ámbar y recuperada
en 2011 en Perú por un grupo de científicos encabezados por Klaus Hönninger. El insecto vivió hace
20 millones de años y presenta cuatro alas muy bien definidas (las moscas actuales sólo tienen
dos)], los califóridos (moscardones) se calcula que aparecieron durante el Terciario, hace 20-30
ma. Sin embargo, las pupas más antiguas que sin duda alguna pertenecen a califóridos, son unos
restos encontrados junto con huesos de Australopithecus en Sudáfrica, datados de 1-2 millones de
años.

A diferencia de los escarabajos y otros insectos, las moscas adultas no suelen conservarse. En
consecuencia, no suelen encontrarse preservadas en los restos arqueológicos. En cambio, las
pupas son muy duraderas y se encuentran a menudo en excavaciones arqueológicas de muchas
partes del mundo, lo que ayuda a conocer las condiciones ambientales que prevalecieron durante
tiempos históricos. El tratado más viejo de zoología, grabado en tablillas de arcilla y aparecido en
la Babilonia del rey Hammurabi (3000 años adC) presenta por lo menos diez especies de moscas.
En un sello de Mesopotamia se muestra una mosca perfectamente dibujada. En época de Moisés
hubo una espantosa invasión de moscas como puede leerse en el libro del Éxodo. Los egipcios
(1400 adC) condecoraban a sus generales con una mosca de oro después de una victoria. Los
egipcios de esa época ya poseían conocimientos de la metamorfosis de algunas moscas, como se
puede ver en el papiro encontrado dentro de un sarcófago de una momia en el que estaba escrito
‘las larvas no se convertirán en moscas dentro de ti’. Plinio el Joven (siglos I-II dC) se dio cuenta
también de que las moscas presentaban metamorfosis. En el país de los vascones existía una
ciudad llamada Muscaria (Ptolomeo. siglo II dC), llamada asi por ‘musca’; debía haber
posiblemente muchas moscas. C. Eliano en su obra ‘Historia Animalium’ (hacia 200 dC) escribe lo
siguiente: “los más odiados enemigos del ganado vacuno son el tábano y la mosca caballar. El
tábano es del tamaño de las moscas más grandes, posee una trompa robusta y larga y produce un
zumbido áspero. Pero la mosca caballar se parece a la mosca del perro, su zumbido es más
penetrante que el del tábano y tiene una trompa más pequeña.’

¿Hace mucho tiempo que se las relaciona con las enfermedades?

El conocimiento de que las moscas son difusoras de enfermedades, sin embargo, es más reciente.
En 1577 el médico italiano Gerolamo Mercuriale
(1530-1606, en la
imagen) escribió que los humores de un enfermo se impregnan en las moscas e infectan los
alimentos de otras casas. En 1587 G. Soares de Souza dijo que la Framboesia tropica succionaba las
úlceras y depositaba su veneno en las heridas de las pieles sanas, infectando así a muchas
personas. Ya en 1600 se sabía que eran las causantes de la disentería, y Athanasius Kircher(1668)
aceptaba que las moscas difundían la peste. En 1668 Francesco Redi, un fisco italiano, publicó un
libro titulado ‘Experiencias en torno a las generaciones de los insectos’ en el cual establece, de una
vez por todas, que los gusanos surgen de los huevos dejados por las moscas. De esta manera se
echaba por tierra la idea equivocada de la generación espontánea.

Desde el punto de vista médico, las moscas pueden transmitir enfermedades de manera directa
(dípteros picadores) o indirecta (dípteros no picadores).
La mayor parle de los insectos transmisores de enfermedades y chupadores de sangre del hombre
pertenece al grupo de los dípteros. Incluso hoy en día tienen una importancia considerable por dos
motivos:

1) Como chupadores de sangre, ya sea por la sustracción de sangre en sí o por la irritación local
(hinchazón, eritemas, etc.) que la saliva inyectada produce alrededor de la picadura. No obstante,
estas picaduras en sí no serian tan perjudiciales en sí si no fuese por el siguiente inevitable motivo:

2) Como vectores de microorganismos patógenos: bacterias, virus, protozoos, nematodos, etc..


Estos microorganismos son inoculados en la sangre de la víctima junto con la saliva, la cual sirve
para impedir la coagulación de la sangre al nivel de la picadura, o bien son introducidos en las
heridas de forma indirecta al picar, es decir que son transmisores potenciales.

1. Desde el punto de vista médico, los dípteros antropófilos pueden ser factores importantes en
higiene. Estos dípteros, para nutrirse, se posan en las heces humanas y de los animales, sobre
expectoraciones, sangre, llagas, montones de estiércol, sustancias de desecho y otros materiales
infectados de microorganismos. De esta manera se cargan de gérmenes que ingieren o mantienen
en la superficie externa de su propio tegumento, entre los pelos (a pesar de que puede observarse
cómo se acicalan, ágil y minuciosamente, la cabeza, las alas y las patas). Por esta razón son
especialmente adecuados para la transmisión de todo tipo de agentes patógenos. Innumerables
microorganismos permanecen unidos a los extremos de las patas. Al estudiarlas con el
microscopio electrónico se ha podido calcular que una sola mosca doméstica puede llegar a llevar
2-5 millones de bacterias en las patas y que puede transportar, por su cuerpo, más de 25 millones
de microbios a a vez. En los objetos sobre los que se posan con frecuencia, pueden verse unos
puntitos negros; son las huellas de su digestión, emitidas por la mosca con una frecuencia
extraordinaria (hasta una cada cinco minutos), pudiendo ser muy infecciosas. No tan claramente
visibles, pero detectables con idéntica facilidad son otras huellas que van dejando en sus lugares
de descanso, y que tienen su origen en la mala costumbre que tienen de regurgitar pequeñas
gotitas de los alimentos ingeridos en el buche y depositarIas sobre la superficie que se encuentran.
La finalidad de estas gotas es la de humedecer o disolver algunos alimentos sólidos (por ejemplo,
el azúcar. El hecho de que se posen sobre el pan, de que goloseen los zumos de frutas, de que se
deleiten con el poso dulce de una taza, de que se acomoden sobre un trozo de azúcar seco, de que
se posen sobre los embutidos, las pastas, etc. y se dediquen asiduamente a darles ligeros
toquetillos con la trompa, hace que rieguen también esos alimentos nuestros con los productos de
sus intestinos o de sus esófagos. Con lo cual, nos transmiten de una manera indirecta e
involuntaria los citados microbios. Así, sin intuirlo siquiera, ingerimos de este modo los ejércitos
de microbios que han sido recogidos por las moscas de sus sucias fuentes de alimento. Esto es por
lo demás algo que carece de importancia en la mayoría de los casos, pues nuestro cuerpo ya se
encargará de destruirlas, pero no siempre, así es que puede llegar a producirse un contagio
peligroso.

Entre las enfermedades más conocidas y frecuentes podemos citar la salmonella, la disentería, el
cólera, la peste, el tifus, la tuberculosis y la lepra. La disminución de carruajes tirados por caballos
en Londres, a principios del siglo pasado, se relacionó directamente con la reducción de
mortalidad infantil debido a la diarrea de verano.
2. Desde el punto de vista veterinario, son muchos y variados las animales domésticos afectados
por diversas especies de dípteros, ya sea porque sólo les pican o porque las larvas les pueden
producir lesiones internas que pueden llegar a ser mortales. Esto último se debe a que algunos
dípteros tienen larvas endoparásitas que provocan la destrucción de los tejidos parasitados, por lo
que facilitan su infección y producen miasis. Algunos de los más famosos son el
género Phlebotomus, que transmite la Ieishmaniasis,la mosca picadora de los establos,
la Wohlfaflia magnifica, que transmite la wohlfartiosis a las ovejas, la mosca del caballo, el estro
del buey, el estro de las ovejas o las moscas piojo.

3. Agricultura alimentos: Hablamos de los dípteros que dañan los productos agrícolas y los
alimentarios. Los daños son debidos exclusivamente a las larvas, que se nutren de tejidos u
órganos vegetales vivos, y no a los adultos.

De las más de 100.000 especies diferentes de dípteros, el número de especies perjudiciales puede
ser de entre un 5 y un 10%, es decir, que la inmensa mayoría de ellas o bien son beneficiosas, o
bien son neutrales.

Nosotras las personas, ¿gustamos a todas las moscas habidas y por haber?

Las especies que viven o conviven con el hombre de una manera más o menos regular y
permanente serían las especies ‘eusinantrópicas’ o antropófilas; en un segundo grupo estarían los
adultos que de una manera ocasional, accidental encontramos en nuestras casas, en nuestras
vidas, debido, sin duda, a un despiste del insecto mientras volaba (serian las
especies ‘hemisinantrópicas’); y finalmente, en un tercer grupo tendriamos a los adultos que
siempre nos dejan en paz y nunca se inmiscuyen en nuestras vidas (serian las especies
‘asinantrópicas’.

Dípteros antropófilos más comunes:

 Escatópsidos: son muy frecuentes en las ventanas.

 Mosquitas polilla o peludas (familia Psychodidae): destaca Psycoda phalaenoides, la


llamada mosquita de las letrinas (en la imagen) . Ello se debe a que es muy frecuente en
los lavabos, a causa de que sus larvas acuáticas se desarrollan en los desagües de los
lavabos, WC, duchas, etc., por ello es posible verlas salir de los desagües. Las larvas se
alimentan filtrando el agua del desagüe, con lo que desempañan un cierto papel en la
purificación del agua.

 Moscas desnudas (familia Scenopinidae): la más frecuente es la Scenopinus fenestralis, la


llamada mosca desnuda de las ventanas. Carece de pelos.

 Moscas, moscardones, moscardas. Desde el punto de vista cientifico, todo ellos tienen en
común su pertenencia al mismo grupo taxonómico: el de los calípteros (Calyptrata).
Los calípteros se caracterizan y diferencian de los demás grupos por las siguientes
caracteristicas: a) los ojos de los machos son generalmente holópticos, b) el 2º artejo
antenal presenta una hendidura dorsal completa, y c) salvo alguna excepción, presentan 2
pares de caliptras bien desarrolladas (de ahí su nombre), es decir, cada balancín está
cubierto y protegido por una expansión membranosa del tórax (caliptra torácica) y del
ala (caliptra alar).

Musca
domestica: es la típica mosca doméstica. Se trata de una especie cosmopolita. La alimentación de
la mosca doméstica es muy variada, el adulto aspira preferentemente las sustancias húmedas,
leche, los líquidos azucarados o en fermentación, la comida, las frutas, etc. En ellas es muy fácil
observar el fenómeno de la regurgitación. El insecto permanece inmóvil y le aparece una gota de
un líquido blanquecino y viscoso en la punta de la trompa. Esta regurgitación se produce durante
la digestión o antes. Contrariamente a lo que se cree, la mosca doméstica no es tan frecuente en
algunas casas: lo es sobre todo la mosca doméstica menor.

Fannia canicularis: Mosca doméstica menor. Es la típica mosca que revolotea horizontalmente en
el centro de las habitaciones, la que nos desespera al posarse sobre el azúcar o la que se dedica a
chupar diversos liquidos de la cocina y del comedor, etc. Las larvas viven en sustancias orgánicas
en descomposición: legumbres y frutas podridas, quesos pasados, champiñones putrefactos,
excrementos y carroña.
Los califóridos comprenden las típicas y conocidas moscas verdes (Lucilia) y moscas
azules (Calliphora). Si bien las Lucilia son las moscas verdes más frecuentes, hay que tener en
cuenta que no todas las moscas verdes que se pueden observar sobre excrementos y materia
orgánica descompuesta pertenecen a este género, ni siquiera a esta familia. Los califóridos son
dípteros con vuelo rápido y ruidoso, que frecuentan la materia orgánica animal y vegetal en
descomposición y los excrementos. También son atraídos por las flores y hojas soleadas, buscan
zumos azucarados y los jugos de las plantas.

Es frecuente ver grupos de dípteros revoloteando y danzando juntos formando nubes. Los machos
de ciertas especies ya danzan en coro más o menos numerosos a la sombra de los árboles pocas
horas después de poder volar. Las reuniones más comunes y numerosas están formadas
generalmente por machos. Asi, las hembras pueden reunirse con ellos cuando quieran; las
reuniones mixtas, formadas por un número igual de machos y hembras, son menos comunes. Los
dipteros antropófilos se reúnen cerca de las casas. Es frecuente ver moscas revoloteando
horizontalmente en medio de las habitaciones; son los machos de la mosca doméstica
menor (Fannia canicularis), y no los de la mosca doméstica (Musca domestica). Ya solos o en
pequeños grupos, danzan a poca distancia del suelo en líneas horizontales con giros bruscos y
volviendo hacia atrás, a la búsqueda de una hembra. Como es de suponer, las moscas chocan y se
atropellan a menudo entre sí durante estos vuelos, huyendo enseguida.

¿Todas las moscas son nocivas?

De las más de 100.000 especies de moscas que hay en el mundo, el biólogo Mathieu Rapp,
investigador del Instituto Smithsonian, cree que las que representan verdadero peligro para la
salud apenas son quince. Pero... ¡ojo: se piensa que esas quince especies pueden haber causado
más de la mitad de las muertes humanas desde la Edad de Piedra!

¿Cuál es la mosca más perjudicial como plaga?

Una de las más perjudiciales es la Ceratitis capitata, un díptero braquícero originario de la costa
occidental de África, donde viven especies muy cercanas. A algunas especies de moscas no les
gusta el frío, pero la Ceratitis capitata es de las que tienen mayor capacidad de adaptación, así es
que no sólo ha conseguido extenderse con facilidad (el
comercio mundial de frutas facilita la dispersión mundial de los insectos) por las zonas de clima
templado, subtropical o tropical de los dos hemisferios, sino también por las más frías, con lo que
tienen la consideración de especie cosmopolita.

El nombre común de la Ceratitis capitata es mosca de la fruta mediterránea: mosca de la


fruta porque ataca a gran número de especies de frutas, de flores e incluso de frutos secos (de las
cuales más de 260 tienen con valor agroalimentario). Y se llama mediterránea a pesar de su origen
porque es en los países mediterráneos —con gran relevancia en España— donde su incidencia
económica en los cultivos es mayor.

El hecho de que esta mosca posea un amplio espectro de plantas hospedadoras y que sea tan
resistente a la variación climática hace que constituya una de las plagas más importantes desde el
punto de vista económico, ocasionando siempre pérdidas multimillonarias en los países en los que
se encuentra establecida. Pero, ¿cómo luchar contra ella? Tradicionalmente se han usado
insecticidas químicos, como el malatión (imagen). Pero no sólo muchas veces no son lo efectivos
que debieran (los insectos tienden a crear fenómenos de resistencia), sino que además su uso
presenta una serie de inconvenientes tales como la contaminación del medioambiente o la
peligrosidad para el personal que lo aplica (de hecho, debido a que la legislación europea es cada
vez más estricta en cuanto al uso de insecticidas químicos, el uso del malatión se halla prohibido
desde junio de 2007).

La solución al problema parece pasar por el control biológico: técnicas nuevas respetuosas con el
medio ambiente, no tóxicas, fáciles de producir, y que pueden suministrarse por métodos
convencionales. Básicamente estamos hablando, de bioinsecticidas basado en bacterias, pero
también en otros insectos.
¿Hay moscas buenas?

Por supuesto, dejando a un lado lo que hemos dicho de las enfermedades…

Desde el punto de vista ecológico, no todos los microorganismos que transportan son nocivos, al
contrario, gran parte de ellos se encargan de destruir las substancias vegetales o animales
muertos. Por ello, contribuyen a extenderlos, aumentando la velocidad de descomposición. Por
otro lado, en el reciclaje de la materia orgánica muerta cumplen funciones muy importantes, tal
vez insustituibles, ya que la gran mayoría de las familias presentan larvas saprófagas, coprófagas,
necrófagas, etc. De esta forma destruyen sustancias orgánicas en descomposición presentes en la
naturaleza, tanto de origen animal como vegetal. En el caso de los animales, las larvas realizan una
benéfica limpieza devorando la carne en putrefacción de los cadáveres. Y, desde el punto de vista
vegetal, contribuyen a reciclar el manto de los bosques (transformándolo en humus), así como
todas las demás partes de los vegetales. Resumiendo, son en buena parte los basureros de la
naturaleza.

Aunque el papel en la polinización de las flores es todavía poco conocido en el caso de los dípteros
es evidente que contribuyen en ello, aunque en menor medida que los himenópteros.

Numerosas especies (desde los nematóceroshasta los ciclorrafos) devoran en estadio de larva,
grandes cantidades de artrópodos (y otros grupos zoológicos) muy perjudiciales para las plantas
cultivadas, los productos de utilidad para el hombre: ácaros, langostas, pulgones, larvas de
diversos insectos, etc. Portodo ello, alcanzan un papel de primer plano como controladores
biológicos de las poblaciones de animales perjudiciales. Por ejemplo, las larvas
de taquínidos (familia Tachinidae) se alimentan de numerosos insectos perjudiciales para la
agricultura (saltamontes, chinches, orugas, etc), las larvas de los sírfidos se alimentan de pulgones
y cochinillas; las larvas de los esciomícidos (familia Sciomyzidae) son parásitos internos
de gasterópodos(dulceacuícolas y terrestres), por lo que ayudan a controlar a los que se alimentan
de las plantas cultivadas (por ejemplo, la lechuga), así como a los que son vectores de parásitos
humanos (por ejemplo, el trematodo Fasciola hepatica o duela del hígado), etc.

Varias especies controlan plantas perjudiciales, por ejemplo, las larvas de


psilido Chyliza extenuata devoran los tallos de Orobanche, planta parásita de la hiedra.

El astronómico número de ejemplares de dípteros que vive en la naturaleza sirve de alimento para
innumerables animales insectivoros terrestres y aéreos, especialmente pájaros; por otro lado, las
larvas de numerosas especies acuáticas son comidas por una multitud de animales acuáticos
(tanto invertebrados como vertebrados). De esta manera, forman un eslabón muy importante en
la compleja cadena trófica.

En algunas parte de la Tierra algunos dipteros (los efídridos en América Central y


los quironímidos en Africa oriental) son comprimidos y desecados como alimento para el consumo
humano.

La rapidez del desarrollo larvario y el elevado número de generaciones que se producen en muy
poco tiempo, han hecho de la mosca del vinagre (Drosophila melanogaster) un material ideal e
imprescindible para el estudio de los mecanismos que regulan y controlan la herencia genética.
Por extrapolación, han sido cruciales también para el progreso, en el entendimiento de la genética
humana.

La extrema movilidad de los adultos limita los aislamientos, pero les hace preciosos para los
estudios de relación entre el organismo y el ambiente.

El elevado grado evolutivo conseguido en el arte de volar ha ayudado en el progreso de la


aerodinámica, y consiguientemente al desarrollo de la aeronáutica.

Muchos dípteros, especialmente los califóridos, los múscidos y los fóridos, pueden estar
involucrados en la descomposición de cadáveres humanos, donde existe una sucesión faunística a
lo largo del proceso de descomposición. Ello puede ayudar a establecer el momento de la muerte.

En octubre de 1996 viajaron al espacio a bordo de un satélite ruso, unas 480 moscas españolas del
género Drosophila, como parte de un experimento sobre envejecimiento de organismos vivos en
el espacio. En 1995 se había intentado el estudio, aunque sin éxito, pues las moscas murieron al
regresar a la tierra.

Finalmente, como anécdota, no podemos dejar de mencionar que en tiempos de Napoleón los
médicos militares se dieron cuenta de que las heridas descuidadas y abiertas de los soldados
sanaban muy bien y con asombrosa rapidez si en ellas pululaban las larvas de mosca. Quizás
porque se alimentaban de los tejidos inflamados y muertos, limpiando y desinfectando así las
heridas.

Además de esto, sus deyecciones sobre la superficie inflamada actuaban como estimulantes del
crecimiento de los tejidos y, con ello, la cicatrización de la herida era más rápida. Animados por
tales observaciones, algunos médicos norteamericanos se atrevieron a implantar,
itencionadamente, larvas de mosca en heridas que se resistian a cicatrizar, por ejemplo, de
osteomielitis aguda. Como es natural, esas pobres larvas tuvieron que soportar antes todo tipo de
baños desinfectantes. Hoy en día, por supuesto, se dispone de métodos mejores.

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