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La Patagonia)
el fin del mundo
Fernnnd,o Vall,ejo

o lo irnico r¡rre só cle la I'atagonia y grlñéndole al que le da de comer como

es qrre quecla pol allír: ab:!o, alla-
jo, en el ctrlo clcl rrrrrnckl. Iin ctr:rrr-
to al fltr <le éste, iqrri' r,a! iSi ftrlt¿r nrrr<'lr<l
para (llre se ulik'llio! listlnr<ls crr t'l
ac:rllc cl
ailo 243 <lc la clu <lc Nlozrlt, (luc cs l)()r'
qrricrr rrre ol'ietrto yo. \'o clrcnto a ¡nrtir'<le
Mozal't, (lucer'¿r rrn gr:rrio, y rro<lc()r'isto, r¡rrt'
t'ra lnl lrro. () s(:il (lue l)¿lr'íl (luc a urí st'ruc
acalr cl rrrilenio y cx¡rkrtc est() t(xl:r\'íil nl('
c¡uedan laltanrlo 757 airos, <¡tre ¡rienso clc<lic¿u' a
apretrderme de nrelnol'ia la Iirrciclo¡rc<lia lts¡rasa. cY los
chinos? iQtré vanros a ltacer con los chinos? t-le ahí el
problenta. Ni idea tcngo rle cólllo varrros a Iirliar'757 airos
con billones, trillolles, cuatrillones de chinos lobánrlosc
secretos nucleares y anlenaz-ando con bonrbas atónticas al
qtte abra la boca ¡rara chislar. Nos van a llacer la vicl¿r
imposible. Nos valt a polter a todos a conrel arloz.
Des¡ltrés, por f in, rrn día, cl ¡rlancta cx¡tkttar'ír. \' r¡rré
bueno porque to(lo se tie ne que acaltar en csta rcaliclarl cle
pesadilla de la qrre brotan Ixrngos alrrcinr'rgcnos y ntórrri-
cos.'lodo acaba, todo pasa: l:r gentc, l;rs casas, las calles,
se
los bat'rios, las ciurhdes, los países... Y los rnr¡nrlos tanl-
bién: hacell iprrnr! iliunt:istico! iQrrc vcrr¡;u cl r\¡>ocali¡rsis
y que vuele esto cn ltregos <lc altiflciol 'l-otal, el plarr
creador de bios rest¡ltó un fr'acaso, y cl qrriuclrrenal del
i
Partido Coniunista lti se cliea. Cien rnillones rlratal'on
estos desgraciados coll elcueuto clc la ignralclad y nrirell en
't lo qtre pararon: Rt¡sia cle liurosllel'a crrcornicla por la
t;
mafia; Ytrgoslavia hecha rrna colcha cleshilaclrada de
t retazos; Corea tlcl Nortc h¡rrnbriacla: tenrlicrlrl<'¡ la nrarro
'l'exto lcírlo nr l)c ll:rllyc, Anrstt'r'tl:un, (lllr:lntc t,l li'stir';rl rlc lirctarr¡r':r
si cstuviera contagiada de rabia. Y Cuba...
iPobre Cuba! Pisoteada dt¡ra¡rte décaclas
pol un déspota barbudo. Barbudo y falaz,
firlaz y arhrlador, adulador y traiclor, tortrr-
ra<lor', narcotraficante y carcelero. Un e ner-
¡¡irneno alucinado y asesino corno no lra
n:rci<lo otro igrral en América. iY rniren qrre
hcnlos prodrrcido engerrdros! Machado, lla-
tista, Sornoza, Tnrjillo, Melgarejo, el Doctor
l''rancia, L,strada Cabrera, Ubico, Juarr Viceute
(liurcz, Rosas, I-egrría, Stroessner, papá Doc, baby Doc y
nrrrchos otros hijos de sus malas madres de los que ustedes
e n I-lolanda no han oído hablar, pese a Io cual existieron.
lis qtre el homble por naturaleza es malo. El hombre nace
rnalo y la sociedad lo empeora.
I'cro lo ¡reor de lo peor hoy día es este Papa, esta
antigrralla de metrte estrecha, perverso como no se lo soñó
en su pe or pesadilla l-urero. Movido por un afá¡r protagó-
nico incoercible que le pica dfa y noche la Patagonia del
trasero, va este pavo real dentagogo de país en país a que
lo vean, predicando colltl? el condón y el homosexualis-
nro en todas las lenguas conocidas, que le sopla al oído la
¡ralorna políglota del Espíritu Santo. El año entrante la
palonra lo va a poner a hablar en árabe en lrak. iHasta
nrusr¡lnrán uos va a ¡ esultar ahora este tartufo! iy del odio
que atizó elclistianisuro por siglos conrm el Islam qué, ya
se olvidó de él? Se olvidó como se olvidó de los crímenes
clel cornrurisnlo ell Cuba, Hace un alio andaba en l¿
I"{abana abrazado al tirano barbudo. El ario enrrante nos
Io nrostrarált abl'azando en Bagdad al I¡dlón de Bagdad.
.f rrrlas ablazarrrlo a.f udas. Dios los hace y ellos se juutau.
lista es la lrora rlel protagonislrro, cle los gr.auujas qrre
r';rn y vinrcrr, srrl¡cn y bajarr diciendo lo que sea con tal de

y tinc l:ttitto:ttttct'icutto rlt'rlic¡rtlr¡ :rl llnlr rlc ln I'nltgotrh t d Jitt tbl r¡rre krs vcarr. iQrré irrr¡rorta! Entenenlos todo
¡lrincipioy
nu nlo. razírn ¡rorr¡rrc rrr> huy rnz.ón para ellos. y qrre quede la

Lr C¡s,r Gnr¡luu 17
 r)cr)te errtero, I'-rrropa, y despttés América, poseíclos por la
verdad eterna cle la Iglesia rbntle qtrcrlír el contt¡tltsnlo:
locr¡l'a lcligiosa colcctiva levantatldo Patíbtllos y encerl'
bajo tierra, que es tlollcle clcbe esuu" A la salitla clel
rlielrrlo lt<lgrret'as: las de la Inquisición, las cle la Reftrrnta'
aeioptrertocle La I Iabarra lurbía ¡acc añ,s, cttltttcl' ftti¡ror
primera vez_ a ctrba a conoccr.la, a c()ll()cer stt rlellrocraciil las tle la Contrarrefornra, prerrdidas corl la lerla <le la
ignorartcia y atizaclas con un vetrtarrótr dc ira ell no¡tlbre
perfecta, rttta vall¿r itllnc¡tsa t¡tre le atrtttrci¡tlla al qrre
piclclillo, retardaclillo de las nrás necias vacuedades teológicas' Senlejante ex-
ilegaba, "l¿ Revolt¡ció. es e ter.a"'
plosión de oclio llo la hubiera cottocido la humanidad si
mJntul, glanujilla, étoclar'ía está esa valla, o ya la qtritaste
'f'ercer no htrbiera existido Cristo. tY vamos a volver a levantar
por la visita del Papa? Lo úrrico eterllo aparte del
ahora, sobre las ntinas del comt¡tlismo, el espejismo ttecio
Reich es la eternirlarl.
de str estt'ecllo anlor?
Pero vuelvo a la Particiólt rlcl tienrpo' qtre es por lo
Nt¡ttca he podiclo etrtender a Cl'isto' Quiero pero ¡lo
que hoy tne dio. iPor t¡tró lta cle partir la histolia cle
la
ver! prredo. Y corno no puedo no lo quiero' Por eso, atlnquc
hurnunidud en clos este btte¡t hon'rbre cle Cristo? iA
iDon Ciottottni? |l'a irací en su religión y en ella me bautizaLon, su pasiónjarnás
iQué ópera maravillosa conrpttso?
iEl del Sen'allo? iQué nrisa' qué me ha sacaclo tlna sola lágrirna. En Semana Sa¡rh' en la
fúun iWaglca? Rapto
indtrs- procesión de la Dolorosa el Viernes Santo por la noche' la
cantata, qué .éq.,i.,ll? iA qrriért lc clio tlabajo' qtré
il-l ¡nás hermosa cle Medellín, rni Meclellín, mi lejano
tria fundá, qué inventó? illl sah'avidas? sacacorchos?
Ir{eclellí¡r, elttre el río de cirios y de velas que irvanzaba
tl-os tenrlis Reebock? Nacla, nada conlpLtso' rtacla invett-
devoto y compungido por las calles de nri barrio' iba yo de
tó, puro cuento' iQtre es la segrrnrla pel'sotla de la Sarttí-
nirio coir una velita disimr¡lada e hipóclita quentattclo por
simaTrinidad?Pr¡essiesasí,idórlclcestabactrtotlceshace
de trás viejas. l.es encendfa las falclas' "iAy, ay!"
gritaban
tres millones,y meclio de aitos nratrdo llttestra abuelita lis que yo
lota etr como si les cloliera mt¡cho la pasión cle Cristo'
l,trcy, el lusl ralopitlrccus t$n'ettsis, se paseaba ett pe como
clc uirio rto qtre ría ser policía ni aviador lri boutbero
Etiopíaporelvalletlellatlar'?tl"nqrrólitnlxr?'l'odautra de los listaclos
'll'iniclad cott <los trlil airos los rle¡nás lriños cle Colombia, ni presidcttte
persona de la Santísirlra
Uniclos como los ¡riiros cle ese país infantil' No' Yo lo que
up"r,or, ino se les hace tntty sospechoso?
qrrcría se r crit rnalo, pero biell malo: Papa' Y así' soilando
iQue hizo ver a trn cicgo? Sí, ¡rerrr ctt¡intos cicgtls tto
a tltr ao,l ,¡u" ure sentaba en el trono ce san lteclro travesticl<l
hay hoy etl este t"llutrclo. N{illolles' iQtre llizo atlclar
cstc nttttrclrl' clc rli,jcr'(qtre es corno anda él), ante cl cspejo del tocador
aojol Si, pero cttátttos cojos no hay ltoy ert
cl clc ,,.tirnarrlá y vestidito cotl st¡ vestido trlorado que lc
Ulllones. cque rntrltiplicír los ¡ratrcs y los ¡lcces ct¡att<lo de
tlrlil sola vez' No volvió sacaba a escoltdiclas clel ropero, con la cara cmpolvada
Sermón de la Montaíra? Sí' Pel'o
a la blanco conro rtrt sepulcro blanqueado (que es lo que es él)'
a repetir el truco y se llevó su sccreto cl rlltty egoísta
nre cnsayaba en echar la bendició¡l' Betrdecía para acá'
tumta. Y miren ltoy, ¡lor str cllpa: lll illottes rle hatltbre¿rdos
toclas para allá, para arriba, para abajo, para la derecha y para
en Somalia, Biafia, Irtio¡ríl, ¡rol allá' ¡rol'allá' ¡ror
iY por qué no ia irquieráa, para el suelo y para el techo, urüi et orbi' y
esas Patagonias. iQue lestrcitó a [;izaro?
hoy créarime qtre la bendición me salía muy bien, muy suelta'
resucita a los cliez mil ntillotles cle lnt¡crtos c¡rre yacett
L¿izaro como f irma de tlotario firmando escrituras' Cómo no nle
bajo la tierra vueltos polvo de grrsattos?.iO es qrre
i\ligiblefor volví travesti con esa ropa de mi mamá es lo que toCavía
teiía algo de especialqrre lo hacía restrcitable?
tlelle que ¡ro e¡rtiendo. Pero mientras uno viva y camine y qrtiera
resuscüatio¡t? Si urro resttcita a ullo' POI'.Jtlstlcla
todos los caminos están abiertos, máxi¡ne ahora que ando
resucitar al resto' Flay qtre ser parejo con el prójinto'
o si
c¡tre llegó a vuelta e n Holanda por donde pasé de mttcl.racho hace
no iqtré religión es ésta! iClalol Cottro al
cle
nluchísimos añ<ls y estuve una noche en un bar, uu bar
trabajar tardé le pagó lo mismo r¡te al que llegó a trairajar
inmenso a la orilla de ttn canal, en el que se desafiaban
temPrano..'
todos los tabúes y que se me quedó más grabado que
V ,i po, sus fnttos los cotloceréis, he aquí lo {ue ha
los adopcio- Rembranclt en el recuerdo: el D.O.K' iTodavía estará? Si
prodr-,cído en dos mil años el qtre lo ha dicho:
los todavía está, esta noche vuelvo a desandar los pasos'
nistur, los apolinaristas, los arriallistas' los docetistas'
los tno- Y vuelvo a Cristo, a este hombre raro' contradictorio,
donatistas, los gnosticistas, los lnacedo¡rianistas'
los nestoria- rabioso, loco, ilógico. Contradictorio, por ejemplo' El que
nofisistas, los monotelistas, los ttlontatlistas'
los abolienclo la l,ey antigua, la [.ey delTalión, la del ojo por
nistas, los pelTgianistas, los socianistas' losjatrsenistas'
ojo y cliente por diettte, propuso el precepto de qtre
hgnoítas, ios Áat.ionitas, los httsitas' los cristológicos'
ciranclo uno le clan ttna bofetada en trna mejilla hay que
a
lo"siconoclastas,lospreclestittacia¡ros,ltlsatltitrirtitarios,los
volvcr la otra, es el mismo que dijo: "No he venido a
albigettses, los valdenses, los gnósticos' los nrartit¡ueos"'
tl'aeros la paz sino la espada". Eutonces iqtrién carajos lo
Herejias y nrás herejías, caos y ntás caos' Y fallatisrno' t:l cr¡chillo
lrra' n ctltlti- e ntietxlc? iClaro qrre hay que traet'la espada!Y
,aar""rirlnn, biz-allr ittistllo, ccrl'az'óll t lcl al U

tl) t¡. ' CR¡rDF

7ü
'fl'
fi,
ll
1I
también, para qrte eI qrre a curhilk) rnate n cr¡chilkr nlr¡cla.
1i
'l'¿rlitirr cs
i
Quet'et' abolir la Ley clcl l¿r ocrrlrencia rrri'rs
{
desqtriciada y dañirta qrre lraya nido t¡na llrente Irurnana
te
tlesde <¡rrc el sinrio :rt'bír'co lxrjri <lc'l írlxrl. No sr' ¡lrcrle
i
co¡rstn¡it'r¡tta societllrl sobx' la irrr¡rrrrri<litrl conlo rro sc
puetle construir rur cclilicio sobl'e un l)al)tano. l'-l rlclito
hay qtre castigarlo: al <¡rtc lc s¿r(luc un ojo ¿t ott'o sc le sacan
anrbos, y al que entien'e a otr'o vivo se le e nticrla ckrs veces
vivo en el tnisln<l lltrcco rrrn cl nrisrrrr¡ rllrel't(). ()tra cos:r
es negal'la posibilicla<l cle qtre e I lronlbrc vivu e n socic<larl
y collsagral'la iut¡lrrtti<larl solrt'c l;r firz tlc csta tict'r';r. l'll
hotnbre nace malo: hay <¡tre ellde¡'ezarl<-¡ a ¡ralo.
iY por qtré hacerse colgar de una ctrrz? iEs (lue er'¿r
masor¡trista, o qué? iUn nrasor¡uista.gay de rlnth rootn? iY
cómo es eso de qrre "Qrrie n no est¡i corlrlrigo estii contla
rní"? I Ie ahí toda urur rleclalaciírn rle sobe rüi¡r. Y rlcs¡lrrés
dicen qtre ela humildc. iY cómo así qrre "El que quiela
venir ell pos de r.ní, qrre sc lliegue a sí rlrisnro"? [sta
exigencia de adhesi<in total a su persona ino se lcs lrace la
misma tle crtalqrriel tiranrrelo con'icnac rlc lroy clía, rrn
Sadclarn I-h¡ssein, t¡n Ka<l¿rfi, rrn Castro? iY ¡rol t¡ué sacar'
a fuete a los rnercade res de! tenrplo? il.a segrrnda persona
de la Santísirrla -ll'inicla<l clcjiirrclosc llcvar clcl pccacl<r
capital rle la ira conlo clak¡rrier hljo cle vccino cn lvlcclellín?
CPorque se estaban ganando la vi<la los ¡robles vendie urlo
strs baratijas? Bolíglafos, ra<liecitos (le tlilnsistot', cond()-
tres... iY qtré qtrer'ía (lue se ¡nsielan l lracer'? No lury
trabajo hoy en Jenrsalc<n coll to(lo y cl ttrlisnro clc tles
religiones, iilla a haber e ntonccs!_Jcrrrsalón ll;r sirkr sicnr-
pre r¡na cit¡rlad tercelrnunclista, corl ulla econonría infbr
mal<le vencledoles callejcnrs (cor r'íjunrrrc si urc et¡rrivoco).
Si Clisto tro quería r¡tre los nrercaclcres conrelciaran cn el
templo, i¡lor qué no los hizo l'icos? Sc lo lrrrbicla ¡tcrlirlo
a su papá, a la prinrera persona cle la Sarrtísinr:r'li'inirla<|,
al Paclre'l'odopodelosoqr¡e le había hccho llovcla lrloisi's
maná clel cielo. Qrre les llovier'¿r :rllor';r rlcn¿rrios <le or'o a
los nlercadel'es rlcl tcnr¡rlo. ()rricrr ¡rrrt:<le hacer cl bior lo
tietre que hacer. Si no a nlí no ltre si¡lr¡tatiza. l)ore so no ure
sinrpatiza el Padre ni rne sinrpariza cl tlijo. lin ctranto al
Espír'itu Santo, ganas no nre faltau desde llace tiernpos de
comérnlelo en un caltlito apetitoso, calientico, rle palonra.
Caldo de Espíritu Santo a las finas hielüas: cou tonrillo,
abracadabra, perejil...
Y si Cristo era tan brreno, ipor qrré en los 33 aitqs qr¡e
vivió no clerramó ni rrna sola lágrinra cle conrl>asi<in pol los
ani¡ltales? [,os a¡lirlr¡rles, nucstlo cxtcnso ¡rr'ójinto, r¡rre
Sielttell y suñ'ert conlo ltosollos, y r¡rrc colt uosotl'os
corltl)at'teu el sueiro, la enlelnlerl:r<1, cl rkrku', el lrarlrlrlc,
la setl. Y las sé<¡rías, los cick¡trcs, kls inccrrclios, lt¡s icrte-
nrotos y tlentás culanli<larlcs <lc estu'l'icrt'1, rle cstlr virl:r,
de esta peslclilla rlt' l)i<ls <¡rrt'cstri lrr<1. I lly conlo lurrclro
en los evungelios rrrra ¡li;rr':r rlc ccltkrs tlt' lu t¡trc Olistrr
rlizqrre sac<i al es¡ríritu inmundo de Sata¡rás. ihnposible!
il'also! Un cerrlo cs un ¿ulimal hernloso. lill srr allnita
linrpia, ptrra, inocente, no se puede meter un espíritrr
irrrlrrrlrl<l ¡ror incorrr¡ratibilidad de caracteles. Hay recha-
zo inrnrrnokigico. Yo quiero a los cel'rlos: nlis hcrnlanos
los cerclos. Yo qrrielo a las ratas; lnis hernranas las ratas.
Yo r¡rricro:r las vacas: mis helrnanas las vacas. Y los perros
:rbanrlonados cle este mundo me parten el corazón.
Y cn cstc ¡rutrto hago trna pausita para dirigirme a los
l)l'otectores de los animales, que redirnen eu parte el
llorrrrr rlel gérrcro hunrano, y a quienes desde aqrrí les
rnarrrlo nri saltrdó y decidida bendición. Especie que se
ex(illgue, arxigos, especie qrre deja de suft'ir. Que se extingan
los c(rnclores, que se extingan las ballenas, que se extin-
gatt las fbcas, qrre no haya más osos polares, que no st¡lran
rnás. Qrre sólo qrrecle en este planeta el Hono sapie?tr, este
sirrrio bípedo y depredador, para qrre acabe de an rinar
con sr.ls dos patas la tierra, y que al final se coman los
r¡nos con los otros err un banquete antropofágico. Y que
enr¡riecen ¡ror el Plpa, por este azuzador de la prolifera-
cirin rle la peste lnrrnana. Ah no, ntejor no. Este Papa <lebe
de saber horrible. Car¡revieja, carne dura, canle tiesa. ¡Ufl
iQrré asco, qrró porquería! Comámonos mejor a los
ecologistas d el Cree n Peaca que se ven más apetitosos y que
son otros mentirosos: lo que quieren es pl.eservar. esto
para su bí¡reda especie y que los elljan al parlamento de
no sé qrré.
iQrré intrrici<in la cle l,inneo cuando ¡nerió al sinlio del
IIono snpiens coll los otros simios en el orden ojarrla de l.ls
prinrates! Hoy la biología molecular, la írltima de las
cicncias biológicas, nos enser'ia qtre el genonta de I honrbre
coinciclc en el noventa y nueve por ciento con el del chimpan-
cé, y en elnoventa y ocho por ciento con los del orangután
y cl gorila. iNo se les hace mtry r.ar.o? iY qrre el ciclo
¡ncnstnral rle la he¡ubra del chinrpancé coir¡cida también
con cl rlc la nrrrjer'? Pues no se les haga tatr t?ro porqr¡e
soul()s r¡n rnisnro animal, un pobre simio, un simio necio,
t¡n simio puercor rrn simio alzado. Y especialmente luju-
lioso, qrré le vanros a hacer, reconozcár'¡toslo, todo el aíro:
otoÍro, inviento, prirnavera y verano. Pues aparte de este
asunto de la h{uria que etr el simio humano, por contt'a-
posición a los delnás altimales, es pel.nranetrte y no da
tleg-ua, después de quince airos que me he pasado estu-
diando biología hoy sinceranreute no alc4nzo a,ver-nrayor:
dif'erencia entre ull¿l nrujer y una vaca, conlo no se¿r qr¡(.
tula \'¡lca con cinco tetas da más leche quc ulla rur$cr corr
rkls. \' sin cnrlxrlgo se¡¡rirnos experirnerrtnntio con ltls
lrrint;rlcs conr<l si lro sintiet.an, co¡no si rro srrfrieratr, y a
nucstr'()s lrclrn¡rr¡<ls l<¡s sinrios les segrriuros irryectando el
virrrs tlcl sirll ¡rirrl (¡rc ¡)¡lgrren en su irrocencil por tos
tlt'scrrli cnos tlc los nlal'icls y losjrrrr&ier de esta civilizlciórr
¡lorh'irll, tlc estc ¡rlunctt sin r.cde¡rciórt, ¡Su Santirlncl,
Ln Cm,r Gn¡,nlrti 19
 tlüted que., clc los homosexr¡ales irn¡ricla qtre
Ülga este
"n"Áigo
atropello!
iPero qrré sabrá Srr Santiclarl de biolo¡4ía rri t¡tré arnor vir
e tener por los animales si n<.¡ k¡ trrvo Cr.isto-[)iosl isaltr.ii
por lo menos esta erninencia t<tnsrrracla qrrt,
¡rrnvient: <lt:
ttn óvulo lecundado lx)l'ull csl)(:t.nl¿lt()zoi<lt'? l\rrr¡rrr: lo
qt¡e era Pío IX, cl inlhliblc, rlo lo s;rbí¿r: t'n I U70, t:r¡:rn<lo
promulg<iel rlognra rlt'l;r infirlil¡ilirllrrl<lt.l l,;r¡r;r, rro lo sirbílr.
pues la fecrrnclación <lcl <ivr¡lo ¡ror. cl cs¡rcr.nl¿rtozoi(l(, l;r
descubri<'¡ Oscar Flertrvig cinco arlos rlcs¡rués. iCírnl<r
entonces se pu<lo declarar ilrf ;rliblc scn)L'i:ultc i¡4rrot.;rrrtc?
Estos son los atropellos rle la igrroratrcia a la irrrcliscncia,
los agravios de la Iglesia a la taz<in (luc rx) ticnr:n cllcrrto,
y que siguirán nrientr'¿rs rrn |cbaño t<¡rrtO lc siglr llcrranrl<r
las plazas y los estarlios il lnl l)¿rstor.t.icg<1. a rrrr irrr¡rostor..
Y hablo no sólo cle nuestra Arní'rica Latinlr tcr.cer.¡ntrn<lis-
ta atestacla de pobres cada clía ru¿is hanrbrearlos, sirxr
también de Polonia, I.'r'ancia, la ¡tr<is¡tcra ltrn.o¡xr.
f)urante casi toda su histolia el hornl-¡r.e lta viviclo ur
oscuridacl. Sólo a fines cle I siglo XVII, a n.avés cle los ojos
de l,eeurvenhoek y strs k:ntccitos ¡lulirlos biconvcxos, vio
porprimeravezel espcrrnatoz<;irle lrurnano. lin I U27 v<ln
Baer descubrió el óvulo rlc krs nr:rrrrífbl.os, y cn lBTl-r
Hernr"ig constató la fectrndaci<in clel ór'rrkr ¡lor el es¡rer-
matozoide en el erizo cle lnar l..rrronces y sírlo cntoltccs el
hombre conoció su origen innretliato: ¡lrovcnirnos clc un
óvulo fecundado por rrn cspernratclzoide. Antes cle FIer.hvis
nadie lo sabía. Que no lo hayan sabiclo cl f¿rrsante cle pío
IX, el loco Cristo, el firnático Maholua o cl inrpostor cle
Darwin a míno me inquieta. Per.o qtre no lo hayan salliclo
Sócrates ni Platón nir\ristótele s lti Honlet.o ni Co¡lñ¡cio ni
Bt¡da el ilurninado... Y no lo srr¡ro l)cscar.tes, no lo srr¡ro
Kant, no lo supo Nervton, no lo srr¡to Shakcs¡tcar.c, no
lo supo Goethe, no lo srr¡ro Alcjrrnrlrrr, rro lo srr¡r<l Cés¿rr,
no lo supo Napoleón... Ningurro dc krs lirncl;rrlor.es rle l¿rs
¡nás extenclidas religiorres, rri¡rr¡rrrr<¡ <lc los {¡1.;lll(l('s
l)cn-
sadores, ningrrno de los glarrrles condtrctor.cs cle ¡>trcblos
que llenaron unos y otros con el estr.épito cle sus ar.nr;rs y
de sus palabras inflaclas rle viento la I Iistol-ia lo str¡xr. Itrrcs
hoy ya conocemos ¡ro sólo nuesf ro oli¡;en ilrrnccliat<l corno
individrros y el de nr¡estra especie, sirro qrre llcrnos e lltpe-
zado a entreve r de dóncle proviene la vicla elltcl-a: cle trrra
primera célula que se formó sola en ta organosfiera, sola
sin la intervención de Dios, Yahvé, Alír, el tremebundo
señor del rayo de mr¡chos alias que dizqrre hizo esro.
El máximo de los docrores de la Iglesia, Sanro'l-o¡nás
de Aquino, el Doctor A¡rgélico, int ransigente defensor clel
plasma germinal, del qrre no r¡rrería que se ¡rerclie r.a ni una
gota, y sustentador de la tesis de que el raclic¡ de acciórr de
uri arcángel era de dicz legrras a la rcrlorrrla, cre ía r¡rre los
tu3anos (lr r ,r gíatr <le l:r t':lrne r l,'. , . \¡r l)¡cst a ¡acíir tt ¡r<l¡
r,:¡lotttittell. Ntl rt ', rr¡l iíl lx'¡\:ll' ( |
sulgían de los huevos que ponían en ella las moscas. El
Dot:tor Atrgi.lico ser'ía ull ángel en teología pero en
ltiolo¡¡ía
.
et'¿lun asno. i'lbdavía creerá Su Santiclacl, como
Santr¡'lbnrás, clt la gcrreraciórr espontánea? Si es así va
rnrry bierr. l,stá a rrn
¡raso de entender a S¡re ncer. Si uno se
<¡rrt'tl:r t¡rricto l;r l¡lo<la lo alcanza por cletr.iis.
l)or lo ¡lrrrrrto, y corrt;inclolos crr cl rnicr.osco¡rio a ojo rlc
lrr¡r'. <'r¡lrt'rrr, t'rr (.;r<l¿r cyircrrluciri' sc v'. ti(X) rlrill.'t,s <le
(::il)clntrt()zoi<k:s <¡trc se
¡rier<lcrr, Ie grrste o rro lc grrste al
l'u¡r;r, r¡rriela o ito r¡trit:r.a: como para poblar.cligarnos casi
:r l¿r lrr<li:r y rlcls'c.cs. Ir.kistá'en rr.
¡rot¡rrito lll;is rle lo
qtre ;rrrlc trna hogrrer-a. (lon los espernratozoidcs que se
¡ricrclcn en rrn clía cn esta Tierra hay para llenar cle gente
el sistcma solal y csta galaxia. Si Su Santiclacl está ta¡r
irrcr-lrf brnle con los seis nril millones de habitalltes rlc este
¡rlaneta y r¡tricre nrás, prres que se ponga a recoger.(y de
c¿trrcl'a ya que tiene los clías contados) todas esas
cl,acrrlaciorres en fr'asc¡tritos y las congela para (pte no se
l¿r
¡tiertlittr; en cada uno de esos espermatozoicles va ull ser
hrrnrano en potencia: en aristotélica y tomística potencia.
Y c¡rrc rro tlejc clc recoger también los de los homosextra-
lcs, pues el óvr¡lo rle la nrr¡jer es ciego y no ve, no clistingle
lln esl)ernlatozoi<lc nracho de unogal: anrbos se lc haccn
igrrales y se le pegan igual. y se entiende porc¡ue son el
lnismo renacuajo cabezudo y obstinado, el rnisrno estír¡:i-
rlo aninl¡rl.
!,n crranto al altorto, ha de tener presente Su Santidacl
qrre e I zigoto t¡ óvt¡lo fecr¡ndado no llega pero rri cle lejos
:l ser rln susano. Ni la rnórula ni la blástul¿t ni la gástrrrla
clel ernbrión htrrnano, que caben en la punta de un alfiler
y quc no ticnen ni siquiera como el gusano un sistema
nerlioso rrr<linlentario. Entonces, ia qué tanto tango cor.l
el lrorrrosexrralis¡no 1'el aborto? eue se piercla lo que se
ticne r¡tre ¡rerclcr.r¡trc la vicla en esencia es rlcs¡lilfhrro, y
(llrc no nazc:r rnírs gente qr¡e ya no cabenros. y
¡r:rrTirrr<lii'rrronos cot.¡lo ¡rodamos esto antes rle qrrc rros
c()lnan los g'ttSa¡x)s.
Con r¡rrinicntos al-los de retraso, medio nrilenio ql¡e se
<lice r':i¡rirkr, hoy csre I,apa pide perdón por las nraratlzas
rlc plotestantes v las lrogueras de la Inquisición. ya vendrá
otro clel lirnrro a pcclir perdón por las irres¡ronsabilidacles
clc éste. iQrré es esta perorata idiota contra el control de
la proliferación de esta especie nuesrra clepreclaclora y
contra los homosextrales?
L,l sexo es bue no, Su Santidad, pruebeyverá: con loque
sea: houlbre o mujer, perro o quimera. El pecado está en
la reprodtrcción, Nadie tiene derecho a irnponerle la vida
a otro. Iiste es el clelito de los delitos, el c.i,nen máximo.
Y e I lrrírs tonto. il'ara qué poner a vivir a otro veinte aíros,
tr(:int;t, cltarenta, cinct¡enta, cien, cien años cle clisparate
si rles¡;rrés r.ros vamos a perder en el hucco uegro dc la
<'tclrri<l¿rtll tl)or. lrr jrrria ciega de anintales? Como no sea
hacia uua conrplcjidatl crcciente que no lc qtrita ni un
ápice a su sitrlazón, la vi<la no va hacia ningrrna ¡rarte.
Cuatro rnil millones de aílos lleva, clescle qlle sc forrnó la
primera célilla en la olganoslela, y rniretr a lo nráximo a
que ha llegado, a e sto, cl cere bro cle I honrbre: ruiclo y caos.
La vida es trna pcsaclilla dc l;r nlatelia, un irtlol)cllo a la ¡raz
del átonlo y strs electrones. No la ¡rropag-rrell rnás.
Pot pt'intera vez en l¡r histot'ia rle la vicla sobrc la'l'ie rla
una especie er)tl'e las nrucllas qrre se re¡rt'oclucr:n sexual-
mente, utra sola y srilo ahot'a, cn estc airo 24 i] rkr l;r cra <lc
Mozart (que taurbién se teruh'á que acabar'¡rolqrrc torlo
concierto se acal>a), ¡lrleclc tlistingrrir cntt'c cl sexo 1' la
reprodrrcción se¡lar'írnrlokls: la nucstr':r, cl siruio ¡rlz.a<lo
que pclr fin empieza a se l el sinl io lúcido. Pues se¡rar'énros-
los, no los confi¡ncl¿unos nr¡is. lil sexo es inoccrrte, convc-
niente, sano; la re¡rrocltrcción, ulonstr-rlosa. Scparado el
sexo de la reproducción e I llornble verír claro p<lr fiu y se rá
libre: habrá <lisipaclo las brrrnr¿rs rlcl tal¡ú r¡rre lo lran
envuelto rlesde sieur¡l'e .
. N'[ierrn'as no va]'a li¡¡;rclo a la lepro<hrcción cl scxo es
ir¡ocuo. Y btrenísinlo pala la s;rlucl urcntal: <lcs¡reja rlucho
la cabez-a. A las azalatas cle Air France les aconsejo que lo
practiquen lnás a r,er si dcjan de estar tan clrvenenarlas
cotr los pasajelos. O van a hacer queblar a str courpaÍría y
se van a qued:rr sin tlabajo. Azalatas de Air l;rance,
copulett nrás y nraldigar) rnenos. No les tirell los platos a
los pasajelos, conto me los tilaron a nlí la última \¡ez que
viajé con ustedes. Soltr'ían. So¡lrían qtre la sonrisa n<,1
cuesta y aligera unrcho llo sólo los viajes cortos de avión,
sinr¡ el viaje,largo rle csta vicla.
I{oy hay seis nril nrillone s rle seres lrur¡ranos vivos soltre
la Tien'a. iCuántos hay, qrre rro existcr.¡ ¡)el'o que ¡rtreden
existir? Los qrre r¡rrieran. Colllo ¡rara llcrrll tlc gcrrtc torlir
la narla rle la etenliclatl y convcrtit'en Ilomo sc/.rierr.s torlos
los ¡itorlrr¡s clcl Univt:l'so. l'ol clcccitirr rrruirrirrrc: rlt: t:stir
inrnensa rnayoría con la <¡rre llablé arrocllc, nle collstitlryo
e stc nlonlcnto cn su voce ro, cn e I clcfL'ns<lr nt'rnle ro
rlescle
tun<lsobre este ¡rlarrcta clcvasta<lo rlcl <lclccho sasr'¿r<lo ¿r
no existir'. Mis honorat'ios se los ¡rierrso pasílr a la ONU,
y que se l)r'epilt'e ll pol'(luo \'¿lu a sel' ntás altos t¡rrc los <lc
Kofi Annatr.
I)ara contrarlestar cl pecackr ca¡rital nláxirrro clc l)l.ol)a-
gar la vicla pl()l)()llf{o r¡na nrrevlr olrnr tlt: uriscricor-rlia: llr
cari<lad scxual. \' colllo ltr carirlarl enr¡tieza por. casa,
segritt rlcría ¡rri rlifirnt:r nr:rrni't, crnl)ecellros <les<lc lroy,
tnisnro ell uuestlas firrlrilias a cnscr]alles a los niilos ;r
dal'les ate nción scxtral a los :rncianr>s. iC) c¡rró! iVa¡uos :r
¡;rettdet'otIa vez. a estas :rltulas rle la e|a clc N{ozurt l¿rs
Itocrtct'as rle la Santa lrrr¡risici<'lrr )' :l e llll)cz.ilt ()tt'ít \'(,2 lu
quetna rlc brrrils? i;\l rliabl<¡ con torl:r csta t¡rrtrrfi.r'í:r
te¡rt'orhrctora, \'¿lti('itnill I)t'srlc cstcr ¡raís rle llrasnro cl
tibio, el vacil¡lnl (', l)r'()l )on!:() lllc(li(l:rs (lr':ist i<'us: ¡rr'oscliltir'
la reproducción como el crimen máximo, y prescribir la
cariclad sexualcomo la máxima obra de misericordia. [¡
decimoprimera, de la que me van a quedar en adelante
ctenlanre¡lte agradecidos
Yo nací, sin pedirlo, en la religión de Cristo, y en ella
nre batrtizaror): en su versión más quemadora de herejes
y cle bnrjas, la católica, la más cerril, la más rnalvada. Pe ro
crt ella no ¡ne ¡rie nso morir. Yo me muero e n la inrpe nite¡rcia
final con mis he rrnanos los herejes que se atrevcn a pensal'
y corr rnis hellnanas las bnrjas, las alquirnistas, las
Iterbolat'ias, que ¡rican en un crisol a Dios colr espárragos
y dc la l¡rezcla saca¡r al Demonio, Nuestro Seiror Satanás.
Iil Denlonio, que es el que hizo esto y le salió tan entrete-
nido. iQué abrrrr-ición trn mundo hecho por Dios, qué
teclio e telnol Cantándole todo el tienrpo con los angelitos
a ese viejo nralgeniado... En una hoguera de la Santa
Inquisición y en Io más hondo de mi ahna, arde Giordano
Iltr¡no todavía.
La mejor fornra de reconciliar para siempre a católicos
y protestantes es qr¡e se olviden unos y otros de Cristo. Y
la nrejor fornla cle reconciliar ¡lara siempre a jtrdíos y
rnahometanos es que los unos se olviden de Yahvé, y los
otros de Alá. Moisés, Cristo y Mahoma so¡r los tres seres
rnás dañinos qtre ha producido la humanidad en los
úrltimos tl'es nlil aitos. t-es sigue Marx, que va de cuartt-,. En
nonrbre de la religión se han cometido crímenes sin
ctleuto, decía el filósofo latino Lucrecio trarando de
abolirla, Y eso que este pobre filósofo sólo conoció a los
dioses griegos y larinos, lnansas palomas llenos de debili-
rlades, de sinrpatía, de defectos, de humallidad. No
conoció al viejo todopoderoso de ceño fruncido que
preside la Capilla Sixtina. No supo del enfrentanliento
rlel Islam con el cristianismo ni de las posteriores guct'ras
cle religión.
Lcs llt¡bicr'¿r t¡r rcr-ickr hal¡lar csta tar.clc dc Colonrbi¿¡, nr i
¡r:rís, el nrás fhntástico, donde cuatro millones de poetas
andan sr.reltos ¡ror las calles calrtanclo en vcr.so libre en
rnccli<> dcl cli;ilogo clc las metralletas. iPr.¡¡ll ipunl! ipt¡m!
llalas que vienen de aquí, balas que vienen de allá. Cae
trno a la derecha, cae otro a la iz-quier.da. Y así esforzánclo-
rros, superándor-ros, vamos controla¡rdo la pobiació,r.
I'e ro cl te ma cle cste F'esrivales cl cle la Iratagonia, de la qrre
trarl¿r sé. Sé <¡rre r¡rreda por allli, alt;rjo, rlonde termina el
nrrrrrdo, o si plcfieren arriba donde ern¡:ieza, porqrrc el
fr'ío t¡rrt:rrra. \'t¡rrc por el estrecho <le Magallancs, que está
:rllí, ¡rasó hace si¡¡los en un bar.qrriro fr-ígil este via.jero,
srrlc¡urtkr cl nurl océ¡rno. Pido excrrsas
lx)r.nri ignorancia,
'¡'rliscrrlpas al r¡rrc lrtrbiela ¡rorlido ol'endcr., pcro rgraclcz-
('iul (¡lc no clijc rruis
¡ror.r¡uc hablabarr ott.os clos esta t:u.(le.
(]r'acias por lu itrcllción que rne han prcstatlo y
¡ror. la
invitucirin a cste ¡rirís de lirasmo el tolcl.anre, espíritu libr.e,
ltnuccllot' tlat¡tdi, h¡z de su siglo, faro e¡l la osnrridacl. t.,
L¡ Crsr Cnqnon 2l