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UnaVida Sencilla

Un Manual Conciso para
Vivir de un modo Satisfactorio,
Consciente y Fluido

por Leo Babauta


Escrito públicamente,
con ayuda del mundo
Acerca de este libro 4
Acerca de la traducción 5
Introducción 6
Pautas para una Vida Sencilla 7
Pautas: 7
Algunas posibles pautas positivas: 7
Wu Wei y No Hacer Nada 8
Necesidades Reales y Simples 9
Reducir Tus Necesidades 11
No Causar Daño y Ser Compasivo 13
No Tener Metas ni Planes Prefijados 15
Tres Notas Importantes 15
El Problema de Marcarse Metas 16
Vivir Sin Metas 16
No Tener Expectativas 18
La Ilusión de Control 19
Vivir en el Caos 21
Vivir Cada Día Sin Planes 22
Por Qué los Planes son una Ilusión 23
Abrirse a Lo Que Venga 24
No Crear Necesidades Falsas 25
Ser Apasionado y No Hacer Nada que Odies 26
No Tener Prisa, Ir Despacio y Estar Presente 27
No Crear Acciones Innecesarias 28
Encontrar la Satisfacción 30

2
Dejar de lado el Exito y la Necesidad de Aprobación 32
Tener Menos 33
Cambiar Tu Mentalidad y No Sentirte Culpable 34
Ser Como el Agua 35
Dar la Misma Importancia a Cada Acción 36
Una Dieta Sencilla 37
Lo que como 37
De Lo que Como Menos 37
Por qué No Consumo Productos Animales 37
Conclusiones 38
Algunas Recetas 38
Ser Padres Sin Complicaciones 39
Relaciones Sencillas 41
Trabajo Sin Esfuerzo 42
Convertir las Quejas en Agradecimientos 44
Dejar de Discutir 45
Cómo Tratar a los Demás 46
Un método simple 46
Una Oportunidad para Practicar 48
Ya Eres Perfecto 49
Poner Este Libro En Práctica 51
Escribir Fácilmente, por ejemplo éste libro 52
Contribuciones 53

3
Acerca de este libro
El autor de éste libro es Leo Babauta, de Zen Habits. Lo escribió públicamente, e invitó a
todo el mundo a colaborar en su escritura y edición. Éste libro es el resultado de ese esfuerzo
común.
Todo este trabajo carece de copyright.
Pretende ser una guía concisa para vivir una vida sencilla.

4
Acerca de la traducción
Traducir este libro al español ha sido una experiencia fantástica. Durante el mes de
Marzo de 2012 estuve publicando, a razón de un capítulo diario en el blog UVMF (Una Vida
Mas Fácil) en BlogSpot.
Recibí la colaboración de mucha gente en la red, mediante comentarios y correcciones.
En ocasiones me ví en la obligación de aclarar que no yo era el autor de los artículos, porque
muchos lectores llegaron al blog desconociendo el origen de los textos.
Desde aquí quiero agradeceros a todos vuestras muestras de apoyo y vuestra ayuda.
Especialmente quiero dar las gracias a los responsables de los blogs:
• http://www.sindinero.org
• http://homominimus.com
Gracias a ellos el número de lectores (y colaboradores) se incrementó considerablemente.
Por supuesto, esta traducción también carece de copyright.

Victor M. Varela, el traductor

5
Introducción
La vida es dura. O así nos la imaginamos.
Realmente solo dependa de nosotros mismos.
La mayoría nos pasamos el día con prisas, muy atareados, resolviendo urgencias y
enfrentándonos a situaciones dramáticas. Muchos de estos problemas son inventados.
Somos seres sencillos. Para ser felices solo necesitamos tener alimento, vivienda, ropa y
relaciones. El alimento crece de un modo simple y natural. La vivienda es solo un techo. La
ropa es solo ropa. Las relaciones sencillas se basan en disfrutar de la compañía de otras
personas sin esperar nada a cambio.
Pero hemos inventado otras necesidades mas complejas, como carreras profesionales,
estudios, jefes y compañeros de trabajo; aparatos electrónicos, aplicaciones informáticas,
medios de comunicación; coches, vestidos y accesorios bonitos, maletines de portátiles,
pantallas de tv y mas...
No es que debamos que volver a la época de las cavernas, pero es importante que
aprendamos a diferencias lo necesario de lo inventado. Con lo segundo podemos decidir, si
no nos sirve para ningún propósito o si nos complica la vida, eliminar esa necesidad
Si eliminamos lo que nos complica la vida, nuestra vida será más sencilla.
Aprendí una lección importante durante mis clases de perfeccionamiento de natación —
yo pensaba que si quería nadar mas distancia y hacerlo más rápido debía emplear más
fuerza, entrenando más duro. Así me movía como un loco, golpeando el agua, son conseguir
otra cosa que acabar agotado. Pero cuando comprendí que el agua podía impulsarme y
ayudarme a flotar, todo se hizo mucho más fácil. Me relajé, dejé de forzar las cosas y aprendí
a nadar mejor empleando menos esfuerzo.
La vida es así. La vida es el agua, y tenemos tendencia a golpearla, a forzar las cosas, a
luchar. En lugar de eso, aprende a flotar, aprende a dejar que las cosas sucedan fácilmente.
Llegarás más lejos y la vida será mucho más agradable. ¿Qué es una Vida Sencilla?
Imagina una vida en la que te levantas de la cama y haces aquello que te encanta hacer.
Pasas el tiempo con la gente que quieres y disfrutas ese tiempo por completo. Vives el
momento, sin preocuparte por el futuro, ni torturarte por los errores del pasado.
Imagina que pasas mucho tiempo con tus amigos más íntimos y con tu familia. Sin
esperar nada de ellos, por tanto sin sentirte defraudado, de hecho, todo lo que hacen es
perfecto. Los amas por lo que son y tus relaciones se mantienen sin complicaciones.
Te diviertes pasando tiempo a solas—con tus pensamientos, con la naturaleza, con un
libro, o incluso haciendo algo creativo.
Esto es lo que llamamos una vida sencilla y simple. No es que nunca vayas a tener que
esforzarte, pero sientes que tu vida es sencilla, y eso es lo que cuenta. Y es completamente
posible.
Lo único que se interpone en tu camino a esta vida es tu mente.

6
Pautas para una Vida Sencilla
No se trata de unas normas rígidas. Y si están escritas en negativo es por una buena
razón: esta guía no te va a decir lo que tienes que hacer. Te dice lo que no tienes que hacer si
quieres evitar esforzarte en cosas innecesarias. Lo que hagas solo depende de tí.

PAUTAS:
• No causar daño
• No tener metas ni planes prefijados.
• No crear falsas necesidades.
• No hacer nada que odies hacer.
• No tener prisa.
• No hacer cosas innecesarias.

ALGUNAS POSIBLES PAUTAS POSITIVAS:


• Ser compasivo.
• Ser apasionado.
• Encontrar la satisfacción.
• Ir despacio.
• Ser paciente.
• Estar presente
• Tener menos.

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Wu Wei y No Hacer Nada
Existe un concepto en Taoísmo que es difícil de aceptar para la mente occidental: Wu
Wei, que suele traducirse como "no acción". Yo prefiero entender este concepto como “saber
cuándo es apropiado actuar”.
Esto entra en conflicto con la cultura occidental del "hacer". Nuestra cultura valora la
acción, y la inactividad nos genera ansiedad. En este modo de vida, sin embargo, radican
muchas de nuestras dificultades—inventamos esfuerzos innecesarios con la única finalidad
de no sentirnos incómodos por estar inactivos.
Pero ¿es posible no hacer nada? Literalmente no—incluso si no actuamos, siempre
estamos haciendo algo, ya sea estar sentados, tumbados o de pie. Pero normalmente cuando
hablamos de hacer algo queremos decir realizar alguna acción, normalmente para alcanzar
una meta y con algún propósito.
Por tanto siempre que reduzcamos y simplifiquemos nuestras metas, eliminaremos la
necesidad de muchas acciones.
Pero este pensamiento es extremadamente difícil de digerir. Queremos ser productivos.
La palabra "pasivo" tiene tantas connotaciones negativas que rehuimos permanecer inactivos.
Nuestra cultura desprecia la pereza. Es por eso que hacemos cosas innecesarias y nos
marcamos metas injustificadas, porque sentimos que es nuestra obligación.
¿Qué pasaría si dejáramos de valorarnos por nuestros logros? Quiénes somos siempre
será más importante que aquello que hacemos. Prueba a no hacer nada. Aunque solo sea por
cinco minutos. Enseguida la ansiedad se apodera de nosotros y queremos abrir una nueva
pestaña, comprobar el correo, leer las noticias, hablar con alguien, hacer alguna tarea. ¡Y
solo fueron cinco minutos!—¿como aguantaríamos sin hacer nada todo el día?
Si eliminamos las necesidades, las metas, expectativas y propósitos falsos, evitaremos la
necesidad de hacer gran parte de lo que hacemos. Tendremos hueco para llenarlo con lo
verdaderamente necesario, natural y hermoso.

8
Necesidades Reales y Simples
Ya, pero ¿qué es lo que necesitamos realmente? Antes mencionabamos que nuestras
necesidades básicas son pocas: alimento, ropa, vivienda y relaciones.
Ninguna de estas necesidades es complicada.
Podrías argumentar que obtener alimento en ocasiones puede ser complicado, pero lee
La Revolución de Una Brizna de Paja de Masanobu Fukuoka—donde se muestra como una
familia puede subsistir en un acre de tierra, sin apenas intervenir en la naturaleza. Deja que
las malas hierbas crezcan, no uses pesticidas, no labres la tierra, deja que los animales,
bichos y lagartijas corran salvajes por el campo. No parece complicado.
No se trata de que hagas la maleta y te vayas a vivir al campo, pero es importante
recordar que si nuestras necesidades reales se han vuelto complicadas es solo por la sociedad
que hemos creado, y que no es necesario convertir la alimentación en otro símbolo de
estatus. Es decir, podemos eliminar y simplificar.
La vivienda es otra necesidad que se ha visto complicada innecesariamente—de hecho
para muchos supone el mayor gasto, y tener una casa bonita siempre es símbolo de alto
estatus. Pero, en su sentido más básico, solo necesitamos un techo que nos proteja de los
elementos. Ya sea un pequeño cobertizo para una persona, o una enorme vivienda para
varias familias. Puede ser todo lo simple que queramos que sea.
La ropa se ha convertido en un símbolo de estatus tan complejo y artificial que dista
mucho de ser una necesidad real. Lo único que necesitamos en verdad es algo con lo que
cubrirnos, como dijo Gandhi, todo lo que necesitas es un pedazo de tela tejida por tus
propias manos. De nuevo, no es que tengamos que ir todos en taparrabos, pero hay que
distinguir qué porcentaje de nuestra ropa cubre una necesidad real.
Las relaciones son seguramente, de todas nuestras necesidades, las más complejas,
porque somos difíciles de simplificar. Queremos pertenecer a algo mas grande. Queremos
ofrecer nuestra versión más atractiva a los ojos de los demás. Así que las relaciones
constituyen unas redes de interacción y emociones muy difíciles de desentrañar.
No tendrían por qué ser así. Me encuentro con un amigo, me olvido del resto del mundo,
y me enfoco en estar presente. Hablamos, bromeamos, no esperamos nada el uno del otro.
Nos decimos adiós sin sentirnos heridos, y no nos preocupamos sobre cuándo volveremos a
encontrarnos.
Mi matrimonio y la relación con mis hijas son mas complicadas, pero estoy aprendiendo
a eliminar expectativas y necesidades, a disfrutar con cada miembro de la familia. Aún no lo
he conseguido, pero sigo aprendiendo. La receta es eliminar y quedarse con lo esencial de
cada relación.
El trabajo ocupa gran parte de nuestras vidas y de nuestro estrés y frustraciones. Pero en
parte es culpa de las largas horas que debemos trabajar para permitirnos nuestras
necesidades inventadas. Si redujéramos nuestras necesidades y aprendiéramos a vivir con
poco, podríamos sobrevivir trabajando menos.
Todo esto nos deja un montón de tiempo libre para contribuir a la sociedad sin

9
complicarnos la vida. Podemos hacernos voluntarios de ONGs, crear cosas asombrosas,
ayudar en nuestro vecindario. Podemos hacer el bien sin esperar recompensas o
reconocimientos. O simplemente podemos estar ahí, siempre disponibles para cuando nos
necesiten, sin pensar solo en nuestros propios propósitos.
Esas son nuestras necesidades, así de simples.

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Reducir Tus Necesidades
Lo dicho, nuestras necesidades reales son muy simples. En la sociedad moderna, hemos
creado necesidades extra: necesitas un trabajo para pagar tu casa y tu ropa y el coche y los
ordenadores y el combustible y la electricidad y la comida y salir fuera y el ocio y la
educación.... etc.
Si reduces tus necesidades y aprendes a contentarte con menos, tendrás que hacer
muchas menos cosas. Menos necesidades implican menos esfuerzo.
Si tienes pocas necesidades, tienes pocos gastos, y no necesitas trabajar tanto. Puedes
trabajar menos y disfrutar más. Además serás libre de hacer el trabajo que te guste, y no te
verás obligado a ganar demasiado en ese trabajo que te apasiona, tendrás margen para
cometer errores ocasionalmente.
Con menos necesidades, también se reduce la presión por tener éxito. Puedes relajarte
mas. No te preocupas tanto, porque hay menos cosas por las que preocuparse.
Reducir tus necesidades es un proceso lento y consciente. No es necesario que cortes con
todo de la noche a la mañana. Presta atención a tus gastos, a lo que haces cada semana, y
pregúntate si esas cosas y actividades son de verdad necesarias.
Empieza a recortar poco a poco, eliminando una actividad costosa tras otra. ¿Realmente
necesitas tomar café en la cafetería todas las mañanas, o puedes llevarte el café hecho de
casa, o beber agua en lugar de café? ¿En verdad necesitas esas golosinas de la máquina, o
puedes comer fruta y frutos secos? ¿Y qué me dices de esos videojuegos tan caros? ¿o de ir al
cine? ¿No puedes en su lugar jugar con tus hijos o tu perro o quedar con tus amigos en el
parque? ¿De verdad necesitas apuntarte al gimnasio, o puedes dar paseos con tu mujer o
hacer flexiones al aire libre?
Empieza también poco a poco a observar los gastos mayores: ¿Necesitas dos coches?
¿Puedes cambiar tu todoterreno por un coche mas pequeño y barato de segunda mano?
¿Puedes dejar el coche y usar la bicicleta o los transportes públicos (metro, autobus, ..)? ¿Y
esa casa tan grande? ¿Puedes mudarte a un piso más pequeño, más barato y que cuesta
menos mantener? ¿Necesitas esos cursos de formación tan caros o puedes formarte tú mismo
y de un modo gratuito?
No te estoy diciendo que dejes alguna, o todas esas cosas—Solo te sugiero que prestes
atención y reduzcas lentamente tus necesidades de modo que la mayoría de tus gastos
procedan de lo esencial.
Piensa que las cosas que te hacen feliz no tienen por qué costarte tanto. Algunas de mis
cosas esenciales:
• Un buen libro—que puedo encontrar en la biblioteca.
• Un portátil, o cuaderno, para escribir.
• Un paseo al aire libre.
• Tomar el té con mi mujer.

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• Jugar con mis hijas.
• Correr con amigos.
Esto es casi todo lo que necesito mas allá de mis necesidades básicas (alimento, ropa,
vivienda, etc) para ser feliz. Y ninguna de estas cosas son caras.
Reduce tus necesidades, conténtate con poco y tendrás que esforzarte muchísimo menos
en la vida.

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No Causar Daño y Ser Compasivo
Es mi regla vital básica, y hasta ahora me ha sido muy útil. Mi vida es menos difícil:
• Las relaciones son mas simples y gratificantes.
• La gente tiende a ser amable conmigo.
• Se me abren muchas puertas al reconocerme como una persona amable.
• Soy más feliz.
• Todos a mi alrededor son más felices.
La primera pauta para una Vida Sencilla es no causar daño a nadie. Y es la primera
porque afecta a todas las demás. Por ejemplo, si la pauta “no tener prisa” causa algún daño,
deberías ignorar "no tener prisa" en favor de "no causar daño".
Al causar daño se crean oleadas de problemas que te hacen la vida más difícil, a tí y a
los que se han visto dañados. Te ves en la necesidad de rectificar tus errores y de pedir
perdón, ambas tareas largas y pesadas que podían haberse evitado fácilmente.
¿Cómo se aplicaría esta regla a lo cotidiano? Algunos ejemplos:
• No maltratar ni ser violento con otras personas.
• No contaminar ni hacer cosas que dañen la salud de los demás.
• No beber y conducir, ni cometer ninguna clase de imprudencia que pueda herir a
los demás.
• No comer animales ni consumir productos de origen animal.
• No abusar de tus subordinados ni usar productos hechos por trabajadores que
estén siendo explotados.
• No divulgar información susceptible de hacer daño.
• No apropiarte de nada si causas daño con ello.
• No retener recursos si eso perjudica a alguien.
• No permanecer de brazos cruzados si ves que le hacen daño a alguien.
• No hacer a los demás lo que no quieras que te hagan a tí.
• No imponer tus creencias.
• No mentir.
• No comprar cosas que no necesitas realmente (no dañar el medio ambiente).
Con frecuencia “no causar daño” implica elecciones difíciles—puede que tengas que
decidir que acción (o no-acción) va a causar menos daño.

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La parte positiva de este principio es "ser compasivo". Esto implica un cambio radical en
nuestra forma de pensar. Por ejemplo, en lugar de juzgar a los demás, ser compasivo significa
tratar de entenderlos mejor, empatizar con ellos, y aliviar su dolor.
La vida compasiva es un tema que da para todo un libro—Yo recomendaría El Arte de la
Felicidad, del Dalai Lama. En pocas palabras, es necesario comprender, empatizar y desear
reducir el dolor y aumentar la felicidad de los demás.

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No Tener Metas ni Planes
Prefijados
La idea de marcarnos metas realizables parece algo muy arraigado en nuestra cultura. Yo
he vivido muchos años haciéndolo y, de hecho, gran parte de lo que he escrito en el pasado
trataba de cómo marcarse y conseguir tus metas.
Actualmente, sin embargo, vivo casi todo el tiempo sin hacerlo. Resulta liberador, y al
contrario de lo que pueden habernos enseñado, no implica que dejes de conseguir cosas.
Significa dejar de estar limitado por tus propias metas.
Analiza esta creencia común: “Nunca irás a ningún lugar si no sabes a dónde vas.” Parece
de sentido común pero, si lo piensas un poco, es obviamente falso. Hagamos un experimento
sencillo: sal afuera y camina en cualquier dirección, cambia de dirección como te venga en
gana, arbitrariamente. Después de veinte minutos, una hora... ¡estarás en algún sitio!
Simplemente no sabías dónde ibas a terminar.
Y ésa es la cuestión: debes abrir tu mente para ir a sitios a los que no esperabas ir. Si
vives sin marcarte objetivos, explorarás nuevos territorios. Aprenderás cosas inesperadas.
Terminarás en lugares sorprendentes. Esa es la belleza de esta filosofía, pero hace más difícil
la transición.
Actualmente vivo casi sin marcarme metas. De vez en cuando me viene alguna, pero la
dejo ir. Vivir así nunca ha sido un objetivo para mi.... es solo algo que estoy aprendiendo y
que disfruto, que me resulta liberador, que funciona con el estilo de vida de perseguir mi
pasión.

TRES NOTAS IMPORTANTES


Mucha gente tiene problemas en este punto, así que voy a dar tres notas previas antes de
ponerse con ello:
1. Mi definición de "Meta": No estoy definiendo meta como “algo que quieras
hacer”. No estoy hablando de deshacerte de todos tus deseos. Sino de olvidarse de los
resultados predefinidos. Aquí “meta” significa “resultado o destino predefinido”. Si
empiezas a caminar, sin saber a dónde vas, podrías decir, “¡Tengo la meta de
caminar!” Pero no sabes a dónde te llevará. Si en lugar de eso, empiezas a caminar
para ir al centro comercial, eso es caminar con una meta. Cuando la gente dice, “¡Tu
estás haciendo algo, por tanto tienes metas!”, mi respuesta es, “Si, pero ni se a dónde
me llevará lo que estoy haciendo, ni me importa.” (Por cierto, que éste es un síntoma
del síndrome de Te Pillé, tratar de señalar mis hipocresías en lugar de seguir
realmente mis recomendaciones.)
2. No tienes por qué intentarlo. Si vivir sin metas te parece estúpido o demasiado
radical, no lo intentes. No importa si no estás de acuerdo conmigo en este punto—a
mí me funciona, pero podría no hacerlo para ti. No hay problema. El resto del libro
todavía puede servirte. Y quién sabe, puede que algún día puedas volver a

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reconsiderarlo.
3. ¿Necesitaba marcarme metas al principio? Mucha gente dice que puede que ya
no necesite metas porque he conseguido muchas cosas, y he llegado al punto de no
necesitar mas. Bien—puedes creer eso ... o, podrías tratar de vivir sin tener metas
prefijadas, y ver que ocurre. No sé si necesitaba hacerlo al principio—¿acaso puedo
volver atrás y comprobarlo? Supongo que no estaría donde estoy ahora si hubiera
utilizado estas ideas, pero estaría en otro sitio igual de válido.

EL PROBLEMA DE MARCARSE METAS


En el pasado, me marcaba entre una y tres metas para el año, y después hitos para cada
mes. Después establecía los pasos que debía efectuar cada semana y cada día, y trataba de
enfocar mi día en esos pasos.
Por desgracia, nunca, jamás, funciona a la perfección. Todos sabemos de lo que hablo. Te
encuentras demasiado ocupado o empiezas a dejarlo para después o se complican las cosas,
tus metas semanales y mensuales se retrasan o pasan a un segundo plano, te desanimas
porque piensas que no tienes disciplina. Revisas tus metas y las restableces. Creas un nuevo
conjunto de hitos y planes de acción.
A veces consigues alguna meta y te sientes genial. Pero la mayor parte del tiempo no las
consigues y te maldices por ello.
Este es el secreto: el problema no eres tu, ¡es el sistema! El sistema de metas está
destinado al fracaso.
Incluso cuando haces las cosas a la perfección, no es lo ideal porque limita tus
posibilidades. Cuando no tienes ganas de hacer algo, debes forzarte a hacerlo. Tu camino
esta marcado, de modo que no tienes posibilidad de explorar nuevos territorios. Tienes que
seguir el plan, incluso aunque te apasione otra cosa.
Algunos sistemas son algo mas flexibles, pero nada es tan flexible como una vida sin
metas.

VIVIR SIN METAS


¿Cómo sería una vida sin metas? En la práctica, es muy diferente a tener metas
prefijadas.
No te marcas una meta para el año, ni para el mes, ni para la semana o el día. No te
obsesionas con realizar el seguimiento, ni ejecutar los pasos necesarios.
Ni siquiera necesitas una lista de tareas, aunque no pasa nada si quieres anotar
recordatorios.
¿Qué haces entonces? ¿Pasarte el día tumbado en el sofá? No, encuentras algo que te
apasiona, y lo haces. Solo porque no tengas metas no significa que no hagas nada—puedes
crear, producir, perseguir tu pasión.
Y en la práctica, es algo maravilloso: te levantas y haces lo que te apasiona. En mi caso,
suele ser escribir, pero podría ser ayudar a los demás o conectar con gente increíble o pasar

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el tiempo con mi mujer o jugando con mis hijos. No hay límite, porque soy libre.
Al final hago más cosas que me hubiera fijado metas, porque siempre estoy haciendo
algo que me encanta. Pero si consigo o no hacer cosas no es la clave,: lo que importa es que
hago lo que me gusta hacer, siempre.
Termino en lugares maravillosos, sorprendentes, fantásticos. Lugares que no imaginaba
cuando empecé.
No importa el camino que sigas, no importa el sitio al que llegues, todos son buenos. No
hay camino malo, no hay destino malo. Solo es distinto, y lo diferente es maravilloso. No
juzgues. Solo vive la experiencia.
Recuerda siempre: el viaje lo es todo. El destino es secundario.

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No Tener Expectativas
¿Cuántas veces tu estrés, frustración, decepción, ira, irritación, mal humor se ha
derivado de algo sin importancia?
Casi todo está provocado por tus expectativas, cuando las cosas (inevitablemente) no
salen como esperamos, y deseamos que sean diferentes.
Construimos expectativas mentales sobre lo que otros deberían hacer, cómo debería ser
nuestra vida, cómo deberían comportarse otros conductores... y todo es pura fantasía. No es
real.
Y cuando la realidad no se ajusta a nuestra fantasía, deseamos que el mundo sea
distinto.
Una solución simple: Coge tus expectativas y arrójalas al mar.
Imagina todas las expectativas que tienes sobre ti, tu vida, tu mujer, tus hijos, tus
compañeros de trabajo, el mundo. Sácalas de dentro y lánzalas al mar. Un río o un lago
también puede servir.
¿Qué ocurre con ellas? Flotan. Se las llevan las olas. Se alejan empujadas por la corriente.
Deja que las aguas hagan su limpieza y las arrastren, que se vayan. Ahora sigue viviendo sin
ellas.
¿Cómo es una vida sin expectativas? Aceptas la realidad como es, y la gente como es, sin
tratar de encasillar a nadie. Aceptas las cosas como son. No tienes por qué decepcionarte,
sentirte frustrado o irritado -o, en tal caso, acéptalo y déjalo ir.
Eso no es decir que no actúes nunca—puedes actuar en la medida que dicten tus valores
e influir en las cosas, pero nunca esperes que el mundo reaccione de tal o cual manera.
Cuando haces algo bueno, no esperas alabanzas o muestras de agradecimiento. Dejas
que esas expectativas de recompensas y elogios se vayan flotando con las olas. Haces las
cosas bien porque te encanta hacer las cosas bien, y no esperas nada a cambio.
Presta atención a tus pensamientos. No te castigues si tienes expectativas. Solo
contémplalas. Y lánzalas al mar.
Presta atención si empiezas a desear que las cosas sean distintas., si te gustaría que
alguien no hubiera hecho tal o cual cosa. Tienes expectativas, y quieres que la gente o el
mundo se ajuste a ellas en lugar de hacer lo que hacen en la realidad. Lanza también esos
deseos al mar. Ahora acepta las cosas como son, y sigue adelante.
Que las aguas del mundo nos limpien, vamos a caminar ligeros por un mundo que ya es
maravilloso sin necesidad de nuestras fantasías.

18
La Ilusión de Control
Cuando piensas que tienes algo controlado, te estás equivocando.
Es increible la cantidad de veces que creemos estar controlando algo cuando realmente
no es así.
El control es una ilusión.
Constantemente hacemos planes que nunca salen como teníamos previsto. Como dice un
viejo refrán “Si quieres hacer reir a Dios, cuéntale tus planes”.
Nos han preparado para marcarnos objetivos, y trabajar en las acciones que lleven a
dichos objetivos. . . y sin embargo ¿cuántas veces fallamos en conseguir nuestras metas?
¿Cuántas veces nos encontramos tratanto de controlar un futuro que no podemos predecir?
¿Sabías hace cinco años que el mundo sería como es ahora—que Obama sería elegido
presidente, que los mercados de valores se desplomarían, que entraríamos en recesión, que
ocurrirían terremotos y tsunamis, que estarías haciendo lo que estás haciendo hoy?
Por supuesto que no. Si no conocemos el futuro, mucho menos podemos controlarlo. Nos
gusta pensar que lo hacemos, pero nunca es cierto.
Y sin embargo seguimos creyendo en la ilusión del control. Nos enfrentamos a un mundo
caótico y complejo y tratamos de controlarlo de todas las maneras posibles.
Intentamos controlar el mundo cuando:
• Tratamos de controlar a nuestros hijos, como si fueran bloques de arcilla que
pudiéramos moldear, como si las personas no fuéramos mucho más complejas de lo
que podamos entender.
• Registramos cada pequeña cosa, desde los gastos al ejercicio que hacemos, lo que
comemos, las tareas que hacemos, el número de visitas de nuestra web, cuántos pasos
hemos dado hoy y cuántos kilómetros hemos corrido. Como si nuestro seguimiento
selectivo pudiera incorporar toda la cantidad de factores complejos que pueden influir
en el resultado.
• Tratamos de controlar a nuestros subordinados—de nuevo, seres humanos
complejos con muchas motivaciones y deseos y hábitos que no podemos comprender.
• Planificamos obsesivamente proyectos, viajes, días, fiestas, como si pudiéramos
controlar el curso de los acontecimientos con nuestro poder de manipulación del
mundo.
Si pudiéramos deshacernos de esta ilusión, ¿qué nos quedaría? ¿Cómo podríamos vivir
en el caos?
Piensa en un pez. Un pez nada en un mar caótico que no puede controlar—mas o menos
como nosotros. El pez, al contrario que nosotros, no vive con la ilusión de que controla el
mar, o a otros peces. El pez ni siquiera intenta controlar su lugar de destino—solo nada, ya
sea siguiendo la corriente, o haciéndole frente según venga. Come, se oculta, se aparea, pero

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no trata de controlar nada.
Nosotros no somos mejores que ese pez, sin embargo nuestro pensamiento crea la
necesidad de la ilusión.
Abandona ese pensamiento. Aprende a ser un pez.
Cuando estamos en medio del caos, olvida la necesidad de controlarlo. Sumérgete en él,
experimenta ese momento; no trates de controlar el resultado, solo haz frente a la corriente
según te venga.
¿Cómo es la vida actuando de este modo? La vida va a ser totalmente distinta a partir
del momento en que dejemos de lado esa ilusión:
• Dejaremos de marcarnos objetivos, y en lugar de eso, haremos lo que nos
apasiona.
• Dejaremos de planificar, y solo haremos cosas.
• Dejaremos de pensar en el futuro, y viviremos el presente.
• Dejaremos de intentar controlar a los demás, y nos enfocaremos en ser amables
con ellos y demostrarles nuestro afecto.
• Aprenderemos que para hacer cualquier cosa es mas importante confiar en
nuestros valores que desear y pelear por ciertos resultados.
• Daremos cada paso sin presión y de un modo equilibrado, en cada momento,
guiados por aquellos valores que nos apasionan.... en lugar de intentar planificar los
siguientes 1.000 pasos y calcular dónde terminaremos.
• Aprenderemos a aceptar el mundo tal como es, en lugar de molestarnos,
estresarnos, cabrearnos, desesperarnos o intentar cambiarlo para que sea del modo
que queremos.
• Nunca nos decepcionarán cómo salen las cosas, porque no esperábamos nada—
solo aceptaremos lo que venga.
Esto podría parecer un modo pasivo de vivir para algunos, y va en contra de nuestra
naturaleza cultural agresiva, productiva y orientada-a-objetivos. Si no puedes aceptar este
modo de vida, de acuerdo—mucha gente vive sus vidas con la ilusión de control. Permanecer
ignorante acerca de lo que los hace sentirse frustrados o infelices no es lo peor que puede
sucederles.
Pero si puedes aprender a vivir de esta manera . . . es la cosa más liberadora que existe
en el mundo.

20
Vivir en el Caos
Ya hemos hablado acerca de abandonar las metas, los planes, las expectativas. Lo que
nos queda por aprender es abandonar la ilusión de controlarlo todo y planificar lo menos
posible.
¿Cómo sería la vida sin metas ni planes? ¿Como vivir en el caos?
No tengo todas las respuestas, pero estoy aprendiendo mucho.
Hace poco fuí al World Domination Summit en Portland con algunos planes. Tenía que
dar una charla, otro par de sesiones mas pequeñas, un paseo en bicicleta programado, un
billete de avión y una habitación de hotel. Pero la mayor parte del fin de semana estaba libre,
sin planes.
Fue liberador. No me importaba dar las charlas y me encantó el paseo, pero conocer a
gente inesperada, salir con gente que no conocía, seguir la corriente de la multitud—fue
divertido. Nunca supe realmente qué era lo siguiente que iba a ocurrir, y eso da miedo ...
pero al mismo tiempo es extrañamente liberador.
También fui hace poco un mes a Guam, y tenía un montón de amigos y familia que ver.
Pero exceptuando el sitio donde vivir, no hicimos planes. No sabíamos que haríamos con el
transporte, ni que haríamos cada día. Daba miedo, pero estuvimos bien.
¿Como vivir en el caos?
Aprende a abrazarlo.

21
Vivir Cada Día Sin Planes
Intento hacer planes lo menos posible, y no tengo objetivos cada día. Al despertar me
pregunto, “¿Qué me va a apasionar hoy?” Y cada día tengo una respuesta distinta.
Claro que tengo obligaciones, pero la mayoría son sobre cosas que me apasionan. Sigo
haciendo cosas que no me apasionan—a menos que pueda evitarlas.
Pero en cada momento intento vivir de manera consciente, en el presente, y preguntarme
. . . ¿Qué es lo que me apasiona? Y ¿Cómo puedo vivir cada momento ajustándome a mis
valores? El caso es ser "consciente". La mayoría de la gente no vive en un estado de
consciencia o de atención plena.
Mi valor es la compasión, que se manifiesta de diversas maneras: amor, amabilidad,
empatía, gratitud. En cada situación, me pregunto, ¿Cómo puedo tratar esto con compasión?
Esta pregunta debería hacérsela mas gente.
Aún estoy en proceso de aprendizaje, y me quedan años por delante para explorar
explorar las diversas maneras de hacerlo.

22
Por Qué los Planes son una Ilusión
A la mayoría vivir sin planes puede parecernos una locura o algo poco realista. De
acuerdo. Pero si quieres ser realista, deberías entender que esos planes que haces no son más
que una mera ilusión de control.
Tomemos un ejemplo sencillo. Planeas escribir un informe (o una entrada de blog o un
capítulo de un libro) y después quedas con un compañero de trabajo. Se supone que tendrías
que escribir a las 9 a.m. y la cita es a las 11 a.m.
Supongamos que las cosas ocurren conforme al plan. Muchos días, ocurren imprevistos y
esa ilusión de control desvanece. Pero algunos días tenemos suerte y nuestros planes ocurren
tal y como esperamos.
Te sientas a escribir, tal y como planeaste. Puede que tengas mas o menos pensado lo
que vas a escribir. Pero mientras escribes te surgen cosas que no tenías previstas. Tienes que
enfrentarte a problemas que no podías haber planeado antes de empezar a escribir. De
hecho, si lo piensas detenidamente, es evidente que era imposible predecir con anterioridad
lo que ibas a escribir—es algo que se desarrolla en el momento de hacerlo, porque solo
entonces puedes pensar bien las cosas, y no hay manera de anticipar el pensamiento de uno
mismo (mucho menos el de los demás).
Así que justo en el momento de escribir pueden surgirte ideas no planeadas, y, de
hecho, si nos abrimos a esta posibilidad, puede que nuestros escritos sean más brillantes de
lo que imaginamos. Por contra, si tratamos de ceñirnos a lo prefijado, puede que ignoremos
esas brillantes ideas que nos surgen.
Ahora son las 11 a.m. y es la hora de tu cita. Te encuentras con tu colega, como
planeaste, y empezais a hablar. Por supuesto, las conversaciones no pueden planearse, y no
hay manera de predecir lo que surgirá en una conversación. Incluso aunque tengas una
agenda, conforme hablas acerca de las cosas de la agenda, surgirán nuevas ideas, y cuando
uno de los dos sugiere una idea nueva, esa idea da lugar a otra en la otra persona, y así
sucesivamente—las ideas se desencadenan, en una y otra dirección, y eso no puede
planearse.
Y entonces nuevas ideas y proyectos y colaboraciones surgen de ésta cita de un modo
que nunca podrías haber planeado. Y eso es algo fantástico.
Ambos eventos, aunque pensemos que ocurrieron tal y como planeamos, fueron
totalmente impredecibles e incontrolables. Cuánto más abracemos el caos, más abrazaremos
las brillantes posibilidades que podrían surgir. Cuánto mas intentemos controlar nuestro
tiempo y nuestras acciones con planes, mas nos limitaremos a nosotros mismos.

23
Abrirse a Lo Que Venga
Tratamos de aferrarnos a la ilusión de control, pero ¿y si abrazaramos el caos? ¿y si nos
abrieramos a cada momento cambiante según se desarrolla, y a las posibilidades para las que
nunca podremos planear nada?
Es hermoso.
Inténtalo. Olvida tus planes durante la siguiente hora. Observa que ocurre, en cada
instante. Piensa sobre lo que te apasiona, aquello que se alinea con tus valores. Hazlo
intencionadamente.
Y según empiezas a hacer cosas que te apasionan, cosas que están en linea con tus
valores . . . ves que surgen cosas nuevas. Hablas con gente sin ninguna intención previa, y ves
las ideas que llegan de esas interacciones. Ves las nuevas oportunidades que evolucionan
según interactúas con la gente, con otras ideas, con tus propios pensamientos.
Puede parecer confuso, pero en realidad tenemos tanto control como sobre cualquier
otra cosa. Como he demostrado, cuando hacemos planes, pensamos que tenemos el control
de las cosas, pero la vida es siempre un flujo—solo nos hacemos creer que todo está bajo
control.
Cuando reconocemos la fluidez de nuestras vidas, aprendemos a utilizar esa fluidez a
nuestro favor. Fluímos. Nos abrimos a las corrientes cambiantes. Vemos las cosas con ojos
abiertos, en lugar de intentar que el mundo se ajuste a nuestros planes y metas
No tengo todas las respuestas, y, de hecho, sería un hipócrita si me declarara capaz de
predecir lo que ocurrirá cuando yo (u otra persona) viva de este modo.
No se lo que ocurrirá. Solo piensa en las posibilidades ilimitadas de lo que acabo de
decir.

24
No Crear Necesidades Falsas
Nuestras vidas se llenan con cosas que necesitamos hacer. Pero fijémonos un poco más
en esas necesidades.
Piensa en las necesidades que puedes tener de comprobar el correo cada 15 minutos, o
vaciar tu bandeja de entrada, o leer todos tus blogs, o dejar algo limpio como una patena, o
decorar tu trabajo a la última moda. La necesidad de controlar a tus hijos, o a tus
compañeros de trabajo, o de reunirte con alguien que te lo pida, o de tener más y más
dinero, o de un coche bonito.
¿De dónde vienen este tipo de necesidades? Son totalmente artificiales.
A veces las necesidades son creadas por la sociedad: tu trabajo te exige que trabajes
hasta las 9 p.m. o que vistas trajes impecables. Tu vecindario tiene ciertos estándares y si no
tienes un césped perfecto y dos bmws en la entrada, te criticarán. Si no tienes el último
iPhone, perderás tu estatus de geek, y tendrás celos de los demás compañeros (que sí que lo
tienen).
A veces las necesidades las inventamos nosotros mismos: sentimos la urgencia de mirar
el correo o las suscripciones RSS o las webs de noticias o los mensajes de texto o las cuentas
de Twitter constantemente, aunque el no hacerlo no tenga consecuencias sociales o laborales
negativas. Queremos una cama perfectamente hecha aunque a nadie mas le importe.
Queremos crear una lista de objetivos en la vida, o para el año, y conseguirlos todos, aunque
no pase nada malo si no logramos casi ninguno.
Algunas de estas necesidades inventadas pueden eliminarse. Solo se requiere un poco de
fuerza de voluntad para dejarlas.
Analiza una de tus necesidades inventadas, y pregúntate por qué es tan importante.
Pregúntate qué pasaría si eliminaras esa necesidad.
¿De qué serviría? ¿Tendrías mas tiempo libre y mas espacio para concentrarte y crear,
menos estrés y menos cosas que comprobar cada día? ¿Qué cosas malas sucederían o
podrían suceder? ¿Y cómo podrías contrarestarlas?
Estas necesidades están creadas por nuestros miedos, y cuánto mas honestos seamos con
estos miedos, mejor. Enfréntate a tus miedos, y pruébate por un corto período de tiempo—
una hora sin esa necesidad, pero solo una hora, o un día. Solo una semana. Si nada malo
ocurre, estira el periodo de prueba, y, lentamente, verás que la necesidad no era tal.
Olvidar una necesidad falsa te hará sentirte mejor, te estarás liberando.

25
Ser Apasionado y No Hacer Nada
que Odies
¿Cuántos días nos pasamos haciendo cosas que nos disgustan? Nos han inculcado que
debemos hacer cosas que odiamos hacer—que estas cosas son necesarias, y que es una virtud
hacer cosas que no nos gusta hacer. No estoy de acuerdo.
Si odias hacer algo, consigue un modo de dejar de hacerlo. Puede que a veces sea muy
sencillo, pero en ocasiones significará realizar un cambio drástico en tu vida. Depende de tí
que hagas ese cambio.
Yo, aunque a veces he dejado de hacer algo sin mas, otras veces pensaba que lo que
dejaba era algo necesario (mi trabajo, vivir en Guam, etc.). Y cada vez que he dejado una
tarea odiosa, me he sentido mas libre.
He dejado varios trabajos que odiaba. No me gusta conducir, así que me mudé a San
Francisco, y ahora mi mujer, mis seis niños y yo vivimos sin coche. No me gusta hacer
cuentas, así que automaticé mis finanzas. Me cansé de moderar comentarios, así que los
eliminé en mi blog. No me gustaba gestionar los anuncios, así que también los eliminé de mi
web. Cuando me aburre un libro, elijo otro. Automatizo o elimino las tareas aburridas y/o
repetitivas de mi vida.
Dejar de hacer las cosas que odio me deja libre para hacer las que me gustan de verdad.
Ahora solo hago cosas que me apasionan. Si empiezo a odiar un proyecto, lo dejo. Eso
podría significar no terminar todo lo que empiezo, pero finalizar lo que empezamos es una
necesidad falsa—en mis experimentos, he encontrado que es mucho mejor método hacer
siempre lo que nos gusta.
Me paso el día con las personas que mas quiero. Leo, y corro, y escribo. Ayudo a otros, y
encuentro tiempo para la soledad. Mi vida esta llena de cosas que me gustan.
Las mismas ideas las aplico a la salud y el entrenamiento físico: busco comidas sanas
que me gusten, y esas son las que como. Busco maneras de jugar haciendo ejercicio, y de esa
manera estoy activo y en forma haciendo cosas que me gustan—correr y saltar y lanzar cosas
y jugar con mis hijos y escalar y esprintar colina arriba y nadar y jugar al baloncesto. Me
pongo en forma haciendo las cosas que me gusta hacer, y no me cuesta nada.
¿No sería más edificante tu trabajo, lo harías mucho mejor y sería mas útil si no
perdieras tanta energía obligándote a hacer todo eso que odias?

26
No Tener Prisa, Ir Despacio y
Estar Presente
No tener prisa. Ir despacio. Ser consciente. Ir con prisas todo el día puede causarte
problemas y un esfuerzo extra.
Tendemos a ir con prisas, hacerlo todo rápidamente, acumulando cada día tantas tareas
como sea humanamente posible. Eso significa que tenemos poco tiempo de pararnos, poco
espacio entre tareas y eventos, poco descanso. y también que rara vez somos conscientes de
lo que estamos haciendo, y no disfrutamos de la vida, la comida o la gente.
También nos causamos problemas innecesarios. Las prisas frecuentemente provocan
accidentes—conducir rápido, por ejemplo, es la mayor causa de accidentes de tráfico. Las
prisas en el lugar de trabajo también provocan accidentes. Hacer una tarea deprisa provoca
errores. No somos conscientes de lo que hacemos cuando lo hacemos deprisa, se nos pasan
cosas, no vemos los problemas que van surgiendo, nos hacemos daño a nosotros mismos y a
los demás.
Tener prisas también provoca estrés en las personas que nos rodean. Cuando trato de
meter prisa a mi familia para no llegar tarde, mi mujer (que siempre se toma su tiempo para
prepararse) se estresa. Cuando en la oficina hacemos las cosas deprisa, nuestros compañeros
se sientes también acelerados. Esto añade una presión extra, innecesaria en cada momento
de nuestras vidas.
En lugar de eso, intenta ir despacio. Este es el verdadero ritmo de una vida sencilla, pero
irónicamente, no es tan fácil para mucha gente. Ir despacio en la oficina, o en casa, es un
concepto raro para la mayoría.
Prueba a comer más despacio. Prueba a no hacer otra cosa sino comer—sin leer ni
navegar por internet ni ver la televisión o hablar con otros. Es duro si no estas acostumbrado.
Pero el resultado es que somos conscientes de nuestra comida—su sabor y textura, de dónde
viene, cuánto comemos, si ya estamos llenos... Es una manera buena de perder peso, de estar
agradecido por lo que tienes, de apreciar lo que estas comiendo.
Prueba a conducir más despacio. Estarás más seguro, causarás menos daño, estarás
menos estresado, te divertirás más conduciendo.
Vivir una vida más lenta significa eliminar objetivos, acciones y planes innecesarios, de
modo que tengas más margen para respirar. Esta eliminación puede llevarte tiempo, pero
puedes hacerlo a tu ritmo, no es necesario que tengas prisa.

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No Crear Acciones Innecesarias
Mucho de lo que hacemos es innecesario. Esta es una afirmación contundente, pero
según lo que he observado es cierta.
Consideremos a Masanobu Fukuoka, el revolucionario agricultor Japonés que mencioné
en un capítulo anterior, “Necesidades Reales y Simples”. El estudió la agricultura tradicional y
moderna, y después de observar minuciosamente llegó a la conclusión de que muchas de las
cosas que hacen los agricultores (modernos o tradicionales) eran innecesarias: arar, labrar,
escardar, fertilizar, podar, utilizar pesticidas. Dejó de hacer lo innecesario y le quedaron
muchas menos cosas por hacer.
El mismo principio se aplica a todo lo que hacemos. Mucho de lo que hacemos solo lo
hacemos por costumbre, porque creemos que es necesario, o porque hemos creado la
necesidad de hacerlo por culpa de otras acciones que hemos realizado. Si examinamos
cuidadosamente cada cosa que hacemos, podemos empezar a abstenernos de hacer cosas
innecesarias.
Seguramente quieras algo más concreto, no solo generalidades. Estos son algunos
ejemplos:
• Responder a cada correo o mensaje de Facebook o de Twitter es innecesario.
Sentimos la urgencia de hacerlo, quizá, porque no queremos ser descorteses; pero he
comprobado que son pocos los que se sienten ofendidos si no les contesto. Selecciona
las respuestas mas esenciales, y esas son las que tienes que hacer.
• Generamos tareas de limpieza y mantenimiento innecesarias si acumulamos
demasiadas posesiones. Deshaciéndonos de las posesiones innecesarias (des-cargarse)
y no incrementándolas, tendremos menores necesidades de limpieza, mantenimiento y
almacenaje.
• Como padres, tendemos a hacer demasiado por y para nuestros hijos. Realmente,
podemos enseñar a nuestros hijos a ser relativamente auto-suficientes, y podemos
darles espacio para jugar y crear sin necesitarnos a nosotros (ni a la electrónica) y sin
aburrirse. De este modo, eliminando acciones como padres, podemos hacer menos, y
al mismo tiempo darles mas espacio para crecer y aprender por sí mismos.
• Las tareas del jardín serán innecesarias si dejas crecer las plantas naturalmente y
siembras verduras entre las malas hierbas. Claro, puede que esto no siga las normas
estéticas del barrio, pero es un ejemplo de cómo podemos cambiar la manera de
hacer las cosas.
• Si te afeitas la cabeza, eliminas de un plumazo un montón de tareas de
mantenimiento del pelo.
• Si puedes trabajar desde casa, o vives cerca del trabajo, eliminas los
desplazamientos.
• Si eliminas los comentarios de tu blog, no tendrás que moderarlos.
Hay infinidad de ejemplos, por supuesto, pero la directriz de "no hacer nada innecesario"

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es lo que hay que mantener en la mente cada día.

29
Encontrar la Satisfacción
Casi todo el mundo que conozco esta buscando mejorar, todo el tiempo.
Quieren una vida mejor, mejores ropas, un coche mejor, un mejor trabajo, un lugar mejor
donde vivir. Y lo comprendo, porque así es como yo he sido la mayor parte de mi vida.
Hasta que aprendí a apreciar lo que tengo, lentamente, no pude mejorar mi vida:
• Al comprender que pasar el tiempo con mi mujer, mis hijos y yo mismo era todo
lo que necesitaba, no necesitaba ir al cine o al teatro, ni ir de compras, gasté menos y
dejé de estar endeudado.
• Al aprender a apreciar la comida hecha en casa, dejé de necesitar comer fuera
todo el tiempo (aunque todavía lo hago ocasionalmente) y perdí peso.
• Al aprender a explorar y sentirme sorprendido por todo lo que me rodea, dejé de
necesitar tanto el coche, y acabé deshaciéndome de él. Colaboro menos al
calentamiento global, y me mantengo en forma caminando y pedaleando.
• Y sobre todo, dejé el circulo vicioso de querer más, o de querer algo mejor, y
comprendí que ya lo tengo todo. Ahora soy mucho mas feliz.
Esto no es algo que ocurra de la noche a la mañana, sino mas bien poco a poco. Estas
son algunas cosas que puedes hacer hoy para aprender a apreciar lo que tienes:
• Mira a tu alrededor, o mejor cuando estés sentado en casa. Comprende que todo
lo que te rodea es lo que necesitas para ser feliz. ¿Qué necesitas para ser feliz?
Comida, un lugar dónde vivir, ropa, otra gente, encontrar algo que hacer a lo que
encuentres sentido, y tener una mentalidad de sentirte satisfecho.
• ¿Quieres hacer algo con sentido? No necesitas cambiar de trabajo—sólo ayuda a
los demás, del modo que puedas. Ayuda a tus compañeros de trabajo a terminar sus
tareas. Atiende a tus amigos cuando te necesiten. Pasa tiempo con la gente que
quieres y anímalos. Hazte voluntario para ayudar a los mas necesitados. Mejora tu
comunidad con pequeñas cosas.
• ¿Te sientes solo? Busca un vecino y hazte amigo suyo. También puedes hacer
amigos como voluntario. Sal con tus compañeros de trabajo. Se considerdo, cordial,
positivo en todas tus relaciones.
• Empieza a contar todas las cosas por las que debes estar agradecido.
• Cuando te encuentres pensando en algo que quieres, empieza a pensar en las
cosas que tienes, a apreciarlas, cada día.
• Se más consciente de todo lo que haces—comer, ducharte, caminar, trabajar,
lavar los platos, hablar, escribir, leer, pasar el tiempo con otra gente.
• Mejora tu capacidad de atención sentándote a meditar diariamente.
Cuando aprecias lo que tienes, te das cuenta de que necesitas muy poco, y que necesitas

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hacer pocas cosas. La vida se vuelve mas sencilla, y mejor.

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Dejar de lado el Exito y la
Necesidad de Aprobación
Lao Tsé dijo:
El éxito es tan peligroso como el fracaso.
La esperanza es tan hueca como el miedo.
¿Qué significa que el éxito es tan peligroso como el fracaso?
Tanto al subir o al bajar un peldaño
tu posición será inestable.
Sólo con los dos pies sobre el suelo
conservarás siempre el equilibrio.

El éxito es algo que se nos inculca desde que nacemos, y casi cada instante de nuestra
infancia y formación está orientado a la idea de éxito. Pero es un concepto vacío. ¿Quién
define el éxito? ¿Por qué es tan importante? ¿Qué ocurre cuando no lo logramos? ¿Y que
ocurre cuando lo logramos y todavía queremos más, o llegamos a la conclusión de que no
merecía la pena todo el esfuerzo, y que hemos malgastado nuestras vidas?
La necesidad de éxito, y de ser reconocido como triunfador, nos empuja a hacer cosas
innecesarias. Nos esforzamos por tener una casa bonita, un coche, ropa, aparatos
electrónicos, viajar por el mundo, un trabajo prestigioso, una lista de logros, una pandilla de
seguidores en línea. ¿Con qué fin? Para parecer buenos a los ojos de los demás, cuando en
verdad el resto del mundo solo está preocupado de sí mismos.
Abandona la necesidad de éxito, de que los demás te aprueben. Esta bien querer tener
una buena apariencia de cara a nuestros compañeros, pero que ésa no sea una fuerza motriz
de nuestras vidas.
Mantén tus pies en el suelo. Encuentra el equilibrio, aprecia lo que tienes.
No pienses en el “éxito”.

32
Tener Menos
Parece que tuviéramos un instinto natural para añadir cosas a nuestras vidas. Queremos
conseguir más, hacer más, probar nuevas aficiones, hacer nuevos amigos, comprar más.
Pero cada cosa que añadimos a nuestras vidas necesita también más esfuerzo. Añadimos
cosas nuevas, una a una, sin pensar en lo que cuesta mantenerlas, un amigo, una afición, una
meta. Poco a poco se acumulan, y no sabemos cómo reducirlo.
Un consejo general sería cuidarse mucho al añadir cosas nuevas en tu vida y, por regla
general, tratar de eliminarlas.
Por ejemplo, si aparece una nueva red social, piénsatelo dos veces antes de registrarte, y
considera de cuál de aquellas en las estás puedes prescindir.
Medítalo antes de hacer nuevos amigos, nuevos proyectos, nuevos compromisos. Si tienes
compromisos que no están mejorando tu vida sino complicándola, deshazte de ellos.
Eliminar las cosas que te sobran es un proceso delicado que lleva su tiempo. Añadir, sin
embargo, suele hacerse sin pensar—es fácil decir si sin pensar previamente en todas las
consecuencias que tendrá en nuestras vidas. Por eso, ten cuidado cuando pienses en algo
nuevo, y elimina poco a poco todo lo que sea posible.
Protege tu vida como un guardián. Sigue eliminando cosas lentamente hasta que te
quedes solamente con lo que te gusta, con lo que es necesario, lo que te hace feliz.

33
Cambiar Tu Mentalidad y No
Sentirte Culpable
Cuando la gente oye hablar por primera vez de no esforzarse, o de abandonar metas y
expectativas, de renunciar al control, de hacer menos . . . suelen tener pensamientos
negativos.
Hacer menos va contra las normas culturales, se considera cosa de vagos. No nos gusta
ser pasivos, no es una expresión de poder. Queremos trabajar mas duro, no sólo pasar por la
vida. Queremos conseguir más cosas, no renunciar a metas.
Esa es la mentalidad para la que hemos sido entrenados, pero no tiene por qué ser la
mejor. Aunque he pensado así durante muchos años, gracias a mi experiencia, he llegado a la
conclusión de que es mas natural y satisfactorio vivir una vida sencilla (sin tanto esfuerzo). Y
ahora estoy mucho mas contento.
Si ves que tienes una reacción negativa a cualquiera de estas ideas, esta bien. Considera
esas reacciones. Luego pregúntate si estás en lo cierto, o si es posible que funcione también
de esta otra manera, puede que incluso las cosas mejoren. Si piensas que solo puede
funcionar en teoría, que te faltan pruebas objetivas, obtén esas pruebas con tu propia
experiencia.
Cuándo empezamos a hacer menos cosas, y lo hacemos con menos esfuerzo y mayor
fluidez, puede que al principio nos sintamos culpables. Pero según vamos viendo los
resultados de este alocado experimento, empezaremos a sentirnos mejor, veremos que hacer
menos no es tan malo. Este cambio de vida no consiste en ser perezoso, sino en vivir más
contento de un modo mas natural y consciente.
Se trata de vivir bien. No es que estés rechazando tus viejas ideas, estás dándote la
oportunidad de conseguir una vida mejor, mas sencilla.

34
Ser Como el Agua
Bruce Lee nos enseñó la lección de la fluidez:
No te establezcas en una forma, adáptala y construye la tuya propia, y déjala crecer, sé
como el agua.
Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua.
Si pones agua en una taza
se convierte en la taza.
Si pones agua en una botella
se convierte en la botella.
Si la pones en una tetera
se convierte en la tetera.
El agua puede fluir o puede chocar.
Sé agua amigo mío.

En la práctica, significa olvidar los planes y caminos prefijados. Significa no tener


expectativas de cómo será una situación, o de cual será su resultado. Significa permanecer
flexible de modo que podamos adaptar nuestras acciones—o no-acciones—a una situación
siempre cambiante, al instante que se está desarrollando.
Cuando nos fijamos metas o itinerarios, perdemos flexibilidad y capacidad de
adaptación, porque queremos ir a un lugar concreto siguiendo una ruta específica. Pero ¿y si
las cosas cambian? Es duro adaptarse si permanecemos rígidos y fijos; pero si no lo hacemos,
podemos adaptarnos a los cambios fácilmente.
¿Qué ocurre cuando tus planes se tuercen? ¿Te disgustas? Si aprendes a no esperar
resultados, a no desear que las cosas sean diferentes, no te disgustarás. Te adaptarás. Fluirás.
Nos abrimos a la posibilidad. Sin un camino prefijado, somos libres de tomar cualquier
desvío, cualquier oportunidad, cualquier capricho, cualquier puerta que se abra cuando
menos lo esperamos. Es imposible predecir el futuro con exactitud, así que ¿cómo podemos
saber el modo en que evolucionarán las cosas? Si no sabemos cómo van a evolucionar las
cosas, ¿como podemos establecer una ruta fija de antemano? Dejándote fluir, te permites ver
las cosas según cambian, adaptarte sin perder el equilibrio, aprender de lo que ocurre, y
utilizar esta información nueva para cambiar tu rumbo de manera intuitiva e inteligente.

35
Dar la Misma Importancia a Cada
Acción
Hace poco, una monja Zen amiga mía, Susan O’Connell, me enseñó una cosa
importante. Susan es Vicepresidenta del Centro Zen de San Francisco y anteriormente fué
actriz de cine y televisión.
Dió una charla acerca de cómo es su día a día, y fue esclarecedora. Desde entonces he
puesto sus ideas en práctica.
Susan dice que ella da la misma importancia a cada una de las cosas que hace, a cada
instante. Normalmente tendemos a hacer justo lo contrario: ciertas cosas son más
importantes que otras de modo que mentalmente nos enfocamos más en unas y pensamos
poco en otras.
Susan le da la misma importancia a meditar, trabajar en un proyecto importante, hablar
con un desconocido, andar hacia su coche en el aparcamiento, comer un cuenco de sopa.
Ninguna es mas importante que otra. Incluso le da la misma importancia a los espacios
intermedios.
Los espacios intermedios: cuando pasamos escribir un email a hablar con un compañero
de trabajo, es un espacio intermedio. Cuando pasamos de comer a poner nuestro plato en el
fregadero, es un espacio intermedio. Y normalmente apenas registramos esos espacios en
nuestra conciencia.
Imagina que le das a estos espacios la misma importancia que si hicieras algo importante.
¿Cómo sería un día lleno de estos espacios importantes? Según mi experiencia, significa estar
mas conscientes, tener un día mas lento y con aceleraciones mas uniformes, estar mas
tranquilos y en paz. Significa tener menos estrés y realizar menos esfuerzo.
Inténtalo una hora. Realiza cada cosa conscientemente, y dándole la misma importancia
— ya sea guardar algo, caminar de un sitio a otro, coger el teléfono, o hablar con alguien.
También significa restar importancia a las cosas que tendemos a sobrevalorar o
dramatizar. Empezaremos a no invertir tantas emociones innecesarias en cosas que en
principio no son tan dramáticas. A veces solemos perder la perspectiva y la calma, pero
podríamos evitarlo si le diéramos la misma importancia a todas las cosas.
Como ocurre con cualquiera de estas ideas, sigo aprendiendo a dar la misma
importancia a todas las cosas, pero ya me está sirviendo. Espero que también te ayude a tí, y
si lo hace, dále las gracias a Susan.

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Una Dieta Sencilla
Cada vez me encuentro mas sano, en forma, ágil y feliz, y todo gracias a una dieta muy
sencilla — aunque me doy mucha libertad y no soy nada estricto.

LO QUE COMO
Normalmente (aunque no de manera estricta) consumo alimentos de verdad, integrales,
vegetales y no procesados. Algunas combinaciones:
• Un montón de verduras, especialmente las de hoja verde oscura
• Legumbres (incluyendo las de soja)
• Frutos secos y semillas (almendras, nueces, semillas de lino, quinoa, etc)
• Cereales integrales como avena cortada, arroz integral
• Frutas sin medida
• Vino, café, té
También como alimentos mínimamente procesados como el aceite de oliva, las cremas
de frutos secos, el tofu, vinagres, etc.
Me encantan los aguacates, los frijoles negros, las almendras, las lentejas, la leche de
coco, las bayas, los boniatos, los granos germinados...
Me gusta el chili vegetal, el tofu salteado con verduras y quinoa, los frijoles negros con
salsa de tahini sobre arroz integral y col rizada, la avena cortada con almendras crudas,
bayas, semillas de lino y canela, cosas así.

DE LO QUE COMO MENOS


Lo único que he dejado completamente es la carne y el resto de productos animales. Pero
también hay cosas de las que como menos que antes:
• Dulces
• Cereales procesados
• Bebidas azucaradas
• Fritos
Me las permito en ocasiones, pero solo en pequeñas cantidades.

POR QUÉ NO CONSUMO PRODUCTOS ANIMALES


No dejé de comer carne, leche o huevos por razón de salud, sino por razones éticas. No

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encuentro ningún motivo para causar sufrimiento y matanzas masivas a seres vivos que
sienten y sufren, solamente por placer (porque sabe bien).
Claro, puedes decir que el pescado o el yogur son comidas sanas, pero lo cierto es que,
podemos llevar una dieta saludable sin consumir estos alimentos (como acabo de demostrar).
De modo que la única razón real para comer animales es por placer, y eso no me hace sentir
bien. No juzgo a los que lo hacen, pero personalmente no quiero formar parte.

CONCLUSIONES
No es una dieta complicada. Es bastante barata, tiene muchos nutrientes, no es difícil de
preparar y está deliciosa.
Y es sana. Puedes comer alimentos sencillos y no procesados, todos vegetales, y estar
increíblemente sano. Y no tienes por qué estresarte ni ser disciplinado — tan sólo disfruta y
come los alimentos menos saludables solo en ciertas ocasiones y con moderación.
He descubierto que cuando dejé de comer alimentos de origen animal, empecé a
disfrutar más del resto de alimentos que continuaba comiendo. Y que aumentaba mi nivel de
energía.

ALGUNAS RECETAS
Se que habrá quien quiera recetas, así que aquí dejo algunas que he publicado
anteriormente:
• Avena cortada:
http://zenhabits.posterous.com/my-favorite-healthy-breakfas t
• Revuelto de tofu:
http://zenhabits.posterous.com/leos-healthy-scrambled-tofu
• Chili vegetal:
http://zenhabits.net/health-tip-try-eating-vegetarian/
• Salsa de tahini con alubias, col rizada, arroz integral (la receta no es mía:
http://www.livestrong.com/recipes/i-am-attentive-spice-tahi ni-saue/

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Ser Padres Sin Complicaciones
Para los que tenemos hijos, ser padres es frecuentemente una de las cosas que nos
requieren mas esfuerzo. Ser padres no es fácil, y no voy a escribir un capítulo intentando
convencerte de tal cosa.
Sin embargo, he encontrado que, eliminando ciertas tareas, ser padres puede ser mas
sencillo de lo que suele serlo para la mayoría de nosotros.
Repasemos algunas de las cosas que solemos hacer como padres, y cómo pueden
ayudarnos los principios de este libro para no esforzarnos tanto:
• Muchas veces recargamos la agenda de nuestros hijos: tienen las actividades del
colegio y los deberes, pero también: deportes, clases de baile, clases de música,
campamentos de verano, quedadas para jugar, fiestas de cumpleaños, y muchas mas.
Están continuamente ocupados, y nosotros también. ¿Y si en lugar de recargarlos
tanto, les dejáramos afrontar por ellos mismos el aburrimiento? No tendríamos tantas
cosas que hacer.
• Muchos nos estresamos por el tema de la limpieza de la casa y las habitaciones.
¿Y si dejáramos de preocuparnos por las habitaciones de nuestros hijos y solo
tratáramos de darles un buen ejemplo, sin preocuparnos tampoco por si nuestros hijos
están o no aprendiendo de nuestro ejemplo? Estaríamos menos estresados.
• Muchos estamos preocupados por el éxito de nuestros hijos, y hacemos
demasiado para darles la mejor base para que consigan el éxito. Pero ¿y si
olvidáramos nuestras expectativas y esperanzas sobre lo que nuestros hijos pueden o
no hacer, y en lugar de eso, aceptamos lo que ellos decidan hacer con sus vidas?
• Muchas veces esperamos de nuestros hijos que sean perfectos, que se comporten
lo mejor posible, y casi nunca cumplen nuestras expectativas (o se estresan de un
modo increíble intentando cumplirlas). Pasamos un montón de tiempo intentando que
nuestros hijos de ajusten a los estándares que les marcamos. ¿Y si olvidáramos
nuestras expectativas, y los aceptamos simplemente por quiénes son?
• Nos hemos hecho una idea de lo que nuestros hijos deberían estudiar, y de cómo
deberían educarse. He llegado a la conclusión de que la mayoría de mis antiguas
ideas sobre la escuela eran erróneas, y ahora Eva y yo hemos sacado a nuestros hijos
de la escuela. Hemos abandonado el sistema tradicional y secuencial de aprendizaje, y
les dejamos aprender sobre lo que les interesa (y ahora les gusta aprender), les permite
aprender por sí mismos (para que puedan hacerlo cuando sean adultos), les permite
aprender a resolver problemas (para que puedan resolver cualquier problema, no solo
memorizar datos inútiles). En resumen, aprenden del mismo modo que aprendemos
los adultos, basados en lo que nos interesa. Y como resultado, tengo mucho menos
que hacer sobre su educación, porque en verdad todo lo que ellos necesitan saber es
la manera de aprender por sí mismos y cómo resolver problemas.
Todavía no tengo aprendidas todas estas lecciones. Son cosas sobre las que estoy
experimentando, pero los resultados hasta ahora han sido increíbles.

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He aprendido que son pocas las cosas que tenemos que hacer como padres —
principalmente mantenerlos con vida y tratar de no meter la pata.
Como Masanobu Fukuoka en sus teorías de agricultura natural. Mi conclusión es que
cuánto menos intervengamos como padres, mejor.
Eso no significa que los ignore. Para nada: paso tiempo con ellos, pero sin ninguna
estructura ni expectativas. Pongamos un ejemplo, no espero que actúen exactamente como yo
lo hago o como yo quiero que lo hagan. Los quiero, de modo incondicional, sin importar el
modo en que se comporten. Les dejo crecer y aprender por sus propios medios, interviniendo
lo mínimo y marcándoles muy pocos objetivos. Eso los hace mejores, según estoy
comprobando.

40
Relaciones Sencillas
Las relaciones son probablemente lo mas complicado de nuestras vidas. Desde las
batallas interminables con compañeros de trabajo al histórico de penas y alegrías con
nuestros seres queridos, los milagros y frustraciones de ser padres, cada relación adopta
multitud de significados en función de acciones pasadas y emociones resultantes de estas
acciones.
¿Cómo podemos simplificar todas estas relaciones? Aprendiendo a estar presentes, y a
olvidar todas las injusticias anteriores. Olvidando nuestras expectativas respecto a la gente
con la que vivimos o trabajamos, y simplemente aceptándolos por quiénes son.
Puedes despertarte y seguir enfadado con tu esposa por una ligera discusión la noche
anterior, o puedes levantarte y ver su preciosa cara y apreciarla por lo maravillosa que es.
Esas injusticias pasadas solo permanecen si vivimos en el pasado. Si aprendemos a vivir en el
momento presente desaparecen, porque todo lo que tenemos es lo que está ocurriendo justo
ahora: otra persona, respirar, querer que nos amen.
Practica el estar presente en tu siguiente interacción con un amigo o con quien quieras.
No te preocupes sobre lo que ha ocurrido antes, o lo que ocurrirá después. Solo disfruta de
estar con esa persona, presta toda la atención a esa persona, y muéstrate agradecido de estar
en su presencia.
Practica el dejar a un lado las expectativas sobre la gente. Son estas expectativas las que
nos causan frustración, enfado y decepción. Si tus compañeros de trabajo te molestan, es
porque esperas que ellos sean mejores, diferentes. No lo son. Son tal y como son, y desear
que sean diferentes solo te lleva a la frustración. Acéptalos tal y como son, y trabaja con esa
realidad.
Eso no significa que tengas que soportar todo lo malo de la gente. Significa que en tu
mente, no deseas que sean diferentes, que no sean maleducados. En lugar de eso, responde a
esas faltas de educación del modo apropiado en cada momento, y puede que incluso
aprendas algo de humanidad en el proceso.
Dejar marchar las expectativas puede ser extremadamente difícil. En primer lugar
implica estar atento — ser conscientes de que tenemos expectativas sobre la gente, y que
estas expectativas pueden causarnos frustración. Ese es un paso difícil, pero deshacerse de
dichas expectativas lo es aún mas. Significa respirar hondo, y decir, “Así es como es el
mundo ahora mismo, y es perfecto.”
Y esas expectativas, y las frustraciones resultantes están por todos lados. Cuando nos
enfadamos con otros conductores, es porque esperamos que conduzcan de determinado
modo, cuando la realidad es, que siempre hay malos conductores. Esperar algo diferente es
inútil. Cuando estamos en una cola y la persona que atiende la cola es lenta, nos gustaría
que fuera mas rápida, y eso nos pone de los nervios. Cuando nuestro hijo se porta mal, nos
gustaría que fuera perfecto. Cuando nuestro amigo no va a una cita, deseamos que sí hubiera
ido.
Todas esas expectativas solo sirven para causarnos sufrimiento. Si no les hacemos caso
simplificaremos todas las relaciones.

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Trabajo Sin Esfuerzo
El trabajo puede ser un juego, y cuando lo es, prácticamente no supone esfuerzo.
Tomemos como ejemplo el trabajo de escribir este libro. Decidí hacerlo por diversión,
para explorar algunas de las ideas que he estado practicando últimamente, y ver que ocurría
si las hacía públicas y abría las puertas al mundo. Y me lo he pasado en grande. El resultado,
nunca me ha resultado tan fácil escribir, y éste es el libro que he escrito en menos tiempo.
Ideas para convertir el trabajo en un juego (sin esfuerzo):
• Haz lo que te apasione. Cuando haces algo monótono, es difícil que te lo pases
bien haciéndolo.
• Compártelo con gente. Trabaja con alguien que te guste, o haz que sea un
proyecto en grupo, o que alguien te lleve el control.
• Publica tus progresos en la red. Esto no servirá para todos los proyectos, pero
puede ser divertido compartir lo que has estado haciendo con más gente, y que
opinen al respecto cada día.
• Hazlo en pequeñas dosis. Por ejemplo, los capítulos de este libro son muy cortos.
Puedo escribirlos de una sentada, y de hecho puedo escribir varios capítulos de una
sentada. Eso significa que escribir un capítulo nunca es una tarea difícil, y que no
tengo que obligarme a hacer una cantidad de trabajo aburrido que me intimida. Si un
proyecto es demasiado largo, rómpelo en varias partes mas pequeñas.
• Haz que sea como una competición. Crear un desafío entre dos o mas personas
puede añadir un montón de diversión a cualquier tarea. Me encanta jugar al
baloncesto, por ejemplo, y así puedo pasarme un par de horas jugando y no sentir que
estoy haciendo ejercicio — es solo un juego.
• Déjalo si te aburres. Nunca juegas por obligación, y si estas cansado de jugar, te
vas. Las tareas deberían hacerse del mismo modo: si estas cansado, déjalo. Ya podrás
continuar mas tarde.
Por supuesto, estoy asumiendo que tienes cierto nivel de control sobre tu trabajo. A veces
no tienes tanta suerte, pero aún así puedes enfocarte en las partes de tu trabajo que sean mas
divertidas, y convertir las partes aburridas en pequeños juegos — ¿cuántas palabras puedes
escribir en 10 minutos o de cuántos clientes puedes despedirte con una sonrisa?
Si odias tu trabajo — puede que te sea imposible tomarlo como un juego — piensa que
puedes cambiarlo. No estamos atados a nuestros trabajos. Yo me sentía como si lo estuviera,
mas de una vez, porque mi familia dependía de mis ingresos. Pero cambié, atendiendo a
otras ofertas de empleo, explorando cosas que me interesaban de verdad.
Encuentra algo que te apasione hacer, con lo que tengas la sensación de estar jugando, y
haz que sea tu trabajo. Lo que significa que tienes que ser realmente bueno en eso — cuando
seas realmente bueno, la gente te pagará por ello. Así que juega en tu trabajo, o puede que
en otro trabajo al mismo tiempo, y sigue jugando hasta que seas muy bueno. La única forma
de mejorar en algo es hacerlo.

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Encuentra la manera de vivir de el, una vez seas bueno haciéndolo. Encuentra la manera
de ayudar a otra gente a hacer lo que te encanta hacer. Eso puede implicar algo de
pensamiento creativo, pero normalmente basta con unas pocas búsquedas en internet hasta
que encuentres a otros que están haciendo lo mismo que te encanta hacer, y que están
ganando dinero por ello.
No importa cual sea tu trabajo, puedes encontrar la manera de hacer que parezca un
juego. Es solo cuestión de mentalizarse. Y una vez que se convierte en un juego, no supone
un esfuerzo.

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Convertir las Quejas en
Agradecimientos
Una vida llena de quejas no esta exenta de esfuerzo. Es una lucha continua, porque todo
en la vida es horrible. Pero un simple cambio de mentalidad puede cambiarlo todo.
Piensa en tu queja principal de hoy. Ahora trata de encontrar un modo de estar
agradecido por esa queja.
Algunos ejemplos:
• Me he lastimado el codo jugando al baloncesto. Pero, ¡qué suerte tengo que poder
tener una vida tan activa!
• Mi jefe ha estado insoportable todo el día. Estoy agradecido por la oportunidad
que me brinda de practicar la paciencia, de estar presente, de aprender humanidad,
de estar vivo.
• Hoy me he quedado sin trabajo. Y por tanto tengo tiempo para explorar todos
esos trabajos que hasta ahora no he podido realizar.
Es algo que te cambia. Pasas de odiar el mundo a amarlo. Dejas de desear las cosas que
no tienes, y empiezas a apreciar lo que sí tienes.
Convertir una queja en agradecimiento es un proceso simple:
1. Primero debes darte cuenta de que te estás quejando. Toma consciencia de tus
pensamientos, o de tu diálogo interno negativo.
2. Detecta también cuando estas deseando que las cosas sean distintas de lo que
son. Lo cual, si lo piensas, es una actividad inútil. Ahora acepta las cosas tal y como
son. Da por bueno que el mundo sea exactamente como es. Y piensa que el mundo
continuará siendo como es, tanto si lo aceptes como si no.
3. Ahora agradece que tengas la oportunidad siquiera de quejarte. Estar vivo es un
milagro. Encuentra la manera de ver el lado positivo, porque todo tiene un lado
positivo si lo observas lo suficiente.
Hacerlo una vez te produce un subidón. Pero hacerlo diariamente, o durante todo el día,
puede cambiar tu vida. Pronto dejarás de quejarte, y caminarás por la vida mas feliz que
nunca.

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Dejar de Discutir
Nuestras vidas no son fáciles porque discutimos demasiado. Pero es algo completamente
inventado, que solo está en nuestras mentes.
Inventamos estas discusiones por muchas razones: para dar significado a nuestras vidas,
para sentirnos realizados, para dramatizar (aunque sea solo en nuestras cabezas), o solo
porque es el modo de pensar al que nos hemos acostumbrado.
Dejar de discutir no es siempre fácil, pero si te hace sentir mas libre. Cuando te das
cuenta de que no tienes que discutir por todo, la vida se hace mucho mas fácil.
Pongamos el ejemplo de la discusión con tu hija pequeña para que se coma las verduras.
Es innecesaria — obligarla a comerse las verduras no sirve de nada. A la niña no le van a
gustar mas las verduras si se ve obligada a comerlas. En lugar de eso, dale ejemplo comiendo
verduras, y trata de encontrar maneras para que comer cosas sanas sea divertido para ella.
Haciendo que sea divertido, y olvidando la necesidad de obligarla a comer verduras, no
tendrás esa discusión innecesaria.
Lo mismo se aplica a cualquier otra discusión en la que tengamos expectativas de los
demás —olvida esas expectativas, y deja de obligar a la gente a que se ajuste a tus
expectativas. De todos modos, existen solo en tu imaginación. En lugar de eso, motiva a
través de la inspiración, haz las cosas divertidas y enfócate en lo que es importante: la
relación. La discusión nunca es tan importante como la relación.
La discusión tiene su origen cuando nos empecinamos en que las cosas vayan por un
determinado camino. En lugar de eso, fluye alrededor del obstáculo como el agua, encuentra
un camino alternativo, olvida el camino prefijado. Adáptate, fluye, y acepta el cambio de
rumbo.

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Cómo Tratar a los Demás
Una de las cuestiones mas difíciles para cualquiera que quiera cambiar su vida es: ¿Y si
el resto de la gente no quiere simplificar?
Es un problema sorprendentemente común, y no tiene una fácil respuesta.
Sin embargo, hay cosas que puedes hacer por tu pareja, familiares, amigos, compañeros
de trabajo o el resto de gente de tu vida: perseverar en el modo de encontrar la simplicidad.
Tengo la suerte de que mi mujer, Eva, es un apoyo increible y de hecho se ha unido a mi
cruzada por la simplicidad. Ella ha eliminado mucho de lo que le sobraba, ha simplificado su
vida, y aunque no es tan minimalista como yo (¿quien puede culparla?), ha recorrido un largo
camino y estoy orgulloso de ella.
Pero no es casualidad — Conté con Eva desde el principio, la mantuve a mi lado, y no la
obligué ni la forcé a hacer nada (bueno, normalmente — no presumo de ser perfecto). Y por
supuesto, lo más importante es que ella quiere sinceramente que yo sea feliz y que tenga
éxito en cualquier cosa que haga. De nuevo, tengo mucha suerte.
He conseguido implicar a mis hijos, al menos un poco, en muchas cosas de las que hago,
y también he conseguido que vivan sus vidas de un modo distinto a como yo llevo la mía.
También he tenido que tratar con familiares y mas gente que no me han apoyado tanto —
alguno que otro se posicionó activamente en contra de las cosas que tratábamos de hacer.

UN MÉTODO SIMPLE
¿Qué he hecho en estos casos? Me gustaría compartir algunas cosas que me funcionaron
a mí, con la esperanza de que os puedan servir también a algunos de vosotros. Como
siempre, tu decides hasta dónde quieres llegar.
1. Modelo de comportamiento. La cosa más importante que puedes hacer para
convencer a los demás de tus ideas es ser el mejor modelo posible. Recorre el camino,
y hazlo visiblemente, que los demás puedan ver lo que estás haciendo. Eso va por tu
mujer, tus hijos, tu familia y amigos, tus compañeros de trabajo. De hecho, solo
demostrar cómo hacerlo puede ser de gran utilidad. Elimina lo sobrante de tu vida,
vive mas simplemente, y con eso habrás recorrido un largo camino para convencer a
los que te rodean.
2. Comparte cómo es de importante para ti, y cuáles son los beneficios. Esta es la
segunda parte de convertirse en un modelo a seguir: conforme empiezas a simplificar
tu vida, muestra a los demás lo bueno que es para ti, lo importante que es. Háblales y
explícales por qué lo estás haciendo. Si la gente comprende tu motivación, puede que
empiecen a embarcarse contigo, o que al menos no se sientan tan amenazados. Y
cuando vean lo bueno que es para tí, lo feliz que te hace y todas las cosas fantásticas
que aporta a tu vida, se irán acercando poco a poco a tus ideas.
3. Pide ayuda. Una de las primeras cosas que hice con Eva fue pedir su apoyo. No solo
su consentimiento, sino su ayuda física. Le confesé que no podía hacerlo por mí
mismo y que la necesitaba. Mucha gente, si se preocupan realmente por tí, querrán

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ayudarte. Quieren que seas feliz, y si les dices cómo pueden ayudarte, se esforzarán al
máximo. Si puede ser, haz que simplificar sea una tarea de equipo — no solo algo
que tú estas haciendo, sino algo que estais haciendo juntos. ¡Y haz que sea divertido!
4. Educar. La mejor manera de educar a los demás es, como dije anteriormente,
mediante tu ejemplo. Pero además, puede que quieras compartir los libros y webs y
blogs que lees, no de un modo insistente para que cambien, sino solo para mostrar
tus intereses y darles un modo de aprender si les interesa. También sirven los
documentales, podcasts, revistas, y cualquier otra buena fuente de información. No
puedes obligar a la gente a leer o ver, pero puedes dárselo a conocer. Además, habla
con ellos del tema — de nuevo, sin tratar de obligarlos sino mostrando lo apasionado
que estás y cómo te gustaría compartir las cosas que estás aprendiendo. Si ves que los
estás aburriendo, no sigas insistiendo.
5. Ayúdales a conseguirlo. Si has conseguido convencer a alguien importante en tu
vida de tu modo de pensar, al menos un poco, no les critiques cuando no hagan las
cosas bien, o no tan bien como a tí te gustaría. Trata de animarles, alégrate por ellos,
y apóyales lo mejor que puedas. De nuevo, que sea un trabajo de equipo.
6. Entiende que no puedes controlar o cambiar a los demás. Una de las
frustraciones mas comunes proceden de intentar controlar a otros, o de forzarlos a
cambiar, pero eso siempre lleva a la discusión, y nunca se consigue un alto grado de
cambio. Esto es aplicable a tu pareja o a tus hijos. Intentamos controlarlos pero
realmente no podemos. En lugar de eso, trata de influenciarlos, anímalos, ayúdalos a
encontrar la felicidad. Y olvida esa necesidad de control. Es difícil pero esencial.
Cuando hayas abandonado esa necesidad de controlar, serás mucho mas feliz.
7. Pon límites. Cuando hayas dejado de intentar controlar a los demás, tendrás que
encontrar maneras de vivir con distintos objetivos y maneras de vivir. Si tu quieres
simplificar y los demás con los que vives o trabajas no quieren ¿como podéis convivir
en paz? Algunas opciones (sin llegar a una lista exhaustiva): decide a quien pertenece
cada cosa y simplifica solo lo que te corresponde; determina tus espacios dentro de la
casa o la oficina; acuerda compromisos entre simplicidad y desorden.
8. Ten paciencia. No esperes que los demás cambien de la noche a la mañana solo
porque tu lo haces. Personas importantes en tu vida puede que no estén tan
emocionadas con el cambio, porque es algo que no parte de ellas. Puede que no hayan
aprendido tanto o tan rápido como tu. O puede que no quieran cambiar ni apoyarte
en nada, al principio... pero mas tarde, es posible que cambien de opinión. Otra vez,
no presiones ni seas pesado con el tema, ten paciencia, aliéntalos, con una actitud de
compartir eso que has aprendido y te apasiona.
9. Cambia lo que puedas. A veces no puedes cambiar todo lo que te gustaría, y tienes
que aprender a aceptarlo. Enfócate en las áreas que puedas controlar, lo que los
demás te dejan cambiar. Las otras áreas puede que vengan después (o puede que no).
Eso es lo que tiene tener mas gente en tu vida — dejas de tener control absoluto, pero
a cambio tienes el regalo de compartir tu vida con otros seres humanos, algo que
nunca deberías dejar de hacer.
10. Busca ayuda. Si los que están a tu alrededor no pueden ayudarte, busca ayuda donde
sea. Podría ser de otros que estén haciendo lo mismo que tu — amigos o familia, o
gente cerca de tí. Podría ser de comunidades en línea, como redes sociales o foros.

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Hay un montón de gente ahí fuera intentando simplificar su vida. Comparte tu
progreso, desafíos, frustraciones, etc. con ellos, y recibirás ayuda de gente que te
comprende.

UNA OPORTUNIDAD PARA PRACTICAR


Muchas veces no puedes controlar gran parte de las cosas que te rodean — los
adolescentes deben vivir según las reglas de sus padres, por ejemplo, y muchos empleados no
controlan su flujo o entorno de trabajo. Esto puede ser muy frustrante si estás tratando de
cambiar, para vivir una vida más sencilla.
Si hay gente que intenta controlarte, o que no quiere cooperar, o que te complica la vida,
prueba un método simple pero poderoso:
Mira cada interacción con estas personas como una oportunidad.
• Una oportunidad para practicar la paciencia.
• Una oportunidad de empatizar y ser compasivo con los demás.
• Una oportunidad para dejar a un lado nuestras expectativas de lo que los demás
deberían hacer.
• Una oportunidad para dejar de desear que las cosas sean distintas de lo que son.
• Una oportunidad de ser agradecido por poder enfrentarnos a las frustraciones.
Cuando ves estas situaciones difíciles como una oportunidad para practicar estas
virtudes, entonces ves que es una bendición tener a estas personas en tu vida.

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Ya Eres Perfecto
Un montón de gente lee los blogs de desarrollo personal de otras personas porque
quieren mejorar. No están satisfechos con sus vidas, son infelices con sus cuerpos, quieren ser
mejores personas.
Lo sé, porque yo era uno de ellos.
Este deseo de mejorarme a mí mismo y a mi vida fue una de las cosas que dio lugar a
Zen Habits. Yo he estado ahí, y puedo decir que todo eso conlleva un gran esfuerzo, y un
montón de insatisfacción con quien eres y con cómo es tu vida.
Una idea poderosa que me ha ayudado es entender lo siguiente: Ya eres lo bastante
bueno, ya tienes más de lo necesario, y ya eres perfecto.
Trata de decírtelo a ti mismo, por muy cursi que te parezca, solo para escuchar si suena
verdadero. Hazlo resonar como si lo ya lo creyeras (si es así, podrías dejar de leer esto y
empezar a escribir), ¿o no te hace sentir bien? ¿Sientes todavía que tienes que mejorar algo?
Lo que he aprendido, y no es algo nuevo, mas bien algo que me ha costado mucho
aprender, es que si aprendes a contentarte con quien eres y con tu vida, eso lo cambia todo.
Piensa en los cambios que ocurrirían:
• No te sentirías insatisfecho contigo mismo ni con tu vida.
• No gastarías tanta energia y tiempo queriendo cambiar o tratando de hacerlo.
• No te compararías con los demás, ni desearías ser mejor.
• Podrías ser feliz, todo el tiempo, sin importar lo que ocurriera a tu alrededor. En
lugar de intentar mejorarte, podrías ocupar tu tiempo ayudando a los demás.
• Dejarías de derrochar dinero en cosas que supuestamente van a mejorar tu vida.
• Podrías presumir, como yo.
Vale, lo último era broma, pero, según mi experiencia, el resto es verdad.
Y hay otra cosa que debes entender y que hemos mencionado anteriormente: Ya tienes
todo lo que necesitas para sentirte satisfecho, justo aquí y ahora.
¿Tus ojos ven? Puedes apreciar la belleza del cielo, la vegetación, las caras de la gente, el
agua... ¿Tus oídos oyen? Puedes apreciar la música, el sonido de una cascada, la risa de tus
amigos... Puedes sentir la aspereza de unos vaqueros, las brisas frescas, la yerba en tus pies
descalzos... oler el césped recién cortado, las flores, el café... degustar una ciruela, una
guindilla, el chocolate.
Todo esto es un milagro, y lo damos por sentado. Y luchamos por tener mas, cuando ya
lo tenemos todo. Queremos ropas mas vistosas, los últimos aparatos electrónicos, músculos
mas grandes, o tetas, estómagos mas planos, casas mas grandes, coches con asientos de
cuero que te hablen y te den masajes en el culo. En cierto modo nos estamos volviendo locos.

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Lo sensato es comprender que no necesitamos nada de eso. No tenemos que mejorar
nuestras vidas. Ni tenemos que mejorarnos a nosotros, porque ya somos perfectos.
Cuando lo aceptes, te sentirás liberado.
Serás libre de hacer cosas, no porque quieras ser mejor, sino porque te gusten. Lo que te
apasione y que te divierta. Porque es un milagro incluso que puedas hacerlo.
Ya eres perfecto. Estar contento contigo mismo implica comprender que luchar por ser
perfecto es algo que se basa en la idea que otro tiene de lo que es “perfecto” ... y que todo
eso es una mierda. Perfecto es como tu eres, no como otro te dice que deberías ser.
Hoy eres perfecto. Puede que seas distinto mañana, y seguirás siendo perfecto.
Ahora deja de leer esto, y se feliz.

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Poner Este Libro En Práctica
Una persona con una vida complicada llena de luchas y gente difícil puede encontrar los
consejos de este libro algo inabordables, aunque se suponga que deben ser sencillos.
Puede que no sepas por dónde empezar, o que sientas que realizar estos cambios
fundamentales es demasiado difícil.
No tiene por qué convertirse en una lucha, o algo inabordable. No tiene por qué requerir
un gran esfuerzo, se trata de lo contrario.
Empieza de un modo simple y fácil. Practica con algo pequeño, en breves momentos del
día.
Un paso cada vez, un pie delante del otro, es la manera de empezar el camino. Así es
como se completa todo.
Practica no tener expectativas de los demás. Practica ser consciente de cuándo estas
deseando que las cosas sean distintas. Practica convertir tus quejas en agradecimientos.
Practica dar un paso atrás cuando veas que estás luchando, y abandona esa lucha. Practica
vivir con fluidez, sin planes prefijados y sin buscar objetivos, y adaptarte a los cambios
inevitables que se presentan cada día.
Practica cada una de estas cosas por separado, una por una, y mejorarás con cada
práctica. Dentro de poco serás un maestro.
Algunas de las ideas de este libro no podrás aplicarlas a tu vida, y eso no es malo. No
tienes que seguir esto como un manual de vida, sino como una colección de directrices
sueltas que tratan de ayudarte. Funcionan para mí, pero no hay dos personas iguales, y
tendrás que probarlas por tí mismo. Déjame subrayar esto: toma las ideas que te mejor te
vayan si algunas te desagradan, prueba las demás.
Puede que si regresas a este libro y sus ideas mas adelante, puedas aplicarlas todas.
Siendo sincero, me ha pasado que algunas veces rechazo una idea por poco práctica, y luego
de un tiempo vuelvo y la encuentro perfecta.
Se flexible. No te exijas demasiado. Date tiempo para practicar, cada día, y cometer un
montón de errores. Son esos errores los que te harán aprender, y te ayudarán. Espero seguir
cometiendo muchos errores que me ayuden a aprender.

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Escribir Fácilmente, por ejemplo
éste libro
Éste libro ha sido escrito aplicando muchos de los principios que contiene.
No tenía ningún objetivo con este libro. Solo me inspiraba el deseo de compartir algunas
ideas sobre vivir fácilmente. Sobre este tema he estado experimentando, aprendiendo, y es
algo que me apasiona.
Abrí un documento en GoogleDocs y empecé a escribirlo, sin ninguna intención
prefijada. A los pocos minutos, consideré la idea de compartirlo públicamente y de escribirlo
con todo el mundo observando. Después pensé en la idea de permitir que cualquiera pudiera
editarlo y ver lo que sucedía.
Era una idea que me daba miedo pero al mismo tiempo me sentí liberado. Dejé de
controlar, empecé a dejar que las cosas ocurrieran. Me olvidé del copyright, y de la
propiedad del texto. Tengo fe en la compasión y el genio de la humanidad.
Mi hija me preguntó: “¿No tienes miedo?”
Le dije, “¿Qué es lo peor que puede pasar?”
Resultó estimulante escribir así —el acto solitario de escribir se transformó en algo
público, casi una acción artística (o arte en vivo), en algo fruto de la colaboración. Sin control
por parte del autor, solo la pasión de la gente.
Escribirlo ha sido sencillo porque es algo que me apasiona. No tengo planes prefijados ni
expectativas. No tengo prisa. Es algo que hago conscientemente, y dejo que otros me ayuden
a editar, por lo que me ahorro mucho trabajo innecesario.
Hasta ahora, he disfrutado cada minuto haciéndolo. Gracias, amigos.

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Contribuciones
Cientos de personas han contribuido en este libro de alguna u otra manera, en un
esfuerzo colaborativo apasionante. No puedo atribuirme el mérito de este libro, y estoy
agradecido por la ayuda que me han prestado. Los siguientes son algunos de los que
ayudaron a escribir y editar este libro — la mayoría han preferido permanecer anónimos —
y agradezco profundamente las contribuciones de todos.
• Squealing Rat
• Oroboros
• Art Awan
• Taara Khalilnaji
• Pat Fuller
• Amy L. Scott
• PaNeal
• Catherine Caine
• Fernando Ibarra-Hernández
• Emma McCreary
• Self-loving Hippie Type
• Jenna Dixon
• Allison Koberstein
• Tony Stark
• Shivaya Wellness / Raven
• Peter Haymond
• Rick Rivera
• Lee Knowlton
• Jessica Parsons
• David
• Samuel Sandeen
• Dwayne Phillips
• David Paul Mallia

53
• Sandy Geier

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